Para comprender

LOS SACRAMENTOS
Jesús Espeja

RO 5 Edición revisada
y ampliada

Runt

verbo div
Son eficaces porque simbolizan y hacen presente la
fe o vida de la comunidad; así también la fortalecen
y avivan. Para que la oferta cale y transforme a
quien recibe un sacramento, se necesita fe, actitud
de apertura humilde. Sólo entonces se realizará ese
dinamismo de justilicación o encuentro de gracia
que ya es vida y entraña de la Iglesia.
Hubo tiempo en que se consideraba como un ideal a
cultivar el que entre la vida coriente y la vida de los sacra-
mentos
existiera una notoria ruptura, como un foso pro-
tector, como el musulmán que se descalza antes de entrar
en el recinto sacro... Se trata de la misma vida. toda ella
empapada del Espiritu Santo, toda ella bajo una epiclesis
constante, pero expresada de manera diversa según
las circunstancias... Es la vida de todos los días que debe
traerse a los sacramentos, es alli donde realmente comien-
van los sacramentos, donde se fragua y se suda algo que
realmente se puede celebrar aquí en la liturgia.
A. Iniesta,
Ensavos de Teología Pastoral, 1. Espiritu y misión,
Santander 1981, 110.
Espiritualidad peculiar
En cada sacramento, la Iglesia profesa la misma
fe y ofrece la única gracia o favor de Dios para res
ponder a distintas situaciones y necesidades que
viven los hombres. Según esas necesidades, la gra-
cia tiene su propia modalidad, simbólicamente
expresada en el rito sacramental. Ablución en el
bautismo significa purificación y nuevo nacimien
to;imposición de la confirmación o en el
manos en
orden evoca la fuerza del Espíritu. La liturgia, con
todo su simbolismo, será el lugar apropiado para
conocer la espiritualidad de cada sacramento.
3. Algunas cuestiones adyacentes
a) Instittuidos por Jesucristo
En el concilio de Trento hay dos afirmaciones
importantes: 1) Jesucristo instituyó los siete sacra-
16 PARA COMPRENDER LOS SACRAMENTOS
mentos; 2) la Iglesia no tiene poder sobre la «sus-
tancia» de los mismos ". Pero es necesario interpre-
tar adecuadamente la doctrina conciliar
Según los evangelios, Jesucristo manda celebrar
la eucaristía, el Resucitado da poder a los apóstoles
sobre los otros cua-
para bautizar v perdonar: pero
tro sacramentos no tenemos expresa y
palabra
directa de Jesús. Por otra parte, cn el curso de la
historia casi todos los ritos sacramentales han sufri-
do variaciones importantes. Parcce que los retor-
madores del s. XVI tenían cierta base cuando afir-
maban que, al menos algunos sacramentos, nada
tienen que ver con Jesucristo v son más bien inven-
ciones de la lglesia.
Con lenguaje de la teología medieval, el concilio
declaró que los siete sacramentos de la nueva ley
han sido instituidos por Jesucristo, pero no precisó
el modo de la institución. Tampoco explicó en qué
Consiste la «sustancia» de los sacramentos, cuando
alirmó que la Iglesia no tiene poder sobre la
misma.
En 1947, Pio XI puntualizó un poco más.
«Sustancia» viene a ser «aquello que, según las
fuentes de la revelación, Cristo quiso que se man
tenga en el signo sacramental» ". La voluntad de
Cristo, normativa para la lglesia, es que los sacra
mentos tengan calidad cristiana; se celebren sus-
tentados en la experiencia de Cristo y la olerten a
los hombres de modo fiel y elocuente. Pero esas
fidelidad y elocuencia exigen cambios y adaptacio-
nes según las distintas épocas y culturas en que los
hombres viven. Y aquí la Iglesia, presencia y tem-
plo del Espíritu, tiene poder y deber de cambiar,
adaptare incluso crear la expresión simbólica per
tinente.
Jesucristo instituye los sacramentos al poner en
marcha la comunidad de la Iglesia; inicialmente
mientras desarrolló su actividad profética en Pales-
tina, y después de la resurrección por medio de su
Espíritu. En este sentido, los sacramentos «no son
invenciones de la Iglesia», sino acciones de Jesu-
cristo en su comunidad. Bien podemos suscribir lo
que hace unos años escribió K. Rahner:
1 DS 1601 y 1728.
Const. Apost. Sacramentum Ordinis (DS 3857).
 «La existencia de verdaderos
sacramentos, en sen- c) Diversidad, jerarqula e interrelación
tido más riguroso y tradicional, no
necesita fundarse
en cada caso y en cada
palabra -comprobable o pre- El término «sacramento» es análogo: se realiza
sunta-en la que el Jesús histórico hable
te de un sacramento explícitamen- de forma distinta en cada caso. Cuando se olvida
determinado»; «la institución de esta diversidad entre los siete sacramentos, se cae
un sacramento
puede también -lo cual no quiere decir con facilidad en deformaciones caricaturescas. Así
que debe siempre ocurrir- por el simple hecho de
que ejemplo, cuando queremos meter a
Cristo fundó la lglesia con su carácter de Ocurre, por
mento» protosacra- todos los sacramentos en el binomio «materia y
forma». «Materia» es la parte indeterminada del
rito, como ablución en el bautismoeimposición de
manos en el sacramento del orden; «forma» viene a
b) Por qué sólo siete?
ser la determinación o precisión de la materia, por
En la tradición antigua de ejemplo las palabras rituales en el bautismo. Esse
la lglesia no se fija el
número de sacramentos; hay distintas binomio servía como explicación en algunos sacra
listas, a veces mentos; pero en otros, como penitencia y matrimo-
muy largas. El número septenario se fijó en la teo-
logía del s. XII y fue ratificado por el Magisterio en nio, había que hacer un verdadero galimatías para
el s. XIII. El concilio de Trento declaró: determinar materias remotas y próximas.

