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Patología dolorosa de columna: cervicalgia, dorsalgia y lumbalgia

Article  in  FMC - Formación Médica Continuada en Atención Primaria · May 2014


DOI: 10.1016/S1134-2072(14)70777-7

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Jose M Climent Juan Bago


Hospital General Universitario de Alicante Hospital Vall d’Hebron, Barcelona, Spain
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FMC – Protocolos

Programa de actualización

FMC
en Medicina de Familia y Comunitaria

Volumen 21. Protocolo


Mayo 2014
2

www.elsevier.es/fmc

Formación Médica Continuada en Atención Primaria

Protocolos 2/2014/1
Patología dolorosa de columna:
cervicalgia, dorsalgia y lumbalgia

Definición del problema 9


Presentación clínica 11
Examen clínico 19
Examen complementario 24
Tratamiento 26
Seguimiento 31
Derivaciones 31
Bibliografía 31

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Programa de actualización
en Medicina de Familia y Comunitaria

FMC
Formación Médica Continuada en Atención Primaria

Protocolos
Director Consejo Asesor
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Amando Martín Zurro
Josep Mª Argimón Pallas Barcelona Josep Jiménez Villa Barcelona
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FMC
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Patología dolorosa
de columna: cervicalgia,
dorsalgia y lumbalgia

Autores
José M. Climent
Servicio de Rehabilitación, Hospital General Universitario de Alicante, Alicante, España

Joan Bagó
Unidad de Cirugía Ortopédica de Raquis, Hospital Vall d’Hebron, Barcelona, España

Alfredo García-López
Servicio de Rehabilitación, Hospital General Universitario de Alicante, Alicante, España

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Patología dolorosa
de columna: cervicalgia,
dorsalgia y lumbalgia

Definición del problema 9


Causas de dolor espinal 10
Lumbalgia inespecífica 10
Presentación clínica 11
Discopatía 11
Artrosis y síndromes facetarios 12
Escoliosis 13
Estenosis de canal 13
Espondilolistesis e inestabilidad vertebral 14
Síndrome de Bertolotti 14
Síndromes miofasciales paraespinales 15
Disfunción somática 15
Signos de alarma 16
Signos de alarma para neoplasia 17
Signos de alarma para infección 17
Signos de alarma para fractura 18
Signos de alarma para compromiso de elementos neurales 18
Estenosis de canal 18
Compresión de la cola de caballo y compresión medular 18
Compresión radicular 18
Signos de alarma para dolor de origen visceral 18
Examen clínico 19
Balances articulares espinales 20
Signo de Spurling 20
Signo de timbre 21
Signos de estiramiento ciático 21
Signos de déficit motor y sensitivo 22
Signos relacionados con la palpación y la movilidad espinal 23
Medida de la salud, la funcionalidad, la calidad de vida y el dolor 23
Examen complementario 24
Imagen 24
Electrodiagnóstico 25
Diagnóstico diferencial 25
Tratamiento 26
Información y educación para la salud 27
Fármacos 27
Ejercicio 28
Terapias manuales 29
Tratamientos combinados 29
Procedimientos físicos 29

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Acupuntura y punción seca 29
Procedimientos intervencionistas 30
Cambios terapéuticos en función del diagnóstico y de la evolución 30
Seguimiento 31
Derivaciones 31
Bibliografía 33

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Patología dolorosa
de columna: cervicalgia,
dorsalgia y lumbalgia

Definición del problema su vida1, y que 7 de cada 10 sufren dolor cervical2.


Quizá sorprenda también la noticia de que hasta 7
de cada 10 personas refieren dolor dorsal3. En fran-
El dolor de espalda constituye un problema de salud jas temporales más circunscritas, las cifras siguen
relevante por su alta prevalencia y por sus conse- siendo epidémicas: entre el 30% y el 50% de las
cuencias personales, sociales y económicas. Es una personas refieren dolor lumbar en el último año, y el
causa muy frecuente de consulta tanto en atención 45% de las personas han padecido dolor cervical en
primaria como especializada, y aunque existen nu- los últimos 6 meses4. Por otro lado, el dolor de es-
merosas revisiones sistemáticas y guías clínicas so- palda sigue siendo la primera causa generadora de
bre esta patología, hay todavía algunas lagunas y años vividos con discapacidad5.
cierta incertidumbre tanto en su diagnóstico como Desde el punto de vista cronopático se habla de dolor
en su tratamiento. lumbar agudo cuando dura menos de 6 semanas,
El dolor de espalda se define desde el punto de vis- de dolor subagudo cuando dura entre 6 semanas y
ta topográfico o regional. En general se aceptan am- 3 meses, y de dolor crónico cuando dura más de 3 me-
pliamente los términos cervicalgia, dorsalgia y lum- ses. Sin embargo, muchos pacientes escapan a esta
balgia, que corresponden a los términos ingleses clasificación, ya que presentan una clínica recidivan-
neck pain, upper back pain y low back pain. En es- te, con episodios de una duración variable que pue-
te protocolo se utilizarán las definiciones topográfi- den repetirse con mayor o menor intensidad a lo largo
cas reflejadas en la tabla 1. En la práctica clínica, los de meses o años6,7.
pacientes suelen quejarse con frecuencia de dolor Se acepta que hasta el 90% de los pacientes con
lumbar irradiado por debajo de las crestas ilíacas, lumbalgia evolucionan favorablemente, con una du-
en la zona glútea o pélvica posterior, por lo que se ración de las algias inferior a 3 meses8. Esta elevada
matiza también este concepto de dolor lumboglúteo cifra de mejoría ha impulsado una visión optimista
o lumbopélvico como una forma de dolor lumbar del dolor espinal observable en muchos textos, que
irradiado hacia la nalga. subrayan que la gran mayoría de pacientes evolu-
La prevalencia del dolor espinal es abrumadora. Las ciona hacia una resolución favorable. Sin embargo,
revisiones epidemiológicas muestran que el 84% de conviene revisar un poco más estas cifras ya que un
las personas padecen dolor lumbar alguna vez en poco de mucho, desde el punto de vista poblacional,

Tabla 1. Topografía del dolor espinal y denominaciones comunes


Denominación Localización del dolor
Cervicalgia Desde el occipucio y las líneas nucales del occipital hasta la espina de la escápula
Cervicobraquialgia Cervicalgia que irradia también hacia el miembro superior
Cervicodorsalgia Cervicalgia que irradia también por debajo de la espina de la escápula
Dorsalgia Desde la espina de la escápula hasta la costilla XII
Lumbalgia Desde el borde inferior costal hasta el borde inferior de las nalgas
Lumbociatalgia Lumbalgia que irradia hacia miembros inferiores

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FMC – Protocolos

tiene una gran significación. Por el lado de la mala


Tabla 2. Elementos espinales y paraespinales
evolución, hasta el 10% de los pacientes desarrollan que cuentan con inervación nociceptiva y pueden
lumbalgia crónica8. Con una prevalencia de vida del generar dolor
80%, se podría asumir, pues, que el 8% de la pobla-
Elementos neurales
ción podría padecer lumbalgia crónica a lo largo de
su vida. Las cifras para el dolor cervical son aún me- Médula espinal
nos halagüeñas, ya que en el 34% de los pacientes Duramadre
se cronifica y hasta el 14% de la población padece Raíces nerviosas
dolor cervical crónico9. Además, en la historia perso-
nal de cada paciente crónico no es difícil encontrar Vasos
dolor recidivante y multifocal, es decir pacientes con Elementos vertebrales
episodios de dolor espinal multifocal, lumbar, dorsal Vértebras
y cervical, de forma simultánea o itinerante.
Tercio externo del annulus discal
Un aspecto terminológico clave es el concepto de
dolor específico o inespecífico. Durante décadas, Articulaciones apofisarias
desde la aparición de las primeras guías clínicas10, Articulaciones uncovertebrales
se hacía referencia al término dolor cervical o dolor Músculos
lumbar de forma abstracta, como un concepto ge-
nérico regional, es decir como el dolor que afecta a Ligamentos
una región topográfica corporal. Más adelante se
consolidó el concepto de lumbalgia inespecífica
bajo la tesis de que alcanzar un diagnóstico espe- tica, hacer preguntas clave que permitan identificar
cífico para el dolor espinal era a menudo difícil o signos de alarma clínicos o psicosociales que ayu-
imposible11. Otro término que ha hecho fortuna en den a manejar el problema y de los que se hablará
el lenguaje clínico es el de dolor mecánico, por lo más adelante en profundidad.
que con frecuencia se habla de cervicalgia mecáni-
ca o lumbalgia mecánica. Esta expresión hace refe-
rencia a las características clínicas del dolor, que Lumbalgia inespecífica
aumenta con la actividad o con las solicitaciones
mecánicas y disminuye o mejora con el descanso o
el reposo. En principio se distinguen tres formas genéricas de
dolor espinal: el dolor específico (relacionado con
una enfermedad específica subyacente), el dolor ra-
Causas de dolor espinal dicular (por compresión de las raíces nerviosas es-
pinales) y el dolor inespecífico. Este concepto ha
surgido a causa de los problemas de filiación del do-
El origen del dolor de espalda se encuentra en le- lor espinal. Se reconoce en la literatura científica
siones, alteraciones o disfunciones de elementos más reciente que el diagnóstico de la lumbalgia es
espinales y paraespinales. Cualquier estructura de impreciso y que es difícil encontrar una lesión con
esta región que disponga de inervación nociceptiva correlación clínica sólida13.
puede generar dolor. Estas estructuras incluyen ele- Sin embargo, esta orientación de lumbalgia inespe-
mentos neurales (médula, raíces, plexos), muscu- cífica es relativamente reciente, ya que los investiga-
loesqueléticos y articulares (tabla 2)12. dores han hecho numerosos esfuerzos por filiar las
Es de esperar que en el futuro, la mejora de las téc- causas del dolor de espalda. Por ejemplo, en una
nicas diagnósticas permita identificar la estructura o serie de 1987 con 1.293 pacientes se pudo encon-
estructuras responsables del dolor. Sin embargo, de trar la causa del dolor lumbar en el 84% de los ca-
momento no siempre es posible filiar esta lesión, o sos, etiquetando el problema como estenosis de re-
bien se observan alteraciones que no están relacio- ceso lateral, hernia discal, espondilolistesis o dolor
nadas con el dolor que sufre el paciente y que pue- sacroilíaco14. Sin embargo, con el paso del tiempo
den precipitar conclusiones erróneas y consecuen- los investigadores se decantaron por conceptos más
cias desfavorables. En esta situación de falta de co- inespecíficos, como contractura o distensión (sprain,
rrelación clínico-lesional o de falta de identificación strain). Deyo, uno de los introductores y defensores
causal se habla de lumbalgia inespecífica y se pre- del concepto de lumbalgia inespecífica o idiopática,
fiere, más que intentar realizar una filiación diagnós- sostenía que el 97% de los pacientes con dolor lum-

