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LAS ASOCIACIONES MUTUALES

Es importante para un país la creación de Empresas de Economía Social, con


el propósito de recuperar los valores de solidaridad, ayuda mutua y beneficio
común. Además, por a través de ellas se puede establecer la organización de
la comunidad alrededor de proyectos económicos y sociales, que contribuyan a
mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Una de las formas de economía solidaria que beneficia a una gran parte de la
población, especialmente a aquellas personas y familias que no cuentan con
recursos suficientes para atender su seguridad social, es el mutualismo
representado por las asociaciones mutuales.

1. RESEÑA HISTORICA DEL MUTUALISMO

Las enfermedades, las tragedias y la muerte han llevado al hombre a


asociarse, a solidarizarse con el otro, a ayudarse mutuamente. Por esa razón,
los agricultores de las riveras del río Nilo en Egipto, en el año 3000 antes de
Cristo, se unieron para ayudarse en las inundaciones periódicas causadas por
el río. Y esta organización es el antecedente histórico más antiguo que se tiene
del mutualismo y de las diferentes formas de economía solidaria que luego ideó
la humanidad.

En la antigua Grecia los artesanos se agruparon con el fin de prestarse


servicios de tipo económico, social, religioso, dentro de los cuales se incluían
los funerarios y los seguros. En Roma, surgieron los “Collegios o
Fraternidades” con carácter religioso, que defendían los intereses de las
viudas de los mercenarios, que morían en las guerras.

También en Roma se conformaron organizaciones cuyos fines eran los de


prestar ayuda a los afiliados, ante riesgos de enfermedad y muerte. Grupos
que se regían por estatutos y ordenanzas en los cuales se establecía el
régimen y el gobierno, especificándose cargos similares a los que hoy
conocemos como de presidente, tesorero y otros. Se estipulaba que si por
algún motivo se disolvía la organización, los bienes que tuvieran pasaban al
Estado y no podían ser distribuidos entre los afiliados, siendo esto el
antecedente de lo que hoy se conoce como organización sin ánimo de lucro.

En Europa aparece durante la edad media, la guilda (de origen alemán),


agrupaciones de comerciantes y artesanos con fines cívicos y de ayuda mutua,
inspirados en el principio de la solidaridad.

Entre los siglos XV y XVIII, estas asociaciones tuvieron como objetivos el


apoyo, el socorro a las personas con dificultades y la defensa de los intereses
gremiales, al igual que cumplían funciones de capacitación.

En España aparecieron las “COFRADÍAS” (asociación piadosa), cuyo objetivo


era la ayuda mutua. Durante el siglo XVIII fueron sustituidas por los
MONTEPÍOS de origen italiano, que prácticamente eran bancos de caridad.
La filosofía y la práctica mutualista inspiraron durante la época de la revolución
industrial el surgimiento de las ideas socialistas, del cooperativismo y del
sindicalismo y más tarde propiciaron las políticas de seguridad social que han
puesto en práctica los estados. Por ello, se puede afirmar, que el mutualismo
es el origen común que tienen todas las formas de economía solidaria que hoy
existen.

2. EL MUTUALISMO EN COLOMBIA

A Colombia fue traída la idea mutualista por los misioneros españoles, quienes
en las parroquias establecieron el auxilio mutuo, donde los pobres pagaban
unas cuotas para crear un fondo común, y cuando alguien fallecía, se hacía
uso de este fondo.

Esta idea fue aprendida por sectores pobres de la población que empezaron a
crear fondos con el objeto de brindarse ayuda recíproca, haciendo énfasis en
los auxilios funerarios, creándose entre otros, la Sociedad Católica, fundada en
Bogotá en 1838; la Congregación de Obreros de San José, fundada en
Medellín en 1946; la Sociedad Santa Cruz fundada en Caldas (Antioquia) y el
Coro Andante del Corazón de Jesús, fundado en Río negro (Antioquia).

Para evitar recurrir a la mendicidad y lograr un entierro digno, el 6 de julio de


1864, 39 artesanos fundaron la Sociedad de Bogotá, a la cual le otorgan
personería jurídica el 8 de mayo de 1889. Se oficializa así, la primera sociedad
mutual con personería jurídica creada en Colombia, cuyo objetivo principal era
prestar ayuda a los afiliados en casos de enfermedad o muerte. El requisito
para ingresar era profesar la religión católica.

