Está en la página 1de 48

Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción

La construcción de la Represa de Itaipú y


sus repercusiones en el Paraguay
Integrantes:
 Brisa Ayelen Martínez Saracho
 Rayen Dahiana Díaz Benítez
 Agustina Soledad Molinas Mazacote
 Lucía Amalia Diarte González

Materia de Referencia:
 Metodología.
 Comunicación Oral y Escrita.
 Historia del Paraguay.

Nombre de los profesores:


 Víctor Aranda
 Adriana Medina
 Gustavo Acosta

Asunción- Paraguay
Año: 2022
Índice
Introducción___________________________________________________________1
Objetivo General____________________________________________________________2
Objetivos específicos_________________________________________________________2
CAPÍTULO I____________________________________________________________________3
1.1. Origen de la represa de Itaipú______________________________________________3
1.2. La construcción de la Binacional Itaipú, tratados y acuerdos____________________5
CAPÍTULO II__________________________________________________________________11
2.1. Política Exterior________________________________________________________11
2.1.1. Relación privilegiada con Brasil_______________________________________11
2.1.2. Escenarios probables________________________________________________20
2.1.3. Renegociación del tratado de itaipú____________________________________23
2.1.4. Precio de la energía_________________________________________________25
2.1.5. Exclusividad para transferencia de la energía___________________________29
2.1.6. Vigencia de las condiciones___________________________________________30
CAPÍTULO III__________________________________________________________________33
3.1. Construcción de la represa de Itaipú._______________________________________33
3.1.1. Estudios.__________________________________________________________33
3.1.2. Ubicación de proyecto.______________________________________________33
3.1.4. Obras de desvió.____________________________________________________34
3.2. Ataguías principales.____________________________________________________35
3.3. Obras de la presa._______________________________________________________35
3.3.1. Diques Laterales de Tierra en las Márgenes Derecha e Izquierda.__________35
3.3.2. Vertedero_________________________________________________________35
3.3.3. Presa Lateral Derecha.______________________________________________35
3.3.4. Presa Principal_____________________________________________________36
3.3.5. Presa de Enrocado._________________________________________________36
3.3.6. Casa de Máquinas__________________________________________________37
3.3.6.1. Máquinas y equipos principales de la central.__________________________37
3.3.6.2. Máquinas y equipos para servicios auxiliares._________________________37
CAPÍTULO IV__________________________________________________________________39
4.1. Repercusiones generadas por la construcción de la represa Itaipú en el Paraguay._39
4.1.1. “Repercusión social”________________________________________________39
4.1.1.1. Los desterrados de Itaipú__________________________________________39
4.1.2. “Repercusiones ilícitas”_____________________________________________39
4.1.3. “Repercusiones políticas y legales”____________________________________40
4.1.4. “Repercusiones ambientales”_________________________________________40
4.1.4.1. Sojeros Brasileros_________________________________________________41
4.1.4.2. Partido político involucrado________________________________________41
4.1.4.3. Itaipú pidió préstamo de USD 11,5 millones para una reforestación que no
completó.________________________________________________________________41
4.1.4.4. El préstamo._____________________________________________________41
4.1.4.5. La ejecución._____________________________________________________41
4.1.5. “Repercusiones económicas”_________________________________________42
4.1.5.1. Compensaciones financieras________________________________________42

Conclusión____________________________________________________________43
Bibliografía___________________________________________________________44
Anexos_______________________________________________________________45
Introducción
Itaipú es una entidad binacional creada por Brasil y Paraguay para generar
electricidad a partir del río Paraná. La construcción surgió de la necesidad de expansión
y desarrollo del Brasil, ya que en la década del 60 se enfrentaba a un fuerte y
avanzado proceso de industrialización.

En un primer nivel de análisis, el problema del aprovechamiento hidroeléctrico


en un río compartido planteó un conjunto de problemas e interrogantes a los que se
pueden denominar geopolíticos, y que además habían suscitado fuertes conflictos
diplomáticos entre la Argentina, Brasil y Paraguay. Finalmente, entre idas y venidas, en
el año 1973 se
crea el Tratado de Itaipú, lo cual resuelve el conflicto.

La construcción se inició en 1974, luego en 1984 entró en operación la primera


turbina, y la última turbina, en mayo del 2004. Consta de 20 unidades generadoras con
una capacidad de 700 MW cada una. Por si fuera poco, tiene 7.744 metros de extensión
y un alto máximo de 196 metros. Incluso consumió 12,3 millones de metros cúbicos de
hormigón.

La construcción de la misma también exigió la expropiación de tierras alrededor


del limítrofe río Paraná, además se descubrió que las tierras expropiadas por la represa
paraguayo brasilera escondían una red de negocios ilícitos, incluso siendo víctima hace
años de invasiones por parte de empresarios de la agro ganadería debido a la propia
negligencia del Ministerio Público y también por la desidia de los órganos de justicia
para resguardar y reparar el daño ambiental que causaron los protagonistas de la
deforestación de los bosques de la hidroeléctrica.

1
Objetivo General

Analizar la construcción de la represa de Itaipú y sus repercusiones en el Paraguay mediante la


investigación bibliográfica para tener presente los beneficios que la hidroeléctrica genera.

Objetivos específicos
1. Mencionar el origen de la construcción de la represa de Itaipú.
2. Mencionar la política exterior con respecto a la construcción de la represa de
Itaipú.
3. Indicar los factores de la construcción de la represa de Itaipú.
4. Exponer las repercusiones que tuvo esta construcción para el Paraguay.

2
CAPÍTULO I
1.1. Origen de la represa de Itaipú
La década de 1950 abrió un ciclo
ininterrumpido de exploraciones en la región. La búsqueda de fuentes alternativas de
energía eléctrica se tornó clave al ponerse en evidencia los límites del crecimiento
económico bajo un régimen energético basado en la explotación de maderas. Esto fue
particularmente sensible en el caso de los núcleos industriales del Brasil. La exploración
del lado brasilero se focalizó primero en los ríos Paranayba y Grande, precisamente los
dos que luego confluyen en la formación del río Paraná. Del lado paraguayo la
exploración se hizo en afluentes del río Paraná, los ríos Monday y Acaray. Este esfuerzo
individual a ambos lados de la frontera quizá haya reflejado la necesidad de responder
localmente a los problemas de desabastecimiento energético evitando la conflictiva
explotación conjunta de un río como el Paraná que había sido utilizado para demarcar
las fronteras entre ambos países. Esto sin embargo no tardaría en revertirse,
fundamentalmente al ritmo de la creciente demanda de energía del voraz mercado
industrial de San Paulo.

Tres pasos resultaron claves en la construcción de una explotación hidroeléctrica


conjunta en la región del Alto Paraná entre los gobiernos del Brasil y del Paraguay.
Primero, el gobierno de Alfredo Stroessner fundó una ciudad homónima en su honor en
la frontera con el Brasil en 1957. Esto ocurrió respuesta al crecimiento de la villa militar
de Foz de Iguazú del lado brasilero del río Paraná. Lo primero que hizo el gobierno
brasilero fue financiar la construcción de un puente, el “puente de la amistad”, que
uniera las dos ciudades en 1965. Ratificando

3
vocación de cooperación, el gobierno brasilero seguidamente concedió apoyo
clave para la construcción de la represa Acaray sobre el río homónimo en 1968, un
emprendimiento pequeño pero considerado decisivo para proveer potencialmente de
energía eléctrica a la construcción de un emprendimiento de mayores proporciones
sobre el río Paraná. En definitiva, la energía de la represa Acaray resultó superlativa
para el gobierno paraguayo que careciendo de industrialización tenía mínimas demandas
energéticas en la capital Asunción y en los alrededores de la región central del país. El
acercamiento diplomático generado por los emprendimientos conjuntos casi colapsó
cuando el gobierno del Brasil buscó construir su propia represa sobre el río Paraná a la
altura de las cataratas del Guairá. También llamado las Siete Caídas, o Sete Quedas en
portugués, las cataratas establecieron un conflictivo punto limítrofe entre los dos países
confusamente definidos en sucesivos intercambios diplomáticos en 1874, tras la Guerra
del Paraguay, y en la década de 1930, cuando hubo un nuevo intento por zanjar las
diferencias entre ambos gobiernos.

Las diferencias en torno a cuál caída marcaban el punto fronterizo derivaron en


irreconciliables posiciones que fueron sujeto de arreglo militar cuando fuerzas armadas
del gobierno brasilero ocuparon la región motivando la reacción de la diplomacia
paraguaya. El acta de Iguazú firmado entre ambos gobiernos en 1966 puso fin a las
diferencias, aunque en realidad puso en compás de espera la decisión final sobre cual
línea en el río marcaba las posesiones de cada gobierno.

La decisión de compartir la posesión del rio se facilitó gracias al espíritu


desarrollista de la época: por un lado, el ideal del “Brasil Grande” que crecía a pasos
agigantados; por otro, el ideal de la “Segunda Reconstrucción” que buscaba devolver al
Paraguay al camino del crecimiento económico. Un megaproyecto del porte de Itaipú
parecía la única opción para lanzar ambos países hacia el desarrollo. Para el gobierno
brasilero un acuerdo de estas características era la mejor opción para reducir la
influencia del gobierno argentino en la política interna paraguaya proyectando la
política exterior brasilera en el cono sur al tiempo que cancelaba una antigua deuda
histórica en materia de definición de fronteras. Por el lado paraguayo, la represa
significaba una negociación satisfactoria considerando la posición militar previa del
gobierno brasilero que además implicaba un ingente ingreso económico a la necesitada

4
dictadura de Stroessner en un país cuyo crecimiento económico y demográfico se había
mantenido bajo por el siglo que siguió la guerra grande.

La construcción de la represa de Itaipú en la forma en que fue planeada supuso


ahogar para siempre las cataratas del Guairá, una supuesta belleza natural al menos
similar a las cataratas del Iguazú. La justificación dada por los arquitectos de Itaipú al
ahogar las cataratas del Guairá representaba la visión del río como fábrica propia de la
última fase de la relación entre humanos y el río Paraná. Para los planeadores anegar los
saltos era un daño colateral redimido por la consecución de un bien mayor como era el
caso de la obtención de energía eléctrica.

Esta justificación resultaba apropiada considerando que las cataratas del Iguazú
eran ya entonces conocidas mundialmente y contaban con acceso fácil y una
rudimentaria pero creciente industria turística y hotelera. Todas estas facilidades
ausentes en el caso de la potencial explotación de las cataratas del Guairá. Una razón
monetaria más importante era la escasez de energía barata, algo puesto en evidencia por
la crisis del petróleo de la década de 1970 en una época en la cual todavía se desconocía
el potencial petrolero del Brasil. También, como ya se anticipó más arriba, la
construcción de la represa cancelaba reclamos sobre trazados fronterizos. Por último,
existía en el imaginario de los constructores de Itaipú la idea de mejorar la naturaleza,
en este caso el río Paraná, por la acción humana.

