Está en la página 1de 2

Una vez que Marx ha realizada la crítica teórica de la economía capitalista, el siguiente paso es explicar cómo puede cambiarse

este sistema económico por otro


superior. Para entender este proceso histórico, Marx intenta explicar cuáles son los mecanismos o leyes que explican los grandes procesos históricos. Esta visión
El estudio de de la historia como un progreso que se puede comprender y explicar es una herencia de la filosofía hegeliana, pero con una gran diferencia. Como Hegel, Marx
la historia comparte la idea de que la historia no es un caos sin sentido, sino que posee un sentido progresivo a través del cual la humanidad va mejorando en su conjunto.
desde el Ahora bien: donde Hegel explicaba que eran las grandes ideas (el desarrollo del espíritu) las que transformaban las realidad, Marx rechaza este idealismo y
materialismo afirma que son las grandes transformaciones económicas (de orden material y no ideal) las que original los procesos históricos e impulsan el avance de la
: la dialéctica Historia.
materialista.
El nombre que recibe este estudio histórico es el de “dialéctica materialista”. Aunque la idea es de Karl Marx, la expresión fue acuñada por el marxista ruso
Georgui Plejánov (1856-1918). Se trata de un intento de desentrañar el significado de la historia de una forma científica y materialista. La conclusión final de
Marx es que la historia conduce necesariamente hacia la liberación de la clase obrera, a través de un proceso inexorable que nada ni nadie puede detener.
A diferencia del individualismo que defendían corrientes contemporáneas como el anarquismo, el Romanticismo o el liberalismo (John Stuart Mill), Marx es un
pensador colectivista. Es la humanidad en su conjunto, y no el individuo, la que se ve beneficiada por los grandes cambios y avances a través de la historia. En
este sentido, es de suma importancia el concepto marxista de clase.

Del análisis marxista de la sociedad se desprende que la economía se ha sustentados siempre sobre unas relaciones de producción desiguales. Éste es el origen las
diversas clases sociales que han existido a lo largo de la historia. En toda sociedad existen dos clases: a) La clase dominante, que es la dueña de los medios de
producción (la fuente de riqueza) y ejerce una posición de dominio, y b) La clase dominada, que es dueña de los medios de producción y tiene que poner su
capacidad de trabajo al servicio de la clase dominante para poder subsistir. De esto se desprende que los intereses de ambas clases son siempre contrapuestos.
Mientras que la clase dominante intentará siempre conservar su posición de poder, la clase dominada tratará de liberarse y alcanzar un mayor nivel de vida.

La lucha de Esta oposición de clases genera contradicciones en toda sociedad, enfrentando dos grupos antagónicos entre sí. La historia ha estado siempre caracterizada por
clases. La esta lucha entre grupos opuestos. Así, en el mundo antiguo la esclavitud generaba la oposición amo/esclavo, en la Edad Media el feudalismo generaba la
conciencia de oposición noble/siervo, y en la sociedad capitalista el trabajo asalariado genera la oposición obrero/capitalista. La historia ha avanzado cuando una de las dos
clase. clases lleva la oposición hasta el final y produce una transformación económica. En palabras de Marx: «La lucha de clases es el motor de la historia». Es decir: el
antagonismo entre la clase dominante y la clase dominada, que tiene sus orígenes en la infraestructura económica, es lo que provoca las grandes
transformaciones históricas. Por ejemplo, el paso el Antiguo Régimen a la sociedad liberal se explica mediante el antagonismo de clases. Sobre la base de una
economía agrícola, donde la nobleza y la Iglesia eran los dueños de la fuente de riqueza (la tierra), fue desarrollándose poco a poco una clase social, la burguesía.
Durante siglos, la burguesía se dedicó al comercio y fue tomando conciencia de clase, es decir, una imagen de sí misma como un grupo social diferenciado de los
demás. Cuando, en el s. XVIII, se produce la Revolución industrial, la burguesía ya controla la mayor parte de la producción económica. El siguiente paso lógico
fue enfrentarse a la nobleza y al clero (las clases dominantes) y tomar el poder, dado que controlaban la economía. Así explica Marx el origen de la sociedad
liberal que domina Europa en el siglo XIX. La burguesía, pues, tuvo un papel revolucionario, derrocando al Antiguo Régimen e implantando un nuevo orden
social. Pero, una vez asentada en el poder, detuvo los cambios y creó una nueva oposición de clases, en la que ella es dueña de los medios de producción, y donde
una nueva clase obrera aparece bajo su control. La sociedad liberal suplantó, pues, a la sociedad feudal. Pero lejos de liberar al hombre definitivamente, como
querían los ilustrados, cambió un régimen de dominio por otro diferente, en el que la burguesía es la clase dominante y el proletariado la clase oprimida.
Del estudio de la sociedad que explica el advenimiento del capitalismo se extrae también su caída y superación. Del mismo modo que la antigua nobleza no
puedo hacer nada para evitar el auge de la burguesía y conservar sus privilegios, la burguesía de la sociedad industrial capitalista no podrá hacer nada para
conservar sus privilegios ante el auge la clase obrera. El desarrollo del capitalismo, según Marx, va creando sociedades de obreros cada vez más organizados,
como él mismo pudo ver en el movimiento obrero, que cobraba un carácter internacional a lo largo del siglo XIX. Marx, de hecho, participó en la creación de
Del capitalismo la I Internacional (1864), una organización supranacional que luchaba por la defensa de los derechos de los trabajadores.
al comunismo
El progreso tecnológico y la concentración del capital cada vez en menos manos llevará a la radicalización de la contradicción entre el antagonismo de clases
dentro del capitalismo: por una parte, una masa de obreros que realizan el trabajo y son quienes conocen las técnicas y métodos de trabajo; por otra, una
minoría de capitalistas que son los dueños de los medios de producción y que se benefician del trabajo de aquellos. Este incremento progresivo de la distancia
entre ricos y pobres es fundamental para el derrumbe del capitalismo. A medida que los obreros vayan tomando conciencia de clase, irán organizándose y
dándose cuenta de su auténtico poder.

