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DOCTRINA
Título:    Sucesiones y Herencias
Autor:    Elena Lacalle Serer
Fernando Sanmartín Escriche
Carlos Aparicio Urtasum

Fecha:        /12/2008
Epigrafe 21 -    La Acción de Petición de
Herencia
Texto

LA ACCIÓN DE PETICIÓN DE HERENCIA

ACCIÓN DE PETICIÓN

CONCEPTO Acción que corresponde al heredero para obtener, a través del reconocimiento de su
derecho y título hereditario, los bienes que le corresponden sobre le patrimonio hereditario.
LEGITIMACIÓN Heredero voluntario.
ACTIVA

LEGITIMACIÓN Quien posee los bienes en concepto de heredero sin serlo, o los posee sin título alguno.
PASIVA

PRESCRIPCIÓN 30 años.

EFECTOS Restitución al verdadero heredero de los bienes hereditarios.

1. CONCEPTO

La acción de petición de herencia “aun cuando no aparece específicamente recogida

en el Código Civil viene reconocida tanto por la doctrina científica civilista como por la
jurisprudencia” (sentencia del Tribunal Supremo de 2 de junio de 1987).
El Código Civil únicamente hace referencia a esta acción en los preceptos siguientes:
Artículo 192 del CC: Lo dispuesto en el artículo anterior se entiende sin perjuicio de las
acciones de petición de herencia u otros derechos que competan al ausente, sus
representantes o causahabientes. Estos derechos no se extinguirán sino por el
transcurso del tiempo fijado para la prescripción.
Artículo 1.016 del CC: Fuera de los casos a que se refieren los dos anteriores
artículos, si no se hubiere presentado ninguna demanda contra el heredero, podrá éste
aceptar a beneficio de inventario, o con el derecho de deliberar, mientras no prescriba

La Acción de Petición de Herencia - 1

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la acción para reclamar la herencia.
Artículo 1.021 del CC: El que reclame judicialmente una herencia de que otro se halle
en posesión por más de un año, si venciere en el juicio, no tendrá obligación de hacer
inventario para gozar de este beneficio, y sólo responderá de las cargas de la herencia
con los bienes que le sean entregados.
Se trata de aquella acción que, en base a la cualidad de heredero “real ”, éste
interpone frente al heredero “aparente ” que posee todo o parte del caudal relicto del
causante a los fines de conseguir la restitución de los bienes.
Por lo tanto, el objetivo de la acción es la recuperación de los bienes hereditarios.

CUESTIONES

21.1. ¿Cómo define por el Tribunal Supremo la acción de petición de herencia?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 23/03/2006 (Tol871856) define la actio

hereditatis petitio como acción que tiene el heredero (o coheredero) para obtener, a
través del reconocimiento de su título hereditario, los bienes que componen el
patrimonio hereditario que le corresponde (sentencias de 20 de junio de 1992, 27 de
noviembre de 1992, 12 de julio de 2002).

21.2. ¿Qué entiende la doctrina y la jurisprudencia por acción de petición de

herencia?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 09/07/2002 (Tol202882) se pronunció en

el sentido siguiente: La acción de petición de herencia se ha tratado en la doctrina
como la que ejercita el heredero frente a quien detenta la herencia y se ha ampliado en
la jurisprudencia a la que ejercita la persona para que se le declare heredero y se le
atribuya la cuota que le corresponde. Este es el caso que contempló la sentencia de 6
de noviembre de 1998 en que se pidió y se dio lugar a ser declarado heredero y,
asimismo, se ordenó “llevar a cabo la partición de la herencia por los trámites de la
testamentaría, adjudicándose al actor la cuota correspondiente ”. Y éste es el caso
presente, la parte demandante ha obtenido su declaración de ser no herederos, pero sí
legitimarios y se les ha negado el derecho a la cuota concreta, determinando los
bienes en ejecución de sentencia, con lo cual se ha infringido el concepto y la función
de la acción de petición de herencia.

2. NATURALEZA

2.1. CONSIDERACIONES GENERALES

La acción de petición de la herencia, que busca la restitución de los bienes

hereditarios, no es una acción reivindicatoria, esto es, el actor (heredero “real ”) no se
coloca en la posición jurídica que le correspondería al causante.

CUESTIONES

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21.3. ¿En qué consiste la “actio petitio hereditatis ”?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 24/07/1998 (Tol14797) tiene señalado que
la esencia de la llamada acción de petición de herencia ( “actio petitio hereditatis ”)
consiste, sustancialmente, en el hecho de que, hallándose unos bienes poseídos en
concepto de dueño por un tercero, el que considera pertenecerle dichos bienes, por
título de herencia, reclama se declare en su favor la titularidad dominical de los
mismos.

21.4. ¿Cuál es la naturaleza de la acción de petición de herencia?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 27/11/1992 (Tol860964) nos da la

respuesta cuando se pronuncia del siguiente modo: En el primer motivo, al amparo del
antiguo núm. 5 del art. 1.692 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, se denuncia la no
aplicación del art. 1.964 del Código Civil, en relación con la petición de que se declare
prescrita la acción ejercitada, por ser de carácter personal, y su plazo de prescripción
es de quince años habida cuenta que la fecha de la repudiación de la herencia es de
16 de diciembre de 1968 y hasta la fecha de presentación de la demanda, pidiendo la
declaración de heredero, 2 de enero de 1989, pasaron más de veinte años, insistiendo
que la acción ejercitada es un acción de carácter personal y declarativa, con lo que en
virtud del art. 1.964 estaba prescrita cuando se ejercitó la acción, aunque el actor no
adquiriría la mayoría de edad, hasta el año 1982, puesto que la pudo haber ejercitado
su representante legal; el motivo tampoco es de recibo, ya que hace supuesto de la
cuestión, como es, afirmar que la acción ejercitada -auténtica acción de petición de
herencia, de declaración de heredero-, es una acción de carácter personal, en cuyo
caso, el plazo de prescripción es el genérico de quince años del art. 1.964, lo que, es
un criterio no sostenible (aun cuando se reconozca que el actor no adquirió la mayoría
de edad hasta el año 1982, porque no es posible jugar con esa circunstancia a efectos
relevantes, por no regir en nuestro Derecho el axioma contra non valentem agere non
currit praescriptio, en virtud de lo dispuesto en el art. 1.932), porque, habida cuenta las
características de esa acción, es evidente que la naturaleza de la misma sobre si es
personal o real, dependerá directamente del alcance u objetivo que se persiga con su
pretensión, siendo elemental afirmar que en una acción de petición de herencia o
declaración de heredero, per se es una acción de carácter universal cuyo contenido no
sólo se integró por el ejercicio de derechos personales sino también de derechos
reales, y que, indiscutiblemente, persigue, por su identidad con la auténtica petitio
hereditatis incorporar o pretender la conjunción de relaciones jurídicas que integran el
concepto de la herencia de una persona (que, por propia definición del art. 659,
cuando dice que la herencia comprende todos los bienes o derechos u obligaciones de
una persona, que no se extinguen con su muerte) por lo que es obvio que el objetivo
de dicha acción de petición de herencia, comprenderá justamente todas estas clases
de elementos patrimoniales incluidos en su concepto legal, en cuanto a bienes,
derechos y obligaciones, en donde, hay que admitir la concurrencia o complejidad
tanto de derechos personales, como de derechos reales dentro del patrimonio relicto,
todo lo cual conduce a descartar se trate, pues sin más, de una acción personal, sino
de una acción que, por su universalidad y por comprender justamente los bienes,
derechos y obligaciones del citado art. 659, ha de subsumirse a efectos de
prescripción, en la normativa contenida en el art. 1.962, en la idea, del 1.963, por lo
que sin poder excluir de antemano lo relativo a los derechos sobre bienes inmuebles el
plazo será el de treinta años, por lo que el motivo ha de rehusarse.

