Introducción

Las matemáticas es uno de los conocimientos más antiguos que el ser humano ha
estudiado e investigado y están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida
cotidiana. Aprender matemáticas es importante porque:
Son un medio de comunicación: son un lenguaje.
Son importantes para otros campos del conocimiento; contribuyen, junto con otras
materias, al desarrollo del pensamiento lógico y a la precisión y visión espacial, además
de que suscitan un interés intrínseco en muchas personas.

Aunque es uno de los conocimientos más valorados en nuestra sociedad también es

uno de los más inaccesibles para los alumnos. Los índices de fracaso son altos, sobre
todo en los años de escolaridad.
Las primeras dificultades surgen durante la adquisición de las nociones básicas que son
imprescindibles para la compresión del número como son: clasificación, seriación,
correspondencia, valor cardinal, reversibilidad, etc.

Los modelos cognitivos son actualmente los que dan una explicación más satisfactoria
de cómo se aprenden las matemáticas. Se pueden dividir en:
Modelos de comprensión: analizan cómo se traducen los enunciados de un problema
en representaciones mentales.
Modelos de procesos: identifican los pasos o procesos que da una persona para
realizar una operación matemática bien definida (v.gr., una división)
Modelos de estrategias: estudian la forma de escoger, controlar y alcanzar las metas
en la resolución de actividades cognitivas complejas (v.gr., un problema de geometría)
Modelos de esquemas: describen el modo de seleccionar e integrar la información en
representaciones coherentes.

Sin embargo, aunque estos modelos son de un carácter abstracto cuentan con una
utilidad notable en nuestro día a día. Un ejemplo de cómo podemos aplicar estos
modelos es con la finalidad de salvar vidas, como vamos a observar a lo largo de la
investigación.

Este método matemático que vamos a observar se utiliza en las mediciones fluviales,
gracias a este somos capaces de asegurar que un perímetro de terreno en cercanía a
un rio es habitable además de permitirnos estimar cuando se dará un desbordamiento
gracias a los niveles de infiltración.

Dicha aplicación suscita gran interés ya que nos muestra la posibilidad de demostrar a
los más escépticos que las matemáticas cuentan con un papel crucial en el desarrollo
topográfico humano.
Aplicaciones al mundo forestal

Uno de los objetivos más importantes en hidrología forestal es estimar el caudal de las
riadas tras una gran tormenta para anticiparse a sus efectos, es decir, prevención de
desbordamientos, inundaciones, caídas de diques o presas, etc.

Dicho caudal se conoce como escorrentía, y una de las maneras de estimar el volumen
de la escorrentía es obteniendo el volumen de infiltración del suelo, posible mediante
un simple balance:

Precipitación= Infiltración + Escorrentía

Dado que la precipitación es fácilmente mesurable, el único impedimento para hallar

la escorrentía sería obtener la infiltración.

Por métodos empíricos se ha obtenido que la infiltración de un suelo obedece al

siguiente diagrama:

Se ha representado sobre un hietograma, la gráfica de la capacidad de infiltración de

un suelo.

(Un hietograma representa I (mm/h) frente a f (h/L), siendo I la intensidad

pluviométrica en los intervalos dados midiéndose en (LM^2)/h o mm/h.

La cuestión que ahora se quiere abordar es: ¿Existe una función que explique o se
adapte perfectamente al comportamiento ilustrado en el hietograma?

Primeramente podemos descartar todas las funciones que no estén definidas a trozos
para adaptarse a la perfección, pero sí sería posible obtener una que lo haga de forma
aproximada en gran medida. Esta tarea fue llevada a cabo por John Horton Conway y
obtuvo de manera magistral el modelo:

Donde f(o) es la capacidad de infiltración inicial o máxima.

f(c) es la capacidad de infiltración final o de saturación.

K es el decaimiento.
Por tanto su gráfica sería:

Como se puede observar comparte un gran parecido con la real.

A su vez se cumple que:

Por tanto para hallar la escorrentía aplicamos:

Ambas a partir del “Tc”, pues antes no hubo escorrentía.

Siguiendo este modelo la infiltración es el área bajo la curva de Horton desde “Tc”
donde “Tf” es el instante de finalización del fenómeno tormentoso.

Es decir:

He aquí un ejemplo de cómo las herramientas matemáticas ayudan al ser humano; en

este caso a obtener de forma anticipada el caudal que pudiera producir las grandes
precipitaciones