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LOS DONES MINISTERIALES

     Para facilitar el estudio de los dones, hemos dividido este


tema en tres partes, Dones del Padre, Dones del Hijo y
Dones del Espíritu Santo. Respecto a los dones del Padre,
Vemos como cada persona desde el momento de su
nacimiento ha sido dotado con talentos, aptitudes innatas que
se manifiestan durante toda su vida y tienen un propósito;
servir al prójimo. Los dones del Espíritu Santo son dados al
creyente por el Espíritu  en el momento de su nacimiento
como hijo de Dios; entre tanto que los dones del Hijo, tema
que trataremos en esta ocasión son personas con
determinados dones dadas por Cristo a la iglesia para
cumplir un propósito; edificar al cuerpo de Cristo, el cual es
su iglesia. Recordemos que Jesucristo es la cabeza de la
iglesia y nosotros somos su cuerpo aquí en la tierra. Somos
los medios por los cuales Él manifiesta su gloria y poder a
las naciones. En este tratado tendremos como base la cita que
se encuentra en Efesios 4:10-16   
  "El que descendió, es el mismo que también subió por encima
de todos los cielos para llenarlo  todo. Y él mismo constituyó
a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos 
para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo
de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y
del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya
no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino
que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en
aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el
cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las
coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad
propia de cada miembro, recibe su    crecimiento para ir
edificándose en amor."                                                Efesios
4. 10-16

  Introducción 
    Nos llama la atención la importancia que Jesucristo da
a los dones del ministerio, personas que él mismo
escoge dentro del cuerpo para desarrollar el propósito
de edificar al mismo, hasta alcanzar la plenitud que Él
se ha propuesto.   Si Jesucristo le ha dado importancia
a este tema; porqué nosotros como iglesia no
habremos también de darle el lugar que le
corresponde? Cuando la palabra de Dios dice: “Él que
descendió es el mismo que también subió por encima
de todos los cielos para llenarlo todo.”  Está hablando
de la persona de JesucristoQuien fue el que descendió
y luego subió; esto nos ayuda a entender que Cristo
mismo está en el asunto.Luego continúa la escritura
mencionando  que fue  Él mismo, el que constituyó y
nombra la lista de a quienes constituyó y con qué fin
los constituyó. Estando claros de lo anterior,
podemos edificar y servir como lo hizo Cristo; sin
enseñorearnos de la iglesia.  Jesucristo es nuestra
medida, nuestro modelo a seguir. 
    “el cual, aunque existía en forma de Dios, no
consideró el ser igual a Dios como algo a qué
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando
forma de siervo, haciéndose semejante a los
hombres. Y hallándose en forma de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz.”  Filp. 2:7   
    Estos dones del Ministerio no son títulos como en
muchos casos la iglesia los ha entendido. Más bien
son un llamado a servirnos en amor los unos a los
otros y edificar en su nombre, teniendo el mismo
sentir que Él tiene.

Propósitos de los Dones Ministeriales

1.    Perfeccionar a los santos para la obra del ministerio.

 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del      


conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo, para que ya
no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de
todo viento de doctrina… sino que siguiendo la verdad en
amor,  crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto
es; Cristo" (Efesios 4:12,15)

A través de la predicación, de la enseñanza, y  del consejo,


cada creyente  va creciendo hasta alcanzar una madurez y
tomar una posición activa de compromiso dentro del
cuerpo de Cristo; de tal manera que su vida refleje ese
caminar en Él. Este mismo crecimiento lo llevará a tomar
parte activa como familia de Dios en la congregación
local, sirviendo conforme al don que de Dios ha recibido.

Claramente nos expresa el versículo anteriormente escrito,


que el deseo del Señor no es que nos quedemos como
niños y que seamos movidos para un lado o para otro sin
discernir las escrituras; sino que crezcamos hasta esa
plenitud que Él tiene preparada para nosotros.

