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Catecismo de la doctrina cristiana

5º grado

Según el texto y el método aprobados por el


papa San Pío X en el 1913.
PREGUNTAS A ESTUDIAR

Para el........................ de ........................................ estudiar la(s) pregunta(s) nº..................

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Notas a los padres


Lección 1 : Creo en Dios

E L profeta Daniel había destruido el ídolo


de Bel, dios de los Babilónicos, y había
matado a la serpiente que ellos adoraban
como una divinidad. Estaban furiosos y obli-
garon al rey de Babilonia a echar a Daniel en
la fosa de los leones. Siete días más tarde, el
rey vino para llorar la muerte de Daniel, y se
quedó muy sorprendido de verlo sentado en
medio de las fieras. “¡Eres grande, Señor Dios
de Daniel!” se exclamó, y lo hizo inmediata-
mente liberar.
Hay un solo Dios, espíritu purísimo,
perfectísimo, infinito, todopoderoso, eterno.
Solo Él pudo hacer el mundo donde vivimos.

Creed en Dios y servidlo fielmente. Es Él quien un


día nos pedirá cuentas de toda nuestra vida.

1. ¿Qué significa Unidad de Dios?


Unidad de Dios significa que hay un solo Dios.

2. ¿Quién es Dios?
Dios es el Ser perfectísimo, Creador y Señor del cielo y de la tierra.

3. ¿Por qué Dios es llamado Creador del cielo y de la tierra?


Dios es llamado Creador del cielo y de la tierra, esto es, del mundo, por-
que lo hizo de la nada; y hacer de la nada, es crear.

4. ¿El mundo es todo obra de Dios?


Sí; el mundo es todo obra de Dios; y en su grandeza, hermosura y or-
den maravilloso, nos muestra el poder, sabiduría y bondad infinitas del
Creador.

-6-
LITURGIA El culto sagrado

T ODOS los hombres se sienten ligados a Dios


por un vínculo que pueden tener solamente con
Él, ya que él sólo es Dios: de ahí viene la necesidad
de la religión, que enseña a rendir a Dios el culto
supremo de adoración.
Adorar significa reconocer las grandezas infinitas
de Dios y nuestra dependencia de Él, agradecerle
los dones recibidos, implorar el perdón de nuestros
pecados y todas las gracias que necesitamos. Estos
actos de culto pueden ser interiores o exteriores,
públicos o privados.

¿Qué es el culto público?


El culto público es el culto que rinde la Iglesia a Dios por sus ministros y que
constituye la santa Liturgia.

VIDA DE JESÚS La Anunciación

D URANTE muchos siglos, los


Hebreos esperaron e invoca-
ron al Mesías. Por fin llegó el tiem-
po determinado por Dios para la
Redención del mundo, y el Reden-
tor vino sobre la tierra. Los Hebreos
pensaban que llegaría con potencia
y gloria, que sería un rey conquista-
dor, un rey fuerte y potente, pero se
equivocaban. Su llegada en medio
de los hombres se hizo en la sen-
cillez, en la santidad, en el misterio.
El ángel Gabriel fué enviado por
Dios a una ciudad de Galilea llama-
da Nazaret, a una virgen prometida
en matrimonio a un varón, de nombre José, y el nombre de la virgen era María. Y
entrado donde ella estaba, le dijo: “Salve, llena de gracia; el Señor es contigo”. Al
oír estas palabras, María se turbó. Mas el ángel le dijo: “No temas, María, porque
has hallado gracia cerca de Dios. He aquí que vas a concebir en tu seno, y darás
a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado el Hijo
del Altísimo” Luego le aseguró, que al pesar de ser madre, sa quedaría virgen.
Entonces María dijo: “He aquí la esclava del Señor: Séame hecho según tu pala-
bra”. Y entonces se cumplió el gran misterio de la Encarnación.

-7-
Lección 2 : La Trinidad

E
N el Evangelio Jesús
habla con un amor infi-
nito de Dios Padre. Nos
dice que es el Creador
y el Padre de todos los
hombres y muy especial-
mente su propio Padre.
Jesús, Hijo de Dios, es
igual en todo al Padre y al
Espíritu Santo. El Apóstol
san Felipe pidió un día a
Jesús: “Señor, muéstranos
al Padre, y esto nos basta”.
Jesús le contestó: “Tanto
tiempo hace que estoy con
vosotros, ¿y tú no me has conocido? Felipe, él que me ha visto a mi, ha visto
a mi Padre... ¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre en Mí? El Padre
y Yo somos uno.” Jesucristo es entonces, el Hijo de Dios por naturaleza, único,
eterno del Padre Celestial. Y nosotros somos todos sus hijos adoptivos: la gracia
santificante nos hace hijos adoptivos de Dios.

Rezad con devoción el Padrenuestro. Esta oración nos recuerda que somos todos hijos del
mismo Padre celestial y por lo tanto todos hermanos.

5. ¿Qué quiere decir Trinidad de Dios?


Trinidad de Dios quiere decir, que en Dios hay tres Personas iguales, realmen-
te distintas, que son : Padre, Hijo y Espíritu Santo.

6. ¿Qué quiere decir tres Personas realmente distintas?


Tres Personas realmente distintas quiere decir, que en Dios una Persona no
es la otra; siendo, sin embargo, todas tres un solo Dios.

7. ¿Cuál es la primera Persona de la Santísima Trinidad?


La primera Persona de la Santísima Trinidad es el Padre.

8. ¿Por qué el Padre es la primera Persona de la Santísima Trinidad?


El Padre es la primera Persona de la Santísima Trinidad, porque no procede
de otra Persona, y de Él proceden las otras dos, a saber: el Hijo y el Espíritu
Santo.

-8-
LITURGIA El culto de la Santísima Trinidad

T ODA la santa Liturgia es un himno a la glo-


ria de la Santísima Trinidad. Los sacramen-
tos y sacramentales están todos administrados
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo; las oraciones se terminan por una ala-
banza a la Trinidad. Pero el homenaje supremo
oferto a la Trinidad es el sacrificio de la santa
Misa, centro de todo el culto cristiano.
¿Con qué oraciones rendimos especialmente ho-
nor a la Santísima Trinidad ?
Rendimos especialmente honor de fe y de
adoración a la Santísima Trinidad por la se-
ñal de la Cruz y el “Gloria al Padre”.

VIDA DE JESÚS El país de Jesús

J ESÚS nació y vivió en Palestina. La


Palestina es una región que se en-
cuentra en Asia, cerca del Mar Mediterrá-
neo, de Arabia y Siria. En el Evangelio se
mencionan tres regiones de este país : la
Galilea en el norte; la Samaria en el cen-
tro; la Judea en el sur.
En la época de Jesús, la Judea era la
región principal del país. La capital era
Jerusalén, donde estaba el magnífico
Templo de los Judíos. En la Samaria vivía
un pueblo medio pagano. La Galilea era
la región más fértil, vivía ahí un pueblo
simple, fuerte y muy religioso. Jesús
pasó 30 años de su vida en Nazaret,
en Galilea. La Palestina se llama Tierra
Santa, porque fue santificada por la
presencia del Salvador. Los cristianos del
mundo entero van allí en peregrinación,
para conocer y venerar los lugares donde
vivió Jesús.

-9-
Lección 3
El Creador del cielo y de la tierra

L
A harmonía de la creación
es maravillosa. Hay seres
menos perfectos y otros más
perfectos. Encima de todos está
Dios, el ser absolutamente per-
fecto. El hombre está en la fron-
tera entre el mundo material y
el mundo espiritual. Es grande
tanto por su cuerpo como por su
alma inmortal. Las personas ver-
daderamente sabias prefieren
sacrificar todo antes que dañar
su alma.
Así hicieron los siete hermanos
Macabeos. Cuando los martirizaban cruelmente, su madre les mostraba el cielo
con una fortaleza admirable: “No soy yo quien les dio la vida, fue el Creador del
Cielo. Él les devolverá la vida porque ahora, por amor a él, no tienen miedo de
perderla”. Al final ella misma murió mártir:
En las tentaciones y las decisiones importantes, pensad en las palabras de Jesús:
“¿Para qué sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?”
9. ¿Creó Dios solamente lo material en el mundo?
No; Dios no creó solamente lo material en el mundo, sino también los espíri-
tus puros; y creó el alma de todos los hombres.

10. ¿Qué son los espíritus puros?


Los espíritus puros son seres inteligentes, sin cuerpo.

11. ¿Qué es el hombre?


El hombre es un ser racional, compuesto de alma y cuerpo.

12. ¿Qué es el alma?


El alma es la parte espiritual del hombre, por la cual vive, entiende, y es
libre, y por tanto capaz de conocer, amar y servir a Dios.

13. ¿El alma del hombre muere con el cuerpo?


No; el alma del hombre no muere con el cuerpo; sino que vive eternamen-
te, por ser espiritual.

14. ¿Qué cuidado debemos tener del alma?


Debemos tener del alma el mayor cuidado; porque en nosotros es la parte
mejor e inmortal, y sólo salvándola seremos felices eternamente.

- 10 -
LITURGIA El culto de los ángeles

E L hombre siempre tuvo un culto especial ha-


cia los ángeles, que tienen como misión ayu-
darlo para servir y alabar al Señor.
La Iglesia honra todos los coros angélicos
juntos y celebra de manera particular la fiesta
de los Ángeles de la Guarda (2 de octubre) y de
tres Arcángeles: san Miguel (29 de septiembre),
san Gabriel (24 de marzo) y san Rafael (24 de
octubre).

¿Tenemos deberes para con los ángeles ?


Para con los ángeles tenemos el deber de veneración, y con el ángel de
la Guarda tenemos, además, el deber de serle agradecidos, y de oír sus
inspiraciones.

VIDA DE JESÚS El nacimiento de Jesús

H ABIENDO salido un edicto de César Augusto para


que se empadronaran todos los súbditos del im-
perio Romano, fueron todos a inscribirse a la ciudad
de origen. Y como María y San José su esposo des-
cendía del rey David, el cual era nativo de Belén, se
fueron allí para inscribirse. Empero, como no hallasen
en dónde alojarse, que por la misma causa habían ido
a Belén, tuvieron que retirarse a un establo. Allí nació
Jesús el Salvador del mundo y María le reclinó en un
pesebre.
En aquella misma noche unos pastores que vigilaban
sus rebaños, vieron una luz extraordinaria y deslumbradora. Era un Ángel del Señor
que les anunciaba el nacimiento del Salvador en Belén; de repente vieron con el
Ángel una multitud de otros Ángeles, que cantaban. Los pastores corrieron apre-
surados a Belén y encontraron a Maria, José y al Niño que estaba reclinado en un
pesebre; y postrándose le adoraron.
Poco tiempo después de nacido Jesús, llegaron tres Magos de Oriente para ado-
rarle, que habiendo tenido aviso del nacimiento del Mesías por la aparición de una
nueva estrella, habían ido a Jerusalén. Llegados a Jerusalén, el rey Herodes los
llamó y con falsas palabras les dijo: “Id y buscad a ese niño; y cuando lo hayáis
encontrado, me lo haréis saber para que yo también vaya a adorarle”.
Partieron ellos entonces de Jerusalén y vieron de vuelta la estrella que iba delante hasta
que se paró en Belén. Entrando en la casa, encontraron al Niño con María su Madre y
postrándose le adoraron: y le ofrecieron por dones oro, incienso y mirra. Habiendo sido
avisados en sueños de no ir a ver a Herodes, se volvieron a su país por otro camino.
- 11 -
Lección 4 : Jesucristo

D
ELANTE del Templo de Jerusa-
lén es- taba un ciego. Jesús tuvo
misericordia de él y lo curó: preparó un
poco de barro con su saliva, se la aplicó
sobre los ojos y lo mandó para que se
lavé en la piscina de Siloé. Fue el ciego
y se encontró totalmente curado. Estaba
feliz por su curación, pero los fariseos lo
molestaban con muchas preguntas: no
creían que fuera ciego de nacimiento, y
como defendía a Jesús, lo echaron de la
Sinagoga. Poco tiempo después, volvió
a encontrar a Jesús que le dijo: “¿Crees
en el Hijo de Dios?
- ¿Quién es? preguntó el hombre.
Es el que te está hablando, le contestó
Jesús.
- ¡Creo Señor! exclamó, emocionado,
y prosternándose lo adoró“.
Jesús es verdaderamente el Hijo
de Dios, la Segunda Persona de la
Santísima Trinidad, que se hizo hombre
para nuestra salvación. Dios Padre mismo lo atestiguó: “¡Éste es mi Hijo amado
en quien me complazco!”
Repetid a menudo en vuestro corazón este acto de fe en la divinidad de Jesucristo:
¡Jesús, Dios mío, te adoro y te amo!

15. ¿Cuál es la segunda Persona de la Santísima Trinidad?


La segunda Persona de la Santísima Trinidad es el Hijo.

16. ¿Por qué el Hijo es la segunda Persona de la Santísima Trinidad?


El Hijo es la segunda Persona de la Santísima Trinidad, porque es engendra-
do del Padre; y a la vez con el Padre, es principio del Espíritu Santo.

17. De las tres Personas de la Santísima Trinidad, ¿se encarnó e hizo hombre
alguna de ellas?
Sí; de las tres Personas de la Santísima Trinidad, se encarnó e hizo hombre
la segunda, que es el Hijo.

18. ¿Cómo se llama el Hijo de Dios hecho hombre?


El Hijo de Dios hecho hombre se llama Jesucristo.

- 12 -
LITURGIA La preparación de Pascua

P ASCUA es la fiesta más solemne del año litúrgico.


Está precedida de alrededor de 70 días de prepara-
ción; está especialmente preparada por la Cuaresma,
que empieza el Miércoles de Cenizas y termina el Sába-
do Santo. La penúltima semana de Cuaresma se llama
semana de Pasión y viene después la Semana Santa.

¿Cuáles misterios nos recuerda la Semana Santa?


La Semana Santa nos recuerda la entrada triunfal
de Jesús en Jerusalén (Domingo de Ramos); la ins-
titución de la Eucaristía y del Sacerdocio (Jueves
Santo); la Crucifixión y la Muerte del Señor (Viernes
Santo) y el Santo Entierro (Sábado Santo).

VIDA DE JESÚS Jesús disputando entre los doctores de la ley

J ESÚS tenía doce años,


cuando San José y Ma-
ría, según la costumbre, lo
llevaron a Jerusalén a las
fiestas de Pascua.
Pasados los días de la so-
lemnidad, se volvieron en
compañía de otros; mas
Jesús se quedó en Jerusa-
lén sin que ellos le echaran
de ver. Empero, advirtiendo
después que faltaba, le fue-
ron a buscar entre los pa-
rientes y conocidos creyendo que estaría con ellos, mas no lo encontraron.
Volvieron entonces con presteza a Jerusalén y habiéndolo buscado con grande
ansia y cuidado, al cabo de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de
los doctores, escuchándoles y preguntándoles, y todos los que le oían quedaban
atónitos por su sabiduría.
Al verle quedaron maravillados, y María se dolió tiernamente con Él de su ausencia
y de haberlos dejado por tres días sumergidos en un mar de inquietudes. Les res-
pondió Jesús: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme en las
cosas que tocan a mi Padre?“
Y volviendo Jesús a Nazaret con sus padres, estaba sujeto a ellos y crecía en sabi-
duría, en edad y en gracia, para con Dios y para con los hombres.

