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Orientacion Vocacional y Discapacidad Clase 5
Orientacion Vocacional y Discapacidad Clase 5
Orientación Vocacional y
Discapacidad
Carrera de posgrado
Especialización en Orientación Vocacional y Educativa
UNTREF / APORA
10 de junio de 2023
Introducción
Hola a todes...
Antes de comenzar quiero exponerles que el desarrollo de la presente clase obedece al intercambio de
reflexiones y opiniones con otros profesionales que se dedican intensamente a la problemática de la
discapacidad e intenta recoger las producciones individuales y colectivas de colegas sin los cuales esta
clase me sería imposible.
Por tanto aclaro que mi autoría en esta exposición se limita a una forma particular de hilvanar y unir
distintos fragmentos de reflexiones e inquietudes que permiten vincular la problemática de la
discapacidad con la problemática vocacional, realizar un entrecruzamiento entre ambos campos y
elaborar algunas ideas para un abordaje posible.
Entonces, los objetivos de la presente clase serán:
• Analizar la problemática de la discapacidad como un objeto complejo.
• Reconocer las diferencias terminológicas: Deficiencia – Discapacidad – Minusvalía / La
importancia de la CIF.
• Revisitar el modo de comprender la discapacidad en distintos momentos históricos. Diferenciar
los distintos paradigmas y modelos de abordaje. Profundizar sobre el Modelo Social de la
discapacidad.
• Introducir la importancia de los Disabilities Studies y el Movimiento de los Derechos Humanos de
las Personas con Discapacidad.
• Interrogar la ideología de la normalidad y el par exclusión-inclusión.
• Conocer algunos datos estadísticos de la población mundial de la discapacidad.
• Conocer algunos datos de la población argentina con discapacidad.
• Analizar la situación de adolescentes y jóvenes con discapacidad.
• Analizar la realidad educativa y laboral de las personas con discapacidad.
• Comprender la importancia del pasaje de lo intra familiar a lo social. Los circuitos de la
discapacidad (trayectorias educativas y sociales).
• La transición al mundo adulto y construcción de proyectos en jóvenes con discapacidad: “un
destino sellado o la construcción de un proyecto de vida”. Orientación Vocacional para
personas con discapacidad.
En la presente clase hablaremos de personas con discapacidad, aludiendo al sujeto antes que a la discapacidad misma.
Refiriendo a que tiene una discapacidad y no que es un discapacitado, valorando las posibilidades del sujeto para decidir
y hacer su presente y su futuro, sus vocaciones e intereses, más allá de las limitaciones que pueda presentar debido a su
discapacidad1. Rechazaremos toda expresión de carácter negativo y discriminatorio tales como “deficiente”, “defectuoso”,
“anormal”, “enfermo”, “deforme”, “minusválido” “incapacitado”, “inadaptado”, “lisiado” o “inválido”. Tampoco
consideraremos correctas las expresiones que se utilizan con carácter positivo tales como “capacidades diferentes” o
“personas con necesidades especiales”. No hay “capacidades diferentes” sino limitaciones o aminoramientos de las
capacidades. Y el concepto “diferente”, al requerir de un promedio con el cual medirse, termina poniendo el acento en la
carencia o diferencia antes que en la persona. Por ende estas personas no presentan una capacidad diferente sino una
“discapacidad”, pudiendo ser diferente la forma en que se desenvuelven en el entorno familiar, social, económico o
cultural. La idea de “necesidades especiales” puede llevar a creer que las personas con discapacidad tienen necesidades
que deben ser satisfechas en espacios segregados (como las escuelas “especiales”). En rigor a la verdad, presentan las
mismas necesidades que el resto de la población (fisiológicas, alimenticias, de seguridad, afectivas, sexuales), aunque
pueden presentar ciertas dificultades para satisfacerlas.
1 Pantano, Liliana (2007); “Personas con discapacidad: hablemos sin eufemismos”, en: La Fuente, Córdoba, Año X, Nº 33,
2007.
Podemos comenzar nuestro diálogo afirmando que la discapacidad forma parte de la condición
humana. Todos los seres humanos podemos sufrir en alguna etapa de nuestras vidas una
discapacidad transitoria o permanente. Y las probabilidades de padecer problemas de funcionamiento
en algún momento, crecen conforme se alcanza la vejez y aumenta la población que supera los 60
años.
A su vez, podemos decir también que la discapacidad es un objeto complejo de ser abordado, y
distintas son las problemáticas que se presentan si la discapacidad es desde el nacimiento o adquirida
durante el desarrollo. La discapacidad compone una situación real que afecta a un sujeto en un
momento y lugar sociocultural que puede o no generar efectos en su subjetividad, en su contexto
familiar, en sus relaciones y entorno social. Atender la discapacidad involucra diversos tipos de
intervención para superar las desventajas que ella produce a nivel individual y modificar el contexto
en el que se produce y se desenvuelve.
La discapacidad constituye un problemática compleja y multidimensional que debe ser abordada
desde múltiples áreas: salud, educación, laboral, urbanística, discursiva, social, etc… y es ante todo un
tema político.
Para comenzar a ubicarnos podemos definir 3 hitos normativos fundamentales en nuestra historia
reciente en torno a la problemática.
Con las definiciones de deficiencias y discapacidades se logra establecer una clasificación objetiva y
jerárquica, sin influencia de factores sociales o culturales. Sin embargo, las minusvalías responden a
otros criterios de clasificación que se basan en las circunstancias que rodean a la persona, en la
relación que se establece entre el individuo y el contexto que le condiciona. De este modo una misma
discapacidad puede dar lugar a cuadros de minusvalía en un contexto cultural y en otro no; incluso
dentro de una misma sociedad, esa discapacidad puede provocar más minusvalías diferentes en
cuanto a género, o afectar en mayor o menor medida a un sector o clase social o a otro. También
puede ocurrir que dos personas con similares características y del mismo contexto social puedan dar
lugar o no a minusvalías en función de las estrategias que desplieguen para insertarse en la sociedad,
dependiendo de las actitudes y aptitudes con las que hagan frente a su situación. La CIDDM adopta así,
en líneas generales, un esquema lineal que va del trastorno a la minusvalía pasando por la
discapacidad y la deficiencia.
Hacia el año 2001 la OMS revisa la CIDDM2 a fin de generar una versión más amplia y que englobe
otros modelos de abordajes y ajuste los diagnósticos a las nuevas realidades. Así aprueba una nueva
Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF). Ello supuso
superar una visión residual de la discapacidad en la que se le atribuía a la persona la mayor parte de
las causas de la discapacidad, por otro que incluye la relación del entorno físico y social como
desencadenante fundamental. De este modo pasa de ser un proceso unidimensional a uno
Condición de Salud
(Trastorno / Enfermedad)
Función y Participación
Actividad
Estructuras corporales (Limitaciones) (Restricciones)
(Deficiencias)
A través de esta nueva clasificación caen en desuso los términos “deficiencia”, “discapacidad” y
“minusvalía” como venían siendo entendidos, dejando de lado las clasificaciones peyorativas y
extendiendo sus significados a incluir las experiencias positivas.
Así la discapacidad pasa a ser pensada como un término genérico global que no se limita a nominar un
componente, que indica déficits, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación; y
denota los aspectos negativos de la interacción entre el individuo (con una condición de salud) y sus
factores contextuales individuales (ambientales y/o personales).
La CIF a partir de su divulgación es valorizada como una oportunidad internacional para la difusión de
la igualdad de las personas, traducible a políticas, acciones sociales, al fortalecimiento y
empoderamiento de las personas con discapacidad y promoción de la salud y los derechos. Debemos
tener presente que la CIF no clasifica personas, sino características de la salud de las personas dentro
del contexto de situaciones individuales y de los impactos ambientales.
Todo ello derivó finalmente en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
(ONU 2006) cuyos 50 artículos se rigen por 8 principios rectores:
1. El respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las
propias decisiones, y la independencia de las personas;
2. La no discriminación;
3. La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad;
4. El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la
diversidad y la condicion humanas;
5. La igualdad de oportunidades;
6. La accesibilidad;
7. La igualdad entre el hombre y la mujer;
8. El respeto a la evolucion de las facultades de los ninos y las ninas con discapacidad y de su derecho a
preservar su identidad.
Según se estimó en 2011, más de 1000 millones de personas2 tienen al menos un tipo de discapacidad.
Esto representa el 15 % de la población mundial. Un 5 % más que hace cuarenta años. Tienen
dificultades importantes para funcionar entre 110 millones (2,2%) y 190 millones (3,8%) de personas
mayores de 15 años. Y las tasas de discapacidad están aumentando debido en parte al envejecimiento
de la población y al aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas.
La UNESCO estima que de los 115 millones de niños que se encuentran fuera de la escuela, 40 millones
tienen discapacidad. Son escasas las informaciones estadísticas disponibles sobre los índices de
abandono o deserción escolar de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad, y casi inexistentes
las estadísticas que comparan estos índices con los que corresponden a los alumnos/as sin
discapacidad, e igualmente escasos los datos sobre el éxito o fracaso escolar (absoluto y comparativo)
de esta población.
En América Latina y el Caribe, de acuerdo a datos del Banco Mundial son al menos 50 millones de
personas con algún tipo de discapacidad (10% de la población de la región), y sólo entre el 20% y el
30% de los niños/as con discapacidad asiste a la escuela y estos, cuando entran, suelen ser excluidos
rápidamente de los sistemas educativos. El acceso a la educación varía según el tipo y el grado de
discapacidad, y la gran mayoría de las matrículas se concentran en la educación primaria.
En cuanto a jóvenes, se estima que 180 millones de jóvenes en el mundo tienen una discapacidad, y
que 1 de cada 10 jóvenes padece una discapacidad importante. A esta situación se agrega que tan solo
un 12% de las organizaciones están destinadas a adolescentes.
De la población con discapacidad, según el PNUD, el 80% viven en los países pobres y en desarrollo. A
su vez la OIT alerta que 368 millones de personas en edad de trabajar tienen una discapacidad. Según
la OCDE uno de cada cinco trabajadores padece de una enfermedad mental.
La OMS estima que para el 2050 el envejecimiento de la población mundial superará las 2000 millones
de personas. Estas estimaciones son planteadas en función del rápido crecimiento de la población
mayor. Y son relevantes dado que según la División de Población de Naciones Unidas, en World
Population Prospects (2010 revisión), la población mundial mayor de 60 años superara a la población
joven en 2026 por la desaceleración del crecimiento que estos han mostrado en el peso demográfico
mundial en los últimos años.
Si bien estos datos pueden sonar alentadores como mejora de la salud general, la longevidad de la
población y la esperanza de vida de personas mayores de 60 años; la prevalencia y aumento de
enfermedades crónicas y del funcionamiento vital, como las dificultades con servicios sanitarios
deficitarios, plantean un desafío muy importante para todas las profesiones vinculadas al cuidado del
otro durante el siglo XXI.
La OMS aclara que las personas con discapacidad tienen una mayor demanda de asistencia sanitaria
que quienes no padecen discapacidad, y también tienen más necesidades insatisfechas en esta esfera.
Afecciones secundarias que acompañan a una enfermedad primaria y están relacionadas con esta; a
menudo, ambas son previsibles y evitables.
Comorbilidad. Afecciones que vienen a agregarse a la enfermedad primaria relacionada con la
discapacidad pero no se relacionan con ella.
Enfermedades relacionadas con la edad. En algunos grupos de personas con discapacidad el
proceso de envejecimiento empieza antes de lo normal. Por ejemplo, algunas personas con trastornos
del desarrollo muestran signos de envejecimiento prematuro cuando apenas tienen entre cuarenta y
cincuenta años de edad.
Adopción de comportamientos nocivos para la salud. Algunos estudios han indicado que las
personas con discapacidad tienen una frecuencia más elevada de comportamientos nocivos como el
tabaquismo, una alimentación malsana e inactividad física.
Mayor frecuencia de muerte prematura. Las tasas de mortalidad de las personas con discapacidad
varían según la enfermedad primaria. Sin embargo, una investigación efectuada en el Reino Unido
comprobó que las personas con trastornos mentales y deficiencias intelectuales tenían una esperanza
de vida menor.
Costos prohibitivos. La asequibilidad de los servicios de salud y el transporte son dos de los motivos
principales por los que las personas con discapacidad no reciben los cuidados que necesitan en los
países de ingresos bajos: un 32% o 33% de las personas sin discapacidad no pueden costearse la
asistencia sanitaria, por comparación con un 51% a un 53% de las personas con discapacidad.
Oferta limitada de servicios. La falta de servicios apropiados para las personas con discapacidad es
una barrera importante que impide el acceso a la asistencia sanitaria.
Obstáculos físicos. El acceso desigual a los edificios (hospitales, centros de salud), el equipo médico
inaccesible, la mala señalización, las puertas estrechas, las escaleras interiores, los baños inadecuados
y las zonas de estacionamiento inaccesibles crean obstáculos para usar los establecimientos de
asistencia sanitaria.
Aptitudes y conocimientos inadecuados del personal sanitario. Las personas con discapacidad
notifican con una frecuencia dos veces mayor que el personal sanitario carece de las aptitudes para
atender sus necesidades; con una frecuencia cuatro veces mayor, que son mal tratados por dicho
personal; y con una frecuencia tres veces mayor, que se les niega la asistencia.
Genealogía de la diferencia
Ahora bien, lo antes mencionado podemos tomarlo como un punto de llegada en la historia de la
discapacidad, que demarca el escenario social en el que nos encontramos. Pero en las sociedades
occidentales, vivimos actualmente un modo de comprensión de la discapacidad muy distinta de la que
Con lo que mencionamos hasta el momento podemos observar como la problemática que estamos
abordando, atravesó históricamente innumerables escenarios sociales y ocupó diferentes lugares y
papeles dentro de la sociedad. Y la forma en que fueron atendidos y cuidados respondió a diferentes
modelos o paradigmas de comprensión y entendimiento de la discapacidad. Dentro de los diferentes
paradigmas de la discapacidad, cinco de ellos son los más visibles a lo largo de la historia:
En contraposición a este primer modelo se sitúa el modelo social. Parte de la idea de que la
discapacidad es en realidad un hecho social, y que las características del individuo tienen sólo
relevancia en la medida en que evidencian la capacidad o incapacidad del medio social para dar
respuestas a las necesidades derivadas de su déficit. Entiende que la discapacidad es un problema de
origen social y como un asunto centrado en la completa integración de las personas en la sociedad. La
discapacidad no es atributo de la persona, sino un complicado conjunto de condiciones, muchas de las
cuales son creadas por el contexto/entorno social. Por lo tanto el manejo del problema requiere la
actuación social y es responsabilidad colectiva de la sociedad hacer modificaciones ambientales
necesarias para la participación plena de las personas con discapacidades en todas las áreas de la vida
social. La cuestión no pasa por la respuesta clínica sino por el cambio social.