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FMC – Protocolos

bar sufría lumbalgia mecánica y sólo el 3% restante Presentación clínica


infecciones, neoplasias, enfermedades inflamatorias
o dolor visceral. En el grupo de dolor de estirpe me-
cánica, destacaba un 70% que se podría filiar como Como ya se ha dicho, en la literatura científica se
contractura o distensión (muscular o ligamentosa). ha destacado que no siempre es posible alcanzar
El 10% de los pacientes padecía problemas degene- un diagnóstico específico en el dolor de espalda18.
rativos discales y facetarios, y el 4% hernias disca- Sin embargo, se maneja comúnmente un buen nú-
les. El resto se repartían entre estenosis de canal, mero de diagnósticos y términos en el entorno del
espondilolistesis, fracturas osteoporóticas y deformi- dolor espinal, por lo que se revisan aquí de forma
dades graves11. breve, con el fin de facilitar información útil al clíni-
Este concepto de inespecificidad matiza todo el en- co y para vincularlas con algunas de las técnicas
foque nosológico del dolor lumbar, y afecta tanto al terapéuticas de las que se hablará más adelante y
examen clínico como al complementario y al propio que se dirigen precisamente hacia alguno de estos
tratamiento. Debe tenerse en cuenta que el paradig- diagnósticos. Además de las formas inespecíficas
ma de la medicina racional se basa en un diagnósti- que ya se han descrito, existen causas bien cono-
co y en un tratamiento, por lo que el concepto de cidas de dolor espinal y que pueden afectar de for-
inespecificidad acarrea una imprecisión aún mayor a ma directa o indirecta a las estructuras con inerva-
la nosología del dolor espinal. De hecho, muchos de ción nociceptiva. A continuación se describirán
los tratamientos que se utilizan y que aportan evi- brevemente algunas claves que pueden ayudar al
dencia científica no son inespecíficos, sino que van clínico a manejar a los pacientes con estas afec-
dirigidos a alguno de los elementos con inervación ciones.
nociceptiva con el fin de disminuir las señales dolo-
rosas y aliviar el sufrimiento del paciente.
En el momento actual pueden distinguirse varias Discopatía
tendencias en el manejo global del dolor de espalda:

r"TVODJÓO EFM DPODFQUP EF JOFTQFDJGJDJEBE Z CÙT- La discopatía se describe como una degeneración
queda de signos de alarma clínicos o sociales que del disco ante solicitaciones mecánicas. Este cuadro
permitan detectar y resolver elementos de gravedad. puede desembocar en una rotura de su estructura
Esta tendencia es la de mayor difusión en el ámbito anular y que el contenido del núcleo pulposo migre y
de la atención primaria y de las guías clínicas15. se hernie hacia el interior del canal o hacia el aguje-
r#ÙTRVFEBEFMBFTUSVDUVSBRVFPSJHJOBFMEPMPSDPO ro de conjunción donde puede producir compresión
el fin de aportar una orientación terapéutica especí- de elementos neurales o anclaje e inflamación radi-
fica. Esta tendencia es más frecuente en el ámbito cular. Hay un espectro en esta patología que abarca
de las consultas especializadas en dolor espinal o desde la degeneración, hasta la rotura y la hernia-
en patología de la espalda. Se trata de alcanzar un ción. La degeneración puede darse en un contexto
diagnóstico racional basado en la correlación clínica de espondilosis y se habla entonces de discartrosis.
con las exploraciones complementarias16. La rotura aguda del annulus puede producir dolor
r&OGPRVFEFMEPMPSFTQJOBMFOGVODJÓOEFIBMMB[HPT agudo, ya que su tercio externo está inervado por la
clínicos específicos con intención terapéutica de re- rama recurrente de Luschka19. La hernia discal pue-
versión de estas observaciones. Esta tendencia es de ser fuente de dolor por la irritación dural, por la
muy práctica y se realiza desde la perspectiva de la compresión neural que produce la migración de ma-
medicina manual y de la fisioterapia y se basa en la terial o directamente por elementos irritativos y ge-
identificación de hallazgos clínicos (disfunciones ar- neradores de la liberación de sustancia P radicados
ticulares, tensiones ligamentosas, puntos gatillo mio- en el núcleo pulposo, como el factor de crecimiento
fasciales) y su tratamiento directo mediante técnicas nervioso1.
específicas17. En décadas anteriores ha habido una tendencia ex-
cesiva a categorizar el dolor de espalda como un
Estas tres tendencias no son ni contradictorias ni ex- problema discal. Se creyó que la hernia discal y la
cluyentes. En este protocolo se trata de ofrecer una compresión de elementos neurales explicaban razo-
visión integradora de todas ellas que permita al fa- nablemente el dolor espinal y la irradiación braquial
cultativo moverse cómodamente ante un paciente o ciática por la compresión de las raíces nerviosas
con dolor de origen espinal y aportar los beneficios incriminadas. Sin embargo, a partir de la década de
de las diversas perspectivas. 1990, con la difusión de los dispositivos de resonan-

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FMC – Protocolos

cia magnética (RM), comenzaron a realizarse estu- imagen casual de un problema asintomático sobre
dios que demostraron la gran cantidad de falsos po- el que no deben sacarse conclusiones diagnósticas.
sitivos discales. Se encontró que entre un 22% y un En este caso, se debe tranquilizar al paciente y no
40% de pacientes asintomáticos presentaban her- apoyar una conciencia de enfermedad discal. En
nias discales. Entre el 24% y el 79% (según el grupo consecuencia, el clínico debe situar la evidencia dis-
de edad) mostraban abombamientos discales (bul- ponible al servicio de las condiciones clínicas de ca-
ging). Entre el 72% y el 93%, degeneración discal. da paciente.
Finalmente, hasta el 48% de los pacientes asinto-
máticos mostraban roturas del annulus20 o abomba-
mientos discales21. Estos hallazgos desmitificaron el Artrosis y síndromes facetarios
exagerado papel del disco alterado en la génesis del
dolor espinal y quizá impulsaron el péndulo hacia el
otro extremo, el de la ignorancia del disco como La artrosis espinal o espondilosis es un fenómeno
causa de dolor. Sin embargo, estudios más recien- muy frecuente en los grupos etarios por encima de
tes vuelven a replantear la relación del dolor y las los 50 años. Se manifiesta por pérdida del cartílago
anomalías discales, ya que se ha observado una articular y alteraciones degenerativas. En el raquis
asociación entre el dolor de espalda y el estrecha- hay tres grupos móviles: los discos, las articulacio-
miento del espacio discal (odds ratio [OR]: 1,9), la nes apofisarias (cigapofisarias o “facetas”) y las arti-
degeneración discal (OR: 2,18) y la hernia discal culaciones uncovertebrales o de Luschka, presentes
(OR: 2,07)1. Estos estudios no permiten inferencias únicamente en las vértebras cervicales entre C3 y
individuales, pero muestran que la existencia de do- C6 (fig. 2).
lor y los hallazgos lesionales no son completamente Ya se ha hecho referencia al fracaso degenerativo
autónomos. del estabilizador móvil discal que recibe el nombre
Es necesario insistir en que la concordancia clínico- de discartrosis. Este fracaso biomecánico suele ser
radiológica es un elemento nuclear en la identifica- segmentario, es decir, afecta a todo el segmento
ción de las causas de la lumbalgia. De forma que, vertebral, de forma que las anomalías discales no
en un paciente con estiramiento ciático positivo iz- son aisladas y pueden acompañarse de anomalías
quierdo, debilidad de la flexión plantar, abolición del vertebrales y articulares.
reflejo aquíleo y disestesia en el territorio de S1, el Se considera que las facetas alteradas son una
hallazgo de una hernia discal L5-S1 comprimiendo fuente común de dolor espinal debido a su inerva-
la raíz izquierda confirmaría de forma sólida el diag- ción sensorial y a su vinculación con la rama poste-
nóstico (fig. 1). En otro paciente con dolor segmenta- rior vertebral22. Por este motivo, las facetas o su ra-
rio L5-S1 con irradiación sacroilíaca, el hallazgo de ma de inervación son una diana terapéutica muy fre-
una degeneración discal L3 probablemente sea una cuente en el intervencionismo espinal.

Figura 1. Hernia discal lumbar que comprime la raíz espinal.

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FMC – Protocolos

Hernia discal

Articulación de Luschka

Raíz espinal

Faceta

Osteofito

Médula espinal Hipertrofia del ligamento amarillo

Figura 2. Diferentes puntos de compresión de elementos neurales cervicales.

Escoliosis

Un aforismo conocido ha defendido que la escolio-


sis no duele, y es cierto que muchos adolescentes
con escoliosis descubren por sorpresa que son por-
tadores de esta deformidad en una revisión escolar,
sin haber sentido dolor alguno previamente. Sin em-
bargo, ha quedado demostrado que los pacientes
con escoliosis presentan una mayor frecuencia de
dolor (73%) que la población sin escoliosis (56%)23.
Es posible que la escoliosis no duela per se, pero
que promueva un potencial de sobrecarga mecánica Estenosis de canal
que lleve a la estimulación de los receptores noci- lumbar
ceptivos con mayor frecuencia que en la población
general.

