Está en la página 1de 18

UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE

FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS


CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

ÉTICA Y MORAL
DESDE LA ETIMOLOGÍA

EL ARTE DE
VIVIR

UNA APROXIMACIÓN A LOS


CONCEPTOS

1
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

TEM
A 1:
INT

ORIGEN
El sentido más antiguo de la ética (de origen griego) residía en el concepto de la morada o
lugar donde se habita; luego referido al hombre o pueblos se aplicó en el sentido de su país,
tomando especial prestigio la definición utilizada por Heidegger: "es el pensar que afirma la
morada del hombre", es decir su referencia original, construida al interior de la íntima
complicidad del alma.

En otras palabras ya no se trataba de un lugar exterior, sino del lugar que el hombre porta a
sí mismo. "El ^ethos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan
todos los actos humanos.

El vocablo ^ethos sin embargo, tiene un sentido mucho más amplio que aquel que se da a la
palabra ética. Lo ético comprende la disposición del hombre en la vida, su carácter,
costumbre y moral. Podríamos traducirla como "el modo o forma de vida" en el sentido
profundo de su significado.

El hombre a través de su vida va realizando actos. La repetición de los actos genera "actos
y hábitos" y determinan además las "actitudes". El hombre de este modo, viviendo se va
haciendo a sí mismo. El carácter como personalidad es obra del hombre, es su tarea moral,
es el cómo "resultará" su carácter moral para toda su vida...

Podemos aproximarnos a la conceptualización de la palabra "moral" (origen del latín) como


la adquisición de "Modo de Ser logrado por apropiación", o por niveles de apropiación,
donde se encuentran los sentimientos, las costumbres y el carácter.

El carácter o personalidad moral, como resultado de actos que uno a uno el hombre ha
elegido, es lo que el hombre ha hecho por sí mismo o por los demás. "El hombre en este
contexto se hace y a la vez es hecho por los demás, tanto positiva como negativamente".

2
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

La Ética como muy bien dice Vidal, es la "realidad y el saber que se relaciona con el
comportamiento responsable donde entra en juego el concepto del bien o del mal del
hombre".

La ética florece a partir de nuestros valores que nos dictan si algo está bien o mal (correcto
o incorrecto) en un acto humano. Mayor relevancia adquiere cuando el acto afecta a un
tercero.

Normalmente la ética se emplea respecto a aproximaciones de tipo filosóficas y de tipo


racional como tal.

La Moral (de origen Latín) significa lo mismo que ética ya que traduce el significado de
éthos (costumbre) y ^ethos (carácter/talante), dejando atrás su primera aproximación en que
el término mos solo se refería a "costumbre".

El término moral por su parte, se utiliza más en consideraciones de tipo religioso. Frente a
la justificación de las normas de comportamiento utilizamos ética como concepto. Moral en
cambio, es referido a "códigos concretos de comportamiento".

3
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

VIDA MORAL Y REFELEXIÓN ÉTICA


Diferencia entre ética y moral
Etimológicamente "ética" y "moral" tienen el mismo significado. "Moral" viene del
latín "mos" que significa hábito o costumbre; y "ética" del griego "ethos" que significa lo
mismo.

Sin embargo en la actualidad han pasado a significar cosas


distintas y hacen referencia a ámbitos o niveles diferentes: La moral
tiene que ver con el nivel práctico o de la acción La ética con el
nivel teórico o de la reflexión

Moral es el conjunto de principios, criterios, normas y


valores que dirigen nuestro comportamiento. La moral nos hace
actuar de una determinada manera y nos permite saber qué debemos
hacer en una situación concreta. Es como una especie de brújula que
nos orienta, nos dice cuál es el camino a seguir, dirige nuestras acciones en una
determinada dirección. La brújula nos indica el camino. En la vida hay que intentar no
perder el norte.

Ética es la reflexión teórica sobre la moral. La ética es la encargada de discutir y


fundamentar reflexivamente ese conjunto de principios o normas que constituyen nuestra
moral.

