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OBJETIVO

Entender la Eucaristía como un encuentro de fe, de comunión


y de compromiso.

1. PRESENTACION DEL TEMA.

La Eucaristía es una de las perlas preciosas en la vida del creyente. La


hemos celebrado tantas veces…… que es posible que no lleguemos a
estimarla en su debido valor. Incluso, es posible que con el tiempo
hayamos desfigurado su verdadero sentido. Un dato de ello es denominar
misa, que significa despedida, dispersión, a un acto que quiere ser un
encuentro fraterno, la Cena del Señor, signo de entrega, comunión y
unidad.

Los “sacramentos de la iniciación cristiana” tenían su culminación en la


celebración de la Eucaristía. Esta ha sido considerada siempre el centro
de la vida cristiana. La comunidad celebra y actualiza en ella el hecho de
la Muerte y Resurrección del Señor, manantial y cumbre de toda vida
cristiana.
Sin embargo, como ocurre con otros sacramentos, también en la
celebración de la Eucaristía se refleja los cambios y las diversas
situaciones por las atraviesa la Iglesia en su historia y en la actualidad.

Sería muy pobre considera el tema de la Eucaristía desde aspectos como


la obligación de oír misa bajo pecado grave, desde una consideración
abstracta de sacrificio, discutiendo el cómo de la transustanciación o
presentándola como un acto de culto desconectado de la vida real de la
comunidad.

La Eucaristía es un encuentro. Para muchos de nosotros la Eucaristía


tiene algún componente de encuentro “con Dios” , “con Cristo”, “con
los hermanos”, aunque no tenga toda la densidad que quisiéramos….
La Eucaristía dominical da realce y significación al día del Señor. Hace
unos años eran raros los cristianos que abandonaban habitualmente la
Eucaristía dominical. Hoy, las cosas han cambiado. Son muchos los que
han abandonado la Eucaristía dominical y han perdido, incluso, el sentido
del domingo. Hay cristianos que afirman que van a la Eucaristía cuando
siente necesidad de ella siéndoles indiferentes lo del día del Señor. Sin
embargo, son también muchos los que siguen conservando el domingo
como norma habitual para la celebración de la Eucaristía.

Preguntas para dialogar

¿Por qué crees que ha bajado el número de los que asisten los domingos
a la celebración de la Eucaristía?

¿Qué son para ti las Eucaristías: una fiesta, un encuentro con Cristo, un
encuentro con la Iglesia (con los hermanos), una obligación, una
costumbre, un aburrimiento, un banquete familiar, un rato de oración…?

¿Qué es lo más importante de la celebración de la Eucaristía?

2. ILUMINACION BIBLICA

 1 Co. 11, 17-33

San Pablo describe cómo se desarrollaba el encuentro eucarístico, que él


denomina como “Cena del Señor”, en la comunidad de Corinto.

Un ágape, una cena, precedía al rito eucarístico. Pablo interpela a los


corintios sobre la forma de celebrar el ágape, ya que se forman bandos,
cada uno como su comida, menosprecian a los más pobres, etc… ¿Cómo
pueden participar luego juntos en la misma mesa del Señor?

En este texto, en los versículos 23-26, Pablo recuerda una tradición que
ya antes, en la anterior visita, les había transmitido; es una tradición que
se remota al tiempo del Jesús y que según Pablo, “procede del Señor”; es
el rito de la Ultima Cena. Pablo añade un elemento sobre las otras
redacciones de los evangelistas sobre la Ultima Cena: la Nueva Alianza.
“Con mi sangre comienza el nuevo pueblo de Dios”

 Mc 14, 22-25

El relato de San Marcos resalta la despedida de Jesús. Toda su vida fue


“diaconía”, una servicio a los hermanos, un darse por completo. El gesto
eucarístico de la Ultima Cena va ser el acto final: “Es mi sangre
derramada por vosotros”

En este texto encontramos muchos de los elementos que se dan en el


sacramento:

 Es un encuentro, una comida;

 Es un anticipo del banquete que se celebrará en el Reino definitivo


de Dios, cuando nos encontramos todos en el Padre;

 Es Cristo quien se nos da como alimento. Cada vez que tomamos


ese pan y se vino y decimos sus palabras testamentarias, Cristo
resucitado, servidor hasta la muerte, se nos hace presente.

 Todo ello lo celebramos en un clima de acción de gracias a Dios.

Preguntas para dialogar

¿Por qué es importante para un cristiano participar en la Eucaristía del


Domingo?

¿Qué estás dispuesto a hacer para celebrar mejor la Eucaristía cada


domingo?

¿Qué podemos hacer para que nuestra Eucaristía sea un banquete de


comunión, que nos lleven a amarnos, a ayudarnos, a perdonarnos…?

¿Comulgas, participas siempre que acudes a la celebración de la


Eucaristía?

3. RESPUESTA CRISTINA

Con respecto a la Eucaristía, nuestra primera obligación es la de hacer


todo lo posible por asistir. Una persona que sistemática deja de participar
en la Eucaristía se expone a perder la fe.
Las razones son bien sencillas. Pierde las ayudas y apoyaturas para
mantener esa fe que ha recibido en el Bautismo.

Deja de escuchar la Palabra de Dios que alimenta, aclara, sostiene la fe.


No sabrá defenderse de los ataques que recibe continuamente, Se dejará
llevar por la corriente secular.

Deja de recibir el alimento espiritual del cuerpo de Cristo. Se debilitará.


Deja de unirse a los demás cristianos para encerrarse en un
individualismo solitario, incapaz de resistir el embate del mundo que se
rodea.
Estas y otras muchas consecuencias graves se siguen para el que
prescinde, sin excusas que le justifiquen, de la celebración dominical de
la Eucaristía. Por tanto, se pone enana situación grave. Y desde aquí es
desde donde hay que medir la importancia de participar o no en la
Eucaristía dominical.

Además de asistir, debemos participar activamente. Todos somos


sacerdote. Desde el día de nuestro bautismo y confirmación, estamos
unidos y participamos de Jesucristo que es Sacerdote, Profeta y Rey. Y en
la celebración de la Eucaristía ejercemos ese sacerdocio, de manera
especial cuando ofrecemos al padre el Cuerpo y la Sangre de su Hijo. Es
lo más grande que podemos hacer.

ORACION

Mi amado Redentor gracias por el don extraordinario de la Eucaristía.


Las pruebas de amistad que más se aprecian y mejor se recuerdan son
las de las despedidas.

Los amigos se dejan algún objeto propio como recuerdo y manifestación


de afecto.

Pero tú, Señor, a partir, nos dejaste tu cuerpo y sangre, toda tu persona.

Sacramento de caridad y prenda de amor, jamás hubiera imaginado que


te quedaras como alimento, escondido en el pan.

El amor tiende a la unión; por eso quisiste que te recibiéramos como


alimento y participáramos de la Eucaristía: “El que como de mi carne y
bebe de mi sangre permanece en mi y yo en él”.

Hoy, Jesús mío, tomo mi corazón. Echa fuera de él todo amor que no
sea para ti.
Eres mi única riqueza. Dame tu amor y tu gracia; que te ame y me sienta
amado por ti. No deseo nada más. Amen.

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