Estenosis de canal

La estrechez del conducto espinal puede suponer


un conflicto de espacio para los elementos medula-
res y neurales (fig. 3). Aunque puede ser de origen
congénito, generalmente se observa en los grupos
etarios avanzados, en el contexto de un fracaso es- Figura 3. Estenosis de canal lumbar con atrapamiento
multisegmentario de los elementos neurales espinales.
pinal multisegmentario. La ocupación del canal espi-

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FMC – Protocolos

nal anterior por la migración discal en serie y el cre- ce en un contexto degenerativo o traumático. En la
cimiento osteofítico exuberante hacia el interior del espondilosis que afecta a las articulaciones intera-
canal desde el muro posterior articular puede defor- pofisarias puede observarse un desplazamiento an-
mar y dañar la médula y desembocar en un cuadro terior (de la vértebra superior sobre la inferior o an-
de mielopatía caracterizado por dolor, debilidad, di- terolistesis, similar a la espondilolistesis) o posterior
sestesia y espasticidad entre leve y moderada, en el (retrolistesis). Una modalidad de desplazamiento la-
caso cervical (fig. 2) o dorsal, y en un cuadro clínico teral y rotatorio puede observarse en las escoliosis
de claudicación para la marcha de origen neuróge- progresivas del adulto. Las lesiones traumáticas
no, en el caso lumbar. Este es un cuadro clínico bas- pueden aparecer tras lesiones de partes blandas (p.
tante frecuente a partir de la sexta década de la vida ej., tras un latigazo cervical grave), o de los elemen-
y debe ser reconocido y controlado, ya que puede tos óseos. Las fracturas vertebrales con frecuencia
presentar cierto potencial de gravedad y de progre- pueden derivar hacia una inestabilidad.
sión discapacitante24. Como en toda la patología espinal, el hecho de que
exista la lesión continuamente y el dolor pueda ser
transitorio hace difícil entender la vinculación entre
Espondilolistesis e inestabilidad el algia y la alteración, de forma que será necesario
interpretar que el dolor puede estar ligado a la esti-
vertebral mulación nociceptiva transitoria, relacionada con la
sobrecarga mecánica causante o derivada de estas
La espondilolistesis se caracteriza por el desplaza- lesiones.
miento anterior de una vértebra sobre la inferior (fig. 4).
Puede ser de origen congénito o adquirido. En la
forma congénita se produce una estrechez o debili- Síndrome de Bertolotti
dad de la pars interarticularis que acaba fragmen-
tándose y desencadenando el deslizamiento. En la
adquirida se produce un traumatismo único o repeti- Este síndrome se define como la asociación de ano-
do que llega a producir la lesión de la pars, o espon- malía transicional y lumbalgia. Hay conflicto de opi-
dilólisis, y el desplazamiento, o espondilolistesis. Es- nión sobre si las anomalías transicionales (conside-
tas modalidades son más frecuentes en el niño o en radas como una variante de la normalidad) pueden
el adolescente, pero acompañan al paciente de por producir dolor de espalda. Entre los que defienden
vida25. esta vinculación, se cree que el tipo de anomalía
La inestabilidad vertebral se asocia a un fracaso de transicional caracterizado por megaapófisis trans-
los elementos estabilizadores vertebrales. Se produ- versa con neoarticulación o fusión tiene un cierto

Listesis

Deslizamiento
vertebral anterior

Figura 4. Espondilolistesis.

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FMC – Protocolos

potencial algógeno al crear una sobrecarga asimétri-


ca en la zona de la charnela lumbosacra. Dicha so-
brecarga tendría un efecto sobre las estructuras
segmentarias, especialmente sobre las facetas,
músculos y elementos neurales26 que podrían enviar
señales nociceptivas y producir dolor.
Como en el resto de la patogenia del dolor de espal-
da, estas hipótesis son racionales, pero están a la
espera de confirmación. Al igual que en la escolio-
sis, el hecho de que el dolor de espalda aparezca
de forma transitoria a pesar de que siempre existe la
lesión hace pensar en otros factores anexos a la
anomalía, como la irritación de los nociceptores de
las estructuras espinales y paraespinales.

Síndromes miofasciales
paraespinales Figura 6. Músculo piramidal y su relación con el nervio
ciático.
La mayoría de pacientes con dolor espinal muestran
un componente muscular en su dolor y reciben fre-
cuentemente el diagnóstico de “contractura” muscu- o piramidal de la pelvis que puede irritar el nervio
lar. La descripción del síndrome de dolor y disfun- ciático (fig. 6). Cada uno de ellos presenta un patrón
ción miofascial ha superado ampliamente este tér- de irradiación del dolor específico. Conviene recor-
mino ambiguo y ha profundizado en los conceptos dar ahora que algunos de los tratamientos habitua-
etiopatogénicos, diagnósticos y terapéuticos del les en el dolor espinal tienen como objetivo la inacti-
músculo como efector del dolor 27. El hallazgo de vación de estos puntos gatillo.
puntos gatillo en el espesor de los músculos paraes-
pinales es extraordinariamente frecuente.
Los músculos más comúnmente incriminados varían Disfunción somática
en función de la localización del dolor28. En la cervi-
calgia, el músculo más afectado es el trapecio (fig. 5),
y le siguen el esplenio y el angular de la escápula. Al revisar la evidencia terapéutica, el lector observa-
En la dorsalgia, el romboides y la musculatura erec- rá un apartado dedicado a la medicina manual o te-
tora. En la lumbalgia, la musculatura erectora, el rapias manuales. Para entender mejor este enfoque
multífido, el cuadrado lumbar y el músculo piriformis conviene recordar que la medicina manual se basa
en hallazgos clínicos específicos, como disfuncio-
nes articulares (generalmente bloqueos de movili-
dad), de los tejidos blandos (aumento de tensión o
resistencia) o de los músculos y fascias (disfuncio-
nes miofasciales). La mayoría de las escuelas de
medicina manual relacionan estas anomalías con
disfunciones espinales segmentarias.
La base teórica de la osteopatía se sostiene sobre
el concepto de disfunción somática, definida como
una alteración o deficiencia del sistema corporal:
esqueleto, articulaciones y estructuras miofasciales
y sus elementos vasculares, linfáticos y neurales
asociados. Esta disfunción somática es reversible
mediante terapias manuales17. Muchas de estas
Figura 5. Síndrome miofascial del músculo trapecio. disfunciones espinales o paraespinales han sido
Puntos gatillo miofasciales (PGM) y patrones de descritas por otros como un trastorno intervertebral
irradiación del dolor.
menor29.

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FMC – Protocolos

Signos de alarma resultado del tratamiento en un subgrupo de pacien-


tes. Estos enfermos reúnen una serie de cualidades
emocionales y sociofamiliares que favorecen la croni-
Si se considera el modelo de lumbalgia inespecífi- cidad muy por encima de los rasgos clínicos de su
ca, que se basa en la falta de especificidad diag- dolor. El facultativo espera que la gravedad de una
nóstica de la mayoría pero no de todos los casos de enfermedad se relacione con la intensidad del daño
dolor espinal, se deduce la necesidad de disponer que la produce. Sin embargo, en el dolor espinal (y
de una serie de criterios que permitan detectar los en otros dolores crónicos), dominan las banderas
casos más graves o que requerirán un tratamiento o amarillas (tabla 4). Se trata de creencias inadecua-
un enfoque especial. Desde esta perspectiva sur- das sobre el dolor espinal, miedo a realizar actividad
gen los signos de alarma clínicos (banderas rojas o pensando en un posible agravamiento, y conductas
red flags) y psicosociales (banderas amarillas o ye- de evitación de prácticas físicas que condicionan una
llow flags). autodiscapacidad inducida. En este plano es extraor-
Los signos de alarma clínicos pueden detectarse a dinariamente importante no reforzar estas creencias
través de una anamnesis adecuada y un examen y miedos que tienden a la cronificación y a la refrac-
clínico minucioso. Estas banderas rojas señalan as- tariedad terapéutica. Conviene recordar que cuando
pectos concretos que deben hacer sospechar que el el clínico prescribe reposo, está prescribiendo inca-
paciente no padece un dolor inespecífico, irrelevante pacidad30, por lo que la estrategia que debe iluminar
o benigno (tabla 3). el proceso de información y el tratamiento del dolor
Los rasgos psicosociales han ayudado a compren- crónico de espalda debe ir precisamente en sentido
der el fenómeno del dolor espinal crónico y el pobre contrario, hacia la prescripción de actividad.

Tabla 3. Signos de alarma clínicos o banderas rojas


Edad Antecedentes Síntomas Signos
<20 años Traumatismo grave Dolor que no mejora con Bloqueo grave y persistente
>55 años Antecedente de cáncer el reposo nocturno, de la flexión lumbar
Esteroides sistémicos continuo, no mecánico Déficits neurológicos
Abuso de drogas Déficit neurológico Deformidad estructural de novo
Infección por VIH Pérdida de peso Anestesia en silla de montar
Dolor torácico Trastorno esfintéreo
Fiebre
Cervicalgia: a los anteriores hay que añadir
Síndrome de Down Cuadros sincopales Espasticidad
Artritis reumatoide Trastorno de la marcha

Tabla 4. Signos de alarma psicosociales o banderas amarillas


Creencias Respuestas Conductas Ocupacionales (banderas azules
inadecuadas emocionales ante el dolor y negras)
Las alteraciones de la Estrés Evitación de la actividad Creencia sobre que se realiza un
espalda son Preocupación por miedo al trabajo demasiado pesado que
incontrolables Miedos empeoramiento es causa de lesión
Los problemas Ansiedad Hiperdependencia de los Creencia de que el jefe o los
empeorarán con el tratamientos pasivos compañeros no van a ayudarle
tiempo (medicación y en el trabajo
Expectativas de fracaso termoterapia) Legislación restrictiva en
del tratamiento readaptación laboral
Regreso tardío al trabajo Conflictos en reclamaciones
sobre la lesión
Peticiones excesivas a la familia
y a los sanitarios
Manejo de cargas pesadas

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FMC – Protocolos

Por otro lado, se tiende a hacer más específica la cla- Signos de alarma para neoplasia
sificación de los signos de alarma, de forma que las La sospecha de malignidad debe ser alta en un pa-
banderas amarillas corresponden a factores individua- ciente con antecedentes de cáncer, con dolor de
les. Para los factores laborales se propone el nombre predominio nocturno o que no mejora con el reposo
de banderas azules, y para los conflictos entre asegu- nocturno, mayor de 55 años o menor de 16 años (en
radoras y con los sistemas de compensación se ha su primer episodio de dolor), y con pérdida de peso
propuesto la denominación de banderas negras31. no explicable (fig. 7).
El valor de los datos de la anamnesis es sólido y ha
sido validado con estudios de sensibilidad y especi-
Signos de alarma para infección
ficidad, por lo que debe abordarse de forma siste-
mática, siempre en conexión con los hallazgos del Debe sospecharse una espondilitis o espondilodisci-
examen clínico. Todos los que se citan a continua- tis infecciosa en pacientes usuarios de drogas por
ción muestran datos bien de sensibilidad o bien de vía intravenosa, en pacientes que han recibido in-
especificidad superiores a 0,7812,32. yecciones o catéteres, o en pacientes que están pa-
Las enfermedades subyacentes que deben buscar- deciendo una infección conocida y que presentan
se son: cáncer, infección, compresión neural, fractu- poco después un intenso dolor espinal. La presencia
ra y anomalías viscerales. de fiebre asociada completa el cuadro (fig. 8).

