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Mi nombre es Victoria Tobar, tengo 20 años, soy estudiante de Comunicación Social con énfasis
Audiovisual de la Universidad Javeriana, y leí su emotiva carta de renuncia. Quiero decirle que no
encontré un sólo error de sintaxis, ortografía o cohesión. De antemano me disculpo con usted y
todos los que lean esta carta, en respuesta a la suya, porque seguramente aquí sí encontrarán un
par. Sin embargo, lo que sí encontré en su declaración -o cualquiera que sea el género al que
pertenece su texto- fue una serie de inconsistencias en los motivos que sustentan su renuncia.
Si usted se queja de que ya no hay estudiantes con un espíritu curioso y crítico, yo me quejo de que
no tengo profesores que siembren en mí la duda y las ganas de saber. Por que si hay algo que creo
firmemente, es que las ganas de aprender por parte de un estudiante reside, en gran medida, en las
ganas del profesor de que sus estudiantes aprendan. El semestre pasado, un profesor de apenas 27
o 28 años, hizo que yo entendiera a Felix Guattari, cuando para mí -antes de tener la fortuna de ver
esa clase- el deseo sólo era interesante si se entendía como las ganas de follarse al prójimo. Y no
sólo yo pude hacerlo. También lo hicieron otros estudiantes, cuyos énfasis variaban desde
periodismo deportivo a la comunicación organizacional, tan desacreditadas por los “grandes”
investigadores y académicos. Todos, inclusive ellos, quisieron entender, y el profesor no descansó
hasta que lo lográramos. Si sus estudiantes, al entrar a su clase, no sabían hacer un resumen, su
meta como profesor era enseñárselo.
Volviendo a su carta, considero una falencia de su parte creer que el único conocimiento válido es el
que reside en los libros. Porque señor Jiménez, esa es la premisa que está detrás de toda su
exposición. Entiendo que esa pueda ser su visión como editor, y que cuando usted tenía la edad de
sus estudiantes esa fuera la única, pero déjeme contarle que hay otras formas, y son igualmente
válidas. En ese sentido, creo también que su afirmación según la cual las ideas solo pueden nacer
del silencio y la instrospección es debatible. Si bien algunas de mis ideas y preguntas -no sólo
académicas, sino tambien sobre la vida- surgen desde ese estado de soledad, muchas otras surgen
desde la interacción; con otras personas y otros puntos de vista. La época en la que vivimos permite
que esas personas y esos puntos de vista se manifiesten por medios diferentes de la palabra, y no
es una desgracia; es una suerte. Hay blogs de arte, de música, de fotografía, de política, de diseño,
de lo que usted quiera. Y allí mismo, alguien, en cualquier lugar del mundo, ha condensado una
forma de ver la vida. Esta carta es una prueba de ello. Es una idea, que si bien se materializó en la
palabra, surgió de uno de esos medios que usted tanto critica; Twitter. Si no fuera por ese medio, tal
vez nunca habría tenido noticia de la polémica que su carta desencadenado, y en ese sentido, esta
carta, sin importar la validez de su contenido, es un argumento en su contra, al igual que todas las
respuestas a favor y en contra que ha recibido hasta ahora por su carta de renuncia. Creer que los
nuevos medios sólo sirven para que los jovencitos hablen mierda es, como mínimo, ingenuo.
Hice un conteo similar al que usted hizo con sus estudiantes. He cursado un total de 29 materias, y
nunca he repetido profesor. De esos 29 profesores, 3 me han enseñado algo, lo que sea, y uno ha
hecho el esfuerzo. 25 profesores han pasado por mi vida desapercibidamente. ¿25 estudiantes no le
dieron la talla? Bueno, a mi 25 profesores no me han dado la talla, y a mi no me pagan; yo pago. Se
que no es su culpa que nosotros los estudiantes no denunciemos este tipo de cosas. Este es un
intento por empezar a hacerlo, como ustedes, profesores, diariamente lo hacen.
Ahora, entiendo que se haya cansado de su oficio. Nadie está obligado a permanecer en un lugar
donde no quiere estar. Lo que me parece injusto, es que la culpa (porque sí, señor Jimenez, hay
culpables en su texto y es claro) sea de sus estudiantes, que “no pudieron” con usted.
Humildemente, creo que su cansancio radica, más bien, en que para usted la docencia es eso; un
oficio. Ser profesor requiere de una vocacion inmensa, tan grande quizás como la de un médico. Lo
invito, señor Jiménez, con todo el respeto que se merece, a que considere la posibilidad de usted se
haya ido por que se dió cuenta, quizás muy en el fondo, de que enseñar no es lo suyo.
En esta carta no le pido que vuelva. La verdad, agradezco la sensatez que reside en el hecho de
haberse ido. Me imagino que a usted no le gustan los médicos que, durante la consulta, no lo miran
a los ojos. A mí no me gustan los profesores que no pueden asumir la responsabilidad de enseñar. Al
igual que usted, termino esta carta con un incómodo nudo en la garganta.
Victoria Tobar.
146 comentarios:
Julián Martín Berrio 9 de diciembre de 2011, 17:11
Excelente.
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Estoy de acuerdo en la mayoría del texto, pero creo que te equivocas en la respuesta al
argumento de porque alguien que come mejor debería hacer mejor las cosas, creo que el
señor Camilo Jimenez solo esta remarcando que las personas a quienes enseña han tenido
mas posibilidades, y por tanto, menos excusas para no hacer algo con calidad (lo de la
calidad, que es bueno y que no, es otra discusión) lo otro es que comer mal si limita las
posibilidades, si disminuye las potencias, y lo digo, con mucha tristeza yo, que crecí con
aguapanela y arroz con huevo. Un saludo
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Honradamente creo que Victoria, quien tiene mucho de razón, pertenece a ese 10% que no
anda por la vida, ni por la universidad, pavoneándose, buscando novio, sino con un genuino
deseo de aprender y si se da lo otro pues chévere, también es válido.
En lo personal me parece que ambos tienen mucho de razón y la vida tiene de todo un poco.
El gran problema son los porcentajes.
En la misma universidad Javeriana, de la que tengo un título en ingeniería, un profesor, de
mecánica de rocas, nos hacía leer unos "papers", muy ténicos y largos. 20, 30, o más
páginas.
Siempre la tarea fue resumirlo en una sola cuartilla.
Debo decir que ha sido una de las mejores lecciones que he recibido.
Si no se aprende a resumir, a sintetizar, a editar, difícilmente se puede refinar el tiempo que
es el oro de la vida.
Poco me acuerdo de la mecánica de rocas.
El arte de la síntesis y las buenas maneras literarias siempre serán bienvenidas en internet,
en los libros, en los medios de comunicación y en todo lo demás de la vida.
Chévere por Verónica. Y por Camilo. Nos pusieron a pensar. A escribir. A opinar.