- 13 -
Lección 5 : La Redención

D IOS había prometido a los hombres enviarles


un Salvador. Lo esperaron durante muchos
siglos. Los Profetas mantuvieron en el pueblo
el deseo de su llegada. Isaías predice: Nacerá
de una Virgen, del Oriente vendrán reyes para
adorarle; como cordero que es llevado al mata-
dero, así Él no abrirá la boca. Será traspasado
por nuestros pecados, quebrantado por nuestras
culpas. El castigo, causa de nuestra paz, cayó
sobre Él, y a través de sus llagas hemos sido
curados.
Todas estas profecías se realizaron
plenamente en Jesucristo. Por sus sufrimientos
nos abrió el paraíso: por lo tanto, merece el amor
agradecido de la humanidad entera. La Cruz
es nuestra salvación. Al mirarla cada uno de
nosotros puede decir con San Pablo: “Me amó y
se entregó por mí“.

Leed el Evangelio. Cuando vemos ahí lo que hizo Jesús por nosotros, uno lo quiere más y se
esfuerza por hacer algo para Él.

19. ¿De qué modo el Hijo de Dios se hizo hombre?


El Hijo de Dios se hizo hombre, tomando en las purísimas entrañas de Ma-
ría Virgen, por obra del Espíritu Santo, un cuerpo y un alma como tenemos
nosotros.

20. ¿Jesucristo murió como Dios, o como hombre?


Jesucristo murió como hombre; pues como Dios no podía ni padecer ni morir.

21. ¿Qué hizo Jesucristo después de su resurrección?


Jesucristo, después de su resurrección, permaneció en la tierra cuarenta
días; y después subió al cielo, donde está sentado a la diestra de Dios Padre
todopoderoso.

22. ¿Volverá otra vez Jesucristo visiblemente a esta tierra?


Sí; Jesucristo volverá visiblemente a esta tierra al fin del mundo, para juzgar
a los vivos y a los muertos; esto es, a todos los hombres, buenos y malos.

- 14 -
LITURGIA El año litúrgico

E L año litúrgico o eclesiástico es el conjunto de todas las fiestas religiosas del


año. Nos recuerda toda la vida de Jesucristo, desde su nacimiento hasta su
Ascensión al Cielo, y la obra del Espíritu Santo en la Iglesia.
El año litúrgico se divide en tres partes principales: el tiempo de Navidad, el tiem-
po Pascual, y el tiempo después de Pentecostés.

¿Son iguales el año litúrgico y el año civil?


No, el año litúrgico empieza el primer domingo de Adviento y termina el últi-
mo domingo después de Pentecostés.

VIDA DE JESÚS Bautismo de Jesús

C UANDO Jesús hubo


llegado a la edad de
treinta años, dejó Naza-
ret y se fue a las riberas
del Jordán en donde es-
taba San Juan Bautista,
el hijo de Isabel.
San Juan desde niño se
había retirado al desier-
to; llevaba un vestido de
camello, una faja de piel
a la cintura y comía lan-
gostas y miel silvestre.
Anunciaba a las gentes
que muy pronto vendría
otro más grande podero-
so que él, y que era menester prepararse para recibirle haciendo penitencia.
A los que creían en su palabra y hacían penitencia, los bautizaba en las aguas
del Jordán, que es el río principal de la Palestina. Jesús quiso también recibir el
bautismo; mas Juan, a quien Dios había revelado ser aquél el Salvador prome-
tido, se negaba humildemente a bautizarlo, pero como Jesús insistiera, Juan
hubo de consentir y lo bautizó.
Al salir Jesús de las aguas del Jordán, el cielo se abrió de repente, bajó el Es-
píritu Santo sobre él en forma de paloma y se oyó esta voz del cielo: “Este es
mi Hijo amado en que me he complacido, escuchadle”.

- 15 -
Lección 6
El Espíritu Santo

E
S atribuyen
especialmente a
la tercera Persona
de la Santísima
Trinidad las obras
de santificación y de
amor.
“El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, dijo
el ángel Gabriel a la
Virgen María, para
anunciarle el misterio
de la Encarnación“. El día del Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo bajó sobre
Él visiblemente, bajo la forma de paloma, y el día de Pentecostés, bajó sobre los
Apóstoles en forma de lenguas de fuego.
Después de la última Cena, Jesús habló del Espíritu Santo a los Apóstoles,
diciéndoles que iba a venir para sostenerlos, a ellos y a toda la Iglesia hasta el
fin de los siglos: “Si me amáis, conservaréis mis mandamientos. Y Yo rogaré al
Padre, y Él os dará otro Intercesor, que quede siempre con vosotros, el Espíritu de
verdad, que el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; mas vosotros
lo conocéis, porque Él mora en vosotros y estará con vosotros“.

El Espíritu Santo vive en el alma en estado de gracia,


no cerremos nuestros corazones a sus inspiraciones, El quiere santificarnos.

23. ¿Cuál es la tercera Persona de la Santísima Trinidad?


La tercera Persona de la Santísima Trinidad es el Espíritu Santo.

24. ¿Por qué el Espíritu Santo es la tercera Persona de la Santísima Trinidad?


El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Santísima Trinidad porque
procede del Padre y del Hijo.

25. ¿Cada una de las Personas de la Santísima Trinidad es Dios?


Sí, cada una de las Personas de la Santísima Trinidad es Dios.

26. Los seis pecados contra el Espíritu Santo


1. Desesperación de la misericordia de Dios. 2. Presunción de salvarse sin
ningún mérito. 3. Impugnación de la verdad conocida. 4. Envidia de los bie-
nes espirituales que nuestro prójimo ha recibido de Dios. 5. Obstinación en
el pecado. 6. Propósito de morir sin penitencia.

- 16 -
LITURGIA El tiempo pascual

E L tiempo pascual se extiende desde el domingo de


Pascua hasta la fiesta de la Santísima Trinidad. Es
un período de alegría grande por el triunfo de Jesús de su
gloriosa Resurrección ganado sobre el pecado y la muer-
te. Se repite muchas veces durante este tiempo el grito
de victoria : ¡Alleluia!, que significa : Alabado sea Dios.
Las principales fiestas del tiempo pascual son : Pas-
cua, la Ascensión, Pentecostés.

¿Qué significa el cirio pascual?


El cirio pascual significa que Jesús es la Luz del
mundo. Se prende durante las misas, desde el Sába-
do Santo hasta la fiesta de la Ascensión.

VIDA DE JESÚS Jesús en el desierto

J ESÚS fue al desierto para


que fuera tentado por el de-
monio y venciera las tentacio-
nes con la oración y con el ayu-
no para darnos ejemplo.
Jesús ayunó cuarenta días y
cuarenta noches. Finalmente
tuvo hambre. Entonces se le
presentó el demonio y le dijo: “Si
Tú eres el hijo de Dios, di que
estas piedras se hagan panes”.
Y Jesús respondió: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, mas de toda palabra
que sale de la boca de Dios”.
Satanás entonces le llevó a Jerusalén, le puso sobre la cima del templo y le dijo: “Si tú
eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo y los Ángeles, como está escrito, te llevarán
en sus brazos. Jesús contestó: Está también escrito: No tentarás al Señor tu Dios”.
De nuevo le llevó el demonio sobre un monte altísimo y le mostró todos los reinos
de la tierra y su magnificencia, diciendo: “Cuanto tú ves es mío: todo esto te daré si
postrado me adoras. Por lo que contestó con enojo Jesús: Véte, Satanás; porque está
escrito: Adorarás al Señor, tu Dios y a Él solo servirás”.
Al punto el demonio dejó a Jesús y los Ángeles se acercaron a Él y le sirvieron. En-
tonces comenzó el Salvador a predicar el Evangelio.

- 17 -
Lección 7
La Iglesia católica

U N día Jesús preguntó a los


Apóstoles: “¿Qué dice de mí la
gente? ¿Quién dicen que soy yo?”
Le respondió Pedro en el nombre
de todos: “Tú eres el Cristo, el Hijo
del Dios vivo”. Entonces Jesús le
dijo: “Bienaventurado eres, Simón,
porque ni la carne y ni la sangre te
lo reveló, sino mi Padre celestial. Y
Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre
esta piedra edificaré mi Iglesia, y las
puertas del abismo no prevalecerán
contra ella. A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que atares sobre la
tierra, estará atado en los cielos, lo que desatares sobre la tierra, estará desatado
en los cielos”.
Por estas palabras Jesús estableció a san Pedro como jefe y fundamento de su
Iglesia. Por la voluntad de Dios, san Pedro fijó su morada en Roma, y fue el primer
obispo de aquella ciudad. Cada uno de sus sucesores en la sede de Roma, es
vicario de Cristo y jefe de la Iglesia como él.

El joven católico se destaca por su amor a la Iglesia y al Papa. Sabed defender


valientemente el Papa y la Iglesia de sus enemigos.

27. ¿Qué es la Iglesia?


La Iglesia es la sociedad de los verdaderos cristianos; es decir, de los bau-
tizados que profesan la fe y doctrina de Jesucristo, participan de sus sacra-
mentos, y obedecen a los pastores por Él establecidos.

28. ¿Para qué instituyó Jesucristo la Iglesia?


Jesucristo instituyó la Iglesia para que los hombres hallasen en ella la guía
segura, y los medios de santidad y de salud eterna.

29. ¿Cuáles son los medios de santidad y de salud eterna, que se hallan en la
Iglesia?
Los medios de santidad y de salud eterna, que se hallan en la Iglesia, son:
la verdadera fe, el sacrificio y los sacramentos; además los mutuos auxi-
lios espirituales, como la oración, el consejo y el ejemplo.

30. ¿Cuál es la Iglesia de Jesucristo?


La Iglesia de Jesucristo es la Iglesia Católica Romana; porque ella sola es
una, santa, católica y apostólica como Él quiso que fuese.

- 18 -
LITURGIA Pentecostés y el tiempo después de Pentecostés

L A fiesta de Pentecostés recuerda la venida


solemne del Espíritu Santo sobre los Após-
toles, cincuenta días después de Pascua. La
Iglesia empezó su obra de conquista del mundo
a partir de esta fecha. Es una fiesta precedida
de una vigilia y seguida de una octava. El tiempo
después de Pentecostés tiene alrededor de ven-
ticinco semanas, es el tiempo más largo del año
litúrgico.

¿Qué nos recuerda el tiempo después de


Pentecostés?
El tiempo después de Pentecostés nos recuerda la obra del Espíritu Santo en
la Iglesia, y nos propone muchos santos, frutos de esta obra. Los ornamentos
son verdes, color de la esperanza.

VIDA DE JESÚS Muerte de San Juan Bautista

R EINABA a la sazón en Galilea el rey Hero-


des, hijo de aquel mismo que muchos años
antes había intentado matar al Niño Jesús. Este
rey habiendo arrebatado a su propio hermano a
Herodías, su mujer, y se había desposado con
ella con grande escándalo de todo el pueblo.
Juan Bautista se presentó valerosamente al
rey, le reprendió severamente por su error. Por
lo que Herodías llena de furor contra el Santo
le puso asechanzas para hacerle morir.
Festejando el día del nacimiento del rey, la hija
de Herodías entró en la sala del convite y ha-
biendo danzado con aplauso de todos y dado
con ello gusto a Herodes, este en su loca alegría prometió darle todo cuanto pidiera.
La niña salió para saber de su madre lo que había d pedir, y le dijo ésta: “Pide la cabe-
za de Juan Bautista”. – Ella volvió luego a la sala y le dijo al rey: “Quiero que me
des al punto en un plato la cabeza de Juan Bautista.”
Herodes que quería mucho a San Juan se entristeció pero no quiso retirar su pa-
labra y envió al verdugo a cortar la cabeza de Juan Bautista.
El verdugo después de degollar al santo, tajo en un plato la cabeza, la dio a la
joven y ésta a su madre.

- 19 -
Lección 8
El Papa

E L divino Maestro dijo varias veces que sus ove-


jas son distintas de las demás porque “escu-
chan su voz y lo siguen.”
Antes de subir al cielo, confió su rebaño a los
Apóstoles, y a través de ellos a la Iglesia: “Apacienta
mis corderos, apacienta mis ovejas”, dijo a san
Pedro; y a todos los Apóstoles: “Id, pues, y haced
discípulos a todos los pueblos; enseñándoles a
conservar todo cuanto os he mandado.”
La voz de la Iglesia es entonces la voz de Dios
mismo. La Iglesia es Maestra y Guía infalible porque
el Espíritu Santo la asiste permanentemente, según
la promesa de Jesucristo.
En Roma, en la Basílica San Pedro, se conserva
la Sede de San Pedro, símbolo del magisterio
infalible e universal del Sumo Pontífice, sucesor de
san Pedro.

Escuchad la voz de los sacerdotes, os hablan en el nombre de la Iglesia,


en el nombre de Jesucristo

31. ¿Quiénes son los legítimos pastores de la Iglesia?


Los legítimos pastores de la Iglesia son el Papa, o Sumo Pontífice, y los obis-
pos unidos a él.

32. ¿Quién es el Papa?


El Papa es el sucesor de san Pedro; por esto es cabeza visible de toda la
Iglesia, y Vicario de Jesucristo, que es cabeza invisible.

33. ¿Qué constituyen el Papa y los obispos unidos a él?


El Papa y los Obispos unidos a él constituyen la Iglesia docente, llamada
así porque tiene, de parte de Jesucristo, la misión de enseñar las verdades
y leyes divinas a todos los hombres.

34. ¿Puede errar la Iglesia docente al enseñar las verdades reveladas por Dios?
No; la Iglesia docente no puede errar al enseñarnos las verdades reveladas
por Dios; y es infalible, porque, como prometió Jesucristo, el Espíritu de
verdad la asiste continuamente.

- 20 -
LITURGIA Liturgia y vida cristiana

L A Iglesia invita a los fieles a participar


a la liturgia todos los domingos y días
de precepto, porque estas fiestas tienden
a instruir a los fieles y aplicarles los frutos
de la Redención. Así es como la Iglesia fo-
menta la vida cristiana y forma los Santos.

¿Qué pueden hacer los fieles para entender


mejor el espíritu de la liturgia?
Para entender mejor el espíritu de
la liturgia, los fieles pueden usar un
misal, leer el Evangelio y la vida de los
santos.

VIDA DE JESÚS Parábola del sembrador

E L Sembrador salió a sembrar su campo. Al esparcir


la semilla, una parte de elle cayó junto al camino,
la cual fue hollada por los caminantes y comida por las
aves del cielo.

