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Persona

ISSN: 1560-6139
dalvarez@correo.ulima.edu.pe
Universidad de Lima
Perú

Gil Lacruz, Marta; Gil Lacru, Ana Isabel


Consumo de drogas de diseño entre los adolescentes españoles: Determinantes demográficos y
psicosociales
Persona, núm. 12, enero-diciembre, 2009, pp. 137-152
Universidad de Lima
Lima, Perú

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=147117618008

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Consumo de drogas de diseño entre los
adolescentes españoles: Determinantes
demográficos y psicosociales
Marta Gil Lacruz, Universidad de Zaragoza (España);
Ana Isabel Gil Lacruz, Universidad Autónoma de Madrid (España)

Recibido: 6 de mayo del 2009 / Aprobado: 4 de julio del 2009

En este artículo analizamos los determinantes del consumo de drogas de diseño


entre estudiantes de 14 a 18 años. El trabajo lo concretamos en la sociedad
española con la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar (1994-2006).
Nuestros resultados evidencian que el consumo de estas sustancias no se reduce.
Los jóvenes demandan las sustancias sintéticas como una alternativa de ocio,
aunque son conscientes de que su consumo conlleva problemas de salud y
sociales. Las diferencias de género revelan que los varones son más propensos a
consumir drogas de diseño, y según las variables económicas la capacidad
adquisitiva está positivamente correlacionada con la demanda.
drogas de diseño / escolares / entorno social

Club drug consumption among Spanish adolescents: sociodemographic


and psychosocial determinants
The main goal of this article is to analyze the determinants of club drugs among
Spanish high-school students from 14 to 18 years old. We have drawn data from
the Spanish National School Population Survey on Drug Use (1994-2006). There
is empirical evidence that club drug consumption among school students remains
stable and that students consume them to have fun although they know they cause
health and social problems. Gender differences reveal that male students are more
likely to consume club drugs than their female counterparts and economic
variables reveal that the student’s acquisition power is positively correlated with
the club drugs’ demand.
club drugs / school students / social environment

Correos electrónicos: mglacruz@unizar.es; ana.gil@uam.es

Persona 12, enero-diciembre del 2009, ISSN 1560-6139, pp. 137-152


Marta Gil Lacruz & Ana Isabel Gil Lacruz

INTRODUCCIÓN ción de la mandíbula, temblores, deshi-


dratación, aumento de la temperatura
Las drogas de diseño son sustancias
corporal). Pero también conllevan se-
producidas por síntesis química en la-
rios riesgos de trastornos psicológicos
boratorios clandestinos. Generalmente,
(crisis de ansiedad, trastornos depresi-
se trata de compuestos de anfetaminas
vos, alteraciones psicóticas) y fisiológi-
a los que se añade algún componente
cos (aumento severo de la temperatura
de efecto más o menos alucinógeno. Se
corporal, arritmia, convulsiones, insufi-
comercializan en forma de pastillas o
ciencia renal, coagulopatía, hemorra-
comprimidos, y sobre su superficie se gias, trombosis, infartos cerebrales, in-
graban diversos dibujos que sirven pa- suficiencia hepática) (Hussey & Singer,
ra su identificación. La más conocida 1997; National Institute on Drug Abuse,
es el éxtasis (Plan Nacional sobre Dro- 2001; Pruitt, 1999; U.S Department of
gas, 2001). Health and Human Services, 2003).
Al principio se consideraban sustan- En este artículo nos centramos en el
cias inocuas, y no se les dedicó la sufi- consumo de drogas sintéticas por parte
ciente atención en comparación con la de los jóvenes por tres motivos princi-
investigación global en drogodependen- pales. En primer lugar, los patrones de
cias, y menos aún estudios experimenta- consumo de psicoactivos se consolidan
les y epidemiológicos (Aleixandre, Val- por lo general en la adolescencia. En
derrama & Cervera, 2000). Desde los segundo lugar, la adolescencia represen-
años noventa, el estudio de estos temas ta uno de los grupos poblacionales más
en España ha aumentado considerable- vulnerables, al tener un menor grado de
mente, permitiendo la detección de tolerancia a los efectos de las drogas. En
cambios en las formas y niveles de con- tercer lugar, los jóvenes disponen por lo
sumo (Buela-Casal & Sierra, 2001; general de presupuestos limitados que
Pérez et al., 2007). pueden conducir a demandar sustancias
Actualmente, los resultados de estas de peor calidad o más perniciosas.
investigaciones alertan seriamente so- En el consumo y abuso de estas sus-
bre los efectos de la adicción a drogas tancias se percibe la importancia que el
de diseño. De su consumo se derivan entorno psico-socioeconómico juega
efectos psicológicos (sociabilidad, em- en los determinantes de la demanda de
patía, euforia, sensación de autoestima las drogas sintéticas en la adolescencia.
aumentada, desinhibición, deseo sexual La lectura multidisciplinar resulta obli-
aumentado, locuacidad, inquietud, con- gada y exige tener en cuenta la subjeti-
fusión, agobio) y efectos fisiológicos vidad y la percepción del propio ado-
(taquicardia, arritmia, hipertensión, se- lescente. Como plantean Fernández et
quedad de la boca, sudoración, contrac- al. (2003), es de gran interés analizar

