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La cueva de

Platón
En el mito de la caverna es un diálogo escrito por Platón, en el que su maestro
Sócrates y su hermano Glaucón hablan sobre cómo afecta el
conocimiento y la educación filosófica a la sociedad y los individuos.
En este diálogo, Sócrates pide a Glaucón que imagine a un grupo de
prisioneros que se encuentran encadenados desde su infancia detrás de
un muro, dentro de una caverna. Este observa la luz del fuego más allá
del muro, cuyo resplandor le ciega y casi le hace volver a la oscuridad.
Poco a poco, el hombre liberado se acostumbra a la luz del fuego
y, con cierta dificultad, decide avanzar. Sócrates sugiere que el
hombre aquí razona de forma tal que concibe a ese mundo
exterior , como un mundo superior. El hombre, entonces, regresa
para compartir esto con los prisioneros en la caverna, ya que siente
que debe ayudarles a ascender al mundo real.
Cuando regresa a la caverna por los otros prisioneros, el hombre
no puede ver bien, porque se ha acostumbrado a la luz exterior.

El mito de la caverna permite explorar la visión que Platón tiene del


conocimiento y la educación ya que, para él, el conocimiento real es distinto
al del mundo aparente. El prisionero que escapa pasa de la
ignorancia al conocimiento. Los prisioneros son una metáfora
de la condición de las personas en la sociedad
La idea principal es la teoría platónica de la división de las
cosas en seres sensibles e ideas y la jerarquización que
hay en estos dos mundos. El hombre pertenece al mundo
sensible por lo que vive sin la verdad (bien) aunque se
puede acceder a ella mediante la educación.
Alegoría

La alegoría de la caverna pretende pone


de manifiesto el estado en que, con
respecto a la educación o falta de
ella, se halla nuestra naturaleza, es
decir, el estado en que se halla la
mayoría de los hombres con
relación al conocimiento de la
verdad o a la ignorancia.

¿Qué simboliza?
El mito simboliza los distintos grados ontológicos de la realidad,
es decir, las clases de seres tanto sensibles como inteligibles que hay: las
sombras de la caverna son las meras de apariencias sensibles de las cosas
las estatuas son las cosas sensibles. El muro es la línea
divisoria entre las cosas sensibles y las
suprasensibles. Más allá del muro las cosas simboliza
la idea del bien.

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