Siguiendo esta orientación, se crearon a finales del siglo XIX las siguientes
sociedades: Socorros Mutuos de Manizales; Auxilio Mutuo de Cúcuta; Mutuo
Auxilio de Bucaramanga; Sociedad Mutuaria San Vicente de Paúl en Medellín;
Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús; Sociedad de Socorros Mutuos de Río
negro y Sociedad de Artesanos de Sonsón; ésta última es considerada como
la primera organización sindical, al igual que el Patronato de Obreros (1914) y
la Sociedad de Tipógrafos de Medellín. Para entonces, no existía en el país
legislación precisa sobre sindicalismo, pero al expedirse la Ley 83 del 23 de
junio de 1931, muchas de estas organizaciones fueron excluidas como
sindicatos; ya que sus objetivos se referían más a lo espiritual y a la prestación
de auxilios de socorro mutuo.

Estas organizaciones de fondos para la ayuda, tenían como fin esencial los
auxilios para los entierros y se arraigaron entre la población urbana pobre de
las ciudades, especialmente en Bogotá y Medellín, donde empezó a surgir el
desarrollo industrial. Eran organizaciones de vecinos con mínima
infraestructura administrativa, que funcionaban en el anonimato sin ser tenidas
en cuenta para políticas oficiales de desarrollo comunitario; hasta que en 1989,
se expidió el decreto 1480, el cual reglamentó todas las modalidades de auxilio
mutuo o entidades enterradores existentes bajo la forma jurídica de asociación
mutual.
El desarrollo del mutualismo ha sido muy lento en Colombia. En los años 1982
y 1983, tuvo un proceso de impulso con la realización de los congresos
mutualistas. A partir de éstos, se logra una concepción más amplia del rol de
las mutuales y se crea el Comité Nacional Mutualista que se proyecta al campo
de la seguridad social.

Sin embargo, a pesar de ser el movimiento solidario más antiguo que existe en
Colombia, no ha logrado aún un desarrollo significativo, tal como ocurrió en
otros países como Argentina y Chile. Entre las causas para ello están: el que
las mutuales se limitaran a simples enterradoras sin prestar otros servicios, el
haber mantenido una organización administrativa mínima como de mera unión
de vecinos, el permanecer anónimas sin solicitar ayuda ni asesoría de otros
movimientos, y porque el gobierno nunca ha formulado políticas de promoción,
fomento y capacitación para el mutualismo, como si lo ha hecho con el
cooperativismo a partir de 1930 y con la acción comunal desde 1960.

En la actualidad se están dando condiciones favorables para impulsar la


organización mutual, no para que desplace y compita con las cooperativas y las
acciones comunales, que han alcanzado un desarrollo importante y tienen
objetivos muy específicos; sino para que el mutualismo asuma compromisos
con amplios sectores de población pobre que aún no tienen ninguna
organización solidaria.

Estos compromisos obligan a las mutuales a diversificar sus servicios, para no


limitarse a prestar únicamente los funerarios, sino proyectarse a la salud, la
previsión de riesgos en general, al ahorro, al crédito, a la educación y a la
recreación. Tienen a su favor que entre las clases pobres las mutuales gozan
de mucha aceptación, porque la mayoría de las personas pagan la protección
para la muerte en fondos mutuales, de los cuales, algunos funcionan de hecho
y otros están organizados con personería jurídica. La tarea es ofrecer a las
clases más pobres, sobre todo a las que no tienen acceso a otras formas de
organización solidaria, la posibilidad de ingresar a una entidad que les ayudará
no sólo en casos de fallecimiento, sino también para la vida; a través de
diferentes servicios de bienestar general.

3. DEFINICION

Según el decreto 1480 de 1989, Art. 2, “Las asociaciones mutuales son


personas jurídicas de derecho privado, sin ánimo de lucro, constituidas libre y
democráticamente por personas naturales, inspiradas en la solidaridad, con el
objeto de brindarse ayuda recíproca frente a riesgos eventuales y satisfacer
sus necesidades de seguridad social.”

