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© Jacques COUSIN/CIRIC
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– Adoración. Reconocer a Dios y su soberanía es algo reconocido desde siempre por todas
las religiones.
– Contrición. El hijo pródigo de la parábola volvió a casa diciendo que había pecado
“contra el cielo y contra ti”. “El cielo” era uno de los múltiples términos con que los judíos
se referían a Dios. Se pone en primer lugar porque el pecado es siempre una ofensa a Dios.
El arrepentimiento del pecado –del que, de una forma u otra, más o menos grave, no nos
libramos ninguno, la contrición, cuando es sincera se dirige a Dios, y se traduce entonces
en una oración de contrición.
Sin embargo, no está dicho todo. El evangelio nos trae el modelo de oración:
el Padrenuestro, pronunciado por Cristo en persona cuando le piden que les enseñe a orar.
Las dos primeras palabras traen la diferencia. En Jesucristo Dios nos hace sus hijos, de
modo que a partir de ese momento la oración que pide y enseña no es la que se dirige a
Dios como creador, como omnipotente y como juez (aunque todo esto se incluye), sino la
que se dirige a Dios como Padre. En el huerto de los olivos se nos muestra algo de la
oración del Señor. Se dirige a Dios Padre como Abbá, Padre. Ese Abbá es el equivalente a
nuestro papá, y no es fácil para un cristiano entender hasta qué punto ese tratamiento
sonaba escandaloso en los oídos judíos, sobre todo fariseos.
Además, así como el amor de Dios conlleva el amor al prójimo –es, o está llamado a ser,
hijo de Dios, también la oración se extiende a pedir por los demás, vivos o difuntos.
Con lo dicho se pueden responder brevemente las otras dos preguntas referentes a la
oración. ¿Es realmente necesaria para la vida? Pues depende de qué vida estemos
hablando, De entrada, para la vida eterna –para alcanzarla sí lo es. En cuanto a
la vida en este mundo, dependerá de qué vida queramos tener. Si buscamos una vida digna
y virtuosa, hay que concluir que sí hace falta, pues el hombre por sus propias fuerzas no lo
consigue. Si es otro tipo de vida… pues quizás no. Y con esto se contesta la pregunta
restante: ¿pasa algo si no rezo? Ya se ha dicho lo que se obtiene, y por ello de lo que se
carece si no se reza.