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Tutela satisfactiva

En esta unidad estudiaremos en profundidad dos de las tutelas establecidas en nuestro ordenamiento jurídico con las que cuenta el
acreedor para hacer efectivo su crédito: desde el pago, fiel y exacto cumplimiento de la prestación debida, hasta pasar por diferentes
alternativas previstas por el ordenamiento jurídico para poder lograr el cumplimiento de la misma prestación debida (tutela
satisfactiva).

También revisaremos el incumplimiento oportuno de prestación debida y la facultad con que cuenta el acreedor de poder resolver o
salirse de la relación jurídica generada para poder lograr, por otra vía, la satisfacción de su interés.

Tutela satisfactiva

Pago a mejor fortuna. Principio. Carga de la prueba. Muerte del deudor

Tutela satisfactiva. Tutela resolutoria del crédito. Ejecución especí ca. De nición. Importancia.

Ejecución por un tercero. De nición. Prestaciones fungibles e infungibles

Las sanciones conminatorias o astreintes

Acción de inoponibilidad

Referencias
LECCIÓN 1 de 7

Tutela satisfactiva

Los Sres. Juárez, Rodríguez y Martínez han logrado, a través de un acuerdo de reconocimiento de obligaciones
existentes y de valuación de los daños, poner fin al conflicto ocasionado con motivo del accidente de tránsito
ocurrido.

El cumplimiento. Importancia

El cumplimiento importa a la realización de la prestación debida por el deudor, de manera fiel y exacta de acuerdo
con la conducta comprometida, y la consecuente satisfacción del interés del acreedor y liberación del deudor. Es el
desenlace o fin natural de la obligación, nace para ser cumplida.

El Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN)1 utiliza indistintamente el término pago como sinónimo de
cumplimiento. Concretamente, el artículo 865 define al pago como “el cumplimiento específico de la prestación que

constituye el objeto de la obligación”2.

[1] Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

[2] Art. 865, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

La importancia del cumplimiento de la obligación radica en que, si este no ocurre, el acreedor se encuentra
facultado para ejercer diversas tutelas con el fin de conseguir que aquel tenga lugar.

Distintos modos de cumplimiento específico

El cumplimiento específico de la prestación que satisface el interés del acreedor puede conseguirse por la actuación
voluntaria y espontánea del deudor (en el presente caso, ocurriría cuando los deudores pagan mensualmente, de
manera íntegra, la prestación pactada en el convenio celebrado con el acreedor, el Sr. Martínez) o, por el contrario,
mediante los medios de compulsión que el ordenamiento jurídico le concede al acreedor para obtenerlo (arts. 730 y
731 del CCCN). En este último caso, se incluye la ejecución forzosa y el cumplimiento por un tercero.
El pago. Definición

Existen distintas acepciones de la palabra pago:

1 En sentido vulgar: por pago se entiende al cumplimiento de una obligación de dar y, más
concretamente, de dar sumas de dinero: vamos al bar, tomamos un café y luego se lo pagamos al
mozo; vamos a la farmacia, nos entregan las aspirinas y pagamos por ellas al cajero.

2 En sentido jurídico amplio: el pago es la extinción, por cualquier medio, sea el cumplimiento
específico o no de la obligación, que libera al deudor.

3 En sentido jurídico estricto: según Pizarro y Vallespinos (2014), el pago es el cumplimiento de la


prestación que hace al objeto de la obligación y que debe ser fiel y exacto de acuerdo con lo pactado,
en casi idéntico sentido a la definición legal del artículo 865 del CCCN. En definitiva, el pago o
cumplimiento implica una coincidencia entre lo debido y lo prestado que satisface el interés del
acreedor, extingue el vínculo jurídico y libera al deudor (Negri, en Rivera y Medina, 2014).

Funciones del pago

El pago tiene diversas cuestiones, según la perspectiva con que se lo mire:

1 Función jurídica: importa la satisfacción del interés del acreedor y la liberación del deudor, por lo que
produce la extinción de la obligación.

2 Función económica: es un instrumento para la transformación del patrimonio de ambas partes. La


prestación sale del patrimonio del deudor e ingresa al del acreedor.

Naturaleza jurídica

Antes de la sanción del CCCN, se debatía la naturaleza jurídica del pago: si consistía en un hecho jurídico o si se
trataba de un acto jurídico; dentro de esta última opción (que es la mayoritaria en la doctrina nacional), se dividían
dos posturas, entre quienes entendían que es bilateral y quienes pensaban que es unilateral:
1 Según Pizarro y Vallespinos (2014), es unilateral, ya que requiere la voluntad del deudor solamente y,
si el acreedor no coopera, puede el deudor pagar por consignación (depósito judicial).

2 Para Moisset de Espanés (2004), es bilateral porque se requiere, además de la voluntad del deudor, la
colaboración del acreedor como regla general. El acreedor debe aceptar el pago del deudor, y para
ello debe estar presente en el lugar indicado, listo para otorgarle el recibo liberatorio correspondiente.
Además, Moisset de Espanés (2004) agrega que, en el caso de que el acreedor se niegue a colaborar,
el deudor puede realizar el pago por consignación donde el juez suple al acreedor, ocupa su lugar y lo
reemplaza a los efectos de la recepción del pago, por lo que siempre el pago es bilateral.

El CCCN pone fin al debate al señalar que al pago se le aplican las reglas de los actos jurídicos (arts. 259 y ss.), con
sujeción a lo previsto en el capítulo especial del pago, por lo que toma postura y define la naturaleza del pago como
un acto jurídico. Sin embargo, no se determina si se trata de uno bilateral o unilateral, por lo que en este aspecto el
debate se mantendrá vigente según la postura que se adopte.

Presupuesto y elementos del pago

El presupuesto del pago es la existencia de una obligación preexistente, cuyo objeto es la prestación debida por el
deudor en miras a satisfacer el interés del acreedor.

Por su parte, los elementos del pago son:

1 Sujetos: el acreedor debe ser quien reciba el pago sí o sí y el deudor debería ser quien realice el pago,
aunque se admite que el pago sea realizado por otro (pago por un tercero). Ambos sujetos deben
tener capacidad de ejercicio.

2 Objeto: principio de exactitud (identidad e integridad, es decir, se paga exactamente lo que se obligó
en cantidad y calidad) y principios de localización y puntualidad (art. 867 del CCCN). El pago no debe
realizarse en fraude a los acreedores (art. 876) y el crédito debe encontrarse expedito (art. 877). Si la
prestación consiste en la entrega de una cosa cierta para constituir derechos reales sobre ella, es
requisito que quien la entregue sea el propietario de la cosa (art. 878).

3 Causa fin: el animus solvendi o la intención de pagar del deudor. Cabe recordar que el pago es un acto
jurídico voluntario.

Legitimación activa. Terceros habilitados a realizar el pago: clases de terceros, derecho a pagar y límite,
oposición de las partes, efectos del pago realizado por el tercero
Lo lógico y natural es que el deudor sea quien realiza el pago, aunque también se admite que puedan realizarlo
terceros en los supuestos que se analizarán. En todos los casos, quien paga es el solvens.

Para que el pago sea válido, se requiere que quien lo realice sea una persona con “capacidad para disponer”3,
conforme el artículo 875 del CCCN; de lo contrario, se estará ante un supuesto de nulidad relativa (arts. 23, 24 y
388).

[3] Art. 875, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

La legitimación activa para realizar el pago está prevista expresamente, de modo unificado, en el art. 879 del CCCN,
del que se deriva lo siguiente:

1 Deudor: tiene el deber y el derecho de pagar. Puede hacerlo personalmente o por su representaste
legal o voluntario, pero también pueden pagar los sucesores del deudor. La norma aclara que, si son
varios deudores, el derecho de pagar de cada uno de ellos se rige por las disposiciones
correspondientes a la categoría de su obligación, por lo que habrá que estar atentos a las normas que
regulan la mancomunación simple y solidaria, y si la prestación es divisible o indivisible.

2 Tercero: la ejecución de la prestación puede ser realizada por un tercero (art. 881 del CCCN), que
asume la calidad de solvens o sujeto activo del pago, pues satisface la prestación y desinteresa al
acreedor. Con respecto a esta alternativa, hay que aclarar:

El tercero es quien no es parte de la relación obligacional (no es deudor ni acreedor).

Por regla, el acreedor no puede rechazar el pago hecho por un tercero, salvo que la obligación
fuere intuito personae.

El tercero debe pagar con intención de pagar una deuda ajena (voluntad) y debe tener capacidad
para disponer (art. 875).

Existen dos tipos de terceros:

1. Interesado

Es la persona a quien el incumplimiento del deudor puede causar un menoscabo patrimonial (art. 881 del CCCN). En otras
palabras, se perjudica si la obligación no se cumple; por ello, tiene un interés patrimonial en su cumplimiento. El código de Vélez
Sarsfield incluía en esta categoría en el artículo 7684 y por exclusión a quien, al ser acreedor, le paga a otro que le es preferente; al
que paga una deuda al que estaba obligado a pagar con otros o por otros; al que adquirió un inmueble y paga al acreedor que
tuviese hipoteca sobre el mismo inmueble; al heredero que admitió la herencia con beneficio de inventario y paga con sus propios
fondos la deuda de esta. Si bien el nuevo código no reedita esta norma, los supuestos son idénticos. Sería el caso de que en el
acuerdo celebrado la deuda estaría garantizada por un tercero que asegurara el pago de lo acordado. A este sujeto distinto de los
deudores no le resulta indiferente que Juárez y Rodríguez paguen o no la deuda.
[4] Ley 430. (29 de septiembre de 1869). Código Civil de la Nación [Abrogado por Ley 26994]. Poder Legislativo de la Nación. Recuperado de http://www.saij.gob.ar/340-nacional-codigo-civil-
lns0002653-1869-09-25/123456789-0abc-defg-g35-62000scanyel

2. No interesado

No se perjudica con el incumplimiento de la obligación. Podrá pagar solo si el acreedor voluntariamente le recibe el pago. Por
ejemplo, al hermano del deudor Juárez no le afecta que este pague o no su deuda, pero bien podría decidir pagar la deuda que
aquel ha contraído.

