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LOS SANTUARIOS1

 “El santuario, tanto si está dedicado a la Santísima Trinidad como a Cristo el Señor, a la
Virgen, a los Ángeles, a los Santos o los beatos, es quizá el lugar donde las relaciones
entre liturgia y piedad popular son más frecuentes y evidentes”.
 “En los santuarios se debe proporcionar a los fieles de manera más abundante los medios
de la salvación, predicando con diligencia la Palabra de Dios y fomentando con esmero la
vida litúrgica, principalmente mediante la celebración de la Eucaristía y la penitencia, y
practicando también otras formas aprobadas de piedad popular (CIC, can. 1234, 1)”.
ALGUNOS PRINCIPIOS
 “Según la revelación cristiana, el santuario supremo y definitivo es Cristo resucitado (Jn
2,18-21; Ap 21,22)”, en torno al cual se congrega y organiza la comunidad de los
discípulos, que a su vez es la nueva casa del Señor (1 Pe 2,5; Ef 2, 19-22)”.
 “Desde un punto de vista teológico, el santuario, que no pocas veces ha surgido de un
movimiento de piedad popular, es un signo de la presencia activa, salvífica, del Señor en
la historia y un refugio donde el pueblo de Dios, peregrino por los caminos del mundo
hacia la ciudad futura (Hb 13,14), restaura sus fuerzas para continuar la marcha”.
 “El santuario, como las iglesias, tiene un gran valor simbólico: es imagen de la morada de
Dios con los hombres (Ap 21,3) y remite al misterio del Templo que se ha realizado en el
cuerpo de Cristo (Jn 1,14; 2,21), en la comunidad eclesial (1 Pe 2,5) y en cada uno de los
fieles (1Cor 3,16-17; 6,19; 2 Cor 6,16)”.
A LOS OJOS DE LOS FIELES LOS SANTUARIOS SON
 “Por su origen, quizá, recuerdo de un acontecimiento considerado milagroso, que ha
terminado la aparición de manifestaciones de devoción duradera, o de testimonio de la
piedad y el agradecimiento de un pueblo por los beneficios recibidos”.
 “Por los frecuentes signos de misericordia que suceden en ellos, lugares privilegiados de
la asistencia divina y de la intercesión de la Virgen María y de los Santos”.
 “Por la situación, con frecuencia aislada y elevada, y por la belleza, ya sea austera, ya
exuberante de los lugares en los que se encuentran, signo de armonía del cosmos y reflejo
de la belleza divina”.
 “Por la predicación que allí resuena, llamada eficaz a la conversión, invitación a vivir en
caridad y aumentar las obras de misericordia, exhortación a llevar una vida caracterizada
por el seguimiento de Cristo”.
 “Por la vida sacramental que allí se desarrolla, lugar de fortalecimiento de la fe,
crecimiento de gracia, refugio y esperanza en la aflicción”.
 “Por el aspecto del mensaje evangélico que expresan, una interpelación especial y casi
una prolongación de la Palabra”.

1
Directorio sobre la piedad popular y la liturgia. Principios y orientaciones. Congregación para el culto divino y la
disciplina de los Sacramentos. 2001.
 “Por su orientación escatológica, una invitación a cultivar el sentido de la trascendencia y
a dirigir los pasos, a través de los caminos de la vida temporal, hacia el santuario del cielo
(Hb 9, 11; Ap 21,3)”.
 “Siempre y en todo lugar, los santuarios cristianos han sido, o han querido ser, signos de
Dios, de su irrupción en la historia. Cada uno de ellos es un memorial del misterio de la
Encarnación y de la Redención”.
RECONOCIMIENTO CANÓNICO
 “Con el nombre de santuario se designa una iglesia u otro lugar sagrado al que, por un
motivo de piedad, acuden en peregrinación numerosos fieles, con aprobación del
Ordinario del lugar (CIC, can. 1230)”.
 “La condición previa que un lugar sagrado sea reconocido canónicamente como santuario
diocesano, nacional o internacional, es la aprobación del Obispo diocesano, de la
conferencia episcopal, o Santa Sede, respectivamente”.
 “La aprobación canónicamente constituye un reconocimiento oficial del lugar sagrado y
de su finalidad específica, que es la de acoger las peregrinaciones del pueblo de Dios que
acude para adorar al Padre, profesar la fe, reconciliarse con Dios, con la Iglesia y con los
hermanos, e implorar la intercesión de la Madre del Señor o de un Santo”.