Y de los demás qué.
"Dos golondrinas no hacen verano".
Sin ser absolutamente excluyente, porque, reitero, hay de todo, tanto en profesores, como
remarca Verónica, como en estudiantes, tal senala Camilo, mucha mediocridad, digamos, en
términos porcentuales.
Ese es el problema.
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Yo no creo que la universidad sea el lugar para aprender a escribir un párrafo. Y si es verdad
lo que dice Camilo entonces no tiene mucho sentido pedirle a sus estudiantes que hagan
algo más crítico o profundo si ni siquiera son capaces de hacer un resúmen.
También parece que muchos no supieron leer la carta. Algunos eligieron interpretar
maliciosamente el comentario del milo y la aguapanela, otros se quedaron con la idea de
que el tipo es un cavernícola que no se supo adaptar y otros simplemente eligieron creer que
Camilo es un mal profesor. Yo no sé que tan cierto sea lo último pero de lo que si estoy
seguro es de que hay muchísimos otros profesores como él, que no renuncian a la cátedra
con un post en un blog, pero que piensan lo mismo.
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No quisiera llevar a un reduccionismo absurdo el decir que “cómo es rico debe saber más
que el pobre” pero si quiero señalar la desigualdad cultural a la que se enfrenta una persona
pobre en comparación a las personas de las clases dominantes imbuidas en un capital
simbólico/cultural, al que han podido acceder gracias a su posición ventajosa dentro de la
estructura social. Pero como todo ejercicio de dominación nunca se mostrará como tal sino
que se esconderá bajo narrativas que hacen énfasis en su carácter “universal”,
“desinteresado”, “científico” nunca “ideológico” y siempre “apolítico”. Así, las desigualdades
sociales propias de esta desigual adquisición y apropiación del conocimiento no son
mostradas como tales sino que aparecen como diferencias naturales –“dones”- (propios de la
genialidad individual de estos estudiantes "dotados") y de esta forma son reconocidas por
las personas ubicadas en estratos inferiores del espacio social como “legitimas”.
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Parte 2:
En el caso de la educación Bourdieu nos muestra como difiriendo por completo en un
conjunto de predisposiciones y pre-saberes que deben a su medio, los estudiantes sólo son
iguales formalmente a la hora de la adquisición de la cultura académica, esta diferencia la
podemos ver por ejemplo en la forma como los profesores catalogan a sus estudiantes de
acuerdo a su posesión de capital cultural, entre el alumno “brillante” y el alumno “clavado”;
entre el que tiene un conocimiento libre, ecléctico, de vanguardia vs., aquel que posee un
conocimiento casi que enciclopédico, propio de quien se ha puesto en la tarea de un estudio
juicioso de un capital cultural al que en apariencia todos tenemos acceso. ¿No resulta de
esto una desigualdad ante este juego de privilegiados al que todos deben entrar pues se les
presenta repleto de los valores de la universalidad?
El reconocer este hecho no lo justifica, en cambio el quedarnos en una condena que no vaya
más allá de los umbrales de la moral nos impide ver las desigualdades estructurales a las
que desde el inicio se enfrentan aquellos que no han estado imbuidos en este tipo de capital
simbólico y cultural que presupone la academia. Más allá de un reconocimiento formal y
cívico de la “igualdad de condiciones” lo que debemos realizar es un reconocimiento
sustancial para evidenciar la desigualdad de condiciones a las que en efecto nos
enfrentamos y las que no hacen más que agigantarse en las instituciones educativas.
Debemos ir más allá de la ideología del genio romántico para ver que, como estudiantes de
este tipo de instituciones “elite” gozamos de ciertas ventajas estructurales que explican
nuestra “genialidad”, mostrándonos los peligros de legitimar desigualdades estructurales
convirtiéndolo en talento individual.
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Y esto es sólo un punto hay otros puntos problemáticos que con otros compañeros hemos
discutido que se pueden traslucir de su carta como la instrumentalización de la educación
de la que usted termina siendo complice...como esa expresión de: "Bueno, a mi 25
profesores no me han dado la talla, y a mi no me pagan; yo pago".
En general la carta es un desacertado ataque frente al punto del profesor de que faltaba
potencia crítica en nuestro estudiantado. No estoy diciendo que este de acuerdo 100% con
la carta del profesor, pero su carta realmente no logra desmontar el punto que el profesor ha
planteado.
Saludos.
Alejandra Figueroa.
Pd: Hay que ir más allá de sentimentalismo indignados y tomarse en serio los puntos que el
profesor propone. Habrá puntos en los que no tiene razón, pero hay otros que si y esto,
como estudiantes que somos deberiamos asumirlos y pensar que nos dice esto de la forma
como está estructurado nuestro mundo. Más allá de nuestros orgullos heridos e indignados
debemos analizar el sentido de aquello que nos quiere decir el profesor, nuevamente ir más
allá de espurias condenas que se quedan netamente en el plano moral y que con ello más
que cambiar dicho panorama injusto ante el cual se indignan, lo termina por reificar.
Pd2: La única forma en la que podemos combatir una realidad injusta es reconociéndola.
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Creo que el punto central está en algo que manifiesta el prof. Camilo: “Lo que han perdido los
nativos digitales es la capacidad de concentración, de introspección, de silencio”. Pero por
otro lado, yo quedo admirado al ver las habilidades comunicativo-visuales de las nuevas
generaciones. Yo me estoy aproximando a dicha “gramática” visual por medio de la fotografía
y el vídeo, pero estoy lejos de adquirir las habilidades casi naturales que tienen los jóvenes
en el área visual.
El Tiempo debería publicar esta carta, al fin y al cabo fue el foro elegido por Camilo Jiménez
para manifestar su frustración. Es lamentable que este debate no se hubiera llevado a cabo
en la propia academia.
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No sólo pasa en la Javeriana. Los Andes está lleno de profesores por el estilo del tal Camilo
Jimenez, que se creen unos gurús de su oficio, y que cuando no logran despertar el más
mínimo interés en los estudiantes, y se dan cuenta que sus esquemas de incentivos
negativos no dan resultado, abusan de su nombre, títulos y posición para hacer ver a los
estudiantes como los "vagos" que no quieren hacer nada.
FELIX, el país está como está por culpa de gente como usted, facilista y criticona. Victoria
por lo menos se tomó el trabajo de mostrar su inconformidad de forma inteligente, Usted no
conoce las circunstancias del momento en el que ella debía hacer el resumen, y por lo tanto
no debería hacer esa clase de "juicios" al respecto.
