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5º grado
2. ¿Quién es Dios?
Dios es el Ser perfectísimo, Creador y Señor del cielo y de la tierra.
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LITURGIA El culto sagrado
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Lección 2 : La Trinidad
E
N el Evangelio Jesús
habla con un amor infi-
nito de Dios Padre. Nos
dice que es el Creador
y el Padre de todos los
hombres y muy especial-
mente su propio Padre.
Jesús, Hijo de Dios, es
igual en todo al Padre y al
Espíritu Santo. El Apóstol
san Felipe pidió un día a
Jesús: “Señor, muéstranos
al Padre, y esto nos basta”.
Jesús le contestó: “Tanto
tiempo hace que estoy con
vosotros, ¿y tú no me has conocido? Felipe, él que me ha visto a mi, ha visto
a mi Padre... ¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre en Mí? El Padre
y Yo somos uno.” Jesucristo es entonces, el Hijo de Dios por naturaleza, único,
eterno del Padre Celestial. Y nosotros somos todos sus hijos adoptivos: la gracia
santificante nos hace hijos adoptivos de Dios.
Rezad con devoción el Padrenuestro. Esta oración nos recuerda que somos todos hijos del
mismo Padre celestial y por lo tanto todos hermanos.
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LITURGIA El culto de la Santísima Trinidad
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Lección 3
El Creador del cielo y de la tierra
L
A harmonía de la creación
es maravillosa. Hay seres
menos perfectos y otros más
perfectos. Encima de todos está
Dios, el ser absolutamente per-
fecto. El hombre está en la fron-
tera entre el mundo material y
el mundo espiritual. Es grande
tanto por su cuerpo como por su
alma inmortal. Las personas ver-
daderamente sabias prefieren
sacrificar todo antes que dañar
su alma.
Así hicieron los siete hermanos
Macabeos. Cuando los martirizaban cruelmente, su madre les mostraba el cielo
con una fortaleza admirable: “No soy yo quien les dio la vida, fue el Creador del
Cielo. Él les devolverá la vida porque ahora, por amor a él, no tienen miedo de
perderla”. Al final ella misma murió mártir:
En las tentaciones y las decisiones importantes, pensad en las palabras de Jesús:
“¿Para qué sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?”
9. ¿Creó Dios solamente lo material en el mundo?
No; Dios no creó solamente lo material en el mundo, sino también los espíri-
tus puros; y creó el alma de todos los hombres.
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LITURGIA El culto de los ángeles
D
ELANTE del Templo de Jerusa-
lén es- taba un ciego. Jesús tuvo
misericordia de él y lo curó: preparó un
poco de barro con su saliva, se la aplicó
sobre los ojos y lo mandó para que se
lavé en la piscina de Siloé. Fue el ciego
y se encontró totalmente curado. Estaba
feliz por su curación, pero los fariseos lo
molestaban con muchas preguntas: no
creían que fuera ciego de nacimiento, y
como defendía a Jesús, lo echaron de la
Sinagoga. Poco tiempo después, volvió
a encontrar a Jesús que le dijo: “¿Crees
en el Hijo de Dios?
- ¿Quién es? preguntó el hombre.
Es el que te está hablando, le contestó
Jesús.
- ¡Creo Señor! exclamó, emocionado,
y prosternándose lo adoró“.
Jesús es verdaderamente el Hijo
de Dios, la Segunda Persona de la
Santísima Trinidad, que se hizo hombre
para nuestra salvación. Dios Padre mismo lo atestiguó: “¡Éste es mi Hijo amado
en quien me complazco!”
Repetid a menudo en vuestro corazón este acto de fe en la divinidad de Jesucristo:
¡Jesús, Dios mío, te adoro y te amo!
17. De las tres Personas de la Santísima Trinidad, ¿se encarnó e hizo hombre
alguna de ellas?
Sí; de las tres Personas de la Santísima Trinidad, se encarnó e hizo hombre
la segunda, que es el Hijo.
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LITURGIA La preparación de Pascua
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Lección 5 : La Redención
Leed el Evangelio. Cuando vemos ahí lo que hizo Jesús por nosotros, uno lo quiere más y se
esfuerza por hacer algo para Él.