Este modelo se basa en que la discapacidad no es sólo la consecuencia de los déficits existentes en la
persona, sino la resultante de diferentes condiciones, de las cuales muchas están motivadas por
factores ambientales. Lo que realmente tiene un rol definitorio es como juegan las características del
entorno, cuando este fue creado por el propio hombre. Esta interacción de déficit, las diferentes
condiciones de actividades y relaciones interpersonales, sumado el ambiente, provoca una
“desventajas” y que en la práctica nos marca la condición de discapacidad. Desde este modelo , la
Frente a estos dos modelos contrapuestos surge el modelo bio-psico-social. Es una visión
integradora de los modelos anteriores y es el que expresa la CIF. Se propone como una síntesis que
proporcione una visión coherente de las diferentes dimensiones de la salud desde una perspectiva
biológica, individual y social, que propugnan la discapacidad, y así poder desarrollar políticas y
actuaciones dirigidas a incidir de manera equilibrada y complementaria sobre cada uno de ellos.
Se pueden sumar a estos modelos (preponderantes o más difundidos) un par más que no constituyen
modelos propiamente dichos pero que resultan emergentes de las acciones de los últimos años. Por un
lado el modelo político-activista centra sus actuaciones en la acción política y social. Planteando que
las limitaciones con las que se encuentran las personas con discapacidades en temas como empleo,
transporte, educación... no son consecuencia de su problema médico, sino que es el resultado de la
actitud de la sociedad, afirma que el individuo con discapacidad es parte de un grupo minoritario que
ha estado discriminado por la sociedad. En este modelo se relacionan las teorías sociales de la
discapacidad y el activismo político. También se ha denominado modelo de las «minorías
colonizadas», ya que cree que el colectivo de discapacitados ha sido colonizado por una cultura
dominante, «la médica» que es la que impone los criterios y necesidades porque considera a los
discapacitados como incapaces de autodefinirse y autoregularse. Y denuncia que el modelo médico
sólo hace fomentar la jerarquía del médico asignándole un papel meramente subordinado. Esto ha
hecho que muchos colectivos de discapacitados estén reivindicando el derecho a definir su propia
identidad y a establecer los términos y sistemas que deben emplearse para definirla.
Por otro lado se propone un modelo universal que plantea la discapacidad como un hecho universal
en el que toda la población está en situación de riesgo. En el principio de universalización las
iniciativas políticas deben dirigirse a toda la población, ya que todos están en riesgo de ser
discapacitados, siendo la discapacidad y la capacidad los extremos de un continuo. Este modelo asume
que la discapacidad no es un atributo que diferencia una parte de la población de otra, sino que es una
característica intrínseca de la condición humana. La visión universal de la discapacidad supera los
elementos de estigmatización y discriminación que la caracterizaban, pero sobre todo se está
promoviendo en los países más avanzados donde no se ha establecido la diferenciación población
discapacitada y no discapacitada.
Se asume a través de este modelo, que la discapacidad no es un atributo que diferencia dentro de una
población a unos y a otros, sino que es parte de la condición humana. “Todos somos potencialmente
persona con discapacidad”.
Con todo esto podemos observar que durante las etapas tempranas de la historia hubo un panorama
ambivalente que opero (a grandes rasgos) hasta la época clásica. A partir de allí comenzó a realizarse
un proceso de encierro y exclusión. Posteriormente y con el desarrollo de las ciencias jurídicas y
médicas se instituyo un paradigma rehabilitativo hasta alcanzar la actualidad donde comienza a
configurarse un paradigma emergente más inclusivo. Igualmente no es posible pensarlos como
modelos evolutivos, más bien coexisten en un campo de lucha permanente.
Gradualmente los gobiernos y las instituciones internacionales han ido adoptando el planteamiento
social basado en los derechos humanos y adherido a las nuevas convenciones –como se expresa en el
Programa de Acción Mundial (1982), las Normas Uniformes de las Naciones Unidas (1993), la
Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF 2001) y la
Convención internacional para las personas con discapacidad (ONU 2006 –ratificada y puesta en vigor
por más de 20 países a partir del 3 de mayo de 2008, incluida la Argentina) etc.
Como bien mencionábamos antes el modelo social subraya que lo concebido como discapacidad
obedece a causas preponderantemente sociales. Asimismo, señala que las discapacidades son
producto del encuentro entre personas que experimentan un determinado impedimento, y barreras
sociales que limitan su capacidad para participar en condiciones de igualdad en la sociedad.
De esta manera se pasa de un Modelo Médico-Asistencialista centrado en el déficit, a la comprensión
de una sociedad que debe incluir a todos y que es productora de discapacidad.
Según un estudio reciente llevado a cabo por el CELS respecto a la problemática y en torno a la salud
mental planteaba que la Convención se funda en el modelo social de la discapacidad y en la lucha de
las propias personas con discapacidad para autoafirmarse como ciudadanos con igual dignidad y valor
que los demás. En consecuencia, la Convención determina que los Estados deberían adoptar todas las
medidas necesarias para garantizar la participación efectiva de las personas con discapacidad en cada
una de las actividades de la vida en comunidad.
Pese al cambio de paradigma plasmado en este instrumento internacional, las normas argentinas aún
no se han adecuado totalmente y no garantizan el reconocimiento de la capacidad jurídica plena a las
personas con discapacidad, es decir, el ejercicio por sí mismas de sus propios derechos. Este
desconocimiento es todavía más evidente en el caso de las personas usuarias de los servicios de salud
mental.
El estudio del CELS planteaba que el diseño legal vigente en nuestro país basado en el viejo modelo
tutelar de incapacitación y sustitución en la toma de decisiones debía adecuarse a los nuevos
Con la reciente reforma y sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación y su puesta en
vigencia se abre una perspectiva más concreta en la ampliación de derechos. Constituye un avance en
materia de capacidad en tanto queda incorporado y expresado el sistema de apoyos para el ejercicio
Cuando una persona era privada de su capacidad jurídica y se la declaraba incapaz, no sólo se le
quitaba ese derecho sino que a su vez perdía automáticamente su derecho de acceso a la justicia, a
ejercer sus derechos sexuales y reproductivos, a casarse, a tener hijos, a hacer efectiva su
responsabilidad parental, a votar y ser votado, elegir con quién vivir, y, la mayoría de las veces, a vivir
en la comunidad.
6 Spinelli Graciela "El nuevo Código reconoce protección y autonomía con un sistema de apoyos". Publicado en
www.infojusnoticias.gov.ar setiembre 2015.
Recientemente el CELS ha publicado un informe colectivo, sobre la situación actual de las personas
con discapacidad 2013/2017, el cual fue elevado al Comité sobre los Derechos de Personas con
Discapacidad de la ONU para la evaluación del cumplimiento de la Convención por parte del Estado
Argentino.
A solo fines didácticos, en este apartado mencionaremos algunas coordenadas que atraviesan los
diferentes estudios en torno a la discapacidad.
En principio diremos que no existe una única teoría o estudio en torno a la discapacidad, sino
diversidad de teorías y estudios sobre la misma. En su gran mayoría ligadas a los campos médico-
jurídico-psicológicos que responden al paradigma rehabilitativo (como ya hemos visto).
Sin embargo en las últimas décadas han surgido y ganado terreno, estudios de corte más sociológicos.
Solo mencionaré que desde ese campo de saber (principalmente con aportes de teóricos ingleses y
americanos – conocidos como Disability Studies) se han publicado trabajos con fuertes influencias de
la teoría de la opresión social, de las teorías funcionalistas, las teorías interaccionistas, teorías del
conflicto, teorías materialistas, de los aportes feministas y de la sociología crítica7.
Oliver8 plantea que la producción de explicaciones sociológicas de la discapacidad se encuentra en
estado de transición. Los trabajos de Barnes, Barton y Oliver (entre otros), han influido
profundamente en los estudios de la discapacidad llevando a identificar un “modelo social de la
discapacidad”. Resultando un discurso contrahegemónico, desesencialista y desnaturalizador del
discurso oficial de la OMS y del discurso del déficit.
7 Sugiero para ampliar este aspecto, el libro de Len Barton (1998) Discapacidad y sociedad. Editorial Morata.
8 Oliver, M. (1998) ¿Una sociología de la discapacidad o una sociología discapacitada?, en Barton, L. Discapacidad y
sociedad. Editorial Morata.
Algunos otros aspectos centrales que pueden resaltarse de estos estudios son:
Profundización de la problemática en torno a diversos marcos conceptuales:
Estigma y discapacidad – existencia devaluada
Identidad deteriorada (Erwin Goffman)
El estigma es una condición, atributo, rasgo o comportamiento que hace que la persona portadora sea
incluida en una categoría social hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y se les ve
como culturalmente inaceptables o inferiores. El concepto fue acuñado en 1963 por el sociólogo
canadiense Erving Goffman. Precisa el término como pertenencia a un grupo social menospreciado
(grupo étnico, religión, nación, etc.), distinguiéndola de las nociones anatómica (abominación del
cuerpo) y psicológica (defectos del carácter del individuo). Define el estigma como el proceso en el
cual la reacción de los demás daña la "identidad normal".
Reconoce tres formas de estigma:
1. la imposición de una enfermedad mental (o la experiencia del diagnóstico psiquiátrico);
2. una forma de deformidad o una diferenciación no deseada;
3. la asociación a una determinada raza, creencia o religión (o ausencia de esta).
Los estudios de la discapacidad como problemática social han profundizado sobre diversas líneas:
Cuestionamiento a la industria de la rehabilitación.
Desinvisibilización de los prejuicios, discriminación (directa/indirecta/institucional) y
exclusión social.
Deconstrucción de los estereotipos de los Medios Masivos de Comunicación.
Estudio de la discapacidad como opresión (explotación, marginación, exclusión,
carencia de poder, imperialismo cultural, violencia).
Estudio de la discapacidad como pobreza y exclusión social – enfoque de las
capacidades (Sen – Nussbaum).
Estudio de la discapacidad como expresión de identidad y diferencia – Políticas del
reconocimiento (Honneth – Taylor – Fraser).
Estudios de la diversidad funcional (como terminología no negativa y que construye un
modelo de diversidad).
Estudios acerca de las interseccionalidades.
9 Rosato, Ana y otros (2009). “Discapacidad e ideología de la normalidad - Desnaturalizar el déficit" Editorial, Novedades
Educativas.
Ideología de la normalidad
Slavoj Zizek asevera que la ideología funciona cuando es invisible. Y cuanto más invisibilizada está,
mejor opera. Como pudimos observar en lo precedente, lo anormal, aquello que no se ajusta a la
norma, que no responde a ciertos cánones, que es deficiente y/o no domesticable, fue una operatoria
ideológica que tuvo sus inicios en la época clásica y hasta muy entrado el siglo XX tuvo sus efectos.
A partir de los discursos y las clasificaciones de la psiquiatría clásica, la medicina, el orden jurídico, la
moral y las relaciones de saber-poder y de vigilar y castigar que estos establecían (la obra de Michael
Foucault abunda en detalles) se configuró una división tajante entre lo normal y lo patológico, siendo
lo anormal, aquello que debe excluirse.
Foucault plantea la distincion entre lo normal y lo patologico (lo anormal), esto ultimo haciendo
lectura a la delimitacion negativa hecha sobre la diferencia. En este sentido, se han dividido en las
sociedades modernas las desviaciones de las conformidades, “brindándole el estatuto de la exclusión a
lo que se trata de juzgar (aspecto negativo) y el de la inclusión a lo que se pretende explicar (aspecto
positivo). Los términos de esta divergencia continúan en vigencia, se aceptan o rechazan los mismos
elementos; lo que se ha modificado es la relación entre lo excluido y lo incluido (lo que se rechaza y lo que
se acepta).” (Míguez, 2009: 53)11.
El problema de la normalización que se inició desde el siglo XVII y XVIII, se consolidó en la edad
contemporánea y configuró una maquinaria experta en clasificar, separar, excluir y expulsar. Entonces
el concepto de normalidad se construyó e instauró como una categoría que se sostiene desde la
negatividad y confluyen en una identidad anormal. Para Foucault, todo este embrollo de la
normalización tuvo tres estrategias concretas y complementarias: por un lado la construcción
discursiva del concepto de “anormal”, la moralización de la sociedad y la medicalización de la sociedad.
Para que ese proceso tenga éxito, dicha noción debió naturalizarse, mimetizarse e instalarse como lo
que debe ser, para poder producir una homogeneización de la sociedad.
10 Pantano, L. (2005): “De las personas con discapacidad y de la discapacidad. Condición y situación”. Disponible en
http://www.educared.org.ar/integrared/links_internos/noticias/discapacidad_pantano/index.asp
11 Míguez, M. N. (2009). “Construcción social de la discapacidad”. Montevideo: Trilce.
Habitus de la discapacidad
Otra de las referencias en torno al tema son los planteos elaborados por Ferrante y Ferreira acerca de
un habitus de la discapacidad. A partir del concepto de Bourdieu, plantean una concepción de la
discapacidad como situación de dominación sujeta al marco estructural definido por las trayectorias
de clase y el habitus adquirido. La referencia central es el cuerpo, en tanto que manifestación más
evidente de cómo las predisposiciones que condicionan la existencia de las personas con discapacidad,
y que provienen de la imposición de cánones estructurales, de tradiciones culturales y de dictámenes
científicos expertos, no sólo se interiorizan, sino que se “encarnan”.
Esta encarnadura se organiza en el campo de la salud (ampliación del propio de la medicina) y las
posibilidades de superar las constricciones que condenan a las personas con discapacidad a la
12 Foucault, M. (2001). “Los anormales” Curso en el College de France 1974-1975. Fondo de Cultura Economica. 2da.
reimpresion. Bs. As.
13 Rosato, Ana y otros (2009). “Discapacidad e ideología de la normalidad - Desnaturalizar el déficit" Editorial, Novedades
Educativas.
14 Rosato, Ana y otros (2009). “Discapacidad e ideología de la normalidad - Desnaturalizar el déficit" Editorial, Novedades
Educativas.