Esta obra de perfeccionamiento es continua e involucra a


todos los creyentes desde aquel que recién nace
espiritualmente hasta el pastor o apóstol, todos
necesitamos ser perfeccionados continuamente, hasta que
lleguemos a la unidad de la fe que es en Jesucristo.

  2. Edificar el Cuerpo de Cristo


    

“de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido


por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al
funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el
crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.
Ef.4:16” 

Todo creyente desde su mismo nacimiento espiritual es


una piedra viva, que hace parte de un edificio vivo
funcional como es la iglesia de Jesucristo. Esta edificación
tiene como propósito que la iglesia crezca y madure
espiritualmente hasta llegar a la unidad de la fe  y tomar su
plaza visiblemente en medio de nuestra sociedad, siendo
luz del mundo, dando el amor que viene de Dios, trayendo
paz donde hay conflicto, sanando al herido, liberando al
cautivo espiritual, restaurando lo destruido por Satanás,
perdonando y enseñando a perdonar así como Cristo nos
perdonó. Nosotros todos somos apenas obreros, siervos
colaboradores del Señor, quien es el perito arquitecto y
jefe, Él es el edificador de su iglesia. Es un honor  ser
parte de su cuadrilla y de poderle servir con toda nuestra
vida y nuestras fuerzas.

Quien es él que llama y constituye?

El llamado a este servicio es exclusivo de Jesucristo, el


mismo lo hace al corazón de  aquellos que él ha escogido
con este propósito, este trabajo no se lo  delegó a nadie
sobre la tierra. El mismo es el que escoge, el que llama y
el que constituye. Esto quiere decir que ninguno de
nosotros podemos constituir o nombrar a ningún apóstol,
profeta,  pastor, evangelista o maestro ya que esto lo hace
solamente el Señor.
No encontramos enseñanza en los cuatro evangelios, ni en
el nuevo testamento, con instrucción del Señor para que
alguno de sus apóstoles en vida o  quienes posteriormente
continuaron con la edificación de la iglesia, constituyera
(nombrará o menos destituir) a ninguno de estos 5 dones
dentro de su iglesia. Lo que si encontramos es la
instrucción de nombrar o establecer ancianos en las
iglesias. Entendemos claramente que no es lo mismo
nombrar ancianos en medio de la iglesia que nombrar
pastores o cualquier otro don ministerial; lo primero
tenemos instrucción clara de hacerlo, más lo segundo es
solo Jesucristo es quien lo hace con llamado personal al
corazón, así mismo como Él llama, Él equipa y capacita.

Sin embargo lo que el apóstol o profeta realiza es una


confirmación a la persona del llamado que ya le ha sido
hecho por Jesucristo.
Veamos como en los Hechos 13:2 el Espíritu da orden de
apartar a Bernabé y a Saulo para obra que él les ha
llamado.  

“Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he


llamado”. He. 13:2

Quién apartó a Bernabé y a Saulo? Aquellos que fueron


indicados por el Espíritu para que lo hicieran. No que ellos
colocaran el llamado o el don pero sí que los apartaran y
confirmaran en ese llamado.

Ninguno de nosotros como creyentes podemos escoger


que queremos ser o hacer;  es Cristo mismo quien escoge
como lo hemos escrito anteriormente.

Es honroso el poder servir al Señor en este servicio, así


que una vez tengamos claro a que nos ha llamado Dios
entonces debemos hacerlo con humildad, con entrega, con
amor y ante todo con mucha misericordia, ya que al ser
constituidos siervos de Jesucristo, lo estamos
representando en todos los aspectos de nuestra vida y en
cualquier lugar donde nos encontremos,  Cristo y los
primeros apóstoles nos dejaron mucho ejemplo en el
comienzo de la iglesia

Los 5 Ministerios en la iglesia


Apóstoles Los que son enviados por Luc. 11:49; 1 Co
Dios a plantar y cubrir. 12:28;  Ef. 2:20
Profetas Los que traen un mensaje Hechos. 11:28;
oportuno procedente del 13:1; 21:10-11
corazón y mente de Dios.
Evangelistas Los que traen buenas Hechos 8:5-40;
noticias y con entusiasmo 21:8.
comparten el mensaje de
salvación de Jesucristo
Pastores Los que apacientan Juan 10:11; 1ra
(alimentar, guiar, cuidar) las Pedro 5:1-4
ovejas del Señor.
Maestros Los que enseñan con Juan 13:15;
sabiduría de Dios la verdad Romanos 12:3-8
de su palabra.

