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Definición[editar]
Diagrama esquemático que muestra las partes de la flor.
1: receptáculo, 2: sépalos, 3: pétalos, 4: estambres, 5: pistilo.
La flor es un corto tallo de crecimiento determinado que lleva hojas modificadas estructural y
funcionalmente para realizar las funciones de producción de gametos y de protección de los
mismos, denominadas antófilos.2 nota 2
El tallo se caracteriza por un crecimiento indeterminado. En contraste, la flor muestra un
crecimiento determinado, ya que su meristema apical cesa de dividirse mitóticamente después
de que ha producido todos los antófilos o piezas florales. Las flores más especializadas tienen
un período de crecimiento más breve y producen un eje más corto y un número más definido de
piezas florales que las flores más primitivas. La disposición de los antófilos sobre el eje, la
presencia o ausencia de una o más piezas florales, el tamaño, la pigmentación y la disposición
relativa de las mismas son responsables de la existencia de una gran variedad de tipos de flores.
Tal diversidad es particularmente importante en estudios filogenéticos y taxonómicos de
las angiospermas. La interpretación evolutiva de los diferentes tipos de flores tiene en cuenta los
aspectos de la adaptación de la estructura floral, particularmente aquellos relacionados con
la polinización, dispersión del fruto y de la semilla y de la protección contra los predadores de las
estructuras reproductivas.456
Simetría floral[editar]
Se dice que en un objeto existe simetría cuando por lo menos un plano puede dividirlo en dos
partes, tal que cada parte sea la imagen especular de la otra. Ciertas flores no presentan ningún
plano de simetría por lo que se dicen asimétricas o irregulares, como es el caso de las "achiras"
(las especies del género Canna). En la mayor parte de las flores verticiladas, no obstante, debido
a que existen repeticiones de piezas florales, pueden existir uno o más planos de simetría, por lo
que las mismas pueden tener simetría bilateral (es decir, un solo plano de simetría) o simetría
radial (o sea, varios planos pueden dividir a la flor en otras tantas imágenes especulares). Así, se
distinguen por su simetría, dos tipos de flores. Las flores
denominadas actinomorfas, radiadas o polisimétricas presentan simetría radial, como es el caso
de Tulipa gesneriana (liliáceas) o Linum usitatissimum (lináceas). En cambio, las
flores monosimétricas, dorsiventrales o cigomorfas tienen simetría bilateral y la evolución de su
forma tiene relación con la necesidad de atraer y guiar a los polinizadores hasta ellas, como por
ejemplo, las flores de las orquídeas y muchas leguminosas.15 Las flores espiraladas se
consideran asimétricas según algunos autores,15 o actinomórficas según otros.1617
La simetría se define en general a través del perianto, no obstante, el androceo también puede
estar implicado debido a la reducción de algunas piezas (estaminodios) o al aborto de uno o más
estambres, como ocurre en las eudicotiledóneas y en las monocotiledóneas. Las flores
cigomorfas aparecieron relativamente tarde en el registro fósil (Cretácico superior) en
comparación con el período aceptado de diversificación temprana de las angiospermas
(Cretácico temprano).18 La polisimetría, entonces, se considera generalmente el estado ancestral
de las angiospermas y la monosimetría, el estado derivado que ha evolucionado de modo
independiente en numerosas ocasiones. Como un carácter arquitectónico derivado,
generalmente asociado con la diversificación de muchos linajes de plantas, constituye una
innovación morfológica. De hecho, los cambios en la simetría floral están asociados con los
cambios en el rango de polinizadores efectivos, lo que, por su lado, puede originar barreras a la
hibridación entre las especies. Así, varios de los taxones con mayor riqueza de especies llevan
flores monosimétricas, tanto en las eudicotiledóneas centrales (fabáceas, asteráceas) como en
las monocotiledóneas (zingiberáceas, orquidáceas). Estos taxones tienen generalmente planes
de organización "cerrados" con estructuras florales más o menos elaboradas. En contraste, la
monosimetría está casi ausente en las angiospermas basales y es bastante infrecuente en las
eudicotiledóneas basales (Ranunculales, Proteales) donde el plan de organización "abierto" es
más común que en las eudicotiledóneas nucleares.1819
Perianto y perigonio[editar]
Androceo[editar]
El androceo es uno de los ciclos fértiles de las flores. Las piezas que integran el androceo se
denominan estambres, los cuales tienen como función la generación de los gametófitos
masculinos o granos de polen.
Gineceo[editar]
En las angiospermas el gineceo, también llamado pistilo, consta de uno o más carpelos u hojas
carpelares que forman una cavidad, el ovario, dentro de la cual quedan protegidos los óvulos o
primordios seminales, tanto de la desecación como del ataque de insectos fitófagos.
El gineceo consta de tres partes: el ovario, parte inferior abultada que forma una cavidad o lóculo
en cuyo interior se encuentran los óvulos; el estilo que es una columna más o menos alargada
que soporta al tercer componente del pistilo: el estigma. Este está constituido por un tejido
glandular especializado para la recepción de los granos de polen. En ocasiones el estilo puede
faltar y en esos casos el estigma se dice que es sésil.24
Si los carpelos están separados o libres entre sí, el gineceo se
denomina dialicarpelar o apocárpico (como ocurre en
las crasuláceas como Sedum y Kalanchoe); si, por el contrario, los carpelos están soldados
entre sí se llama gamocarpelar o sincárpico, que es lo más frecuente.24
En la flor dialicapelar cada carpelo constituye un pistilo, mientras en la sincárpica hay un solo
pistilo. Por ejemplo, Kalanchoe, con cuatro carpelos libres, presenta cuatro pistilos. En el gineceo
gamocarpelar o sincárpico la unión de los carpelos puede afectar solo a la porción del ovario, por
lo que quedan libres tanto los estilos como los estigmas (ejemplo, el género Turnera); puede
involucrar los ovarios y los estilos, quedando libres los estigmas (como ocurre en las compuestas
y en Hibiscus), por lo que se puede determinar el número de carpelos que conforman el pistilo
por observación de la cantidad de estigmas. Finalmente, en muchas ocasiones la unión o
soldadura de los carpelos es total. En estos casos el número de carpelos puede determinarse a
través del número de los lóbulos estigmáticos (por ejemplo, en las bignoniáceas).