15 Rosato, Ana y otros (2009). “Discapacidad e ideología de la normalidad - Desnaturalizar el déficit" Editorial, Novedades
Educativas.
16 Rosato, Ana y otros (2009). “Discapacidad e ideología de la normalidad - Desnaturalizar el déficit" Editorial, Novedades
Educativas.
Lógicas de desechabilidad
Otros intelectuales a partir del concepto de biopolítica foucaultiano señalan un reverso que la vida se
produce desde su desechabilidad. Así como la biopolítica opera desde una lógica de administración de
la vida, una necropolítica lo haría desde la administración de la muerte. Cadenas equivalenciales: niño
– pobre – loco – oprimidos – enfermos crónicos – ancianos – desempleados – migrantes refugiados -
discapacitados – configuran diversas performatividades discursivas e institucionales. Aplicando una
lógica de austeridad y exclusión a los cuerpos que no son rentables, que no producen ni consumen.
Dispositivos de Intervención
Los espacios y dispositivos institucionales donde es posible intervenir como orientador vocacional en
el acompañamiento a sujetos con discapacidad, son múltiples: Escuelas Especiales, Centros de Día,
Centros Educativos Terapéuticos, Servicios de Rehabilitación Profesional y Formación Laboral, ONGs,
Organismos Gubernamentales (Direcciones y servicios de atención a la discapacidad, Programas de
formación laboral, etc.). Hospitales, Centros asistenciales, Universidades (Servicios de Orientación
Vocacional), Consultorios privados, etc.
Para la problemática que nos ocupa podemos destacar al menos tres ámbitos:
Centros de atención especializada
Educación Superior
Trabajo y Empleo
17 A la que se suman el Decreto Nº 1193/98 reglamentario de la ley, y las resoluciones Nº 428/99 y su modificatoria Nº
036/03 Nomenclador de Prestaciones Básicas para personas con Discapacidad.
18 Resol. 44/2004 Ministerio de Salud de la Nación.
Educación superior
Vamos a profundizar a partir de ahora sobre temas sensibles a la problemática de la discapacidad y de
la Orientación Vocacional. Como mencionábamos antes, la Convención Internacional de los Derechos de
las Personas con Discapacidad (CDPD-2006) constituyó un hito en la construcción de derechos. La
misma fue elaborada con la participación de un 70% de personas con discapacidad.
Argentina incorporó el tratado por la Ley 26.378, con rango jurídico supra-legal. Y como ya
mencionamos, el 3 de mayo de 2008 entró en vigor, tras su ratificación por parte de veinte países.
El propósito es “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los
derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el
respeto de su dignidad inherente.” (pág. 3).
En su articulado se expresan los debates en relación al abordaje de la discapacidad. Entre ellos el
referido al derecho a la educación, sin discriminación y en base a la igualdad de oportunidades, en
todos los niveles educativos y a lo largo de toda la vida de la persona. Si bien hace varias décadas que
el sistema educativo ha incorporado estrategias para la inclusión, las mismas se han dirigido
mayoritariamente a la educación inicial, primaria y en menor medida secundaria y en muy menor
medida a los estudios superiores. A pesar de la escasez de datos en torno estos últimos, es posible
plantear que es necesario profundizar las políticas públicas en torno al acceso e inclusión a la
Universidad. Esta necesidad se encuentra ratificada en la Declaración Final de la Conferencia Mundial
de Educación Superior19 (CMES - UNESCO 2009), la cual establece que "los Estados miembros en
colaboración con todos los actores involucrados, deberían poner en marcha políticas y estrategias a nivel
institucional y del sistema que apunten a garantizar el ingreso equitativo a grupos subrepresentados
tales como trabajadores pobres, minorías, personas con discapacidad, migrantes, refugiados y otras
poblaciones vulnerables".
Pensar la discapacidad y los estudios superiores, inmediatamente despierta cierto ejercicio de la
sospecha. Luego de que una persona con discapacidad ha logrado llegar hasta los estudios superiores
sorteando innumerables obstáculos y derribando barreras y prejuicios, aun así surgen preguntas tales
como ¿Podrá cursar y mantener la exigencia? ¿Tiene las capacidades para…? ¿Cómo ejercerá la
profesión sí…? ¿Cómo va a hacer sí...? Preguntas arraigadas en un sentido aún estigmatizante y
homogeneizante de entender a los sujetos y las instituciones universitarias como resistencia a pensar
creativamente alternativas. El acceso de personas con discapacidad a la educación superior se ha
tornado una problemática de atención urgente. Un estudio realizado sobre integración de personas
con discapacidad en la Educación Superior en América Latina y el Caribe desarrollado por IESALC en
2005 permitió llegar a una panorámica de este tema en la región, con realidades tan comunes y
dispares como en otras áreas del desarrollo. Los datos obtenidos son muy desalentadores y con
enormes diferencias entre los distintos países de la región.
Según datos que pudieron obtenerse oportunamente de la ENDI, 17.961 personas con discapacidad
estaban cursando estudios superiores en Argentina, representando solo el 0,9% del total de población
con 17 años o más con discapacidad. Para el año 2003 se estimaba que alrededor del 0,83 % de la
19 UNESCO; 2009; “Conferencia Mundial de Educación Superior: Las Nuevas Dinámicas de la Educación Superior y de la
Investigación para el Cambio Social y el Desarrollo”; Paris. Disponible en:
http://www.me.gov.ar/spu/documentos/Declaracion_conferencia_Mundial_de_Educacion_Superior_2009.pdf
Distribución de las personas con discapacidad con CUD de acuerdo al Nivel de escolaridad declarado
y completud del nivel según grupo de edad, de la educación formal. República Argentina 2014.
% Nivel Terciario/ Universitario % Nivel Terciario / Universitario
Grupo Edad
Incompleto Completo
15-19 1,99 0
20-24 8,29 1,31
25-29 7,91 4,12
30-34 6,34 5,76
35-39 5,23 7
40-44 5,24 7,95
45-49 4,51 8,94
50-54 3,59 8,15
55-59 3,34 709
60-64 2,93 7,53
65-69 2,66 8,99
70-74 2,4 9,13
75-79 2,36 9,12
80-84 1,79 9,22
85-89 0,95 9,87
90-94 0,93 13,54
95 y más 0 8,08
20 Anuario Estadístico Nacional sobre Discapacidad 2014. Servicio Nacional de Rehabilitación, Secretaría de Políticas,
Regulación e Institutos, Subsecretaría de Gestión de Servicios Asistenciales. Ministerio de Salud.
Estos datos muestran que declararon haber completado sus estudios terciarios/universitarios, un
total de 14.926 personas. Mientras que 9271 tienen estudios superiores incompletos. Entre quienes
lograron completar el secundario e iniciar estudios terciarios o universitarios, sumaron 15,40 % de la
población, mientras que el 5,66% manifestó que logró culminar los estudios terciarios o
universitarios. Las personas con discapacidad que lograron culminar sus estudios terciarios y
universitarios, se concentraron mayoritariamente a partir de los rangos mayores a 30 años, aunque en
una baja proporción (generalmente entre el 5% y el 10% del rango).
Atento a las necesidades de inclusión de personas con discapacidad en la educación superior, desde
hace una década funciona la Comisión interuniversitaria: Discapacidad y Derechos Humanos
(CIDyDDHH). Aunque sus inicios datan del año 1994, dicha comisión ha surgido con la misión de
generar un espacio para elaborar estrategias que transformen las Universidades Públicas en accesibles
y no excluyentes. La Comisión está constituida por representantes de 35 Universidades Nacionales, y
en el año 2007 es reconocida ante el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) a través del Programa
Integral de Accesibilidad en las Universidades Publicas. La misma tiene como objetivo constituirse “en
un actor social de la Política Publica de Educación Superior en aras de garantizar el cumplimiento de los
derechos constitucionales de las personas con discapacidad”.
Desde el Ministerio de Educación de la Nación, a través de la Secretaría de Políticas Universitarias,
Subsecretaría de Gestión y Coordinación de Políticas Universitarias, se vienen implementando políticas
y acciones tendientes a posibilitar el ingreso, la formación y el pleno desenvolvimiento en la vida
universitaria de las personas con discapacidad en condiciones de calidad y de equidad educativa.
Desde dicho ámbito se llevan líneas de acción tendientes a: otorgamiento de becas (becas
Universitarias, PROGRESAR, Becas Bicentenario, y Becas TICs para carreras de grado), entrega de
equipamiento tecnológico (Programa PODES21), infraestructura de accesibilidad22, jornadas
21 PODES prevé la provisión del equipamiento tecnológico especialmente adecuado a cada estudiante. A través de un
extenso relevamiento y estudio de cada caso particular, el estudiante y un grupo de profesionales de cada universidad,
determinan cuales son los dispositivos que se adecúan a las necesidades de cada estudiante. Cada alumno con
discapacidad recibirá una computadora portátil de última generación y los periféricos y adaptaciones necesarias para su
uso. Algunos de estos periféricos son: Brazos articulados, teclados mecánicos con protección acrílica, joystick, pulsadores
de pie y mano, TrackBall, auriculares y micrófonos, mouse guiado por botones, software de accesibilidad especialmente
desarrollado y adaptado, etc.
22 desde el año 2007, se desarrollaron talleres regionales de capacitación para las áreas de infraestructura sobre
“Accesibilidad en ámbitos universitarios”, coordinados por el Programa de Apoyo a Políticas de Bienestar Universitario, a
cargo de un equipo de profesionales de la Universidad Nacional de Mar del Plata, especialistas en el tema. Los talleres
tenían como premisa incorporar nociones sobre Accesibilidad Universal y Diseño para Todos en las construcciones
universitarias y debatir sobre la problemática de la eliminación de barreras arquitectónicas y urbanísticas
Posteriormente se propuso implementar desde el área de Infraestructura Universitaria un programa plurianual que
pudiera financiar obras de accesibilidad en campus y edificios apoyado en el marco normativo: Ley de Educación Superior
Nº 25.573, Convención Internacional Ley Nº 26.378 y la Ley Nº 24.314 Accesibilidad de personas con movilidad reducida,
y Decreto Nº 914/97. Para facilitar el relevamiento con las universidades se diseñó un Protocolo Único que posibilitó el
trabajo interdisciplinario entre las áreas de proyectos, infraestructura, bienestar y discapacidad, realizando relevamientos
de accesibilidad urbanística, arquitectónica, en la comunicación y encuestas a usuarios, efectuándose luego un diagnóstico
del estado de situación de edificios y campus.
La POlíticas de Discapacidad para EStudiantes universitarios (PODES) en infraestructura de accesibilidad se creó por
Resolución SPU Nº 770/10, su objetivo general es lograr que los edificios y predios de las universidades nacionales sean
accesibles y seguros para todos sus usuarios, independientemente de sus condiciones físicas y sensoriales, a partir del
cumplimiento de la legislación vigente.
En el marco de este Programa, se financian Circuitos Mínimos Accesibles (CiMA) en campus y edificios existentes, que
garanticen la posibilidad de acceso, circulación, permanencia y uso, de todas las personas para posibilitar el desarrollo de
las actividades académicas, eliminando las barreras arquitectónicas y urbanísticas que impiden actualmente desarrollar en
condiciones de autonomía y seguridad las actividades a todos los integrantes de la comunidad universitaria.
El módulo CIMA está compuesto por: rampas y/o plataforma de elevación, sanitarios accesibles (nuevos o readecuación de
existentes), ascensor (hasta CUATRO paradas), completamientos varios (senderos peatonales de hormigón antideslizante,
barandas, bordillos, solado de prevención, etc.) y en la Convocatoria 2013, se incorporó la señalética de información y
orientación, mapas hápticos, y señalización táctil y visual en solados.
La Universidades asumieron el compromiso de aportar a modo de contraparte en cada proyecto que se financie un CiMA,
mobiliario, iluminación, estacionamiento y además garantizar el cumplimiento normativo en obras nuevas,
remodelaciones y ampliaciones.
En la Convocatoria que se realizó en 2010-2011 participaron 29 Universidades Nacionales y se financiaron 61 proyectos.
En 2013 participaron 34 Universidades y se financiaron 85 proyectos.
23 Con el objeto de promover el fortalecimiento de los lazos entre los estudiantes, la universidad, el sistema productivo y
los ámbitos de gestión, y afianzar las vocaciones centradas en las carreras prioritarias
24 PODES prevé la elaboración y desarrollo de materiales y contenidos especialmente desarrollados para: a) La adaptación
y configuración del equipamiento entregado b) La capacitación en el uso de los equipos entregados c) La alfabetización
digital básica en el uso de Windows, Wayra y paquetes de oficina, software de diseño y aplicaciones específicas para cada
carera d) La capacitación en el uso de las diferentes tecnologías como estrategias de integración de acuerdo con cada tipo
de discapacidad
Ante la demanda creciente de sujetos con discapacidad en busca de estudios superiores, las distintas
casas de estudio deberían suscitar acciones de promoción y seguimiento mediante la elaboración de
planes de acción tutorial que fijen para sus destinatarios prioritarios, orientaciones y
recomendaciones según el tipo de discapacidad que pueda presentar el estudiante, actuaciones
generales de orientación, distintos formatos y modalidades de acción tutorial, atendiendo los
momentos clave y su organización en las fases de motivación, sensibilización, planificación, ejecución,
evaluación e institucionalización y que faciliten la participación activa y la inclusión de los estudiantes
con discapacidad en la dinámica universitaria, favoreciendo así su desarrollo y éxito académico desde
una formación integral y de calidad. Asegurar ajustes razonables, medidas de equiparación, y
eliminación de obstáculos en el trayecto académico (Seda, 2017), y supresión de barreras muy
comunes tales como: barreras edilicias (que implica no solo la instalación de rampas, ascensores o
baños y servicios accesibles sino también contemplar el transporte a y retorno de la institución sobre
todo para aquellos con discapacidades motrices). Barreras en el acceso a materiales de lectura (que
implica el acceso a textos impresos, textos digitales, audiolibros, audios de clases etc, sobre todo
cuando están implicadas las discapacidades sensoriales como así también la supresión de barreras
informativas tales como la instalación de señalética informativa en múltiples lenguajes y/o lectura
táctil o el acceso a materiales producidos por los docentes con adaptaciones razonables y de manera
accesible). Barreras en la forma del dictado de clases y toma de exámenes. Barreras en los
estereotipos (que presuponen anticipadamente cómo será la performance profesional de un sujeto
con discapacidad). Barreras en los requisitos académicos (esto supone el desafío propio del
aprendizaje –procesamiento de información compleja, habilidades de lectura, comprensión, análisis,
crítica y solución de problemas). Los aportes que un orientador vocacional pueda realizar en este
ámbito son muy significativos.