138
Consumo de drogas de diseño entre los adolescentes españoles

los aspectos relacionados con el uso de aproximadamente un quinto del total


las drogas desde la perspectiva de los del consumo adictivo (Informe Mun-
patrones de consumo de estas sustan- dial de Drogas de la Oficina contra la
cias, y también las motivaciones para Droga y el Crimen de la Organización
su uso, los efectos que buscan los jóve- de las Naciones Unidas (UNODC,
nes, la percepción de los riesgos y da- 2004-2005).
ños que puede causar dicho consumo, En un primer intento de medición
así como la actitud hacia estas y su uso. de las consecuencias de este consumo,
Con este conocimiento estaríamos en y de acuerdo con Cáceres et al. (2006:
condiciones de planificar e implemen- 522) se pueden identificar tres grandes
tar pautas ajustadas de prevención y categorías: “1) los efectos crónicos so-
reducción de riesgos. bre la salud como el daño a ciertos ór-
El resto del artículo se estructura de ganos o la aparición de enfermedades,
la siguiente manera. En la segunda sec- 2) los efectos físicos que ocasiona di-
ción se revisa la literatura científica rectamente la sustancia en un periodo
sobre el tema, y en la tercera se descri- corto de tiempo, 3) los efectos sociales
be la base de datos y unos primeros es- derivados del consumo, como el daño
tadísticos descriptivos. La cuarta sec- de las relaciones interpersonales, la
pérdida del trabajo, la desintegración
ción aborda los determinantes psico-
familiar entre otros”. Sin lugar a dudas,
sociodemográficos y la quinta incluye
las pérdidas y consecuencias de este
el análisis de resultados y las conclu-
comportamiento se reflejan en tremen-
siones, así como algunas recomenda-
dos costes económicos, sanitarios, so-
ciones al respecto.
ciales y personales.
La Economía de la Salud ha tomado
REVISIÓN DE LA LITERATURA CIENTÍFICA
buena cuenta de estas cifras devastado-
El número de consumidores de drogas ras. Desde el texto antecedente de Mar-
ilegales en el mundo era superior a 185 shall (1920) en Principles of Economics
millones de personas en el 2004. Solo sobre los efectos de adicción en la de-
un año más tarde, la cifra había ascen- manda, y el artículo de Becker y Mur-
dido a 200 millones de personas, es phy (1988), han surgido numerosas
decir un 5% de la población mundial aportaciones científicas cuyo rasgo prin-
entre 15 y 64 años. Este 5% poblacio- cipal es la consideración de aspectos ya
nal se distribuía el consumo de la si- no estrictamente económicos, sino más
guiente manera: marihuana (4%), anfe- propios de disciplinas como la Sociolo-
taminas (0,6%), opiáceos (0,4%), co- gía o la Psicología.
caína (0,3%) y éxtasis (0,2%). En estas De este modo, se ha podido consta-
cifras, las drogas de diseño suponen tar cómo determinados factores psico-