Como conclusión: moral y ética se plantean cuestiones distintas. La moral tiene que
ver con el nivel práctico de la acción y trata de responder a la pregunta ¿qué debo hacer?; la
ética con el nivel teórico de la reflexión y trata de responder a preguntas del tipo ¿qué es la
moral? ¿Cómo se fundamenta? ¿Cómo se aplica la reflexión a la vida cotidiana?

Empecemos a hacer ética respondiendo a la primera pregunta: ¿qué es la moral?


Para ello definiremos: acciones morales, normas morales, valores morales y dilema moral.

Las acciones morales y sus características


Los seres humanos realizamos muchas acciones de muy distintos tipos. Algunas son
inconscientes como la digestión, otras son mecánicas como andar o vestirse, otras
necesarias como respirar o comer. Algunas acciones no son necesarias, sino libres y

4
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

también conscientes, pero tienen muy poca repercusión práctica como ir al cine o bailar.
Otras en cambio si tienen repercusiones, pero son producto de mi relación con las cosas, no
con las personas. Estas acciones están sometidas a normas técnicas. Son acciones técnicas.
Hacer mi trabajo, pintar una casa o arreglar los frenos de una moto requieren el
conocimiento y aplicación de unas normas que determinan mi relación con las cosas no con
las personas. Ninguna de estas acciones son acciones morales. Todas carecen de alguna
característica que hace que una acción sea moral.

Fotograma de la película "M, el vampiro de Düsseldorf" de Fritz


Lang.

El protagonista de esta película es un psicópata asesino de niños.


Cuando es capturado alega que no es responsable de sus actos. En
primer lugar, no es consciente de lo que está haciendo. Por otro
lado, no actúa con libertad, puesto que tampoco puede evitar hacer
lo que hace. Así pues, sus acciones no son enjuiciables
moralmente, no son acciones morales, y no se le puede exigir
responsabilidad moral.

Una acción es moral cuando posee las siguientes características:

- Ha de ser voluntaria, es decir libre y consciente (libertad y consciencia). Una acción no


es moral si no existe libertad, si no existe la posibilidad de elegir entre varias opciones.

- Ha de tener consecuencias para los demás, exige la relación con otros seres humanos.

- Ha de estar sometida a normas morales (no técnicas). Tendremos que precisar qué es
una norma moral para saber con exactitud cuando una acción es moral o no lo es.

Las Normas Morales


¿Qué es una norma? Una norma es una regla que nos indica
cómo actuar en determinadas ocasiones de acuerdo con ciertos
valores.

Tipos de normas. Hay normas de distinto tipo. Pero no se


diferencian por su contenido, por lo que la norma dice que
debemos hacer, sino por una serie de elementos formales. En
muchas ocasiones una misma norma puede ser moral, social,
religiosa o jurídica.

5
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

"No matarás" o "no debes matar", en este contexto es una norma religiosa. El que ordena es
Dios y en caso de desobedecer la norma habrá que responder ante él. Si una persona no
mata porque Dios ordena no matar, está obedeciendo una norma religiosa. Otra persona
puede que no mate porque no quiere ir a la cárcel. Esa persona está obedeciendo una norma
de tipo legal o jurídico.

En ambos casos el contenido de la norma es el mismo (no debes matar), pero se diferencian
por una serie de características que tienen que ver no con su contenido, sino con su forma.
Esas características o elementos formales son los siguientes:

- Quién promulga la norma, quién nos la impone y nos obliga a cumplirla.

- A quién va dirigida.

- Ante quién se responde en caso de incumplimiento.

- Cuál es la sanción o castigo para quién incumple la norma.

- De quién se puede esperar obediencia.