Trabajo y Empleo
El objetivo principal de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de lograr trabajo decente para
todos, incluye a las personas con discapacidad. Y considera que al promover derechos y dignidad para
las personas con discapacidad, se favorece la realización del potencial de las personas, se fortalecen
las economías y enriquece a la sociedad en general.
Este organismo estima que de los 1000 millones de personas con discapacidad, 750 millones de ellas
están en edad activa. Y si bien algunos tienen un empleo y están totalmente integrados en la sociedad,
como grupo, las personas con discapacidad con frecuencia enfrentan situaciones graves de pobreza y
desempleo.
Para este organismo, cerca del 80% de todas las personas con discapacidad vive en las zonas rurales
de los países en vías de desarrollo y tienen poco o ningún acceso a los servicios que requieren. Por
estas razones, proveer de trabajo decente a las personas con discapacidad tiene un sentido social y
también económico. La OIT calcula que el 80 % de la población mundial con discapacidad se
encuentra desempleada. Por ello implementa acciones orientadas a la empleabilidad y al ejercicio del
derecho a un trabajo decente.
Diversas publicaciones internacionales coinciden en remarcar que hay una estrecha vinculación entre
discapacidad y pobreza y que las bajas tasas de participación en el mercado laboral tienen una
altísima incidencia en ello en una especie de círculo vicioso. Se evidencia que las personas con
discapacidad tienen mayores tasas de pobreza que las personas sin discapacidad y que la mayor parte
de la población en edad de trabajar que sufre pobreza a largo plazo tiene una discapacidad.
Según el Primer Informe Mundial sobre la Discapacidad (OMS 2011) en el mundo del trabajo las
personas con discapacidad registran mayor desempleo y menores ingresos que las personas sin
A finales de 2011, la OIT ha realizado el lanzamiento de una nueva plataforma global para el
intercambio de conocimientos, que vincula los datos de las empresas multinacionales y las
organizaciones que representan a los empleadores con las redes de personas con discapacidad. La red
y el sitio web además ofrecen a las empresas internacionales información sobre cómo incluir el
empleo de las personas con discapacidad en sus planes de trabajo.
El sitio web “Red global de la OIT sobre empresas y discapacidad” (www.businessanddisability.org)
fue presentado en ocasión del Día Internacional de las personas con discapacidad, y representa un
esfuerzo conjunto del Equipo sobre Discapacidad, el Departamento de Conocimientos Teóricos y
Prácticos y Empleabilidad (EMP/SKILLS) y la Oficina de Actividades para los Empleadores (ACT/EMP)
de la OIT.
La Red tiene la intención de ayudar a sus miembros a intercambiar conocimientos e identificar buenas
prácticas; a desarrollar productos y servicios que faciliten la contratación y la permanencia de las
personas con discapacidad; incrementar la pericia sobre temas de discapacidad; y vincular a sus
miembros con las actividades y los socios de la OIT a nivel nacional y a través de sus oficinas locales y
cadenas de suministro.
En el año 2014, la OIT ha publicado Estrategia y plan de acción para la inclusión de la discapacidad
2014-2017. Con el compromiso de promover la justicia social y lograr trabajo decente para las
personas con discapacidad, propone un doble enfoque para la inclusión: Un eje refiere a los
programas o iniciativas específicas para personas con discapacidad destinadas a superar las
desventajas o barreras particulares, mientras que el otro busca garantizar la inclusión de las personas
con discapacidad en los servicios y actividades de carácter general, tales como la formación
profesional, la promoción del empleo, planes de protección social y estrategias para la reducción de la
pobreza.
La CDPD declara en su artículo 27 que “Los Estados Partes deben promover el ejercicio del derecho al
trabajo y adoptar medidas pertinentes, entre otras cosas, para promover el empleo en el sector privado y
velar por que se realicen ajustes razonables en el lugar de trabajo. Los Estados Partes deben emplear a
personas con discapacidad en el sector público”.
De acuerdo a ella, está prohibida toda forma de discriminación en el empleo, promueve el acceso a la
formación profesional, oportunidades de autoempleo y solicita ajustes razonables en los lugares de
trabajo, entre otras disposiciones.
De acuerdo al último Censo que mencionamos antes, respecto a la temática ocupacional, del total de
personas mayores de 14 años con discapacidad (4.701.686), el 47,7% (2.241.897) corresponde a la
población económicamente activa (PEA) y el 52,3% está inactiva. El 44,6% se encuentra ocupado. En
su mayoría, son obreros o empleados (el 60,1%), seguidos por cuentapropistas (27,5%), patrones
(7,5%) y trabajadores familiares (5%). El 68,9% de quienes son obreros o empleados se desempeña
en el sector privado (predominan los jóvenes), y el 31,1% restante son empleados del sector público.
Y la tasa de desocupación es 6,5%. De la población ocupada el 49,2% le aportan o le descuentan su
respectiva jubilación, mientras que al 50,8% restante no. Y del total de inactivos el 71% (1.746.421)
percibe algún tipo de jubilación o pensión.
Sobre este marco normativo y legal se vinieron implementando en la última década a través de
distintos organismos gubernamentales31, diversas acciones tendientes a hacer efectivo el derecho al
trabajo, siguiendo los convenios internacionales y programas de acción mundial vigentes.
De este modo, se fueron promoviendo diversos planes, programas y estrategias nacionales de empleo,
de los que podemos enumerar (OISS, 2012) (Pellizari, 2017):
29 Que ratifica el Convenio Nº 159 de la OIT sobre Rehabilitación Profesional y Empleo (Personas con Discapacidad), 13 de
abril de 1987.
30 Que ratifica Convención Interamericana para la eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas
con Discapacidad, 10 de enero de 2001.
31 La Comisión Nacional de Discapacidad (CONADIS), el Servicio Nacional de Rehabilitación (SNR), la Dirección de
Promoción de la Empleabilidad de Trabajadores con Discapacidad. Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y la
Comisión Nacional Asesora para la Integración de las Personas con Discapacidad, dependiente del Consejo Nacional
Coordinador de Políticas Sociales creada en 2011.
32 Creado por Resolución Ministerial Nº124/11 y reglamentado por Resolución Ministerial Nº 877/11.
2) El “Programa Especial de Formación y Asistencia Técnica para el Trabajo para trabajadores con
discapacidad”33. Cuyo objetivo era brindar a las personas con discapacidad, a través de los organismos
habilitados para tal fin, cursos de capacitación que permitieran incrementar competencias, mejorar
las condiciones de empleabilidad y apoyar la búsqueda de empleo u ocupación. Mediante este
programa se financiaban organizaciones no gubernamentales reconocidas en la problemática de
discapacidad, que desarrollaran acciones de capacitación e inserción laboral. Podían beneficiarse los
trabajadores y trabajadoras desocupados que requirieran adquirir nuevas competencias o mejorar
sus condiciones para la búsqueda y obtención de empleo. También podían hacerlo trabajadores y
trabajadoras ocupados o subocupados que requirieran de nuevos saberes para lograr mayor nivel de
competitividad y profesionalidad. Los proyectos debían estar comprendidos en un programa de
desarrollo local o sectorial que los contenga y potencie, basarse en la articulación y cofinanciación
interinstitucional local y orientarse según la demanda de mercado, dirigiéndose tanto al empleo
privado como al autoempleo. La recepción de los proyectos estaba a cargo de las Gerencias de Empleo.
La evaluación la realizaba la Dirección Nacional de Orientación y Formación Profesional y la Dirección
de Promoción de la Empleabilidad de Trabajadores con discapacidades.
3) El “Programa de Inserción Laboral para Trabajadores con Discapacidad”34. Tenía por objetivo
promover la inserción laboral de los trabajadores con discapacidad en el sector privado, a través del
otorgamiento de mayores incentivos a los empleadores para su contratación. Se beneficiaban de este
programa los trabajadores con discapacidad desocupados en condiciones de ingresar al mercado
laboral competitivo, mayores de 18 años, que no percibían ningún beneficio de la Seguridad Social y
33 Creado por Resolución Ministerial Nº 509/02 y reglamentado por Resolución de la antigua Subsecretaría de
Orientación y Formación Profesional nº 8/04, este programa fue modificado por Resolución de la Secretaría de Empleo Nº
73/10.
34 Creado por Resolución Ministerial Nº 802/2004, extendido al Sector Público por Resolución Ministerial 914/07 y
modificado por las resoluciones ministeriales 343/10, 1440/10 y 625/13.
35 Creado por Resolución Ministerial nº 708/10 y reglamentado por Resolución de la Secretaría de Empleo nº 905/10.
7) “Programa de Empleo Independiente para Personas con Discapacidad” 37. Tenía como objetivo la
inserción laboral autónoma de trabajadores con discapacidad en pequeñas unidades económicas
productoras de bienes y servicios, el desarrollo de las competencias laborales de los trabajadores con
discapacidad que decidían emprender una actividad económica independiente y la articulación local
de los sectores públicos y privados para facilitar el desarrollo y la sustentabilidad de los
emprendimientos productivos asistidos.
Podían ser beneficiarios de este programa los trabajadores con discapacidad adheridos al Programa
“Promover la Igualdad de Oportunidades de Empleo” y los trabajadores con discapacidad
adjudicatarios de la concesión de un comercio pequeño. Los beneficiarios deben ser mayores de 18
años y poseer certificado de discapacidad.
El programa otorgaba un subsidio no reembolsable para emprendimientos individuales o asociativos,
que debe dedicarse a bienes de capital, insumos, acondicionamiento del lugar de trabajo,
habilitaciones, instalaciones de gas o electricidad y/o elementos de seguridad en el trabajo. Los
participantes recibían una ayuda económica mensual. Podía otorgarse, un segundo subsidio no
reembolsable en concepto de refinanciamiento a los emprendimientos productivos que tuvieran una
antigüedad mayor a un año, hubieran cumplido con la rendición de cuentas del primer subsidio,
acreditaran la necesidad de una nueva asistencia económica y se encontraran desarrollando la
actividad para las que se les concedió el primer financiamiento. El programa facilitaba también
asistencia técnica (cursos de gestión de emprendimientos productivos) y acompañamiento.
36 Este programa fue creado por Resolución del MTEySS Nº 937/06 y modificado por las resoluciones ministeriales
(MTEySS) Nº 258/10, 1129/11 y 2449/11. Fue reglamentado por Resolución Reglamentaria Nº 811/06 de la Secretaría de
Empleo y por la Resolución de la Subsecretaría de Políticas de Empleo y Formación Profesional Nº 04/12.
37 Creado por Resolución del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social Nº 124/11 y reglamentado por
resoluciones de la Secretaría de Empleo Nº 877/11 y Nº 1862/11.
38 Creado en 2011 por el Ministerio de Desarrollo Social de Córdoba, contemplaba, entre otras medidas, el otorgamiento
de becas y subsidios a empresas que incorporen por tiempo indeterminado a trabajadores de este segmento. El programa
“Soy Capaz” se instrumentaba a través de tres líneas de acción o Subprogramas: Oficina de Orientación e Intermediación
Laboral para personas con discapacidad. Becas de adaptación y aprestamiento laboral para personas con discapacidad en
empresas e instituciones de la sociedad civil. Subsidio estímulo a la inserción laboral de personas con discapacidad, con
carácter de ayuda económica no remunerativa a las empresas e instituciones privadas o gubernamentales, que incentiven
bajo la forma de contrato de trabajo por tiempo indeterminado, la incorporación de personas con capacidades diferentes a
puestos de trabajo vacantes o nuevos.
39 En colaboración entre FuSaT (Fundación Social Aplicada al Trabajo) y la agencia de Promoción de Empleo y Formación
Profesional del gobierno de la Provincia de Córdoba, en virtud de un convenio de cooperación suscripto por ambas
entidades. Este programa, que contaba con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo – Fondo Multilateral de
Inversiones (BID-FOMIN), buscaba fortalecer las capacidades laborales de sujetos con discapacidad y mejorar su inserción
laboral, económica y social. El programa preveía actividades de selección y diseño de programas de capacitación
A estas políticas y experiencias se sumaban otras medidas de fomento del empleo de personas con
discapacidad tanto en lo público como privado, entre las que se destacan la obligación de ocupar la
proporción no inferior al 4% del total del personal de los organismos públicos y reparticiones del
Estado nacional, por sujetos con discapacidad que acrediten la condición para cubrir el cargo,
cualquiera sea la modalidad de contratación. Las vacantes producidas debían obligatoriamente ser
informadas junto a una descripción del perfil del puesto a cubrir al MTEySS, que actuaría, con la
participación de la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas Discapacitadas, como
veedor de los concursos.
Los organismos intervinientes en los procesos de selección de postulantes para la cobertura de
vacantes, definían y utilizaban criterios de selección que se orientaban hacia las aptitudes,
conocimientos y capacidades específicas consideradas esenciales para las funciones del puesto
vacante, y debía verificarse que no sean motivo de exclusión de las personas con discapacidad,
buscando garantizar el principio de no discriminación y la equiparación de oportunidades para todos
los postulantes. La incorporación debía ser implementada mediante la instrumentación de
adaptaciones al puesto pudiendo requerirse asistencia a la Comisión Nacional Asesora para la
Integración de las Personas con Discapacidad y al MTEySS, la asistencia técnica y las acciones de
capacitación necesarias.
Otros servicios que acompañaban son las ofrecidas desde las Unidades para Personas con
Discapacidad y Grupos Vulnerables del MTEySS, donde funcionaban Oficinas de Empleo para Personas
con Discapacidad con el objetivo de constituirse en espacios de acercamiento entre trabajadores con
discapacidad y empresas privadas y públicas que demandaran sus servicios, con el fin de insertar
laboralmente a los trabajadores con discapacidad mayores de 18 años, con CUD nacional o provincial.
La Oficina de Empleo prestaba asesoramiento a empresas, instituciones y particulares acerca de los
beneficios y descuentos impositivos asociados a la contratación de personas con discapacidad,
organizaba encuentros de sensibilización sobre la temática de la discapacidad, desarrollaba análisis y
evaluaciones de puestos de trabajo, realizaba entrevistas laborales a personas con discapacidad,
efectuaba la búsqueda y selección de perfiles entre las personas con discapacidad entrevistadas y
llevaba a cabo el seguimiento de las personas incorporadas a las empresas.
