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FACULTAD DE MEDICINA
CARRERA DE FISIOTERAPIA Y KINESIOLOGIA
Año 2022
INTRODUCCIÓN
La rotura de ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las que más prevalencia tiene
hoy en día en cuanto a lesiones ligamentosas. Hace unas décadas era una lesión
común dentro del mundo deportivo y atletas de mediana edad, sin embargo cada vez
se encuentran más casos entre jóvenes y pequeños. Llegado el momento, es necesario
un correcto tratamiento médico y quirúrgico, así como una correcta y concienzuda
rehabilitación de fisioterapia desde el primer día, para conseguir así la mejor
readaptación funcional para el paciente y que consiga hacer vida normal lo antes
posible y con las mínimas molestias. La colaboración del paciente es vital si quiere
conseguir un éxito absoluto, deberá seguir los consejos pautados y realizar ejercicios
para recuperarse lo mejor posible.
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
Así, el ligamento cruzado anterior (delante) se cruza formando una “X” con el ligamento
cruzado posterior (detrás).
Tanto el Ligamento Cruzado Anterior como el posterior son el eje central de la rodilla y
son responsables de los desplazamientos de la tibia sobre el fémur.
SÍNTOMAS
Los signos y síntomas de una lesión del ligamento cruzado anterior suelen ser:
CAUSAS
Los ligamentos son fuertes bandas de tejido que conectan un hueso con otro. El
ligamento cruzado anterior, uno de los dos ligamentos que cruza por el medio de la
rodilla, conecta el hueso del muslo con la tibia, y ayuda a estabilizar la articulación de la
rodilla.
La mayoría de las lesiones del ligamento cruzado anterior ocurre al practicar deportes y
hacer actividades físicas que pueden ejercer presión en la rodilla:
FACTORES DE RIESGO
Hay una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de padecer una lesión de
ligamento cruzado anterior, que incluyen:
Difícil respuesta ya que depende siempre en última instancia del paciente, es quien
decide. Aunque a la vez es muy sencillo elegir, puesto que los profesionales sanitarios
que lo atienden darán los mejores consejos según la situación, siempre buscando lo
mejor y minimizando riesgos. Una operación quirúrgica siempre conlleva riesgos, por
ello es el último eslabón terapéutico y se trata de evitar o retrasar hasta que no hay otra
opción de tratamiento; además hay que analizar si los riesgos del tratamiento quirúrgico
superan a los beneficios. Con toda esa información, el paciente la analiza y toma una
decisión. ¿En qué situaciones está indicado operarse? Si el paciente es un
deportista de alto nivel, siempre o casi siempre se recurre a la intervención quirúrgica,
ya que la mayoría son jóvenes y necesitan todas las estructuras de su cuerpo
funcionando al 100%, y con un LCA roto la estabilidad de la rodilla no es total, y el
riesgo de lesión puede aumentar en el futuro.
Por otro lado, ¿cuándo se evita la intervención quirúrgica? Múltiples son los factores a
tener en cuenta antes de llegar a este punto, pero se puede burlar el quirófano cuando:
Como podemos observar en los párrafos anteriores, varios son los aspectos que se
tienen en cuenta a la hora de operar un LCA: la decisión del paciente, el tipo de lesión
que sufren los ligamentos, la existencia o no de inestabilidad articular, la edad del
paciente y su nivel de actividad física.
CASO CLÍNICO
Edad: 23 años
Paciente de 23 años, jugador de futbol, sufrió una lesión de rodilla con diagnóstico de
rotura del ligamento cruzado anterior el día 02-05-2022 con mecanismo no traumático,
durante una acción deportiva realizando un cambio de dirección. La cirugía se realiza el
13-05-2022, mediante plastia de ligamento cruzado anterior. Luego acude a nosotros
para iniciar su proceso de recuperación.
Examen físico
Programa de tratamiento
Desde el 2do al 5to día se sigue con la tensión cerrada a 0º de extensión, utilizar dos
muletas como sean toleradas, ejercicios continuados de ROM pasivos intermitentes,
movilización patelar (tener cuidado con la cicatriz), bombeo de tobillos, levantamiento
de pierna estirada (en todas las direcciones), comenzar con contracciones estáticas de
Cuadriceps y movimientos de flexo – extensión con apoyo de talón sobre el plano
(arrastre del talón), estimulación muscular eléctrica a cuadriceps (6 horas por día)
durante series de cuatro, múltiple ángulo isométrico y levantamiento de pierna estirada,
CPM de 0 a 90º y culmina con hielo 20 minutos fuera de cada hora y elevación con
rodilla en extensión.
El 6to y 7mo día se continua con lo anterior y le agregamos, extensión activa de rodilla
de 90 a 10º y eliminar abrazadera para mejorar ROM 4 a 5 veces diariamente.
Para poder pasar a la próxima fase el paciente debe tener, control de cuadriceps,
extensión total de la rodilla pasiva, PROM 0 a 90º, movilidad patelar buena, efusión
mínima y ambulación con muletas.
• disminución de fibrosis
• estimular la curación
• disminución de la hinchazón
En la 2da semana se debe preparar al atleta para la ambulación sin muletas, las
abrazadera deben estar cerrada a 0º para la ambulación únicamente, abierta para el
propio ROM (4 a 5 veces diariamente), la tolerancia de peso: como sea tolerado (el
objetivo es discontinuar las muletas de 7 a 10 días postoperatoriamente), el rango de
movimiento: propio ROM (de 4 a 5 veces diariamente), énfasis en mantener la
extensión pasiva a 0º.
• PROM 0-105º
• entrenamiento de propiocepcion
• control de hinchazón: hielo, compresión y elevación.
• Comenzar ejercicios en pileta una vez retirado los puntos (por riesgo a infección).
• PROM 0-130º,
• AROM 0-125º
• Fuerza de los cuadriceps 60% de pierna contralateral (prueba isocinética)
• Efusión mínima
• No quejas patelofemoral
• Estiramiento de tendón
• Levantamiento de pantorrillas
• Mínima o no efusión
Los objetivos de esta etapa es, desarrollar fuerza, potencia y resistencia, comenzar
preparación o regresar a actividades funcionales. Las pruebas isocinética realizarla en
las semanas 10-12 y 16-18.
Se debe realizar prueba isocinética previa a volver, prueba KT-2000, prueba funcional.
Los ejercicios constan en: