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UNIVERSIDAD DE HUÁNUCO

Facultad de Derecho y Ciencias Politicas

Tema:

DERECHOS
HUMANOS
Estudiante:
 PALACIN CARHUANCHO, MARYFELM DAJHANNE
Docente:
 ZEVALLOS MATOS, VICTOR ALEX
Ciclo: V
Tingo Maria – Huánuco – Peru

2023
Los Derechos Humanos
1. Generalizacion
 Antecedentes históricos: Los antecedentes de los derechos humanos se remontan a
las civilizaciones antiguas, como la antigua Grecia y Roma, donde se formularon
ideas sobre la igualdad y la dignidad humana. También se pueden encontrar
principios similares en diversas tradiciones religiosas y filosóficas en todo el
mundo.
 Código de Hammurabi (aproximadamente 1750 a.C.): El Código de
Hammurabi, una antigua ley mesopotámica, establecía una serie de normas
y principios para regular la vida cotidiana y la justicia en la antigua
Babilonia. Si bien no se centraba en los derechos humanos como los
conocemos hoy en día, sentó las bases para la idea de un sistema legal justo
y la protección de ciertos derechos.
 El antiguo Egipto (aproximadamente 3100 a.C. - 332 a.C.): En el antiguo
Egipto, se desarrollaron principios y prácticas legales que protegían los
derechos de los individuos. Los egipcios reconocían derechos como la
libertad personal, la propiedad y la igualdad ante la ley. Además, las leyes
establecían castigos proporcionales para diferentes delitos, mostrando una
noción incipiente de justicia y derechos legales.
 Filosofía griega y romana (siglos V a.C. - V d.C.): En la antigua Grecia,
filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles desarrollaron ideas sobre la
igualdad, la justicia y la dignidad humana. Estos conceptos se reflejaron en
la democracia ateniense y en las leyes romanas, que reconocían ciertos
derechos y protecciones legales para los ciudadanos romanos.
 Ley Mosaica (aproximadamente siglo XIII a.C.): La Ley Mosaica, también
conocida como los Diez Mandamientos, fue un conjunto de leyes y
principios morales que se considera uno de los primeros intentos
registrados de establecer derechos humanos. Incluía mandamientos
relacionados con el respeto a la vida, la propiedad, la familia y la justicia.
 Tradiciones religiosas: Diversas tradiciones religiosas han influido en el
desarrollo de los derechos humanos. El cristianismo, por ejemplo, ha
promovido principios de amor al prójimo, igualdad y dignidad humana. En
el islam, se establecen derechos y responsabilidades para los individuos en
el Corán y la Sunna del Profeta Muhammad.
 Ilustración y teoría de los derechos naturales (siglos XVII-XVIII): Durante
la Ilustración, filósofos como John Locke, Thomas Hobbes y Jean-Jacques
Rousseau desarrollaron teorías sobre los derechos naturales inherentes a
todos los seres humanos. Estas teorías sentaron las bases para la posterior
formulación de los derechos humanos.
 La Carta Magna (1215): La Carta Magna, promulgada en Inglaterra en 1215,
estableció por primera vez la idea de que incluso los gobernantes están sujetos a la
ley y garantizó ciertos derechos y libertades para los nobles. Aunque la Carta
Magna no estaba dirigida a todos los ciudadanos de Inglaterra, sentó las bases para
el establecimiento de los principios legales y políticos que posteriormente se
convertirían en derechos fundamentales. Algunas de las cláusulas más destacadas
de la Carta Magna incluían:
Debido proceso legal: Establecía que ninguna persona podía ser privada de sus
derechos o propiedad sin el debido proceso legal y un juicio justo.
Acceso a la justicia: Garantizaba que todos tuvieran acceso a la justicia y a un
tribunal imparcial para resolver disputas.
Protección de la propiedad: Reconocía y protegía los derechos de propiedad de los
nobles, evitando su confiscación sin causa justa.
Aunque en su origen la Carta Magna estaba dirigida principalmente a la nobleza y
no era un documento de derechos humanos en el sentido moderno, sus principios
sentaron las bases para el desarrollo posterior de los derechos humanos y la
protección de las libertades individuales. Su influencia se puede rastrear en
documentos posteriores como la Declaración de Derechos de los Estados Unidos y
la Declaración Universal de Derechos Humanos.
 La Declaración de Derechos de los Estados Unidos (1776): La Declaración de
Independencia de los Estados Unidos en 1776 afirmó que "todos los hombres son
creados iguales" y tienen derechos inalienables, incluyendo la vida, la libertad y la
búsqueda de la felicidad. Posteriormente, la Constitución de los Estados Unidos y
la Carta de Derechos (Bill of Rights) consagraron derechos fundamentales.
La Declaración de Derechos de los Estados Unidos se refiere a los primeros diez
enmiendas a la Constitución de los Estados Unidos, conocidas como la Carta de
Derechos. Estas enmiendas se agregaron a la Constitución en 1791, no en 1776.
La Declaración de Independencia de los Estados Unidos se firmó en 1776 y es un
documento separado que establece los principios fundamentales y la justificación
para la independencia de las Trece Colonias de Gran Bretaña.
La Carta de Derechos, compuesta por diez enmiendas, fue redactada para
garantizar ciertos derechos y libertades individuales y proteger a los ciudadanos de
una posible violación de sus derechos por parte del gobierno. Algunos de los
derechos consagrados en la Carta de Derechos incluyen la libertad de expresión, la
libertad de religión, el derecho a portar armas, el derecho a un juicio justo y el
derecho a la propiedad privada.
La Declaración de Derechos de los Estados Unidos tuvo un impacto significativo
en el desarrollo de los derechos humanos a nivel mundial, ya que sentó un
precedente en la protección de los derechos individuales y ha sido un modelo para
muchas otras constituciones y documentos de derechos en todo el mundo.
 La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789): Durante la
Revolución Francesa, se proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano, que establecía los derechos naturales, individuales y universales,
incluyendo la libertad, la igualdad y la propiedad.
La Declaración establece los derechos inalienables y universales que se consideran
inherentes a todos los seres humanos, sin importar su nacionalidad o estatus social.
Los derechos proclamados en la Declaración incluyen la libertad, la igualdad, la
propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión. También se enfoca en la
garantía de los derechos individuales y la separación de poderes en la organización
política.
El documento fue redactado por un comité liderado por el Marqués de Lafayette,
Thomas Jefferson y otros destacados líderes revolucionarios. La Declaración se
basa en la filosofía de la Ilustración y refleja los ideales de la Revolución Francesa,
que buscaba derrocar el antiguo régimen monárquico y establecer un sistema
político basado en la democracia y la igualdad.
Aunque la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano fue