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21.5. ¿Cuál es el carácter y la finalidad de la acción de petición de la herencia?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 21/12/1990 vino a establecer que la

acción de petición de herencia, por su carácter y finalidad dirigida primordialmente al
reconocimiento de la cualidad de heredero, difiere de la reivindicatoria; no obstante,
por ella, las personas activamente legitimadas, pueden conseguir, en beneficio de la
masa común, la restitución de todos o parte de los bienes que compongan el caudal
relicto del causante. De tal manera, expresamente, el Alto Tribunal se pronunció en el
sentido siguiente: Solicitado en el pedimento segundo del suplico de la demanda que
se declara que “Virginia, Verónica y Sara G.A., juntamente con su madre Dª Ana María
A.L., acepten la herencia de los bienes dejados por su difunto padre y esposo,
respectivamente, D. Domingo G.P., debiendo procederse previamente al otorgamiento
de la oportuna escritura de aceptación de herencia y partición en la que figure la
adjudicación de bienes en pago de su haber legal de gananciales por disolución de la
sociedad conyugal, a inventariar los bienes de la herencia y sus cargas, todo lo cual
habrá de acreditarse en periodo probatorio o en el de ejecución de sentencia ”, son
plenamente asumibles los razonamientos en que, tanto el Juez de Primera Instancia
como la Sala de Apelación, fundan su fallo desestimatorio de tal pretensión, pues
siendo la aceptación de herencia un acto personalísimo y unilateral, dependiente de la
sola voluntad del llamado a la herencia sin que necesite de la voluntad concurrente de
otra persona para su efectividad, es claro que el ejercicio de esa facultad no puede ser
reclamado ante los Tribunales por quien ha de emitir esa declaración de voluntad,
frente a otra persona, sea o no llamado a la herencia; igualmente la partición judicial de
la herencia sólo puede solicitarse frente a quien ostente la condición de heredero,
condición que no tiene el demandado D. Pedro G.P. respecto de su hermano. D.
Domingo, padre y esposo de las actoras; por otra parte, en contra de lo que se afirma
en el motivo, en el transcrito pedimento segundo del suplico de la demanda no se
ejercita acción de petición de herencia frente al demandado, pues como dice la
sentencia de esta Sala de 7/01/1966 “aun cuando la actio petitio hereditatis,
implícitamente reconocida en los artículos 192, 1.016 y 1.021 del Código Civil, por su
carácter universal y finalidad dirigida primordialmente a la obtención del
reconocimiento de la cualidad de heredero, difiere de la reivindicatoria regulada en el
art. 348 del mismo cuerpo legal, no por eso deja de servir de vehículo para que las
personas activamente legitimadas por ella, puedan conseguir en beneficio de la masa
común, la restitución de todos o parte de los bienes que compongan el caudal relicto
perteneciente al causante, cuya posesión a título sucesorio o sin derecho alguno
retenga en su poder el demandado”, petición de restitución frente al demandado que
no se contiene en el repetido pedimento por lo que, en su desestimación por la
sentencia recurrida, no resulta infringida la doctrina jurisprudencial contenida en las
sentencias que se citan en el motivo.

21.6. ¿En qué casos podrá estimarse la acción de petición de herencia?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 21/06/1993 (Tol179313) estimó la acción

de petición de herencia cuando acreditado en autos que los bienes poseídos por el
demandado pertenecían por título de herencia, a través de las sucesiones hereditarias
habidas y en la proporción que reclaman, a los demandantes.

21.7. ¿Qué diferencias existen entre la acción de petición de herencia y la acción

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reivindicatoria?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 21/06/1993 (Tol179313) da la respuesta,

observándose de entre sus distintos fundamentos de derecho lo siguiente: “… Acusan
a la sentencia aquí recurrida de haber incurrido en vicio de incongruencia, al entender
que la acción ejercitada en el proceso es la reivindicatoria, cuando la que ellos han
ejercitado, dicen los recurrentes, es la de petición de herencia. La acción
verdaderamente ejercitada en el proceso (aunque a través de una confusa demanda,
por la innecesaria y super?ua heterogeneidad de pedimentos que se mezclan en la
misma), que es la de petición de herencia, la confunde la sentencia de primera
instancia, con una acción reivindicatoria, cuyas dos acciones, aunque con ciertos
puntos de similitud, difieren entre sí, pues la primera de ellas es una acción universal
dirigida primordialmente al reconocimiento de la cualidad de heredero con respecto a
un “totum” hereditario, mientras que la segunda, de naturaleza típicamente real, se
dirige a obtener la restitución de bienes concretos y determinados, si bien la “actio
petitio hereditatis” también sirve de vehículo para que las personas activamente
legitimadas por ella puedan conseguir en beneficio de la masa común (y, tal vez, aquí
radique la confusión en que incurre la sentencia del Juez) la restitución de todos o
parte de los bienes que compongan el caudal relicto perteneciente al causante, cuya
posesión a título sucesorio (“pro herede possesor ”) o sin derecho alguno ( “possidens
pro possesore”) retenga en su poder el demandado, por ello, decimos, han de ser
estimados los expresados motivos”.

