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RITO DE LA CONFIRMACIÓN

Monición de Entrada

Monitor

Queridos hermanos: Nos hemos reunidos para celebrar la


Confirmación de algunos miembros de nuestra comunidad cristiana
que recibirán de manos de nuestro Obispo Celmo Lazzari, como
representante principal de Jesucristo del vicariato, preside esta
asamblea.

La confirmación es uno de los tres sacramentos de la iniciación


cristiana. En esta celebración, se les infundirá con mayor plenitud el
Espíritu Santo, que ya habita en el corazón de los bautizados, a fin
de hacerles madurar y crecer como cristianos.

Renovemos nuestra fe en la presencia del Espíritu del Señor en


medio de su asamblea, y dispongamos a recibir, tanto los que han de
confirmar como los que ya lo estamos, una efusión de sus dones.

Les invito a ponerse de pie para dar inicio a esta celebración.

Canto de Entrada

RITOS INICIALES
Obispo
En el nombre del Padre, y del Hijo, + y del Espíritu Santo
R. Amén.

Obispo
El Dios de la esperanza que por la acción del Espíritu Santo nos
colma con su alegría y con su paz, permanezca siempre con todos
ustedes.
R. Y con tu espíritu.
1
Párroco
Excelentísimo monseñor Celmo Lazzari, Sea bienvenido entre
nosotros, a esta iglesia de San Francisco de Asís de Shushufindi. Su
excelencia, está aquí para celebrar la Confirmación de un grupo de
jóvenes y adultos de nuestra parroquia, y esto es motivo de alegría.
Signo que nuestra Iglesia avanza y fortalece su camino de fe, de
esperanza y de amor.

Deseamos que la celebración de hoy sea un paso más en este


camino. Que lo sea especialmente para estos jóvenes y adultos que
recibirán la Confirmación, el don del Espíritu que ya les fue dado en
su Bautismo, un don al que ellos quieren responder en el
compromiso cristiano de cada día. Y que lo sea también para todos
nosotros, porque todos deseamos ser más fieles al Evangelio de
Jesús.

ACTO PENITENCIAL

Obispo
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos
con sinceridad la dificultad que experimentamos para seguir a Jesús
y a hacer nuestro proyecto, imploremos el perdón de Dios que
fortalezca nuestra voluntad de cambiar para hacer fieles a los
compromisos de nuestro bautismo.

Momento de silencio

Obispo
Señor, tú esperas que seamos, como discípulos tuyos, luz y sal de la
tierra. Señor ten Piedad.
R. Señor, ten piedad.

Obispo

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Señor, tú fuiste ungido por el Espíritu Santo para anunciar la Buena
Nueva a los pobres y la liberación a los oprimidos. Cristo, ten
piedad.
R. Cristo Ten piedad.
Obispo
Señor, tú que resucitado triunfaste sobre la muerte y el pecado y eres
el verdadero camino que conduce a la vida. Señor, ten piedad.
R. Señor ten Piedad.

Obispo
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros
pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Canto Penitencial

GLORIA

Obispo
Con la alegría que nos inunda esta celebración y llenos de amor y
cariño al Señor glorifiquémoslo cantando.
Canto del Gloria

ORACIÓN COLECTA
Oremos
Te pedimos, Dios Padre de misericordia, que envíes tú Espíritu
Santo, para que, haciendo morada en nosotros nos convierta en
templos de su gloria. Por nuestro señor Jesucristo, tu Hijo que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los
siglos de los siglos.
R. Amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
Monitor