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LITURGIA El año litúrgico
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Lección 6
El Espíritu Santo
E
S atribuyen
especialmente a
la tercera Persona
de la Santísima
Trinidad las obras
de santificación y de
amor.
“El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, dijo
el ángel Gabriel a la
Virgen María, para
anunciarle el misterio
de la Encarnación“. El día del Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo bajó sobre
Él visiblemente, bajo la forma de paloma, y el día de Pentecostés, bajó sobre los
Apóstoles en forma de lenguas de fuego.
Después de la última Cena, Jesús habló del Espíritu Santo a los Apóstoles,
diciéndoles que iba a venir para sostenerlos, a ellos y a toda la Iglesia hasta el
fin de los siglos: “Si me amáis, conservaréis mis mandamientos. Y Yo rogaré al
Padre, y Él os dará otro Intercesor, que quede siempre con vosotros, el Espíritu de
verdad, que el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; mas vosotros
lo conocéis, porque Él mora en vosotros y estará con vosotros“.
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LITURGIA El tiempo pascual
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Lección 7
La Iglesia católica
29. ¿Cuáles son los medios de santidad y de salud eterna, que se hallan en la
Iglesia?
Los medios de santidad y de salud eterna, que se hallan en la Iglesia, son:
la verdadera fe, el sacrificio y los sacramentos; además los mutuos auxi-
lios espirituales, como la oración, el consejo y el ejemplo.
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LITURGIA Pentecostés y el tiempo después de Pentecostés
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Lección 8
El Papa
34. ¿Puede errar la Iglesia docente al enseñar las verdades reveladas por Dios?
No; la Iglesia docente no puede errar al enseñarnos las verdades reveladas
por Dios; y es infalible, porque, como prometió Jesucristo, el Espíritu de
verdad la asiste continuamente.
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LITURGIA Liturgia y vida cristiana
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Lección 9
La comunión de los santos
36. ¿Pertenecen a la comunión de los santos los bienaventurados del cielo y las
almas del Purgatorio?
Sí; los bienaventurados del cielo y las almas del purgatorio pertenecen tam-
bién a la comunión de los santos; pues estando unidos entre sí y con noso-
tros por la caridad, reciben los unos nuestras oraciones, y las otras nues-
tros sufragios, y todos nos lo recompensan por medio de su intercesión
ante Dios.
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LITURGIA Fiesta de todos los santos y día de los difuntos
B
AJABA un hombre de Je-
rusalén a Jericó, y cayó
en mano de ladrones, que lo
despojaron de todo, lo cubrie-
ron de heridas, y se fueron
dejándolo medio muerto.
Casualmente bajaba por el
mismo camino un sacerdo-
te; y aunque lo vio, pasó de
largo. Igualmente, un levita,
a pesar de que se halló veci-
no al sitio y lo miró, siguió su
viaje.
Pero un viajero, samaritano
de nación, llegóse adonde es-
taba, lo vio y se compadeció
de él; y acercándose, vendó
sus heridas, echando en ellas
aceite y vino; luego, poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo condujo a una
posada y cuidó de él.
Al día siguiente, sacando dos denarios, los dio al posadero, y le dijo: “Cuídame
este hombre, y todo lo que gastares de más, yo te lo abonaré a mi vuelta.”.
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Lección 10
El perdón de los pecados
E L Evangelio cuenta que Jesús perdonó los pecados varias veces: a santa
María Magdalena, a Zaqueo, al paralítico, al Buen Ladrón y a muchos otros
más. Después dio a los Apóstoles y a sus sucesores el poder de borrar los peca-
dos: “Recibid el Espíritu Santo: a quienes perdonareis los pecados, les quedan
perdonados; y a quienes se los retuviereis, les quedan retenidos.”
La Iglesia ejerce este gran poder especialmente en los sacramentos del Bautismo
y de la Penitencia. El sacerdote siempre puede perdonar los pecados si el alma está
sinceramente arrepentida. Un día san Pedro preguntó a Jesús: “Señor, si peca mi
hermano, ¿hasta cuántas veces tengo que perdonarle? ¿Siete veces?” Jesús le
contestó: “No te digo siete veces, sino setenta veces siete”, es decir siempre.