Esta visión de la acción humana mejoradora de la acción de la naturaleza,


tornando el río más productivo, puede observarse en las palabras del brasilero José
Costa Cavalcanti, una de las figuras centrales detrás de la construcción de Itaipú.
Preguntado acerca de la justificación a la decisión de inundar las cataratas del Guairá
con la construcción de Itaipú, Cavalcanti respondió: “Sete Quedas es una gran obra
divina, pero produce muy poco. Apenas un poco de turismo. Muy poco comparado con
lo que producen las Cataratas del Iguazú y Foz de Iguazú. Ahora, gracias al trabajo de
los hombres, las cataratas de Sete Quedas van a empezar a producir para sus legítimos
dueños, los gobiernos del Brasil y del Paraguay.

1.2. La construcción de la Binacional Itaipú,


tratados y acuerdos

5
En el caso del aprovechamiento hidroeléctrico del curso medio del Rio Paraná,
su posición geográfica y estratégica, limitando los territorios brasileño y paraguayo,
supuso la necesidad de una negociación que pusiera de acuerdo a dos gobiernos
dictatoriales: los de Humberto de Alencar Castelo Branco (Brasil) y Alfredo Stroessner
(Paraguay).

La firma del Acta de Iguazú el 22 de junio de 1966, por los Ministros de


Relaciones Exteriores de Brasil y Paraguay fue el marco inicial de este gran proyecto,
ya que en él, además de definirse un cuadro jurídico que optimizase las relaciones
políticas y económicas entre Brasil y Paraguay, estrechas en los últimos años con la
construcción del Puente Internacional de la Amistad, se estableció la necesidad de
instituir una Comisión Técnica para la realización de un estudio que evaluaría la
potencialidad energética de los recursos hídricos de este tramo del Río Paraná,
perteneciente, en condominio, a los dos países. Para esto se instituyó, en 1967, la
Comisión Mista Técnica-Financiera entre Brasil y Paraguay y, a través de ella, se
contrató el consorcio IECO-ELC formado por la International Engineering Company,
Inc. (San Francisco, EUA) y la ELC Electroconsult S. P. A. (Milán, Italia) para que
realizasen estudios de viabilidad de la obra, a partir de los que se apuntaron hasta diez
posibles soluciones, en las que se incluían diferentes posiciones geográficas y también
la construcción de dos presas de menores dimensiones en lugar de una. El paso
siguiente fue la elaboración del Convenio de Cooperación entre Centráis Eléctricas
Brasileira S/A (Electrobras) y Administración Nacional de Electricidad (ANDE) en
1970. En este convenio se previó la formación de un Comité Ejecutivo, que bajo la
supervisión de Electrobras y de Ande, pasó a ejercer el control administrativo y técnico
de un estudio que evaluaría las potencialidades técnicas y económicas del
aprovechamiento del potencial hidroeléctrico del tramo del curso del Río Paraná, que
hace límite entre los dos países. En Brasil, este tramo del cauce se sitúa en la porción
occidental del estado de Paraná, (entre los municipios de Foz do Iguazú y Guairá) y en
Paraguay abarca las provincias del Alto Paraná (porción oriental) y Canindeyú
(sudeste).

En 26 de abril de 1973 se firmó, en Brasilia, el Tratado para o aprovechamiento


hidroeléctrico dos recursos hídricos do Rio Paraná, desde e inclusive o Salto Grande de

6
Sete Quedas ou Salto Guairá até a foz do Rio Iguaçu (conocido como Tratado de Itaipú.
Ratificado en Brasilia y Asunción, este tratado entró en vigor el 13 de agosto de 1973
con principios fundamentales que a continuación, se reproduce parcialmente:

Artículo I. Las Altas Partes Contratantes convienen en realizar, en común y de


acuerdo con lo previsto en el presente Tratado o sus Anexos, el aprovechamiento
hidroeléctrico de los recursos hídricos del río Paraná, pertenecientes en condominio a
los dos países, desde e inclusive el Salto Grande de Siete Caídas o Salto de Guairá hasta
la Embocadura del río Iguaçu.

Artículo III. Las Altas Partes Contratantes crean, en igualdad de derechos y


obligaciones, una entidad binacional denominada ITAIPÚ, con la finalidad de realizar el
aprovechamiento hidroeléctrico a que se refiere el Artículo I.

Artículo VIII. Los recursos necesarios para integrar el capital de ITAIPÚ (US$
100.000.000,00) serán aportados, en partes iguales intransferibles por ELETROBRÁS y
ANDE, desde el Tesoro brasileño y por el Tesoro paraguayo, respectivamente, o por los
organismos que financian, o que los Gobiernos indiquen. Parágrafo Único - Cualquiera
de las Altas Partes Contratantes podrá, con el consentimiento de la otra, adelantarle los
recursos para integrar el capital, en las condiciones establecidas de común acuerdo.

Artículo XIII. La energía producida por el aprovechamiento hidroeléctrico a


que se refiere el Artículo I será dividida en partes iguales entre los dos países, siendo
reconocido a cada uno de ellos el derecho de adquisición, en la forma establecida en el
Artículo XIV, de la energía que no sea utilizada por el otro país para su propio
consumo.

Parágrafo Único - Las Altas Partes Contratantes se comprometen a adquirir,


conjunta o separadamente en la forma que acuerden, el total de potencia instalada.
Como se observa en los artículos reproducidos, en los esfuerzos conjuntos para obtener
el aprovechamiento hidroeléctrico del Río Paraná se establecieron principios de
igualdad (derechos y obligaciones) y de paridad: participación en la administración, a
través del control de las obras y ejercicio de jurisdicción y, en el capital, incluyendo
mano de obra, material y maquinaría; además del derecho de compartir, en partes

7
iguales, la energía producida, y el compromiso de adquirirla en su totalidad. Además, se
aprecia que el enunciado del artículo VIII y de su párrafo único implica una
justificación al hecho de que Brasil haya adelantado parte del capital a Administración
Nacional de Electricidad (ANDE) y avalado su préstamo.

El tratado también considera, en su artículo XIII las condiciones de suministro


de energía, en las que define que, en el caso de que uno de los socios no consuma su
cuota de electricidad, deberá, obligatoriamente ceder sus derechos de consumo al otro.
Queda evidente que, debido a las necesidades energéticas desproporcionadas entre
ambos países, el excedente paraguayo se dedicará a suplir las demandas brasileñas.

Así mismo en el anexo B del mismo documento se incluyen datos técnicos de la


presa, entre los que se señala su situación geográfica, a 14 kilómetros del Puente de la
Amistad, situada sobre el Río Paraná entre Foz do Iguaçu (Brasil) y Puerto Presidente
Stroessner, actual Ciudad del Este (Paraguay); se indica su extensión de cerca de 200
kilómetros; se precisa la cuota de anegamiento de 220 metros por encima del nivel del
mar para el embalse que se formará cuando se cierren las 14 compuertas que
compondrán la presa; y, se alude a la superficie que quedará comprometida en este
proceso: 1.400 Km2 (1.561 Km2 en su nivel máximo), de los que 800 Km2 se
encuentran en territorio brasileño y 600 Km2 en el paraguayo.

Firmado el Tratado de Itaipú, se establecieron las condiciones aptas para que se


constituyese, el 17 de mayo de 1974, y a partir de contribuciones iguales de capital
realizadas por las sociedades nacionales Centrais Elétricas Brasileiras S.A (Eletrobrás) y
por Administración Nacional de Electricidad (ANDE), la entidad Binacional Itaipú, con
la finalidad de administrar la construcción de la represa, cuyo inicio efectivo ocurrió en
enero de 1975. El hecho de componerse de sociedades binacionales exigió que fuera
administrada por un Consejo de Administración y un Directorio Ejecutivo integrado por
igual número de nacionales de ambos países y la creación de dos sedes, una en Brasilia
y otra en Asunción.

Brasil, conocedor de que Paraguay consumiría


un pequeño porcentaje de la energía producida por la Binacional Itaipú, habría firmado
un acuerdo en el que, una de sus cláusulas obligaba Paraguay a vender exclusivamente a

8
Brasil, la energía que no consumiese, por un precio estipulado en el referido contrato
que estaría vigente durante 50 años. Así, mientras rigiese el contrato, parte de la energía
consumida en Brasil estaría subsidiada por Paraguay. Otro aspecto también a considerar
es la disputa por el control geopolítico de América del Sur entre Brasil y Argentina. La
Binacional estrecharía lazos entre Brasil y Paraguay, y marginaría a Argentina en este
proceso. Asimismo, esta rivalidad favoreció a Paraguay, ya que motivó a Argentina para
que le propusiera construir la Binacional de Corpus. El Acuerdo Tripartito, firmado en
1979 entre los tres países estableció las bases que regularían la construcción de las dos
hidroeléctricas en el tramo internacional del río Paraná. Estas geoestratégicas
demandaban el apoyo político, económico y popular, hecho que hizo necesario la
elaboración de un discurso cargado de sentimiento patriótico por el que el desarrollo del
país era el objetivo a alcanzar. En esta dinámica se buscó conformar un pensamiento
unísono sobre la transcendencia de los grandes proyectos hidroeléctricos, propagando
un estado de euforia hacia un programa cuyo desarrollo trasformaría Brasil en una de las
mayores potencias mundiales. Además, las voces discordantes de políticos de
izquierdas, de ambientalistas y de los expropiados fueron coaccionadas, tergiversadas, o
disuadidas por el discurso general, según el cual todos deberían colaborar para la
materialización de este ideal nacional. En este contexto el proyecto Binacional Itaipú,
así como otros proyectos estatales realizados bajo gobierno dictatoriales, estaba imbuido
de un discurso en el que se justificaba su realización como imprescindible para suplir la
demanda energética nacional, ya que la nueva presa sería la responsable de la
producción de una parte significativa de toda la energía eléctrica consumida en las
regiones brasileñas Sul, Sudeste y Centro Oeste, aunque también había significativos
intereses geopolíticos, como el acercamiento a la República de Paraguay, para, como
socio emprendedor, “mantenerlo en su esfera de influencia”

Para viabilizar la construcción y el funcionamiento de la Binacional Itaipú fue


anegada una amplia franja de la porción occidental de la Microrregião Extremo-Oeste
do Paraná, comprendida por un significativo número de municipios, cuya base
económica, basada en la fertilidad del suelo, ha sido la agricultura comercial, lo que
ocasionó, importantes cambios socio-territoriales en su estructura organizacional y en el
modo de reproducción de sus habitantes. Costes externos del desarrollo capitalista que,
según algunos autores, toda la comunidad debe soportar, ya que son intrínsecos a la

9
propia esencia del capitalismo. Esta coyuntura será objeto de estudio en este y en los
apartados siguiente, en que se analiza el papel del Estado en el tiempo y en el espacio,
cuyos resultados fueron los procesos de poblamiento, modernización de la agricultura e
introducción de cultivos comerciales volcados a la exportación y, finalmente, la
construcción de la presa de Itaipú, y cómo los mismos han ido configurando y
reconfigurando este territorio y la vida de sus habitantes.

