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Rosario Al Divino Niño Jesús por Navidad

T – Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.
T – En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

T – Oh Divino Niño Jesús, Mi Dios y Señor yo te ofrezco este Rosario a honra de


aquellos cinco misterios y del gozo, que en ellos recibiste, junto a tu Santísima Madre
María. Te entrego mis suplicas y necesidades; que, si es tu voluntad, para tu gloria y
mayor honra, me los otorgues. Concédeme, Divino Niño Jesús, el perdón de mis
pecados, y perseverancia en tu divina gracia hasta el fin, y después tu gloria, donde te
alabe por toda la eternidad. AMÉN.

T – Oh Dios, que por amor a nosotros nos has enviado a tu Divino Hijo, como
nuestro Salvador y Redentor; te pedimos que, por mediación de los méritos de su
infancia, se acreciente nuestra fe y abundemos en buenas obras. Por Cristo, nuestro
Señor. Amén.

Misterios Gozosos (lunes y sábados)

1. La anunciación del Ángel a la Virgen María


Mi Dulce y Divino Niño Jesús, te ofrecemos este primer misterio en honor a tu
encarnación en el vientre de tu Santa Madre, la Virgen María. Te pedimos por la
intercesión de tu Santísima Madre que infundas en nosotros la llama de tu amor para
que llevemos vidas santas, llenas de tu paz, con alegría y buenas obras.

2. La visita de María Santísima a su prima Santa Isabel


Mi Dulce y Divino Niño Jesús, te ofrecemos este segundo misterio en honor a la
determinación que inspiraste a tu Santísima Madre María, para asistir a su prima
Santa Isabel. Te pedimos que, por su intercesión, nos otorgues la valentía de servir a
quienes nos necesiten, de llevar consuelo, descanso y esperanza, a quienes estén
tristes, agotados y vencidos.

3. El nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén


Mi Dulce y Divino Niño Jesús, te ofrecemos este tercer misterio en honor a tu
modesto nacimiento en un pesebre. Tú, siendo Dios, quisiste llegar a nosotros con
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humildad para darnos ejemplo. Te pedimos que nos ayudes a ser sencillos como tú y
dispuestos a seguir la voluntad de nuestro Padre. Ven Divino Niño, nace también en
nuestros hogares y llena nuestras familias con tu Paz y Amor.

4. La presentación de Jesús en el templo


Mi Dulce y Divino Niño Jesús, te ofrecemos este cuarto misterio en honor a tu
consagración a Dios, al presentarte en el templo. Te pedimos que nos des un corazón
entregado a tu amor, a tus palabras, resuelto a vivir en comunión contigo y
pertenecerte siempre. Que cada día te consagremos nuestros trabajos y actividades.

5. Jesús perdido y encontrado en el templo


Mi Dulce y Divino Niño Jesús, te ofrecemos este quinto misterio en honor a tu
intención de ocuparte de las cosas de tu Padre Dios, ya desde niño. ¡Cuánta alegría
sintió tu Madre María, al encontrarte!, así también, nosotros nos alegramos al
celebrar tu nacimiento. Te pedimos, que, por su intercesión, refuerces nuestra
constancia hacia las cosas de Dios, que busquemos agradarle con nuestras vidas y
sentir gozo en servirle.

Alabanzas al Pequeño Rey celestial

 Oh Niño Jesús, Rey de la humanidad, que has guiado el camino de los Magos a
Belén, con la luz de la estrella, haz que, bajo su ejemplo, nosotros sigamos
fielmente tu Palabra y tus divinas inspiraciones, cumpliendo lo que tú nos
sugieres a nuestro corazón.

G – Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu
Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
R – Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal. Amén.

 Oh Niño Jesús, que has reunido junto a tu cuna, en adoración, a los pobres
pastores y a los ricos reyes de Oriente, ilumina a los gobernantes y socorre a
todos los pobres de la tierra. Haz que también nosotros te amemos con un corazón
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humilde, y nos hagamos pequeños en espíritu para entrar en tu reino de justicia y
de paz.

G – Padre nuestro…
R – Danos hoy…

 Oh Niño Jesús, los Magos venidos para adorarte se postraron a tus pies
ofreciendo oro, incienso y mirra, reconociéndote así verdadero Rey, verdadero
Dios y verdadero hombre. Concédenos imitarlos, adorándote con viva fe en el
sacramento de la Eucaristía, y ofreciéndote el oro de nuestra vida y de nuestras
dotes, el incienso de nuestra oración, la mirra de nuestros sacrificios y de nuestro
amor.