El derecho del tercero a pagar tiene dos límites que surgen del artículo 881 del CCCN:

Si la obligación es intuitu personae.

Si ambas partes de la obligación se niegan al pago por el tercero. Excepción: si es tercero interesado,
igualmente puede pagar. El Sr. Pérez, que garantiza el cumplimiento de la obligación de los deudores,
siempre va a poder pagar.

Por otro lado, debe analizarse el caso de la oposición al pago por un tercero, pues pueden darse distintas
alternativas.

1 Oposición del acreedor: como regla, está obligado a aceptar el pago, salvo obligación intuitu
personae, y, según Pizarro y Vallespinos (2014), aun en las obligaciones de hacer, donde puede que no
le dé lo mismo al acreedor que la realice un tercero, aun cuando no sean intuitu personae.

2 Oposición del deudor: como regla, no impide ni afecta la eficacia del pago realizado por un tercero,
sea interesado o no.

3 Oposición conjunta del acreedor y del deudor: el artículo 881 del CCCN dispone que, ante dicho
supuesto, cesa el derecho del tercero de pagar, salvo que sea interesado.

Los efectos del pago realizado por un tercero están previstos en el artículo 882 del CCCN. El principal efecto es que
se satisface el interés del acreedor, siempre que haya cumplido con las características que requiere el pago
(identidad, integridad, localización y tiempo), pero no se extingue el crédito. En consecuencia, el tercero tiene acción
contra el deudor, según si este consintió, ignoró o rechazó ese pago, tal como se estudiará.

Negri (en Rivera y Medina, 2014) explica que se produce un desdoblamiento en la relación obligacional que permite
distinguir los efectos entre los distintos sujetos (acreedor, deudor y tercero).

1 Relación entre el tercero y el deudor: el deudor queda obligado frente al tercero, quien tendrá
distintas acciones para reclamar el reembolso según cuál haya sido la voluntad del deudor al
respecto. Así, puede darse:

Pago con asentimiento del deudor: reglas del mandato (arts. 1319 y ss.).

Pago con ignorancia del deudor: reglas de la gestión de negocios (arts. 1781 y ss.).

Pago contra la voluntad del deudor: solo puede exigir mediante la acción del enriquecimiento sin
causa (arts. 1794 y ss.).

2 Relación entre el tercero y el acreedor: como regla general, el acreedor no puede negarse a recibir el
pago de un tercero, siempre que se den los requisitos para ello, como ya se expuso. Una vez cumplido
el pago, es irrepetible, salvo que el tercero fuera incapaz, hubiera pagado por error o no hubiera dado
aviso al deudor.

3 Relación entre el deudor y el acreedor: el acreedor queda desinteresado, pero no se cancela el


crédito ni se libera el deudor.

Legitimación pasiva. El acreedor. Distintos supuestos. Representante del acreedor. Terceros habilitados para
recibir el pago. Tenedor de un título al portador. Acreedor aparente

Luego de suscripto el acuerdo de pago de las obligaciones entre las partes en el estudio jurídico del letrado
patrocinante del Sr. Martínez, este advierte que, al vencimiento de la segunda cuota —esto es, el 10/12/2019—, no
estará en el país, ya que tiene un viaje programado al exterior. Esto implica que no estará para recibir el pago
correspondiente. Al consultarle a su abogado sobre esta situación, este le recomienda que deje un poder especial
para recibir el importe correspondiente.

El Sr. Martínez te solicita que le confecciones el respectivo poder especial, que ha quedado redactado de la
siguiente manera:

En la ciudad de Córdoba, a los cinco días del mes de septiembre del año dos mil dieciocho, ante escribanía
autorizante, comparecieron: por una parte, el Sr. Pablo Martínez, DNI: 23 475 871, con domicilio en calle Enrique
Borla 4128, Montecristo, y por la otra, la Dra. Laura González, matrícula 1-38564. El primero expuso que, por la
presente, viene a otorgar poder especial de cobro de la segunda cuota por la suma de pesos treinta mil ($30 000),
según convenio de deuda existente en los autos caratulados: “MARTÍNEZ PABLO C/ Juárez Leonardo Maximiliano
y otros —ordinario—. Daños y perjuicios”. Expediente N.° 215846, que se tramitan ante el Juzgado Civil y Comercial
de 10 Nom. de la ciudad de Córdoba a favor de la mencionada abogada. La Dra. Laura González, por su parte, dijo
que acepta en todas sus partes el poder conferido a su favor, que al efecto constituye domicilio en calle Marcelo T.
de Alvear 360, piso 6, oficina C, Torre II, ciudad de Córdoba. Con lo que terminó el acto, que, previa lectura y
ratificación, lo firman los comparecientes, por ante mí, escribano autorizante que doy fe.

El titular del ius accipiendi, es decir, la persona que tiene legitimación pasiva para recibir el pago es, en principio, el
acreedor, pues es el titular del derecho de crédito. Sin embargo, también puede haber terceros habilitados para
recibir el pago de manera eficaz.

El artículo 883 del CCCN sintetiza las diversas alternativas de los sujetos a los que puede realizarse el pago con
efecto extintivo:

Acreedor, o a su cesionario o subrogante: el cesionario es la persona a la cual el acreedor le


transmitió el derecho de crédito; el subrogante es quien sustituye al acreedor, y también están
legitimados sus sucesores a título universal o singular. La norma también aclara que, si hay varios
acreedores, el derecho al cobro de cada uno de ellos se rige por las disposiciones correspondientes a
la categoría de su obligación, con lo cual se remite a las reglas mancomunadas o solidarias, y a las
divisibles e indivisibles.

A la orden del juez que dispuso el embargo del crédito: si un acreedor del acreedor, ante la
interposición de una demanda de pago y solicitud de embargo, consiguió que el juez dicte la medida
cautelar, el deudor no puede pagarle al acreedor, sino que debe depositar la deuda a la orden del juez
que ordenó aquella.

Al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte: cuando el acreedor haya dado poder,
mandato o autorización a otra persona para recibir el pago en su nombre. Incluye al representante
voluntario o legal.

A quien posee el título de crédito extendido al portador, o endosado en blanco: por ejemplo, un
cheque o un pagaré en el que no se encuentra identificada la persona que lo cobrará —por ser
justamente al portador o en blanco— recién se determinará al momento de la presentación para su
cobro el día del vencimiento del título. Se aclara que el pago es válido, excepto sospecha fundada de
no pertenecerle el documento o de no estar autorizado para el cobro a su portador.

Al acreedor aparente: es quien se comporta como si fuera el acreedor, pero no lo es. Por ejemplo, un
acreedor cede su crédito, pero no lo notifica al deudor. Este paga a quien cedió su crédito por no haber
tenido conocimiento de la cesión, quien lo recibe (a sabiendas de que ya no tenía derecho a hacerlo).
Si quien realiza el pago actúa de buena fe y de las circunstancias resulta verosímil el derecho
invocado, el pago es válido, aunque después sea vencido en juicio sobre el derecho que invoca (en el
caso del ejemplo, podría iniciar juicio el cesionario, quien era el titular del ius accipiens).
Efectos que produce el pago a terceros no autorizados: derecho del acreedor frente al tercero

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que, si el deudor cumple con la prestación a un tercero no autorizado, la regla
es que el pago le es inoponible al acreedor, quien conserva su crédito. El deudor podrá repetir el pago si actuó de
buena fe; de lo contrario: “quien paga mal paga dos veces”. Son excepciones: que el pago le sea útil al acreedor o
que el acreedor ratifique el acto hecho por el tercero, es decir, aprueba el acto que realizó el tercero en su nombre y
sin mandato.

El artículo 884 del CCCN expresamente prevé este supuesto y señala que el acreedor tiene derecho a reclamar el
valor de lo que recibió contra el tercero, sobre la base de las siguientes reglas:

En el caso del inciso c) del artículo 883: si el tercero había sido indicado para recibir el pago de modo
parcial, pero lo hace totalmente, el acreedor puede reclamar conforme a los términos de la relación
interna entre ambos, como por el mandato.

En los casos de los incisos d) y e) del artículo 883: el poseedor del título de crédito o el acreedor
aparente, el acreedor reclamará conforme a las 8 reglas del pago indebido (arts. 1796 a 1799 del
CCCN).

Negri (en Rivera y Medina, 2014) aclara que el derecho a reclamar el valor de lo recibido no obsta a la posibilidad de
reclamar los mayores perjuicios causados por el accipiens que actuó de mala fe o que le originó un daño
injustamente causado.

Capacidad para recibir pagos. Efectos del pago realizado a un sujeto con capacidad restringida y a un tercero no
legitimado

El acreedor o tercero habilitado para recibir el pago debe tener capacidad de ejercicio de sus derechos; de lo
contrario, rige lo dispuesto en el artículo 885 del CCCN.

La regla es que el pago hecho a una persona declarada incapaz o con capacidades restringidas, no autorizado por el
juez para recibir pagos, o si se trata de un tercero no autorizado por el acreedor para recibirlo, no es válido.

Dentro de estos supuestos, Negri (en Rivera y Medina, 2014) menciona al incapaz, a quien tiene restricciones de su
capacidad, específicamente para recibir el pago, y a quien se encuentra en un proceso concursal, según los artículos

15, 16, 107, 118 y 119 de la Ley 245225.


[5] Ley 24522. (20 de julio de 1995). Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/25000-29999/25379/texact.htm

La excepción tiene lugar cuando el pago realizado a las personas antes mencionadas es ratificado por el acreedor
con posterioridad, lo que valida el acto y torna eficaz el pago. La ratificación es la manifestación de voluntad del
acreedor mediante la cual convalida lo realizado por quien no tenía capacidad para recibir el pago.

Por último, la norma citada señala que el pago produce efectos cuando es beneficioso para el acreedor, lo que
deberá ser analizado en el caso concreto.