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mauricio.navarro 10 de diciembre de 2011, 7:30
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Victoria, aunque no estoy de acuerdo con varios de los argumentos que planteas (y no voy a
entrar a discutirlos en este momento), me parece que hay cosas acertadas e inteligentes en
tu carta. Soy editor de una revista y me gustaría conversar contigo sobre éste y, ojalá, otros
temas. Si te interesa escríbeme a angelunfried@elmalpensante.com
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Interesante discusión. He leído ambas cartas y ha sido divertido ver, oir y sentir como cada
autor defiende su punto de vista. Válido y bienvenido. De esto, no me gusta como se tiende
a destruir valor por defender una posición sin medir el impacto que esas palabras puedan
tener en el entorno. Dicho de otra manera: es muy fácil juzgar sobre lo que los demás hacen
o dicen. El punto está en cómo debemos hacer para relacionarnos de una mejor manera?
Cómo defendemos nuestro punto de vista sin dañar el de los demás?
Por un lado, estoy de acuerdo con que existe un grupo de docentes que se creen con
derecho a destruir valor solo por el hecho mismo de ser docentes. Exigen resultados sin ser
capaces de mostrar en ellos mismos, lo que se puede lograr. Sin enseñar con el ejemplo
sino disparando anclas negativas que pretenden mantener asustado y aterrorizado al
estudiante. Asumiendo una posición de poder que nunca han tenido porque la relacion
docente-alumno no debe ser vista, oida y vivida como una posición de jefe-subordinado sino
como una llave de construcción de conocimiento donde tanto el uno como el otro tiene la
misma capacidad de contribuir.
Seguimos viviendo en una “realidad” que aparentemente no va a cambiar: los docentes que
argumentan que sus estudiantes están mal preparados y los alumnos que dicen que no
tienen buenos profesores.
Desde que tengo uso de razón esa frase ha estado en boca de ambos bandos. Quién tiene
la razón?
Actualmente si he visto una característica muy presente y que puede estar disparando toda
esta discusión: Colombia no tiene una planta docente lo suficientemente adaptada a esta
generación llamada de los nativos digitales y que, en lugar de reconocer su ignorancia al
respecto, pretenden que los estudiantes aprendan de la misma manera como ellos
aprendieron, como si fuera la única que existiera. Claro, del otro lado de la monerda, al
estudiante, ser nativo digital, se le volvió la mejor excusa para permanecer en su zona de
confort.
Es hora de replantearse las maneras como se está transfiriendo el conocimiento en plena
era digital.
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O más.
Bailan varias tildes, algunas en el apellido "Jiménez", puntuación y otras cosas. Pero bueno,
la composición en general está bien, aunque se trasluce demasiado que lo has escrito "en
caliente".
Eso ha sido un error. La vehemencia es buena, pero es mucho más efectiva cuando se
expresa con estilo. Hubiera sido más inteligente dejar reposar el texto inicial y esperar a que
el corazon enlentezca, y luego ponerse a la tarea de pulirlo.
También en los comentarios he encontrado varios errores, bastantes. Eso me alerta, más
aún tratándose, como parece, de universitarios que cursan Lengua, Comunicación y
disciplinas afines.
Supongo que, de igual forma, es en parte fruto del teclear rápido e irreflexivo en este cuadrito
de mierda (yo hago trampa: escribo esto en un bloc de notas y luego lo pego).
Chicos, de acuerdo, domináis las tecnologías y las redes, sóis mucho más rápidos y
directos que los que os precedieron, el mundo cambia a vuestro favor. Pero no renunciéis al
don de la palabra correcta; sería como cargar vuestro fusil de futuro con balas de gelatina,
que dan en el blanco pero no hacen daño.
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Ariel, creo, sin conocerte, que no eres más interesante y formado que Camilo Jiménez; creo
que no tienes más experiencia que él. Por individuos como tú, que justificas la mediocridad
en las aulas, es que los buenos profesores terminan mamados de luchar contra la
corriente...
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Victoria:
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Victoria, acabo de leer la carta de Camilo Jiménez y debo decirte que entiendo tu molestia
pero estoy en desacuerdo contigo, creo que su blanco principal es la constatación del hecho
de que algo no anda bien en la educación básica. Ese es el meollo de la cuestión, y si el
nivel académico es pobre en jóvenes que tienen ciertos privilegios y comodidades, qué se
puede esperar de los menos favorecidos, de los que están al márgen del capital
simbólico/cultural del que hace referencia alguien en un comentario. Pienso que la carta de
este señor debería sembrar ciertas alertas, colocarnos a pensar, a reflexionar, no hay que
estar de acuerdo con él pero, evidentemente, algo anda mal. ¡Qué viva el debate! Pd: Lo de
ser nativos digitales es otro tema, es cierto que las prioridades de ahora no son las de hace
veinte años y que las herramientas digitales te dan un plus que Jiménez debría considerar,
en ese punto suena como alguien melancólico borracho de nostalgia que dice:''todo tiempo
pasado fue mejor''
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Los dos puntos de vista son excelentes, yo no estudie Comunicación Social ni nada
parecido, pero lo que si veo en los estudiantes de hoy en dia es que solo van a la
Universidad por el diploma, no porque realmente quieran aprender de algo con pasión...El
profesor tiene razón, las personas que tienen todas las oportunidades en la vida son las que
mas las desaprovechan, ahora Victoria si sientes que no has aprendido nada de veintitantos
profesores que has tenido es porque tu intelecto o tus ganas de aprender no son las mejores
y como dijiste tu eres la que paga, y es mucho decir ya que esa universidad es bastante
costosa...
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Por otro lado, soy un investigador en diferentes campos de la ciencia y, aunque mi primer
acercamiento a algo que me causa curiosidad es por google, generalmente me encuentro
conque lo que consigo es, de lejos, supercial, descorazonadoramente superficial. Y es que
internet es eso, un inmenso mar de información incompleta. Si realmente queremos
profundizar en algo hay que acudir a los libros y eso no lo puede desconocer nadie ni
tampoco negar. Internet es un basto mar de información insulsa, abreviada, recortada (no
resumida), que se presta para hacerles creer a los facilistas que alcanzaron la iluminación.
Es cierto que es un buen punto de partida, rápido y amplio, pero definitivamente superficial.
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Muchos colegios se ven forzados a aplicar modelos de calidad que son prestados de las
grandes empresas. En esos modelos se le da prioridad a completar formatos y reportes. A
veces, el tiempo que los profesores deberíamos emplear en preparar nuestras clases, en
explorar nuevas didácticas y recursos se nos va llenando los mencionados formatos.
Por otro lado,se habla del uso adeacuado de las tecnologías de información (TIC) en los
salones de clase. Se les pide a los profesores que se capaciten, que aprendan a usar las
TIC y que las incorporen a sus clases. Las TIC son una herramienta, pero no son una varita
mágica que pueda compensar la falta de objetivos claros, los programas atiborrados de
conceptos, la falta de tiempo real para centrarse en el desarrollo de habilidades de los
estudiantes.