Otra cayó sobre un terreno pedregoso cubierto de una


ligera capa de tierra; ésta germinó luego, mas como no
tenía raíces, se secó con los primeros ardores del sol.

Una tercera cayó entre espinas, las cuales crecieron


con ella y la ahogaron.

La cuarta, en fin, cayó en buen terre-


no, fructificando tan copiosamente,
que los granos produjeron treinta,
cincuenta y aun ciento por uno. Que
entienda el que tiene oídos para oír.

- 21 -
Lección 9
La comunión de los santos

E N la Sagrada Escritura, la pala-


bra santos designa a todos los
bautizados, porque se santifican por
los sacramentos y están llamados a
la santidad. En la expresión “Comu-
nión de los santos” la palabra Comu-
nión significa “común unión” e indica
la “comunicación” de los bienes espi-
rituales que reina entre los discípulos
de Jesucristo que están en la tierra,
en el purgatorio y en el cielo.
San Pablo explicaba a los primeros
cristianos que formamos como
una sola familia y un solo cuerpo
cuya cabeza es Jesucristo y cuyos
miembros somos nosotros, los
bautizados.

El bien o el mal que obramos tiene efec-


tos sobre los demás miembros de la Iglesia.

35. ¿Qué significa comunión de los santos?


Comunión de los santos significa que todos los fieles, formando un mismo
cuerpo en Jesucristo, sacan el fruto de todo el bien que hay y que se hace
en este cuerpo, es decir la Iglesia universal.

36. ¿Pertenecen a la comunión de los santos los bienaventurados del cielo y las
almas del Purgatorio?
Sí; los bienaventurados del cielo y las almas del purgatorio pertenecen tam-
bién a la comunión de los santos; pues estando unidos entre sí y con noso-
tros por la caridad, reciben los unos nuestras oraciones, y las otras nues-
tros sufragios, y todos nos lo recompensan por medio de su intercesión
ante Dios.

37. ¿Quién está fuera de la comunión de los santos?


Está fuera de la comunión de los santos el que está fuera de la Iglesia, a
saber: los condenados, los infieles, judíos, herejes, apóstatas, cismáticos y
excomulgados

- 22 -
LITURGIA Fiesta de todos los santos y día de los difuntos

E L 1º de noviembre se celebra la fiesta de


todos los santos, no solamente de los que
fueron canonizados por la Iglesia, sino también de
los que han vivido santamente y que ahora gozan
en el cielo de la visión de Dios. El 2 de noviembre
se hace la conmemoración de todos los fieles
difuntos. Este día los sacerdotes pueden rezar 3
misas para los fieles difuntos.

¿Cuál es el mejor medio para honrar a los Santos


e interceder por las almas del Purgatorio?
El mejor medio para honrar a los Santos e
interceder por las almas del Purgatorio es la
celebración de la santa Misa.

VIDA DE JESÚS El Buen Samaritano

B
AJABA un hombre de Je-
rusalén a Jericó, y cayó
en mano de ladrones, que lo
despojaron de todo, lo cubrie-
ron de heridas, y se fueron
dejándolo medio muerto.
Casualmente bajaba por el
mismo camino un sacerdo-
te; y aunque lo vio, pasó de
largo. Igualmente, un levita,
a pesar de que se halló veci-
no al sitio y lo miró, siguió su
viaje.
Pero un viajero, samaritano
de nación, llegóse adonde es-
taba, lo vio y se compadeció
de él; y acercándose, vendó
sus heridas, echando en ellas
aceite y vino; luego, poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo condujo a una
posada y cuidó de él.
Al día siguiente, sacando dos denarios, los dio al posadero, y le dijo: “Cuídame
este hombre, y todo lo que gastares de más, yo te lo abonaré a mi vuelta.”.

- 23 -
Lección 10
El perdón de los pecados

E L Evangelio cuenta que Jesús perdonó los pecados varias veces: a santa
María Magdalena, a Zaqueo, al paralítico, al Buen Ladrón y a muchos otros
más. Después dio a los Apóstoles y a sus sucesores el poder de borrar los peca-
dos: “Recibid el Espíritu Santo: a quienes perdonareis los pecados, les quedan
perdonados; y a quienes se los retuviereis, les quedan retenidos.”
La Iglesia ejerce este gran poder especialmente en los sacramentos del Bautismo
y de la Penitencia. El sacerdote siempre puede perdonar los pecados si el alma está
sinceramente arrepentida. Un día san Pedro preguntó a Jesús: “Señor, si peca mi
hermano, ¿hasta cuántas veces tengo que perdonarle? ¿Siete veces?” Jesús le
contestó: “No te digo siete veces, sino setenta veces siete”, es decir siempre.
¿Queréis ser perdonados? ¡Perdonad! Jesús nos perdonará según lo que hayamos perdonado
a nuestro prójimo..
38. ¿Qué significa perdón de los pecados?
Perdón de los pecados significa que Jesucristo dio a los Apóstoles y a sus
sucesores el poder de perdonar en la Iglesia todo pecado.

39. ¿Cuál es el pecado original?


El pecado original es el pecado que el género humano cometió en Adán, su
cabeza; y que de Adán contraen todos los hombres, por natural descendencia.

40. ¿Cuál es el pecado actual?


El pecado actual es el cometido voluntariamente por quien tiene uso de razón.

41. ¿Cuál es el pecado mortal? 1

Pecado mortal es una desobediencia a la ley de Dios en materia grave, he-


cha con plena advertencia y consentimiento deliberado.
2 3
42. ¿Cuál es el pecado venial?
Pecado venial es una desobediencia a la ley de Dios en materia leve; o tam-
bién en cosa de suyo grave, pero sin plena advertencia y consentimiento.

- 24 -
LITURGIA Los días de ayuno y abstinencia

L A mortificación de la gula est un medio muy efi-


caz para expiar sus propios pecados y dominar
sus malas inclinaciones. Por eso la Iglesia pide
la abstinencia de carne, es decir no comer carne
cada viernes del año.
La obligación del ayuno era antes mucho más lar-
ga y estricta. Hoy en día se limita a los dos días
siguientes : Miércoles de Cenizas y Viernes Santo.
¿Quién está obligado al ayuno y a la abstinencia?
Ayuno: Todos los fieles, desde la edad de 18
años hasta los 60 están obligados al ayuno, sal-
vo si están dispensados por enfermedad o una
razón suficiente.
Abstinencia: todos los fieles están obligados,
sin límite de edad.
VIDA DE JESÚS El rico epulón y Lázaro

H ABÍA un hombre rico que se


vestía de púrpura y de lino fi-
nísimo, y daba todos los días es-
pléndidos banquetes, y había un
mendigo de nombre Lázaro, el cual
lleno de llagas yacía a su puerta
deseoso de hartarse con las miga-
jas que caían de la mesa del rico;
mas ninguno se las daba. Sucedió,
pues, que el mendigo murió y fue
llevado por los Ángeles al seno de
Abraham. Y murió también el rico y fue sepultado en el infierno.
Estando éste en los tormentos y alzando los ojos, vio desde lejos a Abraham y Lázaro
en su seno: por lo que exclamando dijo: “Padre Abraham, ten misericordia de mí. Envía
a Lázaro que bañe la punta de sus dedos en el agua para refrescar mi lengua, porque
estoy atormentado en esta llama.” Abraham le contestó: “Acuérdate que tú recibiste
bienes en tu vida y Lázaro solamente males; pues ahora él es aquí consolado y tú
atormentado, fuera de que hay un grande abismo que nos separa, y no podemos los
unos acercarnos a los otros.” El rico le dijo entonces: “Te suplico, pues, o padre, que
envíes a avisar a mis hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento.”
Le respondió Abraham: “Ellos tienen a Moisés y a los profetas que pueden oír.” Pero él
replicó: “No, Padre Abraham, porque si alguno de los muertos fuere a ellos harán pe-
nitencia.” Mas el santo patriarca le contestó: “Si no escucha a Moisés y a los profetas,
tampoco creerán aunque resucitare uno de la muerte.”

- 25 -
Lección 11
La resurrección de la carne

E
L rofeta Ezequiel tuvo un día una
visión grandiosa de la resurrec-
ción final: el Espíritu del Señor lo llevó
aun campo muy grande sembrado de
huesos y le dijo: “Profetiza sobre estos
huesos secos, ¡escuchad la palabra
del Señor! Abriré vuestras tumbas, os
sacaré de vuestros sepulcros; ¡insu-
flaré en vosotros el espíritu y viviréis!”
Después de aquella orden, el profeta
vio todos los huesos animarse, recons-
tituirse por prodigio, cubrirse de carne,
ponerse de pie y formar un innume-
rable ejército de hombres.
Este milagro portentoso fue
confirmado por la palabra infalible de
Jesús: “Vendrá una hora en que todos
los que están en los sepulcros escucharán la voz de Dios. Y saldrán: los que
hayan hecho el bien para una resurrección de vida, los que hayan hecho el mal
para une resurrección de condenación!”.

Respetad vuestro cuerpo y conservadlo puro: es el templo del Espíritu Santo y un día resucitará
glorioso para la vida eterna.

43. ¿Qué nos aguarda al fin de esta vida?


Al fin de esta vida nos aguardan los dolores, la corrupción de la muerte y el
juicio particular.

44. ¿Qué nos aguarda al fin del mundo?


Al fin del mundo nos aguarda la resurrección de la carne y el juicio universal.

45. ¿Hay dos juicios?


Sí, hay dos juicios: uno particular de cada alma, en seguida de la muerte; y
otro universal de todos los hombres, al fin del mundo.

46. ¿Qué significa Resurreccción de la carne?


Resurrección de la carne significa que nuestro cuerpo, por virtud de Dios,
se recompondrá y se unirá otra vez con el alma, para participar en la vida
perdurable del premio o del castigo por ella merecido.

- 26 -
LITURGIA Las ceremonias funebres

L A Iglesia considera los cuerpos


de sus fieles como cosa sagra-
da. Para los funerales, el sacerdo-
te se acerca al cuerpo del difunto
con capa negra, lo bendice en la
entrada de la iglesia y guía el cor-
tejo rezando. Después, se reza la
misa de Requiem en la iglesia. Al
final, se rocia el cuerpo con agua
bendita, se inciensa, y se lleva al
cementerio.

VIDA DE JESÚS El hijo pródigo

U N hombre tenía dos hijos, y


dijo el más joven de ellos al
padre: “Padre, dame la parte de
hacienda que me corresponde”.
Les dividió la hacienda y, pasa-
dos pocos días, el más joven,
reuniéndolo todo, partió a una
lejana tierra, y allí disipó toda su
hacienda viviendo disolutamen-
te. Después de haberlo gastado
todo, sobrevino una fuerte hambre en aquella tierra, y comenzó a sentir necesidad.
Fue y se puso a servir a un ciudadano de aquella tierra, que le mandó a sus campos
a apacentar puercos. Deseaba llenar su estómago de las algarrobas que comían los
puercos, y no le era dado. Volviendo en sí, dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tie-
nen pan en abundancia y yo aquí me muero de hambre! Me levantaré e iré a mi padre
y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado
hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros.”
Y, levantándose, se vino a su padre. Cuando aún estaba lejos, viole el padre, y, com-
padecido, corrió a él y se arrojó a su cuello y le cubrió de besos. Díjole el hijo: “Padre,
he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo”. Pero el
padre dijo a sus criados: “Pronto, traed la túnica más rica y vestídsela, poned un anillo
en su mano y unas sandalias en sus pies, y traed un becerro bien cebado y matadle,
y comamos y alegrémonos, porque este mi hijo, que había muerto, ha vuelto a la vida;
se había perdido, y ha sido hallado”. Y se pusieron a celebrar la fiesta.

- 27 -
Lección 12
La vida eterna

J
ESÚS explicó que el reino de
los cielos es semejante a un
tesoro escondido en un campo,
que un obrero encuentra por
casualidad. Feliz, junta todo lo
que tiene, lo vende y con esta
plata compra el campo. El teso-
ro que estaba escondido aquí
le pertenece para siempre.
Nosotros también hemos
descubierto un gran tesoro:
el paraíso. ¡Lo debemos
conquistar a toda costa!
Pero Jesús nos advirtió que
el camino estaba estrecho y
peligroso, mientras el del infierno es amplio y fácil: “Entrad por la puerta estrecha,
porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición y muchos
son los que entran por él. Porque angosta es la puerta y estrecho el camino que
lleva a la vida, y pocos son los que lo encuentran”.

Mirad a menudo hacia el Cielo: ¡allí está nuestra patria!

47. ¿Para qué fin nos ha creado Dios?


Dios nos ha creado para conocerle, amarle y servirle en esta vida, y para
gozarle después en la otra, en el cielo .

48. ¿Qué cosa es el cielo?


El cielo es el goce eterno de Dios, que es nuestra felicidad; y en Dios, el
goce de todo otro bien, sin mal alguno.

49. ¿Qué cosa es el infierno?


El infierno es el sufrimiento eterno de la privación de Dios, bienaventuranza
nuestra; y el tormento del fuego, con todo otro mal, sin bien alguno.

50. ¿Qué significa Vida perdurable?


Vida perdurable significa, que así el premio como el castigo durarán eter-
namente; y que la vista de Dios será la verdadera vida y felicidad del alma,
mientras la privación de Él será la mayor infelicidad, y como una muerte
eterna.

- 28 -
LITURGIA Las Témporas

C UANDO empieza cada estación,


la Iglesia dedica 3 días (miércoles,
viernes y sábado) a la penitencia y la
oración. Estos días llamados de “Tém-
poras”. Tienen como fin: 1º Santificar las
cuatro estaciones; 2º Agradecer a Dios
por lso frutos de la tierra; 3º y sobre todo
pedir a Dios santos ministros: las orde-
naciones sacerdotales suelen tener lu-
gar el sábado de Témporas.

¿Están también para los fieles las Témporas?


Sí; la iglesia ya no obliga a los fieles hacer ayuno y abstinencia, sin embargo,
aconseja fuertemente reemplazarlos por oraciones y mortificaciones.

VIDA DE JESÚS El fariseo y el publicano

D
IJO Jesús esta parábola, a algunos
que presumían de justos y despre-
ciaban a los demás :
Dos hombres subieron al templo a orar :
el uno, un orgulloso fariseo, y el otro, un
despreciado publicano.
El fariseo, erguido, oraba en su corazón
de esta manera : «Oh Dios, te doy gra-
cias de que ne soy como los demás hom-
bres, que son ladrones, injustos, adúl-
teros, ni tampoco como este publicano.
Ayuno dos veces a la semana, y pago los
diezmos de todo cuanto poseo.»
El publicano. quedándode a la distancia,
no osaba levantar los ojos al cielo, sino
que se golpeaba el pecho, diciendo:
«Dios mío, ten misericordia de mí, que
soy pecador.»
Yo os aseguro que éste bajó a su casa justificado, mas no el otro; porque, a
los ojos de Dios, el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será
ensalzado.