Actividad

1) En caso de que el Sr. Martínez prorrogara su viaje y no se encontrara presente para recibir la tercera cuota del convenio suscripto,

¿podrían los deudores abonarle también al abogado del Sr. Martínez esta cuota?

Si.

No.

SUBMIT

Actividad

2) Si los deudores le pagaran al letrado interviniente la cuota tres, ¿tienen alguna acción para exigir que ese pago sea válido?

Si.

En principio, no, salvo que el pago haya sido útil para el acreedor o que el acreedor, con posterioridad de validez, lo
reconozca.

SUBMIT
Objeto del pago. Principios que rigen el cumplimiento. Otros requisitos: pago en fraude a los acreedores, carácter
expedito del crédito, propiedad de la cosa

Básicamente, el objeto del pago es el exacto cumplimiento del programa de actuación del deudor, que satisface el
interés del acreedor, es decir, el cumplimiento del acuerdo celebrado tal y como fue acordado por las partes en este
caso. Acreedor y deudor se obligaron a algo, y es eso mismo lo que debe cumplirse. Los requisitos del pago deben
coincidir con los elementos de la obligación: con los sujetos y con el objeto.

Lo dicho nos lleva a analizar los siguientes principios que deben cumplirse en el pago. El artículo 867 del CCCN
señala que el objeto del pago debe reunir los requisitos de identidad, integridad, puntualidad y localización. Los dos
primeros son exigencias sustanciales, mientras que los dos segundos son circunstanciales.

Cabe aclarar que estos principios imponen reglas que deben cumplirse, pero siempre con el límite impuesto por los
principios generales de la buena fe y del no abuso del derecho.

1. Principio de identidad

Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que responde a la pregunta “¿qué se debe pagar?”. Es la adecuación “cualitativa” de lo debido
con lo pagado, e implica confrontar lo pagado con aquello a lo que nos obligamos. Por ejemplo, no podemos entregar un objeto
distinto a los $30 000 en cada una de las cuotas pactadas, ni un auto por una moto. El acreedor no puede ser obligado a recibir y
“el deudor no tiene derecho a cumplir una prestación distinta a la debida”6, aunque sea de mayor valor (art. 868).

Sin embargo, este principio no puede llevar a abusos de derecho, por lo que el acreedor no puede rechazar el pago por diferencias
insignificantes. Sin embargo, este principio tiene una excepción en el caso de las obligaciones facultativas (en las que el deudor
conserva la facultad de elegir una u otra cosa con la que pagará).

Existen supuestos controvertidos, como el pago con cheque o cualquier título de crédito, o el pago por depósito en cuenta
bancaria o por giro bancario, casos en que el acreedor puede negarse a recibirlo por el riesgo de insolvencia que traen aparejados.

[6] Art. 868, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

2. Principio de integridad

Responde a la pregunta “¿cuánto se debe pagar?”. En virtud de este principio, el pago debe ser completo y no fraccionado
(implícitamente, incluye el principio de indivisibilidad), y debe llevar los intereses y demás accesorios. Por ejemplo, si en juicio el
deudor realiza la consignación judicial del capital demandado, sin incluir los intereses, el pago no será íntegro, pues faltan los
intereses por la mora, y otros, si existieran. Ello implica que el acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, salvo que la ley o
un acuerdo de partes lo autorice (por ejemplo, el pago en cuotas, según el art. 869). Esto sucede en el caso planteado, donde las
partes han pactado que el resarcimiento de lo debido asciende a la suma de $30 000 y que dicho monto se abonará en 10 cuotas
mensuales y consecutivas. La norma aclara que, si la deuda es parcialmente líquida, el deudor sí puede hacer pago parcial de esta
y adeudar la ilíquida.

Además, Negri (en Rivera y Medina, 2014) indica que algunas excepciones legales a este principio están dadas por el pago con
beneficio de competencia (arts. 892 y 893), es decir, lo que el deudor buenamente pueda.

Por su parte, se aclara que, si la deuda es de dar una suma de dinero, y esta lleva intereses, el pago solo es completo si incluye el
capital más intereses (art. 870), ya sean estos moratorios o convencionales, como por ejemplo, la existencia de la cláusula penal
existente en el convenio. El fundamento es que la obligación no puede modificarse, salvo acuerdo de partes. Las excepciones al
principio (es decir, los casos en los que se admite un pago parcial) ocurre cuando hay un acuerdo entre las partes o cuando la ley
así lo establece, cuando existe una deuda parcial ilíquida o ante el pago parcial de un cheque.

3. Principio de puntualidad

Este principio marca el tiempo de cumplimiento, y para ello debe recordarse la clasificación de los plazos en las obligaciones, pues
en cada uno de estos el momento del cumplimiento será diferente. Si el pago no es realizado en el tiempo propio, el deudor
incurrirá en mora e incumplimiento y habilitará al acreedor a ejercer las facultades que le concede el CCCN.

Este principio está contemplado en diversas reglas claras que establece el artículo 871 del CCCN, que señala cuándo debe
hacerse el pago:

a) si la obligación es de exigibilidad inmediata, en el momento de su nacimiento;


b) si hay un plazo determinado, cierto o incierto, el día de su vencimiento;
c) si el plazo es tácito, en el tiempo en que, según la naturaleza y circunstancias de la obligación, debe cumplirse;
d) si el plazo es indeterminado, en el tiempo que fije el juez, a solicitud de cualquiera de las partes, mediante el
procedimiento más breve que prevea la ley local7.

[7] Art. 871, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Por su parte, el artículo 872 regula los efectos del pago anticipado aceptado por el acreedor, es decir, el realizado con anterioridad
al momento del vencimiento del plazo legal o convencionalmente establecido en la obligación, y se aclara que aquel no concede al
deudor derecho a exigir descuento alguno.

4. Principio de localización

Alude al lugar del pago, es decir, a aquel sitio donde debe realizarse la prestación, en donde se debe cumplir. La regla está dada por
el principio de la autonomía de la voluntad, que impone pagar en el lugar establecido de manera expresa o tácita por las partes
(art. 873). En el primer supuesto, surgirá del contrato; en el segundo, de la naturaleza, circunstancias de la obligación.

Subsidiariamente, en caso de que las partes nada hubieran previsto, el artículo 874 establece la siguiente regla y dos excepciones:

Regla:
El lugar de pago es el domicilio del deudor al tiempo del nacimiento de la obligación. Si el deudor se muda, el acreedor
tiene derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en el anterior. Igual opción corresponde al deudor, cuando el
lugar de pago sea el domicilio del acreedor8.

[8] Art. 874, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Excepciones:

Esta regla no se aplica a las obligaciones:


a) de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es donde la cosa se encuentra habitualmente;
b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo; en este supuesto, lugar de pago es donde debe cumplirse
la prestación principal9.

[9] Art. 874, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Otros requisitos relacionados con el objeto del pago se prevén en los artículos 876, 877 y 878 del CCCN, que imponen:

El pago no puede ser realizado en fraude a los acreedores; de lo contrario, se habilita la acción de ineficacia, que puede ser
individual (se aplicarán las normas de la acción revocatoria) o colectiva (se aplicarán las normas de la Ley concursal 24522).

Negri (en Rivera y Medina, 2014) explica que se trata de un requisito negativo de validez del pago y que hace al principio de buena
fe.

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que el pago fraudulento se configura cuando quien lo realiza, a través de él, provoca o agrava
su insolvencia, y dicha erogación no tiene para el deudor carácter necesario o forzoso, en razón de que no genera el riesgo de una
inminente ejecución individual o colectiva de sus bienes. Por ejemplo, quien paga una gran deuda que se funda en un deber moral
o de conciencia (art. 728 del CCCN) o quien paga una deuda anticipadamente, pues su plazo todavía no venció.

El crédito debe encontrarse expedito: esto significa que esté disponible para el acreedor, lo que implica que no se encuentre,
por ejemplo, embargado o prendado por sus acreedores por alguna deuda. Pizarro y Vallespinos (2014) justifican la medida en
el hecho de que todo crédito forma parte del patrimonio de una persona y, en consecuencia, es garantía común de los
acreedores.

Negri (en Rivera y Medina, 2014) señala que se trata de una orden dirigida al deudor, a fin de que se abstenga de pagar al acreedor
en tales hipótesis. El artículo 877 dispone que el pago del crédito embargado o prendado es inoponible al acreedor prendario o
embargante.

Propiedad de la cosa con que se paga: este requisito rige en las obligaciones de dar cosa cierta con el fin de constituir
derechos reales sobre esta. El pago de una cosa que no es de propiedad del deudor impone la aplicación de las reglas de la
compraventa de cosa ajena. Se trata de una derivación del artículo 399 del CCCN: nadie puede transmitir un derecho mayor o
más extenso del que posee.

Gastos del pago


Los gastos del pago hacen referencia a todo desembolso necesario para la preparación de la prestación y para su
exacto cumplimiento (como la custodia, el transporte, la entrega, el acondicionamiento, etc.). Si bien esta cuestión
no está expresamente contemplada en el CCCN, la doctrina nacional entiende que, en principio, los gastos del pago
están a cargo del deudor, salvo pacto en contrario.

Prueba del pago

El CCCN regula la prueba del pago de manera concreta y detallada en los artículos 894 a 899, normas que
consagran la doctrina y jurisprudencia imperante en la materia, pues el Código Civil de Vélez Sarsfield no contenía
normas al respecto.

Cabe aclarar algunos conceptos que tienen relevancia en cuanto a la prueba del pago, siguiendo a Pizarro y
Vallespinos (2014) y relacionándolos con las disposiciones legales al respecto:

Carga de la prueba: pesa sobre el deudor que alega haber pagado. Si bien no se presume, puede
probarse por medio de presunciones. En cuanto a la carga de la prueba, el artículo 894 dispone dos
reglas según el tipo de obligación del que se trate: “a) en las obligaciones de dar y de hacer, sobre
quien invoca el pago”10 y “b) en las obligaciones de no hacer, sobre el acreedor que invoca el
incumplimiento”11.

