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INSTITUTO BIBLICO ELIM COLOMBIA

PASTOR: FREDY MOLINA

TRABAJO SOBRE: EL ARBOL GENEALOGICO DE LOS HERODES

HEVER ERNESTO GUZMAN AGUAS


SALON 3

COLOMBIA

BOGOTA

04 DE FEBRERO DE 2021
ARBOL GENEALOGICO DE LOS HERODES

Con el nombre de Herodes no estamos señalando a un personaje concreto,


sino a varios, más bien a una dinastía familiar, aunque han sido tres Herodes
los que han tenido una relevancia histórica y en especial en el cristianismo.

HERODES LLAMADO EL GRANDE

El primero de ellos es HERODES LLAMADO EL GRANDE que reinó en


Judea entre el 37 a.C y el 4 a.C. Fue el que inició la dinastía de reyes al servicio
de Roma. Destacó por su enorme inseguridad y crueldad, que le llevó a
cometer multitud de abusos y crímenes por asegurar su trono. Alrededor del
19 a. C., realizó la demolición y construcción del segundo Templo de
construyó teatros, anfiteatros, hipódromos, ciudadelas, fortalezas, palacios,
jardines, templos en honor a César, acueductos, puertos, monumentos e
incluso ciudades a las que puso su propio nombre, el de sus parientes o el de
los emperadores de Roma. Reconstruyó las fortalezas de Antonia y Masada,
esta última con gran lujo. Hizo obras de construcción en ciudades tan lejanas
como Antioquía de Siria Rodas. Construyó un puerto artificial en Cesárea
que supuso una magnífica obra de ingeniería. Poco antes de su muerte
protagonizó la matanza de los inocentes tras la visita de los Sabios de Oriente,
mandando matar a los niños varones de Belén. Aunque hay controversia
sobre su realidad histórica, el relato bíblico de la matanza de todos los niños
varones menores de dos años de edad en Belén y sus distritos, está en armonía
con otros registros acerca de la iniquidad y la catadura moral de Herodes
mandando asesinar a cuantos amenazaron su trono. Poco antes de su
fallecimiento, sintiendo la proximidad de su fin, ordenó la muerte de su hijo
Antipatro, y amargado porque intuye que nadie lamentará su muerte diseña
un plan diabólico: ordena que todos los nobles de su corte sean confinados en
Jericó, dejando instrucciones ocultas de que fueran asesinados a su muerte,
como modo de asegurar que se lamentara su muerte, órdenes que por fortuna
fueron revocadas a tiempo pero que acreditan bien la bajeza moral de este
monarca.

HERODES ANTIPAS

El segundo es HERODES ANTIPAS, hijo del anterior, tetrarca de Galilea y


Perea entre el 4 a.C y el 34 d.C. Se significó en la historia bíblica porque se
casó con la mujer de su hermano Herodes Felipe, hecho que fue condenado
por Juan el Bautista lo que le costó ser condenado por decapitación en el
trance del baile de su hija Salomé a la que prometió conceder lo que pidiera
y, asesorada por Herodías, su madre, pidió la cabeza de Juan el Bautista.
También intervino en el juicio a Cristo, recibiéndolo de Pilatos y
devolviéndoselo con la decepción de no presenciar ningún milagro.

HERODES AGRIPA I

Finalmente y en el que más nos centraremos por su vinculación con la


Tradición Jacobea, es HERODES AGRIPA I, nieto del primero y sobrino del
segundo. Fue el que protagonizó la muerte de Santiago el Mayor y el
encarcelamiento de Pedro con su posterior liberación.

fue Herodes el Grande, rey de Judea en el tiempo del nacimiento de Jesucristo,


quien por desconfiar de la lealtad de sus más íntimos, mandó matar a su
propia esposa, con la que había sido feliz durante ocho años y que le dio dos
hijos Aristóbulo y Alejandro. Luego también desconfió de ellos y los ajustició
como había hecho antes con su madre.

