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INTRODUCCIÓN
Las iglesias cristianas se enfrentan hoy en Europa a grandes desafíos: se observa una regresión en
el número de sus miembros, disminuye la asistencia al culto divino y se entibia también el
compromiso voluntario de las parroquias. ¿De qué manera es posible entusiasmar de nuevo a la
gente por la fe cristiana? ¿Qué aspecto tienen los ejemplos exitosos de transmisión de la fe y
fortalecimiento de la comunidad cristiana?1
La nueva evangelización es, en este contexto, el concepto clave y la visión para la pastoral de hoy y
de mañana. En esta época de creciente “deseclesialización” y secularización es necesario
preguntarse: ¿de dónde podemos extraer la energía necesaria para acometer la acuciante tarea de
revitalizar la fe? ¿Cómo cabe propiciar hoy la nueva evangelización y la misión cristiana? 2
La nueva evangelización debe comenzar en el interior de la Iglesia y por cada uno de los cristianos.
“Señor, renueva tu Iglesia, empezando por mi” (San Francisco de Asis). Lo primero es suscitar la
disposición a colocar otra vez a Dios en el centro. Sólo una Iglesia evangelizada está en condiciones
de llevar a cabo la nueva evangelización. La evangelización en el interior de la Iglesia comporta, en
primer lugar, la formación y profundización de la fe de los propios creyentes, a fin de que sean
capaces de dar razón de su fe. De este modo, la iglesia misma se convertirá en una Iglesia orante y
adoradora de Dios. Todas las estructuras y reformas deben guiarse por la pregunta: ¿cómo
podemos hacer a la Iglesia transparente para el mensaje de Jesucristo? La condición básica para
ello es que las propias estructuras eclesiásticas sean evangelizadas y queden configuradas e
impregnadas por el Espíritu de Jesús. A buen seguro debemos aprender a reconocer y valorar de
forma nueva la diversidad y la riqueza de la Iglesia católica. Sólo entonces estaremos en
condiciones de descubrir la solidaridad y la solicitud recíprocas de todos los miembros de la Iglesia
en su complementariedad y de aunar fuerzas para acometer conjuntamente la acuciante tarea de
la nueva evangelización4.
Esta función de “abrirle la puerta a Dios” sólo puede desempeñarla la Iglesia si extrae su energía
del encuentro con Dios.5
1
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe. Maliaño,
España. Sal Terrae. Pag. 9.
2
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe. Maliaño,
España. Sal Terrae. Pag. 9.
3
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe. Maliaño,
España. Sal Terrae. Pag. 11.
4
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe. Maliaño,
España. Sal Terrae. Pags. 12-13.
5
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe. Maliaño,
España. Sal Terrae. Pag. 13.
El reto permanente estriba, por tanto, en cómo podemos transmitir a loshombres de nuestra
época el mensaje de Jesús como una oferta consistente. Nos encontramos en una encrucijada.
Debemos reunir fuerzas y -superar el miedo de- misionar de forma valiente y activa 6.
La misión siempre ha sido y será un desafío, un mandato vinculante para hoy y mañana que de ser
aceptado en la fuerza de la fe y configurado con la ayuda del Espíritu Santo 9.
Intuición Profética
La decisión del Papa Benedicto XVI de crear el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva
Evangelización se hace oficial durante la celebración de las primeras vísperas de la solemnidad de
los santos Pedro Y Pablo. En la basílica de San Pablo Extramuros afirmó en la homilía: “He decidido
crear un nuevo organismo, en forma de Consejo Pontifico, con la tarea específica de promover una
renovada evangelización en los países donde ya resonó el primer anuncio de la fe y están
presentes iglesias de antigua fundación, pero que están viviendo una secularización progresiva de
la sociedad y una especie de “eclipse del sentido de Dios”, que constituyen un reto para encontrar
los medios adecuados con la finalidad de volver a proponer la verdad perenne del evangelio de
Cristo10.
El nacimiento oficial con la carta apostólica Ubicumque et Semper, lleva la fecha de del 21 de
septiembre de 2010, fiesta litúrgica de san Mateo apóstol y evangelista. La elección es simbólica y
remite a un significado claro: la Nueva Evangelización está en continuidad con el mandato en que
Cristo envió a sus apóstoles al mundo entero, un mandato que encuentra en el Evangelio su
referencia fundamental11.
6
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe. Maliaño,
España. Sal Terrae. Pag. 13.
7
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe. Maliaño,
España. Sal Terrae. Pag. 15.
8
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe. Maliaño,
España. Sal Terrae. Pag. 15.
9
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe. Maliaño,
España. Sal Terrae. Pag. 17.
10
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag.11.
11
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag.11.