[10] Art. 894, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

[11] Art. 894, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Objeto de prueba: es el cumplimiento de la conducta debida cualitativa y cuantitativamente. Se


presume que es tal cuando el acreedor recibe sin reservas.

Medios de prueba: implica cómo puede probarse el pago. Rige el principio de libertad de medios
probatorios y la rigurosidad en la apreciación, “excepto que de la estipulación o de la ley resulte
previsto el empleo de uno determinado, o revestido de ciertas formalidades”12.

[12] Art. 895, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Recibo: “es un instrumento público o privado en el que el acreedor reconoce haber recibido la
prestación debida”13. Pizarro y Vallespinos (2014) señalan que es la constancia escrita que emana del
acreedor, destinada a documentar el pago. Es el medio de prueba por excelencia, el más perfecto: es
la confesión del acreedor de que se pagó. Con respecto al recibo, se aclara lo siguiente:

[13] Art. 896, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

“El cumplimiento de la obligación confiere al deudor derecho de obtener la constancia de la


liberación correspondiente. El acreedor también puede exigir un recibo que pruebe la recepción”14
o solicitar un contrarrecibo. La negativa del acreedor de conceder un recibo habilita la declaración
de la mora del acreedor.

“El deudor puede incluir reservas de derechos en el recibo y el acreedor está obligado a
consignarlas. La inclusión de estas reservas no perjudica los derechos de quien extiende el
recibo”15.

[14] Art. 897, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

[15] Art. 898, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Finalmente, existen presunciones iuris tantum de origen legal que el CCCN dispone en el artículo 890 y que refieren
a las siguientes circunstancias en las que se presume el pago:

a) si se otorga un recibo por saldo, quedan canceladas todas las deudas correspondientes a la
obligación por la cual fue otorgado;

b) si se recibe el pago correspondiente a uno de los periodos, están cancelados los anteriores, sea que
se deba una prestación única de ejecución diferida cuyo cumplimiento se realiza mediante pagos
parciales, o que se trate de prestaciones sucesivas que nacen por el transcurso del tiempo;

c) si se extiende recibo por el pago de la prestación principal, sin los accesorios del crédito, y no se hace
reserva, estos quedan extinguidos;

d) si se debe daño moratorio, y al recibir el pago el acreedor no hace reserva a su respecto, la deuda por

ese daño está extinguida16.

[16] Art. 899, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Efectos del pago. Principales, accesorios e incidentales


Producido el pago, la obligación se extingue de manera irremediable e irrevocable (Ossola, 2017).

Los efectos del pago, de acuerdo con Pizarro y Vallespinos (2014), son las consecuencias que provoca el pago en
relación con las partes y los terceros.

Los efectos se clasifican del siguiente modo:

Principales: previstos en el artículo 880 del CCCN: “el pago realizado por el deudor que satisface el
interés del acreedor extingue la obligación y lo libera”17. Esto sucede de manera irrevocable, ya que
los efectos del pago son definitivos. De igual modo, el artículo 731 establece que “el cumplimiento
exacto de la obligación confiere al deudor el derecho a obtener la liberación y el de rechazar las
acciones del acreedor”18. En cambio, el pago realizado por un tercero, tal como se vio, no extingue la
obligación. Eso sucedería si Juárez y Rodríguez cumplimentaran las cuotas de la forma convenida.

[17] Art. 880, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

[18] Art. 731, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Secundarios: se proyectan en las relaciones de las partes con independencia de la función


cancelatoria. El pago como

1. Acto de reconocimiento: implica que el deudor admita ser deudor, ya que quien paga quiere
extinguir, solo se extingue lo que existe. Por ello la importancia de lograr el reconocimiento de la
deuda ante la posibilidad o sospecha del incumplimiento del deudor, o ante pérdida o robo del
contrato, por ejemplo. Así, es un acto jurídico declarativo, cuyos efectos son:

a. Probatorio: para acreditar la relación obligacional.

b. Acto interruptivo: de la prescripción. Por todo esto conviene admitir un pago parcial si con
ello se logra el reconocimiento de la deuda (siempre que haga recibo de ello con copia y se
aclare el saldo adeudado). Así, a pesar de que la mora sea automática, conviene, antes del
vencimiento del plazo, intimar al deudor a que cumpla, a lo que contestará que no paga
porque no venció la obligación, pero en ese acto reconoce su existencia.

2. Acto de consolidación del contrato: si en el contrato estaba la posibilidad de arrepentirse, no


podrá realizarse luego del pago. Por ejemplo, en una entrega de la cosa a prueba por 10 días, si
paga antes ya no podrá devolverla luego, pues consolidó el negocio con el pago.

3. Importante a los efectos de interpretar el contrato: se realiza según la literalidad del contrato,
según los usos y costumbres, pero también según los comportamientos de las partes, y el pago
es uno de ellos.

4. Interrumpe la prescripción.
5. Puede, además, ser el pago un acto de confirmación tácita del acto inválido. Por ejemplo, un
contrato celebrado por un sujeto con capacidad restringida para disponer de sus bienes, luego
ratificado por quien ejerce el “apoyo” necesario.

Incidentales: se producen con posterioridad al pago, se origina una nueva obligación. Son, por
ejemplo:

Reembolso de lo pagado por el tercero, que tiene acción contra el deudor originario.

Repetición del pago indebido: el acreedor tiene el deber de restituirlo junto con los daños y
perjuicios (arts. 1796 y ss.).

Inoponibilidad del pago por cosa embargada (art. 877).

Restitución al acreedor de lo pagado a un tercero.


LECCIÓN 2 de 7

Pago a mejor fortuna. Principio. Carga de la prueba. Muerte del deudor

El pago a mejor fortuna implica que las partes pueden acordar que el deudor no pague en el tiempo que corresponde a la obligación, sino “cuando pueda o mejore

su fortuna”19. Es el típico ejemplo de que pague “cuando pueda”. La norma aclara que, en dicho caso, se aplican las reglas del plazo indeterminado.

[19] Art. 889, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Santarelli destaca:

En el régimen anterior se discutía [si] la naturaleza de esta cláusula podría considerarse una condición, dado que el deudor puede o no mejorar en
sus condiciones patrimoniales; sin embargo, para otros autores la cuestión campea en el ámbito de la exigibilidad sin poner en vilo a la obligación
misma que quedó perfeccionada, considerándola, pues, como una obligación de plazo incierto. Para otro sector de la doctrina, se trata de una
obligación de plazo indeterminado; solución que sigue el art. 889. (2014, p. 508).

En definitiva, el CCCN tomó posición con respecto al debate y consagró que el pago a mejor fortuna consiste en una modalidad del plazo y no se trata de una
condición. El efecto de este pacto es diferir el cumplimiento de la obligación para cuando el deudor pueda cumplir o tenga los medios para hacerlo; la constitución
en mora exige, para este caso, la fijación del plazo e interpelación, tal como establece el artículo 889 del CCCN.

Con respecto a la carga de la prueba de esta concesión, el CCCN dispone en el artículo 890 que el acreedor puede reclamar el cumplimiento de la obligación, y le

“corresponde al deudor demostrar que su estado patrimonial le impide pagar”20. El fundamento se encuentra en que es un imperativo del propio interés. Además,
se autoriza al juez a fijar el pago en cuotas para facilitarle el cumplimiento al deudor.

[20] Art. 890, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Finalmente, se aclara que, en caso de muerte del deudor, al tratarse de una concesión intuitu personae que tiene en cuenta la situación patrimonial del deudor, es

exclusiva para este y, por ende, no se traspasa a sus herederos, quienes reciben la deuda “como obligación pura y simple”21.

[21] Art. 891, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Pago con beneficio de competencia. Definición. Personas incluidas

Se trata de un beneficio solo para ciertos sujetos. El beneficio de competencia es un “derecho que se otorga a ciertos deudores para que paguen lo que

buenamente puedan, según las circunstancias, y hasta que mejoren de fortuna”22. El fundamento de la figura se encuentra en razones de humanidad, solidaridad y
familia, que imponen que el deudor no pueda exigir el pago a personas cercanas que no se encuentren en condiciones económicas de afrontar la deuda. Colmo
destaca que el carácter humanitario se funda en “el derecho a la subsistencia del pobre deudor, que, antes que tener que pagar a sus deudores, tiene que vivir”
(1920, p. 514).

[22] Art. 892, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Negri (en Rivera y Medina, 2014) entiende que el favor legal que se concede a pedido de parte (el deudor debe alegar y probar que no puede pagar) tiene dos
consecuencias: reduce la obligación para el deudor dentro de lo que buenamente puede pagar y circunscribe el derecho del acreedor, que no podrá reclamarle más
que eso; y por otro lado, el deudor deberá el saldo insoluto sin quedar liberado de este, pues únicamente se difiere su exigibilidad hasta que mejore su fortuna.

Las personas incluidas en este beneficio, que en general son aquellas a las que el acreedor les debe alimentos, son determinadas en el artículo 893:

El acreedor debe conceder este beneficio:

a) a sus ascendientes, descendientes y colaterales hasta el segundo grado, si no han incurrido en alguna causal de indignidad para suceder;

b) a su cónyuge o conviviente;

c) al donante en cuanto a hacerle cumplir la donación23.

[23] Art. 893, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Moisset de Espanés manifiesta que este instituto

en la actualidad carece de razón de ser, no porque cerremos los ojos ante situaciones de esta naturaleza, de extrema indigencia, de la miseria
más absoluta a que puede ser llevado un deudor y el núcleo familiar del cual es jefe o cabeza, sino porque hay otros remedios, por ejemplo, la
inembargabilidad de ciertos bienes, de los muebles de uso indispensable, ropas, alimentos, etc.… y también de cierta porción de los sueldos.
(2004, p. 45).

De cualquier forma, el código unificado recibe la figura y habilita su solicitud.

