Arte e Industria - Javier García Álvarez

Patrimonio industrial - Grado en historia de arte - Javier García Álvarez 28/11/2022
Relaciones entre arte e industria
Índice
• 1.Estudio de caso: El paisaje minero como escenario cinematográfico.
• 2. El paisaje industrial y su consideración, nuevas formas de interpretar el

paisaje- Robert Smithson.
• 3. Visión del paisaje industrial y postindustrial desde la lente cinematográfica,

formas de mirar.
• .4. Visiones contemporáneas del paisaje y materia industrial, escenario de terror
• 5.Bibliofrafía y Fuentes Web
Fuentes gráficas: IMBD

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1. Estudio de caso: El paisaje minero como escenario cinematográfico

A modo de apertura nos adentraremos en las diversas representaciones
cinematográficas que han centrado sus producciones en entornos mineros, y la
información tanto técnica como antropológica que es posible extraer de ellas.
En cuanto a los espacios de producción, la dificultad de grabación de la explotación
subterránea del mineral acarreó desde un principio problemas a los directores a la hora de
mostrar las duras condiciones de trabajo. Podemos observar a los mineros descender a la
explotación subterránea sirviéndose de distintos medios: La jaula Las estrellas miran
hacia abajo1 (Carol Reed, 19402), montados en vagoneta Germinal3 (Cláude Berri,
1993), o a pie si es una explotación horizontal Mieres de camino4 (Juan Díaz Quesada,
1928). En el nivel bajo a modo de desplazamiento se mueven a pie Germinal, o en las
más modernas con vehículos especializados Cielo de octubre5, (Joe Johnston, 1999).
Pudiendo observarse en su interior las diferencias del entibado, madera o hierro, o el
movimiento de vagonetas de manera animal, humana o mecánica.
Estas representaciones también nos muestran en repetidas ocasiones enclaves que
posteriormente se convertirán en referencias visuales y dorándolos de carácter simbólico
en entornos mineros, como los castilletes, casi omnipresente en Las estrellas miran hacia
abajo. Las escasa películas ambientadas en explotaciones de cielo abierto nos permite
conocer a evolución tecnológica de esta tipología particular, contando las modernas con
mayor maquinaria y con detonaciones como gran espectáculo visual. El corazón de la
tierra6 (Antonio Cuardi, 2007), Tiempo de revancha7 (Adolfo Aristarain, 1981).
Es raro encontrar escenas de labores en edificios auxiliares, destacando la presencia
de la escombrera como segundo símbolo relacionado con la minería, destacando entre
otras la encontrada el Hula Gris (Sang-il Lee, 2008)8. Del mismo modo representaciones
en los vestuarios Carne de Gallina9 (Javier Maqua, 2002) o la lampistería Las estrellas
miran hacia abajo. Pueden observarse a su vez edificios de administración en Que verde
era mi valle10 (John Ford, 1941).
Finalmente, a la hora de contemplar los lugares de ocio, viviendas y barrios es útil
recurrir a Que verde era mi valle, Odio en las entrañas (Martin Ritt, 1970), Billy Elliot11
(Stephen Daldry, 2000) donde se puede contemplar el modelo habitacional y la
convivencia intergeneracional, y El corazón de la tierra, en la cual se observa claramente
la diferencia entre los barrios mineros obreros, en contraposición a los barrios de las clases
dirigentes como el Bellavista.
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https://www.imdb.com/title/tt0031976/?ref_=nv_sr_srsg_0 [28/XI/2021]
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https://www.imdb.com/title/tt0031976/ [28/XI/2021]
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https://www.filmaffinity.com/es/film514203.html [28/XI/2021]
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https://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-131463/ [28/XI/2021]
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2.El paisaje industrial y su consideración, nuevas formas de interpretar el paisaje-