El período comprendido desde el inicio de las obras en 1975 hasta la formación


del embalse que anegó la zona afectada en 1982, se caracterizó por un intenso proceso
de expropiación que preveía la indemnización a los propietarios que poseyesen tierras
próximas al Rio Paraná y sus afluentes hasta una cota altimétrica de 225 metros por
encima del nivel de mar e involucró a más de 42 mil personas, de las que
aproximadamente 38 mil (6.000 familias) vivían en la zona rural. Eran en su mayoría
agricultores, aunque también había pescadores, comerciantes e indios guaranís
agrupados en las márgenes del Rio Ocoí, un afluente del Paraná.

10
CAPÍTULO II
2.1. Política Exterior
2.1.1. Relación privilegiada con Brasil
La absorción de territorio fronterizo operado por efecto de la colonización
brasileña en los departamentos de la región del Alto Paraná, ante la falta del gobierno
paraguayo en oponer ninguna resistencia, dejó como contrapartida que Brasil continuara
manteniendo una zona de seguridad para la defensa de sus fronteras. En Brasilia saben
lo que hacen en términos de mantener los intereses nacionales, sea en cuanto a
inmigración fronteriza como a la aplicación alternativa de trabas e incentivos al
comercio para influir sobre la marcha de los acontecimientos en países vecinos.
Mediante aquella política de concesión del gobierno paragua yo vis-a-vis el
brasileño, se logró mantener satisfecho a un aliado poderoso, pero a costa de debilitar la
posición del estado paraguayo y hacerlo más vulnerable al expansionismo de Brasil.
Esta ha sido solamente una de las áreas en que la política de concesión ha tenido
resultados ambiguos, positivos a corto plazo para el régimen, negativos a largo plazo
para el estado.

A su vez, el relativo poder de uno y otro país tornaba muy difícil proceder de
distinta manera, pena de represalias que para un régimen relativamente aislado en el
plano internacional (por su desempeño en el campo de los derechos humanos,
protección de criminales nazis y amplia libertad para el tráfico de drogas) implicaría
cerrar una ventana de legitimación política y la más importante vía de intercambio con
el exterior. La mediterraneidad también impuso su cuota de condicionamientos.

13
Los obstáculos institucionales internos, manifestados en la represión de
organizaciones populares, la corrupción y el contra bando, facilitados por un rígido
orden donde la ley y el mbareté son utilizados discrecionalmente, tuvieron decisiva
influencia en moldear las relaciones internacionales de Paraguay-particularmente en
momentos que iban tejiéndose nuevos tipos de relacionamiento derivados de los
emprendimientos binacionales y del mayor endeudamiento con la banca mundial. Es así
que mucha de la tarea de la Cancillería se desenvolvió en defender no los intereses
nacionales, sino los de un régimen que con los años ha sido denunciado y enjuiciado en
el exterior. Tal cuestionamiento ha provenido principalmente de tres fuentes:

a. Gobiernos de países de Occidente con influencia sobre el comercio


internacional, los créditos de organismos públicos y privados y la formación de una
opinión pública mundial contraria a los abusos de minorías de poder en contra de la
población, entre los de mayor peso de EE.UU., Francia, Gran Bretaña;

b. Organizaciones de derechos humanos, cívicas y religiosas in fluyentes tanto


por su conexión con gobiernos de potencias mundiales (Liga Internacional de los
Derechos Huma nos, Amnesty, Consejo Mundial de Iglesias, etc.), en los foros
internacionales intra-estatales y directamente a nivel doméstico, entre los últimos por el
carácter eminentemente cristiano del pueblo paraguayo y el poder de la Iglesia Católica;

c. Los grupos de exiliados dispersos por los países vecinos, conectados o no con
partidos políticos, que han logrado en ciertos casos formar asociaciones activas en una
intensa campaña en favor del retorno, acogida por distintas organizaciones
internacionales y gobiernos de países vecinos con gran interés. Dicho interés se debe a
la situación recesiva de las respectivas economías nacionales y al consecuente
desempleo, siendo una manera de afrontar el problema de salida de mano de obra
extranjera desocupada.

En vista de dichas presiones, las que se han agregado a las más remotas e
incontrolables de naturaleza geopolítica, el acercamiento a Brasil ha servido
necesariamente para disipar los riesgos de un aislamiento no deseado por los
gobernantes de Paraguay. En ese contexto, las concesiones fueron tomadas a sabiendas
y como carga política inevitable, especialmente cuando la campaña de los derechos
humanos y 'diplomacia pública' emprendida por la administración Carter se hizo tan

14
fuerte que el Partido Colorado oficialista declaró persona no grata al embajador
norteamericano en Asunción. Es de notar que el gobierno brasileño, entonces
encabezado por Ernesto Geisel, también se vio presionado desde Washington por la
cuestión del tratado nuclear con la República Federal de Alemania y los derechos
humanos, con recorte de los créditos internacionales impuesto en los organismos
financieros por EE.UU. Lo que resultó en un incentivo adicional para Brasil en cuanto a
diversificar sus contactos diplomáticos, lazos comerciales y búsqueda de mayor
influencia regional en apoyo de su posición como potencia emergente, intentando
desligarse en ese proceso de condicionamientos que Brasilia interpretaba comprometían
la soberanía de Brasil. Así llegó a concretar, entre otros, el tratado del Amazonas en
octubre de 1980 con Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam, destinado a
un desarrollo armónico, protección del medio y relaciones más fluidas entre los países
de la cuenca amazónica. Con Argentina hubo un acercamiento reflejado en el acuerdo
para la compatibilización Itaipú - Corpus y la cooperación en materia de investigación
nuclear (para fines pacíficos).

El resultado práctico del entendimiento Brasilia-Asunción se ha traducido en una


serie de tratados complementarios a los de límites y de aprovechamiento hidráulico, los
que engloban transporte terrestre por la ruta Foz-Paranaguá; facilidades portuarias y de
almacenamiento en ese último puerto que ha sido intensivamente utilizado para
embarques de soja, algodón, menta, etc., con destino a terceros países; la proyectada
ferrovía de la soja (que utilizará trocha angosta a diferencia de la trocha media que
existe en el país, cuyo trazado pasa por Salto del Guairá con 150 Km. más de extensión
que uno por Puerto Presidente Stroessner y que adicionalmente prevé utilizar
locomotoras diésel con el gasto que ello implicará frente a una dotación doméstica
abundante de energía eléctrica en unos años más).

También con Brasil se tiene un acuerdo para transferencia de energía a


Paraguay, mediante el cual se suplió la escasa capacidad de Acaray, y cuya importancia
está dada por el creciente porcentaje que aquel aprovisionamiento representó en relación
a la energía producida localmente. La electricidad de origen brasileño, en efecto, llegó a
equivaler en 1982 a aproximadamente 38 por ciento del consumo total nacional, con
tendencia al aumento hasta el funcionamiento comercial de la primera de las turbinas de
Itaipú,

15
Los créditos de Brasil han crecido grandemente, siendo destinados entre otros
para obras públicas de envergadura cuyo componente de materias primas, técnicos o
mercado brasileños son ligazones adicionales que han ido estableciéndose con el
mercado de aquel país. Mediante tales créditos se terminaron o se están construyendo la
primera acería paraguaya en las cercanías de Villa Ha yes, la que demandará la
importación de mineral de hierro de Brasil como condición de compra del producto
terminado paraguayo; el alcantarillado y desagüe pluvial en Asunción; la represa de
Itaipú; la planta de alcohol absoluto en Mauricio José Troche encarga. da a APAL; la
repavimentación de la ruta Caaguazú-Ciudad Pte. Stroessner de 145 Km. de extensión.
También con crédito de Brasil se adquirieron aviones Xavante y repuestos que
actualmente componen el equipamiento principal de la fuerza aérea. Los préstamos
realizados por el Banco do Brasil han puesto a esa institución entre las principales
fuentes crediticias de Paraguay, lo que asegura una continuada corriente de intercambio
por la importación de servicios y materiales que demandarán los varios proyectos en
curso.

Es en el plano comercial donde debe verse el mayor acerca miento de Paraguay


y Brasil. Brasil pasó del sexto lugar en 1970 entre los proveedores de mercancías (valor
fob) al primer lugar en 1975, desplazando a la Argentina de esa tradicional posición en
el intercambio paraguayo. El comercio se ha venido incrementando mucho más
rápidamente con Brasil que con Argentina, dentro de fluctuaciones que responden a los
movimientos de precio en uno y otro país, a la demanda por importaciones en Paraguay
y a la oferta doméstica de materias primas tales como soja, ganado en pie, algodón,
madera, azúcar y otros alimentos que son requeridos de fuera. Desde mediados de los
años '70 casi un 40 por ciento del to tal del intercambio de mercancías se ha estado
realizando con o a través de Brasil, en su condición de mercado de primer orden en la
región y de territorio en tránsito para las exportaciones paraguayas al resto del mundo.
De las cifras de comercio exterior se desprende que:

a. Paraguay ha venido concentrando en forma creciente sus importaciones del


Brasil, acelerándose de esa manera la corriente de capitales hacia ese país. La entrada de
capitales por Itaipú ha sobrepasado, sin embargo, los gastos de importaciones tanto de
bienes como de servicios;

16
b. En tanto las importaciones han ocasionado un mayor déficit en la balanza
comercial paraguaya, Brasil ha podido invertir y conceder préstamos atados que han
servido para integrar aún más ambas economías.

El deterioro en la relación de intercambio en detrimento del Paraguay parece


tender al ensanchamiento, asimismo, debido a los más altos precios pagados por los
productos manufacturados brasileños en comparación a los precios de bienes primarios
exporta dos por Paraguay. El contrabando de artículos ilegalmente saca dos de Brasil,
con precios de oferta, es probable que haya balancea do ese deterioro.

No escapa a la noción pragmática de los protagonistas de Ita maratí que el


creciente peso de su país en Paraguay pueda despertar reacciones adversas. Ocurrió una
de ellas cuando el gobierno paraguayo, en plena campaña de elecciones presidenciales
(fines de 1977) ante la presión de la opinión pública nacional, en particular de la UIP,
dio largas a la pretensión brasileña para que cambiase el ciclaje de la red interna de tal
modo a normalizar con la de Brasil (así Itaipú no tuviera que generar en dos frecuencias,
siendo distintas la de uno y otro país). El gobierno brasileño primero se dispuso a
otorgar créditos blandos, asistencia técnica y a brindar ayuda no especificada para que
Paraguay hiciera frente a los gastos de transformación de ciclaje. Las condiciones del
gobierno paraguayo aparentemente fueron demasiado ambiciosas, por lo cual Geisel
sencillamente comunicó a Asunción que en Itaipú se recurriría a la implantación de
turbinas mitad a 50 Hz y otra mitad a 60 Hz. La demora estudiada por el gobierno
paraguayo fue hostilmente recibida por la Cancillería, el Senado y la prensa brasileñas.
Uno de los pocos artículos especiales sobre Paraguay de la revista VEJA trajo en
portada, por ejemplo, una foto de Stroessner y la frase "Paraguai: ¿qué parceiro é ese
"El artículo traslucía una no muy sutil pero bien manejada forma de presión contra el
gobierno de Paraguay. En una demostración más clara de sus opciones de retorsión para
demostrar su desagrado, siendo que la cuestión de ciclaje era por demás puramente
interna al Paraguay, el gobierno de Brasil canceló la proyectada construcción de una
represa de compensación para Itaipú sobre el rio Monday y disminuyó
considerablemente por un tiempo el permiso de tráfico comercial entre Foz y Pto.
Presidente Stroessner.