Imputación del pago. Definición

La imputación del pago es el conjunto de reglas y principios que dan solución a los problemas que se suscitan entre acreedor y deudor cuando existen varias
obligaciones de la misma naturaleza pendientes de cumplimiento y tiene lugar un pago que no alcanza a cubrir a todas (Pizarro y Vallespinos, 2014). Estas reglas
determinan quién elige y cuál será la obligación que se extinguirá con el pago.

Los presupuestos de la imputación del pago son:

Varias obligaciones pendientes de pago.

Que las obligaciones vinculen a las mismas personas.

Que el objeto de las obligaciones sea de la misma naturaleza.

Que el pago de las obligaciones no sea suficiente para extinguirlas a todas.

Imputación por el deudor

Oportunidad para hacerla. Limitaciones

La regla general, con fundamento en el principio del favor debitoris, es que corresponde al deudor realizar la imputación del pago, es decir, elegir qué obligación
cancela con su pago. Este derecho debe ejercerlo cuando declara al acreedor, al momento de hacer el pago, por cuál de ellas lo hace (art. 900 del CCCN). Sin
embargo, la norma aludida tiene dos limitaciones:

1 De oportunidad: solo puede elegir hasta el límite del momento del pago, salvo acuerdo de partes.

2 De contenido: la elección debe recaer:

1. Sobre deuda líquida y de plazo vencido: el fundamento está en que, en las deudas ilíquidas, es imposible
conocer si ese pago es o no íntegro porque todavía no se sabe cuál es el monto de la deuda. Tampoco se
puede obligar al acreedor a tener por cumplida una obligación a plazo antes de su vencimiento.

2. Si adeuda capital e intereses, el pago no puede imputarse a la deuda principal sin consentimiento del
acreedor: el fundamento está en el principio de integridad del pago y tiene relación con la norma del artículo
903.

Imputación por el acreedor

Oportunidad para hacerla. Limitaciones

Subsidiariamente, si el deudor no realizó la imputación del pago al momento de realizarlo, dicha facultad se transmite al acreedor, que puede hacerlo cuando lo
recibe, según las siguientes reglas que manda el artículo 901:
Imputación por el acreedor. Si el deudor no imputa el pago, el acreedor se encuentra facultado a hacerlo en el momento de recibirlo, conforme a
estas reglas:

a) debe imputarlo a alguna de las deudas líquidas y exigibles, [tal como tenía derecho el deudor a hacerlo];

b) una vez canceladas totalmente una o varias deudas, puede aplicar el saldo a la cancelación parcial de cualquiera de las otras24.

[24] Art. 901, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

La imputación por el acreedor es una manifestación de voluntad mediante un acto unilateral recepticia, por el que hace saber al deudor qué deuda considera
extinguida con el pago (Negri, en Rivera y Medina, 2014).

Imputación legal

Nuevamente, y de modo subsidiario, cuando ni el deudor ni el acreedor hayan elegido o determinado cuál es la obligación que se extinguió, tiene lugar la imputación
legal que concreta el artículo 902 del CCCN, del siguiente modo:

1 “En primer término, a la obligación de plazo vencido más onerosa para el deudor”25. Por ejemplo, la que tenga intereses o cláusula penal, la que
lleva prenda o hipoteca, etcétera. No se tiene en cuenta la antigüedad de la deuda.

[25] Art. 902, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

2 “Cuando las deudas son igualmente onerosas, el pago se imputa a prorrata”26, es decir, se divide en partes iguales a cada deuda.

[26] Art. 901, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Pago a cuenta de capital e intereses

El CCCN también establece una regla o limitación a la facultad de elección del deudor, pues impone en el artículo 903 que, si el pago se hace a cuenta de capital e
intereses (es decir, es un pago parcial) y no se precisa su orden, se imputará en primer término a intereses.

El fundamento de este principio se encuentra en el principio de integridad del pago. La excepción tiene lugar cuando el acreedor dé recibo por cuenta de capital, en
el que se entiende que tuvo la voluntad de dejar de lado la disposición legal y así hacerlo.

Supongamos que los deudores, Juárez y Rodríguez, no cancelan oportunamente la cuota cinco, por lo que estos deberán: los $30 000 de capital acordado, la suma
correspondiente a interés moratorios y la que surja de la cláusula penal existente. Si, al momento de efectuar el pago, este no alcanzara a cumplir la totalidad de
ellas, deberá imputarse el monto que los deudores abonen según el orden impuesto por la ley. Recordemos, una vez más, el tema del carácter accesorio de los
intereses y la regla entre obligaciones accesorias y principales.
LECCIÓN 3 de 7

Tutela satisfactiva. Tutela resolutoria del crédito. Ejecución específica. Definición.


Importancia.

Anteriormente, se hizo referencia a que el deudor podría cumplir con la prestación a su cargo de modo voluntario, en tiempo y forma, y así satisfacer el interés del
acreedor. Sin embargo, si el deudor no lo hace e incurre en mora e incumplimiento, el acreedor tendrá derecho a satisfacer su crédito mediante el cumplimiento
específico o pago in natura, por medio de las diferentes herramientas que el ordenamiento jurídico le proporciona para satisfacción de su interés, que constituyen
la tutela satisfactiva del crédito. En consecuencia, el deudor se ubica en la etapa de la responsabilidad por incumplimiento.

Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que la ejecución específica es la vía que el ordenamiento jurídico le reconoce al acreedor, ante incumplimiento del deudor,
para hacer compeler a este a cumplir mediante: a) ejecución forzada: exigir compulsivamente un determinado comportamiento del deudor; b) ejecución por un
tercero: satisfacer el interés por otro.

Estas alternativas están previstas en el artículo 730 del CCCN y le permiten al acreedor satisfacer su interés al obligar al deudor a cumplir o al conseguir la
ejecución por otra persona (cuando igualmente le sirva al acreedor, es decir, que la obligación no sea intuitu personae).

La ejecución en especie es distinta al pago del equivalente de la prestación más los daños y perjuicios (art. 730, inc. c), pues en este supuesto no se satisface el
interés del acreedor, mientras que en aquella sí se consigue.

La ejecución forzada

Ante el incumplimiento imputable del deudor, el acreedor no puede de propia autoridad compelerlo a ejecutar la prestación. Los “medios legales”
no son sino la posibilidad de accionar judicialmente, a fin de que el juez reconozca el derecho invocado por el acreedor y dicte una sentencia de
condena, caso en el cual el deudor cuenta aún con la posibilidad de desobligarse (sin perjuicio de su mayor responsabilidad y, casi con seguridad,
de tener que resarcir los daños derivados de su incumplimiento originario); pero, si no lo hace, y una vez que la sentencia adquiere fuerza de cosa
juzgada, el acreedor está habilitado para pedir el cumplimiento compulsivo efectivo, que se materializa a través del procedimiento de ejecución
de sentencia, a la luz de las reglas que para ello se establecen en los diversos códigos procesales. (Ossola, 2017).

Esta ejecución tiene una doble justificación:

Sustancial: es la que deriva del inciso 1 del artículo 730 del CCCN. Se justifica en la garantía de cumplimiento de la que goza el acreedor por su
derecho de crédito y la responsabilidad del deudor por incumplimiento.

Procesal: basada en la necesidad de utilizar una vía para el cumplimiento coactivo del derecho sustancial. Hace a las normas que regulan el
proceso de ejecución.

Sin embargo, la ejecución forzada presenta límites según el tipo de obligación del que se trate:
Obligaciones de dar sumas de dinero: el juez sustituye la voluntad del deudor mediante el embargo, secuestro y remate de algún bien del
deudor a fin de que el acreedor se asegure de manera suficiente el cobro de la suma adeudada. También puede embargarse una suma de
dinero, por ejemplo, en una cuenta bancaria; luego el juez librará la orden de pago. El límite en este supuesto está dado por los bienes
inembargables del deudor (arts. 744, 2110, etc.).

Obligaciones de dar cosa cierta: la conducta del deudor es incoercible, pero el bien sí lo es, puesto que, con auxilio de la fuerza pública, el juez
puede disponer su entrega. Las acciones judiciales a tal fin son: embargo, secuestro de la cosa mueble o desalojo, en caso de que el bien sea
inmueble. Es necesario que la cosa exista, que esté en el patrimonio del deudor ejecutado y que el demandado tenga la posesión de la cosa.

Obligaciones de hacer: el límite es la no violencia sobre la persona del deudor, a no ser que fuese necesaria la violencia contra este. Ante
incumplimiento, el acreedor solo podrá conseguir la ejecución por otro o podrá pedir perjuicios e intereses. Pensemos, por ejemplo, en una
obligación de pintar un retrato familiar. Si el deudor se rehúsa a pintar la obra y esta no puede ser realizada por un tercero por las
características personales del pintor, no habrá más solución que reclamar los daños y perjuicios surgidos por el incumplimiento obligacional
producido por el deudor ante su negativa a cumplir la prestación debida.

Obligaciones de no hacer: si todavía le interesa al acreedor, puede exigir el cumplimiento forzoso, aunque aún existiría la misma limitación de
la no violencia. De lo contrario, al acreedor le quedan los daños y perjuicios.

La ejecución forzada en la Ley de Defensa del Consumidor27 está prevista en el artículo 10 bis, que, de modo similar al 730 del CCCN, le concede al consumidor,
ante incumplimiento del proveedor, el derecho a

[27] Ley 24240. (22 de septiembre de 1993). Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/638/texact.htm

a) exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ello fuera posible;

b) aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente;

c) rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo pagado, sin perjuicio de los efectos producidos, considerando la integridad del contrato.

Todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y perjuicios que correspondan28.

