Está en la página 1de 22

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/333248259

Patología traumatológica urgente de los miembros inferiores

Article  in  FMC - Formación Médica Continuada en Atención Primaria · June 2019


DOI: 10.1016/j.fmc.2019.01.002

CITATIONS READS

0 4,269

5 authors, including:

Bernat De Pablo Márquez David Pedrazas López


Hospital Universitari MútuaTerrassa Hospital Universitari MútuaTerrassa
189 PUBLICATIONS   32 CITATIONS    59 PUBLICATIONS   40 CITATIONS   

SEE PROFILE SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

RCParvulari View project

Casos clínicos en Atención Primaria View project

All content following this page was uploaded by Bernat De Pablo Márquez on 21 May 2019.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


en Medicina de Familia y Comunitaria

FMC
Formación Médica Continuada en Atención Primaria

Guías para la práctica asistencial


y comunitaria
Director Consejo Asesor
Amando Martín Zurro Rogelio Altisent Trota Zaragoza Mª Santos Ichaso Hernández Rubio Madrid
Josep Mª Argimón Pallas Barcelona Yolanda Jarabo Crespo Cuenca
Consuelo Arranz Gaite Oviedo Josep Jiménez Villa Barcelona
Comité de Redacción Mª Jesús Barros Gutiérrez Pontevedra Jacinta Landa Goñi Madrid
Ramón Ciurana Misol Carme Batalla Martínez Barcelona José Lapetra Peralta Sevilla
Begoña Bellas Beceiro Madrid Juan Manuel de León García S. Cruz de Tenerife
Eva Comín Bertrán Pablo Bonal Pitz Sevilla Alberto López García Franco Madrid
Roser Marquet Palomer Francesc Borrell Carrió Barcelona Salvador Lou Arnal Zaragoza
Carme Borrell Thió Barcelona Esteban de Manuel Keenoy Granada
José Bras Marquillas Barcelona María Martín Rabadán Muro Madrid
Carlos Brotons Cuixart Barcelona Miguel Melguizo Jiménez Granada
José Miguel Bueno Ortiz Alicante Francesc Molina Durán Murcia
Francisco Buitrago Ramirez Badajoz Antonio Monreal Hijar Zaragoza
Gerardo Bustos Lozano Madrid Josep Moreno Marín Alicante
Eduardo Calvo Corbella Madrid Mª Ángeles Ortiz Camúñez Sevilla
Juan Francisco Cano Pérez Barcelona Antonio Pareja Bezares P. de Mallorca
Jesús Castillo Obeso Santander Julio Pascual González Jaén
Ángel Comas Fuentes Oviedo Juan José Pérez Valencia S. Cruz de Tenerife
José Luis Delgado Martín Pontevedra Albert Planes Magriña Barcelona
Jorge Doreste Alonso S. Cruz de Tenerife José Antonio Prados Castillejo Córdoba
Carmen Fernández Alonso Valladolid Daniel Prados Torres Málaga
María Luisa Fernández Ferré Barcelona Asunción Prieto Orzanco Madrid
Juan Ferrándiz Santos Madrid Natividad Puche López Madrid
Mariano de la Figuera Von Wickmann Barcelona Celia Quirós Bauset Cartagena
Gonçal Foz Gil Barcelona Luis de la Revilla Ahumada Granada
Aurelio Fuertes Martín Salamanca José Ramón Rodríguez Borges Las Palmas
José Galbe Sánchez-Ventura Zaragoza Roger Ruiz Moral Córdoba
Francisca García de Blas Madrid Juan Antonio Sánchez Sánchez Murcia
Luis García Ortiz Salamanca Pedro Serrano Aguilar S. Cruz de Tenerife
Agustín Gómez de la Cámara Madrid Jorge Tizón García Barcelona
Tomás Gómez Gascón Madrid Antonio Trueba Castillo Logroño
Ana Gorroñogoitia Iturbe Bilbao Concha Violán Fors Barcelona

Av. Josep Tarradellas, 20-30 © Copyright 2019. Elsevier España, S.L.U. FMC se distribuye exclusivamente entre los
Tel.: 932 000 711 Reservados todos los derechos. El contenido profesionales de la medicina.
08029 Barcelona de la presente publicación no puede ser
Impreso en España.
reproducido, ni transmitido por ningún
Depósito legal: B.- 34.068-93
Zurbano, 76 4° Izq. procedimiento electrónico o mecánico,
Tel.: 914 021 212 incluyendo fotocopia, grabación magnética,
28010 Madrid ni registrado por ningún sistema de recupe- Papel ecológico libre de cloro.
ración de información, en ninguna forma, Esta publicación se imprime en papel

FMC
ni por ningún medio, sin la previa autoriza- no ácido.
Formación Médica Continuada ción por escrito del titular de los derechos This publication is printed in acid-free
en Atención Primaria de explotación de la misma. paper.
Elsevier no tendrá responsabilidad alguna por las lesiones y/o daños sobre personas o bienes que sean el resultado de presuntas declaraciones difamatorias,
violaciones de derechos de propiedad intelectual, industrial o privacidad, responsabilidad por producto o neglicencia. Elsevier tampoco asumirá responsabilidad
alguna por la aplicación o utilización de los métodos, productos, instrucciones o ideas descritos en el presente material. En particular, se recomienda realizar una
veri¿cación independiente de los diagnósticos y de las dosis farmacológicas.

Aunque el material publicitario se ajusta a los estándares éticos (médicos), su inclusión en esta publicación no constituye garantía ni refrendo alguno de la calidad
o valor de dicho producto, ni de las a¿rmaciones realizadas por su fabricante.
Patología traumatológica
urgente de los miembros
inferiores

Coordinador
Bernat de Pablo Márquez
Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona.
España.

Autores
Bernat de Pablo Márquez
Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona.
España.

David Pedrazas López


Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona.
España.

Armando García Deniz


Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona.
España.

Víctor Epaminondas de Fontes


Traumatología. Hospital Universitari Mutua Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.