139
Marta Gil Lacruz & Ana Isabel Gil Lacruz

sociales aumentan o disminuyen la amplio de comportamientos de afronta-


probabilidad de consumo de drogas y miento de situaciones potencialmente
sus consecuencias adversas. En este estresantes, en comparación con los
sentido, Cáceres et al. (2006) priorizan consumidores (González, 1992).
las siguientes variables de las que se No obstante, el consumo de drogas
dispone de evidencia empírica psicoso- mediatizado por estos factores puede
cial: autoestima, alteraciones psicoló- adoptar diferentes parámetros, presen-
gicas, comportamientos perturbadores, tándose de modo experimental, social,
bajo autocontrol, déficit de habilidades regular, intenso o compulsivo (World
sociales, habilidades emocionales, ha- Health Organization, 2004). En los jó-
bilidades de afrontamiento, preconcep- venes, la secuencia de dependencia
tos y valoración de las drogas, espiri- obedecerá a las características del con-
tualidad, maltrato, disfunción familiar, sumo de la droga (tipo, cantidad y fre-
relaciones con personas consumidoras, cuencia), así como a las expectativas y
insatisfacción con las relaciones inter- los factores de vulnerabilidad personal,
personales. y las condiciones familiares y sociales
Arellánez-Hernández, Díaz-Negre- en que se realiza el consumo (Cáceres
te, Wagner-Echeagaray y Pérez-Islas et al., 2006).
(2004) cargan las tintas en la “factura La experimentación, consumo abu-
mental” que predice y ocasiona este sivo y abuso constituyen las principa-
consumo, proponiendo por ejemplo có- les etapas del consumo de drogas en la
mo la depresión aparece como factor adolescencia (Graña, Muñoz & Del-
antecedente, trastorno concurrente o gado, 2000). Cuanto más temprano se
efecto derivado del propio uso de estas empiece a consumir las distintas sus-
sustancias. A las mismas conclusiones tancias adictivas es más probable que
se ha llegado con la asociación entre se sigan consumiendo de adultos y que
consumo indebido, estrés y tensión psi- se prueben incluso otras drogas más
cosocial (Unger et al., 1998). duras (Swadi, 1988).
En cierto sentido, el consumo de Se dispone de suficiente evidencia
drogas representa una forma inadapta- empírica para el caso de los adolescen-
tiva de afrontamiento, y en particular tes norteamericanos que refleja un pro-
un medio para aliviar la ansiedad y la gresivo deterioro del estado de su salud
depresión, síntomas inequívocos de su- desde principios de la década de 1980.
frimiento psicológico (Muesser, Drake Teniendo en cuenta que el estado de
& Wallach, 1998). En el estudio con salud es un proceso acumulativo, los
muestras de adolescentes se ha encon- problemas de salud en la juventud re-
trado que aquellos que no consumen percutirán negativamente en su estado
drogas disponen de un repertorio más de salud cuando sean adultos (Lakda-

140
Consumo de drogas de diseño entre los adolescentes españoles

walla, Goldman & Bhattacharya, siga percibiendo como una actividad


2001). Posponer la edad en la que, por “desviada” por la sociedad, es que mu-
ejemplo, los jóvenes comienzan a fu- chos padres consideran que sus hijos no
mar mejorará significativamente la sa- caerán en la tentación de probar drogas
lud de los adultos a largo plazo (Glied, ilegales como las drogas recreativas.
2002). De hecho, muchas investigaciones
Por ello, recientemente asistimos a denuncian que la influencia de los pa-
una creciente preocupación en la iden- dres es la herramienta más infrautiliza-
tificación de aquellos factores que de- da en la prevención de la drogadicción
terminan la experimentación de las en la adolescencia (Califano, 2000;
drogas en la adolescencia. Estos facto- Jenkins & Zunguze, 1998; Office of
res de riesgo por lo general se agregan National Drug Control Policy, 1997;
en tres grupos: predisposición perso- Resnick et al., 1997). Esta influencia se
nal, factores ambientales (familia y puede ejercer de diversas maneras, co-
amigos) y sucesos (Swadi, 1999). mo la transmisión de valores sobre las
Las personas de nuestros círculos drogas, la comunicación de estos valo-
sociales influyen de manera considera- res o el control sobre cómo los jóvenes
ble en las etapas iniciales de experi- pasan su tiempo libre, entre otras
mentación y consumo abusivo de dro- acciones.
gas. No solo determinadas conductas
deben ser definidas como perniciosas, BASE DE DATOS Y PRIMEROS
a menudo, los entornos familiares y ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS
comunitarios pueden ser también con-
siderados de alto riesgo (González, De la Encuesta Sobre Drogas a la Po-
Valdez, Domínguez, Palomar & Gon- blación Escolar (2006) hemos extraído
zález, 2008). Los jóvenes españoles un total de 26.446 observaciones, las
consideran las drogas como algo cerca- cuales corresponden a estudiantes con
no, y lo que es peor, como algo que edades comprendidas entre los 14 y 18
pueden controlar, lo que les conduce a años. Dicha encuesta es realizada por
no sentirse tan vulnerables a sus efec- el Ministerio Español de Sanidad y
tos como generaciones anteriores. Los Consumo desde 1994 y es representati-
consumidores de drogas ya no son con- va de los escolares españoles (MSC,
siderados delincuentes, sino personas 2006).
normales y cercanas (Rodríguez San La evolución temporal de las drogas
Julián et al., 2005; Shiner & Newburn, de diseño se manifiesta estable con un
1997). ligero repunte positivo en el 2000, el
Sin embargo, todavía hoy la conse- cual fue amortiguándose en años poste-
cuencia de que el consumo de drogas se riores. Entre los estudiantes que han

