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compromisos familiares
El compromiso de la familia es un proceso basado en la colaboración y en las
fortalezas a través del cual los profesionales de la primera infancia, las familias y
los niños construyen relaciones positivas y orientadas a una meta. Es una
responsabilidad compartida de las familias y el personal en todos los niveles que
requiere el respeto mutuo de las funciones y fortalezas que cada uno tiene que
ofrecer. El compromiso de la familia se enfoca en el desarrollo de relaciones
cultural y lingüísticamente receptivas con los miembros principales de la familia en
la vida de un niño. Estas personas incluyen mujeres embarazadas y familias que
esperan un bebé, madres, padres, abuelos y otros cuidadores adultos. Requiere
comprometerse a crear y mantener una asociación permanente que apoye el
bienestar de la familia. También honra y apoya las relaciones padre e hijo que son
centrales para el desarrollo saludable de un niño, la preparación escolar y el
bienestar. El Marco de participación de los padres, las familias y la comunidad de
la Oficina de Head Start consta de una guía para aprender sobre cómo el
compromiso de la familia promueve un cambio positivo y duradero para los niños,
las familias y las comunidades.
El objetivo del compromiso de padres y familias es construir alianzas sólidas y
eficaces con las familias que puedan ayudar a los niños y las familias a prosperar.
Estas asociaciones se fundamentan en relaciones positivas, continuas y
orientadas a las metas con las familias. La relación positiva orientada a las
metas se basa en el respeto y la confianza mutuos y se desarrolla con el tiempo, a
través de una serie de interacciones entre el personal y las familias. La relación
exitosa se centra en las fortalezas de las familias y en un compromiso compartido
con el bienestar y el éxito de los niños. A medida que se fortalecen la relación
entre el personal y las familias, se construyen alianzas mutuamente respetuosas.
Las asociaciones sólidas con las familias contribuyen a un cambio positivo y
duradero para las familias y los niños.
¿Por qué importa la relación positiva orientada a las metas?
La relación positiva orientada a las metas apoya el progreso de los niños y las
familias. Esto contribuye a la relación positiva entre padres e hijos, lo cual es un
indicador clave del éxito en el aprendizaje temprano y el desarrollo saludable de
los niños. A través de interacciones positivas con sus cuidadores más importantes,
los niños desarrollan habilidades para el éxito en la escuela y la vida. Aprenden a
manejar sus emociones y comportamientos, resolver problemas, adaptarse a
nuevas situaciones, resolver conflictos y prepararse para tener una relación
saludable con adultos y sus compañeros.
La relación saludable entre padres e hijos se desarrolla a través de una serie de
interacciones a lo largo del tiempo. La relación saludable se construye
principalmente con interacciones cálidas y positivas. También puede haber breves
desconexiones o malentendidos en la relación. Por ejemplo, habrá momentos en
que los padres y los niños no están perfectamente sincronizados. Un niño
pequeño puede estar riendo y jugando con uno de sus padres y luego se
sorprenderá cuando su grito de deleite se encuentra con la voz levantada de su
madre, diciéndole que sea más silenciosa. Un bebé mayor está disfrutando de su
desayuno de cereal de arroz y se enfrenta a una cara infeliz cuando aplasta el
cereal en la ropa de trabajo de su abuela. Estas desconexiones temporales son
naturales y necesarias, y construyen la capacidad del niño para la resiliencia y la
resolución de conflictos. Siempre que las interacciones sean principalmente
positivas, los niños pueden aprender habilidades importantes del proceso de
reconexión.
Las desconexiones y los desafíos pueden ocurrir en nuestra relación con las
familias y los colegas también. Un padre llega para encontrar a su hija felizmente
chapoteando en charcos y está molesto con su cuidadora. Tiene prisa y no tiene
tiempo para cambiarse. Una madre se siente frustrada de que su hijo no esté
progresando más y culpa a sus cuidadores. Las interacciones imperfectas nos
ayudan a aprender a tolerar el malestar y a resolver los desafíos. Estas son
habilidades importantes para construir alianzas sólidas.