inicialmente un componente importante de la Constitución francesa de 1791, su
influencia trascendió las fronteras de Francia. Ha sido considerada una inspiración
para otras declaraciones de derechos, como la Declaración de Independencia de los
Estados Unidos (1776) y la Declaración Universal de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas (1948).
En resumen, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789
es un documento histórico que establece los derechos individuales y las libertades
fundamentales que deben ser protegidas por cualquier gobierno. Su impacto en la
historia de los derechos humanos y su influencia en la redacción de otras
declaraciones de derechos en todo el mundo lo convierten en un texto fundamental
en la lucha por la justicia y la igualdad.
 Abolición de la esclavitud (siglo XIX): A lo largo del siglo XIX, se llevaron a cabo
movimientos abolicionistas que lucharon por la abolición de la esclavitud en todo
el mundo. Este fue un paso crucial en la promoción de la igualdad y la dignidad
humana.
Uno de los eventos más significativos en la abolición de la esclavitud fue la
Revolución Haitiana, que tuvo lugar entre 1791 y 1804 en la colonia francesa de
Saint-Domingue (actualmente Haití). Esta revolución liderada por esclavos
africanos y afrodescendientes resultó en la independencia de Haití y en la abolición
de la esclavitud en ese territorio.
En el contexto de la abolición de la esclavitud en el siglo XIX, el Reino Unido
desempeñó un papel destacado. En 1807, el Parlamento británico aprobó la Ley
para la Abolición de la Trata de Esclavos, prohibiendo el comercio de esclavos en el
Imperio Británico. Posteriormente, en 1833, se aprobó la Ley de Abolición de la
Esclavitud, que puso fin a la esclavitud en las colonias británicas. La abolición de la
esclavitud en el Imperio Británico fue un hito importante y sentó un precedente
para otros países.
En los Estados Unidos, la cuestión de la esclavitud fue una fuente de conflicto
durante todo el siglo XIX. La Guerra Civil estadounidense (1861-1865) tuvo como
uno de sus principales puntos de controversia la esclavitud, y la Proclamación de
Emancipación emitida por el presidente Abraham Lincoln en 1862 declaró la
liberación de los esclavos en los estados rebeldes. La Decimotercera Enmienda a la
Constitución de los Estados Unidos, adoptada en 1865, finalmente abolió la
esclavitud en todo el país.
En otros países europeos, como Francia, España y Portugal, la abolición de la
esclavitud también tuvo lugar en el siglo XIX. En muchos casos, los movimientos
abolicionistas fueron impulsados por presiones internas, así como por un cambio
en la opinión pública y la creciente conciencia de la injusticia de la esclavitud.
 Movimientos obreros y derechos laborales (siglo XIX): Durante la Revolución
Industrial, los trabajadores se organizaron en movimientos obreros para exigir
mejores condiciones laborales y derechos fundamentales, como la jornada de
trabajo limitada, el salario justo y la protección social.
En Inglaterra, la Revolución Industrial generó condiciones laborales
extremadamente duras, especialmente para los trabajadores en las fábricas. A
medida que los trabajadores comenzaron a organizarse en sindicatos y
asociaciones, se llevaron a cabo protestas y huelgas para exigir mejores salarios,
condiciones de trabajo más seguras y una reducción de las horas de trabajo. La
formación de los sindicatos y el movimiento obrero en general llevaron a la
promulgación de leyes laborales más justas, como la Ley de Fábricas de 1833 y la
Ley de Fábricas de 1847, que establecieron regulaciones para proteger a los
trabajadores, especialmente a las mujeres y los niños.
En otros países de Europa, como Francia y Alemania, también se formaron
movimientos obreros y sindicatos para luchar por los derechos laborales. En 1864
se fundó la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), conocida como la
Primera Internacional, que buscaba coordinar los esfuerzos de los movimientos
obreros en diferentes países y promover la solidaridad internacional entre los
trabajadores.
En los Estados Unidos, el movimiento obrero también se desarrolló durante el siglo
XIX. La formación de sindicatos y la organización de huelgas fueron elementos
clave en la lucha por mejores condiciones laborales. Uno de los eventos más
significativos fue la huelga de Haymarket en 1886 en Chicago, que buscaba una
jornada laboral de ocho horas. Aunque la huelga fue reprimida violentamente y
tuvo consecuencias negativas para el movimiento obrero en ese momento, sentó las
bases para futuras mejoras en los derechos laborales.
A medida que los movimientos obreros crecían en influencia, se lograron avances
significativos en la legislación laboral. En muchos países, se implementaron leyes
que establecían límites a las horas de trabajo, regulaban la seguridad laboral,
prohibían el trabajo infantil y reconocían el derecho de los trabajadores a
organizarse en sindicatos y negociar colectivamente.
 La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948): Después de la Segunda
Guerra Mundial y los horrores del Holocausto, las Naciones Unidas proclamaron
la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) en 1948. Este documento
histórico establece los derechos humanos básicos que deben ser protegidos en todo
el mundo, independientemente de la raza, la religión, el origen étnico, el género u
otras características.
La DUDH fue redactada después de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y
con el objetivo de prevenir futuras violaciones masivas de los derechos humanos.
Fue elaborada por representantes de diferentes culturas y tradiciones legales de
todo el mundo, y su adopción fue un logro histórico que reflejó un consenso global
sobre los valores fundamentales que deben prevalecer en la humanidad.
La Declaración consta de 30 artículos que abarcan una amplia gama de derechos
civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Algunos de los derechos
proclamados incluyen el derecho a la vida, la libertad de pensamiento, expresión y
religión, la igualdad ante la ley, el derecho al trabajo, la seguridad social, la
educación y la participación en la vida cultural.
La DUDH establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en
dignidad y derechos, y prohíbe la discriminación por motivos de raza, color,
género, religión, origen nacional o social, entre otros. También enfatiza la
importancia de proteger los derechos humanos individuales y promover el respeto
mutuo, la justicia y la paz.
Aunque la Declaración Universal de Derechos Humanos no tiene fuerza legal
vinculante por sí misma, ha sido un documento influyente que ha sentado las bases
para la elaboración de tratados y convenciones internacionales de derechos
humanos. También ha inspirado la redacción de constituciones y legislaciones
nacionales en muchos países, así como la labor de organizaciones y defensores de