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Marta Gil Lacruz & Ana Isabel Gil Lacruz

consumido drogas de diseño, la mayo- preciar el hecho de que la mitad de los


ría las prueban por primera vez a partir estudiantes que han probado drogas de
de los 16 años. La evolución de la edad diseño alguna vez las han consumido en
de inicio tampoco revela que se empie- los últimos 12 meses y un tercio en los
cen a consumir antes. Si el dato positi-
últimos 30 días. Por lo tanto, hay signos
vo es que no hay evidencias de que el
de que se trata de una droga bastante
consumo de drogas de diseño se dispa-
adictiva, tal que la probabilidad de su
re en los próximos años, tampoco hay
evidencias de que su consumo se re- consumo una vez probada es alta. En
duzca (véanse los gráficos 1 y 2). cuanto al pluriconsumo, cada droga tie-
Las drogas de diseño son de diversos ne su mitología; en el caso de las drogas
tipos. Entre las distintas opciones, las de síntesis, se divulgó la idea de que sus
más consumidas son las anfetaminas; un consumidores se abstenían de probar
3,4% de los estudiantes españoles de se- otras sustancias, limitándose a acom-
cundaria las han consumido alguna vez. pañar sus pastillas con cantidades gene-
A las anfetaminas le siguen en orden de rosas de agua. Sin embargo, observa-
importancia el éxtasis (3,2%), los alu- mos que entre los consumidores de dro-
cinógenos (2,8%) y el éxtasis líquido
gas de diseño, el número de los que
(1,2%). El tipo de droga es importante
consumen bebidas alcohólicas sema-
porque su composición determina la ex-
nalmente es tres veces superior al que
tensión de las consecuencias negativas
de su consumo, pero no es el único fac- no lo hace, y el número de los que fu-
tor que se debe tener en cuenta. La fre- man diariamente es el doble de los que
cuencia de consumo, si se combina con no lo hacen. Por lo tanto, el consumo de
otras drogas, también juegan un rol sig- drogas de diseño también está ligado al
nificativo en el bienestar de los jóvenes. consumo de alcohol y tabaco (véanse
El 6,8% de los estudiantes de secundaria las tablas 1, 2 y 3).
han consumido drogas de diseño alguna
Los motivos que conducen a los jó-
vez, y por lo general no suelen probar
venes a demandar drogas de diseño son
los distintos tipos de estas.
diversos. El motivo principal es para
Como cabe esperar, la frecuencia de
pasarlo bien (54,4%); para sentir nue-
consumo cae al considerar intervalos de
tiempo más cercanos. El 4,9% de los es- vas sensaciones las consume el 15,9%,
tudiantes consumieron estas drogas en y para mejorar las relaciones sociales el
los últimos 12 meses y un 2,6% en los 2,4%. No deja de ser preocupante que
últimos 30 días. un 15,9% de los consumidores lo haga
Aunque los porcentajes caen de ma- sin ningún motivo en especial (véase la
nera considerable, no hay que menos- tabla 4).