«Los sacramentos de la ueva ley son siete, ni más

ni menos»*,
Los siete momentos capitales de la vida humana se
Si por otra parte no es posible afirmar que convierten en kairoi, es decir, en momentos de salvación
Jesucristo se pronunciase sobre cada uno de los en los que el mismo Dios se manifiesta en Cristo bajo una
sacramentos, no hay más remedio que acudir a la lorma que pertenece a nuestra realidad humana terrestre.
«Conciencia de la Iglesia» que, animada por el Los sacramentos se convierten en signo visible de este
Espíritu, actualiza de modo público e infalible su hecho salvílico: que Dios mismo se compromete personal-
mente en el feliz resultado de la vida humana.
realidad íntima o encuentro de gracia en favor de
los hombres. Admitiendo que hay sacramen- E. Schillebeeckx,
to cuando la comunidad cristiana se comprome-
Cristo, sacramento, 203.
te y empeña su propia vida, quién sino ella tie-
ne capacidad para decirnos cuándo hay sacra-
mento?
La tradición ha reconocido una
la totalidad.
jerarquía entre
El número septenario evoca Sicte los sacramentos. Por su afinidad con el misterio
fueron los días de la creación y siete son también pascual, bautismo y eucaristía lueron catalogados
los dones del Espíritu que vivifica y fortalece a la como «principales». La eucaristía es
centro y
Iglesia. Con este número se maniliesta la intención punto de referencia para lodos los demás sacra-
o voluntad de ofertar la gracia o salvación de Dios mentos4.
para los hombres «en la totalidad de su existencia».
En la teología escolástica se
Lógicamente, también aquí debemos aceptare que la distinguen «sacra-
mentos de muertos» y «sacramentos de
glesia tiene poder para cambiar, explicitar inclu- según den la primera o la segunda gracia. Bautismo
vivoS»,
so crear nuevas expresiones simbólicas en orden
la totalidad del y penitencia son «sacramentos de muertos»: el
de los mismos está bajo el pecado. Los demássuje-
siempre a lograr un servicio a hom to
bre" son
«sacranmentos de vivoS» porque suponen que ya
están en gracia quienes los reciben.
La lglesta.... 44-45.
DS
1601 24Y. Congar, La idea de sacramentos
mayores o
principales:
Muy clara la exposición de L. Bolf, Los saCramentos.., 75. Concilium 31 (1968) 24-27.

PARA COMPRENDER LOS SACRAMENTOS 17

 2. En orden a la comunidad
En la visión que venimos dando hay que
precisar
división, tal vez responde a una .facultad de propagación natural: matrimo-
mucho esta que
u n elicacismo estático nio
idea cosista de la gracia y a
del rito sacramental. Pero la división «sacramentos . facultad para dirigir a la comunidad y ejer.
«sacramentos de vivos» puede resul cer actos públicos: sacramento del orden
de muertos» y
tar elocuente para
dar a entender que la salvación Esta clasificación está condicionada lógicamen
sino que
de Dios no sólo cura nuestras heridas, te por la visión sacramental del s. XIII cuando escri-
también nos abre nuevas posibilidades.
La teología
tradicional habla de «gracia sanante» y de «gracia
be santo Tomás. Todavía llama «extrema unción» al
rito que hoy más adecuadamente lamamos
elevante». «unción de los enfermos». Tampoco entonces se
el daba prioridad al matrimonio como sacramento del
En realidad, todos los sacramentos actualizan
llena vacíos y amor que completa y pertecciona mutuamente a los
único favor de Dios que nuestros
transtorma nuestra condición. Somos perdonados cónyuges. Pero las tres dimensiones de la gracia
el encuentro que ya tiene sacramental -elevante, sanantey comunitaria-son
para ser divinizados. Es
entraña se criterio válido y permanente para una presentación
lugar en la comunidad creyente cuya
actualiza en el sacramento. Quienes participan
en
adecuada de los sacramentos.
también del bautismo y
la celebración sacramental, Asumiendo y reinterpretando esta clasifica-
de la penitencia, ya llegan movidos por la gracia; se
ción, dividimos nuestro estudio en tres grandes
han sentido perdonados y amados; en el sacramen-
to proclaman su te o gracia ya experimentadas. partes:
I. Sacramentos de iniciación: bautismo, confir-
mación y eucaristía.
d) El organismo sacramental I. Sacramentos de curación o rehabilitación:
ha preocupado de clasilicar los penitencia y unción de enfermos.
La teología se
sacramentos en un
esquema
Santo
coherente. III. Sacramentos para servicio de la comunidad:
Tomás hace la clasificación desde distintas claves". matrimonio y orden.
Merece la pena traer aquí la que destaca en primer
lugar: Ios sacramentos tienen por objetivo perlec-
cionar a los hombres en la vida cristiana, y seer 4. «Excursus» teológico-pastoral
remedio contra el pecado; esa vida no sólo es per-
sonal, sino también comunitaria. En esta clave y en He tratado de hacer una presentación sencilla e