Estudiar para cáncer

Antecedentes de cáncer '

Tumores que más metastatizan en raquis: 


$
 "((
$ ) &!
$ )
$ ()
$iroides

" )

Figura 7. Signos de alarma: proceso de estudio para cáncer.

Estudiar infección

Antecedentes de sospecha Sospecha clínica

Diabetes Fiebre
Infección por virus de la inmunodeficiencia humana Dolor espinal muy intenso
Inmunodepresión
Usuarios de drogas por vía intravenosa
Inyecciones o catéteres
Tuberculosis
Infección conocida Estudio complementario y/o derivación

Figura 8. Signos de alarma: proceso de estudio para infección.

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FMC – Protocolos

Estudiar fracturas por fragilidad ósea

Antecedentes Sospecha clínica

Tratamientos con corticoesteroides Traumatismo de baja intensidad


Osteoporosis conocida Inicio brusco del dolor
Factores de riesgo de osteoporosis Dolor intenso mixto, mecánico e inflamatorio
Mayor de 50 años
Mayor de 70 años, más probabilidad

Radiografía simple

Figura 9. Signos de alarma: proceso de estudio para fracturas.

Signos de alarma para fractura drome compresivo en las guías clínicas y no se


mencione la compresión medular a otro nivel, cervi-
La historia clínica del paciente con fractura vertebral cal, dorsal o lumbar, que es probablemente más fre-
es típica y muestra un comienzo brusco del dolor en cuente que el raro síndrome de la cola de caballo.
el contexto de un traumatismo (puede ser de escasa Para el diagnóstico de la compresión a cualquier ni-
relevancia o incluso un movimiento o sobrecarga), vel conviene utilizar las recomendaciones de exa-
en una persona mayor de 50 años. Si la persona es men clínico de la American Spinal Injury Associa-
mayor de 70 años, la probabilidad de lesión ósea tion33 y recordar que al dolor espinal se asociará
aún es mayor (fig. 9). pérdida completa o parcial de la función motora y de
la función sensitiva por debajo de la lesión junto a
un trastorno de los esfínteres urinario y fecal (fig. 10).
Signos de alarma para compromiso
de elementos neurales
Compresión radicular
Estenosis de canal
La compresión radicular puede producirse en el con-
Los síntomas de claudicación a la marcha o de debi- texto de hernias discales u osteofitos que compri-
lidad focal siempre merecen atención porque pue- man los recesos laterales (fig. 2). La determinación
den orientar hacia una focalidad motora. La descrip- de la radiculopatía se basa en el examen clínico que
ción de un dolor con características neuropáticas y se describe más adelante.
una topografía racional puede acompañar a esta de-
bilidad y puede representar signos deficitarios por
compresión medular o radicular.
Signos de alarma para dolor de origen
Un paciente mayor de 60 años que relate una histo-
visceral
ria de dolor axial que irradia a miembros inferiores, Algunos trastornos viscerales pueden producir do-
que aumenta al caminar hasta llegar incluso a la lor que imita al de origen espinal. Algunas anoma-
claudicación y que mejora al sentarse, debe exami- lías pélvicas, renales (infección, cólico renal) o un
narse considerando la posibilidad de que padezca aneurisma de aorta pueden producir dolor en la re-
una estenosis de canal. gión lumbar 12. Trastornos biliares y pancreáticos
puede producir dolor referido dorsal. Algunos proble-
mas cardíacos pueden imitar una cervicobraquial-
Compresión de la cola de caballo gia (fig. 11).
y compresión medular Uno de los aspectos que debe considerarse es el
Es típica la anestesia en silla de montar, el trastorno “peso de gravedad” de cada signo, que no siempre
de esfínteres y la debilidad para la marcha. es el mismo. Por ejemplo, un trastorno esfintéreo
Es curioso que se ponga tanto énfasis en este sín- asociado a lumbalgia aguda indica una probable le-

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FMC – Protocolos

Estudiar para compresión medular

Antecedentes de sospecha Sospecha clínica

Traumatismo accidental o deportivo Retención urinaria


Enfermedad tumoral conocida Debilidad para la marcha
Enfermedad infecciosa conocida Tetraparesia
Paraparesia
Arreflexia tendinosa (en las primeras fases)
Entumecimiento perineal
Pérdida de sensibilidad por debajo de una metámera
Derivación urgente Dolor espinal muy intenso

Figura 10. Signos de alarma: proceso de estudio para compresión medular.

Estudiar dolor de espalda de origen visceral

Estudio complementario
Posibles diagnósticos Sospecha clínica
y/o derivación

Enfermedad pélvica Irradiación pélvica, dolor cíclico

Enfermedad renal Dolor cólico, fiebre

Aneurisma de aorta Latido abdominal anormal

Pancreatitis Dolor transfixiante, vómitos

Enfermedad biliar Dolor cólico, irradiación a punta de escápula

Origen cardíaco Dolor torácico, irradiación braquial izquierda

Origen pulmonar Dolor en punta de costado, tos, fiebre

Figura 11. Signos de alarma: proceso de estudio para dolor de origen visceral.

sión medular y puede ser una urgencia quirúrgica. balgia, pérdida de peso, fiebre y dolor torácico de
Un paciente con lumbalgia de 19 años con un pri- predominio nocturno.
mer episodio de dolor y sin otros signos probable-
mente presente un dolor espinal mecánico. El cri-
terio del clínico debe ponderar, pues, estos pesos Examen clínico
relativos y, sobre todo, la conjunción de más de un
signo de alarma. Por ejemplo un paciente de
60 años con dolor de características mecánicas y
sin otros signos probablemente padecerá un cuadro Además de la historia clínica, la exploración del pa-
menos grave que un paciente de 54 años con lum- ciente es fundamental para confirmar los signos de

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FMC – Protocolos

alarma y para encontrar pistas diagnósticas cuando Signo de Spurling


el dolor no es inespecífico. Hay innumerables prue-
bas para el estudio clínico del dolor espinal. Desa-
fortunadamente, hay un gran conflicto de opinión so- Se realiza durante el examen del raquis cervical
bre la validez y la fiabilidad de estas pruebas, de for- cuando se sospecha radiculopatía. Con el paciente
ma que son muy pocas las que gozan de una sentado, el explorador rota e inclina la cabeza del
recomendación sólida en las revisiones sistemáticas paciente hacia el lado del dolor, de forma que estre-
y en las guías clínicas. A continuación se describen cha los agujeros de conjunción homolaterales. Apli-
las más relevantes, las que reúnen mayor consenso ca entonces una fuerza sobre el vértex del paciente
y aquellas que pueden tener una utilidad para el en- (estandarizada en 7 kg y en la práctica realizada
foque terapéutico. con compresiones axiales progresivas o golpeteo)
para observar si se reproducen los síntomas irradia-
dos a escápula o brazo (fig. 12).
Su estandarización es aceptable, con un índice de
reproducibilidad kappa de 0,60. Su sensibilidad
Balances articulares espinales (0,50) es media, pero su especificidad (0,86) es al-
ta32.
Esta maniobra puede ser muy dolorosa y desagra-
El examen de la movilidad articular global de los dable para el paciente si se realiza de forma des-
segmentos espinales cervical, dorsal y lumbar está templada. En caso de compresión radicular real,
bien estandarizado. Generalmente se realizan dos
tipos de pruebas para medir la movilidad: las gonio-
métricas y las de registro de distancias de elemen-
tos corporales. Las angulares requieren del uso de
goniómetros de burbuja. En caso de no disponer de
dichos elementos puede recurrirse a las mediciones
de distancia, como el test de Schöberg (se marca
sobre la piel una medida de 10 cm desde la charne-
la lumbosacra en dirección craneal y se mide su va-
riación a la flexión lumbar). Estas medidas, más que
de dolor espinal, son de función y tienen un valor
diagnóstico relativo, ya que se alteran en la mayoría
de problemas de espalda, por lo que son poco espe-
cíficas.
Las de mayor valor diagnóstico están relacionadas
con la gran restricción espinal que se produce en las
espondiloartropatías, especialmente en la espondili-
tis anquilosante. La disminución de la expansión to-
rácica y la restricción de la movilidad lateral se con-
sideran muy específicas (0,82 y 0,99, respectiva-
mente) pero poco sensibles para esta enfermedad
(0,09 y 0,53, respectivamente)32.
Aunque no sea específico, un examen visual de la
movilidad espinal dará una buena idea de la función
segmentaria y regional del raquis. El hallazgo de de-
formidades estructurales es sencillo mediante la ins-
pección atendiendo a la asimetría de los pliegues y
los ángulos naturales de la espalda. Conviene recor-
dar que una deformidad de novo es un signo de
alarma. El descubrimiento de bloqueos o restriccio-
nes focales o regionales es muy indicativo de dis- Figura 12. Maniobra de Spurling. Es positiva cuando la
función espinal y es una de las bases de los trata- compresión axial en rotación y lateroflexión produce
mientos manuales orientados a la restitución de la dolor irradiado. Cuanto más distal es la irradiación más
baja suele ser la raíz afectada.
movilidad espinal perdida.