Mariola Carrillo Arolas


Medicina Física y Rehabilitación. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona.
España.
Patología traumatológica
urgente de los miembros
inferiores
Lesiones de anillo pélvico, cadera y muslo 9
Fractura de cadera 9
Epidemiología 9
Mecanismo causal 9
Clínica 10
Actuación inicial 10
Tipo de fractura 10
Diagnóstico diferencial 10
Tratamiento definitivo 11
Dato adicional 11
Fractura de ramas isquiopubianas 11
Etiología 11
Clínica 11
Diagnóstico diferencial 11
Complicaciones 11
Actuación inicial 11
Tratamiento 11
Dato adicional 12
Lesión muscular 12
Etiología 12
Clínica 12
Complicaciones 12
Actuación inicial 13
Tratamiento 13
Dato adicional 13

Lesiones de rodilla 13
Lesiones del aparato extensor 13
Criterios de derivación/criterios quirúrgicos 14
Luxación de rótula 14
Tratamiento 14
Lesiones ligamentosas y meniscales 15
Ligamentos cruzados 15
Ligamentos colaterales 15
Lesiones meniscales 15

Lesiones de tobillo y pie 15


Esguince de tobillo 15
Tratamiento 15
Fracturas de tobillo 16
Rotura del tendón de Aquiles 16
Fracturas de pie 16
Dato adicional 17
Anticoagulación profiláctica 18

Inmovilizaciones de la extremidad inferior 20


Consideraciones generales 20
Vendaje funcional 20
Vendaje compresivo 20
Férula de yeso 20
Férula suropédica 21
Férula cruropédica 21
Yeso inguinopédico/suropédico (bota de yeso) 22
Sindactilia 22

Analgesia 23

Bibliografía 24
Patología traumatológica
urgente de los miembros
inferiores
Coordinador

Bernat de Pablo Márquez


Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.

Autores

Bernat de Pablo Márquez


Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.

David Pedrazas López


Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.

Armando García Deniz


Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.

Víctor Epaminondas de Fontes


Traumatología. Hospital Universitari Mutua Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.

Mariola Carrillo Arolas


Medicina Física y Rehabilitación. Hospital Universitari Mútua Terrassa. Terrassa. Barcelona. España.

Lesiones de anillo pélvico, un coste anual de 1.591 millones de euros y una


pérdida de años de vida ajustados por calidad de
cadera y muslo 7.2182. Se prevé que la incidencia continúe aumen-
tando en el futuro próximo, especialmente en los
mayores de 80 años. Debido al mayor envejecimien-
Fractura de cadera to de la población y a la mayor incidencia de osteo-
porosis en el sexo femenino, las fracturas de cade-
Epidemiología ra son más frecuentes en mujeres3.
Desde enero de 2017 se puso en marcha en nues-
La fractura de cadera o fractura de fémur proximal tro país el Registro Nacional de Fracturas de Cade-
es uno de los principales problemas de salud aso- ra, un proyecto multidisciplinar cuyo objetivo es rea-
ciado al envejecimiento y la fragilidad, por la grave lizar un registro multicéntrico de las características
repercusión tanto en morbimortalidad como en de- epidemiológicas, clínicas, funcionales y asistencia-
terioro funcional. Según los datos estadísticos del les de los pacientes con fractura de cadera durante
Ministerio de Sanidad, la incidencia en 2008 en Es- la hospitalización y un mes después del alta4.
paña fue de 103,76 casos por 100.000 habitantes.
A partir de los 75 años la tasa aumenta hasta al-
canzar 2.534 casos por 100.000 habitantes para el
Mecanismo causal
grupo de edad entre 90 y 94 años1. Se ha calculado La etiología suele ser por traumatismo directo, y en
una incidencia de unas 40.000 a 45.000 fracturas pacientes osteoporóticos pueden ser aparentemen-
de cadera al año en España, cuya atención supone te leves (pueden aparecer incluso fracturas atrau-

9
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

máticas, por colapso del hueso osteoporótico). El realizar el diagnóstico en el medio extrahospitala-
80% de las fracturas se dan en el domicilio. rio, siempre que tengamos los recursos para una
correcta movilización del/la paciente.
Clínica
Tipo de fractura
Los pacientes referirán típicamente dolor e impo-
tencia funcional de la extremidad, y pueden presen- Se distinguen dos tipos de fractura:
tar además aducción, acortamiento y rotación ex-
terna (fig. 1). Aunque es una forma de presentación • Fractura subcapital (fig. 2).
clásica, no se da en todos los casos. • Fractura pertrocatérea (fig. 3).
El paciente suele referir dolor a la palpación de la
región inguinal y/o trocantérea, así como edema en
la cadera afectada.
Diagnóstico diferencial
Deberá realizarse con la fractura de ramas isquio-
Actuación inicial pubianas/cótilo.
Consistirá en:

• Exploración física: se deben evaluar las posibles


causas de la caída (lipotimia, síncope, focalidad
neurológica).
• Analgesia: de elección se utilizará la vía endove-
nosa. Puesto que es una patología quirúrgica y
puede requerir ayuno, evitaremos la vía oral.
• Inmovilizar para reducir la movilidad de la zona (si
se dispone de los medios).
• Valorar la realización de pruebas radiológicas: en
caso de disponer de radiografía podemos valorar

Figura 2. Radiografía anteroposterior de pelvis. Fractura


subcapital de fémur derecho (flecha blanca).

Figura 1. Acortamiento y rotación externa de extremidad


inferior derecha en paciente con sospecha de fractura Figura 3. Radiografía anteroposterior de pelvis. Fractura
de fémur proximal tras caída. pertrocantérea de fémur izquierdo (flecha blanca).

10
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

Tratamiento definitivo Fractura de ramas


El tratamiento definitivo de la fractura de cadera es
isquiopubianas
quirúrgico y el tipo de procedimiento variará según
la localización de la fractura y la situación basal del Las fracturas de ramas isquiopubianas son fre-
paciente. cuentes en traumatismos de baja energía en pa-
cientes mayores osteoporóticos. Son fracturas del
anillo pélvico que no comprometen la estabilidad
Dato adicional del mismo. Su incidencia en la población general
Los pacientes portadores de prótesis de cadera es de 37/100.000 pacientes. Esta aumenta con la
que sufren una caída sobre esa extremidad pueden edad y alcanza su pico máximo en mujeres mayo-
presentar una fractura periprotésica. Las fracturas res de 85 años (450/100.000 pacientes/año)6.
periprotésicas suelen darse donde termina la próte- La fractura puede afectar desde las cuatro ramas
sis o el material de osteosíntesis (fig. 4), por lo que isquiopubianas a solo una.
no suelen presentar acortamiento ni rotación de la
extremidad. Las fracturas periprotésicas deben ser
derivadas siempre a centro hospitalario5.
Etiología
Caída sobre región glútea. Es típico de pacientes
mayores que caen al intentar sentarse en una silla
o en el retrete.

