En 1203 Pedro Nolasco, como seglar, iniciaba en Valencia la redención de cautivos de
manos de los musulmanes. Con su propio patrimonio organizaba expediciones para
negociar redenciones. Su condición de comerciante le facilitaba esa labor. Después fundó grupos para recaudar la limosna para los cautivos. Pedro Nolasco, el administrador de los bienes de los cautivos y lo pobres. Él nos enseña a administrar los bienes de Dios: En el principio de la libertad humana no está el dinero (no se es libre teniendo más y más), sino el amor que crea, la fecundidad de la vida hecha gesto de amor y servicio a los demás. En la noche del 1º al 2 de agosto de 1218 se le apareció la Virgen pidiéndole que fundara una orden que se dedicara a la redención de los cautivos. El Papa Gregorio IX la aprobó en 1235 y le dio la “regla de san Agustín”. Estaba compuesta por religiosos y caballeros que recibieron la institución canónica del obispo de Barcelona y la investidura militar de Jaime I. Sus miembros se obligaban, por un cuarto voto, a entregarse como rehenes para la liberación de los cautivos si no tenían el dinero necesario para su rescate. Los mercedarios pronunciaban cuatro votos: pobreza, castidad, obediencia y, cuarto, estar dispuestos a entregarse como rehenes si ése fuera el único medio de cumplir con su promesa. Muchos eran, por entonces, los cristianos capturados y vendidos como esclavos a los musulmanes de África, lo que siguió ocurriendo hasta que desapareció la piratería. Los mercedarios cumplieron con la promesa hecha y en su historia constan, perfectamente documentadas, 344 redenciones y más de 80 000 redimidos. Francisco de Zurbarán, Aparición del apóstol San Pedro a San Pedro Nolasco, 1629.En 1248, cuando Fernando III de Castilla toma la ciudad de Sevilla, Pedro Nolasco lo acompaña y, poco después, funda el Convento de la Merced Calzada de la Asunción. En la oración consolida su vocación mercedaria Se aproxima el año 1858. Lutgarda ha sido espectadora de las revoluciones sociales, está viendo lo alejada que está la clase obrera y, especialmente la mujer, de la instrucción pública, y en consecuencia de la formación religiosa adecuada. Lutgarda no es una espectadora pasiva. Lutgarda se ha dado cuenta de que a la mujer no le queda otra forma de llevar a la práctica su vocación social y benéfica que la de incorporarse a los institutos religiosos permitidos, precisamente por su finalidad educativa y social, o fundar institutos nuevos, algo que no era fácil por falta de una legislación orientadora. Hasta que llegue el momento de actuar, Lutgarda tiene a su alcance algo que no le puede fallar en su doble deseo de asistir a las necesidades de la mujer trabajadora y de cumplir la Voluntad de Dios: la ORACIÓN. En la ORACIÓN conjuga las dimensiones mística y apostólica de su incipiente vocación. Al participar colaborando en servicios auxiliares en la campaña misional del obispo Costa i Borrás de 1850 en Gracia, pudo profundizar en el conocimiento de la misma observando las pésimas condiciones higiénicas, las largas jornadas laborales y la situación de la mujer en la fábrica, que percibía un salario insuficiente para vivir dignamente. Impactada por los discursos del padre Claret, creía en la necesidad de procurar una educación religiosa a estas mujeres. La idea de liberar a las mujeres de la ignorancia, procurándoles una instrucción sistematizada y progresiva era una dedicación que cabía dentro de la acción mercedaria, Orden por la que sentía predilección. https://www.pildorasdefe.net/santos/celebraciones/santoral-catolico-san-pedro-nolasco- presbitero-fundador-virgen-merced-06-mayo https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Nolasco#:~:text=En%201203%20Pedro%20Nolasco %2C%20como,la%20limosna%20para%20los%20cautivos. https://dbe.rah.es/biografias/113442/lutgarda-mas-y-mateu