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FMC – Protocolos

probablemente basta con la movilización para estre- de reproducibilidad kappa de 0,67. Su sensibilidad
char el conducto y reproducir los síntomas de irra- es media (0,53), y su especificidad es algo mejor
diación con facilidad. Si la flexión lateral-rotación no (0,63)32.
produce dolor, pueden realizarse compresiones sua- Se requiere cierto entrenamiento para localizar el
ves y progresivas hasta reproducir el dolor o dar la segmento espinal apropiado y palpar los macizos fa-
prueba por negativa. cetarios vertebrales, pero en cuanto se disponga de
esta habilidad, la prueba es sencilla y muy útil. Sue-
le realizarse en sedestación para aprovechar el
Signo de timbre efecto de la compresión del propio peso corporal del
paciente. En el raquis cervical puede atraparse el
macizo vertebral entre los dedos índice y pulgar y
Este es un signo menos conocido pero muy práctico. realizar la movilización del segmento de forma alter-
Puede realizarse tanto a nivel cervical como lumbar. nante.
Consiste en oprimir el segmento vertebral de sospe-
cha en dirección anterior, presionando en la apófisis
espinosa o en el macizo transverso, con la expecta- Signos de estiramiento ciático
tiva de reproducir el dolor a distancia, en el brazo
(fig. 13) o en la pierna. En caso positivo sugiere radi-
culopatía34. El signo clásico de Lasègue, o signo de elevación
Su estandarización, que se ha realizado con la mo- de la pierna extendida, sigue en plena vigencia. Se
dalidad de compresión espinal lumbar con el pa- realiza con el paciente en decúbito supino; el opera-
ciente en sedestación, es aceptable, con un índice dor eleva pasivamente el miembro inferior del pa-
ciente en extensión hasta alcanzar un punto en el
que se produce dolor en la parte baja de la espalda
e irradiación por la metámera afectada, momento en
que se considera el signo positivo para compresión
radicular.
Su estandarización es aceptable, con un índice de
reproducibilidad kappa de 0,68. Su sensibilidad es
alta (0,91), pero su especificidad es baja (0,26)32.
El signo de estiramiento ciático puede ser difícil de
interpretar, por lo que se aportan algunas claves clí-
nicas a continuación. El paciente refiere dolor duran-
te esta maniobra con mucha frecuencia, pero puede
hacerlo en lugares no esperados:

rEn la parte posterior del muslo: en este caso pue-


de tratarse de un acortamiento de isquiotibiales, de
forma que el estiramiento aumenta la tensión de es-
tos músculos y el paciente refiere dolor o tensión en
esta región, que puede enmascarar la prueba. Para
obviar este problema se prefiere realizar la elevación
poco a poco y buscar el dolor espinal o la irradiación
entre los 45° y los 70°. Otro aspecto importante es
que un paciente con radiculopatía puede tener, ade-
más, los isquiotibiales cortos, de forma que puede
producirse una tensión isquiotibial temprana durante
la maniobra y cesar el explorador la prueba interpre-
tando un falso negativo. Un procedimiento racional
es alcanzar el punto de tensión de los isquiotibiales
Figura 13. Signo de timbre cervical. Es positivo cuando y, entonces, sin estirar más la pierna, tirar de la raíz
la compresión segmentaria anteroposterior produce promoviendo una dorsiflexión pasiva del pie (manio-
dolor irradiado. Cuanto más distal es la irradiación más bra de Bragard) y obteniendo el mismo resultado de
baja suele ser la raíz afectada.
dolor e irradiación. Esta maniobra de estiramiento

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FMC – Protocolos

ciático combinado puede mejorar los resultados de


Tabla 6. Reflejos osteotendinosos y su correlación
la exploración. anatómica
r En la nalga: algunos pacientes refieren dolor en la
nalga durante la elevación de la pierna extendida, Reflejo Metámeras
asociado a irradiación en el territorio ciático. En este Bicipital C5, C6
caso se debe continuar suavemente la maniobra para
Estilorradial C5, C6
confirmar si el dolor alcanza a la espalda finalmente.
Asimismo, puede intentar reproducirse el dolor con la Tricipital C6, C7, C8
dorsiflexión del pie. Si no se consigue la positividad Rotuliano L2, L3, L4
de la prueba en la espalda y el dolor sigue en la nal-
Aquíleo L5, S1, S2
ga, puede reorientarse la exploración hacia el síndro-
En letra negrita, la metámera más representativa.
me del piramidal, en el que la irritación ciática puede
producirse en el espacio glúteo profundo35.

de una disestesia con topografía correspondiente a


Signos de déficit motor la raíz afectada es un hallazgo sólido. Puede mar-
carse sobre la piel la zona de disestesia del paciente
y sensitivo y compararla con los mapas sensoriales dermatómi-
cos (fig. 14).
Los déficits radiculares pueden estudiarse clínica- Debe hacerse hincapié en la necesidad de realizar
mente de forma rigurosa mediante la exploración de este examen, ya que los signos de alarma para radi-
la función motora, de la función sensitiva y de los re- culopatía incluyen los déficits sensoriales y motores
flejos osteotendinosos. (fig. 15). También pueden indicar compresión medu-
Los déficits motores de origen radicular se caracteri-
zan por debilidad de los músculos afectados. En ra-
diculopatías crónicas puede observarse atrofia me-
diante inspección o bien determinarse por circome-
tría. El balance muscular específico se realiza en
músculos clave para cada raíz (tabla 5). En caso de
lesión radicular, el músculo mostrará mayor debili-
dad que el contralateral o que los otros homolatera-
les dependientes de otras raíces. Si la raíz afectada
dispone de reflejo osteotendinoso, la disminución o
abolición del reflejo es una excelente pista diagnósti-
ca (tabla 6). Para la función sensitiva, la búsqueda

Tabla 5. Grupos musculares representativos de las


raíces que se afectan con mayor frecuencia
Metámera Grupo muscular
C5 Flexores de codo
C6 Extensores de muñeca
C7 Flexor profundo de los dedos
C8 Extensores de codo
T1 Abductor del meñique
L2 Flexores de cadera
L3 Extensores de rodilla
L4 Dorsiflexores del pie
Figura 14. Mapa sensitivo metamérico. Los puntos
L5 Extensor del dedo gordo negros representan los puntos preferidos de exploración
S1 Flexores plantares para cada metámera.

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FMC – Protocolos

Estudiar para radiculopatía

Claves Examen clínico

Dolor neuropático
Distribución metamérica Cervical Dorsal Lumbar

Signo de Spurling Signo de timbre Maniobra de Lasègue


Signo de timbre Disestesia topográfica Signo de timbre
Disminución de reflejos Disminución de reflejos
Disestesia topográfica Disestesia topográfica
Debilidad topográfica Debilidad topográfica

Leve/grave
Figura 18

Figura 15. Signos de alarma: proceso de estudio para radiculopatía.

lar (fig. 10). Es especialmente grave la conjunción de Esta aseveración de inconsistencia clínica debe
anestesia en silla de montar y retención urinaria tras acompañarse de dos reflexiones. En primer lugar,
un dolor lumbar agudo, que indican lesión de la cola esta falta de concordancia entre observadores no
de caballo y constituyen una urgencia quirúrgica. implica una falta de eficacia general del enfoque de
Este cuadro se produce por afectación de los seg- la medicina y la terapia manual, sino una falta de re-
mentos sacros y suele incluir también trastorno de la producibilidad de las pruebas. De hecho, se revisará
marcha por la afectación de las raíces L5 y S1 de en el apartado de los tratamientos que sí hay evi-
forma bilateral. dencia de eficacia de las terapias manuales. En se-
gundo lugar, existe evidencia de que los bloqueos
anestésicos de articulaciones interapofisarias y de
Signos relacionados con la las articulaciones sacroilíacas son diagnósticas so-
bre el origen del dolor espinal34.
palpación y la movilidad espinal
La mayoría de pruebas que se utilizan para determi- Medida de la salud,
nar los bloqueos o disfunciones segmentarias espi-
nales se realizan mediante palpación y pruebas es-
la funcionalidad, la calidad
pecíficas de movilidad y de restricción de movimien- de vida y el dolor
to. Los hallazgos clínicos permiten la programación
y realización de terapias manuales destinadas a la El paciente debe evaluarse de forma válida y fiable
modificación de estos hallazgos. Aunque es un tema a través de escalas de medida de la salud. Las es-
muy controvertido, en la literatura científica actual calas disponibles en nuestro medio, adaptadas, tra-
prevalece el acuerdo de que no se han obtenido ín- ducidas y validadas al español se resumen en la ta-
dices de concordancia y reproducibilidad suficientes bla 736. Existen tres escalas para el dolor cervical (el
para estas pruebas. Los test sacroilíacos salen algo Neck Disability Index cuenta con dos versiones dife-
mejor parados, aunque la evidencia disponible toda- rentes)37-39, dos escalas para el dolor y la discapaci-
vía es incierta. Los test facetarios producen el mis- dad lumbar40,41 y una para las conductas de miedo y
mo conflicto de opinión en la literatura32,34. No obs- evitación42. Por otra parte, existen dos cuestionarios
tante, se acepta que la extensión combinada con ro- para las escoliosis, uno original en castellano y otro
tación del segmento de raquis afectado produce traducido, que cuentan con medidas específicas y
dolor referido, cuando hay alteración facetaria. válidas de dolor43,44.

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FMC – Protocolos

ca. Sin embargo, los estudios de imagen pueden


Tabla 7. Cuestionarios de medida de la salud para
el dolor de espalda validados en español
ayudar a reconocer enfermedades subyacentes. La
RM puede tener usos predictivos, diagnósticos, de
Dolor cervical Northwick Park Neck Pain valoración de la gravedad, pronósticos, de valora-
Neck Disability Index
ción de la recuperación, de planificación del trata-
Core Outcome Measure
miento y de revisión ocupacional1. Las guías insis-
Dolor lumbar Oswestry Disability Index ten, no obstante, en que se soliciten las pruebas
Roland-Morris Questionnaire
complementarias solo cuando se sospeche un défi-
Miedo y evitación Fear and Avoidance Beliefs cit neurológico o una enfermedad subyacente, para
Escoliosis Calidad de Vida en cuya indicación el clínico debe apoyarse en el ha-
Alteraciones Raquídeas llazgo de signos de alarma. Esta orientación no aca-
(CAVIDRA o QLSPD por sus ba de conjugarse adecuadamente con la realidad
siglas en inglés) clínica, ya que hasta el 80% de los pacientes con
Scoliosis Research Society lumbalgia presentan, al menos, una bandera roja45.
(SRS-22)
La radiografía simple de la espalda puede ser diag-
Dolor Análogo visual nóstica cuando se sospeche una fractura, una es-
pondilólisis o una espondilolistesis, espina bífida,
espondilosis y artrosis facetaria. Puede determinar
Examen complementario también la existencia de anomalías transicionales.
Consigue ser de ayuda en los hallazgos iniciales
de lesiones graves como el mieloma o la espondilo-
discitis. Según la recomendación de los algoritmos
Imagen del sistema de salud australiano, puede solicitarse
una radiografía simple en presencia de banderas
Las guías clínicas no recomiendan estudios comple- rojas o cuando haya fallado el tratamiento conser-
mentarios ni de imagen para la lumbalgia inespecífi- vador (fig. 16)46.