Clínica
El paciente refiere dolor en la región glútea y de la
cadera. La exploración de la cadera puede ser do-
lorosa, pero no presentan acortamiento ni rotación.

Diagnóstico diferencial
Se realizará con la fractura de cadera y la fractura
de cótilo.

Complicaciones
Se puede producir lesión vascular, lesión de órga-
nos pélvicos o lesión nerviosa.

Actuación inicial
Consistirá en:

• Analgesia.
• Radiología (si está disponible).
• En caso de fracturas muy desplazadas, que afec-
ten a más de una rama (fig. 5), o en pacientes anti-
agregados o anticoagulados deberemos realizar un
hemograma para descartar lesión vascular (en ca-
so de disponer analítica en el centro) o derivar a
centro hospitalario7.

Figura 4. Radiografía anteroposterior de fémur. Fractura Tratamiento


periprotésica en paciente portador de prótesis de cadera El tratamiento de las fracturas de ramas isquiopu-
derecha.
bianas consiste en reposo y analgesia. Las fractu-

11
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

Tabla 1. Criterios de traumatismo de alta energía

Muerte de una o más víctimas en el mismo


compartimento del vehículo
Tiempo de liberación superior a 20 minutos
Choques automovilísticos a más de 60 km/h
Caídas en motocicleta, bicicleta u otros
dispositivos móviles a más de 30 km/h
Atropellos a más de 8 km/h
Caída de más de 6 m de altura (el doble de la
altura en niños)
Figura 5. Radiografía anteroposterior de pelvis. Fractura Accidentes por vuelco
de ramas isquiopubianas superior (flecha azul) e inferior Intrusión de cualquier objeto más de 30 cm en el
(flecha blanca) derechas. área del conductor/copiloto o más de 45 cm en
cualquier otra localización del vehículo
ras suelen tardar unas 3-4 semanas en consolidar,
durante las cuales puede persistir el dolor.
Es importante realizar una buena pauta analgésica,
así como valorar la administración de medicación gastrocnemio. Las lesiones más frecuentes se pro-
laxante (la sedestación en el baño puede ser dolo- ducen en la zona de los isquiotibiales, recto anterior
rosa y la inmovilización puede favorecer el estreñi- y músculos aductores, seguidas por el gemelo in-
miento). terno (tennis leg). Dicha incidencia se explica prin-
En caso de inmovilización prolongada deberemos cipalmente por ser el bíceps femoral y el recto ante-
valorar el uso de anticoagulantes profilácticos. rior los músculos más sensibles a lesiones en el
fútbol, el deporte con más licencias federativas en
el mundo.
Dato adicional
En el contexto de accidentes de alta energía debe-
remos descartar siempre lesión inestable del anillo
Etiología
pélvico. Las lesiones musculares suelen acontecer durante
La fractura inestable del anillo pélvico es una pato- una contracción excéntrica brusca, muy habitual
logía potencialmente grave, debido a la posible le- durante el ejercicio físico.
sión de estructuras vasculonerviosas pélvicas y de
órganos intraabdominales.
En la tabla 1 se exponen los criterios de traumatismo
Clínica
de alta energía. En caso de paciente sometido a Debemos preguntar por el mecanismo de la lesión,
traumatismo de alta energía, la valoración del anillo el tipo de actividad física, la aparición brusca/diferi-
pélvico deberá incluirse en la valoración ABCDE8. da y las lesiones previas en la zona. Los pacientes
La valoración de la estabilidad del anillo pélvico de- afectados de una rotura muscular suelen explicar
be realizarla personal sanitario entrenado y no se un dolor brusco (dolor “en pedrada”) durante una
debe repetir. En caso de sospecha deberemos in- contracción excéntrica. A la exploración física po-
movilizar la pelvis (con un dispositivo específico o dremos encontrar discontinuidad muscular, hema-
con una sábana), canalizar dos vías periféricas de toma y dolor intenso. Se deberá descartar siempre
calibre grueso y derivar a urgencias hospitalarias afectación vascular/nerviosa y la posible lesión ten-
de forma urgente9. dinosa asociada.

Complicaciones
Lesión muscular
Se puede observar:

El muslo es la región más frecuentemente afectada • Síndrome compartimental agudo.


por las lesiones musculares, seguido del músculo • Hematoma muscular.

12
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

• Miositis osificante. El diagnóstico es eminentemente clínico, utilizando


• Acortamiento muscular. la regla de las 6 P: Dolor (pain), presión, falta de
pulso (pulselessness), palidez, parálisis y pareste-
sias.
Actuación inicial10
En caso de sospecha, el paciente debe ser deriva-
Consistirá en: do a un centro hospitalario con la mayor presteza.

