Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para entender mejor, qué es el pago se deben tenerse presentes las siguientes
reglas:
Pago extrajudicial
Pago judicial
*Si el título no se paga bastara su presentación ante el juez para probar que, en
efecto, no se pagó; pues de haberse pagado se habría entregado y no se
tendría con que probar al juez el incumplimiento.
Puede probarse el pago por otros medios, siempre que se trate de una
excepción personal, en su caso del demandado en contra del actor, es decir,
cualquier título vencido por cualquier motivo (a excepción del depósito judicial),
no obra en poder de quien lo suscribió es la prueba de que, cualquiera que se la
causa, no se cumplió con la obligación en él consignada y se estará ante las
consecuencias judiciales.
La autoridad que lo levante debe retener el título todo el día del protesto y el
siguiente con el fin de que el obligado pueda presentarse a pagarlo o que algún
tercero intervenga, en su favor, a cubrirlo (art. 149, LGTOC).
Concepto de aval
El concepto de esta importantísima institución cambiaria lo suministra el art. 109
de la Ley General de Operaciones y Títulos de Crédito: “Mediante el aval se
garantiza en todo o en parte el pago de la letra de cambio”.
Es necesario, sin embargo, aclarar que esta figura es también propia del pagaré y
del cheque (arts. 174 y 196).
Función jurídica
Se trata del tan criticable como generalizado empleo del vocablo aval,
aplicado a las personas que lo prestan, y que en rigor deben calificarse,
exclusivamente, con el sustantivo “avalista”.
Elementos personales
Conforme al art. 110 de la Ley General de Operaciones y Títulos de Crédito, el
aval puede prestarse por cualquiera de los que hayan intervenido en la letra y por
personas extrañas a la misma, de momento sólo resta añadir que, igualmente, el
aval es susceptible de otorgarse por toda clase de personas físicas o morales,
pero es muy importante dejar señalado que estas últimas lo pueden hacer sólo en
la medida en que lo permitan sus estatutos, pues de otro modo estarían actuando
más allá del objeto social y, por regla general, las personas físicas que en su
nombre suscriban el aval realizarían un acto ultra vires, con todas sus
consecuencias, sin que importe que el suscriptor apoderado disfrute de las más
amplias facultades de representación, incluidas las de suscribir t. de c., previstas
por el art. 9o de nuestra ley.
Requisitos formales
El formalismo, se refiere, en efecto, a que el aval debe asentarse en el documento
mismo o en hoja adherida a él, pues de otro modo no asumirá la calidad cambiaria
que aquí se examina, sino otra diferente.
Díaz Bravo, Arturo, Títulos y operaciones de crédito, 5a ed., IURE editores, México, 2016, pp. 212-
224.