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La Beneficencia Pública es una institución creada en 1861, mediante

Decreto del entonces Presidente de la República Lic. Benito Juárez


García, con la finalidad de generar y canalizar recursos para la atención
en salud de aquellas personas que viven en condiciones de pobreza
extrema.

La Beneficencia Pública se compone de un Patrimonio de carácter


privado cuyos bienes son administrados por la Secretaría de Salud
Federal, a través de un órgano Desconcentrado denominado Dirección
General de la Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública
(APBP)

Su objetivo general es Administrar y defender el Patrimonio de la


Beneficencia Pública con austeridad republicana, honradez,
transparencia y rendición de cuentas Acrecentar el patrimonio de la
Beneficencia Pública a través de diversas fuentes de financiamiento
pudiendo ser estas pertenecientes a los sectores social, privado, publico,
nacionales o internacionales y/o proyectos productivos propios de la
Institución Brindar apoyos funcionales a las personas de los grupos
vulnerables y que no cuentan con seguridad social especifica en el campo
de la salud, cambiando su calidad de vida y mejorando la asistencia
social, Asegurar la sustentabilidad y permanencia a través del tiempo de
este Órgano Desconcentrado

La beneficencia privada representa la actividad


de los particulares encaminada a fomentar el
sentido de apoyo y solidaridad en la comunidad
hacia los grupos sociales vulnerables. El Estado,
consciente del valor de la sinergia que puede
lograrse trabajando coordinadamente, pueblo y
gobierno, estimulará tales actividades, evaluará
las acciones y programas de las instituciones
que esta Ley rige, cuidará que los recursos
asignados y empleados en estas funciones,
rindan los mejores resultados y que cumplan
con las disposiciones o voluntad de los
benefactores o fundadores, expresados en los
Estatutos de las Instituciones de Beneficencia
Privada.
Debido a la constante crítica de los grupos
conservadores, que seguían insistiendo en que
era equivocado que el gobierno se hiciera cargo
de la beneficencia, pues creían que correspondía
a las clases pudientes y al clero ejercer la
asistencia, Porfirio Díaz decretó el 7 de
noviembre de 1899 la Ley de Beneficencia
privada

La ley establecía: “se entiende por actos de


beneficencia privada, todos los que se ejecuten
con fondos particulares y con un fin filantrópico
o de instrucción laica”. Esta actividad debía ser
practicada sólo por particulares, pero el estado
podría vigilar su curso.
De esta manera durante el porfiriato, al aligerarse
las tensiones entre la esfera pública y la
religiosa, se realizó una sutil ampliación del
ámbito privado de la beneficencia, y su centro de
acción se desplazó hacia la aristocracia y las
elites políticas. Los eventos de caridad fueron,
entonces, encabezados por las esposas de los
secretarios de Estado y la esposa del Presidente
de la República.
La beneficencia privada se consolidó en 1904
con la Ley de Beneficencia Privada para el
Distrito Federal. La creación de un marco de
derecho para la asistencia privada permitió no
solamente que ésta contara con mayores
posibilidades de allegarse recursos, utilizando
las facilidades otorgadas a fundaciones e
instituciones para recibir donativos y exención
de impuestos, sino que también se tradujo en
una ampliación de lo privado hacia la sociedad.

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