Características de cada Ministerio

Apóstoles:
Quién es un apóstol?: 
Este vocabulario está compuesto del griego “αποστολος”
(apóstolos) compuesto del prefijo”απο” (apo) lejos y
“στελλω” (stellō) que quiere decir enviar, del latín
“apostōlus”.
En otras palabras es uno que ha sido enviado con un
propósito; dar a conocer a Jesucristo. 
Existe un desacuerdo en cuanto a la existencia de este don
en la iglesia de hoy. Algunos son del sentir que los
apóstoles ya no existen en la iglesia hoy día. Esto se basa
en la suposición de que el fundamento ya ha sido
establecido (Efesios 2:20), ya no se necesita más
construcción, también afirman que los únicos apóstoles
son los que fueron testigos presenciales de la resurrección
de Cristo.(Hechos 1:15-22).

El otro ángulo es que hay algunos que sin esfuerzo alguno


adhieren el título de apóstol o profeta a sus nombres sin
demostrar las características del ministerio. Ellos están
fomentando nombres y buscando títulos. El mal uso de la
función ministerial abunda. La respuesta apropiada para el
mal uso no es la eliminación sino el uso propio y la
educación suficiente.

Nosotros somos del creer de la verdad a la luz de su


palabra: Que Cristo estableció, a quienes estableció, para
que los estableció y hasta cuando los estableció.

La enseñanza en el pasaje de Efesios 4 es claro y


contundente: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles;…
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo;..."
Posibles lugares de trabajo:

El apóstol funciona dentro de la iglesia local como parte


de los ancianos y por esto cumple una función de
liderazgo claro y definido en la iglesia. 

Administrar, Apacentar y alimentar al rebaño que el Señor


les ha dado como grupo de ancianos.  

Fuera de la iglesia podemos ver que este apóstol establece


iglesias, las guía, cubre y alimenta para que crezcan sanas.

Veamos: 

1. Participan del gobierno de la iglesia

2. Son pioneros con visión de Dios.

3. Progresan y avanzan hacia territorio nuevo.

4. Disfrutan estableciendo nuevas Iglesias mediante la


predicación de las buenas nuevas.
5. Con valentía avanzan hacia zonas que no han sido
alcanzadas y establecen iglesias.

6. Abren puertas de oportunidades para difundir el


Evangelio.

7. Para ejercer en su llamado poseen los otros dones


espirituales

8. Asientan el fundamento, juntamente con los profetas


(Efesios 2:20).

9. Enviados por Dios con este propósito

10. Con humildad de siervos y mediante los dones


espirituales recibidos, predican la palabra de Dios y
ministran a las almas llevándolas a los pies de Cristo
plantando iglesias donde no las hay.

Ellos no se detienen allí sino que continúan pendientes de


estas nuevas iglesias, consolidándolas tanto en la palabra
como en su forma de funcionar bíblico. Siempre están
pendientes y tendrán el sentir de verdaderos padres para
con aquellos, al establecer ancianos en cada iglesia,
mantienen una relación continua con ellos, dándoles el
consejo sabio de la palabra para que ellos puedan ejercer y
crecer en el llamado que Jesucristo les dio. De esta forma
las nuevas iglesias son consolidas y edificadas para la
gloria de Dios.

Posibles peligros del llamado apostólico: 


1. Aquellos que han sido llamados como apóstoles deben
   

tener el cuidado de no tomar la gloria para si mismos; pues


si tiene el llamado, éste es por causa de Cristo y para
servirle a Él.
2. Otro cuidado  es en la manera como ejerce autoridad sobre
   

la iglesia, ya que la palabra exhorta a no enseñorearse de


la grey del Señor. 
3. Este es un don que ha sido mal usado por personas con
   

intereses personales, que buscan su propio provecho. Es


por esto que en muchas ocasiones el llamado apostólico no
es aceptado. Sin embargo la Palabra lo enseña y establece. 

Diferimos y estamos en gran desacuerdo con aquellos que


han tomado el nombre de apóstol como un título con el
cual señorean y lo usan para su propio bien y provecho sin
tener en cuenta el llamado de ser siervos como lo fue
Cristo. En este tiempo somos testigos de cómo hay
muchos que penetran en algunas ciudades y
supuestamente levantan una obra pero lo hacen
influenciando ovejas de otros rediles, ejerciendo autoridad
férrea y señorío sobre ellos, esto no es apostolado.

Los creyentes que han recibido este don, no necesitan


autonombrarse; Ellos como los otros dones ministeriales,
son llamados y constituidos por Jesucristo mismo.
Con humildad de siervos y mediante los dones espirituales
recibidos, predican la palabra de Dios y ministran a las
almas llevándolos a los pies de Cristo plantando iglesias
donde no las hay. Ellos no se detienen allí sino que
continúan pendientes de estas nuevas iglesias,
consolidándolas tanto en la palabra como en su forma de
funcionar bíblico. Siempre están pendientes y tendrán el
sentir de verdaderos padres para con aquellos, al
establecer ancianos en cada iglesia, mantienen una
relación continua con ellos, dándoles el consejo sabio de la
palabra para que ellos puedan ejercer y crecer en el
llamado que Jesucristo les dio. De esta forma las nuevas
iglesias son consolidas y edificadas para la gloria de Dios.

Los verdaderos apóstoles nunca ejercerán señorío y


dominio sobre ninguna iglesia, sino que están claros como
Jesucristo lo hizo. El mandamiento es servir con humildad
y entrega.

Como crecer en este llamado:


Si el Señor le está haciendo este llamando no se aferre a
un solo don,  deje que el Espíritu le dirija conforme a su
propósito.

- Recuerde que es El quien llama y escoge. Reconozca ese


llamado.
- Recuerde que el trabajo en el Señor no es envano. 
- Crezca en la palabra constantemente y afirmese en la
voluntad de Dios.
- Pida consejo y no se apoye en su propio entendimiento. 

Profetas
Quién es un profeta?
Es  una persona que sirve como intermediario  entre la
humanidad, entre la iglesia y  Dios. Estrictamente
hablando, un profeta es alguien que sostiene haber tenido
una experiencia personal con Dios, recibiendo de él la
misión de comunicar sus revelaciones y, como
consecuencia de ello, habla en su nombre a los seres
humanos. El profeta posee cualidades de intercesor por el
pueblo ante Dios y a su vez es mensajero de su palabra. 

Los profetas hablan de parte de Dios al creyente,


comunicando el sentir/pensamiento de Dios para el
presente. Frecuentemente el profeta usará el pasado para
tratar con el presente.
Los profetas en su mensaje traen  una operación del
Espíritu en la iglesia para que esta sea ejercitada dentro de
líneas y directrices divinas. 