derechos humanos en todo el mundo.
 Pactos Internacionales de Derechos Humanos (1966): La DUDH sentó las bases
para la adopción de dos pactos internacionales de derechos humanos en 1966: el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). Estos pactos ampliaron y
codificaron los derechos establecidos en la DUDH.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos garantiza una amplia gama
de derechos civiles y políticos, tales como el derecho a la vida, la libertad de
pensamiento, expresión y religión, el derecho a un juicio justo, la prohibición de la
tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a participar
en la vida política y pública.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales protege
derechos económicos, sociales y culturales, tales como el derecho al trabajo, a
condiciones laborales justas, a la seguridad social, a la educación, a la vivienda
adecuada, a la alimentación, a la salud y a participar en la vida cultural.
Ambos pactos fueron creados para complementarse mutuamente y reconocen que
los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales son indivisibles e
interdependientes.
Cada pacto establece un Comité de Derechos Humanos encargado de supervisar su
implementación y recibir informes periódicos de los Estados Parte. Los Estados que
ratifican los pactos se comprometen a tomar medidas legislativas, administrativas
y judiciales para garantizar el pleno ejercicio de los derechos reconocidos en los
pactos y a informar regularmente sobre las medidas adoptadas.
Los Pactos Internacionales de Derechos Humanos han sido ratificados por
numerosos Estados en todo el mundo y han influido en la elaboración de leyes y
políticas nacionales en materia de derechos humanos. Además, han sido
fundamentales para el desarrollo de la jurisprudencia internacional en el campo de
los derechos humanos y han proporcionado una base sólida para la promoción y
protección de los derechos fundamentales en la comunidad internacional.
 Movimientos por los derechos civiles y la igualdad (siglo XX): Durante el siglo
XX, se llevaron a cabo numerosos movimientos por los derechos civiles y la
igualdad en todo el mundo. Ejemplos destacados incluyen el movimiento por los
derechos civiles en Estados Unidos, el apartheid en Sudáfrica y la lucha por los
derechos de las mujeres.
 Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos: Durante la primera
mitad del siglo XX, los afroamericanos en Estados Unidos lucharon contra
la segregación racial y la discriminación institucionalizada. El movimiento
ganó impulso en la década de 1950 y 1960, liderado por figuras
prominentes como Martin Luther King Jr., Rosa Parks y Malcolm X. El
movimiento culminó en la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de
1964 y la Ley de Derecho al Voto de 1965, que prohibieron la discriminación
racial y garantizaron el derecho al voto para todos los ciudadanos.
 Movimiento por los derechos de la mujer: A lo largo del siglo XX, el
movimiento feminista luchó por la igualdad de derechos y oportunidades
para las mujeres. Las sufragistas del siglo XIX sentaron las bases para la
lucha por el derecho al voto de las mujeres, que se logró en muchos países
durante el siglo XX. El movimiento feminista también abordó cuestiones
como la igualdad salarial, el acceso a la educación y el control sobre el
propio cuerpo. La Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación
contra la Mujer de las Naciones Unidas (1979) y la Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1981)
son tratados internacionales importantes en esta lucha.
 Movimiento por los derechos LGBTQ+: A partir del siglo XX, las personas
lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer comenzaron a organizarse
y luchar por la igualdad de derechos y la aceptación social. El movimiento
LGBTQ+ ha abordado cuestiones como la despenalización de la
homosexualidad, el reconocimiento del matrimonio igualitario, la lucha
contra la discriminación y la violencia basadas en la orientación sexual o
identidad de género, y la promoción de la igualdad de derechos en áreas
como el empleo y la adopción. Varios países han promulgado leyes y
políticas para proteger los derechos de las personas LGBTQ+, y en 2015 la
Corte Suprema de Estados Unidos legalizó el matrimonio igualitario en
todo el país.
 Desarrollo del derecho internacional humanitario y los tribunales
internacionales: En las últimas décadas, se ha fortalecido el derecho internacional
humanitario y se han establecido tribunales internacionales, como la Corte Penal
Internacional, para juzgar y sancionar los crímenes de guerra, genocidio y crímenes
contra la humanidad.
El derecho internacional humanitario, también conocido como derecho de la guerra
o derecho de los conflictos armados, es un conjunto de normas y principios que
buscan limitar el sufrimiento humano durante los conflictos armados y proteger a
las personas que no participan en las hostilidades, como civiles, prisioneros de
guerra y personal médico. Estas normas prohíben el uso de violencia excesiva o
indiscriminada, establecen reglas para el trato humanitario de las personas
capturadas o detenidas y regulan el acceso a la asistencia humanitaria.
El DIH se ha desarrollado a lo largo del tiempo a través de tratados
internacionales, como los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos
Adicionales de 1977, así como a través de la práctica y la jurisprudencia de
tribunales internacionales y cortes nacionales.
En cuanto a los tribunales internacionales, han desempeñado un papel
fundamental en el establecimiento de la responsabilidad individual por violaciones
graves del derecho internacional humanitario y los derechos humanos durante
conflictos armados. Algunos de los tribunales más destacados incluyen:
 Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY): Establecido en
1993 por el Consejo de Seguridad de la ONU, el TPIY fue creado para
procesar a los responsables de crímenes de guerra, crímenes contra la
humanidad y genocidio cometidos durante los conflictos en la ex
Yugoslavia.
 Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR): Creado en 1994, el TPIR
tenía como objetivo juzgar a los responsables del genocidio en Ruanda en
1994, donde aproximadamente 800,000 personas, principalmente tutsis,
fueron asesinadas.
 Corte Penal Internacional (CPI): Establecida en 2002, la CPI es el primer
tribunal penal internacional permanente. Tiene jurisdicción sobre crímenes
de guerra, crímenes contra la humanidad, genocidio y crímenes de
agresión. La CPI busca garantizar la rendición de cuentas de los individuos
responsables de los crímenes más graves que afectan a la comunidad
internacional.
Estos tribunales internacionales y otros tribunales ad hoc han desempeñado un
papel crucial en la promoción de la justicia, la rendición de cuentas y la disuasión
de futuras violaciones del derecho internacional humanitario y los derechos
humanos.