Pienso que la fundación de este Consejo puede considerarse “profética”… porque con este
adjetivo se califica la necesidad de mirar al presente con la intención de dar una respuesta
significativa a los grandes desafío que plantea; así mismo, es una mirada clarividente, porque
obliga a mirar alfuturo para comprender de qué modo será llamada la Iglesia a desarrollar
ministerio en un mundo sometido a grandes transformaciones culturales que determinan el
comienzo de una nueva época para la humanidad. En suma, el Papa quiere infundir con este
pensamiento profético una fuerza nueva al espíritu misionero de la Iglesia, sobre todo en aquellos
lugares donde la fe parece haberse debilitado bajo el acoso del secularismo 12.
La misión evangelizadora de la Iglesia ha sufrido formas y modalidades siempre nuevas según los
lugares, las situaciones y los momentos históricos. En nuestro tiempo uno de sus rasgos singulares
ha sido afrontar el fenómeno del alejamiento de la fe, que se ha ido manifestando
progresivamente en sociedades y culturas que desde siglos estaban impregnadas del evangelio.
Las transformaciones sociales a las que hemos asistido en las últimas décadas tienen causas
complejas, que hunden sus raíces en tiempos lejanos, y han modificado profundamente la
percepción de nuestro mundo. Pensemos en los gigantescos avances de la ciencia y de la técnica,
en la ampliación de las posibilidades de vida y de los espacios de libertad individual, en los
profundos cambios en el ámbito económico, en el proceso de mezcla de etnias y culturas causado
por fenómenos migratorios de masas, y en la creciente interdependencia entre los pueblos. Todo
esto ha tenido consecuencias también para la dimensión religiosa de la vida del hombre. Y si, por
un lado la humanidad ha conocido beneficios innegables de esas transformaciones y la Iglesia ha
recibido ulteriores estímulos para dar razón de su esperanza (cf. 1 Pe 3,15), por otro lado, se ha
verificado una perdida preocupante del sentido de lo sagrado, que incluso ha llegado a poner en
tela de juicio los fundamentos que parecían indiscutibles, como la fe en un Dios creador y
providente, la revelación de Jesucristo único salvador y la comprensión común de las experiencias
fundamentales del hombre como nacer, morir, vivir en una familia y la referencia a una ley moral
natural13.
12
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag.11.
13
Benedicto XVI. (2010). Carta Apostólica sobre la Nueva Evangelización y testimonio de la fe cristiana.
Buscar numerales…
14
Benedicto XVI. (2010). Carta Apostólica sobre la Nueva Evangelización y testimonio de la fe cristiana.
Buscar numerales…
15
Benedicto XVI. (2010). Carta Apostólica sobre la Nueva Evangelización y testimonio de la fe cristiana.
Buscar numerales…
I. LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
1. Definición:
Fundamento Bíblico:
16
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag.21-22.
de enseñar y anunciar en el templo y por las calles la buena noticia del Mesías
Jesús” (Hch 5, 42)17.
Desarrollo:
17
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag.22.
18
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag. 23. Para estas
Observaciones cf. Friedrich, “euangelízomai”, en Grande Lessico del Nuovo Testamento (GLNT) III, pp 1073-
1075.
19
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag. 23.
20
Cf. A. DULLES, “John Paul II and tje New Evangelisation: What Does It Mean?”, en R. Martin – P. Williamson
(eds.), John Paul II and the New Evangelisation, Cincinnati 2006, p. 4.
vez más hasta convertirse en lenguaje común. El uso del lenguaje indica también
una cultura subyacente y esta conduce a identificar la acción del anuncio de la
Iglesia en el mundo contemporáneo como una prioridad 21.
21
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag. 25.
22
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe.
Maliaño, España. Sal Terrae. Pag. 53-57.
23
Dei Verbum 7.
24
Sacrosanctum Concilium 6.
25
Lumen Gentium 35.
26
Ad gentes 9.
27
Ad Gentes 2.
28
Presbyterorum Ordinis 4.
Génesis:
En la estela de Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI prolonga la obra de la nueva
evangelización, que con él recibe dos acentos específicos. Con su insistencia en la
unidad de fe y razón35 persiguen en primer lugar una nueva evangelización en la
esfera básica de la educación integral del ser humano en el sentido de la paideia
griega y la eruditio latina, así como en los ámbitos de la cultura y de la ciencia 36; y
ello, desde la convicción de que la fidelidad a la condición humana de la persona
“conlleva a confiar en la capacidad humana de buscar la verdad, encontrar la
verdad y vivir conforme a la verdad” 37. Su segundo deseo fundamental radica en
llenar la nueva evangelización con el kerigma cristológico, tal como lo formuló
programáticamente en el discurso pronunciado con motivo de la apertura de la V
29
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag. 26.
30
Homilías y discursos de JUAN PABLO II durante su viaje apostólico a Centroamérica del 2 al 10 de marzo de
1983 (accesible en WWW.vatican.va).