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Soy docente de Economia en La Sabana, soy joven (28) y creo que uno como docente debe
motivar al estudiante para influir en su formación, ser creativo, buscar los ejemplos correctos,
hacer una clase dinámica, no se si el Profesor Jimenez tiene estas características. Ahora
bien, por experiencia propia si debo decir que hay muchos estudiantes mediocres, no todos,
pero si hay algunos que por mucho que uno se esfuerce en motivarlos y hacer una clase
divertida y dinámica no les importa ni cinco, estudian como por inercia, como por decirle a
los papas que están haciendo algo, lo tienen todo en la vida y saben que no deben luchar por
tener algo porque ya lo tienen y entonces así es muy difícil también, el argumento del
Profesor Jimenez es valido, hay mucho estudiante (no todos) que vienen de los estratos mas
altos y los mejores colegios y van a la U por vida social y por poder mostrar un diploma, a
nada mas van... y claro, no traen buenas bases tampoco del colegio, en Economia es
especialmente visible por que hay matematicas, hay unos estudiantes muy destacados, con
buenas bases y que se preocupan por aprender, hay otros con bajo nivel pero que se
esfuerzan por aprender y eso a uno lo motiva, pero tambien hay otros a los que
definitivamente les vale cinco y esos son los que creo irritan a Jimenez (y a mi)... entonces?
que hacemos? deberían las universidades evaluar las motivaciones de un alumno antes de
admitirlo? es un tema complejo, creo que la raíz radica en que muchos jóvenes estudian sin
saber realmente lo que quieren en la vida, no le ponen pasión al aprendizaje y cuando las
cosas se hacen sin pasión los resultados nunca son buenos
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Yo estoy de acuerdo con el profesor Jiménez en muchas cosas, soy de Universidad pública,
donde la mayoría de personas somos de estrato 2 y 3, y por mi experiencia personal puedo
asegurar que la gran mayoría de estudiantes somos mediocres, el silencio reina en las aulas
de clases, las preguntas son escasas, la opinión aún más. El argumento del profesor sobre
la aguadepanela y el huevo me parece válido, los colegios distritales son pésimos, muchos
vienen de familias en las que nadie ha pasado por una Universidad, mucho aún no saben qué
es tener internet en sus casas, eso para mí es una desventaja notoria. En cuanto a los
profesores, es verdad que también la mayoría son mediocres, pero no debe ser una excusa
para que nosotros los estudiantes seamos mezquinos. Yo sí creo que tantas herramientas
tecnológicas nos están volviendo zombies, estoy de acuerdo con Victoria en que pueden ser
muy útiles, pero sé por experiencia que casi todos usan las redes sociales, blogs y etc. en
cosas superficiales.
Me parece que esta respuesta está escrita con más rabia que razón.
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Estoy seguro que el profesor lo único que espera de ustedes es que lleven un proceso para
que se puedan sentir profesionales, es que no ha entendido que la universidad no se trata de
hacer el mayor gasto de nalga por hora, se hace con la critica que haces acá, se hace no
quedándose quieto, que hiciste con las 25 materias que tenían profesores que no te llenaron,
las repetiste, estudiaste por tu cuenta, no verdad la comodidad de la nota era suficiente, el
profe ya sabe, los que tienen que aprender son ustedes y eso depende es de ustedes no del
profesor
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Hola Victoria, soy también editor (ahora trabajo como jefe comercial de la editorial de la
Universidad de los Andes) y amigo de Camilo hace algunos años. Me pareció muy atinada tu
respuesta. Creo que lo importante de que Camilo haya publicado esto es que nos puso a
todos a pensar sobre el tema, y hay mucho de razón en ambas partes. A mí me parece que
ustedes son una generación muy bacana, con gente floja, como en todas las generaciones,
pero ojalá nosotros en nuestra época (tengo poco más de treinta años) hubiéramos tenido
las pelotas para defender la educación como ustedes lo acaban de hacer hace poco más de
un mes en este país. De eso tienen que estar orgullosos y nosotros no podemos olvidarlo.
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1. en la parte de “no haber salido nunca del país, son condiciones de la existencia que
atrofian el cerebro” supongo que el profesor se refería a que los estudiantes de esta
universidad cuentan con más herramientas que los estudiantes que ni siquiera tienen internet
en sus casas. El ser pobre o no, no tiene nada que ver con el aprendizaje, aunque tener más
herramientas hace el camino un poco más fácil.
2. “Cuando un gran profesor de cine, que tuve hace un par de semestres, me explicó lo que
era el neorrealismo italiano, no tuve espacio para la duda. Si el decía que era eso, pues yo
confiaba en que eso era.”
También supongo que a esto se refería el profesor cuando dijo lo del espíritu crítico. Ud es
comunicadora por favor, entonces si alguien le dice cualquier cosa ud se lo va a creer solo
porque lo dijo un profesor. Aquí hay una pregunta que tiene que hacer constantemente a si
misma ¿Por Qué?
El Profesor no da respuestas, los está educando, para que uds mismos las encuentren. En
el mundo real no da respuestas tampoco.
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Ese 10% que sí vale la pena no se compone de genios... no son perfectos, nosotros no
esperamos que lo sean. No esperamos que ya sepan algo que nos toca a nosotros
enseñarles. Eso es obvio, no creo que ni el profesor Jiménez, ni ninguno de nosotros tenga
esa expectativa.
Pero si 3 de cada 30 alumnos va a aprovechar lo que les cuentas, a 10 ni les va ni les viene
lo que les estás contando y 17 se quejan porque no obtienen las calificaciones que esperan
(porque entregan unas cagadas de trabajo, dicho sea de paso)... uno se cansa, uno siente
que pierde el tiempo, uno siente que descuida a sus clientes o sus otras actividades.
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Primero quiero resaltar que si bien tu carta goza de una buena redacción en general y me
parece excelente que te manifiestes, es posible que tu indignación sosegara tu sentido
crítico. ¿Por qué? Camilo Jiménez reconoce explícitamente en su misiva que pudo haber
tenido fallas en su pedagogía, en la empatía o sintonía con sus estudiantes. Así mismo,
haciendo una buena comprensión de lectura, te darás cuenta que el sentido al cual él apunta
refiriéndose al nivel socio económico en el cual sus estudiantes se encuentran, no es otra
que cosa que precisamente el acceso que tienen a un sinnúmero de herramientas y
posibilidades para leer, mejorar su escritura y sus conocimientos; eso si, sabiéndolas
explotar y dándoles buen uso.
Así como tu profesión, la del docente, incluso el oficio de un campesino requieren vocación,
dedicación, pasión y deseo, no debe ser distinta esta condición en el estudiante. Quiero
decir con esto que no puedes pretender que la duda, la inquietud o curiosidad surjan porque
las deposita el educador. Todo estudiante debe cuestionarse a sí mismo y cuestionar lo que
le enseñan, expandir también su apetito de conocimiento más allá del aula de clases.