Desde 2007 la Oficina de Empleo para Personas con Discapacidad trabajaba conjuntamente con las
oficinas de empleo municipales que conformaban la Red de empleo, ofreciendo:
a) A los trabajadores con discapacidad
• Elaboración del perfil laboral mediante una entrevista en profundidad.
• Orientación profesional.
orientados a la inclusión laboral, acompañamiento y evaluación de procesos de capacitación, y ajuste de los programas de
acuerdo a su desempeño, entre otros.
40 Preveía que los jóvenes con discapacidad percibieran a través de becas o contratos un salario y las empresas que
adhieran tendrán la responsabilidad de capacitarlos, logrando su experiencia y la posibilidad concreta de reinsertarse
laboralmente ya sea en esa o en cualquier otra empresa de las mismas características.
41 Preveía la planificación e instrumentación de actividades de capacitación y sensibilización que promuevan y garanticen
la inclusión laboral y la contención de las personas con discapacidad. El programa, que se enmarcaba en el Convenio
firmado entre el Consejo Provincial de la Discapacidad (CoProDis) y el Instituto Provincial de Administración Pública
(IPAP), proveía los espacios para que los alumnos a punto de egresar de escuelas secundarias especiales y los trabajadores
con discapacidad puedan concurrir a talleres de formación ocupacional.
A su vez estas propuestas se encontraban respaldadas por la creación del Sistema de Búsqueda y
Registro de Postulantes con Discapacidad creado a partir del Decreto 312/2010. Los postulantes eran
inscriptos en dicho registro a los efectos de poder participar en los procesos de selección de los
puestos vacantes publicitados por el MTEySS.
Todos los organismos tenían la posibilidad de acceder a este sistema para realizar búsquedas de
personas con discapacidad a fin de seleccionarlas para cubrir diferentes puestos laborales.
Otras medidas comprendían incentivos a empresas privadas que contrataran personas con
discapacidad (dentro del marco legal vigente). Los incentivos podían ser deducciones de impuestos a
las ganancias, eximiciones de aportes patronales y jubilatorios, y créditos para la eliminación de
barreras arquitectónicas.
También en la última década desde la seguridad social y el Ministerio de Desarrollo Social los
beneficios de pensiones por discapacidad en el sistema público y las prestaciones del Régimen de
Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales (por incapacidad temporal, permanente o
incapacidad parcial o gran incapacidad) como también pensiones no contributivas por discapacidad
(Ley nº 18.910 y al Decreto nº 432/1997), Asignación Universal por hijo, Asignación por cónyuge con
discapacidad y medidas adicionales para facilitar el trabajo de las personas con discapacidad, como
por ejemplo, el teletrabajo.
En 2012, por Resolución nº 147 del MTEySS, se creó, en el ámbito de la Secretaria de Empleo, la
Coordinación de Teletrabajo, con los objetivos de promover, monitorear y propiciar la generación de
condiciones de trabajo decente para los teletrabajadores, y coordinar la red de empresas
comprometidas en teletrabajo, conformando un marco propicio para la cooperación en los niveles
nacionales y regionales, respecto del intercambio de aprendizajes, investigaciones y buenas prácticas
de teletrabajo promoviendo la implementación de plataformas de teletrabajo en el ámbito privado.
Para el cumplimiento de los objetivos antes referidos y en atención a la ausencia de una regulación
legal para este nuevo modo de organización del trabajo, se creó el Programa de Promoción del Empleo
en Teletrabajo (PROPET), para promover y facilitar la aplicación del Teletrabajo en empresas del
sector privado, a través de herramientas que brinden seguridad jurídica a ambas partes de la relación
laboral y que permitan monitorear el desarrollo de la modalidad dentro del contexto laboral a
distancia en el marco del trabajo decente.
El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social impulsó asimismo el Programa de Capacitación en
Teletrabajo, que se focalizo en distintos segmentos poblacionales: personas con discapacidad, jóvenes
de 18 a 24 años en búsqueda de su primer empleo y mayores de 45 años en búsqueda de la
reinserción ocupacional. La capacitación, que duraba aproximadamente 5 meses, consistía en la
adquisición de competencias en el uso de las herramientas TIC y la modalidad de teletrabajo. Una vez
finalizados los cursos de capacitación se promovía la incorporación de los participantes al mercado
laboral, ofreciendo incentivos financieros diferenciales a las empresas que contraten sujetos con
discapacidad por tiempo completo o tiempo parcial.
La Fundación PAR43, promueve la inclusión social, laboral y educativa. Cuenta con padrones de sujetos
con discapacidad motora o sensorial que buscan trabajo. Desde la Fundación se las capacita, orienta, y
se efectivizan estrategias para alentar a potables empleadores a sumar a sujetos con discapacidad.
El Programa de Oportunidades para el empleo a través de las tecnologías en las Américas (POETA) de
CILSA44 constituye otra experiencia muy rica en la inclusión laboral.
Desde el sector privado, la consultora de contratación de personal, Adecco45, cuenta con el programa
Discapacidad & Habilidades. Sustentado en la filosofía de la responsabilidad social empresaria (RSE)
contribuye desde 2006, a que distintas empresas que trabajan con la consultora de empleo, asuman
“una actitud de compromiso para la incorporación al mundo laboral de personas con discapacidad,
para que confíe en sus capacidades, y se les ofrezca la oportunidad de demostrar su validez”.
42 www.faica.org.ar
43 www.fundacionpar.org.ar
44 https://www.cilsa.org/paginas_php/ot/4485/index.html
45 http://www.adecco.com.ar/sustentabilidad/ejes-de-trabajo/inclusion-laboral-de-grupos-vulnerados/
Diversos estudios (Égido, 2009. Pallisera, 2011.Villa Suñe, 2012. Becerra, 2012. Mascayano Tapia,
2013. Fullana Noel, 2015) subrayan cómo la inserción laboral y el acceso al mercado productivo son
claves para la plena integración de las sujetos con discapacidad intelectual o mental. A la vez que la
actividad laboral juega un rol importante en la recuperación de personas que padecen alguna
alteración mental discapacitante. En torno a ello existen distintas modalidades y estrategias de las
cuales podemos distinguir en 2 categorías:
Se subdivide en:
a) Empleo protegido (Sheltered Work). Concebido para sujetos con discapacidad en empresas que
cumplen determinadas características orientadas a facilitar la incorporación de trabajadores con
discapacidad al mercado laboral. El objetivo principal de este tipo de empleo es la realización de un
trabajo productivo, la participación en actividades acordes y la remuneración por la actividad. Este
tipo de empleo ha sido diseñado para sujetos que presentan enfermedades mentales graves, un bajo
nivel de funcionamiento social y que adolezcan de una preparación suficiente como para participar en
espacios laborales normalizados.
Bajo esta categoría podemos encontrar los abordajes de fomento laboral como Clubhouses46,
programas de colocación laboral diversificada47 y otras estrategias de fomento vocacional incluidas en
los programas de rehabilitación psiquiátrica.
A través de ello lo que se busca es asegurar un empleo remunerado a todo aquel que,
independientemente de la causa de discapacidad, no puedan acceder a un empleo normalizado; e
intentar preparar a estas personas para un posible acceso al mercado ordinario. Buscando mayor
bienestar, disminución de recaídas y hospitalizaciones y aumento de la autonomía y funcionalidad.
b) Empresas sociales (Social Firms). Las mismas tienen su origen en los años 60´ Italia y ha proliferado
por Europa, EEUU y Asia. Se caracterizan por un origen solidario, permitiendo el acceso a un empleo
para sujetos con discapacidad. Organizando plantillas laborales conformadas por un 20 a 50% de
empleados con discapacidad y las remuneraciones se calculan sobre una tasa base de productividad.
En estas instituciones48 se intenta integrar el factor económico con el factor social. En dichas
empresas se evalúan las limitaciones y necesidades de cada sujeto. A partir de estas evaluaciones se
planifica un programa de inserción laboral personalizada, para la adquisición de habilidades
suficientes para lograr el acceso al mundo laboral. Para lograr esto último se ha comprobado que la
Una característica clave es el apoyo en el puesto de trabajo. Existiendo distintos niveles dependiendo
de las necesidades, del entorno y del momento. Pueden ser apoyos intermitentes, limitados, extensos
y/o generalizados. Otra de las características es la planificación centrada en la persona basado en los
intereses, motivaciones y habilidades). Y en condiciones de igualdad (El sujeto se integrada en puestos
de trabajo dentro de empresas competitivas en el mercado laboral en las mismas condiciones que el
resto de sus compañeros). Por ello una de la modalidades más difundas es el empleo con apoyo
individualizado (Individual placement and support).
Al igual que en los otros ámbitos, en los diversos programas, servicios y organizaciones dedicados al
acceso laboral, las intervenciones de un orientador vocacional son de gran importancia, siendo que
muchas veces, las actividades de orientación son llevadas adelante por idóneos, legos o profesionales
ajenos a la problemática.
Es a partir de la situación posterior a la Segunda Guerra Mundial que se comenzó a dar un giro más
importante al tema sobre todo por la necesidad de rehabilitación de los inválidos y víctimas de la
guerra y la falta de formación y trabajo adecuados para las generaciones más jóvenes. En función de
ello la OIT tomó la iniciativa con la adopción de la Recomendación núm. 87 sobre orientación
vocacional (1949).
Por otra parte el primer evento profesional importante que tuvo entre sus temas, el de las personas
con discapacidad, tuvo lugar en Florencia/Montecatini, Italia (20-30 de abril de 1953) conocido como
el primer seminario de AIOP que atrajo a 104 delegados de 16 países. Los representantes de la OIT y
del Consejo de Europa contribuyeron con sus puntos de vista sobre las medidas para un mayor
desarrollo de la orientación vocacional. La conferencia aprobó las conclusiones de política y las
recomendaciones profesionales en un documento común y adoptó oficialmente la Recomendación de
la OIT sobre Orientación Vocacional No. 87 (1949) como una guía para la Asociación.
El siguiente Seminario Internacional en Bonn tuvo una duración de siete días e incluyó los siguientes
temas: la situación internacional de la orientación vocacional a la luz de la Recomendación No.87 de la
OIT de 1949; retomó entre otros tantos temas el de la orientación vocacional aplicada a casos de
rehabilitación y discapacidad. A estas referencias se suma la recomendación N° 99 de 1955 sobre
rehabilitación vocacional de la OIT, que son las que guiaron las intervenciones y políticas de la época.
Otra referencia es cuando la Asociación Internacional de Orientación Educativa y Profesional, junto
con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Israel, la entonces AIOP organizó un 4to seminario
en Jerusalén (22 de agosto de 1960) que fue preparado por el pionero de la orientación israelí Dr. Zev
Sardi y al que asistieron 192 participantes (46 delegados provenientes de otros 14 países). Se trató de
la Orientación Vocacional para personas con discapacidad. Las actas, conclusiones y recomendaciones
de los grupos de trabajo se publicaron en tres idiomas como AIOP Bulletin No. 549.
49 Jenschke, Bernhard. History of IAEVG 1951 - 2011. Chronicle, Policies and Achievements of the Global Guidance
Community. Bielefeld 2012.
También podemos resaltar como tempranamente en Argentina se intentó abordar el tema a través de
algunas experiencias concretas:
● 1937 en Buenos Aires, Asociación de Orientación al Inválido AOI, que evaluaba, orientaba y les
conseguía trabajo a las personas con discapacidad.
● 1959 se organizó en Argentina un Centro de Rehabilitación Profesional, asesorado por la OIT,
que utilizaba test proyectivos como complemento a la evaluación ocupacional.
● Década del 60´en el Museo Social Argentino funcionó un Gabinete de Orientación Profesional,
para personas con discapacidad; tenía además un servicio de rehabilitación profesional.
Lamentablemente existe muy escasa bibliografía que nos permita dar un mayor esclarecimiento sobre
los modos de abordaje de la discapacidad desde el campo de la Orientación Vocacional aunque
podemos inferir el sesgo desde el que se podría abordar atendiendo los discursos hegemónicos de la
época. Sí merecen recordarse aquí los esfuerzos realizados por otros colegas hace unas décadas50 por
abordar la problemática. El trabajo de Cecilia Cirulli de Impini51 es un excelente ejemplo de ello.
50 Me refiero a los esfuerzos realizados por Sergio Rascovan, Cecilia Impini (APORA) y Liliana Pantano (CONADIS).
51 Cirulli de Impini, Cecilia: “Orientación y Discapacidad” en Orientación Vocacional. Aportes para la formación de
Orientadores. Sergio Rascovan (Compilador) Ediciones Novedades Educativas 1998.
“… la presencia de una discapacidad puede alterar los supuestos subyacentes a la teoría y comprometer
la plena aplicabilidad de la teoría a las personas con discapacidad”.
Las teorías
• Suponen que todos estamos expuestos constantemente a elecciones de carrera… (sin embargo
no es la experiencia de personas nacidas con discapacidades físicas graves).
• Enfatizan en la toma de decisiones… (sin embargo los jóvenes con discapacidades mentales,
deficiencias cognitivas o discapacidades del desarrollo carecen de este tipo de experiencias)
• Suponen el desarrollo del auto-concepto… (sin embargo en las personas con discapacidad está
atravesado por la edad de inicio, el tipo de discapacidad, la percepción de la discapacidad y el
género).
El ciclo vital estará condicionado. Distinto será si la discapacidad es adquirida desde el nacimiento o
más adelante, si es temporal o crónica, el tipo de discapacidad, tempranamente afecta deseos y
expectativas de futuro, mas tardíamente interrumpe plan de carrera.
Las enfermedades crónicas son hoy las patologías dominantes de nuestra sociedad. Representan el
63% todas de las muertes en el mundo. La OMS la define como: "cualquier enfermedad que causa
problemas de salud que requieren atención continua durante varios años, incluso décadas".