2.2. LEGITIMACIÓN ACTIVA

El heredero “real” con título de heredero ejercita la acción de petición de la herencia

para la restitución de los bienes hereditarios, ahora bien, se precisará la previa
aceptación de la herencia; por lo que no debe confundirse ello la idea de que el
heredero se coloca en la posición jurídica del causante, esto es, el heredero no ejercita
una acción contra el heredero “aparente ” que le pudieren haber correspondido al
causante.
La legitimación activa corresponde al heredero “real ”, al verdadero heredero, ya lo sea
testamentario, contractual o intestado, o incluso heredero del heredero, pudiéndose
ejercitar la acción de petición herencia por cualquier coheredero por su propia cuota o
en beneficio de la comunidad hereditaria.

CUESTIONES

21.8. ¿Puede el cesionario de la herencia ejercitar la acción de petición?

En cuanto al cesionario de la herencia, un sector doctrinal entiende que, igualmente,

ostenta legitimación para promover la acción de petición de herencia.

21.9. En la acción de petición de herencia ¿quién ostenta la legitimación activa?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 21/05/1999 (Tol12048) establece que “la
acción de petición de herencia, no regulada en nuestro Código Civil, que se limita a

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hacer alusión a ella en su artículo 192 y en los artículos 1.016 y 1.021, compete al
heredero real contra quien posee los bienes hereditarios a título de heredero del
mismo causante o sin tener título alguno para obtener su restitución, pero partiendo del
supuesto de que el sujeto pasivo de la acción posea los bienes invocando un título
excluyente del que asista al reclamante; en el presente caso, aun admitiendo que la
acción ejercitada fuera la de petición de herencia, no obstante no contenerse en el
petitum de la demanda pretensión alguna de restitución a los actores de bienes
supuestamente integrantes del caudal relicto, y no una acción declarativa de los
derechos legitimarios de los actores y consecuente nulidad de la partición realizada sin
su concurso, parece claro que la relación procesal está constituida entre aquellos a
quienes directamente puede afectar la resolución que se dicte, los actores, como
pretendientes de derechos legitimarios en la sucesión de su difunto padre, y la
heredera testamentaria, que se opone a ese reconocimiento, así como el albacea
testamentario como ejecutor de la voluntad del causante ”.

21.10. ¿A quién compete la acción de petición de la herencia?

El Tribunal Supremo en su sentencia de fecha 15/02/2001 (Tol6628) estableció que la

acción de petición de herencia, no regulada en nuestro Código Civil, que se limita a
hacer alusión a ella en su artículo 192 y en los artículos 1.016 y 1.021, compete al
heredero real contra quien posee los bienes hereditarios a título de heredero del
mismo causante o sin tener título alguno para obtener su restitución, pero partiendo del
supuesto de que el sujeto pasivo de la acción posea los bienes invocando un título
excluyente del que asista al reclamante.

2.3. LEGITIMACIÓN PASIVA

La legitimación pasiva la tiene aquel que posee los bienes en concepto de heredero o
quien posee los bienes hereditarios sin ostentar título alguno.
El demandado está legitimado para contestar sobre la acción de petición de herencia
negándole al actor la cualidad de heredero, pudiendo alegar, igualmente, la cualidad
de la posesión de los bienes, aduciendo que los posee con título o por ser heredero.

CUESTIONES

21.11. ¿Quién podrá ser demandado en la acción de petición de herencia?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 21/06/1993 (Tol179313) señaló que el

legitimado pasivamente para soportar, como demandado, el ejercicio de la misma, es
sola y exclusivamente el que se halle en la posesión de los bienes reclamados.

21.12. En la acción de petición de herencia ¿quién ostenta la legitimación

pasiva?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 21/05/1999 (Tol12048) establece que “la
legitimación pasiva en la acción de petición de quienes no se arroguen la condición de
poseedores de los bienes en concepto de herederos o a título universal, sólo procede

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cuando sean meros poseedores sin título singular alguno ”.