1.1. ¿Quién protege los derechos humanos?


El principal responsable de proteger, defender, respetar, promover y garantizar los
derechos humanos es el Estado a través de sus diferentes poderes y niveles de gobierno.
Sin embargo, tales deberes son exigibles también a la sociedad en su conjunto, así como a
las organizaciones internacionales relacionadas con la materia

2. Introduccion
Desde la proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, no
han cesado los debates y desarrollos sobre la naturaleza de estos derechos y los medios
para favorecer sociedades más justas, donde puedan comenzar a ser una realidad para
todas las personas, colectivos y pueblos.

Este debate enfrenta distintos paradigmas. La doctrina hegemónica liberal de derechos


humanos, la más difundida y consolidada, parte de una visión estática y legalista de los
derechos. No obstante, las luchas de poder que se expresan en derechos humanos implican
procesos bastante más complejos que la mera acumulación de conquistas jurídicas. Esta
doctrina se pretende además imponer como verdad universal aplicable a todos los
pueblos, a pesar de que se legitima a partir de un relato eurocentrista de la historia que
excluye las visions y realidades de los pueblos del Sur. Las realidades que enfrentan las
mayorías empobrecidas del mundo y los abusos de poder que cruzan la historia de los
pueblos, evidencian la insuficiencia de un discurso de derechos humanos que no parta de
un análisis de las relaciones de poder.

Por ello, asumir el potencial de liberación presente en el discurso de derechos humanos


requiere optar por una perspectiva crítica, de manera tal que podamos trascender el
significado de su consagración formal y las limitaciones de una vision unidimensional de
la historia de los pueblos de la humanidad.

Sólo así es posible enfrentar y superar la instrumentación de los derechos humanos como
herramientas para mantener las inequidades e injusticias existentes.

Todavía estamos lejos de la construcción de una cultura crítica de derechos humanos que
favorezca su apropiación popular.

Las visiones hegemónicas todavía subyacen en el imaginario de buena parte de la


población que participa en la búsqueda de nuevas formas de organización social, política y
económica en diversos países. La Fundación Juan Vives Suría de la Defensoría del Pueblo
busca contribuir a ese desafío con herramientas de formación y debate a partir de las
realidades de los pueblos de América Latina y del Sur, así como de las mayorías
empobrecidas del planeta sujetos prioritarios de toda lucha a favor de los derechos
humanos. Con ese fin, surge esta nueva serie de folletos divulgativos, cuya primera
entrega presenta una revisión crítica de la historia de los derechos humanos más
frecuentemente citada; así como una aproximación a una visión crítica de los mismos para
promover un diálogo creativo y participativo

2.1. La “historia” de los derechos humanos


En nuestra era contemporánea, los derechos humanos están presentes de manera
predominante en el discurso político, social y cultural. Surgen en conflictos y
procesos a escala local, nacional y global en defensa de modelos o intereses a
menudo contrapuestos.
 Conflictos sociales: se presentan en las reivindicaciones y demandas de
sectores vulnerables y de movimientos sociales, así como en la defensa de
privilegios por parte de sectores de poder.
 Conflictos políticos: se usan para defender intereses de poder –sean éstos
públicos o privados– y también para legitimar los abusos que se cometen
contra la dignidad de terceros.
 Conflictos internacionales: surgen en la evaluación de naciones y
gobiernos, a veces en función de comportamientos atroces, y otras, con el fin
de defender intereses ajenos a los derechos humanos y para justificar
intervenciones externas.
Esta aplicación diversa del discurso de derechos humanos en luchas que enfrentan
intereses encontrados evidencia que no se trata de conceptos neutrales, acabados y
estáticos que puedan ser objeto de una interpretación uniforme. Si bien el concepto
de derechos se originó en Europa y su difusión fue parte de la expansión del
Estado de derecho liberal y el capitalismo occidental, su desarrollo incluye aportes
de la diversidad de pueblos y culturas que constituyen la humanidad y que luchan
y se articulan para concretar sus demandas de dignidad y autonomía. Por ello, no
existe una doctrina o pensamiento homogéneo que pueda dar cuenta de una forma
uniforme de su origen y naturaleza, ni que pueda abarcar el significado que tienen
actualmente para el conjunto de individuos y colectivos humanos.
2.2. Derechos humanos “universales”
El derecho internacional de los derechos humanos se inauguró con la Declaración
Universal de Derechos Humanos, proclamada en 1948 por la Asamblea General de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tres años después de concluida la
barbarie de la Segunda Guerra Mundial.
Ese histórico documento, inspirado en las declaraciones de derechos del siglo
XVIII, reconoce que todos los seres humanos somos iguales en derechos, que los
derechos son inherentes a nuestra condición humana y que nos pertenecen a todos
y todas, sin limitaciones de fronteras.
La Declaración recoge un amplio catálogo de derechos civiles (derechos a la vida, a
la libertad, a la integridad de la persona, a un juicio justo, entre otros) y políticos
(derecho a participar en
los asuntos públicos y a elegir a representantes en el gobierno), y algunos derechos
sociales, como el derecho a la educación, a la salud y a la seguridad social.
Este documento no conlleva obligaciones jurídicas, pero se le atribuye fuerza moral
para guiar la acción de los Estados.
Representa, de igual forma, la base del derecho internacional de los derechos
humanos, orientado a promover compromisos estatales en relación con las
personas bajo su jurisdicción. Desde su proclamación, se han acordado en la ONU
numerosas pactos y tratados que reconocen y amplían los derechos de la
declaración y establecen obligaciones estatales, así como mecanismos orientados a
supervisar su cumplimiento.
2.3. La visión liberal de los derechos humanos
El concepto liberal de los derechos humanos, que prevalence con distintos matices en la
mayoría de países occidentales y en gran medida en el desarrollo e interpretación del
derecho internacional, puede sintetizarse en algunos aspectos centrales:
 Derechos naturales e inmanentes: los derechos humanos se desprenden de la
esencia del ser humano en cuanto tal, y no dependen de las condiciones en que
pueden ejercerse en la realidad.
 Libertad individual: la perspectiva liberal otorga primacía a la libertad y
autonomía individuales por encima de los valores de igualdad social y de
convivencia colectiva.
 El contrato social: la organización de la sociedad por acuerdo de sus miembros da
lugar al Estado, en el cual delegan el desarrollo y aplicación de las leyes.
 Estado de Derecho: el orden jurídico político para la vigencia de los derechos
humanos se corresponde con el Estado de Derecho, como conjunto de normas e
instituciones que regulan y limitan la acción de los poderes públicos.
 Derechos positivos: una de las funciones primordiales del Estado es acordar los
derechos naturales mediante leyes que se convierten en contratos vinculantes para
los poderes públicos.
 El imperio de la ley: mientras la autoridad cumpla con las leyes establecidas en el
marco del Estado de Derecho, no debe haber otras vías para la demanda de
derechos humanos que las legales.
 Responsabilidad pública: los responsables de reconocer, respetar y garantizar los
derechos humanos son los poderes públicos. Las personas deben contar con plena
libertad de actuación, con el único límite de respetar el marco legal convenido.
 Progreso humano: la codificación jurídica de los derechos humanos responde a un
proceso histórico en la conquista de mejores condiciones para el ejercicio de la
libertad y la dignidad en asociación con los adelantos tecnológicos y científicos.
 Universalidad: la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) recoge
aspiraciones comunes de dignidad de todos los pueblos y colectivos del mundo, a
partir de la supuesta existencia de un sustrato común a todas las culturas que ese
documento sintetiza.

