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UNIVERSIDAD DEL NORTE

FACULTAD DE MEDICINA
CARRERA DE FISIOTERAPIA Y KINESIOLOGIA

LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR DE


RODILLA, REHABILITACIÓN POSQUIRÚRGICO

Alumnos: Marcelo Samuel Álvarez Franco y Mathias Israel


Paniagua Cardozo

Materia: Gimnasia Terapéutica

Profesora: Lic. Teresa Duarte

Curso: 5to año turno noche

Año 2022
INTRODUCCIÓN

La rotura de ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las que más prevalencia tiene
hoy en día en cuanto a lesiones ligamentosas. Hace unas décadas era una lesión
común dentro del mundo deportivo y atletas de mediana edad, sin embargo cada vez
se encuentran más casos entre jóvenes y pequeños. Llegado el momento, es necesario
un correcto tratamiento médico y quirúrgico, así como una correcta y concienzuda
rehabilitación de fisioterapia desde el primer día, para conseguir así la mejor
readaptación funcional para el paciente y que consiga hacer vida normal lo antes
posible y con las mínimas molestias. La colaboración del paciente es vital si quiere
conseguir un éxito absoluto, deberá seguir los consejos pautados y realizar ejercicios
para recuperarse lo mejor posible.
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR

El Ligamento Cruzado Anterior es un cúmulo de fibras colágenas que se extiende entre


el fémur y la tibia, en sentido oblicuo. Se inserta en el interior de la articulación de la
Rodilla y, aunque es de tamaño pequeño, tiene gran importancia.

Se le llama “cruzado” porque tiene esa forma en el espacio, en relación con el


Ligamento Cruzado Posterior y a los ejes de la Rodilla, en el plano frontal, sagital o
lateral.

Así, el ligamento cruzado anterior (delante) se cruza formando una “X” con el ligamento
cruzado posterior (detrás).

FUNCIÓN DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR

Tanto el Ligamento Cruzado Anterior como el posterior son el eje central de la rodilla y
son responsables de los desplazamientos de la tibia sobre el fémur.

Así, sus funciones son:

 Evitar desplazamientos del Fémur sobre la Tibia, hacia delante


 Dar estabilidad a la Rodilla cuando hay una rotación en ésta

Así, es el freno más importante ante el desplazamiento anterior de la Tibia, limita la


rotación tibial y la angulación interna y externa de la Rodilla cuando se encuentra
estirada.

LESIÓN DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR


La lesión del ligamento cruzado anterior es el desgarro o esguince de ese ligamento,
que es una de las fuertes bandas de tejido que ayudan a conectar el hueso del muslo
(fémur) con la tibia. Las lesiones del ligamento cruzado anterior comúnmente se
producen durante la práctica de deportes que implican detenerse o cambiar de
dirección en forma repentina, saltar y aterrizar, como el básquetbol, el fútbol, el fútbol
americano, etc.
Muchas personas escuchan un chasquido en la rodilla cuando ocurre una lesión del
ligamento cruzado anterior. Es posible que se te hinche la rodilla, que te sientas
inestable y que te duela mucho soportar peso.

Según la gravedad de la lesión del ligamento cruzado anterior, el tratamiento puede


constar de descanso y ejercicios de rehabilitación para ayudarte a recuperar la fuerza y
la estabilidad, o una cirugía de reemplazo del ligamento desgarrado seguida de
rehabilitación. Un programa de entrenamiento adecuado puede ayudar a reducir el
riesgo de sufrir una lesión del ligamento cruzado anterior.

SÍNTOMAS

Los signos y síntomas de una lesión del ligamento cruzado anterior suelen ser:

 Un chasquido fuerte o sensación de "chasquido" en la rodilla.


 Dolor intenso e incapacidad para continuar una actividad.
 Hinchazón rápida.
 Pérdida de la amplitud de movimiento.
 Sensación de inestabilidad o de "darse por vencido" al soportar peso.

CAUSAS

Los ligamentos son fuertes bandas de tejido que conectan un hueso con otro. El
ligamento cruzado anterior, uno de los dos ligamentos que cruza por el medio de la
rodilla, conecta el hueso del muslo con la tibia, y ayuda a estabilizar la articulación de la
rodilla.

La mayoría de las lesiones del ligamento cruzado anterior ocurre al practicar deportes y
hacer actividades físicas que pueden ejercer presión en la rodilla:

 Reducir la velocidad y cambiar de dirección de manera repentina (con


brusquedad)
 Girar con el pie firmemente apoyado
 Aterrizar con torpeza después de un salto
 Detenerse de manera repentina
 Recibir un golpe directo en la rodilla o chocar, como un tackle en un partido de
fútbol americano
 Cuando se daña el ligamento, por lo general, se produce un desgaste parcial o
completo en el tejido. Una lesión leve puede estirar el ligamento, pero dejarlo
intacto.

