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RECUERDO DE LA GIRA

La Biblia es, sin ninguna duda, el libro más relevante de la historia de la humanidad.
Pero para poder llegar hasta nuestros días, y ser leída por miles de millones de personas en su propio idioma, la Palabra de
Dios tuvo que recorrer un largo y dificultoso camino.
La primera gran traducción de la Biblia se llevó a cabo en el siglo III antes de nuestra era, cuando 72 sabios judíos iniciaron el
proceso de traducción de las Escrituras Hebreas al griego de la época, lo cual dio origen a la Biblia Septuaginta.
Posteriormente, a finales del siglo IV, de nuevo se llevó a cabo un gran proceso de traducción para poder leer la Biblia en el
idioma más relevante de la época: el latín, fruto del cual vio la luz la Biblia Vulgata Latina, referencia posterior para
traductores de todo el mundo.
Y desde ese momento, cada país desarrolló su propia historia de La Biblia, debatiéndose siempre entre el deseo de la gente
común de leer las sagradas Escrituras, y los esfuerzos del Diablo y sus aliados por tratar de alejar la Palabra de Dios de las
personas de corazón sincero.
En España la edición de Biblias pasó por diferentes etapas, y a medida que diferentes potencias extranjeras conquistaban la
península, Jehová hizo lo necesario para que la Biblia fuese traducida al idioma dominante en cada momento.
Los impresores competían entre sí para ver quien creaba la Biblia más hermosa, y en el tour nos hemos deleitado viendo
manuscritos bíblicos espectaculares que han sobrevivido hasta nuestros días.
Ha sido emocionante asistir al nacimiento del español como lengua escrita, y ver cómo, a pesar de los esfuerzos de la iglesia
por tratar de silenciarlo, el texto bíblico siempre encontraba maneras de abrirse paso.
Esforzados copistas escribían una y otra vez el texto sagrado, y aunque sus biblias no eran accesibles a la mayoría de la gente,
el mensaje de la Biblia seguía vivo, esperando el momento en el que la tecnología hiciera posible distribuirlo de manera
masiva entre la población.
Ese momento llegó con la invención de la imprenta, y entonces se produjo la lucha más cruenta, entre la Iglesia que
persiguió con ferocidad la impresión de la Biblia en lengua común, y diferentes personas que arriesgaron todo lo que tenían,
y en algunos casos perdieron la vida, por tratar de acercar la palabra de Dios a la gente del pueblo.
Nada de lo que Satanás intentó tuvo éxito, y la Biblia pudo ser traducida y distribuida, no solo en español, sino en el resto
de lenguas de la Península Ibérica.
Hoy día, cualquiera puede comprar o descargarse un ejemplar de la Biblia, pero es importante meditar en el tremendo coste
en esfuerzo y vidas humanas que hay detrás de ello.
Agradecemos profundamente el esfuerzo de todos los que han contribuido a la difusión de la Palabra de Dios, y por encima
de todo, a nuestro buen Dios Jehová por haberse asegurado de que su mensaje llegue hasta nuestros días.

GRACIAS POR ACOMPAÑARNOS EN ESTE RECORRIDO

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