4. MARCO JURIDICO

La Carta Constitucional, promulgada en 1991, consagra el aspecto de la


seguridad como un derecho irrenunciable para todos los habitantes y asigna al
Estado la responsabilidad en la dirección, coordinación y control del servicio
público de la seguridad social.
La Carta Magna define además, que en la administración del servicio público
pueden participar entidades públicas, privadas y comunitarias, sujetándose, en
todo caso, a los principios de solidaridad, universalidad y eficiencia.

Ley 454 de 1998


Por la cual se determina el marco conceptual que regula la Economía Solidaria.

Decreto 1480 de 1989


Por el cual se determina la naturaleza, características, constitución, regímenes
internos de responsabilidad y sanciones, y se dictan medidas
para el fomento de las asociaciones mutuales

5. CARACTERISTICAS

Toda asociación mutual debe reunir las siguientes características:

1. Que funcione de conformidad con los principios de autonomía, adhesión


voluntaria, participación democrática, neutralidad política, religiosa,
ideológica y racial, solidaridad, ayuda mutua e integración.
2. Que establezca contribuciones económicas a sus asociados para la
prestación de sus servicios.

3. Que el patrimonio y el número de asociados sea variable e ilimitado

4. Que realice permanentemente actividades de educación mutual.

5. Que garantice igualdad de derechos y obligaciones de los asociados.

6. Que sean organizaciones sin ánimo de lucro, por eso: establecen la no


devolución de las contribuciones de los asociados y la irrepartibilidad del
remanente patrimonial en caso de liquidación y destinan todos sus
excedentes a la prestación de servicios de carácter social y al
crecimiento de las reservas y fondos.

7. Que su duración sea indefinida.

8. Que promueva la participación e integración con otras entidades que


tengan como finalidad promover el desarrollo integral del hombre.

6. PRINCIPIOS Y VALORES

Son los fundamentos filosóficos que sustentan el movimiento mutualista y son


la base de su doctrina. Se han ido conformando a través de distintos congresos
y encuentros internacionales y son:

 Adhesión voluntaria
La adhesión de una persona a la mutual debe partir de un acto voluntario y
consciente. La única limitante la imponen las disposiciones estatutarias de cada
asociación. Existen asociaciones abiertas y otras limitadas a sectores
específicos de la actividad laboral.
Cada uno elige la entidad que más le convenga a sus intereses y
requerimientos. La práctica del mutualismo refuerza la libertad individual y no
puede condicionarse ni ser obligatoria.

 Organización democrática
Fundada en la participación igualitaria, activa y directa de todos los que se
vinculan a la mutual. Permite una participación plena del asociado en la vida
institucional, teniendo el derecho de dirigir y controlar la mutual.

La igualdad se concreta en la participación consciente del asociado, en el


proceso de gestión como un mecanismo de control de la asociación.

Además, la organización democrática proporciona un marco de


complementación, comunicación e integración, que refuerza las relaciones
entre los asociados.

 Neutralidad institucional, política, religiosa, ideológica y racial

Indica valorar con equidad las opiniones ajenas, estar siempre dispuestos a
actuar con lealtad, preservando la armonía en la institución, pues representa,
sin excepciones, a todos sus integrantes.

No debe darse discriminación por motivos raciales, religiosos, ni hacer


propaganda de ideas o regímenes políticos partidistas.

 Contribución acorde con los servicios a recibir

La finalidad económica de la acción mutual deberá estar orientada a producir el


mejor servicio social.

El esfuerzo propio que hace el asociado con su aporte periódico, unido a su


participación en los planes y proyectos que generen evolución y progreso, es la
condición necesaria para lograr la ayuda mutua, que se concreta en los
servicios que la mutual le ofrece al asociado.

 Capitalización social de los excedentes

Los cálculos de costo en la prestación de los servicios y gastos de


administración, pueden presentar excedentes en el ejercicio anual. En estos
casos, dichos excedentes quedan en la mutual, formando parte del patrimonio,
o aumentando las reservas, lo que se manifestará en el mejoramiento de los
servicios o en la prestación de nuevos servicios.