• Analgesia.
• Se debe evitar la inmovilización de la zona lesio-
nada y las articulaciones vecinas, pues favorece la
Lesiones de rodilla
atrofia muscular y puede causar acortamiento del
músculo lesionado.
• Aunque la ecografía musculotendinosa es la prue- La mitad de la población solicitará a lo largo de su
ba más coste-efectiva para el diagnóstico y segui- vida valoración de patología de la rodilla. Debemos
miento de lesiones musculares, no se recomienda diferenciar la patología crónica de la patología ur-
realizarla hasta las 48 horas de la lesión, pues la gente a través de una buena anamnesis y explora-
inflamación en fases hiperagudas impide un diag- ción física.
nóstico claro. Al ser una prueba dinámica, es técni- La exploración física se debe realizar con el pacien-
co-dependiente y debe ser realizada por personal te en ropa interior, lo que nos permitirá comparar
entrenado (actualmente en muchos centros de aten- con la rodilla contralateral.
ción primaria se dispone de ecógrafos y profesiona- Las normas de Ottawa muestran las indicaciones
les muy bien formados). En caso de dudas se pue- para realizar pruebas de imagen en pacientes adul-
de solicitar resonancia magnética (RM). tos con dolor de rodilla de menos de 7 días de evo-
lución12:
Criterios de derivación hospitalaria:
• Paciente mayor de 55 años.
• Sospecha de síndrome compartimental agudo.
• Sensibilidad dolorosa en la cabeza del peroné.
• Sospecha de lesión tendinosa asociada (principal-
• Sensibilidad dolorosa aislada (no afecta a otras
mente tendón de Aquiles, tendón cuadricipital).
zonas) en la rótula.
• Imposibilidad de flexionar la rodilla hasta los 90°.
Tratamiento • Imposibilidad de caminar cuatro pasos con la ex-
Consistirá en: tremidad afectada en el momento de la lesión ni en
el momento de la exploración.
• Analgesia. Cumplir una de las condiciones es indicación de ra-
• Reposo en fase hiperaguda (1-3 días). diografía anteroposterior y lateral de rodilla.
• Movilización progresiva según dolor. Rehabilita-
ción precoz.
• En las roturas fibrilares de gemelo interno se pue- Lesiones del aparato extensor
de aconsejar la utilización de calzado con alza en el
talón.
Tendón rotuliano/cuadricipital: en caso de rotu-
ra de dichos tendones, el paciente presentará im-
Dato adicional potencia para levantar la pierna en extensión. A la
El síndrome compartimental agudo es una de las exploración física se podrá objetivar discontinui-
patologías más graves en traumatología. Puede dad por debajo/encima de la rótula y desplaza-
ocasionarse por fracturas, lesiones musculares, miento superior/inferior de esta. El tratamiento es
contusiones o vendajes/yesos demasiado apreta- quirúrgico.
dos. Un 40% de los síndromes compartimentales Fractura de rótula: suele acontecer tras traumatis-
en extremidades inferiores se asocian a fracturas. mo directo. El paciente presentará dolor, crepita-
La localización más frecuente es, en extremidades ción e impotencia funcional (en fracturas margina-
superiores, en antebrazo o musculatura intrínseca les o verticales el paciente puede mantener la ca-
de las manos. En extremidades inferiores es más pacidad de extensión). Se deberán realizar pruebas
frecuente en la región del muslo11. de imagen (criterios de Ottawa).

13
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

Criterios de derivación/criterios
quirúrgicos13:

Se citan los siguientes:

• Escalón articular > 2 mm.


• Más de 3 mm de separación entre fragmentos.
• Fractura conminuta.
• Lesión del aparato extensor (polo superior/infe-
rior).
• Fractura abierta.

En caso de no cumplir criterios quirúrgicos (figs. 6 y


7) se deberá inmovilizar la extremidad con calza in-
guinopédica, apoyo parcial y control radiológico a
las 3 semanas.

Luxación de rótula

Típica en niños/adolescentes durante la práctica


deportiva debido a que tienen la musculatura cua-
dricipital poco desarrollada. El paciente presenta un
desplazamiento lateral de la rótula y bloqueo de la
rodilla en flexión (fig. 8). En algunos casos, la rótula
se reduce por sí sola.

Tratamiento
Reducción cerrada movilizando la rótula a medial a
la vez que se realiza la extensión de la rodilla. Tras la
reducción se debe inmovilizar con calza inguinopé-
dica 6 semanas (primer episodio) o vendaje com-
presivo (luxaciones recidivantes) con carga parcial Figura 7. Radiografía lateral de rodilla. Fractura
temprana. Derivar a consultas externas de rehabili- transversal incompleta de rótula, sin diástasis entre
tación14. fragmentos (flecha blanca).

Figura 6. Radiografía axial de rótula. Fractura del


margen interno de la rótula, sin escalón articular (flecha Figura 8. Luxación aguda de rótula.
blanca). Tomado de: de Pablo B, Cabré JL14.

14
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

Lesiones ligamentosas caso de bloqueo irreductible se debe derivar al pa-


ciente a centro hospitalario para valorar tratamiento
y meniscales15 quirúrgico.
El tratamiento en las lesiones ligamentosas/menis-
Ligamentos cruzados
cales es común: vendaje compresivo, descarga de
Típico en deportistas. Presentan dolor, tumefac- la extremidad y analgesia. Debemos valorar anti-
ción, impotencia funcional y derrame articular (ge- coagulación profiláctica.
neralmente de rápida instauración). Se debe revalorar al paciente al cabo de una sema-
A la exploración presentan rodilla en flexo, con défi- na y valorar la RM ambulatoria para alcanzar un
cit de extensión completa. Se debe realizar radio- diagnóstico definitivo. El tratamiento se individuali-
grafía para descartar fractura asociada16 (fractura za según el paciente y su actividad.
de meseta tibial, fractura de espinas tibiales). Pos-
teriormente se debe drenar el derrame articular (he-
martros sin grasa). Tras drenar la rodilla se suele Lesiones de tobillo y pie
recomendar infiltrar anestésico para permitir una
exploración menos sesgada por el dolor.
Para el ligamento cruzado anterior (LCA) realizare- Esguince de tobillo
mos las maniobras de Lachman, cajón anterior y/o
Pivot Shift. Para el ligamento cruzado posterior
(LCP) realizaremos la maniobra de cajón posterior. Lesión muy frecuente (1/10.000 habitantes/día).
Más frecuente en sexo femenino y en pacientes
que ya han tenido esguinces previos. La mayoría
Ligamentos colaterales de los casos (85%) se dan en el complejo lateral, de
La lesión de los ligamentos colaterales suele darse los cuales un 65% afectará de forma aislada al liga-
tras un traumatismo lateral de la rodilla. Puede aso- mento peroneoastragalino anterior. El mecanismo
ciarse a lesiones meniscales y/o lesiones de liga- causal suele ser una inversión forzada13.
mentos cruzados. Es importante explorar ambos tobillos, para valorar
El paciente puede referir dolor, impotencia funcional, el balance articular/bostezos. Suele presentar dolor
derrame articular (sobre todo en lesiones de ligamen- y edema perimaleolar.
to colateral medial [LCM]). Se debe valorar la estabili- Esguince de primer grado: se produce una dis-
dad articular de varo/valgo forzado en extensión y tensión ligamentosa, con rotura de alguna fibra,
con una flexión de 30° (en extensión completa el con poco dolor, hematoma nulo o escaso y sin ines-
LCA/LCP estabilizan el valgo/varo. En caso de boste- tabilidad objetivable.
zo con la rodilla en extensión completa debemos Esguince de segundo grado: se aprecian roturas
descartar lesión asociada de ligamentos cruzados). parciales del ligamento. Suele observarse una equi-
Para la valoración del ligamento colateral lateral mosis y hematoma, con dolor localizado en la zona
(LCL) podemos utilizar la maniobra del 4 de Moragas, externa y algún grado de inestabilidad al andar o es-
donde se palpa el cordón del ligamento en la cara la- tar de pie. Los signos inflamatorios son moderados.
teral de la rodilla, partiendo de la cabeza del peroné. Esguince de tercer grado: rotura completa del li-
gamento e inestabilidad importante de la articula-
ción. Los signos inflamatorios y el dolor son impor-
Lesiones meniscales tantes. Habitualmente suele estar incluida la rotura
La lesión meniscal aguda provoca dolor e impotencia también del ligamento peroneocalcáneo.
funcional inmediatos. Es importante realizar un diag- Las normas de Ottawa (fig. 9, tabla 2) muestran los
nóstico diferencial de la lesión degenerativa del me- criterios para solicitar radiografías en un esguince
nisco, que presenta un dolor subagudo. Pueden exis- de tobillo (sensibilidad del 98,5-99,6% y especifici-
tir bloqueos en últimos grados de extensión/flexión y dad de entre 26,7% y 29,7% en mayores de 18 me-
derrame articular (puede existir hemartros). Debe- ses de edad)17.
mos tener en cuenta que las maniobras de Apley y
McMurray no son valorables en el momento agudo.
Una complicación de la lesión meniscal es el blo-
Tratamiento
queo articular. Las maniobras de reducción deben Lesión estable: vendaje elástico/funcional, eleva-
ser realizadas por personal entrenado y a poder ser ción de la extremidad, frío local, descarga 48-72 ho-
tras la infiltración intraarticular de anestésico. En ras e iniciar carga y ejercicios de propiocepción.