paralelismo con la vida o existencia corporal, los inteligible sobre qué es un sacramento cristian0.
sacramentos son medios de vida: Pero el enfoque dado y la exposición hecha respon-
1. En cuanto a la propia persona den a una visión teológica peculiar y sugieren un
- Promoviendo la vida clima o talante que debe acompañar a la práctica de
los sacramentos.
como dádiva del bautismo ser:
como aumento del ser recibido: confir-
mación a) Visión teológica de fondo
como alimento de la vida: eucaristía
Curando la enfermedad Estaforma de presentar el sacramentouna
cristiano
curación del pecado: penitencia
se inspira en la historia de Jesús, supone exp
riencia singular de Dios, y responde a una percep
curación de la debilidad: extrema unción
ción creyente de la Iglesia. Desarrollemos un poco
estos puntos que pueden clarificar y al mismo lie
Suma Teológica, II1, 65, 1 po fundamentar lo dicho en este capítulo.

18 PARA CONMPRE NDER LOS SACRAMENTOSs

 En la historia de Jesús Una experiencia singular de Dios
En los escritos del Nuevo
Testamento no hay Jesús de Nazaret vivió con intimidad única la
ninguna delinición de sacramento cristiano; mucho experiencia de Dios como alguien inclinado gratui-
menos una determinación del
núnmero septenario tamente en lavor nuestro, no sediento de sacrifi-
que tiene lugar en la Edad Media. Tenemos
de que las primeras comunidades noticias cios, sino luente de vida y de amor.
braban el bautismo y la eucaristía o cristianas cele-
Y en esas celebraciones la
«fracción del
pan». referencia funda-
mental era Jesucristo: por el bautismo Encamado como misericordia
Cristo y formamos un solo revestimos a entraiable
cuerpo
mientras en la eucaristía Cristo
en su
espíritu,
resucitado se hace Si confesamos que Jesucristo es el Hijo y que en
presente como alimento para su comunidad2. Sin lahistoria de aquel hombre llamado Jesús Dios
embargo de otros sacramentos, por ejemplo confir- mismo se reveló de modo únicoy singular, debemos
mación y unción de enlermos, no tenemos nada
quee concluir: según nuestra fe cristiana, Dios no es
provenga explícitamente de Jesús. alguien alejado y rival del ser humano, sino compa-
Los evangelios sinópticos, que se escribieron ñero inseparable y solidario que corre nuestra
como biogralías, no dicen que Jesús ni discí-
sus misma suerte; no es alguien solitario, al margen de
pulos practicaran algunos ritos sacramentales; por nuestra historia e insensible a nuestros problemas,
eso no suelen acudir ahí los autores
cuando tratan sino alguien que se deja
impactar por nuestros
de justificar la existencia de los siete males se
y pone a nuestro lado para que los supere-
Pero toda la vida de Jesús ha sido
sacramentos. mos. Jesús es mediador, sacramento y presencia de
sacramental,
como un símbolo, una parábola en acción de Dios
Dios, porque «pasó haciendo el bien, curando
mismo inclinado en favor de la humanidad, y del entermos y combatiendo las fuerzas del mal».
ser humano que se deja translormar por ese amor
Porque Dios ha hecho suya nuestra condición
de Dios. Las comidas de Jesús con los pobres, el
humana, no podemos encontrarle fuera de nuestra
lavatorio de los pies o la última cena con sus dis-
historia; sólo ahí logra su identidad el cristianismo.
cipulos no son más que momentos o manifestacio-
Por eso ya no podemos distinguir entre lo sagrado
nes, gestos simbólicos puntuales, de lo que fue
y lo profano como si fueran dos mundos aparte.
toda la vida y el martirio del mesías. En aquella Jesús descartó ya esa distinción cuando rechazó la
historia se revelaron juntamente la misericordia necesidad de purificaciones rituales para entrar en
entrañable de Dios y la respuesta incondicional del
hombre al proyecto de misericordia o amor gra-
un supuesto mundo sagrado: lo que hace buenas o
malas a las personas es lo que sale de su corazón.
tuito que se hace cargo y carga con las miserias del Costó a la primera comunidad cristiana adoptar
Otro. esa visión nueva.
Algunos convertidos procedentes
En la intimidad de Jesús, que se fue desvelando del mundo judío seguían con el esquema dualista
en su conducta histórica, hubo una experiencia sin- de la pureza ritual y la santidad según las
catego-
rías «prolano» (impuro) y «sagrado»
gular de Dios y una preocupación constante por lle- (puro);
situaban a Dios en lo sagrado que nada tiene que
y
var a cabo ya en este mundo la voluntad proyecto
o