17
Quedó demostrado cómo serían tratadas las diferencias de interés a nivel de
estado entre Brasil y Paraguay, tan pronto ellas no pudieran ser conciliadas mediante la
negociación y el compromiso. Es natural que sea así, dentro de una óptica realista de las
relaciones internacionales. El clima de cooperación existente entre los dos países es
incentivado, no obstante, de parte de uno con concesiones frecuentes, de parte del otro
con muestras de amistad como la donación de equipos o armas para alguna unidad del
ejército, la venida de representantes de alto nivel para las celebraciones patrias y las
visitas presidenciales. Son momentos que se publicitan profusa. mente por los medios
oficiales de comunicación.

Así también, Brasilia demuestra inequívocamente cuando algunos actos no son


de su agrado y lo hace de manera que se tome nota de la reacción. Tiene para ello
suficientes elementos de amenaza y capacidad económico-militar como para avalar sus
pronunciamientos. "Combatir zonas de influencia-decía Roberto Campos, ex-ministro
de Finanzas y ex-embajador en Gran Bretaña, en una * descarnada exposición- es un
leitmotiv para discursos diplomáticos llenos de ternura por la igualdad de los pueblos.
Pero esto no: todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros"

La política internacional de Brasil cuestiona la dominación impuesta por las


superpotencias a los demás países, aunque se acomoda a esta situación tratando de
obtener los máximos beneficios posibles. Como el país más poderoso entre los
latinoamericanos, su preeminencia sobre ellos le reporta influencia política y ventajas
económicas. Los lazos con EE. UU. y los demás países occidentales no obstan para que
el intercambio comercial con las demás regiones del mundo se realice sobre la base
estricta de utilidad. Ya durante la administración Garrastazú Médici se dieron pasos
tendientes a buscar una mayor diversidad de mercados y mejores relaciones con países
ideológicamente antagónicos, en especial con los integrantes del COMECON.

Como resultado del debilitamiento de la Guerra Fría, el papel que Brasil iba
ensayando en el cambiante sistema internacional ten día a lo pragmático, dejando de
lado las barreras ideológicas. En lo interno esas barreras fueron mantenidas con el
pretexto de proteger la seguridad nacional. Al paso que la multipolaridad emergía en
reemplazo del rígido sistema de bloques y que la distensión suavizaba el enfrentamiento
Este-Oeste, así también iban reforzándose y ampliándose los contactos de Brasil con el

18
exterior. La concepción de su Cancillería es ciertamente realista en lo que hace a
evaluación de la estructura de poder internacional.

Para uno de sus más lúcidos exponentes, las superpotencias están de acuerdo en
evitar el estallido de una tercera guerra mundial, lo que puede sobrevenir más por el
escalamiento de un conflicto regional en cualquier lugar del mundo que por un conflicto
di recto entre aquéllas. Sin embargo, ambas parecen haber aceptado también la
imposibilidad de lograr la paz internacional y un completo desarme. No se habla tanto
de paz, sino de deténte. No se discute esencialmente sobre cuestiones de desarme sino
sobre control o limitación de armamentos. Incluso el desarrollo económico-social se
reduce a evitar que la situación "tolerable' de pobreza en que viven las naciones
subdesarrolladas haga crisis. El tratado sobre la No Proliferación de las Armas
Nucleares aprobado por las Naciones Unidas en 1968, fruto de uno de los acuerdos más
significativos entre EE. UU. y la Unión Soviética, es el instrumento principal para el
congelamiento de la estructura de poder internacional. Este tratado tiene como objetivo
esencial contener la dispersión de armas atómicas entre países potencialmente capaces
de desarrollarlas. Por tanto, la no igualdad entre los estados es institucionalizada y se re
conoce tácitamente que los países poderosos sigan en control de la tecnología nuclear,
en detrimento de los demás países que son automáticamente condenados a permanecer
fuera de la carrera. Los acuerdos que resultaron de las conversaciones SALT entre EE.
UU. y la Unión Soviética indican claramente que estos países continuarán poseyendo
capacidad de exterminio a nivel mundial. La filosofía que respalda dicha postura está
planteada en términos de mayor y menor poder: las armas atómicas son extremadamente
peligrosas en manos de los países menores, pero no en las de los países poderosos, los
que se supone tienen suficiente responsabilidad como para no decidir emplearlas sino en
casos extremos. La Carta de las Naciones Unidas, por dotar al Consejo de Seguridad
atribuciones de exclusiva decisión de los cinco 'grandes' que tienen poder de veto, junto
al Tratado de No Proliferación, se han constituido en los documentos básicos de tal
proceso de congelamiento al consagrar derechos exclusivos a las potencias nucleares.
Tales las apreciaciones de João de Araujo e Castro, cuyos antecedentes se remontan a
los principios geopolíticos esbozados por Golbery do Couto e Silva6/. Ante ese estado
de cosas Brasil persigue objetivos que dentro de una mayor autonomía se adecuen a sus
propios intereses. Se pretende desarrollar la tecnología nuclear y en última instancia

19
poseer armas atómicas con el fin de ganar prestigio y de tener cabida en el Club
Nuclear7/. No es accidental que se haya establecido una relación privilegiada de
Paraguay con Brasil, dentro de la estrategia de largo plazo de la dirigencia brasileña
como parte de su designio de potencia regional. Es pues apropiado trazar una línea que,
partiendo de las variables económicas brasileñas más significativas, y pasando por el
cuidadoso plan geopolítico brasileño de incorporar los países vecinos a su área de
influencia, remate en uno de sus extremos en el deterioro del poder de decisión
paraguayo. Tanto a nivel interno, ejemplificado por la absorción de territorios que se
opera a través de la frontera viva' entre ambos países, como en lo internacional que se
manifiesta en un más estrecho margen de negociación de la Cancillería paraguaya, las
proyecciones señalan tal fenómeno. El bloqueo de algunas exportaciones paraguayas,
obstáculos impuestos al turismo en Foz de Iguazú, la instalación de una aduana en la
zona de Puerto Coronel Renato, la presión en favor del cambio de frecuencia eléctrica
en Paraguay de modo a equipararla a la de Brasil, son instancias no lejanas que sugieren
la presencia efectiva de Brasil como factor de peso en las decisiones nacionales.

La postura del gobierno paraguayo es por otro lado vista como la aceptación de
la diferencia de fuerzas que existe entre ambos estados, situación que supuestamente
impone que cualquier diferencia sea prontamente resuelta por la negociación y por la
concesión, evitándose por ese medio que Brasil pase de una política de penetración
pacífica a una más agresiva.

El riesgo a que se expondría un gobierno que trate de rechazar esa penetración,


que se incline demasiado hacia Argentina en busca de apoyo o que implemente una
política de contención al menos en la frontera, estará sujeto a los intentos brasileños por
desestabilizarlo y reemplazarlo por otro más identificado con sus intereses.

Brasil ha conseguido avances significativos en la región sin utilizar más que


esporádicamente la fuerza. Aparte de su participación en la Triple Alianza contra
Paraguay en el siglo pasado, no fue a la guerra en contra de país latinoamericano alguno
(aunque sí envió una fuerza expedicionaria para luchar al lado de los aliados en la II
Guerra Mundial). Su servicio diplomático, ejercido por uno de los equipos más
competentes que se reconocen en el mundo, le ha deparado satisfacciones no
comparables a ningún otro en la región.

20
Lo que ha conseguido Brasil en el marco de la cuenca del Plata no es ganancia
menor, manteniendo al mismo tiempo relaciones cordiales por sobre las ocasionales
dificultades que haya tenido con mu vecinos.

2.1.2. Escenarios probables


La capacidad de reacción de Paraguay, como estado, para no caer presa de la
dependencia que parece tener por suerte de proseguir la tendencia de des-
nacionalización en áreas estratégicas de su economía y a lo largo del fértil 'cinturón de
la soja' paralelo al Paraná. Frente al gigantismo de Brasil y a la habilidad de la
dirigencia, probada en la consecución progresiva de metas de avance sin conflictos
bélicos, Paraguay-país-mediterráneo-poco poblado, controlado por regímenes de fuerza
del cual el actual es el más duradero de su historia, no representa en realidad
competencia ni amenaza. Más que la ventaja de servir de amortiguador de encontrados
intereses, su propia seguridad radica en tejer sutil pe ro firmemente los hilos de una
relación difícil con los demás esta dos de la zona Cuidar del interés nacional no es ni ha
sido nunca tarea fácil.

Es por esa razón que los aprovechamientos hidroeléctricos, aparte de su impacto


en enfrentar al país con el reto de la modernización, significan un elemento
potencialmente útil para proteger la seguridad nacional y contribuir al bienestar de la
población. Energía en abundancia y barata más recursos naturales, con posibilidad de
aumentar sustancialmente la producción de alimentos y ciertos minerales a un costo
comparativamente bajo, podrían ser incentivos para ocupar productivamente la fuerza
de trabajo local y para atraer inmigración selectiva de países que no impliquen un riesgo
a la seguridad de las fronteras. Llenar los espacios vacíos y poten ciar la producción por
medio de la atracción de profesionales, técnicos y familias trabajadoras, exiliadas o no,
que vendrán en la medida que aquí se ofrezcan condiciones aptas para su incorporación,
aparece como uno de los requisitos para comenzar a contrarrestar la satelización en
proceso. No población pauperizada, despojada de posibilidades de ascenso material,
sino provista de las suficientes oportunidades sobre las que basar una mejora en su nivel
de vi da y dotada de capacidad de compra, con servicios básicos de educación, salud y
vivienda disponibles más trabajo productivo y remunerado adecuadamente. Ello exige
fundamentalmente una transformación institucional y una adecuación de la dirigencia a

21
las necesidades de la población en su conjunto, que responda a los intereses nacionales
de largo plazo y trabaje honestamente al servicio de la nación. Un esquema de proyecto
nacional se tiene diseñado, teniendo como parámetros:

a. Pleno empleo de la fuerza de trabajo, lo que implica una forma de 'mercado


orientado y una estrategia de crecimiento hacia adentro. La redistribución del ingreso
será pilar de dicha estrategia;

b. Educación popular a través de una masiva campaña de alfabetización


destinada a que todo ciudadano a partir de la edad escolar tenga instrucción básica, que
conozca cuáles son sus derechos y obligaciones y que acceda a un nivel de
responsabilidad colectiva sobre la que asentar la lucha contra la ignorancia y la pobreza;

c. Organización popular que rompa los esquemas mentales y las ataduras


impuestas por décadas de dominación y explotación, cimiento de la defensa del
patrimonio nacional. Con ella tenderá a combatirse la ley del mbareté, la intimidación y
represión de arriba que han sido constantes aquí.