¿Queréis ser perdonados? ¡Perdonad! Jesús nos perdonará según lo que hayamos perdonado
a nuestro prójimo..
38. ¿Qué significa perdón de los pecados?
Perdón de los pecados significa que Jesucristo dio a los Apóstoles y a sus
sucesores el poder de perdonar en la Iglesia todo pecado.
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LITURGIA Los días de ayuno y abstinencia
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Lección 11
La resurrección de la carne
E
L rofeta Ezequiel tuvo un día una
visión grandiosa de la resurrec-
ción final: el Espíritu del Señor lo llevó
aun campo muy grande sembrado de
huesos y le dijo: “Profetiza sobre estos
huesos secos, ¡escuchad la palabra
del Señor! Abriré vuestras tumbas, os
sacaré de vuestros sepulcros; ¡insu-
flaré en vosotros el espíritu y viviréis!”
Después de aquella orden, el profeta
vio todos los huesos animarse, recons-
tituirse por prodigio, cubrirse de carne,
ponerse de pie y formar un innume-
rable ejército de hombres.
Este milagro portentoso fue
confirmado por la palabra infalible de
Jesús: “Vendrá una hora en que todos
los que están en los sepulcros escucharán la voz de Dios. Y saldrán: los que
hayan hecho el bien para una resurrección de vida, los que hayan hecho el mal
para une resurrección de condenación!”.
Respetad vuestro cuerpo y conservadlo puro: es el templo del Espíritu Santo y un día resucitará
glorioso para la vida eterna.
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LITURGIA Las ceremonias funebres
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Lección 12
La vida eterna
J
ESÚS explicó que el reino de
los cielos es semejante a un
tesoro escondido en un campo,
que un obrero encuentra por
casualidad. Feliz, junta todo lo
que tiene, lo vende y con esta
plata compra el campo. El teso-
ro que estaba escondido aquí
le pertenece para siempre.
Nosotros también hemos
descubierto un gran tesoro:
el paraíso. ¡Lo debemos
conquistar a toda costa!
Pero Jesús nos advirtió que
el camino estaba estrecho y
peligroso, mientras el del infierno es amplio y fácil: “Entrad por la puerta estrecha,
porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición y muchos
son los que entran por él. Porque angosta es la puerta y estrecho el camino que
lleva a la vida, y pocos son los que lo encuentran”.
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LITURGIA Las Témporas
D
IJO Jesús esta parábola, a algunos
que presumían de justos y despre-
ciaban a los demás :
Dos hombres subieron al templo a orar :
el uno, un orgulloso fariseo, y el otro, un
despreciado publicano.
El fariseo, erguido, oraba en su corazón
de esta manera : «Oh Dios, te doy gra-
cias de que ne soy como los demás hom-
bres, que son ladrones, injustos, adúl-
teros, ni tampoco como este publicano.
Ayuno dos veces a la semana, y pago los
diezmos de todo cuanto poseo.»
El publicano. quedándode a la distancia,
no osaba levantar los ojos al cielo, sino
que se golpeaba el pecho, diciendo:
«Dios mío, ten misericordia de mí, que
soy pecador.»
Yo os aseguro que éste bajó a su casa justificado, mas no el otro; porque, a
los ojos de Dios, el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será
ensalzado.
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Lección 13
Los mandamientos
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LITURGIA Las fiestas de precepto y de devoción
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Lección 14
El mayor y primer mandamiento
D
IJO Moisés a su
pueblo: “Oye Is-
rael: el Señor nuestro
Dios es el solo Dios.
Lo amarás con todo
tu corazón, con toda
tu alma y con todas
tus fuerzas. Conser-
va este precepto en
tu corazón, enséñalo
atus hijos y medítalo.”
Para contestar a un
doctor de la Ley que le
preguntaba sobre los
mandamientos,
Jesús contestó con las mismas palabras de Moisés y añadió: “El mandamiento
del amor a Dios es el primero y el mayor de los mandamientos; el segundo es
semejante: amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
No hay verdadero amor a Dios sin amor al prójimo. El amor al prójimo se
demuestra en la práctica de las obras de misericordia espiritual y corporal.