Religiosa Jurídica Social Moral


las costumbres o
Promulgada por Dios el órgano legislativo uno mismo
modas sociales
los miembros de
todos los seres los miembros de
Destinada a una comunidad cada persona
humanos una sociedad
política
Se responde ante Dios los tribunales la sociedad uno mismo
conciencia del la determinada por rechazo social,
Sanción remordimiento
pecado la ley ostracismo
Se puede esperar los miembros de la los miembros de de todos los seres
los creyentes
obediencia de comunidad política esa sociedad humanos

Una norma moral es una regla o mandato que nos imponemos nosotros a nosotros
mismos. En el caso de no cumplirla hemos de responder ante nosotros mismos y la sanción
o castigo se presenta en forma de remordimiento de conciencia. Por último, es una norma
que pretende ser universal ya que cuando nos la imponemos esperamos que sea válida para
todos los seres humanos.

6
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

Necesidad de las normas morales: libertad,


sociabilidad y responsabilidad
¿Por qué son necesarias las normas morales? Son necesarias por dos
características fundamentales que posee el ser humano: libertad y sociabilidad.

La libertad es
que elegir y por eso necesita de unas normas que le orienten a la hora
de tomar sus decisiones. Los animales solo poseen instintos (pautas
innatas de acción). Están programados genéticamente o
biológicamente. Por eso en los animales hablamos de conductas
programas. Cuando tienen hambre comen. En cambio el ser humano,
además de los instintos posee la capacidad racional que le permite
imaginar más de una alternativa de acción. También puede prever las
consecuencias de sus acciones. La capacidad racional le permite
reflexionar y elegir la alternativa mejor teniendo en cuenta las
consecuencias de la misma. Así pues, al contrario que los animales, el ser humano posee un
comportamiento libre.

La sociabilidad es la tendencia o capacidad que tienen muchos


seres vivos para vivir en sociedad, para relacionarse con otros
individuos de su misma especie. Esta característica que también posee
el ser humano es esencial para la moralidad. Que el ser humano sea
libre no lo convierte sin más en un ser moral. Para que una acción o
elección sea moral ha de ser libre, pero también es necesario que
directa o indirectamente afecte a otras personas o al medio en que
éstas se desenvuelven. No se puede hablar de moral y normas morales
si no vivimos en algún tipo de sociedad. En su isla desierta Robinson
Crusoe solo podía realizar acciones técnicas encaminadas a su
supervivencia. Pero al no estar en contacto con otros seres humanos sus acciones carecían
de moralidad.

En conclusión: las normas morales son necesarias porque somos libres y vivimos y
nos relacionamos con los demás miembros de nuestra sociedad, porque somos sociables.

La libertad y la sociabilidad nos hacen seres morales y también responsables. La


responsabilidad es saber que algunos de nuestros actos tienen consecuencias y saber que
tenemos que asumirlas. Nuestras acciones dejan huella en el mundo que nos rodea y al
mismo tiempo nos definen, nos construyen de una forma determinada.
7
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

Los valores morales. El Dilema moral


¿Qué son los valores? Son calificativos que le asignamos a ciertas cosas, personas o
acciones. Son una especie de etiqueta mental que le ponemos a las cosas y que expresan
nuestra actitud hacia ellas. Generalmente las cosas no nos resultan indiferentes, sino que
producen en nosotros ciertas actitudes: de agrado o desagrado, de atracción o rechazo. Del
mismo modo los valores pueden ser positivos (expresan nuestra actitud de agrado o
aprecio) o negativos (expresan nuestra actitud de desagrado o rechazo).

¿Para qué sirven? Para orientar nuestras acciones estableciendo normas de


comportamiento. Estoy buscando una bicicleta y encuentro una “buena” y “barata”, la
compro. “Buena” y “barata” son calificativos, valores que nos ayudan a tomar una decisión.

Hay muchos tipos de valores: corporales, sensoriales, estéticos, económicos o


legales. Veamos qué son los valores morales.

Los valores morales sólo se pueden aplicar a las personas o a sus acciones libres y
responsables, no a las cosas, los animales o las plantas. Se pueden aprender con mayor o
menor esfuerzo. Valores como la solidaridad, la lealtad o la tolerancia están en nuestras
manos, a diferencia de otros valores que no dependen de nuestro esfuerzo. Son valores que
creemos que deberían apreciar cualquier persona.