Las inversiones domésticas no serían suficientes para acometer un programa de


defensa a la vez que proveer al crecimiento económico. Se requerirá por tanto la
complementación de inversiones extranjeras, privadas y en régimen de empresa mixta
con el estado, para desarrollar el enorme potencial que tiene el suelo y aprovechar
convenientemente la energía de los emprendimientos binacionales. Esas inversiones, si
fueren regidas por un código de conducta razonable y supervisadas por una
administración pública no corrupta, darán beneficios al país en transferencia de
tecnología, utilización de recursos productivos, generación de capital y expansión
industrial que necesita toda economía para pasar del nivel predominante mente agrario.
En otro sentido, serán también importantes para oponer una valla a la penetración de
empresas de países vecinos sobre la frontera, sin por ello despertar las susceptibilidades
que una acción más directa del estado conllevaría.

Facilitar la instalación de complejos industriales en el Alto Paraná, por ejemplo,


para la producción de aluminio, pulpa de papel o fertilizantes para no citar sino tres
actividades electro intensivas, permitirá utilizar localmente la energía hidroeléctrica de
Itaipú y marcar un límite de contención económica a la expansión brasileña. Intereses

22
diversos entrarían en juego sobre los que apoyar las negociaciones con Brasil en su
momento. Así como se hizo inteligentemente en el Chaco mediante la radicación de
colonias menonitas, también las inversiones extranjeras, los núcleos inmigrantes de
países no limítrofes y de población repatriada, más el efecto multiplicador que devenga
de su actividad, servirán para contrarrestar la absorción de territorios en Paraguay que
Brasil lleva a cabo.

Las inversiones extranjeras sólo serán beneficiosas para el país a condición que
exista una administración honesta y eficiente. Es decir, un estado moderno con
capacidad de no caer presa de los intereses transnacionales. Ello requiere definición
cuidadosa y rea lista de objetivos, implementación coherente y evaluación continuada
de acciones y falencias en la política internacional de Para guay.

Dos son los escenarios que, en una proyección objetiva, habrá de afrontar
Paraguay. La definitiva inserción del país al ámbito de influencia de Brasil, a manera de
furgón de cola que crezca y se desarrolle por impulso del centro 'submetropolitano'
dominante en la cuenca del Plata, y dependiente de él. O bien un desarrollo centrado en
las necesidades de la población paraguaya, que mantenga un margen relativamente
amplio de decisión sobre los asuntos que le competen como estado soberano, que
aproveche las posibilidades del balance de poder argentino-brasileño en términos eco
nómicos y políticos, sin estar atado a los intereses particulares de uno ni otro.

La satelización definitiva de Paraguay será irreversible de no iniciarse a la par


que fluye la energía de Itaipú, un estilo de desarrollo radicalmente distinto al actual. El
mismo ha de tender esencial mente al fortalecimiento de la independencia económica y
política, evolución hacia un estado de derecho con justicia social y búsqueda de
integración a los demás países de la región en un pie de igualdad.

Esto equivale a un vasto programa de acción que tenga por protagonista a la


población entera, bajo los parámetros de estrategia citados (pleno empleo, educación
popular, organización popular). El proceso de industrialización todavía incipiente puede
ser dirigido en gran medida por las empresas transnacionales, o de otro modo ser
orientado bajo control local al sanearse drástica y ejemplarmente la administración
general del país. Recuérdese que el sector público es responsable de aproximadamente

23
1/4 de las inversiones totales y tiene un decisivo rol, a través de empresas
descentralizadas y del gobierno central, en la actividad económica.

De prevalecer un crecimiento dependiente de Brasil y controladas las industrias


mayores por empresas transnacionales (por su monopolio tecnológico, conexiones
internacionales y disponibilidad de capital), aquéllas no aportarán mayormente al
incremento del producto sin desequilibrar la balanza de pagos, las ganancias impositivas
serán de menor cuantía, no habrá solución al problema del desempleo y se acentuará la
desnacionalización de los demás sectores. La energía que estará disponible será
aprovechada para la elaboración de bienes de consumo y semi-terminados preferente
mente dirigidos al mercado externo, con utilidad sólo marginal para el grueso de la
población. Resultará por tanto que el aumento de la producción dentro de ciclos de
depresión y auge transmitidos del exterior vía Brasil- no elevará el nivel de vida de los
trabajadores manuales (obreros y campesinos). Se mantendrán bajos salarios frente a las
altas rentas de las inversiones extranjeras que coparán el sector moderno de la
economía. A lo más que puede llegarse mediante dicho crecimiento será a una réplica
de colonia con grandes desniveles de producción, renta y bienestar.

Es competencia de la dirigencia, fundamentalmente, aceptar pasivamente la


expansión brasileña y la continuación del subdesarrollo, con las contradicciones que ello
involucra. O bien buscar e in tentar el camino viable de aprovechar (si no contener)
dicha expansión, trabajando para fortalecer los intereses nacionales de largo plazo.

2.1.3. Renegociación del tratado de Itaipú


La cuantía de beneficios a obtener por la venta de energía de Itaipú es uno de los
puntos centrales de las relaciones paraguayo brasileñas. Será un punto crucial en lo
sucesivo para la política exterior paraguaya y para la efectiva concreción de un proyecto
de desarrollo nacional. Se tienen por fundamento las siguientes proyecciones:
a. Paraguay no podrá utilizar sino parte de la electricidad que genere Itaipú
(según GOPA, 20 por ciento de lo que correspondería a Paraguay será factible
aprovechar para industrias locales recién en 1995). Para dentro de 20 años todavía no se
podría utilizar la mitad de esa energía, siguiendo la tendencia de los agregados
macroeconómicos para el periodo 1975-1982;

24
b. todo lo que no se utilice en el país de aquella energía, será cedido al Brasil
según los términos que estipula el tratado en su anexo financiero;
c. el monto resultante por venta de la energía, si fuere cedida en su totalidad,
alcanzará aproximadamente para cubrir la amortización e interés por la construcción de
la usina hi más obras conexas, lo que corresponde cancelar a Paraguay como socio
paritario en dicho proyecto;
d. por tanto, no habrá utilidad que quede en el país o ella será mínima después
de pagar las cuentas a la banca brasileña y transnacional que aportó los créditos.
Bajo el supuesto del costo original de las obras de Itaipú, el precio de la energía
a ser cedida a la otra parte ya resultaba suma mente bajo. Luego que ese costo se
multiplicó por 8, el precio no revisado aparecía como una donación de algo que ningún
país re gala.
Difícilmente que Brasil hubiera accedido a un tratado diferente al que firmó en
atención a la escasa capacidad financiera, bajo poder de negociación y prácticamente
ninguna otra opción energética del Paraguay. La mejor preparación del equipo
negociador brasileño es otro factor que influyó durante las tratativas con su
contrapartida paraguaya, para sacar finalmente un tratado que a las consideraciones de
factibilidad técnico-económicas se agregaron las de duración y ventajas hasta 50 años
después de la firma. Mientras más tiempo pase, a juzgar por los términos del mismo,
más rentable será el aprovechamiento al disminuir las cargas financieras de la inversión
y encadenarse progresivamente los retornos.
ANDE tuvo el mérito de haber asesorado al gobierno en base a criterios de
factibilidad razonables, atendiendo las circunstancias de disparidad de poder con Brasil
y la necesidad de explotar fuentes alternativas de energía, de modo a paliar los efectos
de la suba del petróleo. Se puntualizó anteriormente cuál fue el impacto de di chas subas
en la balanza de pagos de los países de la cuenca. También el virtual cuello de botella
que iría a enfrentar Paraguay de haber continuado dependiendo de las importaciones de
crudo y derivados. En cierta medida ese cuello de botella se ha subsanado parcialmente
mediante la importación de energía eléctrica en proporción cada vez mayor del Brasil.
En 1973, cuando se decidió la firma del tratado de Itaipú, se sabía en círculos
técnicos que el país no podría correr por sí sólo con la explotación de los recursos
hidráulicos debido a las limitaciones financieras y técnicas del sector público. Tampoco

25
podría resistir por tiempo indefinido la demanda de combustible líquido, con las
consiguientes erogaciones de divisas que irían en ascenso -como efectivamente sucedió.
Finalmente, había un problema de frontera con Brasil que se precisaba resolver. El
tratado efectivamente trajo una solución a tales dilemas, los que conviene ver en su
dimensión de 15 años atrás.
El aprovechamiento del rio Paraná quedó abierto mediante dicho tratado, el
problema de límites y en particular la propiedad de los saltos del Guairá fue resuelto por
lo práctico sin desmedro de la soberanía de ninguno de los signatarios, y acabó superada
la posibilidad de un freno al desarrollo por el continuado encarecimiento y dependencia
del petróleo importado. Cuestiones de no poca importancia para un país que hasta la
entrada en funcionamiento de la primera turbina de Itaipú siguió condicionado al
abastecimiento energético proveído desde el exterior, en una cuantía de 100 por ciento
para el petróleo y 40 por ciento para la electricidad. Así como tuvo su lado positivo, el
tratado no dejó de tener aspectos negativos. Esto último en tres cuestiones: precio de la
energía, condiciones de contrato para la transferencia de la energía, y vigencia de las
condiciones financieras. Se examinan tales puntos a continuación.

2.1.4. Precio de la energía


En primer lugar, no habrá pago por la energía que se ceda al Brasil, sino una
mera compensación. Esta será equivalente a USD 300 por giga watt-hora, fijado en
1973 como retribución fija. Mientras tanto el costo de las obras ha ido subiendo por el
aumento del precio de los materiales y equipos empleados, ajuste de salarios del
personal, ajuste en transporte y otros rubros relacionados con la provisión de elementos
imprescindibles para la construcción de la represa, el desvío del curso de agua, etc. Es
cierto que, en el aumento de los costos, los cuales pasaron de USD 2.0 mil millones en
abril de 1973 a USD 5.7 mil millones en febrero de 1976 y a USD 15.0 mil millones en
1983, según cifras oficiales, quedaron incluí das otras obras de infraestructura junto con
cuatro generadores adicionales para elevar la potencia instalada de 10.000 Mw a 12.600
MW11/. Sin embargo, un gran porcentaje de estos reajustes en costo correspondió a la
inflación desatada durante esos años con incidencia sobre las obras ya previstas al
firmarse el tratado.

