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FICHA 2183727
Entregado al Maestro:
JANIO CAMELO
ETICA
Como consecuencia de todo esto cada vez se puede hacer esfuerzos mayores, la
recuperación se hace antes y los pulmones están más limpios.
fortaleciendo así todos los músculos y también los que se encargan de llenar y vaciar de
aire los pulmones, haciendo que en cada respiración podamos tomar más aire con menos
gasto energético.
De esta manera, la respiración se vuelve más eficiente, aumentando la oxigenación y
reduciendo el estrés de estos músculos respiratorios, así como también nuestra
capacidad pulmonar.
Además, aumenta la superficie de transmisión del oxígeno a la sangre y limpia nuestros
pulmones, produciendo una mayor capilarización y un mayor número de alvéolos en
funcionamiento.
Sistema muscular
El ejercicio que se realiza para aumentar la fuerza muscular optimiza la salud
cardiovascular a través de mecanismos no tradicionales, como la liberación por los
músculos esqueléticos de sustancias saludables para el corazón –denominadas
mioquinas– o la mejoría de la microbiota intestinal.
el ejercicio físico regular y, concretamente, el que se realiza para optimizar la fuerza
muscular, mejora la salud cardiovascular. Esto lo consigue a través de mecanismos no
tradicionales, como la liberación, por los músculos esqueléticos, de sustancias saludables
para el corazón (denominadas mioquinas) o la mejoría de la microbiota intestinal (los
microorganismos de los intestinos).
El músculo es metabólicamente más activo (quema más calorías) que la grasa. El
entrenamiento con pesas o entrenamiento de resistencia muscular aumenta lo suficiente
la masa muscular para acelerar el metabolismo.
Sistema óseo
El deporte es el mejor aliado de los huesos. La actividad física provoca la contracción
muscular que favorece el depósito de calcio en el hueso y mejora la circulación
sanguínea, lo que aporta más nutrientes al hueso.
La mejor manera de prevenir fracturas óseas es empezar a hacer deporte en la
adolescencia, cuando se alcanza la máxima densidad ósea. Si ya se peinan canas, no
debe uno acoplarse en el sofá, pues se ha comprobado que permanecer de pie menos de
4 horas y practicar menos de 20 minutos al día de ejercicio moderado (basta con andar)
son factores de riesgo. Las últimas investigaciones médicas demuestran que, mediante
ejercicios específicos con pesas, se puede aumentar la densidad ósea en las personas
mayores y prevenir la fragilidad de un hueso con síntomas de osteoporosis.
El deporte es el mejor aliado de los huesos. La actividad física provoca la contracción
muscular que favorece el depósito de calcio en el hueso y mejora la circulación
sanguínea, lo que aporta más nutrientes al hueso.
La mejor manera de prevenir fracturas óseas es empezar a hacer deporte en la
adolescencia, cuando se alcanza la máxima densidad ósea. Si ya se peinan canas, no
debe uno acoplarse en el sofá, pues se ha comprobado que permanecer de pie menos de
4 horas y practicar menos de 20 minutos al día de ejercicio moderado (basta con andar)
son factores de riesgo. Las últimas investigaciones médicas demuestran que, mediante
ejercicios específicos con pesas, se puede aumentar la densidad ósea en las personas
mayores y prevenir la fragilidad de un hueso con síntomas de osteoporosis.
Igual que los músculos se atrofian cuando no se trabajan con ejercicio, los huesos se
deterioran cuando dejan de moverse. Para conseguir unos huesos fuertes, hay que
trabajar la fuerza muscular. El simple hecho de vivir bajo la fuerza de la gravedad,
promueve calcificación. Los astronautas que pasan un tiempo en el espacio, en
condiciones de ingravidez, empiezan a perder densidad ósea. Como no necesitan el
soporte del esqueleto para caminar, el cuerpo se adapta debilitando el hueso.
Igual que el tejido muscular se desarrolla al realizar ejercicios con pesas, los huesos
también se van reconstruyendo y regenerando para soportar más masa muscular, se van
haciendo más fuertes a medida que se entrenan o se debilitan si esto no se hace. Los
ejercicios con pesas o que opongan resistencia al músculo, son los más ventajosos para
prevenir la descalcificación ósea.
Los huesos necesitan un trabajo de cargas breves y frecuentes todos los días, para
mantener su fortaleza. Es importante aumentar la carga paulatinamente para conseguir
beneficios