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El Sacramento de la Confirmación, con la presencia del Espíritu, es
un regalo de Dios para estos catequizados, pero también para nuestra
Comunidad. La Palabra de Dios que vamos a escuchar, nos indica el
sentido de este regalo y la responsabilidad de reconfirmar nuestra
opción de vivir como discípulos de Jesús.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
AL cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el
mismo lugar.
De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento
que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban
sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se
dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos
de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les concedía manifestarse. Residían entonces en Jerusalén
judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al
oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados,
porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban todos
estupefactos y admirados, diciendo: «¿No son galileos todos esos
que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros
los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay
partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y
Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia y Pánfilia, de Egipto y de la
zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos
forasteros, tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y
árabes; y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en
nuestra propia lengua».
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL
Del Salmo 103
R. Envía tu Espíritu, Señor y repuebla la faz de la tierra

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Bendice, alma mía, al Señor: ¡Dios mío qué grande eres! Cuántas
son tus obras, Señor; la tierra está llena de tus criaturas. R.
Les retiras el aliento, y expiran y vuelven a ser polvo; envías tu
espíritu, y los creas, y repueblas la faz de la tierra. R.
Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras; que le sea
agradable mi poema, y yo me alegraré con el Señor. R.
SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios


Hermanos:
Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo. Y
hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad
de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de
actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a
cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien
común.
Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y
todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo
cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido
bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y
todos hemos bebido de un solo Espíritu.
Palabra de Dios
Canto del Aleluya

ALELUYA
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en
ellos el fuego de tu amor.
EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según San Juan
Al anochecer del día de la resurrección, estaban los discípulos en
una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto
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entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «La Paz este con ustedes».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos
se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «La Paz este con
ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y,
dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo; a
quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes
se los perdonen, les quedaran sin perdonar».
Palabra del Señor
LITURGIA DE LA CONFIRMACIÓN
PRESENTACIÓN DE LOS QUE VAN A SER CONFIRMADOS

Monitor
Los invito a tomar asiento. Ha llegado el momento en el también en
nosotros se va a actualizar el milagro transformador de pentecostés
este grupo de jóvenes y adultos van a recibir los dones con los que
fueron enriquecidos la Virgen María y los Apóstoles. Nuestro
párroco fray…. Presentará a Monseñor Celmo Lazzari los
candidatos a recibir el sacramento de la confirmación.

Los que van hacer confirmados se ponen de pie. (monitor)

Párroco.
Monseñor Celmo Lazzari, Le presento a este grupo de jóvenes y
adultos de nuestra Parroquia San Francisco de Asís. Para que usted
les imponga las manos y reciban por medio del Sacramento de la
confirmación el don del Espíritu Santo.

- ¡Jóvenes! ¿ustedes que dicen?

Jóvenes.
Aquí estoy Señor para hacer Tu voluntad.

Obispo.
¿Tienes seguridad, que están suficientemente preparados y son
dignos de celebrar este Sacramento?
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Párroco.
Hace años, los padres de estos jóvenes y adultos cuando solicitaron a
la Iglesia el Bautismo para sus hijos, se comprometieron a educarlos
en la fe y a incentivarles a integrarse más en la vida de la iglesia por
medio de los Sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación. Tengo
la satisfacción de expresar ante la comunidad y su Pastor, que estos
hermanos nuestros han podido profundizar su encuentro con
Jesucristo vivo y, por medio de su participación en la catequesis, se
han adentrado en su evangelio y en su compromiso de vida cristiana.
Ciertamente ellos están todavía muy conscientes de su fragilidad,
pero han optado por el camino de la fe y quieren comprometerse con
la vida y la misión de la Iglesia porque confían en la fuerza
pentecostal que recibirán del Espíritu Santo. Por lo mismo, creo que
son dignos de celebrar el Sacramento de la Confirmación.

Obispo.
Queridos jóvenes, acogiendo el testimonio y la petición de su
Párroco y catequistas. Los admito a celebrar el Sacramento de la
Confirmación.

Todos. Te damos gracias Señor.

Toman asiento para escuchar la homilía de nuestro pastor.

HOMILÍA Y EXHORTACIONES

Si el Obispo, en vez de leer la exhortación precedente, hace una homilía.