 Educación y capacitación social y mutual

Para desarrollar su función social, las mutuales están obligadas a promover la


educación y capacitación en los campos ideológico, social y técnico. En las
áreas de promoción, formación, capacitación, asistencia técnica e
investigación, en todos los niveles, para sus asociados, dirigentes, empleados,
y para sus familias, a través de un proceso de formación y capacitación de
carácter permanente, con la creación de espacios que faciliten el trabajo
colectivo, lo que permite responsabilidades compartidas, aprovechamiento de
recursos humanos, con la conformación de comités que fortalezcan la
comunicación interpersonal y la participación consciente de todos los
asociados, tendiente a propiciar la creatividad y mayor eficiencia de la
organización y consolidación del mutualismo.

 Integración para el desarrollo


La integración es fundamental para el desarrollo y consolidación del
mutualismo.

La integración permite lograr el intercambio de experiencias, la prestación de


servicios recíprocos y, principalmente, la planificación del avance institucional
de las asociaciones mutuales.

7. CONSTITUCION.

Las asociaciones mutuales se constituirán con un mínimo de veinticinco (25)


personas, por documento privado que se hará constar en acta firmada por
todos los asociados fundadores, con anotación de sus nombres, documentos
de identificación y domicilios. En el mismo acto será aprobado el estatuto social
y elegido los órganos de administración y control. (Art. 7, Decreto 1480 de
1989).

8. REGISTRO DE LAS ASOCIACIONES MUTUALES

Las asociaciones mutuales se registran en la Cámara de Comercio, para lo


cual deberán adjuntar:
 Acta de constitución suscrita por el presidente y secretario de la Asamblea.
 Estatutos.
 Constancia firmada por el representante legal, donde se manifieste haber
cumplido las normas especiales que regulan a las asociaciones mutuales.

Una vez registrada la mutual en la Cámara de Comercio, se enviarán a la


Superintendencia de la Economía Solidaria, los documentos mencionados, con
copia del registro y constancia que acredite que los asociados fundadores han
recibido educación mutual con una intensidad no inferior a diez (10) horas, para
el control de legalidad.

9. LOS ESTATUTOS

Los estatutos serán reglamentados por la junta directiva con el propósito de


facilitar su aplicación en el funcionamiento interno y en la prestación de
servicios, si estos se llegan a reformar la encargada de que estas sean
aprobadas es la Asamblea General. Deberán contener:
1. Razón social, domicilio, ámbito territorial de operaciones.

2. objetivos de la Asociación Mutual y enumeración de sus actividades y


servicios.

3. Derechos y deberes de los asociados; condiciones para su admisión, retiro,


exclusión y determinación del órgano competente para su decisión.

4. Régimen de sanciones, causales y procedimientos.

5. Procedimientos para resolver diferencias o conflictos transigibles entre los


asociados y entre estos y la Asociación Mutual.

6. Procedimiento de convocatoria para asambleas generales ordinarias y


extraordinarias, funcionamiento y atribuciones de las mismas.

7. Régimen de organización interna, constitución, procedimientos y


funcionamiento de los órganos de administración y control; condiciones,
incompatibilidades, forma de elección y remoción de sus miembros.

8. Representación legal, funciones y responsabilidades.

9. Constitución e incremento patrimonial de la Asociación Mutual; reservas y


fondos sociales, finalidades y forma de utilización de los mismos.

10. Régimen de responsabilidad de las Asociaciones mutuales y de sus


asociados.

11. Normas para fusión, incorporación, transformación, disolución y liquidación.

12. Procedimientos para reforma de estatutos.

13. Las demás estipulaciones que se consideren necesarias para asegurar el


adecuado cumplimiento del objeto social.

10. LOS ASOCIADOS.

A una asociación mutual se pueden afiliar las siguientes personas:

1. Las personas naturales legalmente capaces y los menores de edad que


hayan cumplido 14 años o quienes sin haberlos cumplido, se asocien a través
de un representante legal.

2. Las personas jurídicas del sector cooperativo y las demás de derecho


privado, sin ánimo de lucro.