3. Una narrativa crítica de la historia oficial


Las distintas narrativas de la historia están marcadas por las visiones e intereses de
quienes las construyen y difunden. Son discursos que expresan la experiencia histórica y
aspiraciones de orden social de los pueblos o sectores que los enuncian, y por ello
responden a sus ideologías y sistemas o aspiraciones.

La historia de los derechos humanos, citada brevemente, responde a narrativas


construidas por los sectores que han dado forma a las instituciones vigentes en la mayoría
de las sociedades occidentales, y que han dominado el ritmo de los acontecimientos de la
etapa actual de la humanidad. Esa version de la historia destaca como importantes ciertos
hitos, pero silencia otros –las acciones contrarias a los derechos humanos derivadas de las
relaciones de dominación capitalistas, las luchas de liberación de los pueblos colonizados,
la lucha por la tierra de los pueblos del Sur, entre otras.

3.1. Un nuevo paradigma de derechos


Las ideologías socialistas se centran en la preeminencia de los derechos sociales y en la
apuesta por una organización de la sociedad y del Estado orientada a transformar las
estructuras de poder. Propuestas y métodos que van desde la social democracia hasta el
comunismo revolucionario llaman a la toma del gobierno –en unos casos por medio de la
insurrección armada y en otros por la vía parlamentaria– con el fin de favorecer las
transformaciones sociales necesarias para garantizar relaciones de poder más equilibradas
y como requisito para construer sociedades efectivamente democráticas.

 La Constitución mexicana de 1917, derivada de la Revolución campesina,


estableció los derechos al trabajo y a la tierra como la base de la nueva sociedad, y
consagró los derechos a la salud y a la educación como derechos fundamentales.
 La Constitución alemana de 1919, acordada luego de la derrota de la revolución
socialista “espartaquista”, incluye los derechos a la salud, al trabajo y a la
seguridad social, entre otros.
 La Constitución española de 1931, acordada tras el fin de la monarquía y la
instauración de la república, reconocía derechos sociales extensivos, incluido el
derecho a la tierra y la reforma agraria, y establecía la igualdad plena de la mujer.
 Tras la revolución de 1917, la URSS se constituyó en república socialista,
rompiendo con el paradigma liberal del Estado de derecho. La Declaración de
Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado (Rusia, 1919) consagró los derechos
sociales desde una orientación marxista. Desde entonces, en todas las regiones del
planeta se han producido ensayos de poner en práctica doctrinas socialistas bajo
distintos modelos y circunstancias. En muchos casos, el fracaso del ensayo derivó
en el establecimiento de regimens que no produjeron la transformación
democrática propugnada, generando en diversos escenarios la conculcación
masiva de derechos humanos. No obstante, estos avances consolidaron en el
derecho positivo las doctrinas de derechos como garantía de condiciones de vida y
de desarrollo, así como de acceso a bienes materiales y culturales en términos
acordes con las necesidades y la dignidad humana de las mayorías empobrecidas.

4. Límites del Estado de derecho y del derecho internacional


La doctrina hegemónica liberal propugna que el Estado, al ser garante de la libertad, no
puede intervenir en las relaciones entre actores privados y defiende la igualdad de
derechos en la ley como máxima aspiración legítima de demanda de igualdad. Ambos
factores la convierten en una herramienta para la defensa de la estructura de poder
existente, al cuestionar la intervención estatal en la realización de derechos sociales de las
mayorías empobrecidas, como prerrequisito para transformar las relaciones de poder y
garantizar así un ejercicio más equilibrado de la democracia.

Los principios liberales de defensa de la propiedad privada y la doctrina de no


intervención de los poderes públicos han significado en la práctica la permanente
instrumentación del Estado para la defensa de los intereses de poder. Asimismo, la
identificación de los derechos humanos con los sistemas políticos y económicos derivados
de las revoluciones liberals el Estado de derecho liberal, por un lado, y el capitalism de
mercado, por el otro– ha fundamentado el rechazo a las propuestas de transformación de
las estructuras de poder que niegan derechos.
Todos los ensayos de desafiar las convenciones del Estado liberal de derecho sin contenido
social han enfrentado la oposición del aparato estatal y de sectores de poder nacional y
transnacional, dando lugar a la legitimación liberal de las dictaduras y a la guerra abierta o
encubierta contra los liderazgos que promovieron transformaciones radicales basadas en
el combate a la inequidad.

4.1. Límites del régimen de responsabilidad en derechos humanos


La teoría y el derecho constitucional del Estado de derecho se basan en la constitución de
poderes públicos independientes sobre los que recaen las funciones de legislar (Poder
Legislativo), gobernar (Poder Ejecutivo) y administrar la justicia para la garantía de los
derechos reconocidos (Poder Judicial).

Las Constituciones del Estado de derecho establecen contrapesos formales entre los
distintos poderes como medio para prevenir la concentración y el ejercicio autoritario del
poder. A su vez, desarrollan un régimen de responsabilidad pública, orientado a
garantizar la adhesión de los organismos públicos a los principios constitucionales.

La restricción legal de la actuación de los poderes del Estado responde a una necesidad
efectiva de establecer un regimen amplio de control de los órganos encargados de la
administración de los recursos públicos y del sistema de justicia, así como del monopolio
en el empleo de la fuerza.

No obstante, este importante desarrollo ha derivado en el establecimiento de


responsabilidades estatales exclusivas en el respeto y garantía de los derechos humanos, lo
que ha favorecido la continuidad de las relaciones de poder entre actores privados y la
impunidad de éstos en relación con los delitos asociados a violaciones de derechos
humanos.

En base a los principios de libertad de las personas, por un lado, y de responsabilidad


estatal, por el otro, se han desarrollado doctrinas que pretenden defender que las personas
y las instituciones y corporaciones privadas no son responsables por violaciones a los
derechos humanos, lo cual es un contrasentido ético absoluto.