LITURGIA DE LA CONFIRMACIÓN
RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES.
Algunos confirmados de las primeras bancas encienden sus velas en el Cirio pascual y
comunican el fuego a los primeros compañeros de las bancas de cada pasadizo.

Monitor

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Los confirmados renovarán ahora sus promesas bautismales ante el
Obispo y la asamblea. Renuncian a todo lo que se opone a su
condición de cristianos y proclaman explícitamente su fe en la
fuerza pentecostal del Espíritu Santo. Con este fin, encienden ahora
sus cirios bautismales en el fuego del cirio pascual, que representa a
Cristo resucitado. Invito a los confirmados a ponerse en pie.

Si los confirmados son numeroso, mientras se encienden los cirios bautismales, se puede
cantar:
Obispo
Queridos jóvenes, antes de recibir el don del Espíritu Santo,
renueven con fe y responsabilidad las promesas que sus Padres
hicieron el día del bautismo, por la cual han renacido a la vida de
Dios y son hijos de Dios. Por la confirmación se recibe la plenitud
del Espíritu Santo. Impulsados por este mismo Espíritu renuncien al
mal y profesen su fe en Dios.

Obispo
Para seguir a Jesucristo,
¿Renuncian, ustedes, al pecado que se manifiesta en la impureza, en
el deseo desenfrenado del placer, en la búsqueda de la comodidad, el
poder, la ociosidad y la pereza?
R. Sí, renuncio.

Obispo.
Para vivir como hermanos,
¿Renuncian, ustedes, al pecado que se manifiesta en la injusticia, la
rivalidad, la explotación, la corrupción entre unos y otros que
destruyen la comunidad de hermanos?
R. Sí, renuncio.

Obispo.
¿Están dispuestos, ustedes, a perdonar cuando les hagan una injuria,
a amar incluso a los que no les desean el bien, ayudar a los que
necesiten, aunque no sean sus amigos?
R. Sí, estoy dispuesto.
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Obispo.
¿Están dispuestos, ustedes, a entregar su vida al servicio de los más
necesitados, hacer evangelizadores, a ser misioneros constructores
del Reino de Dios, empezando por su familia?
R. Sí, estoy dispuesto.

PROFESIÓN DE FE

Monseñor
Queridos jóvenes, les invito ahora a profesar su fe, recordando que,
por el Bautismo, sellamos una alianza de amor con la Santísima
Trinidad y la Iglesia.

Monseñor.
¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
R. Sí, creo.

Monseñor.
¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de
santa María Virgen, padeció, fue sepultado, resucitó de entre los
muertos y está sentado a la derecha de Dios Padre?
R. Sí, creo.

Monseñor.
¿Creen en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que hoy les va a
ser comunicado de un modo singular, por el sacramento de la
Confirmación, como fue dado a los Apóstoles en el día de
Pentecostés?
R. Sí, creo.

Monseñor.

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¿Creen en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en
el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos, y en la
vida eterna?
R. Sí, creo.

Monseñor.
Esta es nuestra fe. Esta es la fe la Iglesia. Cristo Jesús, que nos ha
iniciado en este camino sea el honor y la gloria por los siglos de los
siglos.
R. Amén.
IMPOSICIÓN DE LAS MANOS

Monitor
Pueden apagar las velas. El Obispo, repitiendo el mismo gesto que
empleaban los apóstoles, va a imponer sus manos sobre los jóvenes
confirmandos, pidiendo al Espíritu Santo que los consagre como
piedras vivas de la Iglesia y los fortalezca con sus dones.
De pie, con las manos juntas, acompañado de los presbíteros con celebrantes el Obispo
dice:

Monseñor.
Oremos, hermanos, a Dios padre todopoderoso, para que
benignamente derrame el Espíritu santo sobre estos hijos adoptivos
suyos, que ya por el bautismo renacieron para la vida eterna: que el
Espíritu santo los confirme con la abundancia de sus dones y con su
unción perfeccione su configuración con Cristo, el Hijo de Dios.
Monitor.
Invitamos a los confirmados a ponerse de rodillas y a orar en
silencio para implorar el Espíritu de Dios, tal como en Pentecostés.
Se guarda un momento de silencio en actitud de oración. El Obispo y los presbíteros con
celebrantes extienden las manos sobre los confirmados, pero sólo el Obispo dice esta
oración:

Monseñor.
Dios todopoderoso,
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Padre de nuestro Señor Jesucristo,
tú hiciste renacer a estos siervos tuyos
por el agua y el espíritu santo,
liberándolos del pecado,
envía, Señor, sobre ellos el Espíritu Santo Paráclito;
concédeles el Espíritu de sabiduría y de entendimiento,
el Espíritu de consejo y de fortaleza,
el Espíritu de ciencia y de piedad
y llénalos del espíritu de tu temor.
Por Jesucristo nuestro Señor
R. Amén.

UNCIÓN CON EL CRISMA


Monitor
Ha llegado ahora el momento culminante de la celebración. El
Obispo le impondrá las manos a cada uno de los confirmados y los
marcará con la cruz gloriosa de Cristo para significar que son
propiedad del Señor. Los ungirá, asimismo, con el Santo Crisma, el
óleo perfumado, consagrado el día Jueves Santo por el pastor de
nuestra diócesis. Los jóvenes quedarán consagrados para siempre a
Cristo, sacerdote, profeta y Rey para que sean fermento de santidad
en el mundo, den testimonio de la verdadera, promuevan los valores
del Reino de Dios en el mundo, por el buen olor de las buenas obras.

Invitamos a los confirmados, junto a sus padrinos, a acercarse en


procesión. Los padrinos deberán poner su mano derecha sobre el
hombro derecho de su ahijado y decirle al obispo, en voz alta el
nombre del ahijado. El resto de la asamblea puede tomar asiento.

El Obispo se sienta y recibe la mitra y el báculo.


Cada confirmado se acerca al Obispo o a uno de los presbíteros, o si parece conveniente, el
obispo y los presbíteros se acercan a cada confirmado.

Monseñor: N…, recibe por esta señal + el don del Espíritu Santo.

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Confirmando: Amén.

Monseñor: La Paz sea contigo.

Confirmando: Y con tu espíritu.

Mientras dura la unción, se puede entonar algún canto adecuado.

Canto: “Espíritu Santo ven”

Terminada la unción, el Obispo y los presbíteros se lavan las manos

ORACIÓN UNIVERSAL
Monseñor.
Oremos, queridos hermanos, a Dios nuestro Padre, por los que hoy
han sido enriquecidos con el Don del Espíritu Santo, por la santa
Iglesia de Dios y por las necesidades de todo el mundo. A cada
intención respondemos diciendo:
R: Escucha, Padre, nuestra oración
1. Por Monseñor Celmo Lazzari., que nos ha confirmado y por
todos los Obispos: para que en comunión con el Papa
Francisco., guíen y sirvan, según la voluntad de Dios, la Iglesia
a ellos confiada. Oremos:
2. Por nuestros padres y padrinos, por nuestros catequistas, y por
toda la comunidad cristiana reunida hoy en esta fiesta: que con
su palabra y su ejemplo nos ayuden a consolidar nuestro
camino cristiano. Oremos:
3. Por todos los jóvenes de nuestro país: para que no sólo
soñemos con un mundo más civilizado y evangelizado, sino
también nos vayamos capacitando, con la fuerza del Espíritu
Santo, para gestar en el Ecuador en este nuevo milenio, un
futuro lleno de esperanza. Oremos:

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4. Para que nuestra parroquia (colegio), surjan abundantes
vocaciones sacerdotales y religiosas y auténticos cristianos con
vocación de servicio en la Iglesia y en el mundo. Oremos:
5. Por nosotros, los que acabamos de ser confirmados y por
nuestros padrinos y madrinas: para que el don del Espíritu
Santo, que nos ha hecho miembros plenos del pueblo de Dios,
nos arraigue en la fe y nos haga crecer en el amor, y así demos
con nuestra vida testimonio de Jesucristo en el mundo y en la
Iglesia. Oremos:
6. Por nuestra patria, consagrada a los corazones de Jesús y de
María, para que iluminen a nuestros gobernantes y a todos los
que tienen más responsabilidad en el país, para que su servicio
al bien común sea sincero y lleno de sabiduría. Oremos:
Monseñor.
Dios Padre santo, que diste a los Apóstoles el Espíritu Santo y
quisiste que por ellos y sus sucesores fuera transmitido a todos los
fieles, atiende nuestras súplicas y concédenos que, lo que tu amor
realizó por la intercesión de María en los comienzos de la Iglesia,
se realice también hoy en el corazón de los creyentes. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

LITURGIA EUCARISTICA

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS

Monseñor.
Oren, hermanos, para que este sacrificio, mío y de ustedes, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.

R. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y


gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

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ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Monseñor
Recibe, Padre misericordioso, las ofrendas de estos hijos tuyos,
configurados hoy más perfectamente con Cristo, que con su muerte
nos mereció el don del Espíritu, y concédeles que la participación en
la Eucarística, memorial de la pascua del Señor, les impulse a dar
testimonio de Jesucristo tu Hijo. Él que vive y reina por los siglos de
los siglos.
R. Amén

PLEGARIA EUCARÍSTICA

Monseñor El señor esté con ustedes.


R. Y con tu espíritu
Monseñor Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Monseñor Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.

En verdad es justo darte gracias, es bueno cantar tu gloria, Padre


Santo, fuente y origen de todo bien.
Tú, en el Bautismo, das nueva vida a los creyentes y los haces
partícipes del misterio pascual de tu Hijo.
Tú los confirmas con el sello de tu Espíritu, mediante la imposición
de manos y la unción real del crisma.
Así, renovados a imagen de Cristo, el ungido por el Espíritu Santo y
enviado para anunciar la buena nueva de la salvación, los haces tus
comensales en el banquete eucarístico y testigos de la fe en la iglesia
y en el mundo.
Por eso, nosotros, reunidos en esta asamblea festiva para celebrar los
prodigios de un renovado Pentecostés, unidos a los ángeles y los
santos, cantamos el himno de tu gloria:
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R. Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.

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PLEGARIA EUCARÍSTICA

RITO DE COMUNIÓN

Canto de comunión

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Monseñor
Oremos
Te pedimos, Dios Padre todopoderoso,
que continúes favoreciendo a estos hijos tuyos a quienes has ungido
con el don del Espíritu Santo y has alimentado con el sacramento de
tu Hijo; haz que, superando las dificultades de la vida, alegren con
su santidad a la iglesia y, por medio de sus obras y de su amor, la
hagan crecer en el mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

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RITO DE CONCLUSIÓN

BENDICIÓN FINAL

Monseñor: El señor esté con ustedes.


R. Y con tu espíritu.

Dios Padre todopoderoso, que les adoptó como hijos, haciéndoles


renacer del agua y del Espíritu Santo, les bendiga y les haga siempre
dignos de su amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

El Hijo unigénito de Dios, que prometió a su Iglesia la presencia


continua del espíritu de la verdad, los bendiga y los confirme en la
confesión de la fe verdadera. Él que vive y reina por los siglos de los
siglos.
R. Amén.

El Espíritu Santo, que encendió en el corazón de los discípulos el


fuego del amor, les bendiga y, congregándoles en la unidad, les
conduzca a través de las pruebas de la vida a los gozos del Reino
eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

Y a todos ustedes aquí presentes


les bendiga Dios todopoderoso,
Padre, Hijo + y Espíritu Santo.
R. Amén.

Monseñor
Pueden ir en paz.
R. Demos gracias a Dios.

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