del Padre: formar una sola familia, donde nadie sea ver con lo prolano. Según esta mentalidad
más que nadie, y todos participen como hermanos los paganos eran impuros, como
judía,
impuros eran
en la misma mesa. La intimidad de Jesús manifes- también algunos animales. Pero en una de sus
lada en su conducta determina qué es y cómo debe misiones, Pedro fue invitado a comer animales
celebrarse un sacramento cristiano. legalmente impuros y escuchó la voz de Dios:
«Come, lo que Dios ha santilicado no lo llames pro-
Para el bautismo: Rom 6,1-11; Hch 8,32; Gál 3,27-28. Para lano»(Hch 11,9). No hay un mundo
protano, aun-
que el mundo puede
ser irreverentemente
la eucaristía: 1 Cor 11,23; Jn 6,51-58. profana-
PARA COMPRENDER LOS
SACRAMENTOSs 19
 extendida, Dios prefiere que lo pasemos mal en vez
la santidad c o m o
do, y lo que atenta contra
esto es de pasarlo bien, se complace mas en nuestro sacri-
providente c o n
imitación de Dios, respetuoso y ficio que con nuestros gozos. Una visión opuesta
todas sus criaturas. totalmente al evangelio: «Dios quiere para todos
Se comprende que
los s a c r a m e n t o s cristianos, vida en abundancia» (Jn 10,10); y vida significa
en un mundo ficticio que
lla- salud física, libertad, placer, alegría. Muchos bauti.
lejos de introducirnos la presencia de Dios en zados funcionan conmo aquellos religiosos dogma-
m a m o s sagrado, expresan
«vida y aliento a tod0» (Hch tistas judíos que se agarraban fanáticamente a sus
nuestra historia dando
vivió esta experiencia singular
ritos como medio para domesticara la divinidad, v
17,25). Porque Jesús
sacramentales -comidas con
los no aceptaban la
buena noticia de Jesús sobre Dios:
de Dios, sus gestos símbolos de un «Misericordia quiero y no sacrificios» (Mt 12,6). EI
pies-
pobres o lavatorio de loslevantar
e r a n
verdadero Dios quiere que nos humanicemos
a los desvalidos y
compromiso suyo por amando; el verdadero amor exige muchas veces
humanos tienen algo
servir a todos cuyos derechos
ritos sacramentales Dios no necesita este sacrificio, lo
sacrificio; pero
de divino. El divorcio entre los
frecuentemente a la prácti- necesitamos nosotros.
y la vida, que desfigura a
ca sacramental de
muchos cristianos, responde
cual Una visión torcida de la divinidad que tenemos en
la para encon-
esa mentalidad dualista, según nuestras cabezas y no ha
sido evangelizada por Jesús
trarnos con Dios hay que
salir del mundo profano y duda la visión de los ritos sacramenta-
meternos en el mundo sagrado.
influye sin en

les como cumplimientoS impuestos por Dios desde

En la misma fe del Dios encarnado podríamos fuera. Así piensan muchos por ejemplo de la misa
a v a n z a r siguiendo la
conducta histórica de Jesús. dominical o de la confesión penitencial; ven ahí una
«Movido a compasión» es una frase muy
socorida
obligación, no una oportunidad. E intluye también
e n los evangelios para explicar
la intervención de incluso a la hora de interpretar la sacrilicialidad de
Jesús ante tanta miseria humana: leprosos, ciegos, la eucaristía; a veces se piensa que es un sacrificio
sentimientos lle- ofrecido a una divinidad airada contra nosotros y
multitud hambrienta. Fueron los
Jesús en sus Pero esta interpretación
es Jesucristo.
vados a la práctica de vida que expresó cuya víctima
sus milagros y las evangélicamente deformada: el verdadero Dios
gestos sacramentales que fueron sacramentos son es
está de nuestro lado y en tavor nuestro por amor gra-
comidas con los pobres. Si los
n o signilican nada en
la marcha y tuito. Alcanzado por ese amor de Dios, Jesús de
meros ritos que no expresan el Nazaret realizó su vida y sufrió el martirio apasiona-
cambio de nuestra vida diaria, ya
la fe y la aumen- do por el proyecto del Padre; su existencia y su
muer-
seguimiento de Jesús. «Suponen mostró en su
tan» quiere decir: los
sacramentos son expresiones te lueron expresión de un amor que se
el vivió murió no para aplacar a
públicas de que una persona conoce ya proyecto dar un
entrega sacrificio;
o y
una divinidad alejada y celosa de su honor, sino
del mesías, acepta su evangelio, y quiere
tratando de r e - c r e a r en su propia his- como expresión de que Dios mismo estaba en él
paso adelante
toria la historia de Jesús. como anmor entrañable que libera y humaniza: si este
hombre ha sido capaz de vivir así, con ese amor y esa
de
libertad únicos, «verdaderamente era el Hijo
«No quiero sacrificios, sino misericordia» Dios» (Mc 15,39). Esa vida de Jesús apasionada y
entregada la realidad que celebramos y
con amor es

Con frecuencia los cristianos andamos por el comulgamos en la eucaristía.

mundo c o n cara de poco redimidos, obsesivamente
preocupados por cumplir con Dios a quien
vemos

como señor alejado y juez implacable dispuesto a Obra del Espíritu

nuestros muchos delitos. No hemos
castigarnos por
entendido la buena noticia de Jesús: Dios es omni- Según 1 Cor 15,45, el Resucitado es cue
espiritual» que no sólo tiene vida, sino también que
potente y juez; pero su poder y su justicia se mani-
fiestan en misericordia. Según esa mentalidad muy la comunica. El Espíritu Santo es, en lenguaje