26
Una referencia cercana está dada por el precio del petróleo que, en solamente
dos años, de octubre de 1973 a octubre de 1975, aumentó en 438 por ciento. El precio
de los reactores nucleares, otro elemento que debe tenerse en cuenta para medir lo
inadecuado del precio fijo por giga watt-hora comentado, subió de USD 300 por
kilowatt de capacidad en 1970 a USD 1.135 en 197512/. O sea que el precio de la
energía proveniente del petróleo y de las usinas nucleares tuvo variaciones tremendas,
así como los mismos gastos re queridos para la construcción de la represa de Itaipú,
pero la compensación que habrá de recibir Paraguay permanece inalterada. Aún faltan
varios años para que finalicen las tareas de montaje, período durante el cual se
realizarán otros reajustes que minimizarán aún más el valor real de la compensación. Si
a esto agregamos el monto de las regalías establecido en USD 650 por giga watt-hora
generado y que tampoco prevé incrementos proporcionales a los índices de inflación, es
indudable que cuando llegue el momento de pagar las amortizaciones por los préstamos
mayores, más sus respectivos intereses, no quede mucho entusiasmo del lado
paraguayo. Las maneras de salvar este defecto serían:

a. Renegociar el precio de transferencia según los incrementos del precio de la


electricidad que se produce en ambos países, según el nivel de inflación en ambos
países, según las subas comparativas de otras fuentes de energía (petróleo, por ejemplo),
pudiéndose tomar incluso un promedio de todas ellas juntamente con las variaciones
anuales en el costo de insumos hasta que termine la obra, de modo a obtenerse un precio
realista por la cesión que Paraguay haga de la parte de energía que le corresponde;

b. Industrializar rápidamente el Paraguay de manera que no se haga ninguna


cesión de energía, lo cual implicaría aprovechar localmente la parte que le corresponde.
Es imposible llegar a esta segunda solución incluso hasta fines de siglo, como se
demostró en proyecciones, por la limitación del mercado interno, insuficiente
infraestructura y limitados recursos financieros. Aunque fuera intentada habría un
excedente de energía por el funcionamiento de otras usinas de gran capacidad (Yacyretá
y posiblemente Corpus). Quizá en un plazo más largo ésta sea la alternativa más in
dicada.

En cuanto a las regalías, es conveniente no tratar de modificar las al mismo


tiempo que la compensación por correrse el riesgo de que esta última no sea elevada al

27
nivel adecuado, previendo las exigencias de la otra parte que tiene mucho más campo de
negociación y formas de presión a su disposición.

Paraguay recibiría unos USD 60 millones a USD 80 millones anuales una vez
actualizado lo correspondiente a la paridad del dólar respecto del "patrón peso y título
en oro", tal como lo contemplan los parágrafos cuarto y quinto del artículo XV del
tratado 13/ Esto es si se vende el total de la energía que le corresponde, 36.000 GWh
por año, y una vez que se actualicen los valores numéricos de compensación, regalías y
otros de acuerdo al dólar norteamericano. Es previsible que en algún momento el
gobierno brasileño acuerde reajustar el valor de las regalías (que recibirán ambas partes
de la entidad binacional, en montos iguales, por la energía generada en la central) pero
ofrezca sólo un reajuste menor por compensación de la energía a ser cedida por
Paraguay. De cualquier manera, las cifras mencionadas de ganancia por 36.000 GWh
año -que sería el tope a transferir en caso que aquí no se utilice nada de la energía de
aquella central- no habrán de alcanzar siquiera para hacer frente a los gastos de
extensión de la red eléctrica nacional tal como está proyectado.

El precio de USD 300 por giga watt-hora de compensación significa USD 0.3
milésimos por kilowatt-hora, lo cual estará incluso por debajo del costo de generación
de Itaipú. Canese calcula (con cifras de 1979) que el costo estará por los USD 18.06
milésimos por kilowatt-hora, en promedio, considerando intereses, amortización, gastos
de operación, mantenimiento y administrativos15/ Por su parte, los cálculos de ONUDI
arrojan cifras similares. Según estudio técnico de dicha organización, el costo por
kilowatt-hora en las barras de la central será de USD 11 milésimos desde que comience
a operar la primera turbina hasta 1990, USD 16 milésimos a partir de ese año hasta el
2010, y de entonces hasta el año 2020 será de USD 10 milésimos. En promedio, unos
USD 13 milésimos por kilowatt-hora, muy por encima de los USD 0.3 milésimos que
contempla el tratado por la cesión de energía16/. El costo a que llega ONUDI también
se basa en amortización, intereses, gastos de explotación y gastos generales, sin contar
transmisión ni distribución.

Un estudio más reciente encomendado por el gobierno para guayo a la GTZ de


Alemania resume que a precios de 1980, el costo de la energía de Itaipú será de USD 28
milésimos (equivalen te a G 3.9) por kilowatt-hora. Agregando los costos de

28
transmisión y las ganancias de ANDE, el precio al consumidor podría ser de G 5 por
kilowatt-hora 17/. Es evidente que, de no compensarse adecuadamente por la cesión a
Brasil, será mucho más conveniente utilizar localmente la energía a un precio tan bajo.
El problema es cómo hacer para consumir localmente tanta energía.

Canese llega a las siguientes conclusiones respecto del tema cesión de energía:

a. Brasil no tiene una alternativa a la energía paraguaya de Itaipú: La energía


hidráulica de sus ríos internos tiene una fecha cercana de agotamiento, por
aprovechamiento total de los trechos rentables, lo que es mucho más acentuado en la
región su sureste;

b Brasil podría disponer de energía nuclear, pero a un precio muy superior al de


la energía de Itaipú;

c. Las utilidades netas que recibiría Paraguay se tomará como base el precio de
la energía nuclear sería del orden de los USD 1153 millones al año (en valores de 1978)
para el total de la energía que le correspondiere de Itaipú;

d. Es necesario que el precio de la energía no quede sujeto a ningún patrón, sino


exclusivamente a los precios de otros ti pos de energía que inevitablemente irán
subiendo con el tiempo.

Evidentemente que entre lo anteriormente anotado de vender se la energía a


USD 300 giga watt-hora y USD 1.200 millones si se la dejara flotar a valores de
mercado, existe una diferencia lo suficientemente grande como para despertar tanto la
astucia como las mejores inteligencias. La gestión será sumamente ardua para Paraguay.

2.1.5. Exclusividad para transferencia de la energía


El derecho de adquisición de la energía no usada por una de las partes será
privilegio de la otra parte, en períodos de 10 años, según se desprende del texto de la
nota reversal intercambiada entre ambos países.

Esto significa que Paraguay no podrá transferir o vender la energía que le


corresponde a otros países salvo que Brasil renuncie unilateralmente a tal derecho, lo
cual es bastante improbable. Esta exclusividad es desventajosa para Paraguay, pero no
tendría ninguna importancia si se acordara un justo precio por la compensación de

29
transferencia. Se deduce del tratado que no podrán aceptarse mejores ofertas para lo que
corresponda al Paraguay, ni planificar se el establecimiento de grandes industrias a
partir de esa electricidad durante tales períodos de contrato.

La Nota Reversal No. 5 otorga una tolerancia de 20 por ciento en más y en


menos en la potencia contratada en el primer período y de 10 por ciento en el segundo,
con un máximo de 100 mil KW de variación hacia abajo, lo cual representa para el
Paraguay una pequeñez dada la envergadura de Itaipú. Se torna dudoso que el gobierno
brasileño, de haber un pedido del Paraguay, decida re tornar sencillamente la energía
que recibe a bajo precio sin exigir concesiones a cambio. Esta es un arma que podría ser
manejada por la otra parte, en conjunción con otras un tanto más refinadas, para
moldear el desarrollo de la economía paraguaya de acuerdo a sus intereses. Se plantea
pues su neutralización, lo cual sería factible si se libra a cada una de las partes el
derecho de usar de la manera que más crea conveniente la energía que le corresponde,
modifican do la cláusula de exclusividad que representa el Artículo XIII y sus
complementos. Esta condición de exclusividad es contraria a una relación entre
asociados. Técnicos nacionales aluden a la imposibilidad de realizar la transmisión de
energía a Bolivia y a la dificultad que habría en Argentina por comprar la parte que le
corresponde a Paraguay, argumentos ciertamente válidos, pero no definitivos. De
encontrar se consumidor fuera del Brasil el precio mínimo quedaría automáticamente
superado.

Una tesis es que al cederse al Brasil energía en la cantidad que sea, a un precio
no cercano al de mercado, ya nunca será posible revertir el contrato de transferencia de
modo que Paraguay pueda recuperar para uso propio dicha cantidad cedida. Es probable
que ello suceda, teniendo Brasil un inmenso leverage sobre Paraguay, en particular a
nivel de decisiones políticas. Energía cedida a bajo precio, por tanto, será energía no
recuperable. Al fin y al cabo, ningún estado cede territorio ganado, salvo rarísimas
excepciones, al que lo perdió. ¿De dónde o porqué nacen las guerras? En el caso de la
energía sería similar: ella representa un recurso estratégico comparable a lo más valioso
que pueda obtenerse de un área dotada excepcionalmente por la naturaleza.

Es lógico razonar que, de no determinarse un precio que sea equiparable al que


rige en el mercado en materia energética, Brasil no estará dispuesto a devolver lo que ya

30
estaría absorbiendo para su propia producción. Corolario: frustración y disensión interna
en Paraguay, acusaciones contra Brasil de neo-colonialismo, etc. Sintetizando el punto,
no es la condición exclusiva de transferencia a la otra parte el quid del problema.
Aunque éste puede ser puesto en la mesa de negociaciones cuando llegue el momento,
de modo que eventualmente Paraguay pueda entregarlo como pieza o gambito del
juego-a costa de llegarse a un precio adecuado para la energía a ser transferida, que es lo
clave en este asunto. Así como se con siguió que el tiempo de duración del contrato de
adquisición de la energía fuera disminuido de 20 a 10 años, será fundamental seguir
negociando y hacerlo incansablemente para llegar a un tratado ju to. La alternativa a
ello es que Brasil aproveche el debilitamiento del frente interno paraguayo, por la
controversia generada de un tratado defectuoso.

2.1.6. Vigencia de las condiciones


En el Anexo C se encuentra una condición que dice: "las disposiciones del
presente Anexo serán revisadas, después de transcurrido un plazo de cincuenta años a
partir de la entrada en vigor del Tratado, teniendo en cuenta, entre otros conceptos, el
grado de amortización de las deudas contraídas por la Itaipú para la construcción del
aprovechamiento, y la relación entre las potencias con tratadas por las entidades de
ambos países". Este anexo es el que sienta las bases financieras y de servicio referidas
en los dos puntos anteriores. El obstáculo que éste párrafo opone a una renegociación es
realmente formidable. Tal como está redactado indicaría que, para procederse a rever
cualquier cláusula financiera, se debe modificar antes dicha condición. No solamente
eso, sino el mismo hecho que tales cuestiones en un contrato de aprovecha miento de un
recurso natural se den por tanto tiempo no son justificadas.

Cabe la pregunta si se consultó o no la redacción de otros tratados parecidos (en


el área de explotación de hidrocarburos en Venezuela y Perú, por ejemplo), o si hubo
alguna amenaza grave de parte del Brasil, o si las negociaciones fueron realizadas
estricta mente en atención al interés nacional por los representantes para guayos.

Lo cierto es que para superar este obstáculo y los otros dos en el mismo Anexo
C se necesitarán mucho más que protestas o declaraciones románticas. No existen
imposibles, sin embargo.