La relación positiva entre los padres y los proveedores son importantes ya que las
familias progresan hacia otros objetivos, como la mejora de la salud y la
seguridad, mayor estabilidad financiera y mejora de las habilidades de liderazgo.
Las alianzas sólidas pueden proporcionar un lugar seguro donde las familias
puedan explorar sus esperanzas, compartir sus desafíos y hacernos saber cómo
podemos ayudar. El personal, los socios comunitarios y los compañeros pueden
ser recursos a medida que las familias deciden lo que es importante para ellos y
cómo hacerlo realidad. Los padres nos ayudan a aprender a mejorar el
aprendizaje y desarrollo saludable de sus hijos. Cuando nos centramos en las
fortalezas de las familias y vemos a los padres como socios, podemos trabajar
más eficazmente para apoyar la relación padres-hijos y otros resultados para las
familias y los niños.
Todo lo que hacemos está destinado a dar a las familias los apoyos emocionales y
concretos que desean y necesitan para alcanzar mejores resultados. Cuando una
familia progresa, los padres tienen mayor capacidad para dar a sus hijos. Por
ejemplo, una familia puede estar luchando económicamente y estar
constantemente preocupada sobre dónde vendrá su próxima comida. El padre o la
madre puede estar abrumado o avergonzado, inseguro de cómo pedir ayuda. Si el
padre de familia confía en el programa o miembro del personal, podría compartir
su angustia y preocupación. El programa puede trabajar con los padres para
encontrar y acceder a los recursos alimenticios y nutricionales en su comunidad. A
medida que la familia se estabiliza, los padres podrían trabajar con el personal
para identificar la manera de mejorar la situación a largo plazo. El padre/madre
puede decidir regresar a la escuela para aumentar su potencial de aumentar sus
ingresos o puede unirse a un grupo para conversar con otras familias acerca de
metas educativas. También podría trabajar con el programa y sus pares para
encontrar y acceder al recurso educativo. A medida que las familias toman
medidas para alcanzar sus metas, pueden entablar una relación con sus hijos que
los preparan para el éxito y la vida.
Reconocer lo que contribuyen las familias, el personal y los niños
La construcción de una relación es un proceso dinámico y continuo que depende
de las aportaciones de las familias, del personal del programa y de los niños. Las
familias tienen un conjunto de creencias, actitudes y perspectivas que afectan la
relación con el personal. Asimismo, nosotros, como proveedores, tenemos un
conjunto de creencias, actitudes y perspectivas, tanto personales como
profesionales que afectan nuestra relación con las familias. Los niños también
aportan contribuciones únicas a la relación. Estos viven y aprenden en un
ambiente único y son influenciados por sus padres, familias, y otros adultos y
compañeros en su vida. Los niños traen su comportamiento, temperamento,
emoción y etapa de desarrollo a sus interacciones con los miembros de la familia y
el personal.
Comprensión y apreciación de las diferencias
Las alianzas exitosas se crean cuando las familias y el personal valoran la
perspectiva y las contribuciones de los demás y quieren un objetivo compartido y
un resultado positivo. Los programas pueden asociarse con los padres para
comprender las fortalezas, metas, intereses y desafíos del niño y la familia. En
cada interacción podemos aprender más sobre los demás y sobre nosotros
mismos como profesionales. Cuando comprendemos y apreciamos la perspectiva
de la familia, tenemos más probabilidades de crear alianzas exitosas. Dejamos ir
nuestra propia agenda y creamos una agenda compartida con la familia. A
menudo nos referimos a esto como "unirse a las familias donde ellas se
encuentran".
Unirse a las familias donde ellas se encuentran: Perspectivas culturales
Comprender las creencias y prioridades culturales es clave para establecer una
relación con las familias y es parte de unirse a ellas donde se encuentran. Cada
familia viene a Head Start y Early Head Start con culturas únicas que dan sentido
y dirección a su vida. La cultura es compleja y está influenciada por las tradiciones
familiares, el país de origen, la identidad étnica, el grupo cultural, las normas,
experiencias comunitarias y el idioma del hogar. Las creencias culturales de los
miembros individuales de la familia y de toda la familia afectan los
comportamientos del cuidador e informan las decisiones sobre el niño y la familia.