Robert Smithson
La autora María Alba Dorado se acerca a la descripción del paisaje como una suerte de
construcción mental, elaborada por la persona quien lo percibe, lo interpreta y le aplica
diferentes grados de valores. Es decir, el paisaje supera las características materiales de
su creación, sus características físicas, por lo que la autora haba de “paisajes de la
memoria”, los cuales surgen como testigos del pasado, tanto su historia como cultura y
tradiciones, cobrando la industria una enorme influencia a través del conjunto de
manifestaciones y de elementos muebles a escala de su producción. La gran capacidad
transformadora de esta configura en diversos espacios las pautas de varios paisajes, se
apropian en cierta mediada a través de actividades extractivas y sus consecuencias físicas
en forma de castilletes; molinos, chimeneas, en un largo etcétera; es decir surgen como
importantes agentes culturales del paisaje.
Así, es difícil encontrarnos entornos que no hayan sido partícipes, o al menos se hayan
visto afectados del proceso industrializador durante este último siglo. Estos entornos a su
vez se encuentran en constante fluctuación y entropía, la obsolescencia de los medios
tecnológicos para extracción y producción exige una constante actualización de medios,
a su vez las áreas que por posibilidades, contextos o desuso se quedan fuera de la
modernización entran a formar parte de un complejo en peligro, post industrial, colmado
de minas olvidadas; poblados mineros deshabitados, astilleros abandonados, zonas
industriales sin actividad; al mismo tiempo comienzan a dibujar un paisaje ciertamente
habitual en el territorio.
Estos entornos, caracterizados por la reutilización o sustitución de elementos,
desarrollan una estratigrafía propia, un complicado conjunto sometido en lectura a un
rastro de paisajes, que conviven con la presencia de los actuales, entre las cuales convive
la industrial. Estas vistas no dejan su impronta tan solo sobre el territorio, sino que forman
implícitamente parte de la cultura y la memoria de un pueblo, de un pasado aún reciente.
Resulta natural, por tanto, reclamar una manera novedosa de entender el paisaje industrial,
en palabras de Maribel Alba Dorado: […] “una mirada cultural que reconozca la belleza
de este; que reclame sus valores históricos, culturales y estéticos y desvele las cualidades
que le hacen poseedor de una identidad propia, como paisaje cultural12”[…].
Enmarcado y pionero de este tipo de miradas encontramos a Robert Smithson con sus
intervenciones en zonas industriales y minas abandonadas, alejando nuestro foco de la
remarcada Spiral Getty y del apasionante proyecto finalmente sin materializar en The
Cinema Caverns, añadiendo vídeos y documentación de su pasado industrial para mostrar
su presencia, el no lugar. En particular nos requiere interés e l proyecto “Los monumentos
de Passaic ¿Ha sustituido Passaic a Roma como la ciudad eterna?”, en este el autor se
dedica a pasear por los alrededores de su ciudad natal y fotografiar emplazamientos
industriales decadentes que enmarcaría dentro de una “nueva monumentalidad”,
describiendo por ejemplo un conjunto de seis tuberías que vierten residuos tóxicos al río
como si de la Fontana de Trevi se tratase.
12
Dorado Alba, M. (2010) “Una miurada de cine. Nuevas aproximaciones al paisaje industria en su
consideración como paisaje cutural”.
3
Fuente: A Tour of the Monuments of Passaic, New Jersey

Estas descripciones y acercamientos
surgen de una suerte de inversión de la
sensibilidad romántica hacia el monumento a
través del distanciamiento material por medio
de la cámara, percibiendo las instalaciones
industriales como ruinas, que serán
inmortalizadas por la historia. De este modo
Smithson califica los monumentos como los
elementos que se han levantado sin intención
de atemorizar ni mitificar, construcciones
cercanas al anti-monumento, tributos a los
suburbios, memorias de un agotado y entrópico
pasaje industrial. Robert Smithson con este
proyecto parece dotar de la cualidad de sublime Fuente: Holt Smithson Foundation, Cinema
a estos complejos, plantearnos así la nueva caverns
mirada, desvelando el valor histórico, estético y https://holtsmithsonfoundation.org/towards-
cultural de estos paisajes, amén de advertir el development-cinema-cavern-or-movie-goer-
spelunker
enorme potencial del paisajismo inconsciente y complejo legado por la industria. Esto es
aplicable no solo a entonos urbanos, sino a cuencas, valles industriales o costas del litoral
en donde la industria ha ejercido una gran influencia en cuanto a su organización,
articulación y establecimiento de relación entre otros territorios.
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3. Visión del paisaje industrial y postindustrial desde la lente cinematográfica, formas