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PARTE 2
Cuando fui estudiante, saqué el máximo provecho de mis profesores, buenos y no tan
buenos, queridos u odiosos, también de las electivas posibles en mi programa académico y,
en general, conferencias u otras opciones en mi universidad. Tuve un profesor que me marcó
mucho, sin ser un genio o ser el mejor, con él inicié la búsqueda de valorar, mejorar y
perfeccionar (a diario) la correcta ortografía y ejecución de la lengua escrita. No me enseñó
nada extraordinario, solo a buscar constantemente en la RAE, diccionarios de sinónimos y
otras fuentes los significados, las reglas gramaticales y correcta escritura (también lo
enseñan en los colegios, aunque no se profundice tanto en las herramientas). En otras
cátedras como las de lingüística y semiología mi interés continuó, tomé además por voluntad
propia un taller de "Escritura y Lectura Creativas", otro de "Mitologías del Mundo" para
forzarme a leer y escribir cada vez mejor, etc. Aparte de esto, así mis profesores no
preguntaran en clase, siempre pregunté de todo, desde los ¿por qué?, las metodologías de
evaluación, hasta las aplicaciones prácticas para el oficio y la vida; desde la pregunta en
apariencia estúpida hasta la pregunta que con mucha dificultad los profesores podían
contestar. ¿Y sabes qué? Nunca obtienes todas las respuestas o resultan estas
satisfactorias, muchas cosas debes seguirlas indagando y contestándolas tú mismo(a)
hasta obtener tus conclusiones. En esto sí, el docente debe apoyar, pero solo tú llegarás tan
lejos como tan grande sea tu apetito de saber.
Para no continuar relatándote anécdotas personales te diré que gracias a todo lo anterior,
logré forjar un criterio acertado y propio, para trabajar y para la vida. Tu juzgarás si eso me
hizo o me hace un genio, para mí solo me hace un profesional y persona bien formados. En
este punto te aclaro que no soy un señor de 40 años o más, tengo 26, utilizo Google, Twitter,
Facebook y la mayoría de cosas que te puedas imaginar, pero les doy buen uso y por otra
parte, todos los días leo, analizo noticias y escribo, como este tiempo que te estoy
dedicando a ti, a tus compañeros y la "controversia" generada.
¿Sabes en qué si estoy de acuerdo contigo aunque comprendo las motivaciones o más bien
desmotivaciones? En que Camilo Jiménez no debió renunciar, debió quedarse y forzar a sus
estudiantes a dar los resultados esperados, incluso reprobándoles de ser necesario. Hay
situaciones o eventualidades muy duras de afrontar en la vida que frustran a pesar de las
buenas intenciones que tengas, por eso no juzgo al profesor; sin embargo, hizo una última
cosa buena por sus estudiantes y por el debate de la educación en el país: "puso el dedo en
la llaga".
Te felicito por tu indignación, no resientas el concepto y misiva del "profe", utilízalo para
motivarte, demostrarte y demostrarle que puedes por ti misma, aún a pesar de su ausencia,
dar tu 100% y volverte una excepcional lectora, escritora, editora y periodista en estos
"tiempos del 2.0". (Este último párrafo, resume mi mensaje para ti).
Ojalá le hayas encontrado sentido y utilidad a este tiempo que te dediqué. Estoy para
servirte.
Atte.
@CMarqueZuccardi
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Cuando él habla de jóvenes de colegios privados que salen del país y tienen buena
alimentación como elementos que sirven para el proceso académico está en lo cierto. En
Colombia la educación básica y media es de mejor calidad en colegios privados, la gente
que se alimenta mejor tiene mayores ventajas. Entonces según usted un niño africano que
no come las tres veces al día, que se alimenta mal y tiene un sistema educativo pésimo está
en las mismas condiciones que un estudiante promedio de la Javeriana?
Por otro lado qué es eso de que los profesores no le han dado la talla? deje de ser patética.
Usted misma lo dijo, si está en la Universidad es porque quiere aprender, y el deseo de
aprender prima, un profesor debe tener pedagogía, claro, pero un estudiante bueno es
conocedor de la importancia de aprender más allá de lo que puede enseñar un profesor.
Cómo explica usted que unos estudiantes no hagan un resumen cuando se les da cuatro
meses para hacerlo? Cómo explica usted que una estudiante de Comunicación Social se
excuse al empezar una carta porque no puede ofrecer a sus lectores un texto limpio, sin
errores gramaticales, ortográficos, sintácticos? Es que no conocen las bibliotecas?, allá hay
muchos libros que puede leer cuando esos profesores, como usted dice no dan la talla.
A los estudiantes de ahora nos falta dedicación, interés, ambición. Hay problema en la
pedagogía, claro que sí, pero a nadie más que a nosotros debe importarle nuestra formación
académica y eso se logra con buenos o malos profesores dependiendo del talante del
estudiante.
Responder
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/renunciar_10911874-4
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CEMZ 13 de diciembre de 2011, 8:40
"RedEd", señalas un punto que es importante: el problema no viene de ahora. Sin embargo,
pienso que el profesor Camilo Jiménez fue claro en esbozar que cree que las tecnologías
pudieran no estar teniendo el efecto deseado en los jóvenes de por sí apáticos, por llamarlo
así; señala entonces varios factores (hipótesis) que pueden estar permeando dicha "apatía",
sin embargo, no le atribuye el fracaso de sus estudiantes a ninguno de ellos como causal,
simplemente a su "apatía". También reconoce falencias en si mismo al no lograr sintonizarse
con ellos.
Como lo dije antes, tocas un punto importante, pero no puedes justificar con este que los
estudiantes no rindan o arrojen los resultados deseados porque la cultura, la sociedad y el
sistema vienen así desde hace rato. Esto sería presumir que ante las adversidades nadie
tiene la capacidad de superarse, solo unos pocos valientes o "iluminados".
Si bien la educación en el país y el profesor en este caso tienen sus retos, asimismo los
estudiantes. ¿Que acaso el ser humano no tiene la capacidad de adaptarse?
Culpas al pasado del presente, al modelo educativo actual de no estar al día y al profesor de
no sortear los obstáculos; todo eso válido, pero no puedes dejar por fuera a los estudiantes.
Cada uno es protagonista de su propia vida y resulta cómodo decir que los estudiantes fallan
porque todo falla. Así no es. Los estudiantes pudieron esforzarse más y haber buscado por
su cuenta lo que no les daba el profesor o aquello que el profesor señalaba como falencias.