21.13. ¿Es necesario demandar a todos los coherederos en caso de petición de

herencia?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 23/03/2006 (Tol871856) considera tal

como dice la sentencia de 4 de noviembre de 2002, reiterada por la de 24 de marzo de
2003, lo siguiente: “La doctrina del litisconsorcio pasivo necesario exige llamar al juicio
a todas las personas que, en virtud de disposición legal o por razón de la
inescindibilidad de la relación jurídica material, puedan estar interesadas directamente
o puedan resultar afectadas en la misma medida por la solución que se dicte en el
proceso, por lo que se trata de una exigencia de naturaleza procesal con fundamento
en la necesidad de dar cumplimiento al principio de audiencia evitando la indefensión,
al tiempo que se robustece la eficacia del proceso mediante la exclusión de resultados
procesales prácticamente inútiles por no poder hacerse efectivos contra los que no
fueron llamados a juicio y se impiden sentencias contradictorias no solo por diferentes
sino además por incompatibles”.

3. EFECTOS

El efecto básico de la acción de petición de herencia será la restitución de los bienes

hereditarios por parte del demandado al solicitante de la acción al triunfar el derecho
de éste frente a aquél por falta de título.
La acción de petición de herencia, dirigida contra un heredero “aparente ” que posee
los bienes del caudal relicto de buena o mala fe, en el caso de ser estimada la petición
del heredero “real”, establecerá la recuperación de los bienes a favor de éste,
desvaneciéndose por ello la apariencia de heredero del poseedor.

CUESTIONES

21.14. ¿Qué ocurrirá en el caso de estimarse la acción de petición de herencia?

Cuando prospera la acción de petición de herencia, el demandado debe restituir los

bienes al heredero para la efectividad de su derecho, ahora bien, en cuanto a ésta
restitución el Código Civil, al igual como hace en cuanto al ejercicio de la acción de
petición, guarda silencio por lo que se debe acudir al Título V “De la posesión ” y, en
concreto al Capítulo III “De los efectos de la posesión ”, siendo los artículos de
aplicación del 451 al 457, debiendo tener en cuenta lo establecido por el Juzgador en
su resolución estimatoria de la acción de petición en cuanto a si el poseedor de los
bienes lo ha sido de buena o mala fe, ya que los preceptos antes referidos distinguen
una y otra actuación del poseedor.

21.15. ¿Qué ocurrirá cuando el heredero, llamado aparente, haya enajenado

bienes hereditarios?

En el caso de que el demandado (heredero “aparente ”) hubiere enajenado bienes

hereditarios, teniendo presente la buena fe del adquirente, se deberá estar a los

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siguientes preceptos:
1 En el caso de tratarse de bienes muebles, el art. 464 del Código Civil establece que
“la posesión de los bienes muebles adquirida de buena fe equivale al título ”; por lo
tanto, vemos que si la enajenación reúne los requisitos exigidos para las adquisiciones
a título oneroso y de buena fe, ésta será invulnerable inviolable.
2 En el caso de tratarse de bienes inmuebles, el art. 34 de la Ley Hipotecaria dispone
que “el tercero que de buena fe adquiera a título oneroso algún derecho de persona
que en el Registro aparezca con facultades para transmitirlo, será mantenido en su
adquisición, una vez que haya inscrito su derecho, aunque después se anule o
resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en el mismo Registro. La
buena fe del tercero se presume siempre, mientras no se pruebe que conocía la
inexactitud del Registro”. Si bien, en el supuesto de los bienes inmuebles, sin perjuicio
de lo dispuesto en el artículo 34 de la LH debemos tener presente el contenido del
artículo 28 del citado cuerpo legal que dispone, literalmente, que “las inscripciones de
fincas o derechos reales adquiridos por herencia o legado no surtirán efecto en cuanto
a tercero hasta transcurridos dos años desde la fecha de la muerte del causante.
Exceptúanse las inscripciones por título de herencia testada o intestada, mejora o
legado a favor de herederos forzosos”.