No hay un solo versículo en la Escritura que diga que el


ministerio de los profetas “no es para hoy” como algunos
afirman al igual que con el don apostólico. Los profetas
junto con los apóstoles, evangelistas, pastores y maestros
son constituidos, dadosa la iglesia por
Jesucristo, hasta que el cuerpo de Cristo llegue a la unidad
de la fe y a un hombre maduro a la estatura de Cristo.
Si escudriñamos la palabra de Dios, en ella encontramos
que en la iglesia primitiva hubo profetas reconocidos.
Judas y Silas eran profetas (Hechos 15:32)
Había profetas en Jerusalén (Hechos 11:27)
Había profetas y maestros en Antioquia (Hechos 13:1-4)
Había también profetas en Tiro (Hechos 21:3-4)
Agabo era un profeta probado (Hechos 11:28; 21:10-11)
La iglesia en Corinto tenía profetas (1º Corintios 14:27;
128-29)
Los profetas están incluidos en la lista de dones que
Jesucristo constituyo. (Efe.4:9-11)
Hay mucha diferencia entre tener el don de profecía y el
tener el don profético. La profecía es una manifestación
del Espíritu Santo en cualquier creyente, según el mismo
Espíritu Santo desee usarlo en un momento determinado
para provecho de la iglesia o de un creyente en particular.
En cambio el don profético es dado y constituido por
Jesucristo, no es un don esporádico sino  un oficio
permanente de una persona llamada por Dios para ejercer
una misión determina en la edificación y
perfeccionamiento de su iglesia.

Posibles lugares de trabajo: 

El profeta es una anciano en medio de la iglesia local y por


tanto desempeña las funciones de un anciano
administrando, apacentando y guiando la iglesia. 

Veamos:  
1. Participan del gobierno de la iglesia.

2. Tienen el don espiritual para mirar en voluntad de Dios


para el futuro.

3. Poseen una capacidad para ver lo lo que está pasando en


un momento determinado.

4. Tienen un entendimiento de los tiempos.

5. Proclaman e interpretan la revelación divina dada a


ellos.

6. Revelan lo que está escondido.

7. Interpretan lo que se le está revelando a ellos.

8. Hablan por  el mensaje de Dios.

9. Emiten proclamaciones de acuerdo a la Palabra escrita.


10. Alertan a la iglesia de engaños y falsas profecías.

11. Son directivos o correctivos en su enfoque.

12. Exhortan, edifican, y consuelan mediante la profecía


(1 Corintios 14:3).

Posibles peligros del llamado profético:


·   En momentos de flaqueza espiritual dar un mensaje como
si fuera de Dios, debido a la presión que sobre este profeta
se ejerce para entregar. 

·   Peligro en no reconocer los dones que tienen que lo


ayudan como profeta. Sabiduría, don de ciencia y
discernimiento de espíritus. 

·   Peligro en pensar que al dar una profecía significa que


eres profeta
·   
    Peligro al descuidarse en su relación con Dios. 
·         
·  Encontrar su lugar en el ministerio y recibir confirmación
de los anciano.

·  No dejar fluir al Espíritu Santo y  mostrar falta de


profesionalismo y de orden.
·  Peligro en no enseñarle a la iglesia sobre este don.

·  Ser visto el primero y no Dios. No aceptar la crítica,


considerándose único y que no falla. 

Como Crecer en el llamado: 

El profeta es un ministro de oración y palabra, por tanto


esta debe ser su prioridad. 

Comparta con otros profetas y aprenda a usar los dones


que de Dios le han sido entregados. 

    Evangelistas
    Quién es un evangelista:?

"anunciador de buenas noticias" (Hch. 21:8; Ef. 4:11; 2 Ti.


4:5). El don de la evangelización fue uno de los varios
dones que Cristo dio a diversos miembros de su iglesia
después de su ascensión (Ef. 4:8,11). Este don, junto con
los otros, fue concedido para que la iglesia pudiera
cumplir cada fase de su tarea y ser perfeccionada en Cristo
(vs 11-16). Felipe, el diácono, fue llamado evangelista
(Hch. 21:8; cf 6:5). Pablo animó al joven Timoteo a hacer
la obra de un evangelista (2 Ti. 4:5).

Los primeros apóstoles tambíen fueron los primeros


evangelistas.

