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Epigenética

Década de 1940: El término "epigenética" fue acuñado por C. H. Waddington para describir
los cambios heredables que no se deben a cambios en la secuencia del ADN.
Conrad Waddington acuñó el término "epigenética" al combinar las palabras griegas epi
( sobre o por encima de) y genética. Esto reflejaba su comprensión de que había
factores que actuaban sobre el material genético y afectaban la expresión génica de
una manera heredable.

En la década de 1940, la genética estaba experimentando un rápido avance con la


comprensión de cómo los genes se heredan y se expresan. Sin embargo, Waddington
notó que había fenómenos biológicos que no podían explicarse únicamente mediante
la genética mendeliana clásica.

Waddington estudió fenómenos como la variabilidad en la morfología de las alas en las


moscas de la fruta (Drosophila). A pesar de tener el mismo genotipo, algunas moscas
desarrollaban alas normales mientras que otras desarrollaban alas distorsionadas
debido a factores ambientales. Esta variabilidad no podía explicarse por las
diferencias en la secuencia de ADN, lo que lo llevó a proponer la idea de que había
factores epigenéticos en juego.
Waddington desarrolló la idea de que había un paisaje epigenético que influía en el
desarrollo de un organismo. Imaginaba que las células en desarrollo se movían por
este paisaje, influenciadas por factores epigenéticos que determinaban su destino. Esta
analogia influyo en el significado y conocimiento del carácter de esta ciencia/

● Década de 1970: Se descubre la metilación del ADN como una modificación


epigenética importante.
Durante la década de 1970, los científicos realizaron investigaciones fundamentales que
llevaron al descubrimiento de la metilación del ADN. Este proceso implica la adición de
grupos metilo (CH3) a la cadena de ADN, específicamente a las citosinas que están seguidas
de guaninas en una secuencia conocida como CpG.
Dos equipos de investigación, uno liderado por el Dr. Howard Cedar y Andrew P. G.
Goldberg, y otro por el Dr. Adrian Bird y Philip Wolffe, jugaron un papel fundamental en el
descubrimiento de la metilación del ADN. Estos investigadores demostraron que la
metilación del ADN era un proceso real y que tenía un impacto en la regulación génica.
Se descubrió que la metilación del ADN desempeña roles cruciales en la regulación de la
expresión génica. Las regiones del ADN que están densamente metiladas a menudo se
asocian con genes apagados o silenciados, mientras que las regiones hipometiladas pueden
estar relacionadas con la activación de genes. Los investigadores comenzaron a reconocer la
importancia de la metilación del ADN en el desarrollo embrionario y la diferenciación
celular. Los patrones de metilación del ADN pueden cambiar durante el desarrollo, lo que
influye en el destino de las células y su función. Se empezó a explorar cómo los cambios en
los patrones de metilación del ADN podrían estar relacionados con diversas enfermedades,
incluyendo el cáncer. Los científicos descubrieron que la hipermetilación de promotores de
genes supresores de tumores podría contribuir al desarrollo del cáncer. Durante esta década,
se desarrollaron técnicas específicas para analizar la metilación del ADN, como la bisulfito-
secuenciación, que permite determinar los sitios de metilación en el ADN a nivel de
nucleótido.

● Década de 1980: Se identifican las histonas como proteínas asociadas al ADN y se


comprende su papel en la regulación génica.
En la década de 1980, los científicos identificaron y caracterizaron las histonas, un grupo de
proteínas altamente conservadas que se encuentran en el núcleo de las células e interactúan
estrechamente con el ADN.

