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¿Cuál es la mejor traducción de la Biblia?

Las traducciones de la Biblia se hacen como un servicio a las comunidades cristianas del presente,
las cuales van evolucionando con el paso de los años.

Mons. Salvador Martínez|

¿Por qué es necesario traducir la Biblia?

En el principio, Dios quiso comprometerse con un hombre, Abrahán y le prometió que si dejaba su
tierra e iba a donde Él le indicara, lo haría padre de muchas naciones. Muchos siglos después, y en
cumplimiento de aquella promesa, Dios visitó a los descendientes de Abrahán que vivían
esclavizados en Egipto, los libró de tal situación y los llevó al desierto para hacer una alianza en el
monte Sinaí.

Varios siglos después, ya habiéndose adueñado de la tierra prometida, el pueblo vivía unido bajo
un solo rey llamado David y entonces comenzó a poner por escrito los acontecimientos que sus
ancestros les habían narrado, de tal forma que las nuevas generaciones conocieran de dónde
venían y, sobre todo, lo que Dios había hecho por su pueblo.

Ellos hablaban hebreo y en ese idioma escribieron durante más de ocho siglos. Después vino
Nuestro Señor Jesucristo y nos redimió por su muerte y resurrección. Sus seguidores escribieron
sus testimonios en la lengua común de aquella época que era el griego. Nosotros leemos
actualmente la Palabra de Dios que originalmente se encuentra escrita en hebreo, griego y unos
cuantos textos en arameo.

Son muy pocos los especialistas que comprenden dichas lenguas, por lo tanto es necesario que
ellos presten servicio a la comunidad cristiana traduciéndola en las lenguas que cada pueblo
habla.

Biblias en castellano

El servicio de traducir la Biblia comenzó desde el siglo tercero antes de Cristo en que se tradujeron
muchos libros del Antiguo Testamento del hebreo al griego, a esta se le llama versión de los
Setenta.

En tiempos de Jesús, muchos de sus paisanos ya no eran capaces de comprender el hebreo y por
ello existían traducciones al arameo, a estas se les llama Targum. En el siglo quinto después de
Cristo, san Jerónimo, junto con un grupo de amigos y amigas, hizo el gran esfuerzo de traducir la
Biblia al latín, esta es la traducción oficial de la Iglesia Católica romana y la conocemos como
Vulgata.

En nuestra lengua castellana la más conocida traducción se hizo en el Siglo XVI y es la Biblia
Complutense. Después de ésta, sobre todo en el siglo XIX y XX se hicieron muchas entre las que
sobresalen las llamadas: Nacar-Colunga; la de Torres-Amat; el padre Staubinger; Bover-Cantera;
Cantera-Iglesias; La Biblia de Jerusalén; La Biblia del Padre Magaña; la Biblia Española; La Biblia
latinoamericana; la Biblia Dios Habla Hoy (ecuménica); La Biblia de América; La Biblia del milenio
(ecuménica) y la más reciente Biblia de Traducción Interconfesional (ecuménica). No menciono
aquí las traducciones hechas por otras Iglesias cristianas o hechas a otras lenguas, pues casi son
incontables.

¿Por qué hay traducciones diferentes de la Biblia?

A este punto a muchos se les antojará que se trata de demasiadas traducciones distintas. ¿Para
qué se han hecho tantas? Traducir la Biblia no es cosa fácil, en primer lugar, por la gran
diferencia que existe entre las lenguas modernas y las lenguas en que la Biblia está escrita
originalmente. En segundo lugar, como se copió a mano por tantos siglos, hay muchas variantes
en los textos puesto que no faltaban las equivocaciones. En tercer lugar, y esta es la causa más
importante, las traducciones de la Biblia se hacen como un servicio a las comunidades cristianas
del presente, las cuales van evolucionando con el paso de los años. Por ejemplo, en su momento
la Biblia Complutense se expresó correctamente en castellano, pero castellano del Siglo XVI,
hablado en España. Nosotros estamos a cuatro siglos de distancia y con dificultad entendemos ese
español, por lo que es necesario que la palabra de Dios sea puesta en el idioma que hablamos hoy.

¿Quién la autoriza las traducciones de la Biblia?

No todo traductor es buen traductor. Los especialistas en la interpretación de la Biblia no son sus
dueños. La Comunidad Cristiana, es decir la Iglesia, es la depositaria de este gran don de Dios. Por
lo tanto, es importante que la traducción esté autorizada por quien es la autoridad en la Iglesia, es
decir, un obispo. A esta autorización se le llama, Nihil obstat, pero más aun la autoridad debe
mandar que se imprima, a esto se le llama Imprimatur.

¿Cuál es la mejor traducción de la Biblia?

Para concluir es importante responder a la pregunta sobre cuál conviene adquirir. Este artículo no
pretende promover ninguna en especial. Pero es importante tomar en cuenta que toda Biblia
autorizada está de acuerdo con lo que creemos; que es importante tener en cuenta para qué la
usaré, pues hay Biblias que me ayudan más a profundizar el estudio, pero tienen lenguaje difícil de
comprender. En cambio, hay otras de lenguaje muy sencillo pero no me aportan muchas
herramientas. Por lo tanto la mejor es la que más me ayude a comprender el mensaje de Dios.

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