“Las patologías crónicas cubren una amplia variedad de condiciones, de gravedad variable y fluctuante,
generalmente con una evolución lenta. Comparten un tratamiento a largo plazo y, al hacerlo, afectan la
calidad de la vida diaria. Están relacionados con el envejecimiento, el estilo de vida y las predisposiciones
genéticas. Se distinguen de las enfermedades agudas por su cronicidad, la alternancia de períodos
críticos y períodos de estabilidad y la imprevisibilidad de su evolución. No implican necesariamente,
como en las enfermedades agudas, una suspensión de la vida profesional” (Mezza, 2017). Producen una
ruptura biográfica y diversas transformaciones (Mezza, Lhullier & Loarer, 2016)
En la esfera psíquica:
Modifican la concepción de sí mismo,
Trastornan la identidad,
Transformaciones físicas:
Producen afectación corporal,
Modifican la relación con los demás,
Desorganizan la vida social,
Producen una doble experiencia de alteridad (antiguo yo / otros no enfermos)
Transformaciones de las relaciones con el trabajo:
Produce una ruptura de la actividad profesional
Transformaciones en la relación con el tiempo:
Cuestiona la proyección a futuro y las prioridades en la vida.
Cuando un profesional de la orientación vocacional es consultado por un/a joven con discapacidad
puede implícitamente…
• Ubicarse en saber en el lugar del otro
• Tener miedo a ser un profesional incompetente
• Anticiparse a tomar un test sin analizar la situación real
• Sentir reclamo por demanda de expertise (de parte de otra institución, de familiares, del
consultante)
• Demandado por deseos de terceros (que acuerdan o que están en contra)
Siendo nuestra tarea “ayudar a formular un proyecto de vida” el orientador no puede dejar de
preguntarse… ¿Es más bien un experto que realmente evalúa y describe las fortalezas, debilidades y
potencialidades de un consultante que observa desde el exterior? o ¿Es más un acompañante que
“la función principal de los asesores de carrera consiste en ayudar a los estudiantes con discapacidades a
ayudarse a sí mismos. (…) el objetivo de proporcionar orientación debe ser ayudar a los estudiantes
gestionando su propio desarrollo de carrera. Este enfoque permitirá a los estudiantes con discapacidades
desarrollar las habilidades necesarias para promover su desarrollo profesional no solo en la universidad
sino también a lo largo de sus vidas” (M. Schaefer Enright, L. M. Conyers & E.M. Szymanski, 1996).
Una de las funciones más importantes que los orientadores pueden desempeñar en la vida de los
estudiantes con discapacidades es alentar la exploración de carreras, independientemente de los
impedimentos relacionados con la discapacidad. Para desempeñar este papel de manera efectiva, los
orientadores deben familiarizarse con los problemas comunes que enfrentan los estudiantes con
discapacidades tanto en el proceso de búsqueda de empleo como una vez en el trabajo. Entre los
temas más destacados se encuentran
(a) divulgación de la discapacidad
(b) Acomodación en el lugar de trabajo
(c) barreras laborales.
Las carreras potenciales no deben desanimarse sin una consideración exhaustiva de las posibles
acomodaciones
• Los orientadores que trabajan con estudiantes universitarios con discapacidades deben
evaluar sus propias percepciones y actitudes sobre las personas con discapacidades para evitar
generalizaciones y perpetuar conceptos erróneos.
• Los estudiantes con discapacidades no forman un grupo homogéneo de personas con
necesidades similares (o dentro de un tipo determinado de discapacidad). No hay dos
individuos que tengan las mismas experiencias de vida o reaccionen al mismo grado de
discapacidad de la misma manera.
• el tema más crítico es entender cómo los estudiantes perciben su discapacidad en relación con
sus habilidades y aspiraciones para el futuro.
• Los orientadores pueden marcar una diferencia real en la vida de los estudiantes con
discapacidades al alentar sus intereses en una variedad de carreras. Una de las funciones más
importantes que pueden desempeñar los asesores es la de un facilitador, alguien a quien los
Finalmente en los últimos 15 años podemos observar como se viene ampliando el estudio de la
problemática desde diversas perspectivas teóricas a partir de profesionales de la orientación como
Jöelle Mezza y Catherine Bon en Francia; Sara Santilli, Laura Nota, María Cristina Ginevra y Salvatore
Soresi en Italia; Ellen Fabian, Roxana Pebdani, Robert Lent, Sherri Turner, Richard Luecking, Michael
Wehmeyer, David Strauser, John Kosciulek y Wendy Coduti en EEUU, Sarah Martin-Roy y Francine
Julien-Gauthier en Canadá, etc… pero que por razones de tiempos y espacio no podemos abordar aquí.
Como venimos diciendo, para pensar la problemática de la discapacidad como un colectivo posible y
necesario de ser abordado por la orientación vocacional, debemos pensar un movimiento del destino
al proyecto. Un movimiento que va del destino, de un lugar asignado, al proyecto, a la posibilidad de la
construcción de un lugar propio. Y plantearnos algunos interrogantes. Interrogantes que demandan
pensar nuevas formas de abordar y generar otras prácticas con nuevos efectos.
Y para poder hablar de ello quiero que retengan al menos cuatro conceptos: destino, proyecto,
elección y lazo social.
Lo que intentaremos con ellos, es pensar algunos elementos a tener en cuenta para el
acompañamiento de los jóvenes con discapacidad, en la transición que va de la escuela a la vida adulta.
Una mirada sobre la discapacidad desde la orientación vocacional pensada desde un otro lugar nos
permita reconocer ciertos puntos de encuentro.
Discapacidad y exclusión social son categorías muy relacionadas. Por un lado, están las personas con
deficiencias y problemas de salud, y por otro, aquellos sectores que por múltiples impedimentos, ya
Actualmente aparece con claridad que la Orientación Vocacional es un campo que, en su complejidad,
sólo puede ser abordado con el auxilio de diversas disciplinas. Y por su objeto de estudio, se encuentra
interpelada por la problemática de la transición a la vida adulta de las personas con discapacidad, por
como construyen sus proyectos de vida, en una sociedad que aún les impone diversas barreras.
Resulta significativo entonces formar a los nuevos profesionales en una mirada que no disloque lo
individual de lo social, y que tenga en cuenta que existe una dimensión ética en el tratamiento de las
problemáticas vocacionales.
El orientador debería tender a facilitar que todas las personas tengan la posibilidad de insertarse en el
mundo como sujetos capaces de construir, de narrar, de historizar su propia vida, proyectándose al
futuro desde los estudios, el lugar de trabajo y la producción de la cultura. Para ello la Orientación
Vocacional debe desembarazarse de toda idea de ajuste social. Más bien deberíamos partir de
conceptualizar los problemas vocacionales como situaciones existenciales irreductibles a lo social y a
lo individual por separado, articulando conceptos y prácticas que den respuesta a los cambios que se
desarrollan en la escena social, el mundo del trabajo, la realidad de las instituciones y al interior de las
subjetividades.
En un artículo que publique52 propongo cinco principios o imperativos rectores a un posible abordaje
de la discapacidad. Los mismos no pretenden ser presuntuosos ni mucho menos. Ni tampoco erigirse
como ideas incuestionables. Sería pretencioso y arbitrario. Sencillamente creo que tenerlos en cuenta
aportaría a la ruptura –ayudaría a crear llaves disruptivas– a los circuitos discapacitantes que operan
en lo social y subvertirían algunas concepciones arraigadas y naturalizadas y a poner en cuestión los
discursos cerrados en torno a la discapacidad. Teniendo en cuenta la importancia que han adquirido
los nuevos modelos y paradigmas de la discapacidad, emergentes a partir de la Convención, centrados
en revertir las condiciones de un contexto discapacitante, conjeturo útil soliviantar a que quien
trabaje o se aboque a la tarea de realizar intervenciones en la problemática tenga presente:
52 Enrique Sergio “Más allá del déficit. Cinco principios posibles para el abordaje de la discapacidad” en Rocha Marcelo &
Enrique Sergio (2014) Discapacidad: Deporte, arte y vida independiente. Las oportunidades en juego. Laborde Editorial,
Rosario.
¿Qué le aporta el campo de la Orientación Vocacional al campo de la Discapacidad? ¿Las personas con
discapacidad son pensadas como capaces de dirigir su propia vida, ser autónomas en su pensamiento
y en sus deseos? ¿Son pensadas como capaces de autodeterminarse y elegir libremente?
53 Silverkasten Marcelo La construcción imaginaria de la discapacidad. Una excusa para una articulación discursiva. Revista
Topía, Bs. As. noviembre 2005.
54 Marcelo Rocha y Hugo Perilli Vivir en la discapacidad. Estructura subjetiva e imaginario social, UNR Editora, Mayo 2008.
De esta definición ciertamente corrosiva, debemos derivar un primer elemento e incluso aseverar que
durante mucho tiempo este derecho a elegir su futuro estuvo -y aún está en buena medida-,
expropiado para los jóvenes con discapacidad. Si observamos bien, vemos que incluye a todos sin
excepciones. Entonces, primer punto a remarcar: todo sujeto (porte o no una discapacidad) tiene
derecho a elegir su futuro. Es una posición ética que privilegia la singularidad de cada sujeto y respeta
su lugar, el de responsable de sus actos y de sus elecciones.
d) Permitir que las personas con discapacidad tengan acceso efectivo a programas generales de
orientación técnica y vocacional, servicios de colocación y formación profesional y continua;
e) Alentar las oportunidades de empleo y la promoción profesional de las personas con discapacidad en
el mercado laboral, y apoyarlas para la búsqueda, obtención, mantenimiento del empleo y retorno al
mismo;
k) Promover programas de rehabilitación vocacional y profesional, mantenimiento del empleo y
reincorporación al trabajo dirigidos a personas con discapacidad.
Asimismo en el Programa de Acción para el Decenio de las Américas por los Derechos y la Dignidad de
las personas con Discapacidad 2006-2016 aprobado en abril de 2007 por la Organización de los
Estados Americanos (OEA) se expresan aspectos complementarios a la Convención:
En el apartado sobre educación en el inciso C dice: Asegurar que las personas con discapacidad tengan
acceso general a la educación superior, la formación profesional, la educación para adultos y el
aprendizaje durante toda la vida sin discriminación y en igualdad de condiciones con los demás. A tal fin,
los Estados asegurarán que se realicen ajustes razonables para las personas con discapacidad.
Por su parte la OEA (2016) a través del Programa de Acción para el Decenio de las Américas por los
Derechos y la Dignidad de las personas con Discapacidad 2016-2026 expresa aspectos complementarios
a la CDPCD en términos de acceso a la educación superior y a la formación profesional en igualdad de
condiciones, siendo el asesoramiento vocacional y la orientación profesional una prestación
estratégica
55 Bohoslavsky R. “Orientación Vocacional. La estrategia clínica”. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, 1982, página 35.
Si pensamos esto último ¿Qué ofertas socioculturales tiene para optar un joven con discapacidad? ¿A
qué objetos vocacionales puede anudar la singularidad de su deseo?
De lo que se trata es de que la elección sobre qué hacer en la vida y cómo hacerlo no debe responder a
los “casilleros” previamente establecidos. Antes bien, el proceso de elección sobre qué hacer supone
una búsqueda que no se restringe a lo que la sociedad tiene preparado para cada sujeto. La elección,
de esta manera es o podría serlo, creación, invención, búsqueda.
Entonces la búsqueda vocacional es incesante y en cierta medida imposible, no se detiene, ya que no
hay un objeto que satisfaga absolutamente al sujeto. La vocación no es (si se la toma como proceso
acabado), es un ser siendo como proceso abierto, indefinido, contingente. Entendida de este modo,
como algo que se va construyendo-deconstruyendo-reconstruyendo a lo largo de la vida, como algo
que se mantiene, pero que al mismo tiempo cambia, la vocación sí existe, y podemos desarrollarla,
enriquecerla, reorganizarla.
Las actividades, las ocupaciones, los trabajos, los empleos son medios para desplegar lo que
podríamos llamar genéricamente deseo vocacional, en tanto fuerza, energía que nos inclina sobre
determinados objetos, y no sobre otros. Muchas veces se confunde la vocación con una profesión u
ocupación. Sostener esto significaría pensar de una manera muy mecánica el fenómeno.
En realidad, afirmar que una persona tiene vocación para una única carrera, ocupación, profesión
sería casi un disparate. Sí, se podría reconocer la inclinación o preferencia por determinado tipo de
actividades. Lo que sobreviene a una preferencia es siempre un tema de elección, que conlleva la toma
Ahora bien, cuando tratamos de pensar la problemática vocacional en personas con discapacidad,
dependiendo del tipo, debemos tener en cuenta que (Rocha, 2010):
El proyecto de transición a la vida adulta y activa, de orientación personal y de inserción laboral es,
junto con la construcción de una identidad propia, una tarea crítica en la adolescencia y la juventud de
cualquier sujeto (discapacitado o no). Siguiendo a Boutinet podemos decir que el proyecto de un joven
puede ser de tres tipos que están conectados entre sí:
- Proyecto escolar. Es un proyecto de formación a corto plazo que está relacionado con el tipo de
estudios o itinerarios formativos que el joven debe elegir. Normalmente este proyecto es previo a los
dos siguientes y es más fácil de elaborar ya que es un tema más conocido para el joven.
- Proyecto profesional. Es un proyecto a medio plazo de orientación e inserción profesional. El joven
contempla una profesión o un campo profesional del que debe informarse para conocer los diferentes
itinerarios formativos, así como los caminos de realización posibles. La inserción profesional lleva
pareja la inserción social. Podría considerarse también como una forma de proyecto profesional el
proyecto emprendedor de autoempleo.
- Proyecto personal. Es un proyecto de vida a largo plazo. Se expresa en términos de desarrollo
personal, de autorrealización, de valores a defender, de la razón de vivir y de estilo de vida.
Entonces, con todo lo dicho debemos afirmar que los momentos de transición son un momento
privilegiado en el que se expresa la pregunta por el deseo. En la pregunta por la vocación se expresa la
alteridad constitutiva del sujeto. Aquello que podemos denominar como la inscripción de un deseo en
el campo del Otro.
Si tenemos en cuenta que esta inscripción se encuentra fuertemente dificultada por las características
de la época donde los procesos de filiación y de lazo social se encuentran fragilizados, fragmentados;
elegir un oficio, una carrera, un trabajo, seguir un ideal, son modos de inscribir un deseo en el campo
del Otro… de enlazarse al Otro. Pero para esto, es necesario crear nuevos dispositivos que alojen
sujetos y para que algún lugar sea posible inventar. Y que así puedan encontrar, otros modos de
sociabilidad. Y si de jóvenes con discapacidad se trata, considero que es un deber ético crear nuevos
dispositivos donde trabajar estas cuestiones; tanto cuestiones ligadas a la filiación, como lo que hace a
lugares de pertenencia que propicien el lazo social, que les permitan tomar la palabra, que rompan las
barreras sociales existentes, que permitan tejer redes sociales, que le devuelvan el control de sus
vidas, la participación y el protagonismo en la búsqueda activa de los propios intereses.