Cuando dos o más valores de diversos tipos entran en conflicto nos encontramos
con un dilema o conflicto moral. Sé que mi amigo Juan quiere comprar un reproductor de
mp3 y yo quiero vender el mío de segunda mano. Pero resulta que a mi mp3 algunas veces
le falla el controlador de volumen. Juan es mi amigo, pero por otro lado ando mal de dinero
y me interesa venderlo al mejor precio posible. ¿Qué hacer? Para actuar coherentemente
ante estos conflictos o problemas morales tenemos que organizar los valores según un
orden de prioridades. A esto se le llama escala de valores. No es la misma para todas las
personas, por lo que no todas las personas resuelven el problema de la misma forma.
Además es relativamente inestable y cambia con el tiempo. Las personas, con el paso del
tiempo, vamos cambiando nuestras prioridades.

8
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

LA DIVERSIDAD MORAL
La conciencia moral

La conciencia moral, en lenguaje popular, es esa voz interior que


nos obliga a actuar de una forma y también nos dice si son correctas o no
nuestras acciones. Precisando un poco podemos decir que la conciencia
moral es la capacidad de juzgar las acciones, no solo las nuestras sino
también las de los demás, como buenas o malas. Es la que orienta
nuestra conducta en la dirección que la persona considera correcta.

Para juzgar y dirigir las acciones la conciencia se sirve de principios, es decir, de la


moral con la que cada persona rige su vida. Estos principios que forman la moral pueden
venir impuestos desde fuera. En este caso hablamos de heteronomía, de moral heterónoma
o conciencia heterónoma. Pero puede ser la persona misma las que se los imponga racional
y libremente. En este otro caso hablamos de autonomía, de moral autónoma o conciencia
autónoma.

Autonomía y heteronomía
Para juzgar y dirigir las acciones la conciencia se sirve de principios, es decir, de
la moral con la que cada persona rige su vida. Estos principios que forman la moral pueden
venir impuestos desde fuera. En este caso hablamos de heteronomía, de moral heterónoma
o conciencia heterónoma. Pero puede ser la persona misma las que se los imponga racional
y libremente. En este otro caso hablamos de autonomía, de moral autónoma o conciencia
autónoma. Así pues podemos hablar de dos tipos de conciencia:

- Heterónoma. Conciencia que se guía por principios que vienen impuestos desde el
exterior, de fuera, no emanan de la reflexión racional. Se guía por los dictados del instinto o
las apetencias, por la tradición o la autoridad de personas concretas o de la mayoría. Una
conciencia es heterónoma cuando acepta los principios de alguna de estas fuentes sin haber
reflexionado si son buenos principios o no.

- Autónoma. Es la conciencia que se impone sus propios principios. Cuando la persona se


los impone a sí misma, haciéndolo de forma reflexiva y sin coacciones.

La autonomía implica universalidad. La autonomía equivale a autolegislación, a


9
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

darse a sí mismo leyes propias. Pero estas leyes que nos damos a nosotros mismos no valen
para una sola persona, sino que han de valer universalmente. Así pues, autonomía es la
capacidad de guiarnos por leyes que nos parecen adecuadas no sólo para nosotros, sino para
cualquier ser humano.

El desarrollo de la conciencia moral


La conciencia moral no es innata, sino que se aprende o desarrolla con el tiempo.
Se desarrolla a nivel social y cultural, y también a nivel individual.

A nivel social y cultural. Socialización y endoculturación. Las


personas empezamos a aprender las normas y principios morales en la
sociedad en la que vivimos: familia, escuela, grupo de amigos y otros
agentes de socialización como la televisión. El proceso a través del
cual aprendemos y asumimos los principios y normas morales y todas
las manifestaciones culturales de nuestra sociedad se llama
socialización. A través de este proceso nos adaptamos e integramos en
nuestra sociedad.

Relacionada con la socialización está la endoculturación, que es la tendencia de las


generaciones jóvenes a imitar los patrones de conducta de las generaciones adultas. Estas
últimas son las que tienen el poder de premiar y castigar el comportamiento de los jóvenes.
De este modo los jóvenes quedan programados, por así decir, para repetir los
comportamientos dominantes en una sociedad determinada.