15
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

• Fracturas combinadas:
– Fractura bi- o trimaleolar: afectación de maléolo
peroneal, tibial y/o tibial posterior.
– Fractura de Maisonneuve: afectación del maléolo
tibial distal y peroné proximal. Suele darse por me-
canismos de torsión. Ante un paciente con fractura
de maléolo tibial distal, debemos recordar explorar
el peroné proximal.

Criterios de derivación13:

• Fracturas abiertas.
• Fractura-luxación.
• Lesión vascular y/o nerviosa.
• Fractura suprasindesmal (fig. 10).
• Fractura bi- o trimaleolar (fig. 11).

Rotura del tendón de Aquiles

Es frecuente en deportistas de mediana edad al im-


Figura 9. Criterios de Ottawa. Punta o margen posterior pulsarse de forma súbita. En las roturas totales y
de ambos maléolos, base de quinto metatarsiano y parciales se puede palpar un defecto o hachazo en-
escafoides tarsiano. tre 2 y 6 cm de la inserción del tendón. En las rotu-
ras completas, la compresión del gemelo no produ-
ce la flexión plantar del pie contra gravedad (manio-
Lesión inestable: vendaje rígido, elevación de la bra de Thompson).
extremidad, reevaluación en una semana para valo- El método diagnóstico más efectivo es la ecografía.
rar estabilidad articular y posibilidad de solicitar Actualmente, el tratamiento quirúrgico está cuestio-
pruebas de imagen. nado, debido a la alta tasa de rerrotura y complica-
Debemos valorar la anticoagulación profiláctica. ciones. Se reserva principalmente a pacientes de-
portistas. El tratamiento conservador consiste en la
inmovilización con yeso inguinopédico en equino,
Fracturas de tobillo medidas generales, no apoyo de la extremidad y
rehabilitación precoz18.

Ante una fractura de tobillo debemos valorar:


Fracturas de pie
• Lesión infra- o suprasindesmal: las fracturas por
encima de la sindesmosis tibioperonea distal son
inestables, por lo que pueden requerir tratamiento Fracturas de metatarsianos: la fractura de quinto
quirúrgico. metatarsiano es la lesión más frecuente y suele

Tabla 2. Normas de Otawa

Radiografía anteroposterior y lateral de tobillo Radiografía anteroposterior y lateral de pie


Dolor a la palpación de la punta y/o margen Dolor a la palpación de la base del quinto
posterior de los 6 cm distales de maléolo tibial metatarsiano
Dolor a la palpación de la punta y/o margen Dolor a la palpación del escafoides tarsiano
posterior de los 6 cm distales de maléolo peroneal (navicular)
Incapacidad para sostener el propio peso durante Incapacidad para sostener el propio peso durante
4 pasos 4 pasos

16
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

Figura 10. Radiografía anteroposterior y lateral de tobillo. Fractura de peroné (flechas blancas) por encima de
sindesmosis tibioperonea distal (líneas blancas).

acontecer tras un mecanismo de inversión forzada


del tobillo, por tracción del tendón del músculo pero-
neo largo (fig. 12). El tratamiento suele ser conser-
vador, con yeso suropédico durante 4-6 semanas.
Las fracturas de la diáfisis proximal (fractura de Jo-
nes) consolidan más lentamente debido a que afec-
tan a una zona con mala vascularización, por lo que
en algunos casos el tratamiento será quirúrgico.
Las fracturas en el resto de metatarsianos son me-
nos frecuentes. Las fracturas del primer metatarsia-
no son las que pueden causar más problemas fun-
cionales, pues es una zona de carga importante.
En las fracturas subcapitales del segundo al quinto
metatarsiano el tratamiento es conservador.

Criterios de derivación de fracturas de metatarsia-


no:
• Fractura de primer metatarsiano.
• Fractura de la base de los metatarsianos centra-
les.
• Fracturas diafisarias desplazadas.

