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Cristología Bíblica
Pasaje: Jn.1:1-18.
3. Procurar establecer sin ayuda alguna las bases bíblicas que permitan afirmar. 1) la preexistencia de
Jesucristo; 2) su deidad; 3) atributos divinos; 4) su humanidad
4. Estudiar nuevamente la doctrina con ayuda de las notas y contrastar los resultados.
5. Anotar las dificultades que no hayan sido resueltas para consultarlas en la clase.
6. Responder a las preguntas de repaso.
INTRODUCCION
Jesucristo es el Dios eterno manifestado en carne (Jn. 1:14). Conocerte a Él es conocerlo a Dios (Jn.14:9). Él es la
piedra fundamental de la Iglesia (1-Cor.3:11), pero también es su Cabeza y absoluto Señor (Ef. 1:22-23). Tenerle
a Él es tener vida, no tenerle es estar bajo eterna condenación (1.Jn.5.12). Creer en su Persona es recibir la vida,
rehusar creer en El, es perderse eternamente (Jn.3:36). Él es Dios-hombre, por lo que concurren en su Persona
Divino-humana, infinitud y limitación, eternidad y temporalidad, grandeza y humillación. Su Persona es
irrepetible y no hay ningún otro ser como el santo y glorioso Señor Jesús. Hay, además, una razón fundamental
para estudiar y persona y obra, la demanda de la escritura para cada creyente: “El que dice que está en Él debe
andar como El anduvo” (1.Jn.2:6), para lo cual hemos de caminar “con los ojos puestos en Jesús, el autor y
consumador de la fe- (Heb.12:2).
2. La manifestación de su preexistencia,
2.1. Dios se manifestó en forma humana en el pasado (Gen. 18;1,2,33).
2.2. A estas manifestaciones se les llama “Teofanías".
2.3. Una inequívoca manifestación de la Deidad en el Antiguo Testamento es el Ángel
de Jehová.
23.1. Se identifica con Dios mismo (Gen22:1,11,12; Jue. 13:3,22).
2.32. Se aplica a sí mismo palabras y acciones que son propias de Dios (Jos.5:15,
comp. Ex.3:5).
2.3.3. Recibe adoración, cosa que ningún ángel aceptó jamás (Jos.5.14).
2.4. Siendo la Segunda Persona de la Deidad, quien se hizo hombre, sólo Él pudo
haberse manifestado en tal modo antes de su nacimiento en Belén.
3. I. Conocimiento sobrenatural.
3.1.1. Propio de Dios (Mt. 11:27).
3.2 Omnipresencia.
3.2.1. El Hijo del Hombre, estando en la tierra, estaba también en el cielo
(Jn.3:13).
3.2.2- Puede estar donde estén los creyentes (Mt. 18:20; 28:20).
3.3. Omnipotencia.
3.6. Exige para sí el mismo trato que debe darse al Padre (Jn.14:1).
3.6.1. Jesucristo objeto de fe, (Mt 11:28; 11:25-26).
4.6. Salvar a los perdidos (Mt.1:21; Lc.19:10; Jn.1:12; 3:14-17; 5:40; 8:24; 14:6; Hch.2:38;
4:12; 5:31).
5. La Biblia da nombres divinos a Jesucristo.
5.1. Dios (Rom.9:5; Tit.2:13; Heb.1:8; Jn 5:20
1.1. la Escritura le llama hombre en varios lugares, (Mt.4:4; 11:19; Jn.1:14; 8:40; Hch2:22:
Rom.5:15;
1.Cor.15:21; 1.Tim.2:5; 3:16; 1.Jn.4:2).
1.3. A esta unión de las dos naturalezas en la Persona Divina del Hijo de Dios, se le da el
nombre técnico de "Unión Hipotatica".
V. LA IMPECABILIDAD PE JESUCRISTO
1. La Biblia afirma que Cristo es impecable.
1.1. La afirmación de la Escritura (Heb.4:15; 1.P.2:22; Is.53;9).
2. Las posibilidades del hombre en relación con el pecado.
2.1. Poder pecar o no pecar. Esto ocurrió sólo en el huerto de Edén, en donde el
hombre ejerció su libre albedrío y cayó.
2.2. No poder dejar de pecar. Es la situación actual de todo hombre como pecador.
2.3. No poder pecar. Ocurre sólo con Jesucristo, el "Hombre" impecable.
3. La razón de la impecabilidad de Jesucristo.
3.1. La única razón está en que Jesucristo es una Persona Divina, y por cuanto el
sujeto de atribución de toda acción es la persona, y el caso de Jesucristo sólo es una
Persona Divina, todo cuanto Jesucristo haga en el uso de cualquiera de sus dos naturalezas
afecta a la única Persona que Él es, y puesto que es una Persona Divina no hay posibilidad
de que peque, porque Dios no puede pecar. Por esa razón Jesucristo es impecable, esto es,
ni pecó ni pudo pecar.
4. Jesucristo no heredó el pecado del hombre (Luc. 1:35).
4.1. El original señala la santidad absoluta del que nació en Belén al decir
textualmente: "lo “santo que nacerá”
4.2. La Persona Divina del Hijo de Dios, es la que se encarna, por tanto, está presente
desde el momento de la concepción de la humanidad de Jesucristo, haciendo imposible
con su presencia que el pecado fuese transmitido a esa humanidad.
5. La Biblia confirma la infinita santidad de Jesucristo (Heb-7:26).
VI. APLICACION PERSONAL
91. ¿Mantienen las dos naturalezas de Cristo sus propias características con absoluta
independencia?
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