Dolor espinal no traumático

Dolor sin signos neurológicos Dolor asociado a signos neurológicos

¿Banderas rojas?
Posible Posible Posible
radiculopatía compresión medular estenosis de canal

No Sí
URGENTE

Tratamiento básico Tratamiento


conservador

No mejora
No mejora

Radiografía simple

Diagnóstica No diagnóstica Resonancia magnética

Figura 16. Algoritmo para la solicitud de pruebas de imagen en patología espinal.

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FMC – Protocolos

Tabla 8. Indicaciones de la resonancia magnética espinal para el dolor lumbar


Síntomas y signos Sospecha
Pie caído, debilidad para la flexión de la cadera o la extensión Déficit neurológico mayor o progresivo
de la rodilla
Anestesia en silla de montar y pérdida de control de esfínteres Síndrome de la cola de caballo
Antecedentes de cáncer, lesiones líticas en la radiografía, pérdida Neoplasia
de peso
Destrucción de platillos vertebrales en la radiografía, abuso Infección
de drogas o alcohol, síntomas generales
Traumatismo por fragilidad en ancianos, lesiones de estrés Fractura
mecánico y patológicas en jóvenes
Dolor lumbar o radicular, de moderado a intenso, refractario, Condición de cronicidad e indicación
que ha recibido indicación intervencionista o quirúrgica terapéutica que requiere imagen
Dolor intenso y progresivo a pesar del tratamiento conservador Incierta
Dolor intenso, progresivo e incapacitante de espalda o pierna Incierta
con hospitalización y limitación para las actividades diarias

Las orientaciones sobre la solicitud de RM en el ca- nizante, y este tipo de radiculopatías no serían de-
so del dolor lumbar de la guía clínica del Institute for tectables por EMG48.
Clinical Systems Improvement se resumen en la ta- Una utilidad adicional de la EMG es descartar otras
bla 8. Es posible que esta orientación pueda servir anomalías que pueden imitar una radiculopatía, por
de guía indirecta para el dolor cervical. ejemplo atrapamientos nerviosos periféricos, en los
Fuera de estas indicaciones, la solicitud de pruebas que invariablemente estará alterada la velocidad de
de imagen puede ser de poca ayuda. El seguimiento conducción y que en las radiculopatías siempre será
de resonancias de pacientes sin signos de alarma normal49.
no mostró diagnósticos de enfermedades graves, y Todos estos condicionantes pueden explicar que el
es posible que el exceso de pruebas de imagen estudio electrodiagnóstico no se incluya en algunas
conduzca a un incremento de los índices de pacien- guías clínicas47 o bien que no se considere relevante
tes intervenidos quirúrgicamente1. para el diagnóstico clínico13.
Por otro lado, la utilidad de la tomografía computari-
zada (TC) está circunscrita a los casos en que no
pueda realizarse una RM. Diagnóstico diferencial

Electrodiagnóstico Desde el punto de vista del dolor espinal inespecífi-


co no se considera el concepto de diagnóstico dife-
rencial, ya que se entiende que muchas veces no es
En la patología dolorosa espinal, el estudio electro- posible filiar el origen del dolor. Sin embargo, hay al-
diagnóstico puede tener valor diagnóstico cuando gunos cuadros clínicos que merece la pena desta-
existe radiculopatía. Las pruebas que se usan habi- car y que sí que aportan elementos diferenciado-
tualmente son la electromiografía de aguja (EMG), res50. Se incluye un cuadro diferencial en la tabla 9.
la onda H, la onda F y los potenciales evocados so-
matosensoriales. Entre todas ellas, la de mayor valor
diagnóstico es la EMG, que puede detectar poten- Tratamiento
ciales de denervación. La especificidad es muy alta,
cercana al 100%, pero la sensibilidad es menor, con
estudios que la sitúan entre el 50% y el 72%. Debe
tenerse en cuenta que la EMG sólo detecta cambios El manejo terapéutico del dolor de espalda constituye
en el sistema motor. Algunas radiculopatías podrían un reto en el que debe combinarse la evidencia cien-
tener un componente primario sensorial y desmieli- tífica disponible con el perfil patocrónico y psicosocial

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Tabla 9. Claves para el diagnóstico diferencial en diferentes síndromes de dolor espinal


Síndrome Espondilólisis/ Síndrome Estenosis
Radiculopatía
facetario espondilolistesis piramidal de canal
Edad preferente >40 25-50 Inicio en la 30-50 >50
(años) adolescencia
Tipo de dolor Somático Neuropático Somático Somático Neuropático
Topografía Profunda, Metamérica Mixta Regional, nalga Mixta,
del dolor regional multimetamérica
Claves Test facetario Test de Dolor a la Dolor a la Claudicación
clínicas positivo estiramiento bipedestación presión del neurógena
radicular mantenida músculo
positivo

del paciente. Probablemente no existe un elemento de evitación y se alejará de la senda de la mejoría


terapéutico aislado que pueda aportar alivio suficien- del dolor y de la función. Por otro lado, se ha demos-
te y duradero en el dolor espinal crónico, de forma trado que los facultativos que tienen rasgos de mie-
que es necesario el uso conjunto de los recursos te- do y evitación, firman más bajas por lumbalgia, re-
rapéuticos para la obtención de resultados apropia- comiendan más reposo en cama y desaconsejan la
dos. No obstante, la mayoría de ensayos clínicos se realización de las actividades físicas normales51. Es-
realizan para procedimientos terapéuticos aislados o ta transferencia al paciente puede ser devastadora y
estudian la superioridad o la no inferioridad de una además entorpecer o eliminar las oportunidades de
técnica o fármaco frente a otro. A decir verdad, el clí- manejo acertado del problema del dolor en otros
nico en su práctica diaria puede escoger diversas sistemas asistenciales.
modalidades terapéuticas para el tratamiento de sus Naturalmente, el paciente quiere conocer el origen
pacientes, ya sea simultánea o sucesivamente, y po- de su dolor y los informes sobre conceptos inespe-
siblemente este sea un enfoque realista y acertado. cíficos no son terapéuticos, ya que aportan incerti-
El listado de modalidades terapéuticas médicas, físi- dumbre y dan la impresión de falta de conocimiento
cas, intervencionistas y quirúrgicas es muy amplio, de científico. Entre la supervaloración de una lesión sin
forma que se resumirán a partir de ahora aquellas concordancia clínica y la transferencia de ignoran-
que son de uso común y que cuentan con respaldo cia e inespecificidad debe encontrarse un punto de
científico. comunicación de certezas al paciente: el conoci-
miento de la neurotransmisión del dolor espinal, el
pronóstico favorable en la mayoría de los casos y el
Información y educación conocimiento del potencial anatómico y estructural
de la columna vertebral son elementos relevantes
para la salud para establecer esta relación terapéutica12. Además,
deben promoverse las actitudes activas frente a las
Cualquier plan de tratamiento para el dolor de espal- pasivas, el mantenimiento de actividad física, el re-
da debe comenzar por la información de salud que fuerzo de las conductas de afrontamiento, el énfasis
se le brinda al paciente. Una información inadecua- en la recuperación de la función y la reanudación
da puede poner en valor introyectos erróneos y fo- temprana de actividades normales o laborales (gra-
mentar conductas anómalas y poco terapéuticas do A)7,13,47.
que pueden aumentar la discapacidad del paciente La escuela de espalda es un grupo formativo lidera-
aún más que el propio dolor de espalda. do por un experto en salud que educa a un grupo
En primer lugar hay informaciones que no deben de personas, pacientes o no, sobre el dolor de es-
ofrecerse. No debe promoverse el reposo en cama y palda. La escuela se desarrolló para el ámbito ocu-
menos aún prolongado. No debe darse valor a imá- pacional y ha mostrado eficacia en este contexto52.
genes obtenidas en las pruebas complementarias De ahí se han incorporado a la práctica clínica. En
que no ofrezcan concordancia clínica. El paciente cualquier caso, la escuela de espalda deberá adap-
que recibe estos informes y que presenta banderas tarse a las normas de educación para la salud a las
amarillas acrecentará sus miedos y sus conductas que se acaba de hacer referencia. Hay evidencias