FACTORES DE RIESGO

Hay una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de padecer una lesión de
ligamento cruzado anterior, que incluyen:

 Ser mujer: posiblemente debido a las diferencias anatómicas, la fuerza muscular


y las influencias hormonales
 Participar en ciertos deportes como fútbol, fútbol americano, baloncesto,
gimnasia y esquí alpino
 Tener un escaso condicionamiento
 Usar patrones de movimiento defectuosos, como mover las rodillas hacia
adentro durante una sentadilla
 Usar calzado que no te quede bien
 Usar equipo deportivo en mal estado, como fijaciones de esquí que no están
ajustadas correctamente
 Jugar en césped artificial

LA ETERNA PREGUNTA… ¿OPERARSE O NO?

Difícil respuesta ya que depende siempre en última instancia del paciente, es quien
decide. Aunque a la vez es muy sencillo elegir, puesto que los profesionales sanitarios
que lo atienden darán los mejores consejos según la situación, siempre buscando lo
mejor y minimizando riesgos. Una operación quirúrgica siempre conlleva riesgos, por
ello es el último eslabón terapéutico y se trata de evitar o retrasar hasta que no hay otra
opción de tratamiento; además hay que analizar si los riesgos del tratamiento quirúrgico
superan a los beneficios. Con toda esa información, el paciente la analiza y toma una
decisión. ¿En qué situaciones está indicado operarse? Si el paciente es un
deportista de alto nivel, siempre o casi siempre se recurre a la intervención quirúrgica,
ya que la mayoría son jóvenes y necesitan todas las estructuras de su cuerpo
funcionando al 100%, y con un LCA roto la estabilidad de la rodilla no es total, y el
riesgo de lesión puede aumentar en el futuro.

En palabras del Dr. Eduardo Escobar está recomendado esperar un periodo de 6


semanas tras el traumatismo para que disminuya la inflamación, y se pueda valorar el
nivel de inestabilidad articular, ya que éste es el gran elemento a tener en cuenta: la
operación quirúrgica está indicada si existe gran inestabilidad articular de rodilla, esto
suele ocurrir cuando además de la rotura total del LCA hay también rotura del
ligamento colateral medial de la rodilla, provocando inestabilidad rotacional de la tibia.
No siempre se cumple este requisito, por lo que a continuación se presenta un resumen
de Fu y Shulthe con los casos donde la intervención quirúrgica es la mejor opción:

 Hay evidencia de existencia de rotura total del ligamento cruzado anterior,


ligamento colateral interno y/o menisco interno.
 Presencia de lesión meniscal junto a LCA.
 El paciente es deportista de alto nivel.
 El paciente es joven o “relativamente joven”.
 El paciente acostumbra a realizar actividades deportivas.

Por otro lado, ¿cuándo se evita la intervención quirúrgica? Múltiples son los factores a
tener en cuenta antes de llegar a este punto, pero se puede burlar el quirófano cuando:

 El paciente se niega a operarse.


 Hay evidencia de que la lesión es una rotura parcial o esguince grave.
 Hay rotura total del LCA pero no existe inestabilidad articular en la rodilla.
 El paciente supera los 40-50 años de edad.
 El paciente no realiza actividades físicas o es sedentario.

Como podemos observar en los párrafos anteriores, varios son los aspectos que se
tienen en cuenta a la hora de operar un LCA: la decisión del paciente, el tipo de lesión
que sufren los ligamentos, la existencia o no de inestabilidad articular, la edad del
paciente y su nivel de actividad física.
CASO CLÍNICO

Nombre del paciente: Mathias Israel Paniagua Cardozo

Edad: 23 años

Diagnóstico: Rehabilitación del ligamento cruzado anterior de rodilla.

Paciente de 23 años, jugador de futbol, sufrió una lesión de rodilla con diagnóstico de
rotura del ligamento cruzado anterior el día 02-05-2022 con mecanismo no traumático,
durante una acción deportiva realizando un cambio de dirección. La cirugía se realiza el
13-05-2022, mediante plastia de ligamento cruzado anterior. Luego acude a nosotros
para iniciar su proceso de recuperación.

Examen físico

Perdida de fuerza muscular MID, marcha con muletas, desequilibrio, disminución de la


propiocepción, dificultad para sostenerse en un pie, edema, inflamación. Etc.

Programa de tratamiento

Desde el 2do al 5to día se sigue con la tensión cerrada a 0º de extensión, utilizar dos
muletas como sean toleradas, ejercicios continuados de ROM pasivos intermitentes,
movilización patelar (tener cuidado con la cicatriz), bombeo de tobillos, levantamiento
de pierna estirada (en todas las direcciones), comenzar con contracciones estáticas de
Cuadriceps y movimientos de flexo – extensión con apoyo de talón sobre el plano
(arrastre del talón), estimulación muscular eléctrica a cuadriceps (6 horas por día)
durante series de cuatro, múltiple ángulo isométrico y levantamiento de pierna estirada,
CPM de 0 a 90º y culmina con hielo 20 minutos fuera de cada hora y elevación con
rodilla en extensión.