Al final de este período, una revolución obrera derrocará al capitalismo e instaurará un nuevo régimen. Marx es parco a la hora de referirse a este proceso, y
lo hace de una forma menos copiosa que otros de sus desarrollos. La clave reside en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. Si la
propiedad privada es el origen de la desigualdad, su abolición significará el paso decisivo hacia la liberación del hombre. Una vez tenga lugar la revolución, se
instaurará una dictadura del proletariado, en la que la clase obrera ocupa el poder y toma el control de la economía, hasta llegar a una sociedad sin clases: el
comunismo. El comunismo, pues, es para Marx la fase final de la historia. Esto es así porque, al igualar a todos los hombres y suprimir el antagonismo de
clases, no existirá ninguna lucha entre opresores y oprimidos que pueda dar lugar a un nuevo orden social. Además, al ser suprimida la alienación, el hombre
se reencontrará consigo mismo y será plenamente libre.
Esta explicación de la historia por parte de Marx recibió numerosas críticas con el paso de los años. En primer lugar, fue acusado de orillarse hacia el
determinismo, ya que no está claro si es la propia clase obrera la que debe hacer un esfuerzo por liberarse, o si las leyes que rigen la historia conducirán al
comunismo de forma inevitable. Esta dualidad será objeto de debate dentro del propio marxismo a lo largo del siglo XX. Por otro lado, el filósofo Karl Popper
Críticas en su obra La sociedad abierta y sus enemigos (1945) acusará a Marx de usar un método pseudocientífico para su análisis de la sociedad, cayendo en el
profetismo, es es: anunciando como inevitable el advenimiento de una sociedad comunista recurriendo a leyes históricas que están más allá del control
humano. Por otro lado, Karl Löwith acusará a Marx de secularizar las ideas cristianas de paraíso y liberación, poniendo de manifiesto los presupuestos
religiosos del marxismo.
Marx es uno de los pensadores más influyentes de los dos últimos siglos. Su legado es múltiple, abarca diversos campos y no es posible juzgarlo de un modo
unívoco. En el plano intelectual, ha influido a algunos de los más prestigiosos intelectuales del siglo XX en diversos campos: filosofía (Marcuse, Habermass),
Legado e historia (Gordon Childe, Eric Hobsbawm), psicología (Erich Fromm) o antropología (Marvin Harris). Por otra parte, en cuanto a su influencia política, la
influencia influencia de Marx tiene dos vertientes muy diferenciadas. Por un lado, ha influido en la reivindicación de derechos de los trabajadores y logros sociales como
la socialdemocracia, el derecho a paro, jubilación, etc. Por otro, ha influido en la formación de dictaduras y Estados totalitarios a lo largo del siglo XX, como la
U.R.S.S., China, Cuba o Corea.

También podría gustarte