de mirar.
Con respecto a esto, una de las mayores problemáticas actuales consiste en el modo
de intervención de estos paisajes industriales para lograr su integración dentro del paisaje
cultural. Esta problemática requiere de esa nueva mirada, de aprender a ver, proceso en
el cual en particular el cine ha colaborado enormemente. Como medio más adecuado para
educar nuestra mirada, reposicionarla, trabajando desde distintas escalas al igual que se
debe de trabajar e interpretar el paisaje, representado maravillosamente en The Powers of
Ten13(Charles Eames, 1977), de modo similar los autores Abbas Kostami y Víctor Erice
trabajan con gran diversidad de escalas materiales y territoriales, abarcando diversas
escalas del paisaje. Así películas como El viento nos llevará (Abbas Kiarostami, 1999),
¿Dónde está la casa de mi amigo? (Abbas Kiarostami, 1987), El sol del membrillo (Víctor
Erice, 1992) o El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973) surgen como lecciones sobre
el acercamiento a los paisajes, sus escalas, pasados industriales y sus relaciones para con
la cultura, tradiciones, trabajos y memoria colectiva de los habitantes del entorno,
aplicando esa nueva mirada para contemplar con delicadeza y parsimonia, deleitarse con
el entorno y ambientes, tanto en el dentro como fuera de cámara.
Otras visiones de interés, ligadas a un pasado inmediatamente postindustrial, son
recogidas en las obras y entrevistas dadas por cineastas como David Lynch, Wim
Wenders, Andréi Tarkovski o Shinya Tsukamoto. Los dos artistas primeramente
mentados desarrollaron sus infancias en periferias de grandes ciudades, colmadas del
ambiente y paisaje posindustrial. En El cielo sobre Berlín (Wim Wenders, 1987) el creador
centra su visión en el entorno urbano e industrial, como persona consciente de la enorme
modificación del entramado urbano y por tanto de su imagen reconoce que “En todas mis
películas he buscado localizaciones susceptibles de desaparecer”14, como fue el caso de
la escena rodada en el puente de Langensheidt. El cine ha estado presente y sido testigo
de los procesos industrializadores de las urbes, enseñándonos con su desarrollo coetáneo
a mirar, resulta un espejo adecuado de las ciudades del siglo XX, ubicándonos como los
ángeles de El cielo sobre Berlín en un punto intermedio, entre testigos presentes y no
presentes que observan con cierta lejanía los límites de lo visto y no visto.
En el caso de Tarkovski el paisaje se vincula a la idea de recuerdo vivido con el de
vestigio o ruina. Sus paisajes posindustriales son inestables, gaseosos, liminales, al igual
que los recuerdos y la memoria, de nuevo lo vincula con la idea esta y la imposibilidad
de que nada de ello regrese. Por otro lado, ya se trate de Stalker (Andréi Tarkovki, 1979)15,
adentrándose en la “zona” (paraje posindustrial) o Solaris (Andréi Tarkovski, 1972) trata
de bascular la presencia de estos elementos industriales con a huella del hombre y
elementos primigenios como el agua y la naturaleza, siendo estos los que finalmente en
conjunto acaban produciendo la mayor fascinación y reflexión, a su vez nos invita a ver
estos elementos como no excluyentes.
Lynch procesa sin reparos su amor hacia este tipo de entornos, en particular las
fábricas, seducido por la idea de hombre y máquina, y en contraposición a un paisaje
13
14
Wenders, Wim: El acro de ver. Barcelona: Paidós, 2005, p. 131.
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sereno que le resulta aburrido, imprenta Eraserhead (David Lynch, 1997). Derivado de
su infancia y memoria a su vez encuentra confort en entornos los cuales según su
experiencia se encontraban colmados de historias e imágenes. Como visión
complementaria a ese ambiente posindustrial, Shinya Tsukamoto aborda en Tetsuo: El
hombre de hierro16 (Shinya Tsukamoto, 1989) otra de las problemáticas, de cáliz mas
social y psicológico, derivado del proceso industrialización, la fusión hombre-máquina,
o la pérdida de control del hombre frente a esta, tema explorado enormemente con
posterioridad y de gran presencia en el campo de la animación nipona contemporánea y
posterior al autor, la cual por desgracia no tendremos tiempo de abarcar.
Finalmente, mencionar de manera somera el desarrollo del cine quinqui español,
comprendido entre los años 79 y 80, y neo quinqui, de la mano Eloy de la Iglesia, José
Antonio de la Loma o Carlos Salado. En ocasiones basadas en historias reales Yo, “El
vaquilla”(José Antonio de la Loma, 1985)17 generalmente ubicadas en entornos urbanos
periféricos, industriales, postindustriales o ruinosos, centrados en la delincuencia, las
situaciones de exclusión social y toxicomanía desplazada a estos espacios. El pico18 (Eloy
de la Iglesia, 1983), Perros callejeros19 (José Antonio de la Loma, 1973), Criando ratas20
(Carlos Salado, 2016).
4. Visiones contemporáneas del paisaje y materia industrial, escenario de terror.
De manera breve y como cierre, podría decirse que la nueva manera de ver en cierta
medida no llegó a triunfar, pues la manera o contextos de representación de estos entornos
bajo un cáliz contemporáneo toman una nota eminentemente negativa. En producciones
como Saw21 (James Wan, 2006), Cerdita22 (Carlota Pereda, 2022) o Un lugar tranquilo
II (John Krasinski, 2021)23 la acción se desarrolla en entornos urbanos o naturales, cuya
función reside en desarrollar la trama, en ambas películas se dedica el espacio industrial
para escenas con el mayor grado de inquietud y aversión. En otras creaciones como El
faro (Robert Eggers, 201724) o El Maquinista25 (Brad Anderson, 2004) son los propios
espacios industriales y las acciones a realizar por los trabajadores las cuales hacen mella
en su estado mental, se representan como lugares claustrofóbicos, fríos y desoladores.
En otras ocasiones como Primer (Shane Carruth, 2004), El cubo (Vincenzo Natali,
199826), Videodrome (David Cronenberg, 1983)27, Titane (Julia Ducournai, 2021)28 son
las producciones derivadas de la actividad industrial y sus consecuencias desarrolladas en
forma de metáforas las cuales perjudican enormemente la vida de sus protagonistas.
Finalmente otra de las visiones contemporáneas dadas vienen de la mano de la
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concienciación en cuanto a materia ecológica, realizando películas de terror en encaves