El hecho de que los estudiantes paguen no significa recibir un "download" del conocimiento
en forma exhaustiva a cambio para llenar todos sus vacíos. En gran medida el conocimiento
parte de una búsqueda personal, guiada por los docentes y sujeta a un modelo e
instituciones. Los estudiantes tienen una ENORME RESPONSABILIDAD en no sacarle el
quite a su rol protagónico. En este mismo orden de ideas concuerdo en que la renuncia del
profesor no fue lo más acertado, pero es compresible por el golpe anímico que generó la
situación al educador, sin pretender justificarlo. Entiendo que quien toma la decisión de
publicar en prensa nacional la misiva es la vicerectoría académica de la universidad, también
preocupada seguramente.
Responder
Tiene razón cuando dice que el trabajo de un profesor es enseñar y comparto su opinión
cuando afirma que si el Sr. Jiménez quiere escritos perfectos, que se dedique a otro oficio.
Sin embargo, creer que la responsabilidad del aprendizaje del estudiante depende del
profesor, es una idea errada que solo le da fuerza a las razones de Camilo para irse.
Usted como estudiante es quien DEBE ir a la universidad a aprender, es usted la que debe
enfrentarse a las lecturas y llevar críticas, cuestionamientos y análisis a clase. El profesor
es una herramienta para que usted aprenda adecuadamente, no el responsable de su pobre
educación.
Tuve muchos compañeros en la Javeriana y de todos, fueron pocos los que aprovecharon la
universidad, la biblioteca y le sacaron el jugo a sus buenos profesores. (Para los que no
conocen las magníficas bibliotecas de la Universidad Javeriana, no solo hay libros, hay toda
clase de documentos en diversos formatos, incluidas las nuevas tecnologías).
Me entristece que Camilo Jiménez haya dejado la Javeriana por estudiantes como usted que
creen que la responsabilidad de su aprendizaje es del profesor tanto como que él haya
renunciado por haberse olvidado de su labor: enseñar.
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Yo también tengo 20 años y también soy estudiante de Comunicación Social pero de otra
universidad. Como venía a decir lo que dijo Miguel A. Román, solo me queda añadir una cosa
más:
Que la respuesta a la carta del señor Jiménez tenga errores de ortografía me parece el
colmo, lo único que está haciendo aquí es demostrar que lo que él dice es cierto.
Pero lo que es aún peor es que la gente en este blog lo aplauda y con más y peores faltas
de ortografía que las de Victoria. Esto solo demuestra que Jiménez está equivocado, el
problema no se origina desde hace un par de años, el problema viene desde hace un par de
décadas.
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Recordemos que son estudiantes de la U. Javeriana, cuyo semestre debe costar no menos
de $5.000.000, que provienen de colegios privados y familias cuyas condiciones les permiten
acceso a internet, las nuevas tecnologías y en general a todas las herramientas del saber.
Uno puede decir que si ellos, teniendo todo a su alcance, no logran arrojar buenos
resultados no se puede esperar mucho del resto, claro; pero no puede excusarlos porque el
entorno macro del país tenga problemas y falencias transgeneracionales, eso sería validar la
mediocridad aun cuando la persona goza de buena salud, alimentación, sostenibilidad,
acceso, herramientas y oportunidades. La educación privada también tiene sus desaciertos,
claro, pero el estudiante está en capacidad de complementar su educación por iniciativa
propia cuando tiene acceso a un conjunto diverso de fuentes y recursos. Y no nos digamos
mentiras, la U. Javeriana cuenta con una de las mejores bibliotecas, hemerotecas,
sonotecas, etc., del país; allá iba yo precisamente a consultar libros sobre reglas
gramaticales, ortografía, regionalismos, géneros literarios y todo lo que puedan imaginar sin
ser yo estudiante de la Javeriana ni de Com. Social (para entonces cursaba los primeros
semestres de publicidad en la U.J.T.L. y mi universidad no había modernizado su biblioteca
ni adquirido muchos volúmenes). ¿No es paradójico que yo haya aprendido la correcta
escritura aplicable a ensayos, resúmenes y demás en la Javeriana sin estar matriculado en
la Javeriana y que los estudiantes matriculados no puedan?
Siempre tomé la iniciativa, no esperé a que mis profesores lo hicieran por mí, y de esa
manera obtuve el retorno de la inversión de mis padres. No solo iba a mis clases, fui muchas
veces a clases de Com. Social en mi universidad (redacción y prod. para radio, tv) donde
también participaba, inscribí incluso créditos de Relaciones Públicas (Prog. Com. Soc.) pues
lo consideré pertinente y complementario en mi formación profesional. Qué más puedo decir,
que se requiere no solo el dinero sino también la mentalidad y deseo de aprender, de
superarse, de conducirse y formarse uno mismo.
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¡Victoria!
Soy profesor universitario y me alegro de leer cartas como la tuya. A pesar de escribirla sin
conocer bien el contexto administrativo de la educación superior, te has indignado con la
mediocridad de esta sociedad de la información. Me uno a tu crítica y te animo a buscar a
otros jóvenes de tu edad para trabajar en la urgente construcción de la sociedad del
conocimiento.
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Victoria Tobar:
Fernando Alba
Estudiante de Licenciatura en Filosofía
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Creo que el nivel académico de las facultades de la ciencia de la comunicación debe ser
revisado con mucha atención. Si estudiantes como Victoria, con ese grado de redacción tan
paupérrimo, consigue un titulo Universitario, qué podemos esperar en un futuro? Estaría
trabajando en un periódico, quizás en redacción!!. por favor, rectores, decanos, profesores,
no permitan esto, suban el nivel de las exigencias para filtrar toda esta cantidad de alimañas.
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Victoria, soy un Estudiante de PhD en E.U. y las cosas son similares aunque la
proporciones cambian digamos que aca no es 24 profesores malos contra 5 buenos pero
mas como 20 buenos (o que hacen el esfuerzo) y 9 malos. De pronto hay mas buenos, por
que aqui es obligatorio tener un PhD para ser profesor(Disculpa mi ortografia no tengo tildes,
ni enies en el teclado). De todos modos estoy 100% de acuerdo contigo y me gusta mucho
como pones la figura del estudiante como cliente de el sistema educativo. Uno de los
mejores profesores que tuve en la Unversidad de los Andes que dictaba una de las clases
mas dificiles (Hoy no creo que sea dificil sino con mas tarea) en ingenieria civil, siempre que
ponia mas tarea decia: Mas por su dinero. Excelente Vision. Y excelente carta desarmaste
cada argumento que el profe dio. Sin embargo le doy en una sola cosa razon a el y es que
los jovenes de hoy en dia salen cada vez menos preparados del colegio y creo que es el
punto que el trataba de hacer.