31
Cf. JUAN PABLO II, Eclessia in Europa (2003).
32
Christifeideles Laici 34.
33
JUAN PABLO II, Novo milenio ineunte 40.
34
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe.
Maliaño, España. Sal Terrae. Pag. 55.
35
BENEDICTO XVI, Dios salve la razón, Encuentro, Madrid (2008).
36
BENEDICTO XVI, Chercher Dieu. Discours au monde de la cultura, París (2008).
37
BENEDICTO XVI, Discurso con ocasión del encuentro con los representantes del mundo académico en
Parga el27 de septiembre de 2009 (accesible en WWW.vatican.va).
Conferencia General del Episcopado de Latinoamérica y el Caribe, en Aparecida el
13 de mayo de 2007; a saber, que la nueva evangelización consiste en esencia en
“llevar al mundo el testimonio de Jesucristo y ser levadura del amor de Dios entre
los demás”38. En su primera encíclica Deus Caritas est, dedicada al amor cristiano,
Benedicto XVI mostró detenidamente que la misión brota por sí sola de la
dinámica del amor, en la medida en que tiene su lugar privilegiado en la liturgia,
pero desde ella penetra todas las parcelas de la vida privada y pública 39.
2. Fundamentos:
a.Pastoral
b.Teológico
c. Espiritual
38
Buscar cita… en Aparecida misma…
39
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe.
Maliaño, España. Sal Terrae. Pag. 56.
40
F. KAMPHAUS, Die Welt zusammenhalten, Reden gegen den Strom, Freiburrg i.Br. 2008, p. 125.
41
Augustin, G., (2011). El desafío de la nueva evangelización. Impulsos para la revitalización de la fe.
Maliaño, España. Sal Terrae. Pag. 57.
42
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pags. 27-29.
Luego dirá: “permitidme que os entregue sintetizados los aspectos que me
parecen presupuestos fundamentales para la nueva evangelización”.
b.Re-evangelización:
4. Contexto:
43
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag 65-66.
44
IGNACIO DE ANTIOQUÍA, Carta a los Magnesios 4.
45
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag 64.
b.La cuestión de Dios
2. Método:
Pensar que la nueva evangelización puede realizarse con una mera renovación de
formas pasadas es una ilusión que no debe cultivarse. Ciertamente, la solución
tampoco es la extravagancia de inventar novedades sólo para satisfacer al hombre
contemporáneo que está siempre en movimiento y dispuesto a toda experiencia
sin ni siquiera sentir el gusto de tener una visión crítica de ella. El camino no es
nada sencillo; es necesario mantenerse fieles al fundamento y, por ello mismo,
construir algo que sea coherente con él, pero también con la capacidad de que sea
acogido por un hombre diferente del pasado. Puesto que el corazón del
cristianismo es Jesucristo, el encuentro con Él exige un enfoque que permita ver
con coherencia el contenido que se anuncia. San Pedro añade tres términos que a
mi juicio poseen un valor normativo: “Pero hacedlo con dulzura, respeto y recta
conciencia” (1Pe 16ª). En suma, el evangelizador se fundamenta en la fe, está
seguro de la esperanza presente en él, pero su comportamiento debe ser
irreprensible. El motivo de esta metodología está justificado por el mismo apóstol:
“Para que en el mismo momento en que se habla mal de vosotros queden
avergonzados aquellos que murmuran sobre vuestra buena conducta en Cristo”
(1Pe 16b). Nótese que también en este caso se recurre a la referencia al estilo de
vida de los creyentes como forma constitutiva de su credibilidad 46.
Buscar artículos sobre el contenido de la nueva evangelización…
46
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag. 58.
modalidad diferente de la misma, idéntica e inmutable orden dada por Jesús a su
Iglesia de llevar el evangelio a todos. Así pues, el contenido de la nueva
evangelización no es alternativo al contenido inalterable del evangelio; al
contrario, es el mismo, porque trata del anuncio de la persona de Jesucristo, el
Hijo de Dios, que en el misterio de su muerte y resurrección ha redimido al
mundo, abriendo a cuantos creen en él la puerta de la vida eterna. Lo que se
modifica es la modalidad expresiva con la que se comunica el mismo mensaje para
que responda al contexto social y cultural que ha cambiado 47.
2. La Liturgia:
Ella vive de la acción litúrgica como savia vital para su anuncio, y este, una vez
realizado retorna a la liturgia como su cumplimiento eficaz. La lex credeni y la lex
orandi forman una sola unidad en la que difícil incluso distinguir el final de una y el
comienzo de otra. Por tanto la nueva evangelización tendrá por tanto que hacer
de la liturgia su espacio vital para que tenga significado pleno el anuncio que se
realiza. La pluralidad de los lenguajes y de las perspectivas con que se lleva a cabo
de verifica en la riqueza de la liturgia. De hecho, el carácter multiforme de la
acción litúrgica y los diversos ritos que la componen muestran con evidencia
cuánto puede expresarse el único misterio en formas diferentes sin disolver nunca
su vínculo con la única fe profesada.