Habría que decir, por tanto, que en principio las normas morales nos vienen
impuestas desde fuera. Pero esto no significa que seamos heterónomos. Actuamos
autónomamente cuando decidimos reflexivamente qué normas o principios consideramos
buenos y cuales no.
Lawrence Kohlberg,
psicólogo contemporáneo discípulo de Piaget.

A nivel individual. Crecimiento moral del individuo. Según


algunos autores contemporáneos, como Lawrence Kohlberg, hay que tener
en cuenta, además de los factores socioculturales, la evolución moral de la
persona. Evolución que se produce en el modo de razonar acerca de las
cuestiones morales de juzgar sobre ellas. Kohlberg distingue tres niveles de
dos estadios cada uno. Veámoslo en un cuadro-esquema:

Nivel preconvencional Estadio 1. El niño orienta su conducta hacia la

10
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

Es característico del razonamiento obediencia a las normas establecidas por la


moral de los niños. Está presente en autoridad adulta para evitar el castigo
muchos adolescentes y en algunos
adultos. Es la forma menos madura Estadio 2. El niño orienta su conducta de forma
de razonamiento moral. Se basa en egoísta e instrumental. Lo justo es lo que
una perspectiva egoísta, se satisface las propias necesidades e intereses. Las
enjuician las cuestiones morales relaciones humanas se entienden de un modo
desde los propios intereses. similar a las del mercado.

Nivel convencional Estadio 3. Lo justo y correcto es lo que gusta a


Surge durante la adolescencia y es los demás, lo que el grupo acepta. Lo que le
dominante en el pensamiento de la interesa a la persona es ser aceptada por el grupo
mayoría de los adultos. Se y para ello acta sus costumbres.
caracteriza por el conformismo con
las normas sociales. No obstante, la Estadio 4. La conducta se orienta hacia el
adolescencia es la etapa en la que la mantenimiento del orden social tal y como está.
persona se prepara para superar este Cada uno debe cumplir con sus obligaciones sin
conformismo y alcanzar la analizarlas críticamente.
autonomía moral. No superar este
nivel puede generar prejuicios
frente a los diferentes e intolerancia
ante los que no se someten al
rebaño.

Nivel postconvencional Estadio 5. Lo justo se define por los derechos y


Este nivel es el menos frecuente. valores básicos reconocidos por toda la sociedad
Surge durante la adolescencia o al de manera constitucional y democrática. Lo
comienzo de la edad adulta. La correcto es lo que proporciona mayor bien al
persona es capaz de analizar mayor número posible de personas.
críticamente las normas y
costumbres vigentes en el grupo Estadio 6. Lo justo se define por la decisión de la
social. conciencia individual. Para juzgar las cuestiones
morales se recurre a principios universales.

11
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

Distintas posturas o actitudes ante la


diversidad moral
No existe unanimidad al hablar de moral, sino que nos encontramos con
innumerables opiniones. Los contenidos morales pueden variar a lo largo del tiempo, de
unas épocas históricas a otras. Civilizaciones ya desaparecidas, como la azteca, practicaban
los sacrificios humanos, los griegos aceptaban y se aprovechaban de la esclavitud. En un
mismo momento histórico pueden variar los contenidos morales de unas culturas a otras.

Hoy en día las mujeres están en una situación de


subordinación con respecto al hombre en los países islámicos.

Además dentro de una misma cultura o


grupo social nos encontramos con personas
con distintas opiniones morales. ¿Significa
esto que en moral no podemos hacer ninguna
afirmación que pretenda ser universalmente
válida? ¿Son todas las opiniones respetables,
ya que dependen de la cultura en que nos
encontremos, del grupo al que pertenezcamos o del tipo de persona
que somos?

Ante estas cuestiones nos encontramos con tres posturas distintas:

- Relativismo moral. La valoración moral de una acción depende de cada cultura o de cada
grupo social. Es imposible establecer un diálogo sobre cuestiones morales entre diferentes
culturas.