- 29 -
Lección 13
Los mandamientos

L OS hebreos aceptaron con


entusiasmo las Tablas de
la Ley que Dios había entre-
gado a Moisés, y prometieron:
“Haremos todo lo que dice el
Señor y seremos obedientes.”
Y les dijo el Señor: “Si obser-
váis mis mandamientos y los
ponéis en práctica, os bende-
ciré y viviréis en la abundan-
cia. Pero si no escucháis mi
voz y despreciáis mis leyes,
os abandonaré y seréis ven-
cidos por vuestros enemigos.”
Pasa lo mismo para cada una de nuestras almas: la verdadera felicidad está en
la fiel observancia de los mandamientos.
Al venir sobre la tierra, Jesús nos obtuvo la gracia de observar los mandamientos
de Dios con una perfección y un amor más grande.

Los mandamientos de Dios están también grabados en vuestra conciencia.


Escuchad atentamente la voz de vuestra conciencia.

51. ¿Qué son los Mandamientos de la ley de Dios?


Los Mandamientos de la ley de Dios, o el Decálogo, son las leyes morales que
Dios, en el Antiguo Testamento, dio a Moisés en el monte Sinaí, y Jesucristo
perfeccionó en el Nuevo Testamento.

52. ¿Se pueden observar todos los Mandamientos de la ley de Dios?


Los Mandamientos de la ley de Dios se pueden observar todos y siempre,
aun en las más violentas tentaciones, con la gracia, que Dios jamás niega a
quien le invoca de corazón.

53. ¿Estamos obligados a guardar los Mandamientos de la ley de Dios?


Sí, estamos obligados a guardar los Mandamientos de la ley de Dios; porque
han sido impuestos por Él, supremo Señor nuestro, y dictados por la natu-
raleza y la sana razón.

54. ¿Peca gravemente el que quebranta los Mandamientos de la ley de Dios?


Sí, el que deliberadamente quebranta un solo mandamiento de la ley de Dios,
en materia grave, peca gravemente contra Dios, y por eso merece el infierno.

- 30 -
LITURGIA Las fiestas de precepto y de devoción

L AS fiestas del año litúrgico son o de precepto,


o de devoción. Los días de precepto tenemos
obligación de asistir a misa y se debe observar
el descanso dominical. El que no observa estos
preceptos en estos días comete un pecado mor-
tal. La Iglesia quiere en estos días que los fieles
rindan honor a Dios en las iglesias, asistiendo a
misa. Las otras fiestas son de devoción.
¿Cuáles son los días de precepto en Argentina?
Los días de precepto en Argentina son :
- la fiesta de la Inmaculada Concepción (8 de
diciembre)
- la fiesta de Navidad (25 de diciembre)
- la fiesta de la Circuncisión (1° de enero)
- la fiesta de la Asunción de la Virgen (15 de agosto)

VIDA DE JESÚS Parábola del buen grano y de la cizaña

EL reino de los cielos es seme-


jante a un hombre que sembró
grano bueno en su campo. Pero,
mientras la gente dormía, vino su
enemigo, sobresembró la cizaña
entre el trigo, y se fue.
Cuando brotó, pues, la hierba y dio
grano, apareció también la cizaña.
Y fueron los siervos al dueño de
casa, y le dijeron : “Señor, ¿no sem-
braste grano bueno en tu campo?
¿Cómo, entonces, tiene cizaña? “
Les respondió : “Algún enemigo ha
hecho esto”. Le preguntaron : “¿Quie-
res que vayamos a arrancarla?””
Mas él respondió : “No; no sea que
al recoger la cizaña, desarraiguéis
también el trigo. Dejadlos crecer jun-
tamente hasta la siega. Y al momento
de la siega, diré a los segadores: Sacad primero la cizaña y atadla en gavillas para
quemarla, y al trigo juntadlo en mi granero.”

- 31 -
Lección 14
El mayor y primer mandamiento

D
IJO Moisés a su
pueblo: “Oye Is-
rael: el Señor nuestro
Dios es el solo Dios.
Lo amarás con todo
tu corazón, con toda
tu alma y con todas
tus fuerzas. Conser-
va este precepto en
tu corazón, enséñalo
atus hijos y medítalo.”
Para contestar a un
doctor de la Ley que le
preguntaba sobre los
mandamientos,
Jesús contestó con las mismas palabras de Moisés y añadió: “El mandamiento
del amor a Dios es el primero y el mayor de los mandamientos; el segundo es
semejante: amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
No hay verdadero amor a Dios sin amor al prójimo. El amor al prójimo se
demuestra en la práctica de las obras de misericordia espiritual y corporal.

No dejéis pasar un día sin hacer por lo menos un acto de caridad.

55. ¿Qué nos impone el Decálogo?


El Decálogo nos impone los más estrechos deberes naturales para con Dios,
nosotros mismos y el prójimo; así como también los otros deberes que de
ellos se derivan, por ejemplo, los del propio estado.

56. ¿A qué se reducen nuestros deberes para con Dios y para con el prójimo?
Nuestros deberes para con Dios y para con el prójimo se reducen a la caridad,
esto es, al mayor y primer Mandamiento del amor a Dios, y al otro semejante
del amor a prójimo.
“De estos dos mandamientos, dijo Jesucristo, depende toda la Ley y los
Profetas”.

57. ¿Por qué el mandamiento del amor a Dios es el mayor mandamiento?


El Mandamiento del amor a Dios es el mayor mandamiento, porque quien
lo observa, amando a Dios con toda el alma, ciertamente observa todos los
otros mandamientos.

- 32 -
LITURGIA Las fiestas de precepto y de devoción

L AS fiestas más solemnes de Nuestro Señor


Jesucristo son :
- Navidad (25 de diciembre)
- la Circuncisión (1° de enero)
- Epifanía (6 de enero)
- Pascua
- Ascensión (40 días después de Pascua)
- Pentecostés (50 días después de Pascua),
- Corpus Christi (Jueves después del primer
domingo después de Pentecostés).

Hay también las fiestas de su bautismo (13 de


enero), de la Transfiguración (6 de agosto),
del Sagrado Corazón (viernes después del 2°
domingo después de Pentecostés), de Cristo
Rey (último domingo de octubre).

VIDA DE JESÚS Las diez vírgenes

E NTONCES el reino de los cielos será


semejante a diez vírgenes que, toman-
do sus lámparas, salieron al encuentro del
esposo. Cinco de ellas eran necias, y cinco
prudentes; las necias, al tomar las lámparas,
no tomaron consigo aceite, mientras que las
prudentes tomaron aceite en las alcuzas jun-
tamente con sus lámparas. Como el esposo
tardaba, se adormilaron y durmieron. A la me-
dianoche se oyó un clamoreo: “Ahí está el es-
poso; salid a su encuentro”. Se despertaron
entonces todas las vírgenes y se pusieron a
preparar sus lámparas. Las necias dijeron a
las prudentes: “Dadnos aceite del vuestro,
porque se nos apagan las lámparas”. Pero
las prudentes respondieron: “No, porque po-
dría ser que no bastase para nosotras y vosotras; id más bien a la tienda y com-
pradlo”; pero, mientras fueron a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban
prontas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta. Llegaron más tarde las
otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “En verdad
os digo que no os conozco. Velad, pues que no sabéis el día ni la hora”.

- 33 -
Lección 15
Los preceptos de la Iglesia

E L Papa y los obispos han recibido de Dios la auto-


ridad para hacer las leyes necesarias al buen go-
bierno de la Iglesia.
Los cinco preceptos de la Iglesia ayudan a practicar
mejor los mandamientos de Dios. El primero indica la
manera de santificar las fiestas; el segundo inculca el
espíritu de mortificación recomendado por Jesús. El
tercero obliga a acercarse a los sacramentos para poder
vivir en gracia. El cuarto nos recuerda que debemos dar
a Dios un poco de nuestros bienes. El quinto prohíbe
el fasto excesivo de las bodas durante el Adviento y la
Cuaresma.
Además de estos preceptos que obligan a todos
los fieles, la Iglesia puede establecer otras leyes
particulares según la necesidad de los tiempos y de los
lugares.
58. ¿Cuáles son los preceptos generales de la Iglesia?
Los preceptos generales de la Iglesia son cinco:
1º Oír misa entera los domingos y fiestas de guardar.
2º No comer carne los viernes y otros días prohibidos,
y ayunar en los días señalados.
3º Confesarse a lo menos una vez al año y comulgar a lo menos en Pascua.
4º Atender a las necesidades de la Iglesia contribuyendo según las leyes y
costumbres.
5º No celebrar las bodas solemnes en los tiempos prohibidos.

59. ¿Qué son los preceptos generales de la Iglesia?


Los preceptos generales de la Iglesia son leyes con las cuales la Iglesia, apli-
cando los Manda­mientos de la ley de Dios, prescribe a los fieles algunos ac-
tos de religión y determinadas absti­nencias.

60. ¿Por qué la Iglesia tiene autoridad de imponer leyes y preceptos?


La Iglesia tiene autoridad de imponer leyes y preceptos, porque la ha recibido
de Jesucristo, Dios y hombre, en persona de los Apóstoles; por lo cual, el que
desobedece a la Iglesia, desobedece al mismo Dios.

61. ¿Quién puede en la Iglesia dar leyes y preceptos?


En la Iglesia pueden dar leyes y preceptos el Papa y los Obispos, como suce-
sores de los Apóstoles, a los cuales dijo Jesucristo: « Quien a vos­otros oye, a
Mí me oye; y quien a vosotros des­precia, a Mí me desprecia. »

- 34 -
LITURGIA Las procesiones

L AS procesiones son cortejos religiosos en los


cuales el clero y los fieles caminan con orden
y devoción, rezando oraciones y cantando him-
nos sagrados. La Iglesia prescribe procesiones
para les fiestas siguientes :
Candelaria, Domingo de Ramos, Corpus Christi.

¿Cuál es la procesión más solemne del año?


La procesión más solemne del año es la de
Corpus Christi, instituida para honrar la Pre-
sencia real de Jesús en la Eucaristía.

VIDA DE JESÚS La parábola de los talentos

U N hombre, que al hacer un viaje a otro país, llamó


a sus siervos, y les encomendó sus haberes. A uno
dio 5 talentos, a otro 2, a otro 1, a cada cual según su
capacidad, luego partió. En seguida, el que había recibi-
do 5 talentos se fue a negociar con ellos, y ganó otros 5.
Igualmente el de los 2, ganó otros 2. Mas el que había
recibido 1, se fue a hacer un hoyo en la tierra, y escon-
dió allí el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo,
volvió el señor de aquellos siervos, y ajustó cuentas con
ellos. Presentándose el que había recibido cinco talen-
tos, trajo otros 5, y dijo: “Señor, 5 talentos me entregaste;
mira, otros 5 gané”. Díjole su señor: “¡Bien! siervo bueno
y fiel; en lo poco has sido fiel, te pondré al frente de lo
mucho; entra en el gozo de tu señor”. A su turno, el de
los 2 talentos, se presentó y dijo: “Señor, 2 talentos me
entregaste; mira, otros 2 gané”. Díjole su señor: “¡Bien! siervo bueno y fiel; en lo poco
has sido fiel, te pondré al frente de lo mucho; entra en el gozo de tu señor”.
Mas llegándose el que había recibido 1 talento, dijo: “Tengo conocido que eres un hom-
bre duro, que quieres cosechar allí donde no sembraste, y recoger allí donde nada
echaste. Por lo cual, en mi temor, me fuí a esconder tu talento en tierra. Helo aquí; tienes
lo que es tuyo.” Mas el Señor le contestó y dijo : “Siervo malo y perezoso, sabías que
yo cosecho allí donde no sembré y recojo allí donde nada eché. Debías, pues, haber
entregado mi dinero a los banqueros, y a mi regreso yo lo habría recobrado con sus
réditos. Quitadle, por tanto, el talento, y dádselo al que tiene los diez talentos. Porque a
todo aquel que tiene, se le dará, y tendrá sobreabundancia; pero al que no tiene, aun lo
que tiene le sera quitado. Y a ese siervo inútil, echadlo a las tinieblas de afuera.”

- 35 -
Lección 16
Las virtudes

D
AVID luchaba contra los
Filisteos. Un día estaba
cansado y tenía mucha sed,
entonces se exclamó: “¡Ojalá
alguien pudiera alguien
darme de esa agua que está
en la cisterna de Belén!” Be-
lén se hallaba del otro lado
del campamento enemigo.
Tres soldados valientes fue-
ron allí y llenaron un reci-
piente con esta agua. David
admiró su coraje, aceptó el
regalo, pero generosamente
lo ofreció a Dios. David era
fuerte, porque solía domi-
narse. Virtud significa fuerza.
Uno se vuelve fuerte, es decir
virtuoso, por la mortificación y
las victorias repetidas sobre
sí mismo. Jesús dijo: “El rei-
no de los elos se gana con fuerza y solamente los fuertes logran conquistarlo.”
La fuerza de la cual habla Jesús es la virtud.

Es por los esfuerzos diarios que uno se acostumbra a los duros sacrificios y se forma una
voluntad fuerte.

62. ¿Qué es virtud?


Virtud es una constante disposición del alma para obrar el bien.

63. ¿Cuáles son las virtudes propias del cristiano?


Las virtudes propias del cristiano son las virtudes sobrenaturales; y espe-
cialmente la fe, la esperanza y la caridad, que se llaman teologales o divinas,
porque tienen a Dios mismo por objeto y por motivo.

64. ¿Cuáles son las principales virtudes mo­rales?


Las principales virtudes morales son:
• la reli­gión, que nos hace dar a Dios el culto debido;
• las cuatro virtudes cardinales: prudencia, jus­ticia, fortaleza y templanza,
que hacen honesta nuestra vida.

- 36 -
LITURGIA Las fiestas de la Virgen María

L A Iglesia festeja con gran solemnidad las fiestas de la Vir-


gen, que son principalmente:
- La Inmaculada Concepción (8 de diciembre)
- La Asunción (15 de agosto)
Las otras fiestas, menos importantes son:
- La Purificación (2 de febrero)
- La Anunciación (25 de marzo)
- María Reina (31 de mayo)
- El Corazón Inmaculado (22 de agosto)
- La Virgen de los Dolores (15 de septiembre)
- Nuestra Señora del Rosario (7 de octubre)

¿Cuál es la mejor manera de celebrar las fiestas de la Virgen?


La mejor manera de festejar las fiestas de la Virgen es recibir los sacramentos,
vivir como verdadero hijo de María y rezar el Rosario.