142
Consumo de drogas de diseño entre los adolescentes españoles

Gráfico 1
Evolución del consumo de drogas de diseño entre los jóvenes españoles (%).

16.00
14.00
12.00
10.00
8.00
6.00
4.00
2.00
0.00
1996 1998 2000 2002 2004

Gráfico 2
Evolución del consumo de drogas de diseño según edad y año de nacimiento (%).

30.00

25.00 1980

20.00 1982

15.00 1984

10.00 1986
5.00 1988
0.00

14 15 16 17 18

Edad

143
Marta Gil Lacruz & Ana Isabel Gil Lacruz

Tabla 1
Consumo de drogas de diseño alguna vez

GH/éxtasis líquido Éxtasis Speed/anfetaminas Alucinógenos


Sí 311 856 902 746
% 1,2% 3,2% 3,4% 2,8%
Total 26.446 26.445 26.443 26.442

Fuente: Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 2006.

Tabla 2
Prevalecía consumo drogas de diseño

Alguna vez 12 meses 30 días


No 24.582 93,2% 25.141 95,1% 25.746 97,3%
Sí 1.806 6,8% 1298 4,9% 690 2,6%
Total 26.388 100.0% 26.439 100.0% 26.436 100.0%

Fuente: Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 2006.

Tabla 3
Pluriconsumo de drogas

Alcohol semanalmente Tabaco diariamente


Drogas de diseño
No Si No Si
No 18.051 6.343 19.860 4.669
Sí 480 1.315 593 1210
Total 18.531 7.658 20.453 5.879

Fuente: Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 2006.

Tabla 4
Motivos principales por los que se consume drogas de diseño

Motivo Observaciones Frecuencia


Por diversión 375 54,4%
Para mejorar las relaciones sociales 17 2,4%
Para sentir nuevas sensaciones 110 15,9%
Por ningún motivo en especial 186 27,1%
Total 690 100,0%

Fuente: Encuesta sobre Drogas Población Escolar 2000. Datos no disponibles en la encuesta del 2006.

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Consumo de drogas de diseño entre los adolescentes españoles

Tabla 5
Número de individuos con problemas derivados del consumo drogas de diseño

Problemas GH/éxtasis líquido Éxtasis Speed/anfetaminas Alucinógenos


(N.= 311) (N.= 856) (N.= 902) (N.= 746)
Accidentes con asistencia sanitaria 18 25 35 34
Frecuencia 5,8% 2,9% 3,9% 4,6%
Peleas 16 40 92 37
Frecuencia 5,1% 4,7% 10,2% 5,0%
Asistencia sanitaria 9 14 23 14
Frecuencia 2,9% 1,6% 2,5% 1,9%
Policía 17 21 23 21
Frecuencia 5,5% 2,5% 2,5% 2,8%

Fuente: Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 2006.

Tabla 6
Determinantes socio-demográficos del consumo drogas de diseño (Probit)
Variable Estimación Probit Primeros estadísticos
Coeficiente Mfx St. Error Media Desv. Est.

Hombre 0,2184*** 0,0260 0,0294 0,4770 0,4994


Mujera -- -- -- 0,5230 0,5006
Edad 0,1794*** 0,0211 0,0111 15,706 1,3131
Convivepadresa -- -- -- 0,8335 0,3725
Convivepadre 0,2337*** 0,0316 0,0435 0,0158 0,1247
Convivemadre 0,1457 0,0191 0,1175 0,1338 0,3405
Noconvivepadres 0,2137** 0,0295 0,0994 0,0158 0,1247
Madretrabajaa -- -- -- 0,6099 0,4877
Madreamadecasa -0,0768*** -0,0088 0,0333 0,3215 0,4670
Madreparada -0,0607 -0,0068 0,0979 0,0263 0,1602
Madreotro 0,1093 0,0139 0,0844 0,0421 0,2009
Padretrabajaa -- -- -- 0,8684 0,3380
Padreparado -0,0375 -0,0043 0,1150 0,0170 0,1294
Padreotro 0,0397 0,0048 0,0528 0,1145 0,3184
Madreuniversidad 0,0118 0,0014 0,0751 0,2629 0,4402
Madresecundaria 0,0206 0,0024 0,0686 0,4205 0,4936
Madreprimaria 0,0181 0,0021 0,0681 0,2496 0,4328
Madresinestudiosa -- -- -- 0,0668 0,2497
Padreuniversidad 0,0779 0,0094 0,0691 0,2963 0,4566
Padresecundaria -0,0152 -0,0018 0,0644 0,3988 0,4897
Padreprimaria 0,0063 0,0007 0,0645 0,2304 0,4211
Ddinerosemanal 0,2285*** 0,0269 0,0151 35,3753b 53,7030b
Constante -346,0619*** -- 21,3363 -- --
a Variables tomadas como referencia.
b Variable original, sin logaritmos neperianos.
** p < .01, *** p < .001