- Subjetivismo moral. En cuestiones morales cada persona tiene su opinión. Es imposible


el diálogo entre personas con opiniones distintas. Cada una tiene su opinión y son
absolutamente respetables.

- Universalismo moral o pluralismo moral. Existen unos valores o principios mínimos


que pretendemos que sean universales. Son lo que podemos llamar mínimos de justicia.
Aquellos principios o valores que pensamos que todos aceptaríamos si no tuviésemos en
cuenta nuestros intereses particulares. No todos los valores son relativos, hay algunos
valores absolutos como la libertad, la igualdad o la solidaridad. Estos valores se
fundamentan en el hecho de que hay algo que es valioso en sí mismo: el ser humano. Esos
mínimos de justicia son universales y deberían ser respetados por todos los seres humanos.
Por otro lado, cada persona tiene derecho a buscar su felicidad a su manera y a tener su

12
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

propio ideal de vida buena o feliz. Los valores o principios que tienen que ver con ese ideal
de vida buena sí son relativos y por tanto respetables, siempre que no atenten contra los
mínimos de justicia. En eso consiste la tolerancia, en respetar aquellas concepciones de
felicidad que no compartimos.

Multiculturalismo. Posiciones o actitudes

- "Multiculturalismo", en sentido amplio,


ha venido a significar la convivencia de
diversos grupos sociales en una misma
comunidad política, algunos de los cuales
no comparten la cultura que impregna la
corriente central de la sociedad, y se
sienten, por tanto, marginados". En
general, el contacto entre culturas se
establece desde una de las siguientes
posiciones o actitudes: relativismo cultural,
lnterculturalismo y etnocentrismo.

- Etnocentrismo: Tendencia a considerar que la propia cultura es la buena y que las demás
no aportan nada positivo.

- Relativismo cultural: Pensar que cada cultura ha de valorarse desde sus propios valores.
Esto lleva a la falta de interés de unas culturas por otras. Ninguna se molesta por encontrar
que tienen en común y cuál es el sentido de sus discrepancias.

- Pluriculturalismo o interculturalismo: Actitud de diálogo entre las culturas para


descubrir los valores universales que les son comunes y aprender a respetar los que no
comparten.

13
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

TEORÍAS ÉTICAS
¿Qué es una teoría ética?
La ética trata de responder a tres cuestiones, la primera de
las cuáles ya ha sido contestada. Para responder a la segunda, ¿cuál es
el fundamento de la moral?, hemos de reflexionar acerca de la validez
de las acciones y normas morales, es decir, hemos de averiguar
cuándo una elección es moralmente razonable o cuándo hemos
actuado conforme a normas morales adecuadas.

Para explicar estas cuestiones han nacido distintas teorías éticas,


cada una de las cuales ha ofrecido un criterio de racionalidad. Analizaremos el que
presentan cuatro de las teorías que siguen teniendo mayor relevancia, tanto por su calidad
teórica como por su fecundidad a la hora de tomar decisiones. Las teorías que vamos a
estudiar se pueden dividir en dos grupos:

Las dos primeras -la aristotélica y la hedonista- nacen en Grecia en el siglo IV


a.C., con la convicción de que lo moral consiste en la búsqueda de la felicidad. Por eso -
piensan- la ética ha de descubrir qué tipo de racionalidad nos llevará a conseguirla y qué
criterio ha de utilizar esa racionalidad.

Las dos segundas teorías -la kantiana y la dialógica- surgen, respectivamente, a


finales del siglo XVIII y en el último cuarto del XX. Aunque para ambas resulta obvio que
los seres humanos deseamos ser felices, consideran que no es ése el verdadero problema
moral: la verdadera cuestión moral es si existe algún tipo de seres a los que no se debe
manipular, a los que hay que reconocer una dignidad, y qué criterio
debemos aplicar al tomar decisiones para respetar realmente esa
dignidad.