A la muerte de Aristóbulo, su madre llevó a Roma a su hijo el joven Agripa,


donde llevó una vida de dispendio y derroche que le valió perder el favor de
la familia imperial, y tener que abandonar Roma. En el año 36 regresó a
Roma donde fue arrestado por Tiberio, pero su amistad con Cayo Calígula,
le valió que al suceder éste a Tiberio en el imperio, favoreció sin medida a
Agripa con valiosos obsequios e incluso lo nombró rey de Galilea y
posteriormente en el año 39 le concedió también los territorios de su tío Felipe
a quien exilió: Iturea, Traconite, Lisanias y Abilinia.
Cuando Calígula fue asesinado en el año 41, Agripa se encontraba en Roma y
aprovechando su trato de amistad, ayudó a Claudio a ascender al trono, y a
convertirse en el nuevo César; Claudio añadió Judea y Samaria a su reino,
haciéndole mucho más grande que su abuelo. En ese mismo año se trasladó a
su extenso reino. aceptaron bien su llegada por considerar que era amigo del
imperio romano y que venía con educación y maneras de romano. Descubrió
entonces, asesorado por el Sanedrín, una manera de ganarse la aceptación de
los judíos: perseguir a los miembros de la naciente iglesia cristiana. Fue
entonces cuando mando ajusticiar al apóstol Santiago a quien condenó por
traición al judaísmo, informado de que Santiago era uno de los líderes del
cristianismo al que podía atacar por su punto débil, la apertura a los gentiles,
inaceptable para los judíos, lo que le valió el favor de los fariseos y fanáticos
de la ley de Moisés. Al ver que pudo cometer ese crimen con impunidad y
obtener la aquiescencia de los judíos, decidió arrestar a Pedro durante la
celebración de la Pascua, y como la ley judía no permitía ejecuciones durante
esa festividad, no se precipitó como con Santiago, sino que le custodió en la
prisión con intención de llevarlo a juicio después de la fiesta. Advertido de que
Pedro gozaba de gran prestigio y seguimiento mandó poner fuerte guardia
para que fuera vigilado intensamente por turnos, y lo encadenó con rigor,
pues lo usual era encadenar una de las muñecas del prisionero a la del
guardia. Con Pedro se duplicó la seguridad y ambas muñecas estaban
encadenadas con un guardia romano a cada lado, y otros dos que vigilaba la
puerta, todo en turnos de tres horas. muestra que el caso era muy relevante
para Herodes Agripa. El enorme gentío que visitaba la Pascua, la popularidad
de Pedro y la advertencia del Sanedrín, hizo temer a Herodes que algunos de
sus seguidores intentara rescatarle aprovechando la confusión que había en
la ciudad. Dicen las Escrituras que un Ángel del Señor lo liberó
milagrosamente y, sin pretensión de desmentir que lo fuera, el relato de la
liberación de Pedro se entiende bien como un complot liberador bien
preparado que sin tiempo ni espacio para rescatar a Santiago, pudo actuar
con eficacia en el caso de Pedro. Pasada la fiesta y cuando iba a iniciar el
juicio, Herodes no encontró a Pedro ni pudo averiguar cómo se produjo su
inesperada liberación, por lo que entró en cólera al ver fracasada su
estrategia, y mandó castigar a la guardia. Es muy factible que esa Itálica que
mandaba el centurión Cornelio en Cesárea Marítima, la propia sede de
Herodes, pero que había acudido a Jerusalén, quizás con el propio Herodes,
para reforzar la guarnición militar, como era costumbre en toda Pascua.
Cornelio era un incondicional seguidor de Pedro y había recibido él y todos
los de su casa, soldados entre ellos, el bautismo y la condición de cristianos.
No encontraría ninguna dificultad en acreditar órdenes y documentos que
indicaran el traslado del preso, y cayeran cadenas, rejas y puertas a la orden
del centurión, facilitadas por sus soldados cristianos. Esta fue la trama más
lógica y comprensible de la liberación de Pedro, en donde Cornelio y sus
soldados, seguidores de Pedro y del cristianismo, actuaron como un verdadero
ángel salvador, y hasta es viable que el propio Pedro así lo llamara para no
dar señal alguna de su identidad.

entonces a la casa de la Madre de Marcos, el futuro evangelista, donde solían


reunirse los cristianos, les mando que difundieran su liberación y se fue a otro
lugar que las Escrituras no precisan. Un lugar discreto, casi clandestino, como
la casa de Simón el Curtidor en Joppe, citado en las donde encontraría
complicidad plena para planificar desde el puerto de Joppe la evasión del
cuerpo de Santiago a Hispania una vez tratado y camuflado en un fardo de
pieles, en compañía de la guardia itálica que buscaba huir de Herodes, así
como la de Pedro a Roma para atender la misión de su Maestro: “Id y haced
discípulos a todas las naciones y bautizadles en nombre del Padre del Hijo y
del Espíritu Santo, enseñándoles todo lo que os he enseñado…”

de Agripa acaeció poco después, tras un episodio en que las Escrituras le


asignan aceptar la adoración de los judíos como si fuera un dios, por lo que
dicen las Escrituras que “Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto
no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos” (Hechos 12:21-23). De
nuevo la mediación de un Ángel en la muerte de Herodes que puede explicarse
mejor como un abdominal agudo, el llamado cólico miserere que no es más
que una apendicitis aguda, mortal en esos tiempos, pues no tratada
evolucionaba inevitablemente a una perforación peritoneal y muerte por
septicemia en pocos días. El libro apócrifo las Virtutes Ioannis añade sobre la
muerte de Herodes Agripa: “Viviendo una vida indigna, murió con una
muerte digna”, es decir, merecida.

HERODES AGRIPA II

Para cerrar el ciclo cabe aún mencionar a un cuarto Herodes con papel
bíblico, HERODES AGRIPA II, hijo del anterior, nacido en Roma el 27 d.C.
y educado al cuidado del emperador Claudio. Era aún muy joven cuando
murió su padre por lo que Claudio no permitió que asumiera el mando del
reino que volvió a ser provincia romana. Con los años llegó a concedérsele
condición real de otras provincias. Su intervención más conocida es su
encuentro con San Pablo (Hch 25.13-26.32), a quién expresó su disposición a
convertirse al cristianismo, y posiblemente lo hubiera hecho de no haber sido
por presiones políticas y familiares. Con él se extinguió la rama judía de la
dinastía herodiana.

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