Según lo anterior, las personas desde la niñez pueden ser asociadas de una
mutual. También pueden pertenecer cooperativas, precooperativas,
asociaciones, juntas de acción comunal, y en general, todas las formas
asociativas de derecho privado sin ánimo de lucro y de acuerdo a lo estipulado
en el artículo 74 del decreto 1480/89, también pueden ser asociados de la
mutual las personas jurídicas de derecho público y las empresas o unidades
económicas, cuando los propietarios trabajen en ella y prevalezca el trabajo
familiar o asociado.

Esta apertura para el ingreso, permite crear mutuales que sean de verdadero
arraigo comunitario, donde todas las personas y las instituciones de un
municipio participen, y así conformen un grupo amplio para trabajar por la
previsión de riesgos.

10.1. ADQUISICIÓN DE LA CALIDAD DE ASOCIADO

La calidad de asociado se adquiere:

 Para los fundadores, a partir de la fecha de constitución de la asociación


mutual.
 Para los que ingresen posteriormente, a partir de la fecha en que sean
aceptados por el órgano competente para ello.

La Junta Directiva de la mutual debe elaborar un reglamento donde se


establezcan las condiciones para el ingreso, definiendo la edad, los certificados
que se solicitarán, las cuotas que se deben pagar, los plazos que se dan para
no perder la calidad de asociado, y el parentesco que deben tener los
beneficiarios. Este reglamento se debe hacer conocer ampliamente a los
asociados.

10.2. PERDIDA DE LA CALIDAD DE ASOCIADO

La calidad de asociado de la mutual se pierde por las siguientes causas:

 Muerte
 Retiro voluntario

 Exclusión

 Disolución, si se trata de personas jurídicas, empresas o unidades


económicas.

 Otros establecidos en los diferentes estatutos de cada mutual.

10.3. DERECHOS DE LOS ASOCIADOS

Los asociados de la mutual tienen los siguientes derechos:

1. Utilizar los servicios de la asociación mutual y realizar con ella las


operaciones propias de su objetivo social.
2. Participar en las actividades de la mutual y en la administración,
desempeñando un cargo social.
3. Ser informado de la gestión de la mutual de acuerdo con lo establecido
en los estatutos.

4. Ejercer actos de decisión y elección en las asambleas generales.

5. Fiscalizar la gestión de la mutual.

6. Retirarse voluntariamente.

10.4. DEBERES DE LOS ASOCIADOS

Son deberes especiales del asociado de la mutual:

1. Adquirir conocimientos sobre los principios básicos del mutualismo,


cumplir con los estatutos y reglamentos que rigen dicha asociación.
2. Aceptar y cumplir las decisiones de los órganos de administración y
control.

3. Comportarse solidariamente en sus relaciones con la mutual y sus


asociados.

4. Abstenerse de efectuar actos o de incurrir en omisiones que afecten la


estabilidad económica o el prestigio social de la asociación mutual.

5. Participar en los programas de educación mutual y de capacitación


general, así como en los demás eventos a los cuales sea convocado.

6. Pagar oportunamente las contribuciones económicas que establezca la


asociación mutual.

7. Cumplir las obligaciones que adquiera con la mutual.

8. Las demás estipuladas en los estatutos.

10.5. BENEFICIARIOS O AGRACIADOS

Ha sido una regla general del mutualismo colombiano, que sus asociados
inscriban a otras personas a la mutual, con el fin de que también sean
favorecidos con los servicios que en ella se presten. A las personas inscritas
por un asociado se les conoce como AGRACIADOS O BENEFICIARIOS.

Se requiere que la asociación mutual tenga un reglamento muy claro, en el cual


se contemple el número de beneficiarios que pueda inscribir el asociado, los
servicios a los cuales tienen derecho y si se exige o no el pago de cuotas
mensuales por cada uno de los inscritos.

Es recomendable que la asociación mutual integre al núcleo familiar, prestando


los servicios a cónyuges, padres, hijos y hermanos. Cuando se permiten
beneficiarios que no tienen dependencia directa del asociado, se presta a que
el auxilio funerario se desvíe para otras cosas, y así la mutual sea utilizada por
oportunistas. Es conveniente también limitar los agraciados a un número
reducido, con el fin de que la entidad no llegue a quebrarse prematuramente y
por el contrario se incremente día a día el número de asociados, que aporten
económicamente y así no se convierta la mutual en entidad de beneficencia.

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