1. La tradición aristotélica
Según Aristóteles, los seres humanos realizamos nuestras
acciones por un fin: ser felices. Así pues, la felicidad es el fin último
que todo ser humano tiende a alcanzar. Por otro lado, como seres dotados de capacidad
racional, no hemos de tomar decisiones precipitadas, teniendo en cuenta sólo el momento
14
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

presente, sino que hemos de deliberar serenamente y elegir los medios que más nos
convienen para alcanzar la felicidad. Quien así actúa, dice Aristóteles, ejercita la virtud de
la prudencia. Quien elige pensando sólo en el presente y no en el futuro es imprudente. Por
otra parte, el prudente se propone siempre fines buenos, a diferencia de quién sólo es hábil.
Alguien puede ser habilidoso en suministrar venenos y emplear su habilidad para matar. El
prudente emplea sus "habilidades" para fines buenos; en este caso para sanar.
Obra racionalmente -hace uso de su recta razón o actúa con prudencia- quien elige
el término medio entre el exceso y el defecto, porque en eso consiste la virtud. Según
Aristóteles, el valor es un término medio entre la temeridad (exceso) y la cobardía
(defecto); la generosidad, un término medio entre el despilfarro y la tacañería, y así en las
restantes virtudes. Ahora bien, este término medio no es el medio aritmético, sino el que es
oportuno para cada uno de nosotros. Una persona habituada a comer mucho puede
desfallecer de hambre con lo que le basta a otra que come poco. Un principiante en un
deporte puede quedar agotado con un tiempo de entrenamiento insuficiente para un
campeón.

2. La tradición hedonista
Epicuro de Samos, al responder a la pregunta "¿cómo podemos ser
felices?", inició otra tradición ética: la hedonista (de hedoné, placer).
Esta tradición se asienta sobre tres puntos que ya Epicuro señaló: - Todos
los seres vivos buscan el placer y huyen del dolor. Por tanto, el móvil del
comportamiento animal y humano es el placer. - La felicidad consiste en
organizar de tal modo nuestra vida que logremos el máximo de placer y el
mínimo de dolor. - Precisamente porque se trata de alcanzar un máximo,
la razón moral será una razón calculadora.

El hedonismo epicúreo es individualista (se trata de lograr el mayor placer


individual). Sin embargo, en la Modernidad, el hedonismo se convertirá en social y recibirá
el nombre de utilitarismo.
El utilitarismo considera que los seres humanos estamos
dotados de unos sentimientos sociales, cuya satisfacción es fuente de
placer. Entre ellos está el de simpatía (capacidad de ponerse en el
lugar de cualquier otro, sufriendo con su sufrimiento, disfrutando con
su alegría), que nos lleva a extender a los demás nuestro deseo de
obtener la felicidad. El principio de la moralidad es entonces "la
mayor felicidad (el mayor placer) para el mayor número posible de
seres vivos" y funciona a la vez como criterio para tomar decisiones
racionales.
John Stuart Mill, uno de los grandes
defensores del utilitarismo.

15
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

3. La tradición kantiana
A fines del siglo XVIII, Immanuel Kant propone un criterio moral distinto
a los que hemos expuesto. Considera que, ciertamente, los seres humanos
desean ser felices y que para lograrlo han de hacer uso de una razón
prudencial y calculadora. Sin embargo, como las personas imaginamos
nuestra felicidad de formas distintas, una razón de este tipo no puede
formular sino consejos.

No obstante, hay determinados mandatos que pensamos que debemos seguir, nos
haga o no felices obedecerlos. Cuando digo que "no se debe matar" o que "no hay que ser
hipócrita", no estoy pensando en si seguir esos mandatos hace feliz, sino en que es
inhumano actuar de otro modo.

Así pues, la razón nos impone unas leyes que obligan sin condiciones, es decir, no
prometen la felicidad a cambio: solo prometen realizar la propia humanidad. De ahí que se
expresen como mandatos (imperativos) categóricos, no condicionados a que alguien
quiera ser feliz de un modo u otro. Ser persona es por sí mismo valioso, y la meta de la
moral consiste en querer serlo por encima de cualquier otra meta: en querer tener una buena
voluntad. La razón que da esas leyes morales no es la prudencial ni la calculadora, sino la
razón práctica, que orienta la acción humana de forma incondicionada.