Dato adicional
La fractura por estrés es una causa habitual de Figura 11. Radiografía anteroposterior de tobillo.
fracturas de metatarsianos. Pueden aparecer ante Fractura bimaleolar: fractura de maléolo peroneal
(flecha blanca) y maléolo tibial (flecha azul).
traumatismos de baja energía o incluso sin trauma-

17
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

Figura 12. Radiografía anteroposterior (izquierda) y


oblicua (derecha) de pie. Fractura en base de quinto
metatarsiano (flecha blanca).

tismo aparente (la fractura aparece en el estudio de


una metatarsalgia crónica). La localización más fre-
cuente es el segundo y tercer metatarsianos (fig.
13). Figura 13. Radiografía oblicua de pie solicitada en
Los factores de riesgo para padecer fractura de es- paciente afectado de metatarsalgia de semanas de
trés son: sexo femenino, traumatismos de repetición evolución. Fractura diafisaria de tercer metatarsiano
(deportes de carrera o de salto), pie plano, hallux (círculo azul), con signos de consolidación.
rigidus, osteoporosis, déficits de calcio y/o vitamina
D, fracturas de estrés previas. Anticoagulación
El tratamiento es generalmente conservador excep-
to en algunas fracturas del quinto metatarsiano que profiláctica
pueden precisar de tratamiento quirúrgico.
Fractura de falanges: suelen ser causadas por
traumatismo directo (fig. 14). El tratamiento conser- La tromboprofilaxis con heparinas de bajo peso mo-
vador consiste en vendaje tipo sindactilia y reposo lecular (HBPM) se indica en algunos pacientes afec-
de la extremidad durante 3 semanas. Al inmovilizar- tados por lesiones no quirúrgicas de extremidad in-
se solamente los dedos no precisan de anticoagu- ferior que precisen de inmovilización para prevenir la
lación profiláctica. La excepción serían las fracturas enfermedad tromboembólica venosa (ETEV). La
intraarticulares y desplazadas de las falanges del profilaxis se debe mantener mientras dure la inmovi-
primer dedo, que pueden precisar de tratamiento lización. En la figura 15 se muestra el algoritmo de
quirúrgico19. indicación del tratamiento profiláctico20.
Luxación de falanges: son causadas por trauma- En la tabla 3 se muestran los factores de riesgo de
tismo directo y son evidentes a la inspección. El tra- enfermedad tromboembólica en lesiones no quirúrgi-
tamiento consiste en reducción cerrada y sindacti- cas de la extremidad inferior. En el caso de cumplir
lia. uno de los parámetros de la tabla, se considera que el

18
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

Tabla 3. Factores de riesgo de enfermedad


tromboembólica
Condiciones médicas: embarazo, viaje
superior a 6 h, enfermedad inflamatoria
intestinal activa, insuficiencia cardíaca grave,
EPOC descompensada, IAM, AVC (paresia
en extremidad inferior), neoplasia, diabetes,
obesidad, catéter venoso central, consumo de
tabaco superior a 35 cigarrillos/día, encamamiento
de más de 4 días, edad superior a 40 años
Medicamentos: anticonceptivos orales,
inhibidores de la aromatasa, terapia hormonal
sustitutiva, tamoxifeno, raloxifeno, quimioterapia
AVC: accidente vascular cerebral; EPOC: enfermedad
pulmonar obstructiva crónica; IAM: infarto agudo de miocardio.

Tabla 4. Heparinas de bajo peso molecular

Bemiparina Moderado 2.500 U


Alto 5.000 U

Dalteparina Moderado 2.500 U


Alto 5.000 U
Figura 14. Radiografía anteroposterior de pie. Fractura Enoxaparina Moderado 2.000 U
de falange proximal de quinto dedo (flecha blanca).
Alto 4.000 U

Tinzaparina Moderado 3.500 U


paciente tiene un riesgo moderado de ETEV; en caso
Alto 4.500 U
de cumplir más de uno se considerará riesgo alto.
En la tabla 4 se muestran los diferentes tipos de Nadroparina Moderado 3.800 U
HBPM y las dosis según riesgo moderado o alto.
Alto 5.700 U
Otros anticoagulantes han sido usados con el mis-

Inmovilización por lesión no quirúrgica de miembro inferior

Sin fractura Con fractura

<40 años >40 años

Condición médica asociada

No Sí

Medidas físicas Tromboprofilaxis con HBPM

Figura 15. Algoritmo de decisión para tromboprofilaxis en inmovilización por lesión no quirúrgica del miembro inferior.
HBPM: heparinas de bajo peso molecular.

19
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

mo fin: el acenocumarol precisa de control estricto,


y los nuevos anticoagulantes solo han sido autori-
zados para la tromboprofilaxis en pacientes interve-
nidos de prótesis de cadera o de rodilla21.

Inmovilizaciones
de la extremidad inferior

Consideraciones generales
Para realizar una correcta inmovilización debemos
tener en cuenta lo siguiente:
Figura 16. Vendaje funcional de tobillo.
• La piel debe estar íntegra y limpia. En caso de
pérdida de integridad cutánea/herida se deberá lim-
piar y desinfectar. Nunca se debe tapar una herida hora de deambular (descarga parcial de la extremi-
con el mismo vendaje, se colocará un apósito esté- dad).
ril.
• Se deben retirar apósitos, joyas, pulseras, etc.
• El tobillo se inmovilizará a 90° (excepto en lesio- Vendaje compresivo
nes del tendón de Aquiles, donde el pie se colocará
en flexión plantar) y la rodilla con una flexión de
unos 10°. Materiales: venda tubular, algodón/celulosa, venda
• Los vendajes se deben aplicar de distal a proxi- de gasa, venda elástica adhesiva (fig. 17).
mal, para favorecer el retorno venoso. Objetivo: el vendaje compresivo se utiliza con el fin
• En el tratamiento de las fracturas se deberá inmo- de limitar la movilidad de la articulación, favorecer el
vilizar una articulación por encima y una articula- retorno venoso y contener el edema. Se indica en
ción por debajo de la lesión, para evitar el despla- lesiones de rodilla o tobillo que presenten edema.
zamiento. Consideraciones:
• Se deberán proteger las prominencias óseas al
ser puntos de presión. • Se puede realizar un vendaje suropédico para el
tratamiento de patologías del tobillo o inguinopédi-
co para tratar patología de rodilla. La rodilla se de-
Vendaje funcional be inmovilizar con una leve flexión y el tobillo en un
ángulo de 90°.
• Al disminuir el edema, el vendaje pierde efectivi-
Materiales: protección de piel (pretape), venda se- dad, pues es elástico. Por ello, los vendajes com-
mirrígida (tape)/venda elástica adhesiva (fig. 16). presivos deben revisarse y repetirse si se precisa
Objetivo: como su nombre indica, debe permitir en un margen de 4-5 días (en caso de precisar in-
una cierta funcionalidad de la extremidad: permite movilización durante más días se recomienda utili-
que la articulación inicie un trabajo de propiocep- zar una férula de yeso)23.
ción. Muy útil en el esguince de tobillo de primer
grado; también se usa en esguinces de ligamentos
colaterales de la rodilla. Se pueden utilizar también Férula de yeso
para prevenir lesiones22.
Consideraciones:
Permite una mejor inmovilización que un vendaje
• Dado que permite movilidad de la articulación, no compresivo. La férula se puede colocar en la parte
precisa de tromboprofilaxis. ventral o dorsal de la extremidad.
• Los primeros días posteriores a la lesión el pa- Material: venda tubular, protección de prominen-
ciente puede precisar de ayuda con muletas a la cias óseas, yeso, venda elástica/venda adhesiva.