industriales, generalmente de extracción, que posteriormente son atacados y destruidos
por entes o fuerzas de la naturaleza, como metáfora visual de esta reclamando sus
pertenencias y la posición vital de las nuevas generaciones en cuanto a la extracción de
combustibles fósiles y energías no renovables, Miners mountain (Bennet Pellington,
2019)29, Underwater (William Eubank, 2020)30.
Como toque optimista para cerrar el conjunto me gustaría recalcar tal vez el reclamo
de la nueva forma de mirar llevada a cabo por la novedosa corriente del “slow
experimental ecocinema” o experimental ecocinema31, que de la mano de la creaciones
de Scott Barley Sleep has her own house (Scott Barley, 2017)32 de nuevo con calma y a
ritmo lento pretende reeducar nuestra mirada a través de ingeniosas sucesiones de bellos
planos de entornos naturales, desprovistos de música y diálogo y con escuetas referencias
argumentales, recurriendo a los sublime y conformando el ambiente una parte
imprescindible de la obra. Sería conveniente y de agradecer que este género pudiera
acoger a su vez dentro de sus límites estéticos producciones industriales qué, de la misma
manera, también modifican la vista grabada.
5.Bibliografía:
Álvarez Areces, M. A. (2010). El paisaje minero: Un escenario cinematográfico. En A.
Cueto. Patrimonio y arqueología de la industria del cine, (pp. 97-105) (Ojos de la
memoria, nº10). España: ICUNA, CICEES editorial.
Álvarez Areces, M. A. (2010). El paisaje minero: Un escenario cinematográfico. En M.
Alba. Nuevos paisajes culturales. Un acercamiento a paisaje industrial a través del cine,
(pp. 315-323) (Ojos de la memoria, nº10). España: ICUNA, CICEES editorial.
Álvarez Areces, M. A. (2010). El paisaje minero: Un escenario cinematográfico. En A.
S. Río. El paisaje posindustrial como escena y lugar. Tres miradas complementarias:
Tarkovski, Wenders y Lynch, (pp. 421-427) (Ojos de la memoria, nº10). España: ICUNA,
CICEES editorial.
Álvarez Areces, M. A. (2010). El paisaje minero: Un escenario cinematográfico. En M.
Alba. Una mirada de cine. Nuevas aproximaciones al paisaje industrial en su
consideración como paisaje cultural, (pp. 445-453) (Ojos de la memoria, nº10). España:
ICUNA, CICEES editorial.
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30
https://www.imdb.com/title/tt5774060/?ref_=fn_al_tt_1 [30/XI/2022]
31
Sleep Has Her House: experimental ecocinema in context https://youtu.be/QpyHMXnzOBY
[07XI/2021] Consultado: [28/XI/2022]
32
Entre diversas producciones de menor duración
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Fuentes web
The Universiry of Melbourne: Sleep Has Her House: experimental ecocinema in
context https://youtu.be/QpyHMXnzOBY [07XI/2021] Consultado: [28/XI/2022]
Wenders, W (2005): El acto de ver. Barcelona: Paidós.

Smmithson. R. (1967). A Tour of the Monuments of Passaic, New Jersey.
Holt Smithson Foundation https://holtsmithsonfoundation.org/towards-development-
cinema-cavern-or-movie-goer-spelunker [29/XI/2022]
IMDB

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Relaciones entre arte e industria

• 1.Estudio de caso: El paisaje minero como escenario cinematográfico.

• 2. El paisaje industrial y su consideración, nuevas formas de interpretar el

• 3. Visión del paisaje industrial y postindustrial desde la lente cinematográfica,

• .4. Visiones contemporáneas del paisaje y materia industrial, escenario de terror

• 5.Bibliofrafía y Fuentes Web

Fuentes gráficas: IMBD

1. Estudio de caso: El paisaje minero como escenario cinematográfico

2.El paisaje industrial y su consideración, nuevas formas de interpretar el paisaje-

Fuente: A Tour of the Monuments of Passaic, New Jersey

3. Visión del paisaje industrial y postindustrial desde la lente cinematográfica, formas

concienciación en cuanto a materia ecológica, realizando películas de terror en encaves

Wenders, W (2005): El acto de ver. Barcelona: Paidós.

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