56. ¿A qué se reducen nuestros deberes para con Dios y para con el prójimo?
Nuestros deberes para con Dios y para con el prójimo se reducen a la caridad,
esto es, al mayor y primer Mandamiento del amor a Dios, y al otro semejante
del amor a prójimo.
“De estos dos mandamientos, dijo Jesucristo, depende toda la Ley y los
Profetas”.
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LITURGIA Las fiestas de precepto y de devoción
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Lección 15
Los preceptos de la Iglesia
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LITURGIA Las procesiones
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Lección 16
Las virtudes
D
AVID luchaba contra los
Filisteos. Un día estaba
cansado y tenía mucha sed,
entonces se exclamó: “¡Ojalá
alguien pudiera alguien
darme de esa agua que está
en la cisterna de Belén!” Be-
lén se hallaba del otro lado
del campamento enemigo.
Tres soldados valientes fue-
ron allí y llenaron un reci-
piente con esta agua. David
admiró su coraje, aceptó el
regalo, pero generosamente
lo ofreció a Dios. David era
fuerte, porque solía domi-
narse. Virtud significa fuerza.
Uno se vuelve fuerte, es decir
virtuoso, por la mortificación y
las victorias repetidas sobre
sí mismo. Jesús dijo: “El rei-
no de los elos se gana con fuerza y solamente los fuertes logran conquistarlo.”
La fuerza de la cual habla Jesús es la virtud.
Es por los esfuerzos diarios que uno se acostumbra a los duros sacrificios y se forma una
voluntad fuerte.
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LITURGIA Las fiestas de la Virgen María
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Lección 17
Las virtudes teologales
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LITURGIA Fiestas de los santos
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Lección 18
Los sacramentos
A
L salir del Cenáculo,
Jesús fue al jardín de
Getsemaní. Mientras cami-
naba, contó esta parábola a
sus Apóstoles, para hacerles
entender lo que es la gracia:
“Yo soy la vid, vosotros los
sarmientos. Así como el sar-
miento no puede por sí mismo
llevar fruto, si no permanece
en la vid, así tampoco voso-
tros, si no permanecéis en Mí.
Quien permanece en Mí, y
Yo en él, lleva mucho fruto, porque separados de Mí no podéis hacer nada. “
Nuestra alma debe estar siempre viva por la gracia. La recibimos por los
sacramentos. Debemos tener el más grande respeto hacia los sacramentos. En
el Antiguo Testamento, Dios condenó a muerte a Oza, por haber tocado el Arca de
la Alianza sin ser sacerdote. De la misma manera, el que recibiere indignamente
un sacramento será castigado.
72. El que recibe un sacramento de vivos sabiendo que no está en gracia de Dios,
¿comete algún pecado?
Sí, el que recibe un sacramento de vivos sabiendo que no está en gracia de
Dios comete un pecado gravísimo de sacrilegio, porque recibe indignamente
una cosa sagrada.
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LITURGIA Sacramentos y sacramentales
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Lección 19
El carácter
E
L apóstol San Juan fue
desterrado a la isla de
Patmos y tuvo visiones mara-
villosas que cuenta en el libro
del Apocalipsis. Cuenta, entre
otras, que vio a un ángel que
tenía en su mano el sello de
Dios Vivo y gritaba con una
voz fuerte: “No hagan daño
a la tierra ni al mar hasta que
hayamos marcado la frente de
los siervos de nuestro Dios.” Y
vio el número de los que lleva-
ban el signo: una inmensa muchedumbre, de todas las naciones, de todos los
pueblos y de todas las lenguas. Todos estaban parados delante del trono de Dios
y delante del Cordero (es decir delante de Jesús), vestidos de túnicas blancas y
teniendo palmas en sus manos.
El carácter que fue impreso en vosotros por los sacramentos del Bautismo y de la
Confirmación os compromete a llevar una vida profundamente cristiana y apostólica.
75. ¿Por qué el Bautismo, la Confirmación y el Orden se reciben una sola vez?
El Bautismo, la Confirmación y el Orden se reciben una sola vez porque im-
primen en el alma un carácter permanente.