Defender que los actores privados no tienen obligaciones de respetar los derechos
humanos en las actividades que desarrollan es contradictorio con el proyecto de lograr el
respeto a la dignidad de las personas y los procesos sociales en que se desenvuelven; así
como con la constatación del impacto que sus actividades tienen sobre personas y
poblaciones enteras.

4.2. Límites de la democracia representativa


4.3. Límites del reconocimiento legal de los derechos humanos
4.4. El Estado social de derecho
Diversas corrientes de pensamiento liberal niegan a los derechos sociales su condición de
derechos humanos, y denuncian el presunto carácter antidemocrático de los modelos que
promueven la intervención del Estado en la redistribución social de los recursos. Sin
embargo, las luchas obreras y campesinas y la accidentada conquista de derechos sociales
han evidenciando la insuficiencia del paradigma liberal de derechos humanos, al tiempo
que han permitido avanzar hacia una concepción unitaria de la dignidad humana, que
incluye las reivindicaciones por la justicia social y una demanda de igualdad efectiva más
allá de la ley.

Una de las consecuencias de estos desarrollos es la aparicion del modelo de Estado social
de derecho o Estado de bienestar, que si bien no desafía los principios liberales básicos,
impone obligaciones en materia social al Estado para garantizar derechos sociales y
servicios básicos asociados. Este modelo, inspirado en las constituciones española y
alemana citadas, y basado en el cobro de impuestos progresivos de acuerdo al ingreso, se
implementó fundamentalmente en Europa en la segunda mitad del siglo XX y se
reprodujo en distintas etapas de la historia republicana en América Latina.

No obstante, su efectividad y continuidad se han visto perma- nentemente desafiadas por


la presión de los sectores de poder que defienden las tesis liberales y su capacidad de
incidencia so- bre la acción estatal y los programas de los sectores de gobierno y de las
agencias internacionales que promueven programas de desarrollo y de organización
económica y financiera. Desde la década de los 80, se ha venido forzando a escala
planetaria la implementación del neoliberalismo, cuya agenda de desregulación de la
actividad privada y limitación de la función social del Estado ha derivado en el aumento
de las desigualdades sociales y la pobreza y en el agravamiento de las violaciones
estructurales de los derechos humanos derivadas de las estructuras y abusos de poder.

5. Hacia una visión crítica de los derechos humanos


Luego de la revisión sintética de la historia del desarrollo de los derechos humanos como
principio orientador de nuestras sociedades, del Estado de derecho moderno como
mecanismo formalmente orientado a garantizarlos y del reconocimiento internacional de
los mismos, se proponen algunos elementos para la construcción de una visión crítica que
permita fortalecer su poder ema ncipador en el marco de las luchas sociales por una vida
digna.

5.1. Los derechos humanos son productos sociohistóricos


Los derechos humanos son productos sociohistóricos fraguados a partir de las distintas
luchas populares emprendidas a favor de condiciones de vida digna. Su formación surge
de la toma de conciencia en cada momento histórico de los valores sociales fundamentales
y de las condiciones que los niegan, además de la necesidad de organizarse para luchar
por su concreción en la realidad.

Se corresponden, por tanto, con la búsqueda de cada pueblo para conquistar un orden
social libre de las fuentes de opresión, orientado a lograr la satisfacción de sus necesidades
principales como grupo humano. De ahí que no se pueden afirmar como naturales, ni
eternos, ni absolutos, ni derivados de ciertos realidades metafísicas o separados de los
vaivenes de la historia, sino que son la esencia de los procesos sociales que expresan e
intentan concretar lo que la conciencia ética de los pueblos reconoce como necesario para
vivir con dignidad.
Una visión de los derechos humanos como proyecto a ser con- cretado en la práctica
política y cultural de los pueblos, reivindi- ca el carácter fundamental que las luchas
sociales tienen en su construcción, así como destaca la influencia de las condiciones
históricas en que surgen y se desarrollan. Reconocer el carácter utópico de los derechos
humanos previene de las falsas seguri- dades derivadas de las concepciones que los
asumen como algo dado, al margen de la realidad cotidiana de la gente.

5.2. La condición humana


Los derechos humanos tienen como fundamento las necesidades de la persona humana y
de los colectivos sociales en los que se asocia históricamente, a sus aspiraciones
individuales y colectivas de vivir en dignidad. Esto significa que no derivan de una obra
de origen divino o de la razón, ni tampoco del reconocimiento de un Estado o del derecho
internacional, sino que están vinculados con la existencia física y social, con las
condiciones concretas que requieren las personas, colectivos humanos y pueblos en su
vida cotidiana para vivir adecuadamente. Por lo tanto, se vinculan con la realidad de los
contextos en los que habitan y con la protección de su autonomía, libertad y bienestar

5.3. Los derechos humanos son una construcción cultural


Aunque no se expresen en derechos, distintas culturas y grupos humanos han
desarrollado fórmulas propias de valores y de organización social orientadas a asegurar el
respeto y resguardo por la persona humana y por la autodeterminación colectiva e
individual. Por ello, al igual que el resto de producciones culturales con capacidad de
transformar las realidades sociales, políticas y jurídicas, los derechos humanos son
recreaciones de la experiencia de grupos sociales y pueblos en función de un ideal de
convivencia orientado al proceso de organización de la sociedad.

 Diversas culturas se centran en valores de naturaleza predominantemente


colectiva, luego sus formas de concebir la dignidad difieren de los valores de
derechos asociados al individuo.
 Las diferencias sociales y culturales a lo interno de las sociedades impactan sobre el
universo de valores, como lo evidencia la existencia de paradigmas liberales y
socialistas antagónicos.

En consecuencia, no existe una única concepción de los derechos humanos, porque no


existe una única concepción de la dignidad humana. Esta diversidad de visiones ofrece
contrastes dramáticos desde las relaciones de poder que enfrentan distintos colectivos
humanos:

 Un pueblo indígena y una comunidad política que coloniza su territorio con fines
de desarrollo, amenazando la integridad de los primeros.
 Una familia trabajadora en pobreza extrema, y una familia millonaria cuyas
relaciones formen parte del entramado que impide a los sectores en pobreza
mejorar su economía.
 Una mujer víctima de la violencia, y el entorno cultural y social que violenta su
dignidad e integridad física.
5.4. Descolonizar los derechos humanos
Para enfrentar la instrumentación de los derechos humanos y asegurar su efectividad
política y cultural en los procesos sociales protagonizados por los pueblos del Sur, se
requiere apostar por la descolonización de los conceptos de las visiones hegemónicas
eurocentristas. Esto requiere su reformulación filosófica y política participativa –una
dinámica en la que participan activa y crecientemente los pueblos del Sur, con sus luchas y
demandas y su participación en los procesos de construcción de nuevos modelos de
organización social.