47
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag 65-66.
de la vida, precisamente a partir de la celebración del sacramento y de los signos
que la expresan. La celebración, en suma, no es un mero rito ajeno a la vida
cotidiana del hombre, sino que se dirige a su pregunta por el sentido que espera
una respuesta buscada con frecuencia en vano en otras partes. En la celebración
de la liturgia, la predicación y los signos están llenos de significado que van más
allá del sacerdote y su persona. Aquí, en efecto, el vínculo con la acción del
Espíritu permite verificar que los corazones se transforman y se modelan con su
gracia, la cual hace que estén dispuestos a acoger el momento de la salvación.
3. La Caridad:
En su primera encíclica Deus caritas est, Benedicto XVI ha ilustrado con claridad el
significado original del amor cristiano, su fuente, su desarrollo, su peculiaridad y
los riesgos de los que debe alejarse. En cualquier caso la caridad se vive. En la
circularidad que existe entre la fe y el amor es posible verificar la auténtica
relación que vincula con el Señor. En la fe, en efecto se comprende cómo ama
Dios.; en la caridad se hace evidente como los cristianos son fieles a su Palabra.
Por otra parte, no puede olvidarse que la manera en que nos situamos ante los
hermanos es también la manera que nos situamos ante Dios, y viceversa. No es
posible que el creyente tenga una mirada estrábica. Si los ojos están fijos en
Jesucristo, también deben estarlo en cuantos tienen hambre y sed, son
extranjeros, están desnudos, enfermos o encarcelados, por que en ellos e hace
48
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag 67-68.
visible Él. La frase: “cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a
mi me lo hicisteis” (Mt 25,40) expresa la identificación de Cristo con los
marginados y solos a quienes se dirige el amor cristiano. Con palabras aún más
categóricas lo recordaba el apóstol Santiago en los albores del cristianismo:
“hermanos míos, no mezcléis con la acepción de personas la fe que tenéis en
nuestros Señor Jesucristo glorificado. Supongamos que entra en vuestra asamblea
un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y también entra un pobre
con un vestido andrajoso, y que dirigís vuestra mirada al que lleva el vestido
espléndido y le decís: “tu siéntate en un buen sitio”; y en cambio al pobre le decís:
“tu quédate ahí de pie”, o “siéntate a mis pies”. ¿No sería esto hacer distinciones
entre vosotros y ser jueces con criterios malos? Escuchad hermanos míos
queridos: ¿acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en
la fe y herederos del reino que prometió a los que le aman? ¡En cambio vosotros
habéis menospreciado al pobre! ¿No son acaso los ricos los que os oprimen y os
arrastran a los tribunales?... ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga:
“tengo fe”, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe? Si un hermano o
hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les
dice: “Id en paz, calentaos y hartaos”, pero no le dais lo necesario para el cuerpo,
¿de qué le sirve? Así también la fe, si no tiene obras está realmente muerta”
(Santiago 2,1-6.14-17)49.
4. El Ecumenismo
5. La inmigración
6. La Comunicación
1. Nuevos Evangelizadores:
49
Fisichella, R., (2011). La Nueva Evangelización. Maliaño, España. Sal Terrae. Pag 68-70.
evangelizadores es una vocación para que todos puedan escuchar el evangelio del
Jesús, creer en él e invocarlo. Esta vocación nace el mismo día del bautismo y
llama a todo creyente a hacerse portador creíble de la buena noticia implícita en
su enseñanza. Así pues, ser enviados es algo intrínseco a la vocación bautismal,
que implica para todo cristiano la asunción de la responsabilidad en primera
persona, sin posibilidad de delegarla. El anuncio del Evangelio, en efecto, no
puede delegarse, sino que exige en cambio que el creyente tome conciencia de
que tiene que hacerse portador de Cristo dondequiera que vaya. Poseemos
testimonio de esta convicción en los escritos más antiguos; san Cirilo, obispo de
Jerusalén decía en sus catequesis: “Al haber recibido en nosotros su cuerpo y su
sangre, nos transformamos en portadores de Cristo”. Por lo tanto, el cristiano es
cristóforo por su naturaleza, y sólo así llega a entender el significado del que están
cargadas las palabras del Señor: “Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de
mi, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras
almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera” (Mt 11, 29-30). El yugo al
que se refiere Jesús no es sino la invitación a hacerse discípulos suyos y a
compartir su misma vida, es decir, a tomar parte en su misión salvífica.
VII. PERSPECTIVAS