[28] Art. 10 bis, Ley 24240. (22 de septiembre de 1993). Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/638/texact.htm

Con respecto al quid de la preferencia entre la ejecución forzada o la indemnización de los daños y perjuicios, el CCCN no dispone un orden de prelación entre las
opciones que tiene el acreedor en el artículo 730, por lo que este es libre de elegir, según su propio interés, la que más lo satisfaga. En consecuencia, no es
necesario que el acreedor primero intente la ejecución forzada y luego recién pueda reclamar los daños y perjuicios, pues, si ya perdió interés, por ejemplo, porque
la obligación era de plazo esencial (musicalizador en la fiesta de casamiento), no será necesario que exija al deudor el cumplimiento, sino que directamente puede
reclamar los daños. Cabe destacar que, aun cuando consiga el cumplimiento forzoso, siempre tiene derecho a reclamar, además, los daños y perjuicios.
LECCIÓN 4 de 7

Ejecución por un tercero. Definición. Prestaciones fungibles e infungibles

La ejecución por un tercero en las obligaciones de dar, hacer y no hacer. La autorización judicial. Aspectos
procesales. Nociones. Casos en los que es posible prescindir de ella

La ejecución por un tercero es otra de las opciones de las que dispone el acreedor para conseguir el cumplimiento
de la prestación y satisfacer su interés, siempre que la obligación no sea intuitu personae, es decir, que le sirva que
otra persona distinta al deudor la cumpla en su lugar, a costas de este. También está prevista en el artículo 730,
inciso b) del CCCN. El acreedor tendrá derecho a solicitar el reembolso de los gastos efectuados al deudor, más los
daños y perjuicios ocasionados.

De acuerdo con el tipo de prestación que se haya comprometido, se presentan diversas particularidades que
merecen distinción:

Obligaciones de dar:

Cosas ciertas en poder del deudor: no es posible, porque a la cosa la tiene el deudor. Por ejemplo,
la estatua que se encuentra en su jardín.

Cosas inciertas no fungibles: sí es posible porque siguen las reglas del género y son
reemplazables. Por ejemplo, una cámara de fotos nueva de determinadas características y
marca.

Sumas de dinero: sí, es posible.

Obligaciones de hacer: solo cuando el deudor pueda ser sustituido. No en el caso de intuitu personae.

Obligaciones de no hacer: muy excepcionalmente un tercero se abstendrá, pero podría suceder si le


interesa al acreedor.

Una cuestión relevante es si el acreedor requiere o no autorización judicial para conseguir el pago por un tercero. El
CCCN no regula esta cuestión.

Pizarro y Vallespinos (2014) opinan que la regla es que el acreedor no puede, por su sola voluntad, sustituir al deudor
por un tercero para la realización de la prestación, con fundamento en el principio de que nadie puede hacer justicia
por mano propia y, en consecuencia, se debe requerir autorización judicial. Esto, además, es recomendable a los
efectos de la posterior obtención del reembolso de los gastos, pues el juez ya autorizó la realización por el tercero y,
seguramente, también el costo. La excepción está dada cuando se trata de un caso de urgencia, que impide la
tramitación judicial.

Pensemos que, en nuestra situación de origen, pese a haber suscripto el acuerdo de pago, los deudores no lo
cumplimentan.

Pasado un tiempo desde el vencimiento de la segunda cuota y habiendo las partes previsto la caducidad de los
plazos, tú, ahora como abogado del actor Martínez, lo patrocinas para reclamar el importe adeudado, el cual
asciende a la suma de $30 000, en concepto de capital, intereses moratorios y punitorios convenidos. Para eso
decides solicitarle al juez interviniente en el acuerdo trabar embargo sobre bienes del deudor. El Sr. Juárez tiene en
el banco Santander Río la suma de pesos ciento cincuenta mil ($150 000) y el saldo restante de los ingresos que
percibe mensualmente el Sr. Rodríguez, puesto que es profesor de Ciencias Químicas en establecimientos
educativos provinciales. Para este fin, en tu estudio jurídico se confecciona el siguiente oficio de embargo:

Sustancial: es la que deriva del inciso 1 del artículo 730 del CCCN. Se justifica en la garantía de
cumplimiento de la que goza el acreedor por su derecho de crédito y la responsabilidad del deudor por
incumplimiento.

Procesal: basada en la necesidad de utilizar una vía para el cumplimiento coactivo del derecho
sustancial. Hace a las normas que regulan el proceso de ejecución.

Sin embargo, la ejecución forzada presenta límites según el tipo de obligación del que se trate:

Obligaciones de dar sumas de dinero: el juez sustituye la voluntad del deudor mediante el embargo,
secuestro y remate de algún bien del deudor a fin de que el acreedor se asegure de manera suficiente
el cobro de la suma adeudada. También puede embargarse una suma de dinero, por ejemplo, en una
cuenta bancaria; luego el juez librará la orden de pago. El límite en este supuesto está dado por los
bienes inembargables del deudor (arts. 744, 2110, etc.).

Obligaciones de dar cosa cierta: la conducta del deudor es incoercible, pero el bien sí lo es, puesto
que, con auxilio de la fuerza pública, el juez puede disponer su entrega. Las acciones judiciales a tal
fin son: embargo, secuestro de la cosa mueble o desalojo, en caso de que el bien sea inmueble. Es
necesario que la cosa exista, que esté en el patrimonio del deudor ejecutado y que el demandado
tenga la posesión de la cosa.

Obligaciones de hacer: el límite es la no violencia sobre la persona del deudor, a no ser que fuese
necesaria la violencia contra este. Ante incumplimiento, el acreedor solo podrá conseguir la ejecución
por otro o podrá pedir perjuicios e intereses. Pensemos, por ejemplo, en una obligación de pintar un
retrato familiar. Si el deudor se rehúsa a pintar la obra y esta no puede ser realizada por un tercero por
las características personales del pintor, no habrá más solución que reclamar los daños y perjuicios
surgidos por el incumplimiento obligacional producido por el deudor ante su negativa a cumplir la
prestación debida.

Obligaciones de no hacer: si todavía le interesa al acreedor, puede exigir el cumplimiento forzoso,


aunque aún existiría la misma limitación de la no violencia. De lo contrario, al acreedor le quedan los
daños y perjuicios.

La ejecución forzada en la Ley de Defensa del Consumidor27 está prevista en el artículo 10 bis, que, de modo similar
al 730 del CCCN, le concede al consumidor, ante incumplimiento del proveedor, el derecho a

[27] Ley 24240. (22 de septiembre de 1993). Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/638/texact.htm

a) exigir el cumplimiento forzado de la obligación, siempre que ello fuera posible;

b) aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente;

c) rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo pagado, sin perjuicio de los efectos producidos,
considerando la integridad del contrato.

Todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y perjuicios que correspondan28.

[28] Art. 10 bis, Ley 24240. (22 de septiembre de 1993). Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/638/texact.htm

Con respecto al quid de la preferencia entre la ejecución forzada o la indemnización de los daños y perjuicios, el
CCCN no dispone un orden de prelación entre las opciones que tiene el acreedor en el artículo 730, por lo que este
es libre de elegir, según su propio interés, la que más lo satisfaga. En consecuencia, no es necesario que el acreedor
primero intente la ejecución forzada y luego recién pueda reclamar los daños y perjuicios, pues, si ya perdió interés,
por ejemplo, porque la obligación era de plazo esencial (musicalizador en la fiesta de casamiento), no será
necesario que exija al deudor el cumplimiento, sino que directamente puede reclamar los daños. Cabe destacar que,
aun cuando consiga el cumplimiento forzoso, siempre tiene derecho a reclamar, además, los daños y perjuicios.

OFICIO JUDICIAL
Córdoba,….. de 2018.

SR. GERENTE

BANCO SANTANDER RÍO

S/D

En los autos caratulados “MARTÍNEZ PABLO C/ Juárez Leonardo Maximiliano y otros —ordinario—. Daños y
perjuicios”. Expediente N.° 215846, que se tramitan por ante este Juzgado Civil y Comercial de 10 Nom. de la
ciudad de Córdoba, se ha resuelto librar a Ud. el presente a fin de que, tan luego de recibido y con las formalidades
de ley, proceda a trabar embargo en un monto del veinte por ciento (20 %) mensual sobre los fondos que tenga
depositados el Sr. Leonardo Maximiliano Juárez, DNI 15 235 624, en esa entidad hasta cubrir la suma de pesos
ciento cincuenta mil ($150 000). Dichos fondos deberán ser depositados en la cuenta abierta en el Banco de
Córdoba, sucursal Tribunales, cuenta N.° 500694458, CBU N.° 2009227510000500694458, para estos autos y a la
orden de este tribunal.

Hágase saber a la entidad que, en caso de retiro total de la cuenta o de ser solicitado su cierre, deberá retener en
esa oportunidad la suma total del monto de embargo ordenado.

El decreto que ordena la medida dispone: “Córdoba, 6 de diciembre de 2018… trábese embargo en un monto del
veinte por ciento (20 %) mensual sobre los fondos que Leonardo Maximiliano Juárez, DNI 15 235 624, tenga
depositados en esa entidad hasta cubrir la suma de pesos ciento cincuenta mil ($150 000)”. Fdo.: Dr.: Moromki,
Carlos Eduardo (juez) y Dra. Coppami, Alicia (prosecretaria).

La Dra. Laura González, matrícula 1-38564, o la persona que estos designen, se encuentra facultada para el
diligenciamiento del presente.

Sin más, saludo a usted atentamente.

Dios guarde a Ud.


LECCIÓN 5 de 7

Las sanciones conminatorias o astreintes

Las sanciones conminatorias o astreintes. Definición. Caracteres. Supuestos de aplicación y exclusión

Las sanciones conminatorias o astreintes son condenas pecuniarias que los jueces aplican a quien no cumple con el
deber jurídico impuesto en una resolución judicial (decreto, auto o sentencia). Están reguladas en un único artículo
del CCCN: el 804. Estas sanciones se incluyen en la tutela satisfactiva del acreedor, pues son herramientas más
para “obligar” al deudor al cumplimiento específico, aunque cualquiera de los sujetos puede ser condenado a ellas (y
no solo el deudor).

Los caracteres de las astreintes son:

Conminatorias: son medio de compulsión procesal.

Discrecionales: el juez puede aplicarlas (o no) y es libre de fijar su cuantía.

Progresivas: aumentan día a día mientras se mantenga el incumplimiento.