Aunque toda la Iglesia esta llamada en la Gran Comisión a


predicar el evangelio a toda criatura, quien ha sido
llamado y constituido para este ministerio, lo hará con
mayor pasión y eficacia y sus frutos de conversiones serán
más visibles. Todos estamos llamados a hablar de Cristo,
pero no todos por esta razón somos evangelistas
constituidos por Jesucristo

Quienes tienen el don de evangelista sufren cuando no está


predicando el mensaje de Dios; sienten en su interior así
como Pablo: “¡Ay de mi si no anunciare el evangelio!” (1
Corintios 9:16).

Quienes tienen el don, hablan la palabra de Dios con


pación y autoridad espiritual y fluyen con sabiduría de
Dios para hablar con sencillez el mensaje de salvación; en
algún momento se tendrá que dar una explicación de cómo
puede un pecador llegar a tener buenas relaciones con
Dios. El anuncio de las buenas nuevas de Cristo, su muerte
redentora y su resurrección, tendrá que hacerse
verbalmente. El evangelismo es uno de los dones que se
ejercita hablando. La palabra Evangelio viene de dos
palabras griegas que significan Buen Anuncio o Buenas
Nuevas.
Este don le da al evangelio una gracia especial, tanto que
la gente acepte la gracia de la salvación, da a la
proclamación de las buenas nuevas un sabor de vida para
vida o de muerte para muerte (2 Corintios 2:15-16). 

Posibles lugares de trabajo en la iglesia: 

1. Participan del gobierno de la iglesia.

2. Anuncian las buenas nuevas.

3. Hacen recordar a los demás cristianos que es necesario


alcanzar a los perdidos.

4. Alcanzan a la gente con el mensaje de salvación

5. Saben cómo hacer la Palabra de Dios relevante a los que


no son cristianos.

6. Atraen a otros a una discusión sobre Jesús por doquiera


que van.
7. Tienen pasión para compartir el Evangelio.

8. Tienen valentía al compartir su fe.

9. Relatan los hechos de la redención.

10. Predican a Jesucristo y su obra salvífica.

11. Reconcilian a la gente con Dios.

12. Declaran las promesas de Dios.

13. Heraldos de salvación.

14. Saben que el evangelio es poder de Dios para


salvación.

15. Ungidos para atraer a la gente.

16. Emplean la sabiduría para ganar a los perdidos.

17. Viajan de lugar en lugar.


18. Son la punta de lanza en la obra de la iglesia.

Posibles peligros en el llamado evangelístico:  

Uno de los peligros más usuales es que se ve a la persona


o el don antes que a Dios y la persona puede llegar a
permitir que se le de gloria por lo que Dios hace en la vida
de aquellos que escuchan el mensaje o que reciben
sanidad. 

La persona que funciona como evangelista se llega a


considerar infalible es decir que no cae, lo cual
entendemos y sabemos que es incorrecto. 

Peligro en pensar que por causa del evangelista es que una


persona se salva o no. Cuando realmente el único que
puede salvar es Cristo. 

Otro peligro es que el amor a la palabra y al evangelio


olvidan el amor por la persona y la necesidad que tiene. 

Si bien el evangelista es la punta de lanza, quien va


delante, él debe entender que es parte de un equipo
establecido por Dios. La tendencia del evangelista es a
funcionar de manera independiente y sola; sin estar
cubierto. Esto es peligroso e iría contrario a la palabra. 

Cómo puede un evangelista crecer?

·   Junto con el evangelista vienen dones dados por el


Espíritu Santo, aprende a conocerlos y saber como Dios te
quiere utilizar. Comparte con otros evangelistas las
experiencias. 
    Prepárate en la Palabra y pídele a Dios dirección de a
donde El quiere llevarte y el mensaje que habrá de ser
entregado. 
    Esfuérzate en la gracia que te ha sido dada.     