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LITURGIA Bendiciones y consagraciones
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Lección 20
El Bautismo
U
N día, el Ángel del
Señor mandó al diáco-
no Felipe acercarse al carro
en el que viajaba el ministro
de la reina Candace; éste
estaba leyendo el profeta
Isaías. El ministro no logra-
ba entender el sentido de
la Escritura y pidió a Felipe
que subiera con él sobre
el carro. Felipe le habló de
Jesús, explicándole la pro-
fecía que estaba leyendo.
En el camino, encontraron
agua y el viajero dijo: “¿Qué
me impide ser bautizado?”
- “¿Crees con todo tu cora-
zón?” le preguntó el diáco-
no. Y el ministro contestó:
“Creo que Jesucristo es el
Hijo de Dios.” Apenas lo hubo bautizado, elipe desapareció; feliz, el ministro
prosiguió su viaje y se volvió el apóstol de aquella región.
El Bautismo nos hace hijos de Dios y discípulos de Jesucristo: esto nos obliga a
creer todo lo que nos reveló y lo que nos enseña por la Iglesia.
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LITURGIA El rito del bautismo
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Lección 21
La Confirmación
E
L diácono Felipe había ido a Sama-
ria para predicar el santo Evange-
lio. Los Samaritanos lo acogieron como
enviado por Dios y muchos recibieron
el Bautismo. Pero para la Confirmación,
los Apóstoles les enviaron san Pedro y
san Juan. Reunieron a los bautizados,
les impusieron las manos y recibieron
el Espíritu Santo.
Nosotros también por la Confirmación,
hemos recibido el Espíritu Santo con
la abundancia de sus siete dones. La
gracia propia de la Confirmación es dar
al alma coraje y fortaleza. “Recibiréis
la fortaleza del Espíritu Santo, decía
Jesús a los Apóstoles, y seréis mis
testigos en Jerusalén, en la Judea y
en la Samaria, y hasta las extremidades de la tierra.” Así se explica la fortaleza
cristiana de millones de mártires, aun niños, el ardor apostólico de los ministros
de Dios y los numerosos discípulos de Jesucristo; así se explica el florecimiento
continuo de santos en la Iglesia.
Sed soldados de Cristo Rey, haciéndolo reinar en vuestra familia y entre vuestros amigos.
No dejéis que hablen mal de Dios o de la Iglesia delante de vosotros.
81. ¿Qué es la Confirmación?
La Confirmación es el sacramento que nos hace perfectos cristianos y
soldados de Jesucristo, e imprime en nosotros el carácter de tales.
82. ¿De qué modo la Confirmación nos hace perfectos cristianos y soldados de
Jesucristo?
La Confirmación nos hace perfectos cristianos y soldados de Jesucristo,
dándonos la abundancia del Espíritu Santo, esto es, de su gracia y de sus dones.
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LITURGIA El rito de la Confirmación
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Lección 22
La Eucaristía
88. ¿Está solamente el Cuerpo de Jesucristo bajo las apariencias del pan, y sólo
su Sangre bajo las del vino?
No; bajo las apariencias del pan está todo Jesucristo, en Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad; y así también bajo las apariencias del vino.
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LITURGIA Las ceremonias eucarísticas
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Lección 23
La comunión
M
IENTRAS estaba Nuestro Señor en
Cafarnaúm, lo vino a ver un centu-
rión y le rogó diciendo: “Señor, mi siervo
está acostado en mi casa, paralítico, y
sufre cruelmente.” Jesús le dijo: “Iré y lo
curaré.” Entonces el centurión añadió:
“Señor, no soy digno de que entres en mi
casa, pero di solamente una palabra y se
curará mi siervo.” El Hijo de Dios admiró
la fe de aquel pagano y exclamó: “En ver-
dad, no hallé tanta fe en Israel.” Y vuelto al
centurión le dijo: “Ve, y que te sea hecho
como creíste.” La Iglesia hace repetir las
palabras del centurión antes de la santa
comunión.
La comunión produce efectos milagrosos en el alma que la reciba con santas
disposiciones, especialmente una fe viva y fervorosa, una gran humildad, un
sincero amor a Dios y al prójimo.