VIDA DE JESÚS La piscina probática; la viuda de Naím

E N Jerusalén había un estanque llamado la piscina


probática, junto a la cual se levantaban pórticos en
donde iban una multitud de infelices atacados de todo
género de enfermedades.
En cierto tiempo bajaba el ángel del Señor a mover el
agua y entonces, el primero que bajaba a la piscina
quedaba sano de cualquier enfermedad.
Había entre aquellos enfermos un hombre paralítico
desde treinta y ocho años, y Jesús habiéndole visto
le dijo: “¿Quieres ser sano?” – Le respondió: “Señor,
yo no tengo hombre que me eche a la piscina cuando
el agua está agitada, y así otro baja antes que yo.” Le
dijo pues Jesús: “Álzate, toma tu lecho y camina”. Y
en aquel instante el enfermo quedó sano y se puso a
caminar llevando la cama consigo.
Otro día Jesús iba a una ciudad llamada Naím y cuan-
do ya estaba para entrar en ella se encontró con el acompañamiento de un difunto que
llevaban a enterrar. Era este un joven hijo único de una viuda, la cual le seguía llorando
amargamente, y la acompañaban gran número de personas de la ciudad. Habiéndola
visto Jesús, se movió a compasión de su triste suerte y le dijo: “No llores”; y adelan-
tándose tocó el ataúd haciendo parar a los que lo llevaban; y alzando la voz exclamó:
“Joven, ¡levántate!, Yo te lo digo.” A esa voz, el que había muerto se levantó y empezó
a hablar. Jesús le entregó a su madre, dejando pasmados a todos los circunstantes.

- 37 -
Lección 17
Las virtudes teologales

U N hombre suplicaba Jesús para que libre a


su hijo poseído por un demonio. Jesús le
dijo: “Si puedes creer, todo le es posible al que
cree”. El padre del hijo exclamó entonces con
lágrimas: ”Creo Señor, pero ¡ayuda a mi pobre
fe!” Había sentido la necesidad de la ayuda de
Jesús para creer y obtener el milagro.
Las tres virtudes teologales son la fe,
la esperanza y la caridad. No podemos
adquirirlas ni ejercerlas con nuestras propias
fuerzas. El mismo Dios las infunde en nosotros
en el momento del bautismo y Él nos ayuda a
practicarlas con su santa gracia.
De las tres virtudes teologales, la principal es
la caridad, que nos hace amar a Dios con todo
nuestro corazón y a nuestro prójimo como a
nosotros mismos por amor a Dios.

San Juan de Dios encontró en su camino a un hombre


miserable, cubierto de llagas: lo llevó en su casa, lo cuidó
con amor. El pobre le dice: “Juan, soy Jesús. Todo lo que
haces a los pobres a mí me lo haces.” Y desapareció.

65. ¿Qué es fe?


La fe es la virtud sobrenatural con que creemos, por la autoridad de Dios, todo
lo que Él ha revelado, y que nos propone creer por medio de la Iglesia.

66. ¿Qué es esperanza?


Esperanza es la virtud sobrenatural por la cual confiamos en Dios, y de Él
esperamos la vida eterna, y las gracias necesarias para merecerla en este
mundo con las buenas obras.

67. ¿Qué es caridad?


Caridad es la virtud sobrenatural con que amamos a Dios, por sí mismo, so-
bre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos, por amor a Dios.

68. ¿Cómo hemos de hacer los actos de fe, de esperanza y de caridad?


Hemos de hacer los actos de fe, de esperanza y de caridad, con el corazón,
con la boca y con las obras, dando prueba de ello en nuestra conducta.

- 38 -
LITURGIA Fiestas de los santos

S E suele festejar los santos el día de su muer-


te, porque es en este día que han empezado
la verdadera vida.
Hay varias categorias de santos: los Apóstoles,
los Evangelistas, los Papas y Obispos, los Doc-
tores, los Abades, las Vírgenes, y las Santas
Mujeres.
Los Santos Patronos de una nación, de una ciu-
dad o de una parroquia se festejan con solemni-
dad especial.

¿Cuáles son los santos más honrados en la Iglesia?


Los Santos más honrados en la Iglesia son : san José (19 de marzo); san Juan
Bautista (24 de junio); los santos Apóstoles Pedro y Pablo (29 de junio).

VIDA DE JESÚS La pesca milagrosa

S UCEDIÓ que la muchedum-


bre se agolpaba sobre Él
para oír la palabra de Dios, es-
tando Jesús de pie junto al lago
de Genesaret. Y viendo dos
barcas amarradas a la orilla del
lago, cuyos pescadores habían
descendido y lavaban sus redes,
subió en una de aquéllas, la que
era de Simón, y rogó a éste que
la apartara un poco de la tierra. Y
sentado, enseñaba a la muchedumbre desde la barca. Cuando acabó de hablar, dijo
a Simón: “Guía adelante, hacia lo profundo, y echad las redes para pescar”. Respon-
dióle Simón y dijo: “Maestro, toda la noche estuvimos bregando y no pescamos nada,
pero, sobre tu palabra, echaré las redes”. Lo hicieron, y apresaron una gran cantidad
de peces. Pero sus redes se rompían. Entonces hicieron señas a los compañeros, de
la otra barca, para que viniesen a ayudarles. Vinieron, y se llenaron ambas barcas, a
tal punto que se hundían. Visto lo cual, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús, y le
dijo: “¡Apártate de mí, Señor, porque yo soy un pecador!” Es que el estupor se había
apoderado de él y de todos sus compañeros, por la pesca que habían hecho juntos;
y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Pedro. Y Jesús
dijo a Simón: “No temas; desde ahora pescarás hombres”. Llevaron las barcas a tierra
y, dejando todo, se fueron con Él.

- 39 -
Lección 18
Los sacramentos

A
L salir del Cenáculo,
Jesús fue al jardín de
Getsemaní. Mientras cami-
naba, contó esta parábola a
sus Apóstoles, para hacerles
entender lo que es la gracia:
“Yo soy la vid, vosotros los
sarmientos. Así como el sar-
miento no puede por sí mismo
llevar fruto, si no permanece
en la vid, así tampoco voso-
tros, si no permanecéis en Mí.
Quien permanece en Mí, y
Yo en él, lleva mucho fruto, porque separados de Mí no podéis hacer nada. “
Nuestra alma debe estar siempre viva por la gracia. La recibimos por los
sacramentos. Debemos tener el más grande respeto hacia los sacramentos. En
el Antiguo Testamento, Dios condenó a muerte a Oza, por haber tocado el Arca de
la Alianza sin ser sacerdote. De la misma manera, el que recibiere indignamente
un sacramento será castigado.

Tened la voluntad firme de vivir siempre en estado de gracia.

69. ¿Qué son los sacramentos?


Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo
para santificarnos.

70. ¿Qué sacramentos nos dan la primera gracia?


Nos dan la primera gracia el Bautismo y la Penitencia; llamados sacramentos
de muertos, porque dan la vida de la gracia a las almas muertas por el pecado.

71. ¿Qué sacramentos nos aumentan la gracia?


Nos aumentan la gracia: la Confirmación, la Eucaristía, la Extremaunción, el
Orden y el Matrimonio; llamados sacramentos de vivos, porque el que los
recibe debe ya vivir espiritualmente por la gracia de Dios.

72. El que recibe un sacramento de vivos sabiendo que no está en gracia de Dios,
¿comete algún pecado?
Sí, el que recibe un sacramento de vivos sabiendo que no está en gracia de
Dios comete un pecado gravísimo de sacrilegio, porque recibe indignamente
una cosa sagrada.

- 40 -
LITURGIA Sacramentos y sacramentales

D IOS comunica su gracia por los sacramentos


y los sacramentales. Los sacramentos fueron
instituidos por Jesucristo, por eso confieren la gra-
cia de manera infalible, si se reciben con buenas
disposiciones. Al revés los sacramentales, institui-
dos por la Iglesia, no confieren la gracia por ellos
mismos, sino por la fe de la Iglesia y la devoción de
la persona que los recibe.

¿Cuáles son los sacramentales más importantes?


Los sacramentales más importantes son la bendición eucarística, las distintas
funciones litúrgicas, las bendiciones, la lectura de la Santa Biblia, la señal de la
Cruz, el agua bendita, las procesiones, los funerales, etc.

VIDA DE JESÚS La tempestad calmada y la multiplicación de los panes

H ABIENDO subido Jesús a una barca con sus


discípulos para atravesar el pequeño mar de
Genezaret, se durmió durante la travesía. Y he
aquí que mientras Él dormía, se levantó una gran
tempestad en el mar y la olas eran tan grandes y
furiosas que la barca estaba para zozobrar; por
lo que los discípulos, llenos de temor, le desper-
taron diciendo: “¡Sálvanos, Señor, que nos per-
demos!” Jesús se levantó y habiendo mandado a
los vientos y a las olas que se calmasen, cesó el
viento y siguió la bonanza.
Habiéndose ido el Salvador a un desierto, le si-
guió una turba de gente que había acudido a Él
a todas partes. Jesús tuvo compasión de ellos y como fuese ya tarde y no hubiera
de qué sustentarse estando muy lejos para ir a sus casas, quiso socorrerlos con un
milagro. Dijo pues a uno de sus discípulos: “¿Cuántos panes tenéis?
- Viene aquí un niño, contestó el discípulo, con cinco panes y dos peces; mas ¿qué
es esto para tantos?
- Traédmelos”, dijo Jesús, y siéntese todo el pueblo alrededor sobre la hierba.
Tomó entonces el Salvador los cinco panes y los peces y levantando los ojos al cielo,
los bendijo y lo dio a los apóstoles para que los distribuyeran.
Estaban presentes de cuatro a cinco mil hombres sin contar las mujeres y los niños, y
no por eso dejaron de comer todos y sobraron todavía cinco canastos. Maravilladas
las turbas de tan grande prodigio, querían por fuerza hacer rey a Jesús; mas Él des-
apareció de entre ellas y se retiró a un monte cercano.

- 41 -
Lección 19
El carácter

E
L apóstol San Juan fue
desterrado a la isla de
Patmos y tuvo visiones mara-
villosas que cuenta en el libro
del Apocalipsis. Cuenta, entre
otras, que vio a un ángel que
tenía en su mano el sello de
Dios Vivo y gritaba con una
voz fuerte: “No hagan daño
a la tierra ni al mar hasta que
hayamos marcado la frente de
los siervos de nuestro Dios.” Y
vio el número de los que lleva-
ban el signo: una inmensa muchedumbre, de todas las naciones, de todos los
pueblos y de todas las lenguas. Todos estaban parados delante del trono de Dios
y delante del Cordero (es decir delante de Jesús), vestidos de túnicas blancas y
teniendo palmas en sus manos.

El carácter que fue impreso en vosotros por los sacramentos del Bautismo y de la
Confirmación os compromete a llevar una vida profundamente cristiana y apostólica.

73. ¿Cuántas veces se pueden recibir los sacramentos?


Algunos sacramentos se pueden recibir muchas veces; y otros una sola vez.

74. ¿Qué sacramentos se reciben una sola vez?


Se reciben una sola vez el Bautismo, la Confirmación y el Orden.

75. ¿Por qué el Bautismo, la Confirmación y el Orden se reciben una sola vez?
El Bautismo, la Confirmación y el Orden se reciben una sola vez porque im-
primen en el alma un carácter permanente.

76. ¿Qué es el carácter?


El carácter es una señal distintiva, espiritual, que no se borra jamás.

77. ¿Qué carácter imprimen en el alma el Bautismo, la Confirmación y el Orden?


El Bautismo imprime en el alma el carácter de cristiano; la Confirmación, el
de soldado de Jesucristo; y el Orden el de ministro de Jesucristo.

- 42 -
LITURGIA Bendiciones y consagraciones

L AS bendiciones son ceremonias litúrgicas en las que


se pide la ayuda divina sobre las personas y las cosas.
Las bendiciones más solemnes son : la bendición de las
velas, el día de Candelaria; de las cenizas, el miércoles
de Cenizas; de los ramos, el domingo de Ramos; del cirio
pascual durante la Vigilia Pascual.
Las bendiciones hechas con la unción del Santo Crisma
se llaman consagraciones. Se consagran las iglesias, los
cálices, las campanas.
¿Quién puede hacer las consagraciones y bendiciones?
Solamente el obispo puede hacer las
consagraciones. El sacerdote puede hacer la mayor
parte de las bendiciones.

VIDA DE JESÚS Resurrección de Lázaro

V IVÍAN en una pequeña ciudad de


Betania dos hermanas, de nombre
Marta y María, con un hermano llamado
Lázaro. Jesús, que se había hospedado
varias veces en su casa, le tenía a esta
familia un cariño particular. Hallándose Je-
sús un día muy lejos de aquella ciudad, dijo
a sus discípulos: “Vamos a Betania, porque
nuestro amigo Lázaro ha muerto y me alegro
por vosotros de no haber estado allí, para
que creáis.”
Llegado cerca de Betania, le salieron al encuentro la una después de la otra, las dos
hermanas de Lázaro, y con los ojos arrasados en lágrimas, se postraron a sus pies,
diciendo: Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto nuestro hermano.
Al oír Jesús aquellas palabras y viendo el llanto de las hermanas y de los amigos de
Lázaro, se conmovió y preguntó: “¿Dónde lo habéis puesto?” Contestaron ellas: “Se-
ñor, ven y ve...” fue Jesús con ellos al lugar de la sepultura, le mostraron el sepulcro y
a tal vista se le asomaron a Jesús las lágrimas a los ojos; por lo que dijeron los Judíos:
“¡Ved cómo le amaba!” Llegados al sepulcro el Salvador mandó levantar la piedra que
cerraba la entrada. Pero le dijo Marta, hermana del difunto: Señor, ya apesta, porque
es de 4 días. Le respondió Jesús: “¿No te he dicho que si creyeres verás la gloria de
Dios?” Quitaron pues la piedra y Jesús, dijo: “Lázaro, sal afuera.” E inmediatamente
Lázaro, ligados con las vendas los pies y las manos y cubierto el rostro con un sudario,
salió fuera y Jesús dijo: Desatadle y dejadle ir. Y así Lázaro recobró la vida y muchos
de los que habían visto el milagro creyeron en Cristo.

- 43 -
Lección 20
El Bautismo

U
N día, el Ángel del
Señor mandó al diáco-
no Felipe acercarse al carro
en el que viajaba el ministro
de la reina Candace; éste
estaba leyendo el profeta
Isaías. El ministro no logra-
ba entender el sentido de
la Escritura y pidió a Felipe
que subiera con él sobre
el carro. Felipe le habló de
Jesús, explicándole la pro-
fecía que estaba leyendo.
En el camino, encontraron
agua y el viajero dijo: “¿Qué
me impide ser bautizado?”
- “¿Crees con todo tu cora-
zón?” le preguntó el diáco-
no. Y el ministro contestó:
“Creo que Jesucristo es el
Hijo de Dios.” Apenas lo hubo bautizado, elipe desapareció; feliz, el ministro
prosiguió su viaje y se volvió el apóstol de aquella región.
El Bautismo nos hace hijos de Dios y discípulos de Jesucristo: esto nos obliga a
creer todo lo que nos reveló y lo que nos enseña por la Iglesia.