   Pastores

Quién es un pastor?:

Los pastores son los hombres capacitados por la gracia de


Divina, que tienen el encargo de Dios de velar por la
iglesia, ir en busca de la oveja perdida, proteger al rebaño
contra los lobos, guían, protegen con amor y dedicación la
"Iglesia del Señor" (1Pe.5:1-4; Hch.20:17,28; Jn.21:15-16)

Los pastores están constituidos por Cristo mismo, para que


en su lugar apacienten su amado rebaño, es decir les den el
mejor alimento, aquel alimento que les conviene y que las
mantiene fuertes y sanas. También los pastores cuidan el
rebaño así como Cristo, velando sobre ellos de día y de
noche, en buenos tiempos y en malos tiempos. Ellos
también guían al rebaño del Señor en medio de este
mundo y mediante su consejo sabio les ayudan a tomar las
decisiones correctas para que ellos vivan vidas agradables
a Dios y victoriosas.

Los verdaderos pastores nunca se señorearan de una oveja,


ni ejercerán dominio sobre ellas, ni las amenazaran, ya que
saben que ellos también son ovejas y tienen un Pastor que
es Cristo.

Los pastores bíblicamente están bajo la autoridad del


cuerpo de ancianos, del cual son parte como los demás con
dones ministeriales. De este cuepo de ancianos, ellos
reciben la autoridad suficiente para poder liderar la iglesia
de acuerdo a la visión recibida. 

Posibles lugares de trabajo: 

1. Participan del gobierno de la iglesia, presidiendo a los


demás ancianos en la iglesia local.

2. Cuidan, protegen, alimentan el rebaño del Señor.


3. Pasan la mayoría de su tiempo con otros cristianos.

4. Con humildad sirven como supervisores espirituales.

5. Demuestran gran paciencia al tratar con problemas de


otros, aconsejan bíblicamente.

6. Poseen la habilidad de hablar la verdad con amor.

7. Escuchan y hacen fácil que los demás compartan sus


sentimientos.

8. Capaces de invertir a largo plazo en el bienestar


espiritual de los creyentes.

9. Hacen lo que sea necesario para ver a la gente crecer en


la fe y en sus vidas espirituales.

10. Conducen a las ovejas haciendo que estas se sientan


seguras.

11. Se sacrifican por las ovejas, (Juan 10:11).


12. Nunca desechan a una oveja por difícil que esta sea.

13. Especialistas en sanidad interior

14. Están pendientes de cada creyente por pequeño e


insignificante que este sea.

15. Capacitados por Dios para organizar la iglesia local de


acuerdo a la visión que Dios da.

16. Ejercen su liderazgo como Cristo mismo lo hizo, como


un servicio en amor alos demás, sabiendo claramente que
ellos son tabién ovejas falibles

Entre las tareas primordiales de los pastores se


destacan:

Alimentar al rebaño mediante la enseñanza de la Palabra


de Dios.

En el gobierno de la iglesia, ejercen la autoridad delegada


del cuerpo de ancianos, presidiendo a a este cuerpo y la
iglesia en general, sin ejercer señorío, sino haciéndolo con
entrega y amor.

Así como Jesucristo lo fue, ser ejemplo, que su vida sea el


reflejo de su prédica.

Velar que todos los creyentes permanezcan en la gracia


divina
Cuidar del rebaño, amándolo como Cristo mismo lo ama.

Posibles peligros que pueden presentarse en un


llamado pastoral:

El peligro de no  contar con los demás miembros del


cuerpo de ancianos y tomar control autoritario
unilateralmente. Que el el pastor sea la única autoridad en
la iglesia. 

El peligro de tomar demasiado trabajo y no saber delegar a


los otros ancianos, diáconos e iglesia. 

El enfocar todo su tiempo en el ministerio y olvidar  su


hogar. 

Uno de los riesgos del pastor es que se pueda quemar. 


Está tan ocupado en su trabajo que no prioriza el contacto
con otras personas, perdiendo así la oportunidad de dar a
conocer el nombre de Cristo. 