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de que ayuda a controlar el dolor, disminuye el cacia7. Estas dosis deben titularse progresivamente.
tiempo de inactividad y promueve la reincorporación r 0QJÃDFPT: los opiáceos se utilizan cada vez con
al trabajo7. mayor frecuencia en el tratamiento del dolor de es-
palda benigno. Su eficacia analgésica es conocida y
está probada, pero en el campo del dolor de espal-
Fármacos da existen ciertas dudas, sobre todo de su efecto a
largo plazo. Se recomienda su uso a corto o medio
plazo (grado A), pero la prolongación del tratamiento
Los fármacos que tienen respaldo en el tratamiento más allá de las 16 semanas no está claro55. Su uso
del dolor espinal son los siguientes: crónico se asocia a la aparición de conductas anó-
malas (autodosificación, aumento de dosis sin pres-
r Paracetamol: se considera la primera opción para cripción, aumento de la demanda de consultas no
el tratamiento del dolor (grado B). Las dosis orales justificado) hasta en el 24% de los pacientes. Este
recomendadas son de 500-1.000 mg cada 6 u 8 h7. potencial no es igual para todos los fármacos o me-
r"OUJJOGMBNBUPSJPT OP FTUFSPJEFPT (AINE): este gru- jor, para todas las vías. Los que se usan por vía
po de fármacos es de uso común en el dolor espinal transcutánea parecen generar menos conductas
y la evidencia científica respalda su uso para el do- anómalas.
lor de espalda (grado B)24. No hay diferencias entre Opiáceos débiles como el tramadol (50 mg/8 h) pro-
la eficacia de los AINE clásicos (ibuprofeno [400- ducen mejoras del dolor y de la función controverti-
800 mg/8 h], diclofenaco [50 mg/8 h por vía oral; exis- das. Hay conflicto de opinión, con recomendaciones
te formulación inyectable intramuscular de 75 mg], a favor13 y en contra7.
naproxeno [250-500 mg/12 h]) y de los AINE inhibi- r$PSUJDPJEFT: a pesar del amplio uso de este trata-
dores de la COX-2 (celecoxib [100-200 mg/24 h], miento, no se recomienda el uso de corticoides sis-
etoricoxib [60-90 mg/24 h])53. Los efectos adversos témicos en el dolor de espalda ya que no se ha po-
de dichos fármacos deben guiar la prescripción se- dido demostrar su superioridad sobre el placebo56.
gún el perfil de antecedentes gastrointestinales y r"OUJFQJMÊQUJDPT: las guías clínicas sobre dolor de
cardiovasculares del paciente. Para disminuir los cuello y espalda todavía no han incorporado de for-
eventuales efectos adversos se recomiendan trata- ma sistemática recomendaciones sobre fármacos de
mientos de duración corta o media. uso común como la gabapentina (300-900 mg/8 h) o
r 3FMBKBOUFT NVTDVMBSFT: el uso de este grupo de la pregabalina (25-75-150 mg/12 h). Su uso podría te-
fármacos parece hallarse en cierta regresión. Sin ner sentido en casos de dolor de espalda con radicu-
embargo, hay evidencia de su utilidad en el trata- lopatía24.
miento del dolor de espalda, sobre todo en la fase r$PNCJOBDJPOFTEFGÃSNBDPT: en la práctica, la ma-
aguda (grado B), y también en la crónica, aunque yoría de pacientes con dolor de espalda crónico si-
con tamaño del efecto bajo54. La evidencia es mayor guen un tratamiento farmacológico combinado. Esta
con las benzodiacepinas (diazepam, 5-10 mg/8 h, o aproximación se utiliza con frecuencia en muchas
bien únicamente en dosis nocturna), que con otros clínicas, especialmente en las unidades de dolor.
relajantes (tizanidina, 2 mg/8-12 h). Conviene recor- Hay informes de que el uso combinado de opiáceos
dar que algunos de los estudios con benzodiacepi- y antiepilépticos (buprenorfina [20-40 mg/3-4 días en
nas fueron realizados con tetrazepam, actualmente parche transcutáneo] y pregabalina) o de pregabali-
retirado del mercado. Además, estos fármacos pro- na y celecoxib podrían ser superiores a la monotera-
ducen efectos adversos muy frecuentes, como sen- pia57. El clínico debe valorar el potencial de efectos
sación de mareo, sedación y visión borrosa, que de- adversos y la necesidad de titulación de los antiepi-
ben ser tenidos en cuenta. Probablemente el balan- lépticos y de los opiáceos a la hora de la prescrip-
ce entre eficacia y efectos adversos explique la ción. Una combinación de amplio uso es la de para-
tendencia a la baja en su uso. cetamol (325 mg) y tramadol (37,5 mg), repitiendo
r"OUJEFQSFTJWPT: los inhibidores de la recaptación esta dosis cada 6-8 h.
de serotonina y noradrenalina (amitriptilina [10-50 mg/
dosis nocturna], venlafaxina [37,5-75 mg/12 h], du-
loxetina [30-90 mg/24h]) disminuyen levemente el Ejercicio
dolor lumbar, pero no mejoran la función (grado B).
Los inhibidores exclusivos de la recaptación de sero-
tonina (fluoxetina, citalopram) no parecen útiles en El ejercicio tiene un potencial terapéutico bien cono-
este contexto. Hay conflicto de opinión sobre su efi- cido en el contexto del dolor espinal. Es especial-

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mente útil en el contexto de dolor crónico y también Terapias manuales


en el dolor subagudo (grado A)7,13,47. Hay ciertas du-
das sobre su superioridad sobre otros tratamientos
en la fase aguda58. La medicina manual, la osteopatía y otras terapias
Existe una gran variedad de ejercicios terapéuticos manuales abordan el dolor de cuello y espalda des-
para la espalda. Hasta el momento, ninguna variante de un punto de vista diferente al de la medicina con-
ha mostrado una superioridad neta sobre las demás vencional. Cada escuela define alteraciones especí-
(grado A)13. No obstante, conviene conocer los diver- ficas de la movilidad segmentaria vertebral y trata
sos planes de ejercicios para poder asesorar conve- de revertirlas aplicando fuerzas externas sobre la
nientemente a los pacientes. columna en forma de movilizaciones o manipulacio-
Los ejercicios de estiramiento se dirigen al alarga- nes. Ya se ha hecho referencia antes al concepto de
miento de determinados músculos que se encuen- disfunción somática, que es la base teórica de la os-
tran tensos o acortados durante el examen clínico. teopatía.
Existen estiramientos plásticos (aplicación de Existen muchas técnicas de tratamiento manipulati-
fuerzas de distracción desde el origen a la inser- vo. En general se distinguen aquellas que se reali-
ción del músculo) y facilitados (asocian a la trac- zan con impulso (thrust) o sin impulso. El thrust es
ción técnicas que permiten un estiramiento más fi- un movimiento realizado sobre el paciente con alta
siológico). Un ejemplo de estiramiento facilitado energía pero de baja amplitud. Puede acompañarse
es la realización del alargamiento tras la contrac- o no de un chasquido articular audible. Las moviliza-
ción del músculo, maniobra que permite el aprove- ciones sin impulso son movimientos comunicados
chamiento del fenómeno de relajación poscontrac- amplios y suelen hacerse con la colaboración del
ción. Algunos músculos objeto de estiramiento en paciente, que realiza movimientos específicos solici-
el dolor espinal son: esplenio, trapecio, angular, tados por el terapeuta para conseguir después los
pectoral mayor, cuadrado lumbar, piramidal, glú- resultados perseguidos aprovechando los principios
teos, tensor de la fascia lata y gastrocnemio (gra- neurofisiológicos de relajación poscontracción y de
do C)12. inhibición del antagonista, entre otros.
Los ejercicios de potenciación se dirigen a músculos Existen evidencias de grado A de que las terapias
concretos que se han encontrado débiles durante el manuales reducen la cefalea, el dolor cervical, el
examen clínico. En el dolor espinal es frecuente en- dolor torácico y el dolor lumbar. En el caso del dolor
contrar debilidad en músculos anterosomáticos co- lumbar, esta terapia es especialmente útil en los pa-
mo el esternocleidomastoideo o los abdominales, y cientes agudos, con menos de 16 semanas de evo-
en músculos retrosomáticos como los erectores lución y cuyo dolor no irradia por debajo de la rodi-
(grado A)2. lla12. Aunque la terapia manual es útil por sí misma,
Los ejercicios de aumento de la resistencia o de en- los resultados son mejores si las movilizaciones for-
trenamiento cardiovascular se realizan mediante re- man parte de un programa más amplio que incluya
peticiones con cargas bajas. Ejemplos típicos son ejercicio y educación para la salud2.
caminar, nadar o ir en bicicleta. Pueden usarse dis- Para realizar terapias manuales debe contarse con
positivos gimnásticos como las rampas de marcha, una formación acreditada sólida y rigurosa. Estos
bicicletas estáticas o nórdicas (grado A)2,12,55. procedimientos no están exentos de riesgos, algu-
El clínico debe conocer el debate entre dos escue- nos potencialmente graves, sobre todo en las mani-
las que defienden los ejercicios en flexión (ejercicios pulaciones cervicales60. Los resultados en la prácti-
de Williams) o de extensión (ejercicios de Macken- ca clínica suelen ser muy dependientes de la forma-
zie) para el tratamiento del dolor lumbar. No se ha ción, de la experiencia y de la racionalidad del profe-
podido demostrar la superioridad de uno sobre otro sional de la salud que las aplica.
(grado A)12.
Algunas herramientas en la web aportan infor-
mación muy útil sobre ejercicio terapéutico para Tratamientos combinados
enfermedades espinales. Esta información está
basada en la evidencia y aporta dibujos y conse-
jos sobre cómo realizar el ejercicio. Uno de estos Se han realizado ensayos con tratamientos combi-
recursos (disponible en:http: //www.sermef-ejerci- nados físicos y psíquicos, denominados de rehabili-
cios.org) muestra ejercicios para la cervicalgia, la tación multidisciplinaria. El enfoque psicológico se
lumbalgia, la osteoporosis y la estenosis de ca- realiza sobre las conductas de afrontamiento del do-
nal59. lor y el desarrollo de estrategias para cambios en

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las creencias sobre miedos y conductas de evita- fin de promover y, finalmente, agotar la respuesta de
ción, y los tratamientos físicos se seleccionan entre contracción local (local twitch response). Algunos
los que se han descrito antes. Los estudios realiza- revisores sostienen la utilidad de la acupuntura y la
dos han mostrado alguna tendencia a que progra- punción seca como tratamiento coadyuvante57. Sin
mas de alta intensidad en esta línea (100 h de pro- embargo, otras revisiones sistemáticas han encon-
grama durante 8 semanas) puedan ser útiles para trado evidencia sólida de superioridad sobre el pla-
conseguir mejorar la función y un regreso más tem- cebo para mejorar el dolor cervical y torácico y reco-
prano al trabajo (grado C)7,55. miendan su uso63. En consecuencia, existe cierto
conflicto de opinión sobre la eficacia de la acupuntu-
ra y la punción seca por lo que, de momento, la re-
Procedimientos físicos comendación de uso es débil.
Otros procedimientos con punción, como la inter-
vención neurorreflexoterápica, se recomiendan en
Se han realizado numerosos ensayos con termotera- algunas guías13,18.
pia, electroterapia y procedimientos afines. La mayo-
ría de los estudios han concluido su escasa utilidad
terapéutica52, por lo que se han ido retirando progre- Procedimientos
sivamente de la mayoría de guías clínicas. En conse-
cuencia, no se recomiendan las técnicas de electro-
intervencionistas
terapia analgésica como la neuroestimulación eléctri-
ca transcutánea (TENS) 7 o las interferenciales 18. Se realizan numerosos procedimientos invasivos
Tampoco se recomienda el ultrasonido, y hay conflic- con el fin de aliviar el dolor de espalda. La evidencia
to de opinión sobre la termoterapia, ya que en algu- disponible muestra algunas veces un conflicto de
nas guías no se recomienda7,18, pero en otras se ani- opinión acerca de la utilidad y la eficacia de estas
ma a su uso como tratamiento básico con nivel de técnicas.
evidencia máximo y con recomendación de grado A47. La infiltración epidural con esteroides es recomen-
Otros procedimientos sobre los que existen muchas dada en la lumbalgia aguda cuando se sabe que
dudas son las ortesis lumbares y el masaje clásico, hay compresión radicular (grado A)47. La eficacia de
por lo que no se recomienda su uso. la inyección epidural transforaminal parece ser ma-
yor que la caudal16. En otras guías no se recomien-
dan7. Probablemente se deba entender que no se
Acupuntura y punción seca aconseja la epidural en la lumbalgia inespecífica13.
Una revisión basada en la evidencia realizada en
nuestro país resume el resto de infiltraciones espi-
La acupuntura consiste en la inserción de agujas en nales y su grado de recomendación (tabla 10)64.
determinados puntos corporales distribuidos a lo lar- Existe respaldo basado en la evidencia para otras
go de unas líneas o meridianos descritos en la me- técnicas invasivas como la epiduroscopia con lisis
dicina clásica china por los que circula la energía vi- de adherencias y también para la estimulación me-
tal o Chi. dular. Por supuesto, estas técnicas solo se aplicarán
Existe cierto conflicto de opinión sobre la acupuntu- en pacientes con dolor crónico intenso e intratable,
ra para el dolor de espalda. En general, las revisio- generalmente en el contexto de síndromes de ciru-
nes aceptan su uso, pero el grado de apoyo varía gía fallida de espalda16.
desde la no recomendación13 hasta la recomenda-
ción débil47,61. Por otro lado, otra revisión sistemática
reciente defiende de forma clara la eficacia de la Cambios terapéuticos
acupuntura en el dolor crónico, incluido el dolor de
origen espinal cervical y lumbar. Tras revisar más de
en función del diagnóstico
18.000 pacientes, el revisor concluye que la acupun- y de la evolución
tura alivia más el dolor que el placebo y que la falsa
acupuntura62. Un aspecto que las guías clínicas no suelen detallar
La punción seca hace referencia a la puntura de son las variaciones terapéuticas en función de los
puntos gatillo miofasciales en músculos que se con- diagnósticos de filiación y las adaptaciones de los
sideran relacionados con el dolor de espalda. Du- tratamientos en función de los perfiles específicos
rante esta punción se realizan estimulaciones con el de cada paciente o bien de su fase evolutiva. Al tra-