El día de vuestro bautismo, vuestro padrino y vuestra madrina se han comprometido en


vuestro nombre a cumplir graves obligaciones. Observadlas todas hasta la muerte.

78. ¿Qué es Bautismo?


El Bautismo es el sacramento que nos hace cristianos; esto es, seguidores
de Jesucristo, hijos de Dios, y miembros de la Iglesia.

79. ¿A qué se obliga el que recibe el Bautismo?


El que recibe el Bautismo, haciéndose cristiano, se obliga a profesar la fe y
a guardar la ley de Jesucristo; y así renuncia a cuanto a ella se opone.

80. ¿A qué se renuncia al recibir el Bautismo?


Al recibir el Bautismo se renuncia al demonio, a sus obras y a sus seducciones.

- 44 -
LITURGIA El rito del bautismo

E L sacerdote viene en la entrada de la igle-


sia donde están el padrino, la madrina y el
que va a recibir el bautismo. El niño pide por
la voz de sus padrinos a entrar en la Iglesia de
Dios. Por eso, promete creer las verdades de
le fe, renunciar al demonio y observar los man-
damientos de Dios. El sacerdote hace exor-
cismos para echar al demonio. Los padrinos
rezan el Credo y el Padrenuestro. Después de
haber hecho otras ceremonias simbólicas, el sacerdote derrama el
agua bautismal sobre la cabeza del niño diciendo : Yo te bautizo en
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

VIDA DE JESÚS La Transfiguración

U N día Jesús con sólo tres apóstoles,


Pedro Juan y Santiago, se fue a un
alto monte para orar, y mientras oraba,
su rostro se volvió luminoso como el sol
y sus vestidos blandos como la nieve.
Pedro y los otros dos estaban durmien-
do y al despertarse, vieron a Jesús ra-
diante de luz y a dos varones venera-
bles que hablaban con Él. Eran Moisés
y Elías.
Pero viendo que Moisés y Elías estaban
para irse, fuera de sí por la admiración y el
júbilo, dijo Pedro a Jesús: “Señor, es bueno
que nos estemos aquí: si quieres, haremos
tres tabernáculos, uno para Ti, uno para Moisés y otro para Elías”.
Y he aquí que mientras hablaba, una nube resplandeciente los cubrió y salió de ella una
voz que decía: “Este es mi Hijo amado en el cual me he complacido: escuchadle”.
Oído esto, los Apóstoles cayeron al suelo y tuvieron gran temor; mas Jesús se acercó y
los tocó diciéndoles: “alzaos, no temáis”. Y levantando ellos sus ojos y mirando alrede-
dor no vieron a nadie sino solamente a Jesús.
Bajando ellos del monte, les mandó Jesús, diciendo: “No digáis a nadie lo que habéis
visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”.
Y como los discípulos no entendieran bien estas últimas palabras, el Salvador se las fue
explicando repetidas veces, diciéndoles que el Hijo del hombre debía ser entregado en
manos de los pecadores, que éstos le matarían, pero que Él resucitaría al tercer día.

- 45 -
Lección 21
La Confirmación

E
L diácono Felipe había ido a Sama-
ria para predicar el santo Evange-
lio. Los Samaritanos lo acogieron como
enviado por Dios y muchos recibieron
el Bautismo. Pero para la Confirmación,
los Apóstoles les enviaron san Pedro y
san Juan. Reunieron a los bautizados,
les impusieron las manos y recibieron
el Espíritu Santo.
Nosotros también por la Confirmación,
hemos recibido el Espíritu Santo con
la abundancia de sus siete dones. La
gracia propia de la Confirmación es dar
al alma coraje y fortaleza. “Recibiréis
la fortaleza del Espíritu Santo, decía
Jesús a los Apóstoles, y seréis mis
testigos en Jerusalén, en la Judea y
en la Samaria, y hasta las extremidades de la tierra.” Así se explica la fortaleza
cristiana de millones de mártires, aun niños, el ardor apostólico de los ministros
de Dios y los numerosos discípulos de Jesucristo; así se explica el florecimiento
continuo de santos en la Iglesia.
Sed soldados de Cristo Rey, haciéndolo reinar en vuestra familia y entre vuestros amigos.
No dejéis que hablen mal de Dios o de la Iglesia delante de vosotros.
81. ¿Qué es la Confirmación?
La Confirmación es el sacramento que nos hace perfectos cristianos y
soldados de Jesucristo, e imprime en nosotros el carácter de tales.

82. ¿De qué modo la Confirmación nos hace perfectos cristianos y soldados de
Jesucristo?
La Confirmación nos hace perfectos cristianos y soldados de Jesucristo,
dándonos la abundancia del Espíritu Santo, esto es, de su gracia y de sus dones.

83. ¿Cuál es la materia de la Confirmación?


La materia de la Confirmación es el sagrado Crisma, esto es, el óleo mezclado
con bálsamo, consagrado por el obispo el Jueves Santo.

84. ¿Qué significa la unción que se hace en la frente en forma de cruz?


La unción que se hace en la frente, en forma de cruz, significa que el
confirmado, como fuerte soldado de Cristo, debe llevar alta la frente; sin
avergonzarse de la cruz, y sin tener miedo de los enemigos de la fe.

- 46 -
LITURGIA El rito de la Confirmación

L OS que van a recibir la Confirmación están en la iglesia al lado


de su padrino o madrina. Se canta el himno al Espíritu San-
to, el Veni Creator, y después el obispo extien-
de las manos sobre ellos, invocando al Espíritu
Santo. Luego se acercan uno por uno y el obispo
les marca la frente con el Santo Crisma, pronun-
ciando la forma. Después les da una pequeña
bofetada, diciendo: La paz sea contigo. Al final, el
obispo bendice a todos los nuevos confirmados.

¿Cuál es la forma de la Confirmación?


La forma de la Confirmación son las palabras: Te signo con
la señal de la Cruz, y te confirmo con el crisma de la salud, en
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
VIDA DE JESÚS La Samaritana

J ESÚS pasaba un día por


el país de los Samaritanos
en donde estaba el pozo de
Jacob, y hallándose muy can-
sado por el camino, se sentó
junto al pozo, mientras los dis-
cípulos iban a la ciudad a com-
prar de comer.
Estando allí, llegó una mujer
Samaritana para sacar agua,
a la cual dijo Jesús: “Dame de
beber.” Mas respondió la mujer:
“¿Cómo tú, siendo Judío, pides de beber a mí que soy Samaritana?” Y Jesús le dijo:
“Si conocieras el don de Dios y Quién es el que te pide de beber, tu le hubieras pedido
a Él y Él te habría dado agua de vida eterna.”
– “Dame pues, dijo admirada la mujer, dame de esa agua, para que no vuelva jamás
a tener sed.”
Entonces Jesús estuvo hablando con ella largo rato instruyéndola y declarándole los
secretos mismos que tenía guardados en lo más recóndito de su corazón. “Yo soy,
dijo Jesús, Yo soy el Mesías.” Llegaron a la sazón los discípulos y la Samaritana
dejando su cántaro, se fue corriendo a la ciudad diciendo: “Venid a ver a un hombre,
que supo declarar todo lo que he hecho; ¿No será acaso el Mesías?” Por lo que se
llegaron a Él muchos de la ciudad, y le rogaron fuera con ellos a Samaria. Jesús fue y
se quedó dos días enseñando al pueblo, del que gran parte creyó en Él, conociendo
en sus palabras y obras, como era verdaderamente el Cristo, el Salvador del mundo.

- 47 -
Lección 22
La Eucaristía

M IENTRAS estaban en camino hacia la


Tierra Prometida, los hebreos se queja-
ron contra Dios porque no tenían más comida
y lo acusaban de querer matarlos de hambre.
Pero pasó que a la mañana siguiente, encon-
traron en el piso algo extraño que parecía hie-
lo. Asombrados, se preguntaban: “¿Manhu?”,
lo que significa: “¿Qué es?”. En efecto, no
sabían lo que era. Moisés les dijo: “Es el pan
que Dios les mandó para su comida.” Cada
mañana, durante cuarenta años, Dios hizo
milagrosamente llover delcielo el maná, para
alimentar su pueblo.
El maná representa la Santísima Eucaristía,
verdadero pan de vida. “Vuestros padres,
decía Jesús a los judíos, comieron el maná
en el desierto y se murieron. Yo soy el Pan
vivo que bajó del cielo. Él que coma este Pan
vivirá eternamente.”
Tened un actitud muy respetuosa en la iglesia. ¡Estáis en presencia de Jesús!
Decidle todo lo que queréis, con confianza y amor.
85. ¿Qué es la Eucaristía?
La Eucaristía es el sacramento que, bajo de las apariencias del pan y del vino,
contiene realmente el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor
Jesucristo, para alimento de nuestras almas.

86. ¿Cuándo instituyó Jesucristo la Eucaristía?


Jesucristo instituyó la Eucaristía en la última Cena, antes de su Pasión, cuan-
do consagró el pan y el vino, y los dio a los Apóstoles como su propio Cuerpo
y Sangre, mandándoles que en adelante hiciesen otro tanto en memoria de Él.

87. ¿Por qué creemos que Jesucristo está verdaderamente en la Eucaristía?


Creemos que Jesucristo está verdaderamente en la Eucaristía, porque Él mis-
mo llamó su Cuerpo y su Sangre al pan y al vino consagrados, y porque así
nos lo enseña la Iglesia; pero es misterio, y gran misterio.

88. ¿Está solamente el Cuerpo de Jesucristo bajo las apariencias del pan, y sólo
su Sangre bajo las del vino?
No; bajo las apariencias del pan está todo Jesucristo, en Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad; y así también bajo las apariencias del vino.

- 48 -
LITURGIA Las ceremonias eucarísticas

A DEMÁS de la Misa y de la santa comunión, existen mu-


chas otras ceremonias eucarísticas. Son principalemente:

1. Las Cuarenta Horas, tiempo durante el cual Jesús queda


solemnemente expuesto sobre el altar para la adoración de los
fieles.
2. La exposición y bendición del Santísimo Sacramento.
3. Las procesiones. La procesión eucarística más solemne es
la de Corpus Christi.

¿Cuántas especies de bendiciones eucarísticas existen?


Existen dos especies de bendiciones eucarísticas: la pri-
mera es solemne, con la custodia; la otra es simple, con
el copón.

VIDA DE JESÚS La pecadora penitente

V IVÍA en la ciudad de Naím una


mujer de mala conducta, la
cual así que tuvo conocimiento del
Salvador, quedó llena de venera-
ción y amor hacia Él y de dolor y de
amargura por las faltas cometidas.
Como supiese que Jesús estaba
en la mesa en casa del fariseo Si-
món, entró también ella en la sala
del convite, llevando un vaso lleno de un precioso ungüento; y no osando presentár-
seles se fue por detrás y se postró a sus pies. Sin palabras y penetrada del más vivo
dolor, prorrumpió en llanto y con sus lágrimas bañaba los pies de Jesús, los enjugaba
con sus cabellos, los besaba y los ungía con el ungüento. Viendo esto el fariseo que le
había convidado, decía dentro de sí mismo: “Si este fuera profeta, ciertamente sabría
quién y cuál es la mujer que le toca, porque es pecadora.” Mas Jesús, penetrando los
pensamientos del fariseo, le dijo: “Un acreedor tenía dos deudores; uno le debía 500
denarios y el otro 50 ; no teniendo ellos con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de
ellos le amaba más?” Respondió el fariseo: “Pienso que aquél a quien más perdonó.”
“Haz juzgado rectamente”, dijo el Señor, y vuelto a la mujer, prosiguió diciendo: “¿Ves a
esta mujer? Yo he entrado en tu casa, y no me has dado agua para mis pies, y ésta los
ha bañado con sus lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos; tú no me has dado el
beso, y esta desde que vino no ha cesado de besar mis pies; no me has ungido la ca-
beza con óleo y ésta ha ungido mis pies con ungüento. Te digo que le son perdonados
muchos pecados, porque ha amado mucho; a quien menos ama menos se le perdona.”
Dijo después a la mujer: “Te son perdonados tus pecados; véte en paz.”

- 49 -
Lección 23
La comunión

M
IENTRAS estaba Nuestro Señor en
Cafarnaúm, lo vino a ver un centu-
rión y le rogó diciendo: “Señor, mi siervo
está acostado en mi casa, paralítico, y
sufre cruelmente.” Jesús le dijo: “Iré y lo
curaré.” Entonces el centurión añadió:
“Señor, no soy digno de que entres en mi
casa, pero di solamente una palabra y se
curará mi siervo.” El Hijo de Dios admiró
la fe de aquel pagano y exclamó: “En ver-
dad, no hallé tanta fe en Israel.” Y vuelto al
centurión le dijo: “Ve, y que te sea hecho
como creíste.” La Iglesia hace repetir las
palabras del centurión antes de la santa
comunión.
La comunión produce efectos milagrosos en el alma que la reciba con santas
disposiciones, especialmente una fe viva y fervorosa, una gran humildad, un
sincero amor a Dios y al prójimo.

Recibid la santa comunión con la fe y la humildad del centurión. Que todas vuestras comuniones
estén precedidas de una buena preparación y seguidas de una acción de gracia fervorosa.

89. ¿Cuántas cosas son necesarias para hacer una buena comunión?
Para hacer una buena comunión son necesarias tres cosas: 1º, estar en gra-
cia de Dios; 2º saber y pensar a Quién se va a recibir; 3º observar el ayuno
eucarístico.

90. ¿A qué obliga el ayuno eucarístico?


El ayuno eucarístico obliga a abstenerse antes de la comunión de cualquier
cosa tomada por modo de comida o bebida desde tres horas antes. El agua
pura y los remedios no rompen el ayuno.

91. ¿Se permite en algún caso la comunión a quien no está en ayunas?


Sí, se permite la comunión a quien no está en ayunas pero está en peligro de
muerte, y también en enfermedades largas, con las condiciones determina-
das por la Iglesia.

92. ¿Es cosa buena y útil comulgar a menudo?


Sí, es cosa excelente y utilísima comulgar a menudo; más aun, todos los
días, con tal que se haga siempre con las debidas disposiciones.
- 50 -
LITURGIA El rito de la comunión

A NTES de la comunión se reza el Confiteor;


después el sacerdote reza dos oraciones:
el Misereatur y el Indulgentiam para pedir a
Dios el perdón de los pecados de los que van a
comulgar. Luego, toma una hostia y la levanta
diciendo en latín: “He aquí el Cordero de Dios,
el que quita los pecados del mundo, y después
Señor, yo no soy digno de que entres en mi
morada, mas di una sola palabra y quedará
sana mi alma”.