Así como también, espacios donde el sujeto pueda encontrar un reconocimiento simbólico, tanto de lo
que le ha tocado vivir, como aquél, que propicie el armado de un proyecto futuro y la posibilidad de
concretarlo. Y la orientación debe incluir a todos los sujetos sin excepciones.
Ahora bien, como bien remarca Rocha, distinto será abordar la pregunta por la vocación en sujetos sin
compromiso intelectual que en sujeto con compromiso intelectual. Para este autor, en el caso de los
primeros, en los casos en los cuales existe posibilidad de eleccion (discapacidades donde el
impedimento no sea obstaculo en el area pedagogica), la eleccion o la decision estara condicionada
por la reedicion de las marcas que el estado de discapacidad haya dejado en el sujeto. Estas se
pondran en juego sistematicamente dirigiendo al orientado hacia una eleccion determinada, que en
algunos casos podra verse como un tipo de elección reparadora (Bohoslavsky ha desarrollado esto).
Mientras que para los segundos, la orientación operará más bien como una práctica que apuesta a un
Consideraciones finales
Desde la orientación vocacional solemos hablar de la elección como una encrucijada. Bauman aclara
que estar en las encrucijadas es el modo de existir en la sociedad humana. Y afirma: “El futuro difiere
del pasado precisamente en que deja amplio espacio para la elección y la acción humanas. Sin elección
no hay futuro: incluso cuando lo que se elige es no elegir, y se opta por ir a la deriva. Sin acción
tampoco hay futuro, aun cuando la acción siga las pautas habituales y no admita la posibilidad de ser
diferente de lo que es. Es por esa razón que el futuro es siempre un “no todavía”, incierto, de final
abierto”.
57 Rocha Marcelo “Orientación Vocacional y discapacidad. Una práctica posible”. En Revista Novedades Educativas N° 246
año 2010.
58 Rey Liliana “La Orientación ¿Es una intervención posible?”. En Revista Novedades Educativas N° 246 año 2010.
59 Pantano Liliana “Enfoque social de la discapacidad”. En Revista Novedades Educativas N° 246 año 2010.
Historias como la de Pablo debe haber seguramente muchísimas más por todas partes pero hay algo
que él menciona que quiero remarcar respecto a que deben hacer quienes lo acompañan: “lo primero
es confiar en sus posibilidades”.
Para quienes no conozcan a Pablo, los invito a que lo vean en su vocación actoral en
la película española “Yo también” (2009). Por su actuación fue galardonado con el
premio Concha de Plata al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de San
Sebastián en 2009. Y desde este link pueden disfrutar de una charla TED del año
2013 “El reto de aprender”.
También los invito a que vean el cortometraje animado “Cuerdas”61 del director
Pedro Solís. Dicho film recibió el Premio Goya 2014 y anuda discapacidad, educación
y vocación de una forma maravillosa.
Rastreen la historia de Nicholas James Vujicic62, actor del cortometraje “El circo de la
mariposa” (2009). O vean la historia de Cristian Mariano Deppeler “el vegetal”63. O la
de Lujan Rodríguez quien padece parálisis cerebral y está por graduarse en
Psicopedagogía en la UNSE64. La de Noelia Garella65 primera maestra de nivel inicial
60 Rascovan Sergio (2013) Prólogo al libro de Rocha Marcelo (2013) Discapacidad, Orientación Vocacional y proyectos de
vida. El desarrollo de la autonomía. Laborde Editorial, Rosario, Argentina
61 Link donde es posible verlo on-line http://www.nacion.com/ocio/cine/Cuerdas-cortometraje-ganador-Goya-
YouTube_0_1397660430.html
62 Link disponible: http://es.wikipedia.org/wiki/Nick_Vujicic
63 Link disponible http://www.youtube.com/watch?v=Y9ts5Qf5RFA
64 Link donde es posible leerla la nota: http://www.nuevodiarioweb.com.ar/nota/locales/529424/desafio-ir-mas-alla-
posibilidades-fisicas.html
Muchas veces ante esta problemática escuchamos o decimos “no estoy preparados para”, “no sé del
tema” o “no sé qué hacer”. ¿Qué puede entenderse de estas afirmaciones? Aquí coincido plenamente
con Carlos Skliar quien plantea que es imposible saber, sentirse o estar preparado para aquello que
pudiera venir. Más que estar preparados, anticipados a lo que vendrá (que nunca sabemos del todo),
se trata de estar disponibles y ser responsables. Esta es una dimensión ética. Nos advierte que estar
preparado quiere decir anticipar lo que vendrá y prefabricar lo que se hará. En todo caso de lo que
habría que hablar es de estar predispuesto, “estar disponible”, sobre todo en el sentido de acrecentar,
multiplicar, diversificar la idea del orientado tradicional como así también de acrecentar, multiplicar,
diversificar la idea de una orientación ampliada. Esto supone la necesidad de una revisión profunda de
los saberes heredados y nuestro desempeño profesional.
No está de más repetir mentalmente aquí la definición de ética de Bohoslavsky que mencionábamos
antes. Entonces tal vez (no tengo certeza) una orientación posible sea producir una acogida, una
bienvenida, un gesto de hospitalidad a ese otro que nos interpela.
Si jugamos con la frase de Bauman que mencionamos antes, podemos afirmar que sin habilitar la
posibilidad de elección en jóvenes con discapacidad no hay futuro, y sin acciones que acompañen a
estos jóvenes tampoco hay futuro. Habilitar la búsqueda de un proyecto posible constituye un gesto
que rehabilita la dimensión del provenir. Y creo que eso es algo que debe operar a priori, rompiendo
viejos paradigmas excluyentes, haciendo posible que todxs podamos convivir en comunidad,
garantizando derechos y permitiendo la construcción de proyectos de vida, transformando,
imaginando y luchando por la construcción una sociedad más justa e igualitaria…
Posicionamiento ético
• Reconocer al otro en tanto otro. Como un enigma, como un semejante y diferente a la vez.
• Abandonando toda imagen predeterminada y prefijada del otro.
• Dejando de lado cualquier supuesto saber acerca del otro.
• Limitando toda “vocación ayudadora” que lo impotentice, que lo ubique como necesitado.
• Restituyendo la posición de sujeto de/con derecho a elegir.
• No condenar a nadie en la reproducción de su pasado, su lugar de origen o asignado.
• Asumir una actitud posibilitadora.
• Alojar al otro reconociéndolo en su diferencia, y alteridad.
65 https://youtu.be/eRPV5iBvEoU
66 “Fausto También” (2015) es un documental dirigido por Juan Manuel Repetto. www.faustotambien.com.ar
67 Link disponible: http://www.efdeportes.com/autor/emilianonaranjo.htm
68 Link disponible: https://www.youtube.com/watch?v=72mMuav3qro&list=PL0Y8bhJhLcu5pq_eS5XUwWmNsRaZghuj4
Y luego de ver el que hayas elegido, realizar una reflexión sobre lo visto en el Foro de la clase,
poniendo en juego conceptos desarrollados en la clase, conceptos que venimos recorriendo en el
seminario y tus propias ideas respecto a la problemática.
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Nº 2 UCA.
Pantano, Liliana (2007); “Personas con discapacidad: hablemos sin eufemismos”, en: La Fuente, Córdoba, Año X, Nº 33, 2007.
Pantano, Liliana (2008). Discapacidad: conceptualización, magnitud y alcances. Apuntes para el mejoramiento de las
prácticas en relación a las personas con discapacidad. Centro de Investigaciones Sociológicas. Departamento de Sociología.
FCSE. UCA / CONICET. Documento de trabajo.
Pantano Liliana (2010). “Enfoque social de la discapacidad”. En Revista Novedades Educativas N° 246.
Documentales
Luz oscura: El arte de los fotografos ciegos (EEUU 2009) de Neil Leifer
Hoy Bailaré (Argentina 2013) Serie documental producida por el Canal Encuentro y conducido por Carina
Spina. http://encuentro.gob.ar/programas/serie/8432/5023
Literatura
Tetralogía “Nadie es normal” Ingvar Ambjørnsen
Proyectos subjetivantes
o Grupo de actores especiales http://www.proyectopuravida.org.ar/gae.html
o Portal de inclusión laboral http://www.incluyeme.com.ar
o Programa de Oportunidades Económicas a través de las tecnologías en las Américas – POETA
https://www.cilsa.org/cilsa_micrositios/programa-de-oportunidades-economicas-a-traves-de-las-
tecnologias-en-las-americas/
Charlas TED
o La discapacidad no existe, existe la diversidad
https://www.youtube.com/watch?v=MtwK8YBWvvM
o Discapacidad, poder distinto
https://www.youtube.com/watch?v=4NuF4HD94Qs
o Diseños para la discapacidad
https://www.ted.com/talks/elise_roy_when_we_design_for_disability_we_all_benefit?language=es
o La integración de la persona con discapacidad
https://youtu.be/L3YpRePDRZQ
o La discapacidad no es la limitante
https://www.youtube.com/watch?v=5OBij6AzGn0
o Desdramatizar la discapacidad
https://www.youtube.com/watch?v=ignS0Hz0S90
o El reto de aprender- Pablo Pineda
https://www.youtube.com/watch?v=To-NFTdH2E0
o Olor a campeón
https://www.youtube.com/watch?v=SiOrA0QqEKE
o Ser diferente es algo común
https://www.youtube.com/watch?v=JhHilZhgW4k
o Un recreo tan loco como ideal
https://www.youtube.com/watch?v=0vNVtWu-6Go
o Como no matar el no puedo
https://www.youtube.com/watch?v=MUOJDdGiRoo
En ocasión del Censo 2001, en 1999 se promulgó la ley 25.211 “Ley de Censo Discapacitados”, la cual
incorporaba dicha problemática a los datos censales. La disposición establecía que “el relevamiento de
las personas objeto de la presente ley debe ser sistematizado a través de ítems descriptivos que
cuantifiquen la población y realicen un diagnóstico biopsicosocial de las mismas en todo el territorio
nacional”.
En función de ello se elaboró la Primera Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad (ENDI) de la
Argentina. La cual tuvo por objetivo cuantificar y caracterizar a la personas con discapacidad. Para
ello, la ENDI relevó información sobre los siguientes temas:
Hasta ese momento cinco censos habían incorporado la temática de discapacidad en sus cuestionarios
(1869 – 1895 – 1914 – 1947 y 1960) pero con resultados vagos, pocos significativos y con categorías
imprecisas y hasta peyorativas. Mientras que en los censos de 1970 – 1980 y 1991 la indagación de la
discapacidad fue abandonada.
La ENDI se llevó a cabo en dos etapas. En la primera, se incluyó una pregunta destinada a detectar
hogares con al menos una persona con discapacidad en el Censo 2001. Los datos obtenidos
proporcionaron el marco para seleccionar la muestra de hogares en la que se aplicó la encuesta. La
muestra estuvo conformada por una mayoría de hogares con al menos una persona con discapacidad
y una proporción menor de hogares sin ninguna persona con discapacidad.
La segunda etapa fue la realización de la encuesta, que tuvo lugar en las principales localidades del
país entre noviembre 2002 y el primer semestre de 2003.
Los resultados generales fueron:
Total de hogares, hogares con al menos una persona con discapacidad y porcentaje de hogares
con discapacidad. Total del país. Años 2002-2003
Hogares
46%
54%
92,9%
Con discapacidad Sin discapacidad Hombres Mujeres
Entre los niños, niñas y adolescentes, la prevalencia alcanzaba el 1,8% para el tramo de 0 a 4 años y el
3,6% para el tramo de 5 a 14 años. Esto se traducía en casi 255.000 niños, niñas y adolescentes de 0 a
14 años con discapacidad. Entre los niños y niñas de 0 a 4 años, el 28% tenía discapacidad sólo motora
y otro 28% discapacidad sólo mental. El 18%, en tanto, tiene discapacidad múltiple. En el tramo de 5 a
14 años, un 40% tiene discapacidad sólo mental y un 18,2% discapacidad múltiple. Los tipos de
discapacidad auditiva, motora, visual y del habla agrupan al 16,9%, 15,7%, 14,6% y 10,1% de los
niños, niñas y adolescentes de este tramo, respectivamente.
Población total, población con discapacidad y prevalencia de la discapacidad según sexo por grupos de
edad.
Total del país. Años 2002-2003
Población total Población con discapacidad Prevalencia (1)
Grupos de
edad Total Varones Mujeres Total Varones Mujeres Total Varones Mujeres
Total 30.757.628 14.760.460 15.997.168 2.176.123 1.010.572 1.165.551 7,1 6,8 7,3
0-4 2.757.869 1.387.163 1.370.706 50.854 28.191 22.663 1,8 2,0 1,7
5-14 5.722.347 2.945.015 2.777.332 203.643 120.895 82.748 3,6 4,1 3,0
15-29 7.718.798 3.881.026 3.837.772 250.677 143.794 106.883 3,2 3,7 2,8
30-49 7.308.279 3.438.838 3.869.441 336.868 173.407 163.461 4,6 5,0 4,2
50-64 4.188.910 1.901.687 2.287.223 467.823 212.935 254.888 11,2 11,2 11,1
65-74 1.754.847 745.301 1.009.546 372.217 166.007 206.210 21,2 22,3 20,4
75 y
1.306.578 461.430 845.148 494.041 165.343 328.698 37,8 35,8 38,9
más
(1) corresponde al total de personas con discapacidad de cada grupo de edad y sexo dividido la respectiva población total
por cien.
Nota: el total del país abarca al conjunto de los centros urbanos del país con 5.000 habitantes o más.
Fuente: INDEC. Primera Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad 2002-2003. Complementaria Censo Nacional
de Población, Hogares y Vivienda 2001
Al momento de la ENDI había 1.609.118 personas con una sola discapacidad (73,9% del total).
438.823 (20,2% del total) tenía dos discapacidades y 12.182 (5,9% del total) tenía 3 o más
discapacidades. De estos últimos el 45,4% tenía 75 años o más.
De las personas con más de 14 años el 68,4% eran económicamente activas, pero solo el 29,4% se
encontraba ocupada. Este dato reflejaba la situación social de esta población post crisis 2001.
Respecto a las discapacidades, en primer lugar estaban las motoras (39,5%) seguían las visuales
(22%), auditivas (18%) y mentales (15,1%).