20 PARA COMPRENDER LOS SACRAMENTOS

 san Irenco, el otro brazo de Dios que realiza en el
ranscurso de la historia y en cada ser
humano lo
que ha tenido lugar de modo único y
co en Jesús de Nazaret. Por eso los paradigmáti-
sacramentoDs
cristianos, signos de la nueva alianza y medios de
salvación, sólo pueden superar el ritualismo si se
celebran en clima «espiritual»"
En el bautismo, agua y
te
Espíritu van íntimameen-
unidos. Ya es elocuente la epiclesis
para bendecir
el agua bautismal, evocando los de la crea-
ción del mundo: como entonces las
orígenes
aguas primor
diales fecundadas por el Espíritu lueron seno
materno de vida, en la fuente bautismal nacen los
nuevos hijos de la Iglesia. Según los evangelios,
cuando Jesús recibió su bautismo en el Jordán,
quedó totalmente poseído del Espíritu. Y el cuarto
evangelista identilica el bautismo con el agua que
brota del costado de Cristo muriendo en la cruz,
donde Jesús entrega su espíritu a la comunidad
representada en Maria y el discípulo amado"
La contirmación es «el sello del don del Espíritu
Santo». En la Const. Divinae consortium naturae
sobre la confirmación se indica que esta Irase per
lenece a la lorma de la celebración sacramental
que, siguiendo la antiquísima tradición del rito
bizantino, «recuerda la elusión del Espíritu que
tuvo lugar el día de pentecostés». En las análoras
eucarísticas, la epiclesis es la invocación del Espíri-
tu Santo sobre la comida eucarística; gracias ala
intervención del Espíritu que resucitó a Jesús y hoy
rejuvenece a la comunidad cristiana, la anámnesis o
recuerdo del acontecimiento Jesucristo se hace pre-
sencia del Resucitado que ofrece su vida -«cuerpo y
sangre- para vida del mundo y alimento espiritual
de los mortales.
La fórmula renovada para la celebración de la
penitencia es también epiclésica: «Dios Padre mise-
Ambientación muy bien expuesta por el Grupo de Les
Dombes, L'Esprit-Saint. I.Eglise el les Sacremets, Taizé 1979.
Un amplioy serio comentario en D. Salado, Un modelo de sacra-
mentologia eintegral. (Iy 1): Cienc.Tom. 356 (1981) 469.501
También Y. Congar hace rellexiones adecuadas sobre «el Espí-
ritu Santo y los sacramentos», en El Espintu Sanio, Barcelona
1983, 647-703.
Jn 19,34. En 7,37-39, Juan dice que Jesús es la roca de
donde brota cl agua viva (1 Cor 10,4), que es cl Espíritu dado en
el aconteeimiento pascual de Cristo (Jn 19,30).
ricordioso... que derramó el Espíritu Santo para re-
misión de los pecados, te conceda, por el ministerio
de la Iglesia, el perdón y la paz». En la bendición del
óleo para la unción de enfermos, el
sacerdote invoca:
«Envía sobre él tu Espíritu que santifica»;y la forma
del sacramento dice: «Que el Señor con su gran bon-
dad te reconforte por la gracia del Espíritu Santo».
En la ordenación de un presbítero, a la imposi-
ción de manos -gesto simbólico del Espíritu que
llega- sigue la forma, un prefacio deprecatorio que
es una verdadera epiclesis. Análogamente, cuando
se concede el episcopado, se pide:
«Derrama sobre
este siervo tuyo la fuerza que procede de ti, la del
Espíritu soberano que comunicaste a tu Hijo
amado Jesucristo y que se transmitió a tus santos
apóstoles...» ". La liturgia oriental para la celebra-
ción del matrimonio trae un símbolo muy elocuen-
te: los esposos reciben una corona, signo de la veni-
da del Espíritu sobre ellos, v así lo expresa la plega-
ria que sigue a la coronacióón.
Eclesialidad de los sacramentos
Hace va varios siglos, Tomás de Aquino se plan-
tcó la cuestion: se puede creer en la Iglesia?;: por-
que, propiamente hablando, «creer», confiar total-
mente, sólo se pucde en Dios, única roca firme.
Pero Tomás responde: antes de «creo en la Iglesia»,
está el artículo «creo en el Espíritu Santo». La con-
fesión cristiana quiere decir: «Creo en el
Santo que santilica a la Iglesia» ".
Espíritu
Según esta fe,
hay en la Iglesia una dimensión divina y una dimen-
sión humana; est hecha como don del
Espíritu y se
está haciendo en el transcurso de la historia.
Los
dos aspectos explican de
algún modo diferencias y
cambios en los pronunciamientos del
magisterio
sobre los sacramentos cristianos. Me reliero con-
cretamente a la posición del concilio de Trento a
y
la orientación del Vaticano I.
"Algunos padres vieron la ordenación de los apóstoles en
el llamado «pentecostés joánico»; «Recibid el Espíritu Santo;
a
quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados...v (Jn
20,22-23).
11-11, 1, 9, sol 5. Con buen sentido
afirmó que «la vida de la Iglesia es teológico, Y. Congar
enteramente epiclésica»
convocación e invocación del Espíritu Santo.
PARA COMPRENDER LOS SACRAMENTOs 21
 ritos llamados
determinada cultura, y porque son «para los hom.
venía celebrando siete bres, no es suficiente una teoría ni se aregla todo
La Iglesia comprometía de
sacramentos, en que toda ella se
con formulaciones teológicas
pertfectas y univ sa-
los recibían. Era
en favor de quienes tactores determinantes
modo especial les. Hay sin embargo en
consciente de serel pueblo de Dios, presencia
nuevo nuestra época que deben ser tenidos en cuenta pre-
actualizar y
del Espíritu, que puede cisamente para que los sacramentos sean no cargas
y sacramento bien de los demás en
momen-
entregar e s a vida para sino medios de liberación.
el XVI los pesadas,
tos elegidos por
ella misma. Cuando en s.
sacramen-
reformadores negaron la mayoría
de esos