VIDA DE JESÚS Entrada de Jesús en Jerusalén

J ESÚS enseñó públicamente por más de


tres años y fue por la última vez a Jerusalén
antes de la fiesta de Pascua, para cuya solem-
nidad acudían a la misma ciudad los Judíos de
todas partes.
Esta vez Jesús entró en Jerusalén montado
en un borrico, rodeado por una inmensa mul-
titud de gente.
El pueblo arrojaba ramos de olivo y tendía sus
vestidos por el camino en que había de pasar,
y las turbas clamaban diciendo: “Hosanna al
Hijo de David; bendito el que viene en el nom-
bre del Señor”.
Mezclados en aquella multitud iban también
Fariseos, que eran encarnizados enemigos
del Salvador e irrigados por las fiestas y honores que le hacía, se acercaron a Jesús y
le dijeron: “Maestro, impón silencio a estas voces”.
Mas Jesús le respondió: “Yo os digo, que si éstos callaran, gritarían las piedras”. Siguió
su camino entre las aclamaciones y los aplausos de la multitud. Entonces los Fariseos
viendo que el pueblo los dejaba para irse con Jesús, resolvieron hacerle morir.
Determinaron pues apoderarse de Él de noche y secretamente, temiendo no se albo-
rotara el pueblo para defenderle, se valieron al efecto de uno de los doce apóstoles,
que fue Judas Iscariote, quien le prometió ponerlo en sus manos por treinta monedas
de plata.

- 51 -
Lección 24
La santa Misa

L OS hombres siempre sintieron la necesidad


de ofrecer a Dios sacrificios para reconocer
que es el Señor de todas las cosas.
Abel le ofrecía los mejores corderos; Noé
ofreció a Dios un holocausto, luego que hubo
salido del Arca; Abraham estaba dispuesto a
sacrificar a su propio hijo... Los hebreos solían
ofrecer a Dios harina, aceite, vino, incienso o
animales. Pero Dios, por intermedio del profeta
Malaquías, les anunció que no iba a aceptar más los
sacrificios que habían hecho los hombres hasta ahora,
porque se iba a instituir un nuevo sacrificio con una
vícitma perfectamente pura.
Jesús se sacrificó por la salvación de todos los hombres.
Su sacrificio se renueva todos los días por la santa Misa.
Id a oír misa a menudo, y unid al gran Sacrificio de Jesús vuestros
pequeños sacrificios de todos los días: el estudio, el trabajo,
la obediencia... para la salvación del mundo.
93. ¿Quién es el ministro de la Eucaristía?
El ministro de la Eucaristía es el sacerdote; el cual, pronunciando en la Misa las
palabras de Jesucristo, cambia el pan en el Cuerpo y el vino en la Sangre de Cristo.

94. ¿Qué es la santa Misa?


La santa Misa es el sacrificio del Cuerpo y Sangre de Jesucristo que, bajo las
especies del pan y del vino, se ofrece a Dios por el sacerdote, sobre el altar,
en memoria y renovación del sacrificio de la Cruz.

95. ¿El sacrificio de la Misa es el mismo sacrificio de la Cruz?


Sí, el sacrificio de la Misa es el mismo sacrificio de la Cruz; sólo hay diferencia
en el modo de efectuarse.

96. ¿Qué diferencia hay entre el sacrificio de la Cruz y el de la santa Misa?


Entre el sacrificio de la Cruz y el de la Misa hay esta diferencia: que Jesucristo
en la Cruz se sacrificó, dando voluntariamente su propia Sangre, y nos me-
reció todas las gracias; mas en el altar, sin derramar la sangre, se sacrifica y
aniquila místicamente por ministerio del sacerdote, y nos aplica los méritos
del sacrificio de la Cruz.

97. ¿Por qué fines se ofrece a Dios la Misa?


La Misa se ofrece a Dios para rendirle el culto supremo de latría (o adoración);
para darle gracias por sus beneficios; aplacarle y ofrecerle satisfacción por
nuestros pecados; y obtener gracias en provecho de los fieles vivos y difuntos.

- 52 -
LITURGIA Las partes de la misa

L A misa se divide en tres partes principales.


La primera va del principio hasta el Ofertorio, es la
parte de enseñanza.
La secunda va del Ofertorio al Pater Noster, y con-
tiene el Canon.
La tercera del Pater hasta el fin.

¿Cuál la parte más importante de la santa Misa?


La parte más importante de la Santa Misa es la
que va del Ofertorio al Pater Noster, en la que
el sacerdote hace la consagración, es decir
convierte el pan y el vino en Cuerpo y Sangre
de Jesucristo.

VIDA DE JESÚS La última Cena

E L día antes de su muerte, Jesús cenó en Je-


rusalén con sus apóstoles y Judas también
asistió a aquella cena como inocente.
El divino Maestro habló largamente de su muerte
cercana, señalando al traidor que estaba con Él
a la mesa, pero sin nombrarle.
Estando para acabar la cena, tomo pan en sus
manos, y levantados los ojos al cielo, lo bendijo
y lo dio a sus discípulos diciendo: “Tomad y co-
med: este es Mi Cuerpo”.
Así mismo, tomando el cáliz, lo bendijo y se los
dio diciendo: “Bebed todos de Él, porque ésta es
Mi Sangre: esto mismo haréis vosotros en mi me-
moria”.
Así quiso el buen Jesús antes de morir, dejar su
Cuerpo en comida y su Sangre en bebida a sus
Apóstoles, y con ellos a todos los hombres hasta
el fin del mundo.
Después para dar ejemplo de humildad, lavó los pies a cada uno de los Apóstoles.
Vuelto a la mesa se turbó su corazón; declaró otra vez que uno de ellos había de
traicionarle y que dentro de poco tiempo le perderían.
Por lo tanto los Apóstoles estaban afligidos; mas Jesús los consoló diciendo, que
el Eterno Padre les enviaría el Espíritu de verdad para que quedara con ellos para
siempre.

- 53 -
Lección 25
La Penitencia

U
N día, un pobre leproso se acercó
a Jesús, se echó a sus pies y le
suplicó diciendo: “Señor, si lo quieres,
puedes curarme”. Conmovido, Jesús
lo tocó y dijo: “Lo quiero, sé curado.”
En- seguida despareció la lepra y la
piel del leproso se volvió sana.
Pero Jesús cura de una lepra peor
todavía. Cura de la lepra del pecado.
Cada vez que el pecador se pone
de rodillas a los pies del confesor y
que acusa arrepentido sus pecados,
el confesor le perdona y lo deja ir con un alma perfectamente curada, por la
autoridad que ha recibido de Jesucristo. El sacramento de Penitencia produce
aquellos efectos cada vez que se recibe con debidas disposiciones.

Elegid vuestro confesor y abridle sinceramente vuestra conciencia. Os guiará en el camino que lleva al
Cielo llevándoos de la mano.

98. ¿Qué es la Penitencia?


La Penitencia, o confesión, es el sacramento instituido por Jesucristo para
perdonar los pecados cometidos después del Bautismo.

99. ¿Cuántas cosas son necesarias para hacer una buena confesión?
Para hacer una buena confesión son necesarias cinco cosas:
1º Examen de conciencia
2º Dolor de los pecados
3º Propósito de no cometerlos en adelante
4º Confesión
5º Satisfacción o penitencia.

100. ¿Qué pecados estamos obligados a confesar?


Estamos obligados a confesar todos los pecados mortales no confesados
aún, o confesados mal; es bueno, sin embargo, confesar también los veniales.

101. El que sabe no haberse confesado bien, ¿a qué está obligado?


El que sabe no haberse confesado bien, está obligado a rehacer las confe-
siones mal hechas, y acusarse de los sacrilegios cometidos.

- 54 -
LITURGIA El rito de la confesión

E L que debe confesarse se prepara primero


rezando, después haciendo su examen de
conciencia; y después se arrodilla en el con-
fesionario. El sacerdote dice : “Ave María pu-
rísima”, se contesta: “Sin pecado concebida”.
Después se dice: “Bendígame, Padre, porque
he pecado”. El sacerdote da la bendición, y
después se indica cuándo fue la última confe-
sión, y se acusan los pecados. Debemos bien
escuchar los consejos que da el padre, rezar el
Pésame mientras nos da la absolución y rezar
lo más pronto posible la penitencia.

VIDA DE JESÚS Última noche de Jesús

A SÍ que prendieron a Je-


sús los soldados, le con-
dujeron a Jerusalén delante
del Sumo Sacerdote Caifás,
en cuya casa estaban con-
gregados los ancianos y doc-
tores de los Judíos. Querían
éstos por orgullo y por envi-
dia condenar a toda costa al
Salvador.
Fueron llamados falsos tes-
tigos para deponer contra el verdaderamente Hijo de Dios. A lo que Jesús respon-
dió: “Sí, lo soy”.
Al oír estas palabras Caifás se rasgó las vestiduras, diciendo: “¡Qué blasfemia!
¿Qué os parece?” Todos contestaron unánimemente: “Es reo de muerte”. Enton-
ces Jesús fue abandonado al arbitrio de los siervos, los que pasaron el resto de
la noche haciéndole burla y maltratándole; quién le escupía en la cara, quién le
daba bofetones y puñadas y vendándole los ojos le herían cruelmente, diciendo:
“Cristo, profetízanos, adivina quién es el que te ha herido”.
Mientras tanto Pedro estaba calentándose al fuego en el atrio de la casa y como
unos cuantos le reprocharan por secuaz del Nazareno, negó por tres veces, afifi
rmando con juramento que jamás había conocido a Jesús.
En aquel instante cantó el gallo por segunda vez. Pedro se acordó de las palabras
de Jesús, es decir cómo le debía de negar tres veces antes del segundo canto del
gallo y habiéndose salido afuera se echó a llorar amargamente por la falta cometida.

- 55 -
Lección 26
La satisfacción y las indulgencias

J
ESÚS atravesaba la ciudad de Jericó;
y acudía la muchedumbre con entu-
siasmo para verlo. Había un hombre lla-
mado Zaqueo, era pequeño de tamaño.
Corrió adelante y se subió a un árbol.
Llegado aquí, el Maestro levantó los ojos
y dijo: “Zaqueo, bájate rápido porque hoy
tengo que parar en tu casa.” Se escan-
dalizó la muchedumbre porque Zaqueo
era un pecador público; pero acogió
a Jesús con alegría y prometió espon-
táneamente reparar todas las injusticias
que había hecho: “Señor, daré la mitad
de mis bienes a los pobres, y si robé a
alguien, le devolveré cuatro veces más.”
El que se arrepiente sinceramente de sus pecados siente la necesidad de
repararlos y hacer penitencia. Para ayudar a los fieles a expirar la pena debida
por sus pecados, la Iglesia pone a su disposición las santas indulgencias.

La penitencia que os da el confesor no basta para expiar todos vuestros pecados;


es necesario agregar unas penitencias voluntarias. ¿Pensáis en hacer estas penitencias?

102. ¿Qué es satisfacción, o penitencia sacramental?


Satisfacción, o penitencia sacramental, es la buena obra impuesta por el
confesor, para castigo y corrección del pecador, y para expiar la pena tem-
poral merecida por el pecado.

103. ¿Basta la penitencia sacramental para librarnos de toda la pena temporal


merecida por el pecado?
No; la penitencia sacramental no basta, de ordinario, para librarnos de toda
la pena temporal merecida por el pecado; y así conviene suplir con otras
obras de penitencia y de devoción, y con indulgencias.

104. ¿Qué cosa es la indulgencia?


La indulgencia es una remisión de la pena temporal debida por los pecados,
que la Iglesia concede, con ciertas condiciones, a quien está en gracia.

105. ¿De cuántas clases es la indulgencia?


La indulgencia es de dos clases: plenaria y parcial.

- 56 -
LITURGIA Las indulgencias

L A Iglesia otorga muchas indulgencias a sus


fieles, usando el inagotable tesoro de los
méritos infinitos de Jesucristo, de la Virgen
María y de lo santos.
Ciertas indulgencias son plenarias y sacan
toda la pena del pecado. Otras son parciales y
sacan solamente una parte.
Para ganar una indulgencia plenaria, hace falta:
- Estar en estado de gracia
- Cumplir la obra prescrita
- Rezar por las intenciones del Papa
- Confesarse y comulgar
- No tener apego a ningún pecado, ni siquiera venial.
VIDA DE JESÚS Muerte de Jesús

E L Calvario era un monte cercano a Jerusalén en el


que ajusticiaban a los malhechores y Jesús fue lle-
vado allí cargado con una cruz muy pesada. Al llegar,
los Judíos le desnudaron, le crucificaron y levantaron su
cruz en medio de otras dos de las que colgaban dos la-
drones.
A los dolores atroces que Jesús padecía por las heridas
de sus pies y manos y de todo su cuerpo, se añadían
los escarnios e insultos de la multitud; con todo eso le
rogaba a Dios diciendo: “Perdónales, Padre mío, porque
no saben lo que hacen”.
Uno de los ladrones, que estaban crucififi cados con Él le
dijo: “Señor, acuérdate de mí cuando hayas llegado a tu
reino”; a lo que respondió Jesús: “Hoy estarás conmigo
en el paraíso”. Había ido al Calvario también María y con
ella el Apóstol San Juan y unas piadosas mujeres. Jesús
quiso consolar a su Madre dándole por hijo a Juan,
a quien especialmente amaba: y en la persona de S.
Juan fuimos hechos todos hijos de María. Jesús quedó
en la cruz desde el medio día hasta las tres de la tarde.
Entonces lanzó un gran grito y dijo: “¡Padre mío, en tus manos entrego mi alma!”
Después inclinó la cabeza y murió. En el mismo instante se oscureció el sol, se
rasgó el velo del templo, la tierra tembló y se partieron las peñas en los contornos
de Jerusalén. La multitud que estaba sobre el Calvario huyó aterrada golpeándose
el pecho en señal de arrepentimiento y el capitán de las guardias, en presencia de
tantos prodigios, dijo: “Verdaderamente este Hombre era el Hijo de Dios”.

- 57 -
Lección 27
La Extremaunción

J
ESÚS tiene un amor
especial a los que
sufren. A ellos se dirige
cuando dice: “¡Venid a
mí todos los que estáis
cansados y oprimidos,
y os aliviaré!” El Santo
Evangelio no dice cuándo
Jesús instituyó la Extre-
maunción: pero es cierto
que se usa desde los
Apóstoles.
Santiago escribe a
los primeros cristianos: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Haga venir a los
presbíteros de la Iglesia y oren sobre él ungiéndole con óleo en nombre del Señor;
y la oración de fe salvará al enfermo, y lo levantará el Señor; y si hubiere cometido
pecados, le serán perdonados.”
El sacramento de la Extremaunción confiere al alma una gran tranquilidad y una
paz profunda, le infunde la confianza en Dios y favorece su curación si es útil para
su bien.

La mayor caridad que se puede hacer para con un enfermo es llamar el sacerdote para que lo
visite. Recordad este deber en vuestra familia y visitad vosotros mismos a algunos enfermos.