20
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

• Está indicada en lesiones con gran edema, pues


un yeso cerrado podría causar compromiso vascu-
lar o nervioso. Así, se recomienda en esguinces de
tobillo, fracturas de tobillo con gran edema, fractu-
ras de tarso o metatarso.

Férula cruropédica
• La férula de yeso estará constituida por 12-14 ca-
pas de yeso.
• La férula cruropédica llegará hasta la cabeza de
los metatarsianos (fig. 19).
• La postura será con la rodilla a 10° y el tobillo a 90°.

Figura 17. Vendaje compresivo de tobillo.

Férula suropédica
• La férula de yeso estará constituida por 10-12 ca-
pas de yeso.
• Antes de aplicar el yeso se aplicará venda tubular
y protección de prominencias óseas.
• La férula suropédica llegará hasta la cabeza de
los metatarsianos en caso de lesiones de tobillo y
hasta los dedos en caso de lesiones de tarso o me-
tatarso (fig. 18).

Figura 18. Férula dorsal de yeso suropédica. Paso 1


(izquierda): venda tubular y protección de prominencias.
Paso 2 (derecha): medida de férula y aplicación. Figura 19. Férula dorsal de yeso cruropédica.

21
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

Tabla 5. Recomendaciones en pacientes portadores


cúbito prono, para facilitar el manejo del material.
de yeso En el caso que el paciente no tolere el decúbito
prono se puede poner una sábana doblada debajo
El yeso tarda 48 h en secarse por completo. Se de la rodilla para asegurar la flexión de la inmovili-
ha de ser especialmente cuidadoso durante ese
período zación.
Si no se indica lo contrario, se deben mover las
articulaciones vecinas no inmovilizadas
El yeso no se debe mojar en ningún momento
El yeso no se debe cortar ni modificar
Yeso inguinopédico/suropédico
No introducir objetos dentro del yeso para (bota de yeso)
rascarse
No se debe apoyar la extremidad hasta que se
indique lo contrario Se recomienda en fracturas, principalmente para
Intentar mantener la extremidad elevada evitar el desplazamiento.
Normas de reconsulta en pacientes portadores Consideraciones:
de yeso
• Se recomienda realizar una radiografía de control
Edema, palidez o frialdad de los dedos
Dolor intolerable pese a la medicación prescrita tras inmovilizar la fractura con yeso cerrado.
Mal olor dentro del yeso • Al ser un vendaje cerrado rígido existe más riesgo
Supuración o exudación por fuera del yeso de complicaciones, principalmente en lesiones aso-
El yeso se afloja o se deteriora ciadas a edema.
• Se debe explicar al paciente las recomendaciones
y normas de reconsulta implícitas en ser portador
• Está indicada en lesiones de rodilla que precisen de yeso (tabla 5).
de inmovilización: fracturas de rótula, fracturas de • La rodilla se debe inmovilizar con una leve flexión
tibia proximal, lesiones ligamentosas de rodilla aso- y el tobillo en un ángulo de 90°.
ciadas a edema.

Consideraciones: Sindactilia
• Se recomienda tomar la medida de la férula de
yeso en la extremidad contralateral, para evitar la Consiste en la inmovilización de un dedo, utilizando
manipulación de la articulación lesionada. como férula el dedo sano adyacente. Se indicará
• Para colocar la férula de yeso se recomienda, en lesiones de los dedos de los pies (capsulitis,
siempre que sea posible, colocar al paciente en de- fractura):

Figura 20. A-D) Sindactilia para lesión de segundo dedo del pie.

22
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

• Se deberá aplicar una gasa en el espacio interdi- evitar la vía oral, puesto que el riesgo anestésico
gital para evitar maceración. Se protegerá la piel disminuye considerablemente si el paciente ha
con venda de gasa (fig. 20 A). cumplido un ayuno de 6 horas para alimentos y 2 ho-
• Se aplicarán tiras circulares de esparadrapo para ras para líquidos.
unir los dos dedos (fig. 20 B).
• Para reforzar el vendaje se puede unir la zona de
metatarsianos. Se protegerá también la piel con Anexo. Exploraciones complementarias
venda de gasa, que también se usará para rodear
los dos dedos, reforzando la unión (fig. 20 C). Pos- Fractura de fémur Radiografía de pelvis
proximal Radiografía de cadera
teriormente se aplicará venda elástica adhesiva pa- AP/axial
ra fijar el vendaje (fig. 20 D).
Al inmovilizarse solamente los dedos no precisan Fractura de ramas Radiografía de pelvis
isquiopubianas Hemograma (en casos
de anticoagulación profiláctica. En caso de fractura
indicados)
se puede recomendar que se evite deambular con
el pie afectado debido al dolor que puede causar. Lesión muscular/ Ecografía
tendinosa musculoesquelética
Resonancia magnética
Fractura de rótula Radiografía de rodilla
Analgesia AP/lateral/axial
Esguince de tobillo Radiografía de tobillo
AP/lateral si criterios
La analgesia en el contexto de lesiones traumatoló- de Ottawa
gicas es una de las principales tareas del médico Radiografía de pie
AP/oblicua si
en el ámbito extrahospitalario. Aunque no se dis- criterios de Ottawa
ponga de herramientas diagnósticas o de trata-
miento, es de gran importancia que el paciente se Fractura de Radiografía de pie
metatarsianos AP/oblicua
encuentre lo más cómodo posible. Para ello, es
muy útil el empleo de la escala visual analógica Fractura de dedos Radiografía de dedos
(EVA) de dolor (fig. 21). de los pies de los pies AP/
Nota: en el caso de sospechar una patología que oblicua
pueda precisar de cirugía de urgencia debemos AP: anteroposterior.