encontraban fundamento en las pala- Dos referencias importantes

tos porque no
reaccionó: hay siete ritos
bras de Jesús, la Iglesia
es templo del
donde la comunidad cristiana, que ya En la celebración de los sacramentos podemos
actualiza y ofrece como don Uno de las palabras o fórmu.
Espíritu, infaliblemente distinguir tres niveles.
propia vida de comuniónen fe,
amor y
los simbolos, y un tercero va
gratuito su las rituales, otro de
Así lo proclamó el concilio de la idea que se tenga
Trento con
esperanza. teológico muy relacionado con
a las fórmu-
de la divinidad. EI Vaticano dio paso
lI
la expresión ya conocida «ex opere operato».
la inculturación
las en lengua vernácula, invitó a
e
esa manifesta-
En los siglos de Contrarreforma, este segundo
ción gratuita de Dios en la Iglesia que
se concreta de los símbolos sacramentales. En
mucho que andar, pero donde no
sacramental fue sacada de con- nivel hay todavía
en cada celebración el nivel teológico: percep-
se han dado pasos en
es
c o m o algo mágico la
texto llegando a interpretar peculiaridad
El concilio de Trentoo ción de Dios, novedad de Jesucristo y
expresión «ex opere operato». pueblo del Espíritu; relación ínti.
medios de justifica- de la Iglesia como
habló de los sacramentos c o m o y amor; dimensión
no se hace real ma entre fe cristiana, justicia
ción cuya iniciativa es de Dios, pero comunitaria de la te. Sin esta renovación, la refor.
libre del hombre. Vien-
sin la intervención y entrega II se queda en la periferia, mien-
celebración de los s a c r a m e n - m a del Vaticano
do el divorcio entre la la situación de fondo sigue sin arreglo.
cotidiana de muchos cristianos, en tras
tos y la vida
insistió en otro aspec- En el actual catolicismo hay pluralidad
de
1962 el Concilio Vaticano II
sólo son celebraciones en viven su fe «como
to: los s a c r a m e n t o s no situaciones. Para católicos que
de modo infalible s u fe y s u existencial» y a rátagas en situaciones límite
que la Iglesia entrega ajuste bautis-
la vida de los s e r e s de alegría, sacramentos como
a m o r en orden a perteccionar de amenaza o
objetivo s e necesita la fe son eventos
humanos; para lograr ese mo, primera matrimonio
comunión o
a Son muchos
o apertura libre y
contiada de quienes s e a c e r c a n
importantes con cierto matiz religioso.
recibir el sacramento. los bautizados no practicantes o practicantes espo-
llamados
celebraciones s a c r a m e n - rádicos que celebran esos sacramentos
En s u eclesialidad, las es la razón
también ahí «SOciales»; no es tácil definir bien cuál
tales e n c u e n t r a n su eficacia peculiar y
riesgos. Porque s o n
acciones privilegia- que les mueve a esa participación, pues frecuente
corren sus
mente se mezclan distintas
motivaciones. Otros,
y activa la
das de la Iglesia, siempre hacen presente conscientes y celosos de su libertad, que a
veces la
fe y el de toda la comunidad
cristiana. Porque
amor
cada día en celebración sacramental encubre o es una evasión
una Iglesia que se hace
s o n acciones de
y cele- de los problemas reales, han abandonado la cele-
la historia, e n la forma de ser interpretados bración sacramental. Reaccionando contra el pel-
brados los sacramentos llevan
la m a r c a del tiempo la
se ha perdido
y pueden sulrir perversión. gro de magia, en algunos casos
manifiesta la sacramen-
dimensión de gratuidad en
talidad de la Iglesia y en los sacramentos cristianos:
cómo visibilidad sacramental de la
sinjustificar, por ejemplo el bautismo de los
esa lglesia
b) La dificultad en la práctica se puede

sacramentos son celebraciones de niños? Cuando no se percibe la gratuidad, se pue

Porque los llegar a pensar, quizá, que la eucaristía es solo ce
dentro de una
seres humanos que viven siempre