La cultura afecta nuestros puntos de vista sobre cuestiones clave como la
educación, los roles familiares, las prácticas de crianza, lo que constituye la
preparación escolar y cómo deben comportarse los niños. Reflexionar sobre las
perspectivas de la familia y aprender más sobre las mismas puede ayudarnos a
pensar cómo sus creencias y valores culturales influyen en sus opciones y metas.
Además, necesitamos comprender plenamente nuestra propia perspectiva y cómo
nuestras propias experiencias, sesgos y culturas afectan nuestra perspectiva.
Las formas en que las creencias culturales afectan la construcción de relación
pueden ser obvias o sutiles. En cualquier caso, las perspectivas culturales
informan las opciones de las familias y los profesionales. Algunos ejemplos de las
decisiones y prácticas de crianza que pueden ser influenciadas por la cultura son:
La comunicación. ¿Cómo quieren los padres que sus hijos se dirijan a un
maestro, abuelo, médico o vecino? ¿Es importante decir 'hola' cuando se conoce a
alguien nuevo? ¿Es el contacto visual una señal de respeto o falta de respeto?
El papel de los profesionales. ¿Es aceptable estar en desacuerdo con el
maestro de su hijo? ¿Hay áreas de desarrollo y comportamiento que se
consideran responsabilidad exclusiva de los profesionales? ¿De la familia?
El cuidado (dormir, comer, ir al baño). ¿Dormirá un niño solo o con sus padres?
¿Será amamantad o alimentad con biberón cuando sea un bebé? ¿Se esperará
que use una cuchara para comer su comida o se le animará a comer con las
manos? ¿Cuándo se espera que comience a usar el baño?
La disciplina. ¿Cómo será disciplinado si está en peligro? ¿Qué pasa si muerde a
un amigo? ¿Qué pasa si tiene una rabieta en el parque? ¿Existen estrategias de
disciplina específicas que los padres piensen que son más o menos efectivas?
El idioma. ¿Hay un idioma del hogar que sea importante para la familia? ¿Quieren
que solo hable inglés en la escuela y hable el idioma del hogar con la familia?
¿Existen tradiciones culturales importantes que se basan en la comprensión de un
idioma materno?
El aprendizaje. ¿La familia se ve a sí misma como maestra importante o el
aprender es responsabilidad de los maestros? ¿Qué tipo de actividades le gusta
hacer a la familia en casa? ¿Hay cierta edad en la que la familia espera que esté
leyendo? ¿Dónde aprende un niño?
La cultura es real e importante, pero entenderla no es necesariamente sencilla o
fácil. Requiere paciencia, compromiso y la disposición para sentirse incómodo a
veces. También requiere valentía y humildad para analizar nuestras asunciones y
sesgos y ver cómo estos afectan nuestras actitudes hacia las familias. Nuestras
metas, percepciones y experiencias guían las decisiones que tomamos a medida
que construimos nuestra relación. El liderato y el personal pueden hacer de esto
una prioridad al dedicar las actividades de desarrollo profesional, incluyendo la
práctica reflexiva y la supervisión reflexiva, para comprender cómo la cultura y el
idioma afectan las alianzas con las familias. Todo el mundo se beneficia cuando
aprendemos de las familias y traemos nuevas ideas y destrezas a nuestro trabajo.
Las asociaciones respetuosas se crean cuando las familias y el personal se
preocupan por los resultados positivos y compartidos, y valoran la perspectiva y
las contribuciones de unos y otros.
compromisos comunitarios
Este material, elaborado por Unicef Guatemala, pretende ofrecerles a
trabajadores de la salud, organizaciones comunitarias, voluntarios, líderes y
lideresas, herramientas para trabajar en la prevención de la propagació n del
COVID-19.