No retroactivas: siempre corren para el futuro desde el día en que se disponen.

Revisables: dependen de la conducta del sujeto pasivo. El juez puede disminuirlas o dejarlas sin
efecto mientras no estén firmes si el deudor cumple o justifica su imposibilidad de no hacerlo.

Pecuniarias: solo consisten en sumas de dinero.

Transmisibles: por acto entre vivos o mortis causa.

Ejecutables: una vez firmes, se producen por el procedimiento de ejecución de sentencia.

No son subsidiarias: pueden aplicarse, aunque existan otras vías para lograr el cumplimiento de la
resolución.

Las condiciones de aplicación de las sanciones conminatorias, según Compagnucci de Caso (en Rivera y Medina,
2014), son:
El hecho por el que se impone la penalidad debe ser de cumplimiento posible, pues nadie puede ser
obligado a lo imposible.

La conducta (incumplimiento de la resolución judicial) debe ser injustificada, obstinada y caprichosa.

A los efectos de la cuantificación, se debe tener en cuenta el caudal económico de quien debe
satisfacer la resolución judicial (art. 804). Con respecto al factor de imputación del incumplimiento,
Pizarro y Vallespinos (2014) señalan que es suficiente la mera negligencia del sujeto pasivo, que se
presume por el incumplimiento.

Los sujetos de las astreintes son:

Activo: el beneficiario, titular del derecho. En general, será el acreedor, pero puede no serlo.

Pasivo: la parte que no cumple, un tercero ajeno al litigio (sociedad, institución, etc., de carácter
privado).

Se “excluye” por expresa manda legal del art. 804 a las autoridades públicas, que no se rigen por esta norma, sino
por las del derecho administrativo, lo que ya fue criticado respecto de su constitucionalidad, por tratarse de una
distinción sin fundamento. En este sentido, Compagnucci de Caso entiende que la exclusión

es improcedente y fuera de lugar. En principio, porque desconoce la unidad del plexo normativo, y
segundo, porque pareciera crear una especie de ius singulare para las que se denominan “autoridades
públicas”, que considero que serán los funcionarios públicos a cargo de las dependencias
administrativas o algo similar. (En Rivera y Medina, 2014, p. 168).

Las astreintes pueden cesar si el deudor justifica su comportamiento o desiste y cumple con la resolución judicial,
en cuyo caso los jueces pueden dejarlas sin efecto o disminuirlas (art. 804).

Para Borda (2008) los supuestos de aplicación de astreintes son para cualquier obligación de dar, hacer o no hacer.
El autor aclara que en las obligaciones de dar es mucho más eficaz el embargo y la ejecución del bien, por ejemplo,
pero que en las obligaciones de hacer y no hacer encuentran su campo específico; por ejemplo, ante la negativa del
demandado de acompañar informes internos que acrediten una determinada situación de hecho, como balances de
una empresa, libros de comercio, videos de cámaras de seguridad, etcétera.
Por su parte, Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que se aplican a todo tipo de obligaciones de contenido
patrimonial, no patrimonial e incluso derivadas del derecho laboral.

Doble regulación procesal y sustantiva. Régimen legal en Código Civil y Comercial de la Nación

Las astreintes tienen un doble carácter sustancial y procesal, pues, si bien están estipuladas en el artículo 804 del
CCCN, los diversos códigos de procedimiento provinciales y el nacional establecen el modo de aplicarlas y
ejecutarlas a fin de tornarlas eficaces.

Liquidación y ejecución de las astreintes. Acumulabilidad con la indemnización de daños y perjuicios

Las astreintes se establecen en dos etapas:

1 . C O N M I N AT O RI A 2 . S A N C I O N AT O RI A

Refiere a la decisión judicial de imponer la condena por la cual se hace saber al incumplidor que se le aplicará
la sanción conminatoria, es decir, el costo de su resistencia (amenaza).

1 . C O N M I N AT O RI A 2 . S A N C I O N AT O RI A

Si el sujeto no cumple con el deber, se hace efectiva la imposición de la sanción, actúa como una pena
(efectivización). En este momento quedarán firmes y podrán ser ejecutadas por el beneficiario.

Por otro lado, la sanción conminatoria se acumula a la indemnización de daños y perjuicios, pues constituye un
concepto distinto y un fenómeno autónomo con respecto a estos, por tener carácter punitivo (Pizarro y Vallespinos,
2014).

Aspectos procesales. Nociones


Pizarro y Vallespinos (2014) destacan los siguientes aspectos sobre las astreintes:

Pueden ocurrir antes de la sentencia y, en consecuencia, se pueden establecer a través de decreto,


auto o sentencia.

No requieren formalidades especiales, pero la decisión debe estar fundada.

Corren desde que está firme y ejecutoriada la resolución que las impone.

La naturaleza de las astreintes no impide que puedan ser declaradas de oficio según los autores
citados, aunque otros consideran que debe ser a petición de parte interesada. El CCCN nada dispone
al respecto.

La vigencia de las astreintes se mantiene hasta que el deudor acabe el deber objeto de la intimación
o se dicte una nueva resolución que las modifique o termine.

Son apelables.

La decisión que las impone es sentencia definitiva para el recurso extraordinario.

Supongamos que, en el proceso judicial donde el Sr. Martínez reclama el pago de lo debido por los daños
ocasionados en el accidente de tránsito, se libra un oficio al Banco Macro S. A. a los efectos de que informe si
algunos de los deudores tienen cuenta en esa entidad. Supongamos que el banco no responde su requerimiento. En
ese caso, se podría requerir al juez que le aplique astreintes por la demora en contestar lo solicitado.

Acción directa

Concepto

El CCCN define a la acción directa en el artículo 736 como “la que compete al acreedor para percibir lo que un

tercero debe a su deudor, hasta el importe del propio crédito”29.

[29] Art. 736, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

La acción directa integra la tutela satisfactiva del crédito, pues es otra herramienta o facultad con la que cuenta el
acreedor para hacer efectivo su crédito y satisfacer su interés. En consecuencia, existen dos obligaciones: una entre
el acreedor y el deudor, y otra entre el deudor y otro sujeto (tercero respecto a la primera obligación).

La ley habilita al acreedor del deudor a demandar directamente al deudor de su deudor, siempre que se den los
requisitos legales, a fin de hacer efectiva su propia acreencia.

Figura 1: Acción directa

Fuente: elaboración propia.

Los fundamentos de la acción directa son:

1 Evitar el enriquecimiento sin causa del deudor.

2 Economía procesal: Se evita el desgaste jurisdiccional que implicaría la doble demanda (en primer
lugar, al deudor originario, y luego al tercero).

Los caracteres de la acción directa son los siguientes:

Excepcional: porque “solo procede en los casos expresamente previstos por la ley”30.

[30] Art. 736, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Interpretación restrictiva: en caso de duda, no procede y no es aplicable por analogía (art. 736).

Medio de ejecución: es una forma que tiene el acreedor para satisfacer su crédito de un tercero.

Requisitos:
Para que el acreedor pueda accionar directamente contra el tercero, se requieren los presupuestos previstos en el
artículo 737 del CCCN:

1 “Un crédito exigible del acreedor contra su propio deudor”31 que no esté sujeto a plazo, condición y
que sea líquido.

[31] Art. 737, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

2 “Una deuda correlativa exigible del tercero demandado a favor del deudor”32 que esté subsistente al
momento de entablar la acción.

[32] Art. 737, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

3 “Homogeneidad de ambos créditos entre sí”33 de igual naturaleza; en general, son prestaciones de
dar sumas de dinero.

[33] Art. 737, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

4 “Ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo anterior a la promoción de la acción
directa”34, sino que deben encontrarse expeditos y disponibles.

[34] Art. 737, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

5 “Citación del deudor a juicio”35, a fin de hacerle extensivos los efectos de la condena.

[35] Art. 737, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Efectos:

El CCCN unifica los efectos que produce la acción directa respecto de todos los sujetos involucrados en una sola
norma:

1 “La notificación de la demanda causa el embargo del crédito a favor del demandante”36.

[36] Art. 738, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm
2 “El reclamo solo puede prosperar hasta el monto menor de las dos obligaciones”37, pues no puede
exigirle al tercero más de lo que este debe a su deudor, ni el acreedor puede reclamar un monto
mayor a su propio crédito. En consecuencia, se deben analizar los montos de ambas obligaciones y la
demanda procede por el menor de estos.

[37] Art. 738, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

3 “El tercero demandado puede oponer al progreso de la acción todas las defensas que tenga contra su
propio acreedor y contra el demandante”38.

[38] Art. 738, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

4 “El monto percibido por el actor ingresa directamente a su patrimonio”39: Esta es la característica más
particular de la acción directa y la distingue de la subrogatoria (ingreso al patrimonio del deudor).

[39] Art. 738, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

5 “El deudor se libera frente a su acreedor en la medida en que corresponda en función del pago
efectuado por el demandado”40: Habrá que analizar si fue por el monto total de la deuda con el
acreedor o por uno menor (en atención al crédito que el deudor tenía con el tercero).

[40] Art. 738, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Casos legislados

Tal como se describió ut supra, la acción directa es de carácter excepcional y solo procede en los casos
expresamente consagrados por la ley, que pueden sintetizarse con fines didácticos en la siguiente tabla (pueden
existir otros casos previstos leyes especiales):

Tabla 1: Casos en los que procede la acción directa

CASO ACREEDOR DEUDOR TERCERO

Sublocación de cosas Locador. Locatario. Sublocatario.


(artículo 1216 del CCCN)

Sublocatario. Locatario. Locador.


CASO ACREEDOR DEUDOR TERCERO

Sustitución del mandato Mandante. Mandatario. “Reemplazante” del


(artículo 1327 del CCCN) mandatario.

Subcontrato (artículo Subcontratado; por Contratado; por ejemplo, Propietario, por ejemplo,
1071 del CCCN) ejemplo, un trabajador. un empresario de la el dueño de la obra.
construcción.

Cobro de costas (Ley Abogado. Cliente. Condenado en costas


2183941) (contraparte del cliente).