El 6to y 7mo día se continua con lo anterior y le agregamos, extensión activa de rodilla
de 90 a 10º y eliminar abrazadera para mejorar ROM 4 a 5 veces diariamente.
Para poder pasar a la próxima fase el paciente debe tener, control de cuadriceps,
extensión total de la rodilla pasiva, PROM 0 a 90º, movilidad patelar buena, efusión
mínima y ambulación con muletas.

Fase de máxima protección (2da a 3er semana)

Los objetivos son los siguientes

• obtener absoluto control de fuerzas externas y proteger injerto

• nutrir cartílago articular

• disminución de fibrosis

• estimular la curación

• disminución de la hinchazón

• prevenir la atrofia de cuadriceps

En la 2da semana se debe preparar al atleta para la ambulación sin muletas, las
abrazadera deben estar cerrada a 0º para la ambulación únicamente, abierta para el
propio ROM (4 a 5 veces diariamente), la tolerancia de peso: como sea tolerado (el
objetivo es discontinuar las muletas de 7 a 10 días postoperatoriamente), el rango de
movimiento: propio ROM (de 4 a 5 veces diariamente), énfasis en mantener la
extensión pasiva a 0º.

Seguir con los ejercicios anteriores y agregarles,

• cadena cinética cerrada (sentadilla y estocada, sosteniéndose),

• extensión de la rodilla 90º – 40º

• PROM 0-105º

• estiramiento de tendón y pantorrilla

• entrenamiento de propiocepcion
• control de hinchazón: hielo, compresión y elevación.

• Comenzar ejercicios en pileta una vez retirado los puntos (por riesgo a infección).

En la 3ra semana la tolerancia de peso es total, sin muletas.

Los ejercicios son iguales a la segunda semana, se le agrega,

• bicicleta para el estímulo y la tolerancia de ROM (PROM 0º – 115º),

• iniciar cuadriceps excéntricos, 40 a 100º (isotónicos solamente), presión de la pierna


(0 a 60º).

Fase de ambulación controlada: (4ta a 7ma semana)

Los criterios para entrar en esta fase

• ROM activo (AROM) 10-115º

• Controlar las fuerzas durante el caminar.

• PROM 0-130º,

Los ejercicios son iguales a la 3er semana, se le agregan

• Iniciar el programa de natación, trote en pileta,

• Iniciar ascensos (empezar con dos e incrementar gradualmente),

• Incrementar la rehabilitación en cadena cinética cerrada

• Incrementar el entrenamiento en propiocepcion.

Fase de protección moderada (7ma a 12 semana)

Criterios para entrar en esta fase

• AROM 0-125º
• Fuerza de los cuadriceps 60% de pierna contralateral (prueba isocinética)

• Efusión mínima

• No quejas patelofemoral

• Examinación clínica satisfactoria

En esta etapa hay que proteger cartílago articular de unión patelofemoral de


cuadriceps. Fortalecer máximamente extremidad más baja y la prueba isocinetica en la
semana 10

Los ejercicios son:

• Enfatizar el trabajo de los cuadriceps excéntricos

• Continuarlos ejercicios en cadena cerrada, los ascensos, sentadillas, estocadas.

• Continuar con la extensión de la rodilla 90-40º

• Aducción y abducción de cadera

• Estiramiento de tendón

• Levantamiento de pantorrillas

• Bicicleta para resistencia

• Correr en agua (hacia adelante y hacia atrás)

• Iniciar trabajo isocinético (100-40º)

Fase de actividad leve (2,5 – 3,5 meses)

Criterios para entrar a esta fase

• AROM 0º a más que 125º


• Fuerza de los cuadriceps, 70% del lado contralateral, índice flexor / extensor de la
rodilla 70% a 79% del lado contralateral

• Mínima o no efusión

• Examinación clínica satisfactoria

Los objetivos de esta etapa es, desarrollar fuerza, potencia y resistencia, comenzar
preparación o regresar a actividades funcionales. Las pruebas isocinética realizarla en
las semanas 10-12 y 16-18.

Los ejercicios son:

• Continuar ejercicios de fortalecimiento

• Iniciar programa pliométrico

• Iniciar programa de correr

• Iniciar ejercicios de agilidad

• Entrenamiento específico deportivo y ejercicios

Fase de volver a la actividad (meses 3,5-4,5)

Criterios para volver a las actividades

• Prueba isocinética que satisfaga los criterios

• Prueba funcional, 80% o más de pierna contralateral

• Prueba proprioceptiva, 100% de pierna contralateral

• Examinación clínica satisfactoria

Los objetivos son, alcanzar la fuerza máxima y mejorar la coordinación neuromuscular


y la resistencia.

Se debe realizar prueba isocinética previa a volver, prueba KT-2000, prueba funcional.
Los ejercicios constan en:

• Continuar el programa de fuerza

• Continuar el programa en cadena cerrada

• Continuar el programa pliométrico

• Continuar el programa de atletismo (correr) y agilidad

• Acelerar el entrenamiento específico deportivo y ejercicios.

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