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HORA SANTA POR LAS VOCACIONES

61º Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones


“Llamados a sembrar la esperanza y a construir la paz”

1.- INICIAMOS NUESTRA HORA SANTA.

Alabanza Trinitaria

Guía: Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que en su designio amoroso ha
querido que su Verbo se hiciera carne y habitara en medio de nosotros.

Todos: Bendito seas por siempre, Señor. Padre Nuestro, Ave María y gloria…

Canto

Guía: Bendito sea Nuestro Señor Jesucristo, que por amor nos ha dado la vida divina y ha
querido permanecer en medio de nosotros en el sacramento de su cuerpo y de su sangre.

Todos: Bendito seas por siempre, Señor. Padre Nuestro, Ave María y gloria…

Canto

Guía: Bendito sea el Espíritu Santo, consolador, por cuya acción este sacramento del
sacrificio de Cristo es para nuestro bien el memorial de la Alianza eterna.

Todos: Bendito seas por siempre, Señor. Padre Nuestro, Ave María y gloria…

Canto

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

Oh Jesús, Buen Pastor, dígnate mirar con ojos de misericordia, a esta porción de tu grey
amada. Señor, suscita en tu Iglesia vocaciones sacerdotales, consagradas y laicales, para
extender tu Reino. Te lo pedimos por la Inmaculada Virgen María de Guadalupe, tu dulce y
Santa Madre. Oh Jesús, danos vocaciones según tu corazón. Amén.

Canto

2.- LECTURA: del Santo Evangelio según San Mateo 11,28-30.

En aquel tiempo, Jesús exclamó: “Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y
yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón,
y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.
Palabra del Señor.

Hacemos unos momentos de Silencio, meditando lo que hemos escuchado


3.- DECIMOS JUNTOS: Alabemos y demos gracias por todos los sacerdotes.

A nuestro Santísimo Padre el Papa FRANCISCO.


R: Transfórmalo en Ti Señor.
A los sucesores de los Apóstoles
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los Obispos puestos por el Espíritu Santo.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los sacerdotes Párrocos.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los Confesores y directores espirituales.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los que anuncian tu palabra.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los que trabajan por la juventud.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los que trabajan entre los pobres.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los que atienden a los enfermos.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los sacerdotes pobres.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los sacerdotes enfermos
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los sacerdotes ancianos.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los tristes y afligidos.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los sacerdotes turbados.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los que están en crisis.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los calumniados y perseguidos.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los sacerdotes tibios.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los desalentados.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
A los que aspiran al sacerdocio, dales la perseverancia.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
De manera especial te rogamos por todos aquellos sacerdotes por quienes hemos recibido
tantas gracias; el sacerdote que nos bautizó, los que han absuelto nuestros pecados
reconciliándonos contigo y con tu Iglesia, aquellos en cuyas Misas hemos participado y nos
han dado tu cuerpo en alimento, los que nos han transmitido tu Palabra y conducido hacia
Ti, Señor.
R: Transfórmalos en Ti Señor.
Por todos los Obispos, especialmente por el nuestro, Don José Alberto González Juárez,
para que lo sigas fortaleciendo en su misión de guía a este rebaño que le ha sido
encomendado.
R: Transfórmalo en Ti Señor.
4.- PRECES:

Presidente: Confiando en que el Señor nos ha dicho: “Lo que pidan en mi nombre se
les concederá”. Respondiendo a cada petición: Padre de bondad, escúchanos.

1. Por toda la Iglesia universal, para que, guiada por el Espíritu Santo, pueda siempre
responder al llamado constante hacia la santidad. Oremos.
2. Por todos los laicos comprometidos, hombres y mujeres, que han sabido testificar
cómo la fe cristiana es la única respuesta plenamente válida a los problemas y
expectativas de la vida, haciendo presente a Cristo y al Evangelio, siendo luz y
fermento, y haciendo que todas las cosas estén en orden al Reino de Dios. Oremos.
3. Por los jóvenes que son llamados por el Señor a ser sacerdotes, para que sean
generosos y decididos al momento de hacer su opción vocacional. Oremos.
4. Para que los jóvenes que han tenido la experiencia de encontrarse con Cristo, sean
generosos en responder al Señor que les llama a servir a Dios en los hermanos, sobre
todo a los más pobres, en alguna congregación religiosa o de vida consagrada.
Oremos.
5. Por todos los religiosos, religiosas, hombres y mujeres consagrados, para que sean
constantes en seguir a Cristo, respondiendo fielmente a su llamada. Oremos.
6. Por nuestras familias, para que sepan educar a sus hijos en la fe y en la obediencia a
la voluntad de Dios y les ayuden a discernir el llamado de Jesús. Oremos.

Presidente: Señor, concede a tu Iglesia la gracia de nuevas y santas vocaciones que nos
muestren el camino de la belleza del amor, por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
5.- Cantemos el Padre Nuestro

6.- Oremos en silencio CANTO

7.-Acudamos a la intercesión de la Santísima Virgen María, Madre del Buen Pastor,


rezando el Ave María.
Terminamos orando por los jóvenes para que sepan escuchar el llamado de Dios: Cristo, tú
que eres eternamente joven y haces nuevo todo lo que tocas, lléname de tu vida. Ayúdame
a reconocer para qué estoy hecho, qué sentido tiene mi paso por esta tierra, cuál es tu
proyecto para mí. Condúceme al encuentro con los demás, a la misión sin fronteras ni límites,
y hazme caminar contigo hacia un horizonte siempre nuevo. Enséñame a mostrar la belleza
de la generosidad y del servicio, de la fidelidad a la propia vocación y del amor a los pobres,
para que todos sientan el calor de tu misericordia. Tú, el Amigo, el eterno viviente que viniste
para darme vida, y vida en abundancia, hazme vivir. Amén

8.- BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO

Sacerdote: Les diste el Pan bajado del cielo.


Todos: Que contiene en sí todo deleite.
Oración:
Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tú Pasión,
concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que
experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.
Posteriormente, todos de rodillas, se reza y se repite:
Bendito sea Dios,
Bendito sea su Santo Nombre,
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sagrado Corazón.
Bendita sea su Preciosa Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la incomparable Madre de Dios, la Santísima Virgen María.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su casto esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

Sacerdote: En los cielos y en la tierra sea para siempre bendito y alabado,


Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.

Sacerdote: Santa María de Guadalupe Reina de México


Todos: Salva nuestra patria y conserva nuestra fe.
Canto final
Al final el que preside guarda el Santísimo en el Tabernáculo.

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