[41] Ley 21839. (20 de julio de 1978). Aranceles y Honorarios de Abogados. Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/35000-39999/38708/texact.htm

Fuente: elaboración propia.

Paralelo con la acción subrogatoria

La acción directa se diferencia de la acción subrogatoria en múltiples aspectos:

Tabla 2: Diferencias entre acción directa y acción subrogatoria

Aspectos DIRECTA SUBROGATORIA

Tutela Satisfactiva, pues se ejecuta el Tutela conservatoria del


crédito y satisface el interés del patrimonio del deudor.
acreedor.

Ingreso del bien Patrimonio del acreedor. Patrimonio del deudor subrogado.

Facultades del deudor Indisponibilidad del crédito objeto El deudor puede disponer del
del juicio. Queda embargado. crédito.

Monto del crédito. Límite Por el monto de la deuda menor. Sobre la totalidad del crédito del
deudor con el tercero.

Representación Demanda en nombre propio. Demanda en representación de su


deudor (al que subroga).

Fuente: elaboración propia.


LECCIÓN 6 de 7

Acción de inoponibilidad

Nociones generales. Su importancia como vía de tutela satisfactiva del crédito

Pensemos el supuesto de que, ante el accidente de tránsito provocado y los daños como consecuencia de él,
habiendo o no firmado el convenio de reconocimiento de obligaciones y pago, los deudores (tanto el Sr. Leonardo
Juárez como el Sr. Alcides Rodríguez) intencionalmente disminuyen su patrimonio para no tener bienes con los
cuales hacer frente a sus obligaciones. Para esto, por ejemplo, Juárez dona su inmueble a sus hijos como adelanto
de herencia e, inmediatamente después de producido el choque, Rodríguez, aún con su auto chocado y dañado, lo
transfiere a un tercero.

Tú, como abogado del actor, inicias un proceso judicial, por ejemplo, para hacer valer el derecho de tu cliente a la
reparación integral. Pero, una vez obtenida la sentencia favorable, al intentar ejecutarla puedes advertir que sus
deudores se han insolventado.

La acción que estudiaremos a continuación es la vía que el ordenamiento jurídico le da al acreedor para poder
incorporar al patrimonio de los deudores aquellos bienes que han salido de él solo para perjudicar al acreedor que
hace uso de la acción.

Si el deudor actúa con fraude y, por ejemplo, provoca su estado de insolvencia o lo agrava (o incluso empeora su
situación patrimonial sin llegar a tal situación), en fraude a sus acreedores, con el fin de no pagar su deuda, estos
tienen derecho a ejercer la antes denominada acción revocatoria o pauliana.

Pueden declararse inoponibles los actos jurídicos válidos de contenido patrimonial. En general, se trata de actos de
disposición (compraventa, donación, cesión, permuta, no contestar la demanda en un juicio y permitir la ejecución
del bien objeto de la obligación).

Si bien este instituto fue estudiado en la materia correlativa anterior, Derecho Privado I, aquí simplemente se hace
referencia a este como una de las facultades con las que goza el acreedor a fin de hacer efectivo su crédito, pues
está dentro de la tutela satisfactiva.

Remisión a las normas del fraude en el CCCN. Inoponibilidad: requisitos, efectos, extinción
El CCCN regula el instituto de la acción de inoponibilidad al tratar el fraude en los actos jurídicos en sus artículos 338
a 342.

La primera de las normas dispone:

Declaración de inoponibilidad. Todo acreedor puede solicitar la declaración de inoponibilidad de los


actos celebrados por su deudor en fraude de sus derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o

facultades con los que hubiese podido mejorar o evitado empeorar su estado de fortuna42.

[42] Art. 338, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

El fundamento de esta facultad se encuentra en el principio según el cual el patrimonio del deudor es prenda común
de los acreedores (art. 242 del CCCN).

Los presupuestos para el ejercicio de esta facultad son los previstos en el artículo 339:

Requisitos. Son requisitos de procedencia de la acción de declaración de inoponibilidad:

a) que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor haya actuado con el
propósito de defraudar a futuros acreedores;

b) que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;

c) que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido conocer que el acto

provocaba o agravaba la insolvencia43.

[43] Art. 339, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Lo anterior implica que haya actuado de mala fe, en connivencia con el deudor. La acción de inoponibilidad no puede

oponerse a los acreedores del adquirente que “de buena fe hayan ejecutado los bienes comprendidos en el acto”44.
La norma agrega:
[44] Art. 340, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos por el acto impugnado solo
procede si adquirió por título gratuito, o si es cómplice en el fraude; la complicidad se presume si, al

momento de contratar, conocía el estado de insolvencia45.

[45] Art. 340, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

La prueba del fraude pesa sobre el acreedor que lo alega, aunque se presume en caso de insolvencia (art. 340 del
CCCN).

Por su parte, el deudor desvirtúa la prueba cuando demuestra que no está en estado de insolvencia. En este sentido,
las presunciones juegan un rol sumamente importante, ya que muchas veces la prueba del fraude en sí misma
puede resultar una “prueba diabólica” por su dificultad.

Los efectos del pedido de inoponibilidad son regulados en el artículo 340 del CCCN del siguiente modo:

El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor responden solidariamente por
los daños causados al acreedor que ejerció la acción, si los derechos se transmitieron a un adquirente
de buena fe y a título oneroso, o de otro modo se perdieron para el acreedor. El que contrató de buena

fe y a título gratuito con el deudor, responde en la medida de su enriquecimiento46.

[46] Art. 340, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Por su parte, el artículo 342 del CCCN aclara la extensión de la inoponibilidad, que solo beneficia al acreedor que
promovió la acción, y en la medida de su crédito.

Finalmente, cabe aclarar que la acción de inoponibilidad cesa “si el adquirente de los bienes transmitidos por el

deudor los desinteresa o da garantía suficiente”47, tal como lo dispone el artículo 341. Esto ocurriría si, por ejemplo,
el tercero al cual Rodríguez le transfirió el auto paga lo que reclama el actor; lo mismo sucedería con los hijos de
Juárez. Hay que recordar que el único beneficiario de la acción es el sujeto que hace uso de ella.
[47] Art. 341, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

La ejecución forzada colectiva

En materia de tutela satisfactiva, el acreedor puede intentar ejecutar la prestación que el deudor le adeuda en un
“juicio en particular”, en los que las partes son el acreedor (actor) y el deudor (demandado). Por ejemplo: demanda
de cumplimiento de contrato. Sin embargo, puede suceder que el deudor se encuentre en estado de cesación de
pagos o insolvencia, lo que implica que no solo incumple con un deudor, sino que no puede ocuparse con su activo,
en general, de las obligaciones asumidas. En este supuesto, la ejecución de sus deudas ya no es individual, sino
“colectiva”, mediante los procedimientos consagrados en la Ley 24522. En ambos procedimientos concursales, la
regla es que los acreedores se encuentran en pie de igualdad frente al patrimonio del deudor, como consecuencia
del principio de la par conditio creditorum (a pesar de que luego habrá algunos privilegiados, según lo determina la
propia ley).

Los procedimientos son:

Concurso preventivo: el estado de insolvencia no es definitivo, sino que tiene por fin lograr un
acuerdo entre el concursado y sus acreedores a fin de cumplir con las prestaciones a su cargo, pero
de un modo distinto al previsto originariamente, por ejemplo, en un plazo mayor y en cuotas.

Quiebra: el estado es irreversible, se produce el desapoderamiento de pleno derecho de los bienes


del deudor, se nombra un síndico que administra su patrimonio a los efectos de la liquidación y pago a
los acreedores hasta donde alcance con su producido. El estudio en profundidad de estos
procedimientos tendrá lugar en la materia pertinente.

Tutela resolutoria del crédito. Definición. Importancia. Supuestos

Hasta ahora vimos que la tutela satisfactiva del crédito es la que le permite al acreedor perseguir el cumplimiento
de una obligación y satisfacer su interés. Sin embargo, puede ocurrir que el cumplimiento ya no sea posible o que el
acreedor no mantenga el interés en la prestación. En este, el acreedor posee la tutela resolutoria como forma de
desvincularse de la obligación, y se extingue el contrato por esta vía. De esta manera, el acreedor recupera la
posibilidad de realizar un nuevo contrato que le facilite la consecución de su fin.

Para que proceda la resolución, se requiere la presencia de un contrato bilateral que genere obligaciones recíprocas
entre las partes, como la compraventa o la locación, en donde ambas partes tienen a su cargo una prestación.
Por otro lado, es necesario que quien reclama haya cumplido y demuestre que su obligación es a plazo u ofrezca
cumplir y, por otro lado, que el incumplimiento de su cocontratante sea importante.

Esta tutela es denominada por la doctrina pacto comisorio y está regulada en los artículos 1083 a 1089 del CCCN.
Estos artículos establecen que la tutela puede estar prevista de modo expreso en una cláusula del contrato, o
implícita en caso de contratos bilaterales, aunque también puede surgir de la ley, como ocurre en el caso del artículo
10 bis de la Ley de Defensa del Consumidor, que brinda al consumidor, como alternativa ante incumplimiento, la
facultad de resolver el contrato.

El artículo 1083 establece una noción de la figura al expresar:

Una parte tiene la facultad de resolver total o parcialmente el contrato si la otra parte lo incumple. Pero
los derechos de declarar la resolución total o la resolución parcial son excluyentes, por lo cual, habiendo
optado por uno de ellos, no puede ejercer luego el otro. Si el deudor ha ejecutado una prestación parcial,
el acreedor solo puede resolver íntegramente el contrato si no tiene ningún interés en la prestación

parcial48.

[48] Art. 1083, Ley 26994. (1 de octubre de 2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-239999/235975/norma.htm

Este instituto será estudiado en profundidad en otra materia, pues es una forma de extinción de los contratos que
tiene relación con esta materia, ya que, al ponerle fin, elimina la causa fuente de la obligación.
LECCIÓN 7 de 7

Referencias

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