145
Marta Gil Lacruz & Ana Isabel Gil Lacruz

En contraposición, los problemas la mayoría de los que no lo hacen con-


derivados de su consumo son también viven con la madre (13,3%). La convi-
numerosos. El éxtasis líquido se pre- vencia con ambos padres reduce el
senta como el tipo de droga de síntesis riesgo de que los estudiantes consuman
con mayores externalidades negativas. drogas de diseño, y en caso de ausencia
El 5% de los consumidores de éxtasis de uno de los progenitores se siente en
líquido reconocen haber recibido asis- mayor grado la ausencia de la madre.
tencia sanitaria, haber participado en Otra variable sociodemográfica con
peleas y haber tenido problemas con la impacto en la decisión del estudiante
policía derivados de su consumo. Tam- de consumir drogas de síntesis es la si-
bién destacamos que el 10,2% de los tuación laboral de la madre, de manera
consumidores de anfetaminas han par- que los estudiantes cuyas madres son
ticipado en peleas tras haber consumi- amas de casa tienen una probabilidad
do esta sustancia (véase la tabla 5). menor de consumir sustancias de sínte-
sis con respecto a los estudiantes cuya
DETERMINANTES DEL CONSUMO madre trabaja. El impacto de dicha va-
riable, aunque estadísticamente signifi-
En esta sección presentamos los resul-
cativo, es reducido en magnitud (no al-
tados de un modelo de selección probit,
canza el 1%). Lo significativo es que el
donde la variable a estimar es la proba-
32,1% de las madres de los estudiantes
bilidad de haber consumido drogas de
de secundaria son amas de casa.
síntesis alguna vez. Las variables ex-
De hecho, ni la situación laboral ni
plicativas hacen referencia a las carac-
el nivel educativo de los padres tienen
terísticas sociodemográficas de los es-
un reflejo claro sobre el consumo de
tudiantes españoles de secundaria (véa-
drogas de diseño de sus hijos. En esta
se la tabla 6).
investigación nos hemos centrado en
La muestra presenta un número si- un parámetro básico del estudio de la
milar de hombres y mujeres, teniendo familia: su composición sociodemo-
los varones una probabilidad superior de gráfica. La literatura científica psicoso-
haber consumido drogas de síntesis. La cial nos aporta numerosos ejemplos so-
edad media de los estudiantes de la bre la asociación entre dinámica, es-
muestra es de 15,7 años, y como nos tructura familiar y consumo de drogas.
indica el gráfico 2, a mayor edad, mayor Arellánez-Hernández et al. (2004: 56)
probabilidad de haber consumido dro- nos describen la siguiente “radiogra-
gas de diseño, tal que cada año incre- fía”: las estrategias familiares de adap-
menta dicha probabilidad en un 2,1%. tación a su entorno, el clima emocio-
La mayor parte de los estudiantes nal, la capacidad para equilibrar la pro-
conviven con ambos padres (83,3%), y ximidad y la distancia en las relaciones