31
La evolución del sistema regional puede dar la oportunidad a Paraguay de
revisar estas disposiciones que le son desfavorables. Lo que cuenta en el fondo es el
poder que tiene un estado (y sus aliados) para apoyar sus pedidos o pretensiones ante los
otros estados, más que la letra de un acuerdo. Necesario es reconocer que en esta
instancia la balanza está totalmente a favor del Brasil. No bastaría por tanto recurrir a
los medios diplomáticos usuales en caso de divergencia sobre la interpretación o la
aplicación del tratado (Art. XXII), medios que no debieran desecharse pero que
resultarían insuficientes si tales divergencias se plantearan a nivel de fondo. Adoptar
una actitud de beligerancia sería, por otro lado, altamente contraproducente. El gobierno
que haya aprobado un tratado no puede generalmente volver sobre sus pasos. Una
estrategia diferente tardaría por tanto un cierto tiempo en concretarse.

Las repercusiones de largo plazo y el impacto más amplio sobre Paraguay


aparentemente tienen que ver con los puntos observados, los que de ser modificados
servirán para contener el deterioro en el poder de decisión nacional. Aislarlos como se
ha hecho no tiene otro propósito que llamar la atención sobre ellos, y sugerir opciones
es una forma de búsqueda de soluciones.

Las negociaciones con Brasil tuvieron como centro la actualización o reajuste de


los costos de la obra, ante la inexistencia de una paridad oficial dólar-oro. Nada de
renegociación del monto de la compensación fuera de estos límites, según se desprende
de las pasadas declaraciones de los directores de Itaipú Binacional Costa Cavalcanti y
Debernardi22/. Los negociadores paraguayos pudieran haber sondeado en algunas de
estas conversaciones, de modo muy discreto, la expectativa de que hubiera un precio
acorde con lo in vertido y las utilidades previsibles. Pero como no hay un mercado de la
electricidad, a diferencia de un mercado del algodón o del cobre con sus respectivos
precios internacionales, la determinación de la compensación que recibirá Paraguay no
puede sino estimarse muy gruesamente.

Es posible que no haya demasiada receptividad en Brasilia para proceder a


modificaciones sustanciales en lo que hace al anexo financiero del tratado. La situación
recesiva en curso y la fluctuación de la demanda de electricidad en Brasil relativo a lo
previsto anteriormente, hacen más dificultoso el reajustar la compensación. Con un
trabajo cuidadoso que tome en cuenta la disposición de factores domésticos e

32
internacionales para apoyar una presentación amistosa ante aquel gobierno, podrían
lograrse mejores condiciones que las vigentes.

Brasil cuenta a su favor con el argumento de respetar lo pactado. Pero un


empantanamiento de la renegociación sería desfavorable a las relaciones paraguayo-
brasileñas y, eventualmente, podrían desembocar en una crisis de imprevisibles
consecuencias con efecto sobre toda la cuenca del Plata.

33
CAPÍTULO III
3.1. Construcción de la represa de Itaipú.
Para la construcción de dicha represa como toda obra se hacen en diferentes
pasos.

3.1.1. Estudios.
Para esta obra se estudió dos alternativas. Una seria la construcción de una presa
única de gran altura en el sitio denominado Itaipú, a 190 km aguas abajo del salto del
Guaira y la otra, la de un complejo de dos presas, una de baja altura en Itaipú y otra de
mayor altura a unos 15 km aguas abajo del Salto del Guaira.

Luego de los estudios comparativos realizados se decidió por el primero.


Teniéndose en cuenta lo siguiente:

- Su costo relativo, seria en un 22% interior al costo del complejo de dos


centrales.
- Mejores condiciones para la fundación de la presa.
- La menor profundidad del rio en Itaipú. Que facilitaría el desvió.
- La facilidad y economía para el acceso a la obra por vía terrestre o fluvial.
- La mayor capacidad de embalse, que permitiría una mejor regulación y control
de las crecientes.
- El menor costo de operación y de mantenimiento
- La posibilidad de implantar adecuadamente las futuras obras.

3.1.2. Ubicación de proyecto.


La obra de Itaipú actualmente construida se halla ubicada sobre el rio Paraná, a
14 kilómetros aguas arriba del puente internacional, que une la ciudad Presidente
Stroessner con Foz de Yguazú

33
En dicho sitio existía una pequeña isla rocosa denominada Itaipú, visible
solamente en épocas de bajante del rio Paraná. El ancho del rio en el lugar es de 400
metros y su profundidad varía entre 24 a 45 metros.

Itaipú aprovecha las aguas de una cuenca hidrográfica de 820.000 km^2. del rio
Paraná siendo unos de los 7 ríos más grandes del mundo, tiene una longitud total 4000
km y una cuenca hidrográfica total de 3.000.000 km^2.

3.1.3. Descripción del proyecto.


El proyecto de Itaipú está integrado por una serie continua de presas de diversos
tipos, las que forman, luego de concluidas, un solo cuerpo, con coronamiento en la cota
225 metros sobre el nivel del mar.

La longitud total de la presa es de 7853 m, comprendiendo las siguientes


estructuras:

1) Dique de tierra lateral en el Margen Derecha.


2) Vertedero
3) Presa lateral derecha.
4) Presa principal y obras de Toma.
5) Presa de enrocado en el Margen izquierdo.
6) Dique de tierra lateral en el Margen izquierda.

Al pie de la presa principal está ubicada la casa de máquinas.

3.1.4. Obras de desvió.


Para posibilitar la construcción de estas estructuras, el proyecto ha previsto
desviar de su cauce natural el rio Paraná y para tal fin, la realización de varias obras
auxiliares:

1) Canal de desvió.
2) Estructura de control del caudal en el canal de desvió.
3) Compuertas de desvió y equipos de la estructura de desvió.
4) Diques de Hormigón en Arco.

39
3.2. Ataguías principales.
Para proteger los trabajos de ejecución de la presa principal y la de la casa de
máquinas, se construyeron dos grandes Ataguías de enrocado con núcleo central de
arcilla, con un volumen total de material de 11.341.000 m^3. Ubicadas a 800 metros de
distancia una de otra.

3.3. Obras de la presa.


3.3.1. Diques Laterales de Tierra en las Márgenes Derecha e
Izquierda.
El Proyecto prevé la construcción de Diques de Tierra en los dos extremos, uno
en la Margen Derecha, de 872 m de longitud con una altura máxima de 25 m y otro en
la Margen Izquierda, de 2.294 m de longitud y 30 m de altura máxima.

La construcción de estos dos macizos laterales representa 400.000 m³ y


4.200.000 m³ de material respectivamente (arcilla, filtros, etc.).

3.3.2. Vertedero
El Vertedero está ubicado en la Margen Derecha, habiéndose decidido su
construcción en dicho lugar por las condiciones morfológicas del terreno.

Dicha obra está proyectada para un caudal máximo de descarga de 62.200 m³/s,
con una longitud de 390 m en el coronamiento, con la cresta en la cota 200.

Su construcción incluye la excavación, en suelo y roca, de 12.350.000 m^3 y el


empleo de 750.000 m^3 de hormigón.

3.3.3. Presa Lateral Derecha.


La Presa Lateral Derecha, que une la Presa Principal con el vertedero, es una
estructura de Gravedad a Contrafuerte, tipo hongo. Su función es dirigir el caudal de
agua hacia el Vertedero para su descarga.

Dicha Presa está formada por 58 bloques de contrafuertes de 19 m de ancho,


siendo la longitud en su coronamiento de 986 m. Su altura varía entre un máximo de
64,5 m y un mínimo de 35 m y su construcción incluye la excavación de 1.470.000 m³
de tierra y roca y la colocación de 800.000 m³ de hormigón.

40
3.3.4. Presa Principal
La Presa Principal ha sido proyectada de hormigón del tipo gravedad aligerada,
con una longitud total en el coronamiento de 1.064 m y una altura máxima de 196 m.

La Presa Principal está integrada por Bloques con Tomas de Agua situados en el
lecho del río, Bloques de Enlace Derecho, Central e Izquierdo y el Muro de Transición
Izquierdo situado junto a la Presa de Enrocado.

Los Bloques con 16 Tomas de Agua tienen un ancho de 34 cada uno; su


estructura es del tipo gravedad alivianada, con alma doble, de espesor variable entre 6,0
y 4,6 m.

Las veinte Tomas de Agua para las Unidades Generadoras están instaladas en la
parte superior de la Presa Principal la Estructura de Desvío, y la incluyendo Tomas de
Agua para dos Unidades Generadoras a ser instaladas eventualmente.

Los Bloques de la Presa Lateral son del tipo Contrafuertes Simples y tienen cada
uno 17 m de ancho.

El volumen de hormigón empleado es de unos 5.200.000 m³. La excavación para


fundaciones es de 2.300.000 m³ de tierra y roca.

3.3.5. Presa de Enrocado.


La Presa de Enrocado está situada en la Margen Izquierda con una altura
máxima de 70 m, construida esencialmente con roca extraída del canal de desvío.

Su diseño incluye un núcleo central de arcilla compactada. En el límite entre el


enrocado de aguas arriba y el núcleo impermeable se interponen zonas de transición de
material más grueso y más fino, con 2,5 m de ancho cada una.

El volumen total de terraplén es de 15.100.000 m³, en la siguiente proporción:

 Arcilla compactada: 3.200.000 m


 Filtros y transición: 1.500.000 m²
 Enrocado: 10.400.000 m³.

41
3.3.6. Casa de Máquinas
La Casa de Máquinas se encuentra al pie de la Presa Principal y está dividida en
dos partes, una correspondiente al lecho del río y la otra al canal de desvío. En la
primera parte, se ubican quince unidades generadoras y en la segunda, tres, quedando
espacio disponible en cada parte para una unidad adicional

La Casa de Máquinas tiene una longitud total de 968 m incluyendo las dos Áreas
de Montaje, una altura de 112 m y un ancho de 99 m, la azotea está en la cota 144 y el
piso de la cobertura de los generadores a la cota 108.

3.3.6.1. Máquinas y equipos principales de la central.


Para dicho proyecto fueron utilizadas diversas maquinas en varias cantidades y
para varias funciones, voy a citar algunos que otros para no entrar a detalle en cuanto a
cantidad y funciones de cada una.

1) Turbinas.
2) Generadores.
3) Transformadores principales de potencia.
4) Equipos de maniobra y protección 500 KV SF6.
5) Equipos de comando, control y protección de las unidades.

3.3.6.2. Máquinas y equipos para servicios auxiliares.


1) Equipos para servicio eléctrico.
2) Equipos de elevación y transporte.
3) Equipos auxiliares para sistemas varios.

42
CAPÍTULO IV
4.1. Repercusiones generadas por la construcción de la represa
Itaipú en el Paraguay.
4.1.1. “Repercusión social”
La Ley 752/1979 estableció la expropiación de 165.000 hectáreas de tierras en
Paraguay para la creación de la represa paraguayo brasilera.

4.1.1.1. Los desterrados de Itaipú


La creación de Itaipú, exigió la expropiación de tierras alrededor del
limítrofe río Paraná, con el fin de indemnizar a los propietarios que se verían
afectados por la crecida del río, sobre todo establecer un filtro de bosques para
proteger las aguas del embalse de la erosión y los agroquímicos. Cristóbal
Martínez, de la comunidad indígena avá guaraní Sauce, era un niño cuando, a
principio de los años 80, en camiones de carga vinieron a buscarlo por la noche
y se lo llevaron con los miembros de su comunidad lejos de su tierra y su
sagrado río Paraná, diciéndoles que sus casas se inundarían por la crecida del
embalse.

