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UNIVERSIDAD

AUTONOMA DEL
ESTADO DE HIDALGO
Escuela Superior De Tulancingo
Licenciatura Médico Cirujano

Traumatología

RESUMEN ESGUINCE

ACADEMICO:
Dra. Acuña Torres Maura Gabriela

ESTUDIANTE:
Ramírez Pérez Blanca Reneé

502

17/MARZO/2020

ENERO – JUNIO 2020


ESGUINCES
Definición:
El esguince es la distensión anormal de los ligamentos, sobrepasando los limites anatómicos normales,
generando cambios macro y microscópicos que demuestran la elongación, desgarro o ruptura de los
mismos. Casi simultáneamente los tendones cercanos al sitio de la lesión podrían estar afectados.

Causas:
El esguince más frecuente de encontrarse, es el que se produce en articulación del tobillo, siendo muy
frecuente en deportistas, mujeres que usan tacones, e incluso personas que ambulan y que
accidentalmente pisan un bache en la calle, provocando desestabilización de esta articulación, la cual por
inversión hacia adentro o eversión, desplaza la articulación lesionando el ligamento peroneo-astragalino
y/o el peroneo calcáneo.

Los esguinces localizados en dedos siguen en frecuencia al esguince de tobillo y se presentan en


aquellas personas que realizan esfuerzos o ejercicio manual intenso, sometiendo a sus articulaciones a
traumas de diferente intensidad.

En las lesiones de tobillo, entre un 70-80% son esguinces y de ellos aproximadamente un 85% se
producen por el movimiento de inversión con afectación del ligamento colateral lateral. Mucho menos
frecuentes son las lesiones del ligamento deltoideo a nivel de la sindesmosis, representan éstas últimas
entre un 10-15% del total de lesiones.

Clasificación de los esguinces (según severidad de la lesión):

Grado I
Lesión parcial de un ligamento sin pérdida funcional o con limitación leve. Edema e inflamación leve,
no existe inestabilidad mecánica y las fibras del ligamento están distendidas pero intactas. Lesión
microscópica. Sin laxitud articular asociada, con ruptura de menos del 5% de las fibras.

Grado II
Lesión incompleta de un ligamento, dolor y edema moderados. Con discapacidad funcional moderada,
equimosis de leve o moderada, edema sobre las estructuras afectadas, limitación parcial de la función y
el movimiento. Inestabilidad de leve a moderada al examen clínico de inestabilidad unilateral con datos
positivos leves. Algunas fibras del ligamento están parcialmente desgarradas con ruptura del 40-50% de
fibras. Lesión parcial.

Grado III
Lesión completa y pérdida de la integridad del ligamento, edema severo (más de cuatro centímetros),
equimosis severa. Pérdida de la función y el movimiento. Inestabilidad mecánica (examen clínico de
inestabilidad con datos positivos de moderado a severo). Los ligamentos están completamente
desgarrados y no son funcionales, además de lesionar los tendones y tejidos adyacentes. Lesión total
(ruptura).

Grado IV
Luxación de la articulación; en el servicio de traumatología se decide si es necesario el manejo
quirúrgico.
La manifestación clínica:
Se diferenciará en función a la localización de la lesión.

 Tobillo, presentan el pie con posición más invertida que la del lado sano, con limitación de la
dorsiflexión y flexión plantar, que se hacen muy dolorosas en el examen físico.

 Rodilla: Frecuente en personas que practican algún deporte donde esta articulación sea
frecuentemente utilizada, como ocurre en el caso de: futbolistas, voleibolistas, basquetbolistas, etc.

La edad en la que se presenta con mayor frecuencia oscila entre los 30-35 años, siendo el mecanismo
de producción la tención lateral en varo o valgo.

El examen clínico debe realizar las maniobras de test de estrés de abducción o aducción, con el
paciente en decúbito lateral, y con flexión en 30º de la rodilla, colocando la palma de la mano en la
región lateral de la misma y la otra mano del examinador sujetando el tobillo. La maniobra aplicará
abducción de rodilla con ligera rotación externa de la pierna, manifestándose como “signo del
bostezo” positivo, a la presencia de dolor al generar la apertura lateral interna o externa de la rodilla.

De igual forma, se procede a la realización del test “del cajón”, con una flexión de rodilla entre 80-
90º, apoyando el pie en la camilla. El examinador debe realizar tracción repetida, de la pierna,
intentando desplazar la tibia hacia adelante o hacia atrás. Si existe desplazamiento anterior de
carácter doloroso, será indicativo de lesión del ligamento cruzado anterior, y su equivalente en la
región posterior.

La realización del test de Lachman, con el paciente en decúbito dorsal y rodilla flexionada en 30º,
colocando la mano en la cara posterior del tercio proximal de la pierna y la otra mano del
examinador en la cara anterior del tercio distal del muslo, traccionando hacia adelante la tibia
intentando desplazarla, permite la evaluación del ligamento cruzado anterior.

 Esguinces de dedo: que se producen por trauma con hiperextensión, hiperflexión o desplazamiento
lateral de la articulación, frecuentemente vistos en deportistas o personas que utilizan las manos
como instrumento de competencia o producción.

El cuadro clínico se caracterizas por dolor difuso o localizado en la cara interna de la articulación,
edema, equimosis o hematoma, con limitación de los movimientos. En estos casos, y dependiendo
del grado de agresión, es frecuente encontrar fracturas asociadas, por lo que el examen físico deberá
ser detallado en búsqueda de crepitaciones que orienten a dicha sospecha.

