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IGLESIA FUENTE DE SALVACION

RESUMEN DEL CAPITULO 3 y 4 DE LOS HECHOS (Clase N° 4).

Texto: Hechos 4: 11 -12.

Cuando este hombre les pidió una limosna, Pedro, junto con Juan, fijó sus ojos
en él. Qué contraste este momento con los celos que los discípulos se mostraban
mutuamente antes (Mateo 20:24). Ahora actúan en conjunto, en completa unidad
de fe y de propósito. Entonces Pedro, como vocero, le dijo: "Míranos". Esto hizo
que el hombre pusiera toda su atención en ellos, y suscitó en él la esperanza de
recibir algo. Sin embargo, Pedro no hizo lo que él esperaba. El dinero que tenía,
muy probablemente ya se lo había dado a los creyentes necesitados. Pero sí tenía
algo mejor que darle. Su declaración: "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo
te doy", exigió fe de su parte. No hay duda de que lo dijo bajo el impulso del
Espíritu Santo, que le había dado un regalo (un don) de sanidad para este hombre
(1 Corintios 12:9, 11). Entonces Pedro, en forma de mandato, le dijo: "En el
nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda". Al mismo tiempo, puso
su fe en acción, al tomar al hombre por la mano derecha y levantarlo.
Inmediatamente, los pies y los tobillos de aquel hombre recibieron fortaleza (se
le afirmaron). Es muy posible también que la fe de aquel hombre recibiera una
sacudida al ser mencionado el nombre de Jesús, Mesías de Nazaret. Quizá alguno
de los tres mil que fueron salvos en Pentecostés ya le había testificado. Con
seguridad habría oído de otros que habían sido sanados por Jesús. Cuando los
pies y los tobillos de aquel hombre se llenaron de fortaleza, Pedro no tuvo que
seguirlo levantando. El hombre saltó, se puso en pie por un instante y comenzó a
caminar. Puesto que era cojo de nacimiento, nunca había aprendido a caminar.

De esta forma, la sanidad del hombre cojo sirvió de testimonio de que Jesús es
el único Salvador. Los líderes judíos no creían que Jesús sirviera para nada; sin
embargo. Dios lo había elevado a un valor único y supremo. En Él, como lo muestra
también el capítulo 53 de Isaías, está la salvación prometida. Sólo hay una
salvación; sólo un camino (Hebreos 10:12-22). Nunca habrá otro Mesías enviado
por Dios, ni tampoco otro Salvador.
El propósito de Dios al estudiar estos dos capítulos 3 y 4 de los Hechos.

✓ Proclamación de Jesús. Probar que él era el mesías


✓ Exaltar el ministerio de Jesús, la resurrección
✓ Llamado al arrepentimiento.
✓ Jesucristo el único camino hacia la salvación

El número de creyentes era cada vez mayor, y seguían teniendo un corazón y un alma.
Esto es, formaban una comunidad de creyentes que estaban unánimes, con unidad de
pensamiento, de intenciones y de deseos. Ninguno de ellos decía: Lo que tengo es mío, y
tengo miedo de que lo pueda necesitar. En cambio, sentían amor y responsabilidad los
unos por los otros, y compartían todas las cosas. Dios satisfacía sus necesidades, y ellos
creían que Él lo seguiría haciendo. La misma actitud que había surgido después de que
habían sido llenos del Espíritu por primera vez en el día de Pentecostés, seguía
prevaleciendo (Hechos 2:44, 45). Tampoco ahora se obligaba a nadie. Lo compartían
todo, simplemente como expresión de su amor y su unidad de pensamiento y de corazón
en el cuerpo único de Cristo.

REPASO. Colocar la letra que corresponda a la palabra correcta basada a los


capítulos 3 y 4 de los Hechos.

1. Pedro Salomón
2. Oraron Saltando en pie
3. Levántate y anda Atónitos
4. Creyeron varones Jesucristo
5. Templo Pedro Y Juan
6. Pórtico No tengo plata ni oro
7. Cojo Benditas las familias
8. Sanidad Cojo de nacimiento
9. El Dios Hermosa
10. Discípulos Tembló fueron llenos E. S
11. Pueblo Fe
12. Autor de vida Abraham, Isaac y Jacob
13. Abraham Cinco mil

Aprender Texto: Hechos 4: 11- 12.

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