La falta de comunicación con los demas ancianos de la


iglesia. El pastor es quien muestra el camino a las ovejas y
las mantiene unidas; al faltar canales de comunicación, él
permanecerá solo y   tratará de llevar la carga solo. 

Cómo crecer en el don pastoral?

Priorizar a Dios y su relación personal antes que el mismo


ministerio.

Ocupar tiempo en el crecimiento de la palabra y la


doctrina.

Crecer en la manera de ministrar la palabra y la forma de


entregar el mensaje.

Tener contacto y compartir experiencias con otros


pastores.

Permitir que el cuerpo de Ancianos le cubran y apoyen.


Maestros
Quién es un maestro?:

Los maestros son creyentes escogidos y constituidos por


Jesucristo para enseñar e instruir a la iglesia de la sana
doctrina. Su instrucción implica la exposición y
explicación de la palabra de Dios.

El propósito de la enseñanza de los maestros, es llevar a la


iglesia a la unidad, el crecimiento espiritual, y para que
mediante la enseñanza de la sana doctrina, maduremos
continuamente para tomar el lugar que nos corresponde y
participar activamente como partes del mismo cuerpo.

Mediante la unción recibida del Espíritu Santo, los


creyentes que tiene este don, tienen la habilidad y
capacidad de espiritual para que por el poder de la palabra
enseñada por ellos nuestras vidas sean cambiadas y que
cada día seamos más como Cristo.

Posibles lugares de trabajo: 

Al igual que los otros dones, el de maestro también es uno


de los dones que está capacitado para estar en el liderazgo
de la iglesia y funcionar como anciano en medio de la
grey. 
Veamos otros aspectos: 

1. Fundamentan a los creyentes en la doctrina apostólica.

2. Disfrutan leer y estudiar la Palabra de Dios.

3. Exponen la verdad de manera simple.

4. Se entusiasman al enseñar la Biblia a otros.

5. Poseen la habilidad de hacer clara o simple la Palabra


de Dios a la gente en cualquier nivel de madurez o
educación que se encuentren.

6. Explican las Escrituras de una manera fácil de entender


para los oyentes.

7. Tienen la habilidad espiritual. Una persona tal vez tenga


la habilidad natural, inclinación o entrenamiento para
enseñar. Sin embargo, esto no significa necesariamente
que él sea llamado al oficio o cargo espiritual de maestro.
8. Imparten la verdad usando ejemplos o cosas ordinarias
y sencillas.

9. Instruyen a la gente en tener una relación con Dios en


vez de solamente conocer a Dios.

10. Se reproducen en las vidas de otros (Lucas 6:40).

11. Entrenan y encargan la verdad a aquellos que serán


capaces de enseñar a otros (2 Timoteo 2:2).

12. Encuentran un balance entre lo teórico y lo práctico.

Los maestros en la iglesia son de gran importancia ya que


la palabra doctrinal es enseñada a toda la iglesia desde la
escuela dominical hasta los mismos ancianos incluyendo
dentro de ellos a los pastores para que todos crezcamos en
unidad con conocimiento de Jesucristo. Mediante su
instrucción puede llegar fácilmente para que todos desde
los mismos niños hasta el más instruido podamos entender
las verdades escritas en la santa palabra.

Posibles peligros que el maestro puede tener: 

Predicar sin vivir la palabra.


Mostrarse a si mismo antes que a Dios y su palabra. 
El pensar que todo lo sabe y que ya no necesita crecer
más. 
Manipular la palabra a su favor para conseguir un
objetivo, especialmente en momentos de debilidad. 
Todo está en la palabra, pero no se deja fluir al Espíritu
Santo. 
Enseñar una doctrina mezclada, debido a que no dedica
tiempo al estudio de la doctrina.

Como crecer en el don de maestro?:

El maestro debe estudiar la palabra continuamente. 


Debe aprender técnicas de pedagogía para enseñar la
palabra.
Crecer en recibir confirmación de otros. 
Buscar oportunidades para enseñar la palabra.

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