146
Consumo de drogas de diseño entre los adolescentes españoles

intrafamiliares y la formación de fron- también del grado de control que los


teras generacionales funcionales cum- padres quieran ejercer. Los padres que
plen un papel fundamental en la defini- se preocupen de que sus hijos adquie-
ción de condiciones de riesgo o protec- ran productos nocivos les dotarán de
toras. Las familias de consumidores de menos dinero. De hecho observamos
drogas suelen ser desagregadas o, por que los estudiantes con mayor capaci-
el contrario, con pautas cohesivas que dad adquisitiva tienen una mayor ten-
dificultan la individuación; con alta in- dencia a consumir drogas de diseño,
consistencia en el manejo de la autori- aunque dichos incrementos se reducen
dad, pautas negativas de modelamiento a medida que aumenta el presupuesto.
y de comunicación, límites difusos o rí- Los estudiantes de secundaria disponen
gidos y una marcada rigidez ante las en media de 35 euros semanales, aun-
presiones ejercidas por el medio o deri- que dicha asignación dista de ser ho-
vadas de los cambios relacionados con mogénea para todo estudiante, pues la
el ciclo de vida familiar. desviación estándar indica que hay es-
El consumo de drogas de diseño se tudiantes que reciben asignaciones su-
relaciona con un entorno familiar con periores e inferiores.
unas determinadas coordenadas demo- Estos datos se pueden complemen-
gráficas y psicosociales. En la muestra tar con la información obtenida en el
analizada hemos ampliado la conside- estudio de Fernández et al. (2003) so-
ración de este entorno a los condicio- bre el consumo de drogas de síntesis en
nantes socioeconómicos que suponen estudiantes de secundaria del Principa-
su consumo, pero dado que las drogas do de Asturias (España) sobre la fuente
de diseño son ilegales, no existe un re- de obtención del dinero y el lugar de
gistro fiable sobre su precio en el mer- adquisición. Teniendo en cuenta que el
cado negro. cuestionario permitía más de una res-
La única variable monetaria de que puesta, observamos que la gran mayo-
disponemos para perfilar la demanda ría de la muestra obtiene el dinero para
de estas sustancias por parte de la po- adquirir pastillas a través de la paga fa-
blación escolar es su dinero disponible. miliar (76,2%), trapicheos (30,5%),
En España pueden trabajar legalmente trabajo (17,4%), pequeños robos
los jóvenes que al menos hayan cum- (8,4%). El lugar de adquisición de las
plido los 16 años, por lo que la mayor pastillas es: la calle (59,3%), discote-
parte de los estudiantes de secundaria cas (55,6%), bares (32,8%), centro es-
solo pueden gastar aquel dinero que los colar (5%). Las personas que las sumi-
padres les asignan semanalmente. Esta nistran son: los amigos (76,3%), pe-
asignación semanal depende de la ca- queños vendedores (45,7%), el novio/a
pacidad adquisitiva del hogar, pero (6,2%). El lugar de consumo: discote-

147
Marta Gil Lacruz & Ana Isabel Gil Lacruz

cas (87,9%), bares (63,5%), naves, car- bis, alcohol y cocaína (esta en menor
pas, alrededores (15,8%), calles grado que en el primer factor). Un tercer
(15,6%) y en casa o en casa de amigos factor, constituido por el consumo de
(12,8%). tranquilizantes, aparece más encamina-
do a la solución de problemas que a la
ANÁLISIS Y CONCLUSIONES
búsqueda de sensaciones.
La mitad de los consumidores de las
Aunque no existen evidencias de que el
drogas de diseño lo hacen para pasarlo
consumo de drogas de diseño aumente
bien, pero sorprende que para un 15%
en los adolescentes españoles, se man-
no haya ningún motivo en especial. Los
tiene preocupantemente alto. Casi un
estudiantes son conscientes de que esta
7% de los estudiantes de secundaria forma de diversión tiene costes adicio-
han probado dichas sustancias, la mitad nales al precio del producto, pues una
de los que experimentaron con estas gran parte de los consumidores recono-
drogas lo hicieron en los últimos 12 cen haber padecido problemas de salud
meses y un tercio en los últimos 30 y sociales derivados de su consumo.
días. El carácter adictivo de estas sus-
Las tendencias de consumo que
tancias agrava el hecho de que ya el
apuntan estos datos son coherentes con
consumo de una sola dosis entraña gra-
la investigación de Cáceres et al. (2006)
ves peligros para la salud. Los adoles-
en una muestra de estudiantes universi-
centes corren riesgos y los corren reite- tarios colombianos, cuyos resultados in-
radamente. dican que “Los factores psicosociales y
A esto se suma el hecho ya constata- los factores psicológicos evaluados, de
do en otros estudios, de que en la juven- manera global, están relacionados signi-
tud española y europea se asocian a es- ficativamente con el consumo de todas
tas drogas con el pluriconsumo de fin de las sustancias legales e ilegales […]” (p.
semana. El alcohol se mezcla con casi 526). Entre los factores psicosociales se
todas las sustancias, así como el canna- consideró, por ejemplo, la disfunción
bis y la cocaína (Irefrea, 2001). Al res- familiar, el maltrato, el déficit de habili-
pecto, la investigación de Viña y Herre- dades sociales; y para las variables psi-
ro (2004) sobre la covariación en el con- cológicas: los comportamientos pertur-
sumo de drogas en población universita- bados, las habilidades de autocontrol,
ria establece tres patrones: el primero los preconceptos y la valoración de las
de “sustancias duras”, compuesto por el drogas.
consumo de anfetaminas, cocaína, he- En el estudio de Fernández et al.
roína, y otras sustancias. En el segundo (2003) los jóvenes consumidores de
factor o “drogas sociales” saturan las drogas de diseño manifestaron tener
variables de consumo de tabaco, canna- peores relaciones familiares y resulta-

