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Javier García Álvarez

El Palacio de Pedro I de Castilla en los Reales Alcázares de Sevilla

El palacio mudéjar, con ampliaciones posteriores, fue levantado sobre construcciones


islámicas altomedievales. En aquel momento estaba construido extramuros de la ciudad,
pero actualmente se encuentra en el barrio histórico de Santa Cruz. Pedro I de Castilla,
sucesor de Alfonso VIII, levantó el Alcázar Nuevo en un periodo político tranquilo. El
núcleo original se encuentra en el Palacio del Yeso, a pesar de ser un gran ejemplo
mudéjar es un edifico cristiano. La granada nazarí se enfrentó con el Magreb, pero a pesar
del enfrentamiento hubo un gran intercambio cultural.
Las obras del nuevo palacio abrieron una puerta en la antigua muralla llamada la Puerta
del León y en el interior sigue un itinerario complejo. Es el primer palacio de la época
musulmana, aunque posteriormente tendrá diversas reformas. Todavía hoy sigue siendo
una residencia real.
Cuenta con una muralla de grandes sillares de piedra del s. X. En el periodo de taifas del
s. XII, se realiza un alcázar palatino, pero fue destruido y arrasado. En la etapa almohade
se amplía el recinto, obteniendo una forma semejante a la actual. Al incluir una zona
militar, se realizan más palacios, ampliando su estructura poco a poco.
Uno de los primeros patios es el de las doncellas, llamado así por la leyenda del tributo
de las 100 doncellas. Recientemente ha vuelto a tener su forma original, gracias a las
restauraciones realizadas siguiendo las excavaciones arqueológicas. Contaba con una
acequia principal con dos jardines a cada lado, pero había sido alterado en época nazarí
con una gran acequia sin jardines. A su alrededor cuenta con un porticado con doble
columnas, arcos polilobulados y enormes pantallas llenas de piñas, conchas veneras y
hojas geometrizadas. En el fondo es un claustro, pero en este caso repleto de inscripciones
árabes.
Al Patio de las Muñecas es posible acceder tras avanzar un pasillo ubicado tras el zagúan
de la portada, las columnas y los capiteles son de acarreo, califales y romanos. Se cree
que su nombre puede deberse los rostros de niñas o muñecas que se encuentran al
comienzo de los arcos.
Por último, en el salón de los embajadores los muros al igual que en otras estancias del
palacio están decorados con yeserías y azulejos. En dos laterales hayamos entradas con
dos columnas de mármol, las cuales sirven como elementos sustentantes de triples arcos
de herradura. Junto a esta disposición hay dos estancias, en las que hay distribuidas
veintiséis placas de yeso perfiladas y recortadas a buril para que estas figuras
representadas destaquen sobre el fondo de ataurique.
Fuentes:
Antonio Almargo, Los Reales Alcázares de Sevilla. Artigrama, núm. 22, 2007, 155-185
— I.S.S.N.: 0213-1498

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