La reestructuración orgánica y cultural de las instituciones públicas, en marcha en


diversos países del continente, busca entre otros fines representar la diversidad popular y
cultural que caracteriza a cada pueblo, y la complementación intercultural para articular
respuestas a las necesidades de desarrollo de los pueblos desde el respeto a la diversidad.

5.5. Derechos humanos y democracia


El objeto formal de los sistemas democráticos es asegurar que los intereses y necesidades
de todos los sectores de la sociedad se puedan expresar y sean tomados en cuenta en las
relaciones jurídicas, políticas, sociales y económicas, mediante los mecanismos para la
participación política.

Tradicionalmente, este debate se ha realizado desde la perspec- tiva de la democracia


liberal representativa. No obstante, gracias al reconocimiento de las luchas por derechos,
los límites de la representación y las libertades se han expandido, ampliando el término de
democracia para abarcar una demanda de participación democrática ciudadana efectiva y
por una democracia social y económica, así como en defensa de la democracia de lo
privado –en la familia y en las relaciones interpersonales– por la que lucha el movimiento
de mujeres.

 La profundización de la democracia contribuye a los procesos históricos populares


por lograr condiciones de vida dignas para todos y todas al favorecer la
participación en condiciones de igualdad social y paridad de género.
 Las conquistas de derechos humanos derivan en relaciones de poder de mayor
simetría, luego contribuyen a democratizar la sociedad al generar condiciones de
mayor igualdad, equidad y capacidad de incidencia en las decisiones públicas.

Dado el horizonte humanizador de los proyectos de democracia y derechos humanos,


ambos constituyen un círculo virtuoso orientado a la construcción colectiva de sociedades
basadas en el respeto a la persona, y los colectivos y a los valores de participación
ciudadana, convivencia y justicia social, donde las relaciones sociales se produzcan en
armonía con las necesidades de dignidad mutua. La construcción de la democracia como
régimen para la garantía de los derechos humanos y la justicia social sigue siendo un reto
pendiente, posible a través de la organización y participación de los grupos y movimientos
sociales.
5.6. Democracia y participación
La democratización efectiva de la sociedad requiere asegurar la participación social,
política y económica de toda la ciudadanía, como eje de acción indispensable para hacer
de los derechos humanos una realidad concreta en la vida de la gente.

 La participación implica una forma de ejercicio ciudadano que hace posible


democratizar el poder, al asegurar que todas las personas forman parte de las
decisiones públicas.
 El aumento en la conciencia de poder por parte de la población estimula su
participación en las decisiones que los afectan.

En consecuencia, la construcción de modelos de organización política y jurídica que


garanticen la participación directa en la definición y ejecución de las soluciones a los
problemas de la agenda pública, es un prerrequisito para hacer realidad los proyectos de
derechos humanos y de democracia. Sólo así puede revertirse la privatización de los
espacios públicos y consolidar un paradigma de interés general centrado en las
necesidades y valores de cada pueblo, por contraposición a los intereses del mercado y de
los sectores privilegiados de la sociedad.

Por ello, la lucha efectiva por los derechos humanos significa también la lucha por la
transformación de los sistemas políticos, para así garantizar la conquista de espacios
crecientes de participación democrática para los distintos sectores de la población. En ese
sentido, las políticas públicas desarrolladas por el Estado deben necesariamente asegurar
la participación social en todas sus etapas, si quieren verdaderamente responder a las
demandas de los sectores que requieren respuestas para la protección y realización de sus
derechos humanos.

6. Clasificacion de los Derechos Humanos


Los derechos son producto de su tiempo y de las necesidades de la sociedad, de
conformidad con las condiciones sociales e ideológicas en el que se desarrollan (espacio y
el tiempo).

6.1. Derechos Civiles y Políticos


Entre los derechos civiles y políticos podemos mencionar el derecho al libre desarrollo de
la personalidad, el derecho a la vida, el derecho a la identidad, el derecho a la integridad
personal, el derecho a la libertad personal, el derecho a la libertad religiosa, el derecho a la
igualdad, el derecho a elegir y ser elegido representante, entre otros

 Derechos Civiles
 Derecho a la vida: Contra la privación de la vida y la “desaparición” o
incluso el asesinato legal (la pena capital o pena de muerte).
 Derecho a la integridad física: Contra la tortura.
 Derecho a la libertad: Contra la esclavitud y la detención ilegal.
 Derecho a la igualdad y no discriminación.
 Derecho a la libertad de expresión.
 Derecho a la libertad de imprenta.
 Derecho a que se respete la vida privada.
 Derecho al acceso a la información.
 Derecho a la libertad de tránsito.
 Derecho a una nacionalidad.
 Derecho de acceso a la justicia.
 Derecho a la identidad.
 Derechos Políticos
 Derecho a votar y ser votado para cargos públicos.
 Derecho de libertad de reunión o de asociación.
 Derecho afiliación.

6.2. Derechos Sociales, Económicos y Culturales


Los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) son derechos que exigen del Estado
la realización de determinadas acciones o la concesión de determinadas prestaciones, a fin
de que cada persona tenga garantizada la cobertura de ciertas necesidades básicas para el
desarrollo de una vida digna. Entre ellos encontramos el derecho a la salud, a la
educación, al trabajo, a la seguridad social, entre otros.

 Derechos Económicos
 Derecho al trabajo.
 Derecho a buenas condiciones laborales.
 Derecho a un salario justo.
 Derecho a la libertad de trabajo: Contra el trabajo forzado, la prostitución y
la servidumbre por deudas.
 Derecho a la libertad y organización sindical.
 Derechos Sociales
 Derecho a la alimentación y a vestido.
 Derecho a tener una vivienda digna.
 Derecho a gozar de salud y atención médica.
 Derecho a educarse.
 Derecho vacaciones y divertirse sanamente.
 Derechos Culturales
 Derecho a disfrutar de la creación artística del propio pueblo.
 Derecho a los beneficios de la ciencia y de los avances de la técnica.
 Derecho al propio idioma.
 Derecho a la propia cultura.
 Derecho a la propia religión.
 Derechos de Solidaridad

Los Derechos de Tercera Generación también conocidos como los Derechos de Solidaridad
o de los Pueblos contemplan cuestiones de carácter Supranacional, como el Derecho a la
Paz y a un Medio Ambiente Sano.