Dolor agudo

Severo Moderado Leve


(EVA > 7) (EVA 4-7) (EVA < 4)

Riesgo Sin riesgo


cardiovascular elevado cardiovascular

Opioide mayor Paracetamol o Coxib o AINE Paracetamol


± paracetamol metamizol convencional o metamizol
± AINE ± opioide menor ± IBP
± opioide menor

Figura 21. Algoritmo de tratamiento del dolor agudo.


AINE: antiinflamatorios no esteroideos; coxib: inhibidor de la ciclooxigenasa; EVA: escala visual analógica; IBP: inhibidores de la
bomba de protones. Modificado de: Manual Setla13.

23
FMC – Guías para la práctica asistencial y comunitaria

11. De Pablo B, Quintas S, Solà L, Castillón P. Síndrome com-


Bibliografía partimental agudo. Semergen. 2014;40:226-8.
12. Stiell IG, Greenberg GH, Wells GA, McKnight RD, Cwinn
1. Instituto de Información Sanitaria. Estadísticas comentadas: AA, Cacciotti T, et al. Derivation of a decision rule for the
la atención a la fractura de cadera en los hospitales del SNS. use of radiography in acute knee injuries. Ann Emerg Med.
Madrid: Ministerio de Sanidad y Política Social; 2010 [acce- 1995;26:405-13.
so septiembre 2016]. Disponible en: http://www.msps.es/es-
tad Estudios/31stadísticas/cmbdhome.htm5 13. Sociedad Española de Traumatología Laboral. Manual Setla.
Conceptos prácticos en Traumatología y Medicina Laboral.
2. Hernlund E, Svedbom A, Ivergard M, Compston J, Cooper Madrid: Grunenthal; 2016.
C, Stenmark J, et al. Epidemiology and economic burden of
fractures in Spain. A report prepared in collaboration with 14. De Pablo B, Cabré JL. Lo esencial en luxación aguda de ro-
the International Osteoporosis Foundation (IOF) and the Eu- tula. FMC. 2017;24:254-7.
ropean Federation of Pharmaceutical Industry Associations
15. Grover M. Evaluating acutely injured patients for internal
(EFPIA). Arch Osteoporos. 2013;8:195-202.
derangement of the knee. Am Fam Physician. 2012;85:247-
3. Azagra R, López-Expósito F, Martín-Sánchez JC, Aguye A, 52.
Moreno N, Cooper C, et al. Changing trends in the epide-
miology of hip fracture in Spain. Osteoporos Int. 2014;25: 16. Sems SA, Vaquero J. Fracturas de la rodilla. Madrid: Edito-
1267-74. rial Panamericana; 2009.

4. Saez P, Gonzalez JI, Ojeda C, Mora J, Muñoz A, Cancio JM, 17. Stiell IG, Greenberg GH, McKnight RD, Nair RC, Mc-
et al. Spanish National Hip Fracture Registry (SNHFR): a Dowell I, Worthington JR. A study to develop clinical deci-
description of its objectives, methodology and implementa- sion rules for the use of radiography in acute ankle injuries.
tion. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2018;53:188-95. Ann Emerg Med. 1992;21:384-90.
5. De Pablo B, Font Ll. Complicaciones de la artroplastia total 18. Willits K, Amendola A, Dryant D, Mohtadi NG, Giffin JR,
de cadera. Complicaciones a corto plazo. FMC. 2019;26:33- Fowler P, et al. Operative versus Nonoperative Treatment of
7. Acute Achilles Tendon Ruptures. J Bone Joint Surg Am.
6. Morris RO, Sonibare A, Green DJ, Masud T. Closed pelvic 2010;92:2767-75.
fractures: characteristics and outcomes in older patients ad- 19. Ishikawa SN. Fractures and dislocations of the foot. Camp-
mitted to medical and geriatric wards. Postgrad Med J. bell Operative Orthopaedics. 13.ª ed. Memphis: Elsevier;
2000;76:646-50. 2017. p. 4344.
7. Weber CD, Herren C, Dienstknecht T, Hildebrand F, Keil S,
20. Garrastazu R. Fernández JR. Tromboprofilaxis durante in-
Pape HC, et al. Management of Life-Threatening Arterial
movilización por lesión traumática no quirúrgica del miem-
Hemorrhage Following a Fragility Fracture of the Pelvis in
bro inferior. Un enfoque extrahospitalario. Semergen.
the Anticoagulated Patient: Case Report and Review of the
2012;38:345-418.
Literature. Geriatr Orthop Surg Rehabil. 2016:7;163-7.
8. Kortbeek JB, Al Turki SA, Ali J, Antoine JA, Bouillon B, 21. Testroote M, Stiger W, de Visser DC, Janzing H. Lower mo-
Brasel K. Advanced trauma life support, 8th edition, the evi- lecular weight heparin for prevention of venous thromboem-
dence for change. J Trauma. 2008;64:1638-50. bolism in patients with lower-leg immobilization. Cochrane
Database Syst Rev. 2008;4:CD006681.
9. De Pablo B, Bailez A, Yela C, Santano B. Fractura de pelvis,
atención extrahospitalaria. Semergen. 2014;40:405-6. 22. Tobillo Bové T. El vendaje funcional. Madrid: Elsevier;
2000. p. 156-81.
10. Rodas G, Pruna R, Til L, Martín C. Guía de Práctica Clínica
de las lesiones musculares. Epidemiología, diagnóstico, trata- 23. Abellán N, Miñana E. Cómo hacer un vendaje compresivo
miento y prevención. Apunts Med Esport. 2009;164:179-203. de tobillo. FMC. 2014:21;401-3.

24
View publication stats

También podría gustarte