22 PARA CMPRENDER LOS SACRAMENTOS

bración de la propia existencia, olvidando que antes Con ese objetivo destaco algunos puntos de inte-
y finalmente es celebración del
Jesucristo, cuyo espíritu anima y acontecimiento
rés.
comunidad cristiana. promueve a la El Espíritu está trabajando misteriosamente noo
-

sólo en la historia, sino también y de modo especial

Y bajando más la
a
práctica, la pluralidad de en el corazón de cada persona humana. Mientras
situaciones es más notoria.
Aceptando que todas y caminamos en la fe, nunca existe una realización
todos estamos habitados por una realidad plena del evangelio; no se puede dividir a los cris-
que nos
trasciende, quién se atreve a determinar con preci- tianos en comprometidos por transformar la reali
sión los motivos de alguien que le llevan
recibir un a dad social, y en ignorantes que no han entendido el
sacramento? Como acciones de la comunidad cris- evangelio. Debemos acercarnos a los seres huma-
tiana, es lógico que la celebracin sacramental fun-
cione según normas nos creyendo en su sacramentalidad y acompañán-
generales; su aplicación debe ir dolos para que su experiencia religiosa madure; los
mediada por las situaciones concretas.
Valga como
ejemplo un caso también referente al bautismo de sacramentos tienen también una finalidad evangeli
los niños. En los últimos años, bastantes bautizados zadora". En un debate sobre pastoral sacramental
en la Iglesia se han casado únicamente
dentro de una barriada muy pobre, algunos propo-
por lo civil, nían que se negase el bautismo a los padres que lo
pero después quieren que sus hijos sean bautizados. pedían para sus hijos ignorando qué es la Iglesia y
La reacción primera es negar ese bautismo:
van a educar cristianamente cómo qué significa un sacramento; pero alguien intervi-
a su hijo quienes de no: es que los económicamente más acomodados,
modo explícito se han negado a casarse por la Igle-
e incluso frecuentadores del templo, conocen y
sia? Pero y si la pareja no ha celebrado el sacra-
mento del matrimonio
viven mejor el cristianismo que estos pobres igno-
precisamente porque no se rantes? Si durante tanto tiempo en la sociedad
encuentra preparada, y emprende un proceso de
maduración en la fe para llegar a esa celebración española casi se ha impuesto como normal el bau-
más tarde?; tiene esta pareja menos posibilidad de tismo católico no será un nuevo gesto de clerica-
lismo negarlo sin más ahora?
educar a sus
hijos en la fe que otra pareja de bauti-
zados que no vive su cristianismo, aunque por ruti- Un mayor cuidado en lograr la verdad del
na celebró el sacramento del matrimonio? La pecu-
liaridad de cada situación es de suma importancia, sacramento. Una vez más, los sacramentos como
acciones de la Iglesia deben tener una normativa
por ejemplo en el caso de tantos divorciados que se canónica, pero sin caer en el validismo que tantos
han vuelto a casar y que legalmente se ven privados estragos ha hecho en la práctica sacramental. Los
de los sacramentos precisamente cuando más nece sacramentos no son fines en sí mismos, sino medios
sitan apoyo de la comunidad cristiana. de justifticación, un encuentro personal entre Dios y
la persona humana.
Conviene denunciar aquí cierta tensión más o
Aspectos que merecen atención menos callada entre liturgistas preocupados por la
Hay un malestar de muchos sacerdotes en la normatividad, y pastoralistas que a veces lamentan
cerrazón litúrgica. Los liturgistas
administración de los sacramentos. La gente que ven con fastidio
los celebra no está suficientemente preparada, y prácticas que rompen los marcos tradicionales: pri-
mera confesión después de la
tampoco acepta fácilmente -cuando más negocia- primera comunión,
un proceso de preparación. Muchos piden los confirmación en la adolescencia, cambios de lectu-
ras y de textos
sacramentos por razones familiares, sociales o de según la situación de la comunidad
inercia; y quienes reciben los sacramentos escasa- celebrante; cuando viven esa preocupación obsesi-
mente se integran en la comunidad parroquial.
vamente, pueden caer en un fixismo lamentable
que
Comprendiendo el desgarOinterior y el desampa haga imposible la necesaria creatividad. Los pasto0-
ro que sufren muchos sacerdotes, hay que avivar el
entusiasmo por servir a la comunidad cristiana. SC 59.