Entre estos derechos podemos mencionar:

 Derecho a la Autodeterminación
 Derecho a la Identidad Nacional y Cultural
 Derecho a la Independencia Económica y Política
 Derecho a la Paz
 Derecho a la Solución de problemas Alimenticios, Educativos y Ecológicos
 Derecho al Patrimonio de la Humanidad
 Derecho al Medio Ambiente Sano
 Derechos a la Ciencia y Tecnología

Los derechos de la Ciencia y Tecnología corresponden a la cuarta generación implica a las


innovaciones tecnológicas y la globalización.

Entre los derechos de cuarta generación se pueden citar:

 El derecho de acceso a la informática.


 El derecho de acceso a la sociedad de la información en condiciones de
igualdad y no discriminación.
 Al uso del espectro radioeléctrico y de la infraestructura para los servicios
en línea sean satelitales o por vía de cable.
 El derecho a formarse en las nuevas tecnologías.
 El derecho a la autodeterminación informativa.
 El derecho al Habeas Data y a la seguridad digital

7. El Estado Peruano y los Derechos Humanos


Existen diversas instituciones del Estado encargadas de proteger y promover nuestros
derechos, y a las que podemos acudir para que nos brinden asistencia. Éstas forman parte
del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, así como de los organismos
autónomos creados por la Constitución tales como: la Defensoría del Pueblo, el Ministerio
Público, el Tribunal Constitucional, el Consejo Nacional de la Magistratura, la Contraloría
General de la República, entre otros.

7.1. ¿Qué funciones tiene el Congreso o Poder Legislativo?


El Congreso de la República tiene como funciones principales la representación de la
nación, la elaboración de leyes, la permanente fiscalización y control político, así como la
eventual reforma de la Constitución y otras funciones especiales.

7.2. ¿Qué es el Poder Ejecutivo?


El Poder Ejecutivo es el responsable de ejercer el gobierno y hacer cumplir las leyes. Está
constituido por el Presidente de la República, el Consejo de Ministros y los organismos
públicos del Poder Ejecutivo. El Consejo de Ministros se encuentra integrado por
dieciocho Ministerios de Estado, entre los que se encuentra el Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos.

7.3. ¿Qué funciones cumple el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos?


El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos tiene, entre otras, la finalidad de promover
y difundir los derechos humanos, postulando políticas de acceso a la justicia, con énfasis
en las personas en condición de vulnerabilidad. En este sentido, debe velar para que la
labor del Poder Ejecutivo se enmarque dentro del respeto de la Constitución, fortaleciendo
el Estado de Derecho y la institucionalidad democrática.

7.4. ¿Como ciudadano, tengo derecho a la asistencia legal gratuita?


Sí. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos cuenta con la Dirección General de
Defensa Pública y Acceso a la Justicia (DGDPAJ). La DGDPAJ brinda asistencia legal
gratuita a personas que no cuenten con recursos económicos, en materia penal, de familia,
civil y laboral, y defiende a personas que han sido víctimas de la vulneración de sus
derechos fundamentales. Los Centros de Asistencia Legal Gratuita – ALEGRA, se
encuentran en todos los distritos judiciales del país.

7.5. ¿Qué es la administración de justicia?


La administración de justicia, es la acción de un órgano judicial que resuelve alguna
controversia a través de un proceso establecido.

7.6. ¿Qué es el Poder Judicial?


El Poder Judicial, de acuerdo a la Constitución y las leyes, es la institución encargada de
administrar justicia a través de sus órganos jerárquicos que son la Corte Suprema de
Justicia, las Cortes Superiores, los Juzgados Especializados, los Juzgados de Paz Letrados y
los Juzgados de Paz.

7.7. ¿Cuál es la función el Tribunal Constitucional?


El Tribunal Constitucional es el supremo intérprete de la Constitución. Controla la
constitucionalidad de las leyes y es el encargado de proteger, en última instancia, los
derechos fundamentales. Es autónomo e independiente.

7.8. ¿Cuál es la función de la Defensoría del Pueblo?


La Defensoría del Pueblo atiende en todo el país quejas, consultas y pedidos de
ciudadanos que tienen como objetivo la defensa de sus derechos fundamentales. La
Defensoría del Pueblo elabora informes con recomendaciones o exhortaciones a las
autoridades, cuyo cumplimiento encuentra sustento en su poder de persuasión y en la
fortaleza de sus argumentos técnicos, éticos y jurídicos.

7.9. ¿Cuáles son las funciones del Ministerio Público?


El Ministerio Público es un organismo independiente y autónomo que tiene como
funciones principales la defensa de la legalidad, de los derechos ciudadanos y de los
intereses públicos.

Representa a la sociedad en juicio para los efectos de defender a la familia, a los menores e
incapaces y el interés social, así como para velar por la moral pública, la persecución del
delito y la reparación civil.
8. Los sistemas de protección de los Derechos Humanos
Un sistema de protección de derechos humanos es un mecanismo implementado en el
marco de una organización internacional, ya sea de carácter universal o regional, con la
finalidad de asegurar que los Estados que pertenezcan a su sistema, respeten y promuevan
los derechos humanos de las personas que están bajo su jurisdicción.

Es importante precisar que los sistemas internacionales de protección de derechos


humanos parten de la premisa de que los ordenamientos jurídicos estatales están
preparados para asegurar el cumplimiento efectivo de sus normas y pronunciamientos,
activándose el funcionamiento en la esfera internacional solo ante la imposibilidad o
inacción del sistema estatal. En la actualidad, existen diversos sistemas de protección y el
Perú pertenece a dos de ellos: los sistemas Universal e Interamericano de protección de
derechos humanos. En ese sentido, las personas que se encuentran bajo la jurisdicción del
Estado peruano pueden acceder a uno de estos dos sistemas en caso se hayan agotado
previamente los recursos internos.

8.1. ¿Cuántos sistemas de protección de los derechos humanos existen?


La protección de los derechos humanos se da tanto a nivel nacional como internacional.

A su vez, existen diversos sistemas de protección de derechos humanos: uno a nivel


universal y tres a nivel regional.

 Sistemas internacionales de protección de los derechos humanos


 Protección Internacional
 (A cargo de los organismos internacionales)
 Protección Nacional
 (A cargo de las instituciones del Estado)

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