EL SANTUARIO COMO LUGAR DE CELEBRACIONES CULTUALES


 “El santuario tiene una función de primer orden. Los fieles se acercan, sobre todo, para
participar en las celebraciones litúrgicas y en los ejercicios de piedad que tiene lugar
allí”.
 “Los responsables de los santuarios deben procurar que la liturgia que en ellos se realiza,
resulte un ejemplo por la calidad de las celebraciones”.
 “En los santuarios se pueden celebrar los sacramentos de la Iglesia: penitencia, eucaristía,
unción de los enfermos”.
 “En los santuarios también se celebran con más o menos frecuencia, otros sacramentos.
Esto exige que los responsables del santuario, además del cumplimiento de las
disposiciones que haya emanado el obispo diocesano”.
 “La visita a un santuario, tiempo y lugar favorable para la oración personal y comunitaria,
constituye una ocasión privilegiada para ayudar a los fieles a apreciar la belleza de la
liturgia de las horas y para asociarse a la alabanza cotidiana que, en el curso de su
peregrinación terrena, la Iglesia eleva al Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo”.
 “Los santuarios son lugares para la celebración de los sacramentales. De ahí que desde la
antigüedad, la Iglesia ha tenido la costumbre de bendecir personas, lugares, alimentos,
objetos”.
 “Es deseable que los rectores de los santuarios establezcan a lo largo del día, en los
periodos de mayor afluencia de peregrinos, momentos especiales para celebrar las
bendiciones”.
EL SANTUARIO COMO LUGAR DE EVANGELIZACIÓN
 “El santuario es el lugar en el que continuamente se proclama un mensaje de vida: el
evangelio de Dios (Mc 1,14; Rom 1,1), esto es, la buena noticia que proviene de Dios y
que tiene por contenido a Cristo Jesús”.
 “Al fiel que se acerca al santuario se le deben proponer, directa o indirectamente, los
elementos fundamentales del mensaje evangélico”.
 “Muchos santuarios son, efectivamente, lugares de difusión del evangelio: en las formas
más variadas, el mensaje de Cristo se transmite a los fieles como llamada de conversión,
invitación al seguimiento, exhortación a la perseverancia, recuerdo de las exigencias de la
justicia, palabra de consuelo y de paz”.
EL SANTUARIO COMO LUGAR DE CARIDAD
 “La misión ejemplar del santuario se extiende también al ejercicio de la caridad”.
 “Todo santuario, en cuanto celebra la presencia misericordiosa del Señor, la ejemplaridad
y la intercesión de la Virgen y los Santos, es por sí mismo un lugar que irradia la luz y el
calor de la caridad”.
 “Gracias a la generosidad de los fieles y al celo de los responsables, muchos santuarios
son lugares de mediación entre el amor a Dios y la caridad fraterna, por una parte, y las
necesidades del hombre, por otra”.
EL SANTUARIO COMO LUGAR DE CULTURA
 “Con frecuencia el santuario es ya, en sí mismo, un bien cultural: en él se dan cita y se
presentan, como resumidas en una síntesis, numerosas manifestaciones de cultura de las
poblaciones vecinas: testimonios históricos y artísticos, formas de expresión lingüística y
literaria, expresiones musicales típicas”.
 “Y en cuanto que en el santuario se da una síntesis armoniosa entre naturaleza y gracia,
piedad y arte, se puede proponer como expresión de la VÍA PULCHRITUDINIS para
contemplar la belleza de Dios”.
 “La actividad cultural del santuario se configura como una iniciativa en el ámbito de la
promoción humana; esta función se añade útilmente a la función primordial, de lugar para
el culto divino, para la evangelización, para el ejercicio de la caridad”
EL SANTUARIO COMO LUGAR DE COMPROMISO ECUMÉNICO
 “El santuario debe ser un lugar de compromiso ecuménico, sensible a la necesidad grave
y urgente de la unidad de todos los creyentes en Cristo, único Señor y Salvador”.
 “En los santuarios se debería intensificar la oración con esta intención por la unidad de
los cristianos”.
 “Todos los actos de culto que se realizan en los santuarios deben ser claramente
conformes con la identidad católica, sin ocultar jamás lo que pertenece a la fe de la
Iglesia”

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