Para saber que una norma es una ley moral, dada por la razón práctica, Kant
propone someter cada norma al test del imperativo categórico. A continuación tienes dos
de las formulaciones del mismo.

Formulaciones del imperativo categórico:

1- Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley
universal.
2- Obra de tal modo que trates la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier
otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca como un medio.

En opinión de Kant, una persona es autónoma cuando no se rige por lo que le


dicen, pero tampoco sólo por sus apetencias o por sus instintos, que al fin y al cabo, no
elige tener, sino por un tipo de normas que cree que debería cumplir cualquier
persona, le apetezca a él cumplirlas o no. Esas normas serán las propias de cualquier ser
humano. Un ser capaz de actuar de este modo y que es valioso en sí mismo no puede, según

16
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

Kant, venderse en el mercado por un precio, porque para eso habría que fijarle un
equivalente. Pero, ¿por qué podemos intercambiar a un ser humano?, ¿cuál es su
equivalente?, ¿cuál es su precio? La respuesta de Kant es clara: los seres humanos no
tienen precio, no pueden intercambiarse por un equivalente, sino que
tienen dignidad. Son dignos de todo respeto.

4. La tradición dialógica
Jürgen Habermas

La tradición dialógica arranca de Sócrates, filósofo griego del


siglo V a.C., y resurge con fuerza en la ética discursiva creada por Karl
Otto Apel y Jürgen Habermas. Ambos autores creen que la aportación kantiana es
óptima, pero adolece de un defecto: considerar la racionalidad moral "monológica",
cuando en realidad es dialógica. Las personas no llegamos a la
conclusión de que una norma es ley moral o es correcta
individualmente, sino a través del diálogo con los demás.

Karl Otto Apel

Supongamos que queremos averiguar si una norma es


moralmente correcta o no. La ética del discurso propone someterla a
un diálogo en el que participen todos los afectados por la norma,
diálogo que recibirá el nombre de discurso. Ahora bien, una vez
finalizado el discurso, la norma sólo se declarará correcta si todos los afectados por ella
están de acuerdo en darle su consentimiento, porque satisface, no los intereses de la
mayoría o de un individuo, sino intereses universalizables. El acuerdo al que lleguemos
no será un pacto estratégico, en el que los interlocutores se instrumentalizan recíprocamente
para alcanzar cada uno sus metas individuales, sino el resultado de un diálogo en el que se
aprecian como interlocutores igualmente facultados, y tratan de llegar a un acuerdo que
satisfaga intereses universalizables. Así pues, la racionalidad de los pactos es una
racionalidad instrumental, mientras que la racionalidad de los diálogos es comunicativa y
tiene en cuenta los intereses de todos.

Al igual que Kant, los partidarios de la ética del discurso centran su preocupación
en la dignidad humana. Ahora bien, ¿de qué somos dignos los seres humanos? La ética
del discurso afirma que cada persona ha de reconocerse como interlocutor válido en cuantas
normas le afecten. Por lo tanto, cuando se delibere sobre la corrección de esas normas,
somos dignos de ser tenidos en cuenta en las decisiones: tenemos que poder participar en
los diálogos en las condiciones más próximas posible a la simetría: - Cualquier sujeto
capaz de lenguaje y acción puede participar en el discurso - Cualquiera puede
problematizar cualquier afirmación - Cualquiera puede introducir en el discurso cualquier

17
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL MAULE
FACULTAD DE CIENCIAS RELIGIOSAS Y FILOSÓFICAS
CURRICULUM DE FORMACIÓN GENERAL
ÉTICA CRISTIANA

afirmación - Cualquiera puede expresar sus posiciones, deseos y necesidades - No puede


impedirse a ningún hablante hacer valer sus derechos, establecidos en las reglas anteriores,
mediante coacción interna o externa al discurso.

18

También podría gustarte