4.1.2. “Repercusiones ilícitas”

39
A partir de la historia de despojo territorial que padecieron en los años ochenta,
se descubrió que las tierras expropiadas por la represa paraguayo brasilera esconden una
red de negocios ilícitos como el contrabando de cigarrillos, drogas, armas, rollos de
madera, electrónicos, entre otros rubros. El trabajo periodístico encontró, asimismo, que
dentro de la Franja de Protección de la gigante empresa binacional se esconden puertos
clandestinos montados por el crimen organizado, tanto en la costa paraguaya como la
brasilera. Esta área protegida de bosques tiene unos 1.524 kilómetros de largo, desde el
distrito de Hernandarias hasta Saltos del Guairá en Paraguay, y desde Foz de Iguazú
hasta Guaira en Brasil.

4.1.2.1 El regreso al Tekoha


Por si fuera poco, apenas a 22 kilómetros de donde se encuentran los miembros
de la comunidad Sauce, está la comunidad Tacuaraí, famosa en Paraguay en los últimos
tiempos por los casos de asesinatos y secuestros de sus miembros por parte de
denominados «capangas», asesinos al mando de sojeros brasileros que buscan desplazar
a los nativos de sus tierras, según denunciaron los indígenas y grupos de apoyo de la
sociedad civil.

4.1.3. “Repercusiones políticas y legales”


Entre las acciones que llevó adelante la Dirección Jurídica de Itaipú durante el
gobierno aliancista de Fernando Lugo en Paraguay , varios clubes, puertos y
emprendimientos privados, especialmente en el área 6 de Hernandarias, fueron
recuperados, es más una buena parte de ellos estaba en manos de políticos del Partido
Colorado que explotaban ilícitamente las tierras de Itaipú.
Uno de estos casos es el del ex diputado colorado de Alto Paraná Benito «Tito»
Abadíe Vinader, fallecido en 2010, quien explotaba ilegalmente un puerto a metros de
la usina hidroeléctrica.

4.1.4. “Repercusiones ambientales”


Acciones legales de Itaipú iniciadas recién desde el 2005 lograron recuperar más
de 10 mil hectáreas, no obstante, varias siguen enajenadas, como el caso de la
agroganaderaYsyry de propietarios brasileros que ocupan casi 200 hectáreas de Itaipú
con soja.

4.1.4.1. Sojeros Brasileros

40
Los intentos de recuperación de las tierras de Itaipú durante el gobierno
aliancista tuvieron una fuerte resistencia de parte de varios de los ocupantes, que dieron
pelea tanto en el terreno físico como en el judicial, entre ellos poderosos empresarios
brasileros del rubro agro ganadero.
Es más, una de las empresas demandas fue la AgroganaderaYsyry SRL, de los
brasileros Francisco de Asís Sampaio Pagano y Luis Prandini.

4.1.4.2. Partido político involucrado


Los puertos ilícitos que se ubicaron a metros de la usina hidroeléctrica de Itaipú
fueron permitidos durante el gobierno colorado de Juan Carlos Wasmosy, quien cedió
parte de las tierras de Itaipú a políticos de este mismo partido, como el ex diputado
colorado de Alto Paraná Benito «Tito» Abadíe Vinader o el ex gobernador colorado
de Alto Paraná Jotvino Urunaga, entre otros.

4.1.4.3. Itaipú pidió préstamo de USD 11,5 millones para una


reforestación que no completó.
En 2014, el entonces director paraguayo de Itaipú James Spalding endeudó a la
represa a fin de reforestar toda la franja de protección del embalse.

4.1.4.4. El préstamo.
El 3 de noviembre de 2014, el entonces director paraguayo de la Itaipú
Binacional James Spalding logró que el Consejo de Administración aprobara una línea
de crédito de USD 11.500.000 para el proyecto «Itaipú Preserva-Franja de Protección
para generaciones futuras».

4.1.4.5. La ejecución.
A casi cinco años del inicio del proyecto, la Itaipú sigue endeudada, incluso con
una gran parte de las áreas aún deforestadas, según el análisis comparativo por año que
realizó el equipo de investigación de el periódico Ultima Hora, mediante el monitoreo
realizado a través de las imágenes satelitales. (Irrazábal R., 2019. Franja de bosques de
la represa Itaipú es utilizada para negocios ilícitos. CONNECTAS.)

4.1.5. “Repercusiones económicas”

41
Los montos monetarios recibidos en concepto de la Itaipú, fueron
contabilizándose desde 1.989, año que entra en servicio la primera unidad generadora, y
desde ese año al año 1.991 estos montos fueron creciendo gradualmente por el efecto de
la energía generada. (Alcaraz P, 2014. Influencia de los royalties y compensaciones
generadas por las Entidades Binacionales Itaipú y Yacyretá, en el desarrollo humano y la
pobreza extrema de la población paraguaya, en el período 1.989 - 2.010.
SCIENTIAMERICANA).

4.1.5.1. Compensaciones financieras


De esta manera en cuanto a Paraguay, la compensación la recibe íntegramente el
Estado.
Con base en la llamada «Ley de los Royalties», promulgada en 1991, Itaipú ha pagado
hasta hoy más de 3.776 millones de dólares en royalties, de los cuales cerca de 75%
fueron pagados en el estado de Paraná.
En lo que va del 2022, ITAIPÚ Binacional transfirió USD 178 millones al Estado
paraguayo, en el marco del cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Anexo
C del Tratado. Los desembolsos corresponden a los conceptos de royalties, cesión de
energía y pagos a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE). De esta
manera, la Entidad se encuentra al día con todos sus compromisos financieros. De enero
a mayo del presente año, la Entidad remesó USD 82 millones por royalties y USD 68
millones por cesión de energía al Tesoro Nacional. (Entidad Itaipú Binacional, 2022.
Itaipú remeso USD 178 millones al estado hasta mayo de 2022 , por anexo C.

42
Conclusión
En el primer objetivo específico se planteó mencionar el origen de la
construcción de la Represa de Itaipú. Luego de una vasta investigación concluimos que
es un ejemplo de integración, que supo transformar un conflicto de límites, en el
cimiento de una obra monumental que forjó el trabajo armonioso entre dos países, para
contribuir en el desarrollo de su gente. Con ésta obra se ha demostrado que, cuando el
objetivo es bueno, se puede superar la barrera del lenguaje, de la cultura y de la historia,
para iniciar un camino fraterno de realizaciones.

En segundo lugar, se menciona sobre la situación de la política exterior con


respecto a la construcción de la represa donde descubrimos que fue el resultado de
intensas negociaciones entre Brasil y Paraguay, iniciadas en la década del 60, incluso
ambos países superaron los desafíos diplomáticos, tecnológicos y financieros para erigir
la Central Hidroeléctrica de Itaipú.

En tercer lugar, indicamos los factores de la construcción de la represa, la cual


requirió un trabajo coordinado que involucró a ingenieros, arquitectos, geólogos,
diplomáticos y trabajadores. Además, esta enorme estructura fue reconocida como una
de las siete maravillas del mundo moderno, es sin duda un ejemplo de planeación y
ejecución en equipo. Hoy por hoy se ha convertido en una gran atracción turística y en
un objeto de admirar por parte del gremio ingenieril.

Por último, exponemos sobre las repercusiones que tuvo esta construcción para
el Paraguay. Al encontrarse pronta las renegociaciones de la Entidad Binacional fijada
para el año 2023 donde se discutirán intereses de ambos países, es de suma importancia
dar una mirada rápida a la propia historia de la Binacional la cual ha tomado decisiones
beneficiosas así como otras de carácter sospechoso para la ciudadanía que ha sido
mayormente afectada por varias situaciones directa o indirectamente ya que esto
permitirá concebir una noción de los puntos que deben ser corregidos por la misma
entidad así como la continua aplicación y expansión de los beneficios producidos por
ella.

43
Bibliografía
 Gómez Florentín, C. (2016). El río Paraná: de pulmón comercial a fábrica de
energía. [En línea]. Stony Brook, Nueva York: Universidad de Stony Brook.
Recuperado el 24 de octubre de 2004, de
https://www.halacsolcha.org/index.php/halac/article/view/219
 Zaar, Miriam. Hidroeléctrica Binacional Itaipú: del proyecto económico y
geopolítico a la configuración socio Territorial. Barcelona.
 Miranda A. (1988). Paraguay y las Obras Hidroeléctricas Binacionales.
Asunción. El Lector.
 Canesse R. y Mauro L.A. (1985). Itaipú: dependencia o desarrollo. Asunción:
Editorial Ara Verá.
 Irrazábal R., 2019. Franja de bosques de la represa Itaipú es utilizada para
negocios ilícitos. CONNECTAS, disponible en
https://www.connectas.org/franja-de-bosques-de-la-hidroelectrica-itaipu-es-
utilizada-para-perpetrar-negocios/#
 Alcaraz P, 2014. Influencia de los royalties y compensaciones generadas por las
Entidades Binacionales Itaipú y Yacyretá, en el desarrollo humano y la pobreza
extrema de la población paraguaya, en el período 1.989 - 2.010.
SCIENTIAMERICANA disponible en
https://revistacientifica.uamericana.edu.py/index.php/scientiamericana/article/
download/198/194/585
 Entidad Itaipú Binacional, 2022. Itaipú remeso USD 178 millones al estado hasta
mayo de 2022, por anexo C disponible en
 https://www.itaipu.gov.py/es/sala-de-prensa/noticia/estado-paraguayo-recibio-usd-
283-millones-de-itaipu-hasta-agosto-de-2022-por-

44
Anexos

El río Paraná, de 4.000 km de extensión total, incluyendo los ríos Paranaíba y Grande,
de cuya confluencia se origina en territorio brasileño, abarca una cuenca total de
3.000.000 km2. Debido a su caudal y a la extensión de su cuenca, el Paraná es uno de
los
mayores ríos del mundo.

La firma del Tratado tuvo lugar en el Palacio de la Meseta, en Brasilia (Brasil), e


intervinieron los entonces presidentes de Paraguay, Alfredo Stroessner, y de Brasil,
general Emilio Garrastazu Médici.

45
Inicio de Obras al costado del Rio Paraná

La excavación del canal de desvío se inició en el medio, cerca de la ubicación de la


estructura de control de desvío. Posteriormente se abrieron otros frentes de excavación
desde el medio, hacia la entrada y salida del canal. Cuando la excavación estaba a punto
de llegar al extremo sur, los tabiques de roca se dejaron en la entrada y salida del canal

46
El 20 de octubre de 1978 tuvo lugar en la
zona de obras la histórica explosión para
la apertura del canal de desvío del
caudaloso Paraná, hecho que permitió
secar un trecho del lecho original del río
donde se erigiría la presa principal de
cemento de la Central Hidroeléctrica
ITAIPÚ. El desvío tenía 2 km de extensión, 150 metros de ancho y 90 de profundidad.
De manera extraordinaria, una hazaña de la ingeniería moderna se había hecho realidad.

Terminación del embalse de la represa de ITAIPÚ

47

También podría gustarte