Responder
Estimada Victoria,
Soy profesor de una universidad pública y dos privadas, y estoy de acuerdo contigo ser
profesor no es un oficio es un arte y no cualquier persona puede ser un buen profesor. He
leído las cartas y comentarios que van y vienen y pienso humildemente que Camilo Jiménez
se canso de las clases y simplemente busco una excusa que fueron sus estudiantes, debe
de tener otros motivos que el no quiere aceptar (cansancio, aburrimiento, etc.), hoy en día
para ser un excelente profesor y estar a la altura de los estudiantes toca obligatoriamente
manejar las Tics, por eso se debe tener cuentas en facebook, twitter, redlink, etc. para por
medio de estas herramientas interactuar con los estudiantes.
Exitos,
Responder
Un profesor que renuncia porque sus alumnos no saben escribir, simplemente nunca fue
profesor.
Responder
lo mejor de comunicación social de la javeriana son las chicas. son perfectas, lindas, huecas
y fáciles. estudie 7 semestres y me aburrí de todo, de los profesores perdidos en sus
pequeños mundillos de éxitos inexistentes, (me acuerdo de uno que estuvo en España 4
meses y cuando volvió llego hablando con acento español mas que los mismos españoles,
ese es un tal Alba, narrativas audiovisuales, marido de la coordinadora de la carrera, Maritza
Ceballos, así vamos viendo como son las cosas en la Javeriana.) en donde creen ser
inteligentes y los mejores en lo que hacen y realmente son unos inexpertos sin condiciones
mínimas para hacer y cumplir con las responsabilidades que les han sido asignadas.
gracias a todo eso, los de mi generación, los que están trabajando en los medios, por esas
lumbreras es que vemos todos los errores y notas vacías en todos los medios escritos,
radiales y televisivos y ni decir del cine. por eso es que las cosas cada vez están peor,
créanme, mientras no halla educación seria, vamos derecho pal abismo...
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JAJAJAJAJAJAJA y con esto que ya se lavo las manos como Pontius Pilatus esta en latín.
cadean1711@gmil.com
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Victoria, haz un diagrama de j. forrester; entre menos preparados salgan los universitarios,
gente tan especial (como tú), será más valiosa en el mercado.
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Entiendo al profesor. Que lástima que la lectura sea tan despreciada en estos días. La gente
de ahora sufre de pereza mental y solo le interesa MTV, la moda y las redes sociales porque
es información fácil de digerir muy acorde con su nivel cultural. De la carta del profesor hay
que extraer la observación principal que es innegable y es el hecho de que la gente no lee
nada, la cultura no le importa y por lo tanto no es capaz de escribir un texto de calidad. Así
de simple. Nada mas hace falta ver a los ídolos de la juventud para saber lo mal que
estamos y eso también es fácil de observar; solo entren al tiempo y las principales noticias
son sobre Justin Bieber que no sabe ni donde esta parado en el planeta; lastimosamente la
mayoría de juventud es así porque les falta algo... curiosidad. En lugar de criticar la posición
del docente hay que preocuparse por lo esencial, HAY QUE LEER !!! "En los libros hallaras
el tesoro del saber".
Responder
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Si el profesor hubiese iniciado su curso con "la carta de renuncia" como taller, hoy, haría
parte de ese mundo que el docente debe buscar:"el mundo de los tres que me han enseñado
algo".
Responder
Cuando el profesor habla de los niños "bien", jamás infiere de que las condiciones opuestas
sean perjudiciales, sólo expresa que existen los elementos más que necesarios para
esperar lo mejor de Ustedes. Al que mucho recibe, mucho se le exige. Lo mismo sucede
cuando el profesor expone la importancia de saber resumir y redactar, lejos está de implicar
que es la mejor forma de generar controversia como Usted concluye. Se refiere a lo básico.
Buscar la razón con base en la tergiversación del interlocutor no es una sana práctica
dialéctica y evita que se generen las condiciones propias del aprendizaje grupal. Ojalá
nuestros políticos evitaran esta práctica malsana. No será que Usted se contradice cuando
dice que el aprendizaje sucede en grupos, lo cual también comparto, pero inmediatamente
descalifica a quien piensa diferente? La mayor valía del aprendizaje colectivo radica en la
tolerancia y el respeto a los que tienen ideas discrepantes, porque nos comparten otra
interpretación de la realidad la cual solo genera cambios positivos en la mente abierta. Basta
con leer algunos periodistas del "mejor" periódico del país para comprender que el profesor
esta exponiendo un punto válido, como válido también es el suyo. Crezcamos con la
diferencia. Vemos la espiga en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Una última reflexión:
Usted vé sarcasmo en los comentarios del profesor. Que emociones ve Usted misma en los
suyos? Un abrazo cordial.
Responder
Anímese y pase de ser indignada anonima a heroína con todo el mundo a su dispoción?
Que opina?
Cordialmente,
Soy madre cabeza de familia de 2 javerianos, tía de otros 2,no soy de los que tenían todo
dado, debo todo en créditos, pero sé que ni una universidad, ni un profesor lo preparan a
usted para un trabajo ni para la vida, solo usted puede hacerlo si sus profesores eran malos.
Fue usted la que no exigió ni se interesó por sacarles el conocimiento, sí, es usted la que
paga, y ni siquiera como dice el profesor en su carta, usted no sabe leer, su contestación es
traída de los cabellos sacando frases sueltas y contestando con niñedades, no piense que
niñedades es que usted es joven, sino que no está instruida para su edad, osea que no sabe
leer une palabras, no lee.
Responder
Creo que esta una crítica que demuestra algunas falencias en cuanto a comprensión de
lectura y que es además infundada, si bien cada quien puede decir hasta misa si le viene en
gana, me gustaría que algún alumno de Camilo opinara. Hasta donde sé, todos los que
pasamos por su clase hemos apoyado su decisión y estamos (al menos en puntos
generales) de acuerdo con él. Perderse en asuntos específicos como el asunto del estrato
es prueba de que tal vez no se entendió bien el mensaje.
Soy testigo resignada de que la carrera de Comunicación Social en la Javeriana está plagada
de "plantas" que se sientan a calentar puesto y no más y la verdad es que, si yo no
estuviera ya en estas, me habría largado hace mucho tiempo porque es un ambiente cansón.
Responder
Lindo, muy lindo. Pero usted olvidó un detalle que el profesor menciona en su carta desde el
principio: esos estudiantes estaban a poco de graduarse. No eran ningunos primiparos y sin
embargo eran así de brutos!.
usted tienela razón sobre que el que enseña es porque le gusta y no porque le toca, pero de
ahí a que los alumnos no se dejen enseñar y no se preocupen por aprender ni siquiera a leer
bien, hay una diferencia abismal.
Responder
Responder
http://palabras-inexpertas.blogspot.com/2011/12/carta-victoria-tobar.html
Responder
En conclusión es irrisorio lo que el docente esta cometiendo por que desacredita a los
verdaderos maestros que nos dejan algo en la vida, pero también nos muestra que la
mediocridad de nosotros como estudiantes al no querernos superar cada día, es un
problema en el que nos carcome en el transcurso de este tiempo.