PARA COMPRENDER LOS SACRAMENTos 23

ralistas, a su lamentan la cerrazón de la nor-
vez,
miento religioso y las praclicas de
religión. Este
de sentimiento la
y práctica religiosa encuentran
matividad litúrgica, y c o r r e n también el peligro buen
olvidando la celebración de los sacra- clima en la cosmovisión de
un mundo rural depen-
anarquía, que diente de las fuerzas naturales, y tambin es terre-
mentos pertenece a toda la comunidad
cristiana
la hora de no propicio nuestra sociedad secularizada que fun-
m a r c a los c a u c e s permanentes a
que ciona cada vez como si Dios no existiera; muchos
celebrar; su tentación e s la anonia que acaba e n la no soportando el realismo economicista v ei
dis-
dispersión. A raíz del Vaticano II amenazó la «desencantamiento» del mundo, buscan otra vez
anárquica; pero después el fixismo está
persión espacios sagrados que sean como refugio al margen
siendo la gran tentación.
del dinamismo social y creacional.
En el fondo está la preocupación por articular El cristianismo se desenvuelve como una reli.
objetividad y subjetividad en la celebración de los gión; pero el evangelio sobre Dios anunciado por
sacramentos, sin c a e r e n el objetivismo mágico ni
Jesús es en cierto modo subversión del esquema
en el subjetivismo miope. La gratuidad de la Iglesia
religioso: porque Dios no es alguien alejado cuyva
y de la celebración sacramental,
defendida c o n simpatía hemos de conquistar, sino el Padre que se
énfasis e n el concilio de Trento, ha degenerado con
pone a nuestro lado antes de que le invoquemos.
frecuencia en un objetivismo rayando con lo mági- Más que medios para superar el distanciamiento de
co. Pero la intervención libre y
creativa del ser Dios o aplacar su ira, los sacramentos y el sacrificio
humano que celebra u n sacramento puede c a e r en cristianos son la expresión histórica y encarnada de
el subjetivismo que olvide la gratuidad. Dios: amor que nos ama no porque seamos buenos,
- La dinmensión comunitaria de los sacramentos sino porque él es bueno0.
atención. Y la comuni-
e s otro aspecto que mnerece Esta visión evangélica aún n o ha calado sufi-
tariedad aquí n o sólo se refiere a la Iglesia, sino cientemente en muchos bautizados. Y por eso una
también a la solidaridad social: los sacramentos son renovación de los sacramentos cristianos será
actos-celebraciones de toda la comunidad cristiana,
imposible sin una evangelización paciente y articu-
e s a comunidad; pero tam-
y medios para edificar lada de la misma religiosidad que hoy toma cuerpo
alimentan u n a fe inseparable de la
bién suponen y en las celebraciones sacramentales.
sin discri-
caridad o a m o r comprometido con todos
minaciones . No e s fácil recobrar y vivir esta
desfi-
dimensión e n u n a sociedad c o m o la nuestra Actitu1d evangélica: misericordia
donde cada uno
gurada por el individualismo, costa de los otros.
busca « s u salvación» incluso a Cuando en la Edad Media se fraguaba la rele-
También amenaza el «individualismo grupal» de xión teológica sobre los sacramentos, era introduc
celebran el sacramento para c r e c e r en
«mi
quienes ción frecuente la parábola del buen samaritano
toda la Iglesia y por la se inclinó
sin preocupación por
grupo»
transtormación de la sociedad en amor y en justi- como aquel hombre movido a compasión es
hacia el desvalido, en los sacranmentos Jesucristo
cia. el buen samaritano que se pone a nuestro lado para
de
Evangelizar lo religioso. Ante la sensación de loD curar nuestras heridas y ponernos en pie a fin
misterioso e inefable que nos envuelve y no pode- que sigamos caminando. Los sacramentos manilies
de
brotan el senti- concretan históricamente la vida maternal
mos controlar, espontáneamente tan y
la Iglesia, que se define como sacramento del am0
gratuito: ««sed misericordiosos como vuestro Pad
Toda la comunidad cristiana e s sujeto activo prolago-
y

celebración sacramental; ésta «pertenece a todo el

celestial es misericordioso» (Lc 6,36).
nista de la
lo manifiesta y lo implica» (SC 26). Por ello
Con

cuerpo de la Iglesia,
es preferible la celebración
la individual casi privada (SC 27; tambi n n. 23 y 33). Los
o
comunitaria de los sacramentos que
Sólo este amor que se hace cargo y
en
carg
la miseria del otro para ayudarle a salir de su situa
situa
la pastoral sacramental encontrar sen

sacramentos s e ordenan «a la edilicación del cuerpo

místico», y Cion puede
s u fruto es «la práctica
de la caridad» (SC 59). do y eniusiasmo. Sin caer en un relativismo id

24 PARA COMPRENDER 1OS SACRAMENTOS

no,muchas veces lo mejor es enemigo de lo bueno,
y para muchos bautizados los sacramentos son la
única oportunidad de que se acerquen a la Iglesia. Si
reciben un trato de
dignidad y respeto, si perciben
que se les ama
porque son personas y se valoran
convicciones, ya están recibiendo la buena noticia
de Jesucristo en una sociedad donde la
persona
humana sólo interesa como pieza de rentabilidad u
objeto de consumo. Es verdad que a veces muchos
bautizados piden los sacramentos sin saber muy
bien lo que piden; el verdadero amor
aquí no es sin
más cerTrar las puertas, sino una catequesis
persona-
lizada y de acompañamiento para que los candida-
tospuedan decidir responsablemente por su cuenta.
Hay también hoy en la Iglesia muchas personas
excluidas de las celebraciones sacramentales por
una
legislación vigente; sin menospreciar esa legis-
lación, también aquí debe prevalecer la misericor-
dia: las personas son antes que las leyes, y la Iglesia
se edifica sobre todo y finalmente no por leyes muy
bien formuladas, sino con personas trabajadas poco
a poco por el Espíritu.
sus
Lecturas
K. Rahner, La Iglesia y los sacramentos, Barcelona 1964.
E. Schillebeeckx, Cristo, sacramento del encuentro con
Dios, San Sebastián 1966.
L. Maldonado, Iniciaciones a la teología de los sacramen-
tos, Madrid 1977.
L. Boff, Los sacramentos de la vida, Santander 1978.
1981
J. M. Castillo, Símbolos de libertad, Salamanca
G. Fourez, Sacramentos y vida del hombre, Santander
1983.
F. Taborda, Sacramentos, praxis y fiesta, Madrid 1987.
J. Espeja, Sacramentos y seguimiento de Jesús, Salamanca
1989.
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