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Tabla 10. Indicaciones y recomendaciones de diversos procedimientos intervencionistas


Técnica Indicación Recomendación
Inyección intradiscal No se recomienda
Infiltración facetaria No se recomienda
Infiltración de la rama medial Dolor inespecífico Grado B
Infiltración epidural interlaminar Dolor crónico Grado A
Radiculopatía
Infiltración epidural transforaminal Dolor cervical radicular Grado A
Dolor lumbar crónico
Dolor lumbar radicular

tar las guías clínicas de estandarizar y disminuir la


Tabla 11. Tratamiento básico inicial del dolor
variabilidad de la práctica clínica, es lógico que se
de espalda
produzca este fenómeno. Pero es bien cierto que el
clínico, en su consulta, debe transformar la eviden- Educación para la salud
cia disponible en las guías en una evidencia benefi- Paracetamol
ciosa para su paciente o evidencia ad hoc. Antiinflamatorios no esteroideos
Desde este punto de vista se debe adaptar todo lo
Uso responsable y prudente de opiáceos durante
expuesto tanto al perfil del paciente como a su mo-
breves períodos
mento evolutivo.
En el perfil de cada paciente deben tenerse en Termoterapia
cuenta las características y la intensidad del dolor. No prescriba reposo
El tratamiento analgésico con paracetamol será in- Ejercicio
suficiente en un paciente con dolor neuropático por
Técnicas de movilización y manipulación
compresión radicular. Un dolor muy intenso y disca-
pacitante requerirá una escalada de tratamiento
más rápida. Deberemos asociar fármacos antiepi-
lépticos y, probablemente, opiáceos, en alguno de es realizar la revisión entre 1 y 2 semanas después
estos pacientes. de la primera consulta, en la que se habrá plantea-
Desde el punto de vista evolutivo, las reevaluacio- do el tratamiento inicial básico (tabla 11)47. En ese
nes, realizadas en la primera y la sexta semanas, momento se revisa la evolución, la progresión o me-
permitirán identificar el éxito o fracaso del tratamien- jora de los síntomas y el resultado inmediato.
to básico y la necesidad de escalonamiento. Una En función de esta reevaluación se programará el
pauta habitual es comenzar con AINE por vía oral final o la continuidad del tratamiento inicial, la am-
(incluso intramuscular en la fase más aguda), para- pliación de las técnicas terapéuticas basadas en la
cetamol y tramadol. En la revisión, si no hay mejora evidencia (tabla 12) o la derivación a un especialis-
y hay dolor neuropático, puede añadirse pregabali- ta en dolor espinal, en función de la existencia de
na. En la siguiente reevaluación, si persiste el dolor banderas rojas o de signos de irritación radicular.
intenso, puede sustituirse el tramadol por algún mor- El punto clave está alrededor de las 6 semanas. En
fínico transcutáneo. En la figura 17 se resume el cro- ese momento, la mayoría de pacientes puede pre-
nograma de acción clínica. sentar una mejora relevante. Entre las 6 y las 16
semanas se puede mantener el mismo enfoque,
pero debe considerarse la derivación a un especia-
Seguimiento lista en columna vertebral, además de evaluar las
banderas amarillas. Igualmente pueden iniciarse
los tratamientos invasivos, como la acupuntura o
punción seca (fig. 17). En el algoritmo adjunto (fig.
La reevaluación del paciente debe hacerse de forma 18)47, basado en la guía clínica del Institute for Cli-
sistemática y el tiempo de espera depende, en par- nical Systems Improvement, se describe y resume
te, del tipo de evolución. Una recomendación sólida todo el proceso.

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Tabla 12. Sinopsis de la evidencia en los tratamientos para el dolor de cuello y espalda
Grado de la
Tratamiento Recomendación
recomendación
Recomendar actividad El paciente debe permanecer activo y mantener las actividades A
diarias que le permitan sus síntomas
No reposo No se debe recomendar reposo en cama A
Educación para la salud Refuerzo de actitudes activas, planes de recuperación, limitación A
de miedos y creencias de no resolución
Ejercicio Ejercicio aeróbico y/o ejercicios específicos A
Terapias manuales La manipulación y la movilización son especialmente útiles en la A
fase aguda y subaguda
Calor Se puede usar como coadyuvante. Apenas tiene efectos adversos A
Fármacos Paracetamol B
Antiinflamatorios no esteroideos: durante cortos períodos
Relajantes musculares; considerar efectos adversos
Opiáceos: en pacientes seleccionados con dolor grave e
incapacitante, durante períodos no prolongados
Acupuntura Acupuntura y punción seca pueden usarse como coadyuvante B
Inyecciones epidurales En pacientes con radiculopatía B

1-2 semanas 2-6 semanas

Evaluación inicial Reevaluación Reevaluación

Tareas clínicas Tareas clínicas


Historia y examen: banderas rojas Reevaluación de banderas rojas
Medidas de la salud y del dolor Evolución de medidas de la salud y del dolor
Tratamiento básico inicial: Tratamiento básico, continuidad:
Educación para la salud Titulación de fármacos
Paracetamol Salto de escalón
AINE Derivación para:
Uso responsable y prudente de opiáceos Terapia manual
Termoterapia Ejercicio
No prescriba reposo

6-16 semanas Estudio o derivación si:

Reevaluación Banderas rojas


Radiculopatía grave
Banderas amarillas
Tareas clínicas
Más de 16 semanas de evolución
Continuar con las previas
Banderas amarillas
+: Derivación a valoración social y psicológica

Figura 17. Cronograma del manejo del dolor espinal.

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Banderas rojas
Evaluación inicial Reevaluación Estudiar para cáncer: figura 7*
Historia y examen: signos de Historia y examen: evolución Estudiar para infección: figura 8*
alarma de los signos de alarma Estudiar para fractura: figura 9*
Medidas de la salud y del dolor Evolución de medidas de la salud Estudiar para compresión medular: figura 10*
y del dolor Estudiar para dolor visceral: figura 11*
Estudiar para radiculopatía: figura 15*

Tratamiento básico Ausentes Radiculopatía Riesgo de cáncer,


infección, fractura
o dolor visceral
Mejora No mejora Leve: Grave: o compresión medular
No claudicación Incapacitante
Dolor de leve a Progresiva
moderado

Banderas amarillas
Creencias Estudio complementario
Conductas ante el dolor (fig. 16)* y/o derivación
Problemas ocupacionales

Figura 18. Algoritmo general para el dolor espinal. *Figuras 7, 8, 9, 10, 11, 15 y 16: desarrollo en la figura
numerada correspondiente.

Derivaciones En nuestro medio, los procedimientos y terapias re-


comendados en las guías clínicas se realizan en las
unidades básicas de rehabilitación y fisioterapia de
Las derivaciones deben hacerse de forma escalona- los centros de salud, en los servicios de rehabilita-
da. Si en la primera revisión el paciente está mejo- ción hospitalarios, en las unidades del dolor y en los
rando, es posible cerrar el proceso. Si no es así, se servicios de cirugía de raquis, bien desde cirugía or-
debe recordar que los resultados de las terapias ma- topédica o bien desde neurocirugía.
nuales son mejores en las primeras 16 semanas de
evolución, por lo que la remisión puede hacerse
tempranamente. En caso de resultados pobres, pue-
de pensarse en la derivación para técnicas interven-
Bibliografía
cionistas, desde las más sencillas a las más com-
plejas. Si observan banderas amarillas, la derivación
1. Balagué F, Mannion AF, Pellisé F, Cedraschi C. Non-specific
debe realizarse también para terapia de apoyo psi-
low back pain. Lancet. 2012;379:482-91.
cológico. Finalmente, si el paciente ha cumplido un
tratamiento óptimo físico, psicológico e intervencio- 2. Climent JM. Cervicobraquialgias. FMC. 2003;10:150-8.
nista y no ha mejorado, puede ser remitido para tra- 3. Briggs AM, Smith AJ, Straker LM, Bragge P. Thoracic spine
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La cirugía espinal evoluciona rápidamente y no se sociated factors in children, adolescents and adults. A syste-
puede establecer qué tipo de enfoque es más apro- matic review. BMC Musculoskelet Disord. 2009;10:77.
piado en este momento. Existen numerosos disposi- 4. Manchikanti L, Singh V, Datta S, Cohen SP, Hirsch JA;
tivos quirúrgicos, desde la clásica artrodesis circun- American Society of Interventional Pain Physicians. Com-
ferencial a elementos estabilizadores dinámicos, co- prehensive review of epidemiology, scope, and impact of spi-
mo prótesis discales y espaciadores. Por otro lado, nal pain. Pain Physician. 2009;12:E35-70.
otros cirujanos se inclinan por cirugías mínimamen- 5. Vos T, Flaxman AD, Naghavi M, Lozano R, Michaud C, Ez-
te invasivas y microdiscectomías. zati M, et al. Years lived with disability (YLDs) for 1160 se-

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FMC – Protocolos

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