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Antes que todo hay que pensar que estamos hablando de un grupo de personas que están

acostumbradas a dejarse guiar esperando que las decisiones tomadas sean la mejor para el equipo
en general.

Las dificultades ante dicha situación no son pocas ya que estamos hablando de un grupo con falta
de autonomía, ya que la costumbre de tener un guía hace que no puedan tomar decisiones en su
totalidad por la falta de iniciativa en cada miembro, falta de iniciativa evocada por lo mismo
mencionado anteriormente, esto puede llevar a que no sepan como tal que tipo de decisión tomar
al momento de realizar una acción que tenga una repercusión en la organización o que lo sepan
pero tengan miedo de equivocarse lo que lleva a dificultades tanto de solvencia de problemas
como de cumplimiento a nivel de la misma empresa

En este momento es en el que debe hacer presencia un buen líder que sepa convertir todas esas
dificultades en algo positivo para cada miembro logrando un cambio tanto a nivel individual como
a nivel organizacional. Empezando por mitigar ese problema de iniciativa dándole voz a la opinión
de cada persona lo que hace que aumente la autonomía y así poder crear un grupo de trabajo que
al menos pueda trabajar grupalmente para el bien de la empresa, generando al mismo tiempo esa
confianza para que todos quieran accionar al momento de que el líder a cargo tome una decisión
que involucre a toda la organización.

En resumen, sabemos que hay muchas dificultades en un grupo acostumbrado a ser guiado y por
eso mismo también debemos ser un líder que encuentre muchas soluciones encaminando así a la
empresa a la gestión más eficaz posible. Soluciones como fomentar una comunicación asertiva y
poder tomar decisiones que brinden el mayor confort tanto individual como grupalmente y
obviamente poder también brindar la confianza que cada miembro del grupo necesite.

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