148
Consumo de drogas de diseño entre los adolescentes españoles

dos académicos que los nos consumi- les, emocionales, comunicativas y de


dores, y en general los amigos y la fa- afrontamiento.
milia de estos estudiantes consumían a La institución escolar y el sistema
su vez más drogas legales e ilegales sanitario no son los únicos responsables
que los amigos y la familia de los no en estas cuestiones; el núcleo familiar
consumidores. cumple también un papel fundamental
Una dirección común de estos re- en el bienestar de los adolescentes. La
sultados no apuntan exactamente hacia clase social (nivel laboral y educativo
el hedonismo de nuestros jóvenes, sino de los padres) no ejerce una influencia
a que estos consumos se intensifican clara y contundente en una dirección,
conforme aumenta la exposición a si- pero sí la cohesión familiar. Los estu-
tuaciones y a hechos estresantes. Are- diantes que viven en hogares con am-
llanez-Hernández et al. (2004) se refie- bos padres tienen una menor probabili-
ren a diferentes tipos de problemas (por dad de experimentar con las drogas de
ejemplo, los relativos al ajuste escolar diseño; pero lo que es más importante,
y a situaciones disruptivas del núcleo aquellos estudiantes cuyas madres son
familiar), y lo que es más importante, amas de casa y los que disponen de me-
estas diferencias se producen en el he- nor asignación semanal tiene una me-
cho objetivo pero sobre todo en la in- nor tendencia a experimentar con las
tensidad del efecto subjetivo producido drogas. Ambas variables las identifica-
por la exposición a factores estresantes. mos como variables de control; no es
Lógicamente, el resultado es circular, que recomendemos que las mujeres de-
porque el consumo de drogas de diseño ban ser amas de casa para garantizar el
también puede contribuir al empobre- desarrollo de sus hijos, pero sí que
cimiento de los recursos de ajuste. aquellos jóvenes que son más controla-
Estos resultados sugieren que aun- dos por sus padres tienen menos opcio-
que las campañas informativas sobre nes de adoptar comportamientos de
drogas sean efectivas, para ser eficien- riesgo.
tes deberían ir acompañadas tanto de Compartimos con Cáceres et al.
estrategias que incrementen la percep- (2006) la necesidad de seguir investi-
ción de riesgo de consumo de estas sus- gando sobre los determinantes psicoso-
tancias entre la población de riesgo co- ciales de este consumo. Para prevenir
mo de estrategias que potencien alter- necesitamos conocer en profundidad
nativas de ocio constructivas (deporte, cómo se configura la percepción de
música o lectura, entre otras) y expecta- riesgo y vulnerabilidad personal frente
tivas personales y laborales futuras (vi- a las drogas de diseño, el manejo del
vienda y trabajo) y una educación aser- tiempo de ocio, el desarrollo de habili-
tiva y positiva en las habilidades socia- dades sociales, de autocontrol, de

149
Marta Gil Lacruz & Ana Isabel Gil Lacruz

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