G – Padre nuestro…
R – Danos hoy…

T – Señor Jesús, te vemos niño; y creemos que tú eres el Hijo de Dios, hecho hombre por
obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María. Como en Belén, también
nosotros con María, José, los ángeles y los pastores, te adoramos y te reconocemos
como nuestro único Salvador. Te hiciste pobre para hacernos ricos con tu pobreza;
concédenos no olvidarnos nunca de los pobres y de todos los que sufren. Protege
nuestras familias, bendice a todos los niños del mundo y haz que reine siempre entre
nosotros el amor que nos has traído y que hace más feliz la vida. Da a todos, oh Jesús,
reconocer la verdad de tu Navidad, para que todos sepamos que has venido a traer a
toda la familia humana la luz, la alegría y la paz.
Tú que eres Dios, y vives y reinas con Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo, por
los siglos de los siglos. Amén.

Letanías al Divino Niño Jesús

G – Señor, ten piedad de nosotros R – Señor, ten piedad de nosotros


G – Cristo, ten piedad de nosotros R – Cristo, ten piedad de nosotros
G – Señor, ten piedad de nosotros R – Señor, ten piedad de nosotros

G – Cristo óyenos R – Cristo óyenos


G – Cristo escúchanos R – Cristo escúchanos

G – Dios Padre celestial, R – Ten piedad de nosotros


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G – Dios Hijo redentor del mundo, R – Ten piedad de nosotros
G – Dios Espíritu Santo, R – Ten piedad de nosotros
G – Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, R – Ten piedad de nosotros

Niño Jesús, R – ten piedad de nosotros


Niño, Dios verdadero,
Niño, Hijo de la Virgen María,
Niño, fuerte en la debilidad,
Niño, poderoso en la ternura,
Niño, tesoro de gracia,
Niño, fuente de Amor,
Niño, renovador del Cielo,
Niño, restaurador de los males terrenos,
Niño, cabeza de ángeles,
Niño, raíz de patriarcas,
Niño, voz de profetas,
Niño, deseo de los gentiles,
Niño, alegría de los pastores,
Niño, luz de los Magos,
Niño, salvación de los niños,
Niño, esperanza de los justos,
Niño, maestro de los sabios,
Niño, primicia de todos los santos,

Sé misericordioso; R – benignamente escúchanos, oh, Niño Jesús

De la esclavitud de los hijos de Adán, R – oh, Niño Jesús, líbranos


De la esclavitud del demonio,
De los malos deseos de la carne,
De la maldad del mundo,
Del orgullo de la vida,
Del deseo incontrolable de saber,
De la ceguera espiritual,
De la mala voluntad,
De nuestros pecados,

Por tu purísima Concepción,


Por tu humildísima Natividad,
Por tus lágrimas,
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Por tu dolorosísima Circuncisión,
Por tu gloriosa Epifanía,
Por tu piadosísima Presentación en el Templo,
Por tu divina Vida,
Por tu pobreza,
Por tus muchos sufrimientos,
Por tus trabajos y viajes,

G – Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,


R – perdónanos, oh, Niño Jesús.
G – Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
R – escúchanos, oh, Niño Jesús.
G – Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
R – ten piedad de nosotros, oh, Niño Jesús.

Oremos:
G – "Señor Jesucristo, Tú que te complaciste en humillarte al nacer en el tiempo y
convertirte en un Niñito, concédenos que podamos reconocer la sabiduría infinita en
el silencio de un niño, el poder en la debilidad y la majestad en la humillación. Haz
que, adorando tus humillaciones en la Tierra, podamos contemplar tus glorias en el
Cielo. Tú que vives y reinas con tu Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los
siglos. Amén".

Oración de la Señora de todos los Pueblos

T – Señor Jesucristo, Hijo del Padre, manda ahora tu Espíritu sobre la Tierra. Haz
que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos, para que sean
preservados de la corrupción, de las calamidades y de la guerra. Que la Señora
de todos los Pueblos, la Santísima Virgen María, sea nuestra Abogada. Amén.

Oración de agradecimiento a Dios

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T – Gracias te damos, Señor, por todos tus beneficios, tu Providencia jamás nos
abandona, ¡Que se haga siempre tu voluntad! Bendíceme, bendice a mis seres
queridos y que yo también sea bendición para los demás. Amén.

T – En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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