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Ficha técnica
La película “El amor en los tiempos del cólera” del director Mike Newell, se presenta como
adaptación de la obra del mismo nombre, del autor Gabriel García Márquez. Desde un primer
momento, la adaptación de una obra literaria tan rica y llena de detalles, supone un gran reto,
independientemente del camino que se haya tomado para la misma. En el libro “Cine y
literaura: entre la realidad y la imaginación” de Lourdes Pérez Villarreal, se cita al autor Pere
Gimferrer, quién expone que los problemas o principales aspectos de cuidado en adaptación
de una novela al cine pueden ser principalmente de dos órdenes, de equivalencia de lenguaje
y de equivalencia del resultado estético obtenido.
Lo relacionado con la equivalencia del lenguaje, el cine ha desarrollado una gramática visual,
que le ha permitido encontrar distintas soluciones técnicas para traducir en imágenes las
formas más comunes y propias del relato literario.
A pesar de los aspectos expuestos en la anterior cita, Gimferrer aclara que las relaciones
entre la novela y su adaptación fílmica no se deben analizar en el ámbito de la equivalencia
del lenguaje, de si el producto cinematográfico le es completamente fiel al lenguaje literario
de la obra, sino principalmente en la equivalencia del resultado estético obtenido. Al hablar
de alcanzar una equivalencia en el resultado estético obtenido, se está haciendo referencia a
“el efecto producido en quien recibe la obra, ya se trate del lector o en el caso que nos ocupa,
del espectador fílmico.” Perez Villareal, Lourdes (2001) “Cine y literatura, entre la realidad
y la ficción” Página 82. Para que una adaptación cinematográfica esté bien realizada, es
necesario que produzca en el público un efecto equivalente al que provoca la novela en el
lector. Por consiguiente, el objetivo no es realizar una copia fiel de la obra literaria, sino de
de obtener a través de los recursos fílmicos de que se tengan a disposición un resultado
análogo, al que pueda producir la lectura del libro. No siempre la mejor adaptación es la más
fiel.
Normalmente lo más sencillo de adaptar una obra literaria al cine es el escenario donde se
desarrollan los hechos, la constitución del vestuario de sus personajes, así como también
aspectos del lugar geográfico de la trama como las calles, las casas, y los espacios públicos,
en general de “todo aquello que formaba parte del entorno cotidiano del escritor de la época y
que era tomado por él con entera naturalidad para que se integrara a su historia, pero que a fin
de cuentas, como eran cosas dadas por supuestas, no entraban en el área de sus intenciones
estéticas de una manera consciente.” Perez Villareal, Lourdes (2001) “Cine y literatura,
entre la realidad y la ficción” Página 85. Entonces, el cineasta puede tener la falsa creencia
de que ha realizado una adaptación de la obra únicamente con adecuar lo que atrapa a primera
vista de una obra del pasado: sus escenarios y ambientes. Este aspecto es muy notorio en “El
amor en los tiempos del cólera”, ya que está ambientada a finales del siglo XIX y principios
del XX. Esto no quiere decir que al llevar una novela al el cine, el guionista y el director no
deban tener presente la pertinencia que el autor da a estos aspectos dentro de su discurso
narrativo.
“Para algunos autores del siglo XIX como fueron Balzac y Zolá, los escenarios
tienen el carácter de metáforas de la acción que se desarrolla en ellos, no son
sólo datos referenciales para contextualizar los mismos en una época o momento
determinado, sino que por sí mismos ya tienen valor expresivo, comportándose
como un personaje más y en ocasiones con un lugar protagónico. Pero para
otros novelistas, como por ejemplo Stendhal o Dostoievski, lo fundamental era
la psicología de los personajes, que actúan por lo general en escenarios neutros
o muy funcionales.” Perez Villareal, Lourdes (2001) “Cine y literatura, entre la
realidad y la ficción” Página 86
En el caso de “El amor en los tiempos del cólera”, se da una combinación de ambos estilos,
ya que se utilizan datos referenciales para contextualizar en una época determinada, como es
el siglo XIX y XX, por medio de la escenografía de la ciudad de Cartagena, los vestuarios de
los personajes y demás detalles que indican un tiempo histórico determinado; además de esto
se le da un papel fundamental a los aspectos psicológicos de los personajes, ya que la obra
gira principalmente en torno a los caracteres de los protagonistas y la manera en que estos se
interrelacionan y afectan los destinos de sus vidas. Por supuesto, resulta más sencillo adaptar
obras que se acercan al de Balzac, por la misma naturaleza realista del cine, que obras que
tienen un corte cercano Dostoievski con su introspección psicológica, ya que “a diferencia de
la narración literaria a la cual le está permitido escamotear o dar por supuestas cosas, en la
cinematográfica, deben saltar literalmente a la vista en la pantalla. El lenguaje visual, aunque
a cambio tenga otras ventajas de las que carece el literario, no dispone de esa clase de
privilegios.” Perez Villareal, Lourdes (2001) “Cine y literatura, entre la realidad y la
ficción” Página 87.
Lorenzo Daza no previó la ferocidad con que la hija había de reaccionar por el
castigo injusto de que fue víctima la tía Escolástica, a quien había identificado
siempre con la madre que apenas recordaba. Se encerró con tranca en el
dormitorio, sin comer ni beber, y cuando él logró por fin que le abriera, primero
con amenazas y luego con súplicas mal disimuladas, se encontró con una pantera
herida que nunca más volvería a tener quince años. García Márquez, Gabriel
(1985) “El amor en los tiempos del cólera” Página 47
Por otro lado, en uno los mayores aciertos en la adaptación, es la escena donde Juvenal
Urbino en el lecho matrimonial le reprocha a Fermina Daza “¿Te habría ido mejor con
Florentino Ariza?”. Esta escena es utilizada en la película para aportarnos una información
que en la novela nos transmite el propio narrador: las dudas de Fermina Daza sobre si hizo
bien en abandonar a Florentino Ariza tan intempestivamente. En lugar de usar una voz en off
que represente el pensamiento de la propia Fermina, los responsables del film optan por
darnos esa información a través de su marido en forma de reproche. Sin embargo, en la
novela de García Márquez este reproche nunca tiene lugar sencillamente porque en ella se
insiste en que el doctor Urbino nunca llega a ser consciente de la relación amatoria que su
mujer había mantenido en su juventud con Florentino.