Dentro de las discapacidades motoras el 61,6% afectaba miembros inferiores, 30 % a miembros
inferiores y superiores y 8,4 a miembros superiores.
De las discapacidades visuales el 92,7% tenía dificultad de visión y el 7,1% cegueras (45.235).
Hombres Mujeres
69 INDEC (2014). Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010. Censo del Bicentenario. Población con
dificultad o limitación permanente. Octubre de 2014, Serie C, Argentina.
70 El Censo 2010 considera “personas con dificultad o limitación permanente” a aquellas que declaran tener “limitación en
las actividades diarias y restricciones en la participación, que se originan en una deficiencia (ver, oír, caminar, agarrar
objetos, entender, aprender, etc.) y que afectan a una persona en forma permanente para desenvolverse en su vida
cotidiana dentro de su entorno físico y social. La prevalencia es una medida generada por el área de la salud, que resulta
útil para cuantificar la proporción de población con dificultades o limitaciones de carácter permanente.
20,00%
59,50%
8,30%
13,80%
18,20%
68%
Respecto al nivel posible de dependencia, del 32% que posee más de una limitación, el 32,5% posee
una dificultad cognitiva. Es decir del 1.637.914 de habitantes con más de una limitación, 532.797
posee también una limitación cognitiva. Y la población con alto nivel de dependencia se concentra en
las edades más jóvenes y va disminuyendo conforme envejece.
En cuanto a la asistencia a un
9,80%
establecimiento educativo, se puede
observar que el 14,4% asiste, un
80,4% asistió y un 5,2% nunca lo
hizo. De la población que asiste, el
90,2% lo hace a educación común y
el 9,8% a educación especial
La mayoría de los que son hijos/as del jefe/a de hogar son menores de 29 años.
Casi el 77,9% (3.985.736) de la PDLP habita hogares multipersonales y el 22,1% en hogares
unipersonales. La población con dificultad cognitiva, el 90,1% vive en compañía de otra persona.
En julio de 2018 se ha publicado un informe preliminar del Estudio Nacional sobre el Perfil de las
Personas con Discapacidad, realizado por el INDEC a partir de la visita a 41000 hogares, que arrojan
nuevos datos sobre la población con discapacidad en Argentina. (VER BIBLIOGRAFÍA ADJUNTA).
Se estima que ciento ochenta millones de jóvenes en el mundo, tienen una discapacidad, y que uno de
cada diez de ellos posee una discapacidad importante (OMS/Banco Mundial, 2011). En Argentina, el
último relevamiento del Censo Nacional de Población del año 2010 arrojó que un 17% de la población
eran niños/as y un 18% adolescentes. Es decir que más de catorce millones del total de población
argentina, tenía menos de 18 años al momento del operativo censal.
De acuerdo a este y otros relevamientos recientes en Argentina (INDEC, 2014. UNICEF 2013, 2016), se
relevó que hay aproximadamente 5.114.190 personas con alguna dificultad o limitación permanente
(DLP), lo que representa el 12,9% de la población argentina (de los cuales el 51,3% son varones)71.
Del total de personas con discapacidad en nuestro territorio, 659.724 son niños y adolescentes
(representando el 12,89% de la población con DLP). Asimismo, 412.929 se encuentran en la franja
entre 10-19 años, representando alrededor del 8% de la población total con DLP (UNICEF, 2016). Y de
acuerdo al tipo de DLP dentro del grupo de niños/as y adolescentes, se observa que el 10,2% tiene
una dificultad auditiva, 10,7% una dificultad motora superior, un 17% motora inferior, un 26,3%
cognitiva y un 35,8% visual. El 79,3% tiene una sola limitación permanente, el 10,9% dos, y el 9,7%
tres o más.
En cuanto a situación educativa, con la sanción de la Ley de Educación Nacional (LEN, 2006), la
Educación Especial72 se define como una Modalidad del Sistema Educativo73. De acuerdo a informes
estadísticos recientes del Sistema Educativo Nacional (DINIEE, 2016, 2017), podemos tener una
panorámica esclarecedora respecto a cuantos niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad
transitan hoy algún tramo del sistema educativo.
71 De acuerdo a los datos publicados en el anuario 2016 del Registro Nacional de Personas con Discapacidad del Servicio
Nacional de Rehabilitación (SNR, 2016), actualmente 957.610 personas cuentan con Certificado Único de Discapacidad
(CUD), siendo la discapacidad mental la de mayor prevalencia (32,6%) seguida de la motora (28,1%) y la múltiple (16,9%).
72 La educación especial está dirigida a la población con discapacidad permanente o temporal que requiere de una
atención educativa interdisciplinaria para posibilitar el logro de una trayectoria educativa integral y una formación con
relación a campos artísticos, culturales y de vinculación con el mundo del trabajo. La modalidad especial se ofrece a los
siguientes niveles y servicios educativos: Inicial / Primario / Secundario / Otros servicios educativos (estrategia de
integración, talleres de educación integral, otros talleres complementarios a los niveles) (DINIEE, 2017).
73 El artículo 42 expresa: “La Educación Especial es la modalidad del sistema educativo destinada a asegurar el derecho a la
educación de las personas con discapacidades, temporales o permanentes, en todos los niveles y modalidades del Sistema
Educativo. La Educación Especial se rige por el principio de inclusión educativa, de acuerdo con el inciso n) del artículo 11 de
esta ley. La Educación Especial brinda atención educativa en todas aquellas problemáticas específicas que no puedan ser
abordadas por la educación común. El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo Federal de
Educación, garantizará la integración de los/as alumnos/as con discapacidades en todos los niveles y modalidades según las
posibilidades de cada persona” (LEN, 2006).
22.569 estudiantes (18,15% del total de la matrícula) asisten al nivel inicial (73,39% en
educación temprana75 y 26,6% a jardín de infantes76).
57.125 estudiantes (45,76% del total de la matrícula) asisten al nivel primario77.
45.135 estudiantes (36,15% del total de la matrícula) asisten al nivel de educación integral
para adolescentes y jóvenes / secundario especial.
Por otra parte, se registró que 77.018 estudiantes asisten a Educación Común o de Adultos (dato que
incluye a los estudiantes que reciben apoyo docente de la escuela especial y/o que asisten a más de un
establecimiento educativo). De ellos, 68.007 estudiantes (88,3%) asisten a la educación común78. Y a
la Educación de Adultos un total de 9011 estudiantes (11,69%)79.
A partir de estos datos, resulta destacable la evolución que ha tenido la educación especial entre 2007
y 2015, pasando de una matrícula de 122.232 estudiantes en 2007 alcanzando los 131.625 en 2013 y
un descenso leve los años subsiguientes. Como así también el significativo crecimiento que ha tenido
la matrícula del nivel secundario y los talleres de educación integral que pasaron de 28.827
estudiantes en 2007 a 45.135 en 2015.
Igualmente cabe resaltar el porcentaje de niños, adolescentes y jóvenes con retraso mental que asisten
a la modalidad de educación especial, bien diferenciado respecto a los porcentajes de las otras
discapacidades. Este aspecto puede deberse a la escasa o dificultosa incorporación de niños,
adolescentes y jóvenes con discapacidades mentales e intelectuales a la educación común, a diferencia
de otros tipos de discapacidades que encuentran menos escollos en la incorporación a la misma.
Cabe aclarar que el retraso mental y/o deficiencia mental hoy ha pasado a ser denominada
genéricamente como discapacidad intelectual, aunque en Argentina, en el marco de la Certificación
Única de Discapacidad (CUD), a partir de un cambio normativo del año 2015, se diferencia la
74 1777 son unidades educativas (56,65% ofrece nivel inicial, el 78,84% ofrece nivel primario, 60,1% ofrece educación
integral para adolescente y jóvenes / Secundario Especial y el 2,47% exclusivamente integración). Y 1875 unidades de
servicios (54,02% ofrece nivel inicial, 78,86% ofrece nivel primario, el 59,36% ofrece educación integral para adolescente
y jóvenes / Secundario Especial y el 3,36% exclusivamente integración) La unidad de servicio es la concreción de la oferta
de un servicio educativo en una localización (sede o anexo) de un establecimiento (DINIEE, 2015).
75 Dentro del grupo de educación temprana (13,37% del nivel) el 34,41% registra una discapacidad sensorial o motora y
un 65,58% otra problemática.
76 Del total que asiste a educación especial, el 4,8% lo hace a jardín de infantes. Dentro de este grupo de acuerdo al tipo de
discapacidad, el 1,29% tiene ceguera, el 2,86% disminución visual, el 6,04% sordera, el 5,21% hipoacusia, el 38,72%
retraso mental, el 2,59% discapacidad motora pura, 12,17% discapacidad neuromotora, 9,49% trastorno generalizado del
desarrollo y 17,42% más de una discapacidad y el 4,16% dificultades de aprendizaje.
77 Dentro de este grupo de acuerdo al tipo de discapacidad, el 0,72% tiene ceguera, el 1,25% disminución visual, el 2,73%
sordera, el 3,05% hipoacusia, el 65,75% retraso mental, el 1,04% discapacidad motora pura, 5,23% discapacidad
neuromotora, 6,97% trastorno generalizado del desarrollo y 9,66% más de una discapacidad y 3,55% dificultades del
aprendizaje.
78 De los cuales el 11,73% lo hace al nivel inicial, el 67,67% al nivel primario, el 20,26% al secundario, el 0,31 % al nivel
superior no universitario
79 De los cuales el 47,87% asiste al nivel primario, el 15,03% al nivel secundario y el 37,08% a Formación Profesional. De
este grupo de estudiantes, de acuerdo al tipo de discapacidad, el 1,42% tiene ceguera, el 3,20 disminución visual, el 2,21%
sordera, el 4,61% hipoacusia, el 58,36% retraso mental, el 1,52% discapacidad motora pura, el 4,95% discapacidad
neuromotora, el 8,49% trastorno generalizado del desarrollo, el 2,83 más de una discapacidad y el 12,36% dificultades de
aprendizaje.
Sin embargo y a pesar de esta situación, la educación especial aún funciona como un circuito
diferenciado con escasa interconexión con las restantes modalidades. Y mucho de lo logrado en
términos de inclusión ha sido resultado de la lucha que sostienen educadores, educandos y familias.
Aquellos niños y adolescentes que no se matriculan dentro de los circuitos educativos, en algunos
casos ingresan a muy temprana edad en instituciones dependientes del área de la salud (como los
Centros Educativos Terapéuticos o los Centros de Día, etc.) y en otros, quedan fuera de la cobertura,
tanto del sistema educativo como del sistema médico83. Esto último tiene el consecuente
agravamiento profundo de la situación de vulneración de sus derechos ya que se los priva de
educación y salud propiamente dicha. Siendo las discapacidades intelectuales el grupo de mayor
vulnerabilidad, dificultad de inserción y oportunidades sociales.
80 “Corresponde distinguir la deficiencia mental de la intelectual, entendiendo por ésta última a un trastorno que comienza
durante el período de desarrollo y se caracteriza por limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como
en la conducta adaptativa, expresada en dominios conceptuales, sociales y prácticos. […] la deficiencia intelectual se origina
antes de los 18 años y es un término que reemplaza al de retraso mental y constituye una parte integrante de la diversidad
humana. […] es oportuno aclarar que no todas las personas con discapacidad con deficiencia intelectual tienen trastornos del
comportamiento, ni todas las personas con trastorno mental, son en sentido estricto, personas con discapacidad.”
(Disposición Nº 648/2015)
81“…la Discapacidad con Deficiencia Mental (Discapacidad Psicosocial) se define como un término global que hace referencia
a las deficiencias en los procesos cognitivos, afectivos y/o del comportamiento en las estructuras del sistema nervioso, y en las
limitaciones que presente el individuo al realizar una tarea o acción en un contexto/entorno normalizado, tomando como
parámetro su capacidad o habilidad real sin que sea aumentada por la tecnología o dispositivos de ayuda o de terceras
personas.” (Disposición Nº 648/2015)
82 Campari, C. (2017). “Se duplicó la cantidad de chicos con discapacidad que estudian en escuelas comunes”. Agencia Télam,
Buenos Aires, Argentina. http://www.telam.com.ar/notas/201706/193350-en-diez-anos-se-duplico-la-cantidad-de-
chicos-con-discapacidad-que-estudian-en-escuelas-comunes.html
83 Tal como ha manifestado Florencia Bauer, representante de UNICEF Argentina, solo el 7% de los niños y adolescentes
con discapacidad cuenta con cobertura de salud. http://www.telam.com.ar/notas/201706/193350-en-diez-anos-se-
duplico-la-cantidad-de-chicos-con-discapacidad-que-estudian-en-escuelas-comunes.html
84 En su artículo 15 sobre el derecho a la educación, enuncia: “Las niñas, niños y adolescentes con capacidades especiales
tienen todos los derechos y garantías consagrados y reconocidos por esta ley, además de los inherentes a su condición
específica”.
85 Expresado en los siguientes artículos: “Artículo 11, inciso n) Brindar a las personas con discapacidades, temporales o
permanentes, una propuesta pedagógica que les permita el máximo desarrollo de sus posibilidades, la integración y el pleno
ejercicio de sus derechos.
Artículo 44: Con el propósito de asegurar el derecho a la educación, la integración escolar y favorecer la inserción social de las
personas con discapacidades, temporales o permanentes, las autoridades jurisdiccionales dispondrán las medidas necesarias
para: a) Posibilitar una trayectoria educativa integral que permita el acceso a los saberes tecnológicos, artísticos y culturales.
b) Contar con el personal especializado suficiente que trabaje en equipo con los/as docentes de la escuela común. c) Asegurar
la cobertura de los servicios educativos especiales, el transporte, los recursos técnicos y materiales necesarios para el
desarrollo del currículo escolar. d) Propiciar alternativas de continuidad para su formación a lo largo de toda la vida. e)
Garantizar la accesibilidad física de todos los edificios escolares.
Artículo 45: El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo Federal de Educación, creará las
instancias institucionales y técnicas necesarias para la orientación de la trayectoria escolar más adecuada de los/as
alumnos/as con discapacidades, temporales o permanentes, en todos los niveles de la enseñanza obligatoria, así como
también las normas que regirán los procesos de evaluación y certificación escolar. Asimismo, participarán en mecanismos de
articulación entre ministerios y otros organismos del Estado que atienden a personas con discapacidades, temporales o
permanentes, para garantizar un servicio eficiente y de mayor calidad” (LEN, 2016).