Esguince de tobillo
Diagnóstico:
Investigar los factores de riesgo relacionados con la lesión, así como los antecedentes y el mecanismo
del mismo. Examinar el aumento de volumen, la deformidad y la presencia de equimosis. Determinar el
grado de dolor a nivel de los ligamentos peroneos y la funcionalidad de la extremidad afectada.
Clasificar el grado de la lesión de acuerdo con los datos clínicos, recuperados en la exploración de la
extremidad afectada.
En los pacientes que cumplan con los criterios de las reglas de Ottawa, el médico debe solicitar
radiografías en proyección anteroposterior, lateral y anteroposterior con rotación medial de 15 a 30
grados (oblicua) en el tobillo lesionado

Tratamiento Farmacológico
 Existen una gran variedad de AINES que pueden ser utilizados como tratamiento de primera
elección para el control del dolor.
 Administrar paracetamol a dosis de 500 mg tabletas por vía oral cada 6 horas en los primeros 2 días
y posteriormente, 500 mg cada 8 horas en los 3 días siguientes.
 En pacientes con edema bimaleolar y dolor importante se recomienda usar un antiinflamatorio
combinado con un analgésico (piroxicam más paracetamol o diclofenaco más paracetamol.
 En pacientes con riesgo de sangrado de tubo digestivo o con condiciones particulares, que limiten el
uso de los AINES, se sugiere individualizar el caso y considerar para el control del dolor con otras
alternativas con menores efectos adversos, incluyendo los inhibidores específicos COX-2.

Tratamiento No Farmacológico
Con el propósito de fortalecer los ligamentos, mejorar los rangos de movilidad y recuperar la
propiocepción del pie afectado; se recomienda realizar las siguientes acciones:
En las primeras 72 horas de la lesión:
 Evitar el apoyo de la articulación en las primeras 48 horas de la lesión.
 Aplicar hielo (local) durante 20 minutos cada 8 horas
 Movilizar activamente el tobillo a tolerancia, con elevación a 30 grados de la extremidad
afectada (movimiento de flexión-extensión, inversión-eversión y circonducción hasta 10
repeticiones cada uno)
 Aplicar vendaje elástico no compresivo de forma inicial.
 En caso de edema bimaleolar evolutivo se recomienda utilizar un vendaje tipo Jones
(almohadillado anti edema)
Después de las 72 horas:
 Iniciar apoyo parcial diferido con vendaje elástico compresivo (vendas elásticas, vendaje con tela
adhesiva, soporte externo de tobillo)
 Indicar ejercicios de propiocepción (rodar una botella, apoyar parcialmente la extremidad
lesionada o arrugar una toalla con los dedos del pie)
 Indicar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento a contrarresistencia (usando una resistencia
contra el pie)
 Se recomienda no utilizar inmovilización con férula de yeso en los esguinces de tobillo grado I y
II, evitar el calor local y masaje directo en la fase aguda.

Tratamiento:

 La fase I del tratamiento incluye el descanso y proteger el tobillo para permitir la curación, evitar
una lesión mayor y para controlar el dolor y la inflamación.

Descanso, protección (aparato ortopédico, vendaje, férula o muletas)


Control de la inflamación (hielo, compresión, elevación)
Carga de peso temprana según se tolere

 La fase II comienza una vez que el tratamiento del dolor y la inflamación hayan desaparecido hasta
el punto donde el atleta puede soportar cómodamente el peso y caminar de un lugar a otro

Reducir la inflamación residual.


Restaurar la flexibilidad y el rango de movimiento de la articulación.
Restaurar la fuerza
Reanudar entrenamiento aeróbico de bajo impacto, mantener la condición física general.

 La fase III del tratamiento se centra en la restauración de la propiocepción del tobillo (equilibrio y la
conciencia de posición), así como la agilidad y la coordinación.

Restaurar propiocepción
Restaurar la agilidad/coordinación.

 En la Fase IV del tratamiento, los atletas hacen la transición de vuelta a su deporte a través de lo que
se conoce como progresión funcional. Para los deportes que implican correr, los atletas pueden
progresar de trotar o correr directo en una superficie plana para correr a toda velocidad.

Progresión funcional (trotar, correr, correr a toda velocidad, cortar, saltar, destrezas
específicas al deporte)

 En la fase V, el atleta ha completado el programa funcional y debe de estar listo para regresar a la
práctica.

Regreso gradual a la práctica y la competición


Ejercicios de mantenimiento y protección a largo plazo
BIBLIOGRAFIA:

https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/injuries-emergencies/sports-injuries/Paginas/Ankle-
Sprain-Treatment.aspx

Delgado González, M. G. (2016). Lesiones más frecuentes en el baloncesto. Propuesta de tratamiento


fisioterápico de esguince de tobillo grado II.

Bustamante, G., & Molina Alanoca, J. D. (2013). Esguince. Revista de Actualización Clínica Investiga, 34, 1729.

Rojas, J. E. A. P., Elizarraras, E. H., González, M. E. M., Oropeza, R. M., Valdez, Y. M. R., de la Torre Sánchez,
R., ... & Roldán, V. M. L. (2004). Guía clínica para la atención del paciente con esguince de tobillo.  Revista
Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, 42(5), 437-444.

http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/034_GPC_EsguinceTobillo/IMSS_034_08_G
RR.pdf

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