21.16. ¿Cuáles pueden ser los efectos de la acción de petición de herencia en el

caso de que el solicitante sea comunero de bienes hereditarios?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 10/04/1990 estableció que “el recurrente
(estimada su petición), como comunero de bienes hereditarios pedidos en virtud de la
acción de petición de herencia, cuya esencia jurídica no se ha discutido en la litis,
obtiene un título universal que ha de compartir con sus condóminos o coherederos, a
los que ha de favorecer la actual resolución; habiéndose probado el carácter de
heredero del reclamante y el título hereditario en que funda su derecho, sin que precise
probar que no existen otras personas con dicha cualidad, si bien, como ya se indica,
redunda esta sentencia en beneficio de la comunidad hereditaria -sentencias, entre
otras, de 21 de marzo de 1944 y 26 de junio de 1948-; se ha probado también que la
acción se ha dirigido contra quien posee los bienes de la herencia, y ello del plazo de
prescripción de treinta años, que la jurisprudencia ha declarado aplicable a la acción
de petición de herencia -sentencias, entre otras, de 12 de noviembre de 1953 y 8 de
octubre de 1962-.

21.17. ¿Cabe adquirir el título de heredero por usucapión?

Efectivamente no cabe adquirir por usucapión el título de heredero, no es posible la

usucapión integral de los bienes hereditarios. Pero, por el contrario, cabe adquirir por
usucapión la propiedad de las cosas individuales que componen la totalidad del caudal
relicto, cosas individuales como cosas separadas.

4. PRESCRIPCIÓN

La acción de petición de herencia que no viene recogida en el Código Civil, aunque es

reconocida por la doctrina científica civilista y por la jurisprudencia ha de estimarse
sometida a plazo de prescripción.
El Código Civil se refiere a la prescripción de la acción de petición de la herencia en los

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siguientes preceptos:
El art. 192 dispone que “las acciones de petición de herencia … no se extinguirán sino
por el transcurso del tiempo fijado para la prescripción ”.
El art. 1.016 establece que “si no se hubiere presentado ninguna demanda contra el
heredero, podrá éste aceptar a beneficio de inventario, o con el derecho de deliberar,
mientras no prescriba la acción para reclamar la herencia ”.
La cuestión del plazo de la prescripción ha sido muy discutido por la doctrina,
entendiendo un sector mayoritario que será el de treinta años establecidos para las
acciones reales sobre bienes inmuebles, existiendo otro sector doctrinal que considera
que el plazo de prescripción debe ser el de los quince años establecido para las
acciones personales que no tengan señalado término especial de prescripción.
Según se verá seguidamente es mas correcto el pronunciamiento de los treinta años
que, por otra parte, ha sido mas aceptada por la jurisprudencia de manera
predominante.

CUESTIONES

21.18. ¿Qué fundamento se aplica a la tesis del establecimiento de la

prescripción de la acción de petición en treinta años?

El razonamiento para entender que el plazo de prescripción de la acción de petición de

la herencia será de treinta años es el siguiente:
1 La acción de petición de herencia es una acción de carácter universal cuyo contenido
se integra no sólo por el ejercicio de derechos personales sino también de derechos
reales.
2 La acción de petición de herencia persigue, por su identidad con la auténtica petitio
hereditatis, incorporar o pretender la conjunción de relaciones jurídicas que integran el
concepto de la herencia de una persona, por lo que es obvio que el objetivo de dicha
acción de petición de herencia comprenderá justamente todas estas clases de
elementos patrimoniales incluidos en su concepto legal, en cuanto a bienes, derechos
y obligaciones, en donde hay que admitir la concurrencia o complejidad tanto de
derechos personales, como de derechos reales dentro del patrimonio relicto.
3 La acción de petición es una acción universal. Así, la reclamación de entrega de
bienes no es una acción llevada a cabo a título singular de bienes individualizados y
aislados, sino una reclamación de toda una masa hereditaria con todo su activo y
pasivo.

21.19. La acción de petición de herencia ¿está sometida a prescripción?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 2/06/1987 establece que la acción de

petición de herencia está sometida al plazo de prescripción de treinta años fijado para
las acciones inmuebles, así, dispone literalmente que “… dicha acción ha de estimarse
sometida al plazo de prescripción de treinta los fijados para las acciones inmuebles por
el artículo 1.963 del Código Civil, al estar ello sancionado por una muy constante
jurisprudencia que comprende desde la sentencia de 30/03/1889 hasta la de
23/12/1971”.

