Está en la página 1de 3

La imagen seleccionada ha sido Tormenta de nieve, de William Turner (1841), una imagen con

una atmósfera muy expresiva que nos muestra un punto de vista desde la inmensidad y poder
de la tormenta al caer sobre un puerto; gracias a la técnica del pintor podemos decir que logra
el objetivo de recrear esta sensación de inmensidad terrorífica de un fenómeno natural de esta
magnitud como es la tormenta de nieve; se puede percibir tanto la agitación de los barcos
como la fuerza inmensurable de este fenómeno climático; entonces, según las afirmaciones de
Kant, podríamos afirmar que esta imagen genera una experiencia estética y puede ser
considerada bella, y no solamente eso sino también sublime, ya que este nos dice “El
sentimiento de lo sublime es, pues, un sentimiento de displacer, debido a la inadecuación de la
imaginación en la estimación estética de magnitudes respecto de la estimación por la razón; y
es al mismo tiempo un placer despertado con tal ocasión precisamente por la concordancia de
este juicio sobre la inadecuación de la más grande potencia sensible con ideas de la razón, en
la medida en que el esfuerzo dirigido hacia ésta es, empero, ley para nosotros”1 , esta pintura,
al tener el poder de poder representar lo sublime, tiene en sí la experiencia estética de lo
bello; al generar esta sensación de inmensidad y terror al retratar con virtud este fenómeno,
nos da un lugar seguro para poder contemplarlo, y entonces esta sensación de inmenso terror
se transforma en contemplación de esta inmensidad desde un lugar seguro.

Kant nos dice: “ Las formas de los objetos tales como las flores, diseños libres, líneas
entrelazadas al azar, simplemente ofrecen a nuestra mente la ocasión de disfrutar de sus
propias facultades en juego sin que exista ningún deseo o interés ulteriores”2 nos hacen ver
que este desinterés existe en esta imagen, ya que al remitirnos esta sensación sublime, nos
atrapa en la contemplación desinteresada; y nos hace tener la experiencia estética,
experiencia la cual, según Kant, nos revela nuestra identidad como agentes morales.

Ya que esta pintura logra proyectar esta sensación de lo sublime, y Kant determina que el
placer viene con el conocimiento, aunque lo bello no tenga un objetivo de satisfacer el
conocimiento, sino el placer, al tener el conocimiento a priori de lo que es una tormenta, de
cómo podría lucir, de cómo es el mar y cómo reacciona la luz y qué implica el movimiento,
tanto como la habilidad de pintura del propio artista como la composición y el uso de colores;
se puede determinar generalmente que esta obra representa efectivamente una tormenta
creando esta sensación de lo sublime, por esta razón se puede determinar que tiene la
aspiración de un acuerdo de todos que esta imagen es bella.

Hegel no considera que el arte tenga como fin simplemente el placer, sino que tiene un fin
superior de demostrar lo divino, como nos dice aquí: “el arte es un modo como el hombre ha
tomado conciencia de las supremas ideas de su espíritu; encontramos que en las
representaciones artísticas han depositado los pueblos su intuición suprema”3 no separa el
arte como algo individual, sino que es importante para él el contexto histórico, donde pone en
evidencia lo racional auto consciente tras la experiencia con el arte; la obra tiene la función de
aumentar la auto conciencia del individuo mediante la percepción; para él, las civilizaciones se
desarrollan mediante tres aspectos, arte, religión y filosofía, siendo el arte el primer paso para
una nueva época, y siendo la filosofía el último paso que trata de explicar este arte; poniendo
al arte como algo imprescindible para el desarrollo humano