JB
Responder
En primer lugar, escribo porque soy un recalcitrante adicto a la lectura, y defiendo el valor de
los grandes autores de la literatura de todos los generos. Porque hay libros de libros y no
cualquier libro es equivalente al conocimiento. Una cosa es leer un libro, y otra muy diferente
es leer un autor; sus obras, un genero litarario, en fin.
Pero tambien considero los medios que tenemos ahora para el aprendizaje, como este, en
eso estamos de acuerdo. En lo que no estoy de acuerdo es en poner al mismo nivel "Twitter"
con una gran novela periodistica de Truman Capote como lo es "A sangre fria".
Gracias
Responder
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Por personas como ud. Victoria Tobar es que hay profesores que se rinden y se vuelven
"malos". Ud. no tiene la edad ni la madurez suficiente para entender lo que dice el profesor,
en unos años cuando ud. sea una adulta de verdad y haya vivido más entenderá
perfectamente y se avergonzará de ud. misma. Ud. olvidó que, si es que sabía, hay algo que
se llama motivación intrínseca y el profesor no puede hacer eso por ud. Ud. pertenece a una
nueva generación de incapaces que quieren que les hagan todo y que son buenísimos en
echarle la culpa a alguien al que sea de sus incompetencias y sus culpas y por eso la
compadezco.
Responder
@fried_cesar
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Ese primer día, hago una advertencia, que tiene que ver con el convencimiento mío de que no
hay otra forma de aprender a escribir, que no sea leyendo y escribiendo. De manera que la
advertencia es: aquí vamos a leer mucho y a escribir mucho durante el semestre. Esto de
escribir mucho implica una enorme sobre carga por parte del profesor, pues debe calificar,
semanalmente, una enorme cantidad de textos.
Viene, entonces, algo que quiero que se tenga en cuenta en este debate: los cursos de
redacción no deben ser superiores a 25 estudiantes. Creo que ese es uno de los problemas
surgidos en el curso del profesor Carlos Jiménez: tenía 30 estudiantes.
Responder
Responder
Sin embargo, que mal escrita está su carta. Depronto algo de razón le asiste al (ex) Prof.
Jiménez.
Responder
L.P. Moreno F.
Profesora
Facultad de Agronomía
Universidad Nacional de Colombia
Responder
Responder
Responder
Yo no quisiera escribir como ella. Ahí está el problema que quizás intuye el profesor: la
prepotencia de los estudiantes. La cata de ella parece muy coherente y argumentada pero
tiene muchas ligerezas e ingenuidades. como la del profesor.
Responder
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Considero que todos estamos expuestos a criticas y que es humano, pero también de total
inmadurez rechazar el criticismo.
Para Victoria: creo tienes todo el derecho de expressar tus opiniones, pero esta carta, que
demuestra mas la expression de una emoción que de un debate, no ayuda en nada a
valorarte como estudiante de Comunicación social. Definitivamente fallaste en el intento
Responder
Qué tristeza. Aparece un blog de unos pinches estudiantes indiganados por la renuncia de
un profesosr con mas o menos razonables argumentos. Eso habla de la mediocridad de los
estudiantes y le da la razón al profesor Camilo Jiménez por encima de las protestas de esa
muchacha Victoria. Ese clan de estudiantes debería esar indignado por la desigualdad de
este país, por las penas irrisorias que reciben los condenados, por el sistema de salud
precario (aunque como la mayoría de la Javeriana debe tener prepagada nada deben saber
de eso), por el robo descarado del patrimonio público que es al fin y al cabo el de todos, por
un conflicto armado sin fin... Bueno, ahí está la mediocridad de los estudiantes a quienes les
queda fácil escribir cartas o comentarios en un blog pero que esperan graduarse sin
impartarles lo que a los demás les pase, simplemente esperan afirmar su ego.
Responder
Victoria dice "en ese orden de ideas" y pasa de P->Q (ser niño bien implica que debería
pensar y escribir bien) a ~P -> ~Q (no ser niño bien implica no pensar y escribir bien).
Suficiente para no leer el resto de la carta.
Responder
Hola Victoria. Discrepo contigo. Me da la impresión de que adoptas una cierta actitud de
defensa corporativa de los estudiantes. Yo acabo de terminar antropología en Lima, y me he
llevado una pésima impresión de la mayoría de mis compañeros (en el aspecto académico).
Muchas de las cosas que dice el profesor Jiménez aplicarían para ellos. Por lo que leí en la
carta de este profesor, él esperaba que sus estudiantes hicieran cosas que debieron haber
aprendido en la escuela primaria. Sí me parece que hay una cuestión generacional derivada
de una situación nueva. Los "nativos digitales" son quizás mucho más hábilies que sus
padres para ciertas cosas, pero en otras (como esto de escribir apropiadamente, la
capacidad de análisis y síntesis, y así) yo también percibo una diferencia enorme con la
generación previa. Desde luego, no se puede generalizar. Cuando he sido asistente de
cátedra en mi universidad, he sentido cosas muy parecidas a las que describe el profesor
Jiménez. Me llevé la impresión de que un pequeño resumen bien estructurado era una tarea
titánica para los estudiantes más jóvenes. Estas cosas las hacíamos en la escuela, a los 12
años, sin mayor problema.
Saludos,
César R. Nureña
32 años
Lima, Perú
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Te falta nobleza.
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jhon sepulveda 22 de diciembre de 2011, 9:08
La desigualdad social hace que una persona mejor alimentada pueda rendir mejor que una
que no lo está y a eso hace alusion el profesor Jimenez y no se esta metiendo con los que
tuvimos padres carpinteros y ademas ejercimos de jovenes esa profesion. No, simplemente
esta haciendo referencia a que sus alumnos llegan con el estomago lleno y muy bien
alimentados, y no hay excusa para no rendir, y no como lo mal interpreta la señorita Victoria.
Hoy por hoy, a quien le interesa que el pueblo aprenda y salga adelante? Son los
estudiantes los que deben reclamar sus derechos y lograr una educacion digna y de calidad.
Me quito el sombrero con el movimiento estudiantil que fue capaz de echar por tierra la
reforma a la Educacion, aunque critico la violencia que emplearon en algunos casos.
Solo me resta decir que el profesor Jimenez peca al desconocer las bondades del internet y
que deberían ser todos los estudiantes los que muestren su indignacion, pero
desafortunadamente ella està en ese quince porciento al que hago referencia al inicio del
escrito y por ello es tan tenue la indignacion.
Cuando sea educador y tenga que pararse frente a 50 cabezas que piensan todas diferentes,
esperando caerle al maestro encima porque los estudiantes creen que los maestros son
perfectos
Responder
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