21.20. ¿En qué momento se fija el inicio del plazo de la prescripción de la acción
de petición de herencia?

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La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 2/06/1987 se pronunció en relación al

cómputo del plazo de la prescripción estableciendo que la iniciación del mismo se fija
en que el poseedor aparente empieza a poseer los bienes animo suo, exteriorizando
su intención de hacerlos propios. Literalmente la resolución del Alto Tribunal dispuso lo
siguiente: … En el tercero fundamento de la sentencia impugnada se toma como punto
de partida para la iniciación del cómputo del plazo de prescripción en los casos del
ejercicio de la acción de petición de herencia, aquel “en que el poseedor aparente
empieza a poseer los bienes animo suo, es decir, exteriorizando su intención de
hacerlos propios titulándose dueño de los mismos, comportándose como tal y negando
a los demás el carácter de herederos” declaración que tiene su apoyo en una muy
constante doctrina de esta Sala, a tenor de la cual el instituto de la prescripción exige
que el derecho haya nacido y que la acción pudiera ejercitarse eficazmente.

21.21. ¿Se puede adquirir el dominio de un inmueble por prescripción

extraordinaria, completando el poseedor actual el tiempo necesario para la
prescripción con el de su causante?

La sentencia del Tribunal Supremo de fecha 20/06/1992 (Tol195693) dispuso lo

siguiente:
Los motivos primero y tercero, con la misma sede procesal que el ya examinado, y por
los que se denuncia infracción de la doctrina jurisprudencial contenida en las
sentencias que cita de esta Sala, acerca del plazo (treinta años) de prescripción de la
acción de petición de herencia (en el primero) e infracción del artículo 1.959 del Código
Civil en relación con la regla 1ª del artículo 1.960 del mismo Cuerpo legal, acerca del
plazo de treinta años para la adquisición del dominio de inmuebles por prescripción
extraordinaria, pudiendo el poseedor actual completar el tiempo necesario para la
prescripción, uniendo al suyo el de su causante (en el tercero), han de ser examinados
conjuntamente, al ser la misma la tesis impugnatoria que ambos contienen, en el
sentido de que, según dice el recurrente, desde 1942 (en que su padre comenzó a
poseer la mitad indivisa de Dª R. ) hasta el año 1987 (en que se promovió el proceso a
que este recurso se refiere), han transcurrido más de treinta años para la prescripción
de la acción de petición de herencia por parte de los Sres. B. C. (hijos y herederos de
Dª R. ) con respecto a dicha mitad indivisa de su madre (tesis del motivo primero) y, al
mismo tiempo, sigue diciendo el recurrente, él ha adquirido por prescripción
extraordinaria de treinta años la titularidad dominical de la repetida mitad indivisa,
uniendo al tiempo de posesión de su padre (desde 1942 a 1963) el suyo propio desde
1963 hasta la fecha (1987) de iniciación de este proceso (tesis del motivo tercero).
Ambos motivos, con los que el recurrente se limita simplemente a hacer supuesto de la
cuestión, al dar como probados unos hechos que no son ciertos, han de ser
categóricamente rechazados, pues aparece probado en autos, como ya se ha dicho en
el Fundamento jurídico anterior de esta resolución, que D. A. C. O. (padre del
demandado, aquí recurrente) no poseyó (desde 1942 a 1963) la mitad indivisa de su
hermana Dª R. en concepto de dueño de la misma, sino que lo hizo porque así se lo
consintieron los hijos y herederos de aquélla, en cuyo concepto de no propietario la
continuó poseyendo (desde 1963) el propio demandado, por lo que ni ha prescrito la
acción de petición de herencia que corresponde a los Sres. B. C. (hijos y herederos de
Dª R. ) en cuanto a la tantas veces repetida mitad indivisa, ni ésta ha podido adquirirla
el demandado, aquí recurrente, por prescripción extraordinaria, al no concurrir, ni en su
padre, ni en él, el ineludible y esencial requisito para toda adquisición dominical por

La Acción de Petición de Herencia - 10

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usucapión (sea ordinaria o extraordinaria) de la posesión en concepto de dueño
(artículo 1.941 del Código Civil).  

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