Observando la pintura de William Turner, de 1841, podemos afirmar que pertenece al


movimiento romántico, una de las formas del arte descritas por Hegel, específicamente, el fin
del arte en su época, donde en esta, el arte romántico sobrepasa la búsqueda de lo ideal, la
ruptura de la unidad de contenido y forma, una unidad consciente entre la naturaleza divina y
humana, el contenido es dado por la interioridad consciente de sí misma, Al tener la
experiencia de lo sublime con esta pintura podemos afirmar que esto ocurre, “la necesidad
universal por el arte, es la necesidad racional del hombre de incorporar el mundo interior y
externo en su conciencia espiritual como objeto que se reconoce a sí mismo”4 dado que esta
obra cumple con estos conceptos en su época, se puede definir como arte para Hegel, algo
similar a lo que Kant describe con respecto a que nos revela nuestra propia identidad como
agentes morales; para Hegel, este objetivo del arte ya está cumplido con el romanticismo, el
arte ya está totalmente racionalizada y autoconsciente, en esta obra se puede percibir esta
belleza puramente espiritual, subjetividad infinita misma a la que se refiere Hegel, por ser
incluso una de las máximas obras del propio artista; por tanto se puede afirmar que estamos
bajo la tesis del fin de arte descrita por Hegel

En conclusión, podemos afirmar que la obra Tormenta de nieve, de William Turner (1841) sería
considerada como obra de arte tanto por Kant como por Hegel, ya que cumplen con sus
teorías estéticas y atribuciones al arte expuestas en sus libros, la principal sensación que esta
obra emite es lo sublime, propia de su movimiento, romanticismo, que le da todas las
características para ser considerada bella y estética, y un claro ejemplo de la autoconciencia
descrita por Hegel como la finalidad del arte ya realizada que marca el fin de una época.
Elabore un texto fluido y bien articulado de entre 400 y 500 palabras de extensión en la que
responda a lo siguiente: de todos los autores vistos en el curso, ¿cuál es la postura filosófica en
torno al arte que considera usted como la más relevante o interesante y por qué?

El autor escogido que a mi criterio he considerado como el más interesante y uno de los más
relevantes ha sido Larry Shinner, por su texto “La invención del arte”, en donde expone dónde
y cómo se separó lo que ahora conocemos como arte y artesanía; en lo particular, como
estudiante de arte, muchas personas constantemente me hacían esa pregunta, y sinceramente
no sabía cómo responder porque no entendía todos los procesos que ocurrieron para que esto
se concrete y las claras diferencias que luego de haber leído a Shinner se aclararon en mí; lo
considero como uno de los más importantes porque no solo aborda una teoría, sino que es
más una investigación histórica donde podemos conocer las posturas desde Platón,
Aristóteles, hasta Kant, donde pone en evidencia este quiebre marcado del arte en el siglo
XVIII y su evolución teórica, de una manera narrativa, un tanto más fácil de entender que la
mayoría de textos filosóficos, y que explica estos mismos, pone en contraste las diferentes
posturas de autores para llegar a una conclusión, que parte desde una experiencia personal
relacionada con unas máscaras africanas expuestas en un museo de arte moderno donde se
cuestiona y nos cuestiona, cómo llegó a ser considerado arte algo así, abordando por ejemplo
los conceptos de Platón o Aristóteles donde el “arte” no era más que solo una técnica, y que
“ars” podría ser cualquier cosa hecha con habilidad, desde una estilizada escultura hasta hacer
zapatos; luego en la edad media, esto se volvió meramente religioso, y aún no había una
separación entre lo que es arte y artesanía, y el término se usaba muy libremente,
contrastando con la actualidad, también me he dado cuenta que este concepto de “arte” que
se refiere a todo lo hecho con buena técnica sigue vigente, sin embargo, este tipo de “arte” y
“Bellas artes” ya fueron conceptualmente separadas, como dice el autor, en el siglo XVIII,
donde nos describe que, en el renacimiento, empezaron a surgir los artistas, y estos a su vez
exigían mayor reconocimiento y distinción de los artesanos, creando círculos sociales
específicos que empezaron a regular el arte y a separarlo de la artesanía; así, con su cumbre
máxima en el romanticismo, las bellas artes ascendieron a la experiencia estética, donde
filósofos conocidos como Kant y Hegel se encargaron de dar un sustento racional a esta
transcendencia del arte hasta ese punto en la historia.

En conclusión, La invención del arte de Larry Shynner es fundamental para comprender la


diferencia entre arte y artesanía, algo esencial para cualquier persona que se dedique o
pretenda dedicarse al arte, donde también aborda las principales posturas filosóficas de
diferentes e importantes filósofos necesarios para comprender la historia y el origen del arte
para poder tener en cuenta a dónde podría llevarnos este en un futuro.

También podría gustarte