Se descubrió que las histonas se organizan en estructuras llamadas nucleosomas. Cada


nucleosoma consta de una proteína central, el octámero de histonas, que está rodeada de
aproximadamente 146 pares de bases de ADN enrollado alrededor de él en una forma
helicoidal. Esta estructura nucleosómica es fundamental para la compactación del ADN en la
célula. A medida que avanzaba la década, los científicos comenzaron a identificar y
comprender las modificaciones químicas en las histonas, como la acetilación, metilación,
fosforilación y ubiquitinación. Estas modificaciones de las histonas se conocieron como
"marcas epigenéticas" y se descubrió que desempeñaban un papel esencial en la regulación de
la expresión génica.
Se desarrolló la idea de que las combinaciones específicas de modificaciones de histonas en
un genoma forman un "código de histonas". Este código puede actuar como un interruptor
que activa o desactiva la expresión de genes en respuesta a señales ambientales y señales
internas.
Se comprendió que las modificaciones de histonas influyen en la estructura de la cromatina,
el complejo de ADN y proteínas que constituye el núcleo de la célula. La cromatina puede
estar en un estado más compacto (heterocromatina, generalmente asociada con genes
silenciados) o en un estado más abierto (eucromatina, asociada con genes activos), y las
modificaciones de histonas desempeñan un papel importante en esta regulación.

● Década de 1990: Avances en la comprensión de las modificaciones de histonas y su


influencia en la estructura de la cromatina.
Se descubrió que las modificaciones de histonas desempeñan un papel esencial en la
regulación del ciclo celular. Por ejemplo, la fosforilación de histonas está involucrada en la
transición de una fase del ciclo celular a otra.

Se encontraron vínculos más sólidos entre las modificaciones de histonas y diversas


enfermedades, incluido el cáncer. Se identificaron patrones de modificaciones de histonas
asociados con genes supresores de tumores silenciados en células cancerosas.
En esta década, se desarrollaron técnicas más avanzadas para mapear y estudiar las
modificaciones de histonas, como la cromatina de inmunoprecipitación (ChIP) y la
secuenciación de ChIP (ChIP-seq). Se comenzaron a explorar aplicaciones médicas como
terapias epigenéticas para tratar enfermedades relacionadas con alteraciones epigenéticas, y
surgieron esfuerzos para desarrollar inhibidores específicos de enzimas que agregan o
eliminan ciertas marcas de histonas.

● Siglo XXI: Se reconocen vínculos entre la epigenética y enfermedades como el


cáncer, y se desarrollan terapias epigenéticas. La epigenética se convierte en un
campo importante en la investigación biomédica.
En las primeras décadas del siglo XXI, se reconocieron vínculos cada vez más fuertes entre
las alteraciones epigenéticas y el cáncer. Se descubrió que los patrones anormales de
metilación del ADN y modificaciones de histonas estaban asociados con la iniciación y
progresión del cáncer. Estos cambios epigenéticos pueden silenciar genes supresores de
tumores y activar oncogenes.
La investigación en epigenómica, que implica la caracterización de perfiles epigenéticos
completos en el genoma, se convirtió en una herramienta valiosa para identificar marcadores
epigenéticos específicos de cada tipo de cáncer. Esto permitió una clasificación más precisa
de los subtipos de cáncer y una selección de tratamientos más personalizados.

Además del cáncer, se identificaron conexiones entre la epigenética y otras enfermedades


genéticas, como las enfermedades neurodegenerativas, las enfermedades cardiovasculares y
las enfermedades metabólicas. La epigenética se considera un factor clave en la
susceptibilidad y la progresión de estas enfermedades.

Células madre e iPSC: La reprogramación celular mediante la generación de células madre


pluripotentes inducidas (iPSC) se convirtió en una aplicación importante de la epigenética.
Los investigadores aprendieron a reprogramar células adultas en iPSC al manipular sus
patrones epigenéticos, lo que tiene implicaciones en la medicina regenerativa y la terapia
celular.

Se exploraron las conexiones entre la epigenética y el proceso de envejecimiento. Los


estudios revelaron cómo los cambios epigenéticos pueden contribuir al envejecimiento y a la
susceptibilidad a enfermedades relacionadas con la edad.

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