Recibid la santa comunión con la fe y la humildad del centurión. Que todas vuestras comuniones
estén precedidas de una buena preparación y seguidas de una acción de gracia fervorosa.
89. ¿Cuántas cosas son necesarias para hacer una buena comunión?
Para hacer una buena comunión son necesarias tres cosas: 1º, estar en gra-
cia de Dios; 2º saber y pensar a Quién se va a recibir; 3º observar el ayuno
eucarístico.
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Lección 24
La santa Misa
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LITURGIA Las partes de la misa
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Lección 25
La Penitencia
U
N día, un pobre leproso se acercó
a Jesús, se echó a sus pies y le
suplicó diciendo: “Señor, si lo quieres,
puedes curarme”. Conmovido, Jesús
lo tocó y dijo: “Lo quiero, sé curado.”
En- seguida despareció la lepra y la
piel del leproso se volvió sana.
Pero Jesús cura de una lepra peor
todavía. Cura de la lepra del pecado.
Cada vez que el pecador se pone
de rodillas a los pies del confesor y
que acusa arrepentido sus pecados,
el confesor le perdona y lo deja ir con un alma perfectamente curada, por la
autoridad que ha recibido de Jesucristo. El sacramento de Penitencia produce
aquellos efectos cada vez que se recibe con debidas disposiciones.
Elegid vuestro confesor y abridle sinceramente vuestra conciencia. Os guiará en el camino que lleva al
Cielo llevándoos de la mano.
99. ¿Cuántas cosas son necesarias para hacer una buena confesión?
Para hacer una buena confesión son necesarias cinco cosas:
1º Examen de conciencia
2º Dolor de los pecados
3º Propósito de no cometerlos en adelante
4º Confesión
5º Satisfacción o penitencia.
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LITURGIA El rito de la confesión
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Lección 26
La satisfacción y las indulgencias
J
ESÚS atravesaba la ciudad de Jericó;
y acudía la muchedumbre con entu-
siasmo para verlo. Había un hombre lla-
mado Zaqueo, era pequeño de tamaño.
Corrió adelante y se subió a un árbol.
Llegado aquí, el Maestro levantó los ojos
y dijo: “Zaqueo, bájate rápido porque hoy
tengo que parar en tu casa.” Se escan-
dalizó la muchedumbre porque Zaqueo
era un pecador público; pero acogió
a Jesús con alegría y prometió espon-
táneamente reparar todas las injusticias
que había hecho: “Señor, daré la mitad
de mis bienes a los pobres, y si robé a
alguien, le devolveré cuatro veces más.”
El que se arrepiente sinceramente de sus pecados siente la necesidad de
repararlos y hacer penitencia. Para ayudar a los fieles a expirar la pena debida
por sus pecados, la Iglesia pone a su disposición las santas indulgencias.
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LITURGIA Las indulgencias
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Lección 27
La Extremaunción
J
ESÚS tiene un amor
especial a los que
sufren. A ellos se dirige
cuando dice: “¡Venid a
mí todos los que estáis
cansados y oprimidos,
y os aliviaré!” El Santo
Evangelio no dice cuándo
Jesús instituyó la Extre-
maunción: pero es cierto
que se usa desde los
Apóstoles.
Santiago escribe a
los primeros cristianos: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Haga venir a los
presbíteros de la Iglesia y oren sobre él ungiéndole con óleo en nombre del Señor;
y la oración de fe salvará al enfermo, y lo levantará el Señor; y si hubiere cometido
pecados, le serán perdonados.”
El sacramento de la Extremaunción confiere al alma una gran tranquilidad y una
paz profunda, le infunde la confianza en Dios y favorece su curación si es útil para
su bien.
La mayor caridad que se puede hacer para con un enfermo es llamar el sacerdote para que lo
visite. Recordad este deber en vuestra familia y visitad vosotros mismos a algunos enfermos.
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LITURGIA El rito de la Extremaunción
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Lección 28
El Orden sagrado
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LITURGIA Los Órdenes sagrados
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Lección 29
El Matrimonio
Rezad todos los días por vuestra familia. Y rezad para bien conocer vuestra vocación:
Dios mío, ¿qué quieres que haga?
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LITURGIA El rito del Matrimonio
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