106. ¿Qué es la Extremaunción?


La Extremaunción es el sacramento instituido para alivio espiritual y tam-
bién corporal de los cristianos gravemente enfermos.

107. ¿Cuándo se puede administrar la Extremaunción?


La Extremaunción se puede administrar cuando la enfermedad es peligrosa;
y es bueno darla en seguida después de la Confesión y del Viático, mientras
el enfermo conserva el conocimiento.

108. ¿Qué efectos produce la Extremaunción?


La Extremaunción aumenta la gracia santificante; borra los pecados venia-
les, y aun los mortales que el enfermo, arrepentido, no pueda confesar; da
fuerzas para llevar con paciencia la enfermedad, resistir a las tentaciones y
morir santamente, y ayuda a recobrar la salud si es para bien del alma .

- 58 -
LITURGIA El rito de la Extremaunción

E n la habitación del enfermo se prepara: una mesa


cubierta con un mantel blanco, un poco de algodón
y unos pedazos de limón que servirán al sacerdote para
limpiarse las manos. Cerca del enfermo, el sacerdote
pone un poco del Óleo de los enfermos sobre su pulgar
derecho y hace con este dedo una señal de la cruz sobre
los ojos, las orejas, la nariz, los labios y las manos del
enfermo.

VIDA DE JESÚS Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo

D ESPUÉS de muerto el Salvador, José de


Arimatea y Nicodemus pidieron el cuerpo de
Jesús a Poncio Pilatos, el cual se lo entregó.
Ellos entonces lo descolgaron de la cruz, lo en-
volvieron con lienzos y lo llevaron al sepulcro.
Este sepulcro era una gruta cavada en la peña en
un jardín de José de Arimatea, muy cerca del Cal-
vario, y habiendo colocado en él el santo Cuerpo
y ungido con especies aromáticas, cerraron la
entrada con una gran piedra.
En tanto los enemigos de Jesús pensando en lo
que Él les había dicho acerca de la resurrección
del Hijo de Dios, temieron se llevaran los discípu-
los el cuerpo durante la noche y dijeran después
que Jesús había resucitado.
Pidieron por esto a Pilatos que pusiera guardias
sobre el sepulcro hasta el tercer día. Al punto fue-
ron puestas las guardias y para mayor seguridad sellaron también la piedra de la
entrada.
El día sábado pasó todo en el mayor silencio; mas al día siguiente, muy temprano,
la tierra tembló y los guardias del sepulcro cayeron espantados al suelo, pues un
Ángel del Señor revestido de una luz deslumbradora había bajado del cielo y alzado
la lápida que cerraba el monumento. Los soldados recobrados del miedo, corrieron
apresurados a la ciudad para anunciar a los príncipes de los Judíos cuanto había
sucedido; y éstos consternados con el nuevo prodigio, les dieron gran cantidad de
dinero para que callaran la verdad y dijeran que mientras ellos dormían, habían ve-
nido al sepulcro los discípulos de Jesús y se habían llevado su Cuerpo.

- 59 -
Lección 28
El Orden sagrado

M IENTRAS Jesús caminaba por


la orilla del mar de Galilea, vio
a Simón, llamado Pedro, y Andrés su
hermano, que echaban sus redes en
el mar, porque eran pescadores. Les
dijo: “Seguidme, os haré pescadores
de hombres”. Entonces ellos dejaron
aquí sus redes y lo siguieron.
Después, otros diez siguieron a Jesús
y fueron sus discípulos.
Jesús sigue haciendo la misma
invitación a todos los que llama para
ser sacerdotes. Los sacerdotes son
los ministros de Dios; continúan
para siempre y en todo lugar la obra
misma de Jesús.
Jesús hace sentir su llamada en el corazón de los que llama al sacerdocio. ¿Si os llamara, estaríais
contentos? Rezad cada día para conocer vuestra vocación y tened siempre un gran respeto y estima para
los sacerdotes : hablan en el nombre de Dios.

109. ¿Qué es el Orden?


El Orden es el sacramento que da la potestad de ejercer las acciones
sagradas, referentes a la Eucaristía y a la salud de las almas, e imprime el
carácter de ministros de Dios.

110. ¿Quién es el ministro del Orden?


El ministro del Orden es el Obispo; el cual da el Espíritu Santo y la sagrada
potestad, imponiendo las manos, y entregando los objetos sagrados propios
del Orden, mientras dice las palabras de la forma prescrita.

111. ¿Es grande la dignidad del sacerdocio?


Sí; la dignidad del sacerdocio es grandísima, a causa de su potestad sobre
el Cuerpo real de Jesucristo, que hace presente en la Eucaristía, y sobre el
Cuerpo Místico de Jesucristo, que es la Iglesia, a la que gobierna con la misión
sublime de conducir los hombres a la santidad y a la vida bienaventurada.

112. ¿Puede entrar cada cual en los Órdenes a su arbitrio?


No; ninguno puede entrar en los Órdenes a su arbitrio; sino que debe ser
llamado por Dios, por medio del propio obispo, esto es, debe tener vocación,
con las virtudes y aptitud para el sagrado ministerio por ella requerida.

- 60 -
LITURGIA Los Órdenes sagrados

H AY siete grados para llegar al sacerdocio. Los cuatro


primeros se llaman órdenes menores, los tres últimos
se llaman órdenes mayores.
El futuro sacerdote recibe estos órdenes en ceremonias
especiales. La más importante es la ordenación sacerdotal.
Los 4 órdenes menores: Los 3 órdenes mayores:
1) 1)
2) 2)
3) 3)
4)
VIDA DE JESÚS Apariciones de Jesús resucitado

L AS piadosas mujeres que habían asistido a


la muerte y sepultura del Salvador, fueron al
sepulcro de Jesús llevando consigo ungüentos y
aromas para embalsamar su cuerpo. Llegaron al
despuntar el día y entrando en el jardín vieron la
piedra del sepulcro levantada. Mientras miraban
con tristeza el sepulcro vacío, he aquí que se les
aparecen dos Ángeles con vestidos resplande-
cientes y les dicen: “No temáis; vosotros buscáis
a Jesús Nazareno que fue crucificado; Él resuci-
tó, ya no está aquí, id a decírselo a los Apóstoles”.
Se fueron las mujeres; mas los Apóstoles no las creyeron. María Magdalena había
ido también al sepulcro; y llorando por no encontrar el cuerpo de su Maestro a quien
buscaba, vio de súbito junto a sí a un hombre desconocido. María le tomó por el hor-
telano, pero era el Salvador mismo que la llamó por su nombre. Le reconoció en la
voz, se arrojó a sus pies para besárselos, mas Jesús le dijo: “No me toques; ve a mis
hermanos y diles que en breve subiré a mi Padre y Padre vuestro”. Se levantó María
y fue a decírselo a los Apóstoles, pero estos no la creyeron.
El día mismo de la resurrección, iban dos discípulos para Emaús, villa cercana a Jeru-
salén, y mientras caminaban tristes, discurriendo sobre la muerte de Jesús, él se les
acercó y fue conversando con ellos sin que le conocieran. Cuando llegaron cerca de
Emaús, le rogaron se quedara con ellos. Accedió Jesús y se fue a su casa. Sentados
junto a la mesa y estando para cenar se les manifestó y desapareció al instante. Ellos
entonces volvieron a Jerusalén y fueron a donde estaban ocultos los Apóstoles; cuan-
do he aquí que vieron de súbito a Jesús en medio de ellos que les dijo: “La paz sea
con vosotros, Yo soy, no temáis”. Los Apóstoles tuvieron miedo, mas Él los tranquilizó
y confirmó sobre quién era realmente, dándoles a tocar su cuerpo.

- 61 -
Lección 29
El Matrimonio

L A Biblia cuenta que Dios puso a Adán en un


paraíso de delicias después de haberlo crea-
do. Pero Adán estaba triste porque se sentía
solo. Entonces Dios le envió un misterioso sueño;
mientras dormía, Dios le sacó una costilla con la
que formó la mujer. Adán la acogió con un grito de
alegría. Dios bendijo y consagró aquella primera
pareja de esposos con estas palabras: “Creced y
multiplicaos y llenad la tierra.”
Jesús elevó el matrimonio a la dignidad de
sacramento. Al principio de su vida pública,
participó en unas bodas con sus discípulos y la
Santísima Virgen y obró su primer milagro. Por
este acto, Jesús quería bendecir y santificar la
familia.

Rezad todos los días por vuestra familia. Y rezad para bien conocer vuestra vocación:
Dios mío, ¿qué quieres que haga?

113. ¿Qué es el Matrimonio?


El Matrimonio es el sacramento que une al hombre y a la mujer indisoluble-
mente y les confiere la gracia de vivir juntos santamente, y dar educación
cristiana a los hijos.

114. ¿Quién es el ministro del Matrimonio?


Los ministros del Matrimonio son los mismos esposos que contraen el
Matrimonio.

115. ¿Qué es el matrimonio civil?


El matrimonio civil es el acto prescrito por el Estado para que el contrato
matrimonial tenga efectos civiles.

116. ¿Basta para los cristianos hacer el matrimonio civil?


No basta para los cristianos hacer el matrimonio civil, porque no es un sa-
cramento: para ellos, solamente el acto sacramental constituye el matrimo-
nio delante de Dios.

- 62 -
LITURGIA El rito del Matrimonio

P ARA bendecir el matrimonio, el


sacerdote pregunta a cada uno
de los esposos si quieren tomar
como esposo o esposa al otro, y am-
bos dan su consentimiento. Después,
el sacerdote bendice la nueva unión
y los anillos. Después se reza una
misa, en la que la esposa recibe una
bendición especial llamada bendición
nupcial.

VIDA DE JESÚS Ascensión de Jesús

J ESÚS no conversaba ya de continuo con los


Apóstoles como antes de su muerte, sino que
se les aparecía de cuando en cuando para dar-
les sus instrucciones y sus postreras órdenes.
De las muchas y divinas enseñanzas que les
dio en aquellos últimos días, éstas son las más
memorables: “Como el Padre me ha mandado
a mí, así, Yo os mando a vosotros. Id por todo
el mundo, instruid a todas las naciones y bau-
tizadlas en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo
lo que Yo os he mandado. Quien será creyere
y fuere bautizado salvo; quien no creyere será
condenado. Serán perdonados los pecados a
quien los perdonareis y retenidos a quienes los retuviereis”.
Confirmó finalmente a Pedro en la potestad de gobernar no sólo a su grey, sino
también a los pastores y renovó a los discípulos la promesa de que el padre en-
viaría el Espíritu Santo.
Cuarenta días después de su resurrección Jesús llevó a sus Apóstoles fuera de
Jerusalén, al monte de los Olivos y, llegando con ellos a la cumbre de aquel mon-
te, alzó las manos y los bendijo, y mientras los bendecía comenzó a levantarse
visiblemente hacia el cielo.
Maravillados los Apóstoles, estaban mirando cómo iba ascendiendo, pero de re-
pente le envolvió una nube y lo arrebató a sus miradas.
Entonces los Apóstoles se arrojaron con el rostro en tierra para adorar a Jesucris-
to y estaban alegres porque sabían que su divino Maestro se hallaba glorioso en
el cielo y esperaban ir a verle allá en la eterna bienaventuranza.
- 63 -
Lección 30
La oración

D IOS nos dio un medio muy eficaz


para conseguir su ayuda: la ora-
ción. La oración es una piadosa eleva-
ción del alma a Dios. Se reza de distin-
tas maneras: o diciendo oraciones con
la atención de la mente, o también so-
lamente pensando en Dios y haciendo
actos de amor.
El Evangelio cuenta que Jesús
fue a la casa de Lázaro y de sus
hermanas, Marta y María. María
empezó inmediatamente a ocuparse
de preparar la comida. Pero María,
sentada a los pies del Señor,
escuchaba su palabra. Marta fue a ver
a Jesús y le dijo: “Señor, ¿no te inquieta
que mi hermana me haya dejado sola
para preparar las cosas? ¡Dile que me
ayude!” Jesús le respondió: “Marta,
Tratad de pensar en Dios durante el día. Nunca Marta, te preocupas y te agitas por
dejéis la oración de la mañana y de la noche. muchas cosas. Pero una sola es
Rezad el Rosario.
necesaria. María eligió la mejor parte,
y no se le será sacada.”
117. ¿De cuántas especies es la oración?
La oración es de dos especies: mental y vocal.

118. ¿Qué es la oración mental?


La oración mental es la que se hace con sólo la mente y el corazón.

119. ¿Qué es la oración vocal?


La oración vocal es la que se hace con las palabras, acompañadas de la
mente y del corazón.

120. ¿Qué cosas hemos de pedir a Dios?


Hemos de pedir a Dios su gloria; y para nosotros la vida eterna, y las gracias
aún temporales, como nos lo enseñó Jesucristo en el Padrenuestro.

121. ¿Por qué no somos siempre oídos en nuestras oraciones?


No somos siempre oídos en nuestras oraciones, o porque oramos mal, o
porque pedimos cosas no conducentes a nuestro verdadero bien, que es el
bien espiritual.
- 64 -
LITURGIA Las principales devociones

L A Iglesia recomienda algunas prácticas de de-


voción porque mantienen el fervor de la vida
cristiana. Por eso la Iglesia ha atado muchas indul-
gencias a estas devociones. A veces apariciones
del Cielo han recordado la necesidad de ciertas
devociones.
Estas devociones son principalmente: la
comunión y la visita al Santísimo; el rosario; el Via
Crucis; las comuniones de los primeros viernes y
sábado.

VIDA DE JESÚS Pentecostés o la venida del Espíritu Santo

S E llamaba Pentecostés la fiesta en que


los Hebreos ofrecían a Dios las primicias
de la tierra, en cuya ocasión acudían ellos a
Jerusalén de todas las partes del mundo.
La mañana de aquel día los Apóstoles con
María Santísima y muchos Discípulos esta-
ban reunidos en un cuarto y oraban juntos
aguardando el Espíritu Santo prometido.
Los Apóstoles ya habían sido instruidos du-
rante más de tres años por el Salvador, sin
embargo aún les era menester mucha sabi-
duría; tenían buena voluntad, mas eran toda-
vía débiles y temerosos.
El Espíritu Santo debía instruirlos y fortalecer-
los, darles el conocimiento de la verdad y el
valor para predicarla. Cuando he aquí que de
repente sobreviene del cielo un ruido como de viento impetuoso y fue sacudida la
casa como por un terremoto.
Al mismo tiempo apareció en el aposento en que estaban una llama resplandecien-
te que se repitió en muchas lenguas de fuego descendiendo sobre la cabeza de
cada uno de ellos; al punto se hallaron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron
a alabar al Señor en diversas lenguas.
Entonces los Apóstoles se sintieron convertidos en otros hombres; el Espíritu Santo
les había iluminado la mente y fortalecido el ánimo para predicar el Evangelio según
el mandato que habían recibido de Nuestro Señor.

- 65 -

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