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Universidad de La Salle

Ciencia Unisalle

Licenciatura en Español y Lenguas Extranjeras Facultad de Ciencias de la Educación

1-1-2006

Una lectura de los principios de la pedagogía crítica ensayo


académico
Paola Andrea Llorente Ruíz
Universidad de La Salle, Bogotá

Camila Fernanda Rojas Rodríguez


Universidad de La Salle, Bogotá

Diana Carolina Velásquez Montaño


Universidad de La Salle, Bogotá

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Citación recomendada
Llorente Ruíz, P. A., Rojas Rodríguez, C. F., & Velásquez Montaño, D. C. (2006). Una lectura de los
principios de la pedagogía crítica ensayo académico. Retrieved from https://ciencia.lasalle.edu.co/
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CONTENIDO
Pág.

INTRODUCCIÓN 8

1. GENERALIDADES 10
1.1 TÍTULO 10
1.2 DESCRIPCIÓN 10
1.3 JUSTIFICACIÓN 11
1.4 DELIMITACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 11
1.5 OBJETIVOS 12
1.5.1 Objetivo General 12
1.5.2 Objetivos Específicos 12

2. TEORÍA DE LA PEDAGOGÍA CRÍTICA 13

3. TRES VISIONES DE LA PEDAGOGÍA CRÍTICA 31


3.1 PAULO FREIRE: Pedagogía del oprimido (2002)
Por Paola Andrea Llorente Ruiz. 31
3.2 HENRY GIROUX: Teoría y resistencia en educación (1992)
Por Diana Carolina Velásquez Montaño. 46
3.3 MICHAEL APPLE: Educación y poder (1997)
Por Camila Fernanda Rojas Rodríguez. 62

4. RECONSTRUCCIÓN TEÓRICA: RELACIÓN DE LA PEDAGOGÍA


CRÍTICA Y LA VISIÓN DE LOS TRES AUTORES 76

5. CONCLUSIONES 97

BIBLIOGRAFÍA

7
2. TEORÍA DE LA PEDAGOGÍA CRÍTICA

La Pedagogía Crítica es concebida como una promesa de enseñanza que


pretende ayudar a maestros y estudiantes a debatir y desafiar la dominación y los
dogmas y prácticas que la promueven, en busca de la liberación. En otras
palabras, “es una teoría y práctica en la que las personas alcanzan una conciencia
crítica” 1 . En esta perspectiva, la Pedagogía Crítica confronta los problemas
reales, existentes en la sociedad. Esto lo logra por medio de la mediación y
democratización en la escuela. La reflexión, en esta medida, juega un papel muy
importante, ya que es ésta la que posibilita al individuo a trascender sobre si
mismo y generar respuestas acerca de las prácticas represivas y regresivas que la
sociedad dominante le impone.

Sin duda alguna, antes de continuar es preciso remitirse a las concepciones que
algunos autores poseen sobre Pedagogía Crítica. Para Paulo Freire es una
pedagogía de liberación. A través de ésta y mediante la acción, se puede
concienciar a las personas acerca del mundo real en que están inmersos, para
que de esta manera sean parte activa del cambio y de la emancipación; buscando
así librarse del yugo de los opresores, quienes ven a la educación como un
proceso de adiestramiento para la producción -educación bancaria- y no como el
espacio para pensar de manera crítica todos y cada uno de los aspectos que
afectan a la sociedad. Por otra parte Henry Giroux considera que en la época
actual es de gran importancia que educadores, padres, maestros y otros reevalúen
lo que significa vivir en un mundo sometido por el capitalismo que monopoliza la
fuerza educativa y la cultura, eliminando las esferas públicas a través de la lógica
del mercado.

Para Giroux la Pedagogía Crítica está íntimamente relacionada con la Teoría


Crítica que refiere al trabajo de un grupo de analistas socio-políticos asociados

1
http://es.wikipedia.org/wiki/Pedagog%C3%ADa_cr%C3%ADtica (12 Oct 2006).

13
con la Escuela de Frankfurt. En ésta los autores como Adorno, Horkheimer y
Marcuse estaban interesados en crear una sociedad más justa y en empoderar a
las personas para que estuvieran en una posición de mayor control sobre sus
vidas económicas, políticas, sociales y culturales. Argumentan que estos objetivos
pueden alcanzarse solo mediante la emancipación, proceso a través del cual las
personas oprimidas y explotadas se constituyen en sujetos capaces de
transformar, por sus propios medios, sus circunstancias. Recibe el nombre de
'Teoría Crítica' dado que ven la salida hacia la emancipación a través de la toma
de conciencia crítica que problematiza las relaciones sociales, en especial
aquellas que se sitúan en las prácticas del ejercicio del poder y de la racionalidad
instrumental. La Pedagogía Crítica está profundamente relacionada con el trabajo
de Paulo Freire por sus esfuerzos pioneros en vincular la alfabetización de los
"adultos oprimidos" con el nacimiento de una conciencia política crítica. El objetivo
es desarrollar una conciencia crítica en el estudiante y promover la acción social
para superar estructuras sociales opresivas.

Así mismo, Michael Apple considera que la Pedagogía Crítica se inclina por
despertar a las clases marginadas y sometidas a una emancipación masiva de
toda índole; pretende dar cuenta que las personas son seres únicos y
trascendentes que tienen como derecho divino tener una educación digna y la cual
les provea las herramientas esenciales y suficientes para crear estado de
bienestar, igualdad y la adquisición real de conocimiento, para así construir una
sociedad donde prime como principio fundamental: la educación sirve y está en
función de sus educandos, de su desarrollo individual trascendente, llevándolos a
pensar, sentir y discernir sobre la sociedad y la realidad en que viven y están
inmersos. Así pues, la Pedagogía Crítica pretende desvirtuar la idea de que el
desarrollo de la cultura, la sociedad y la evolución de pensamiento humano
dependen en gran parte de los deseos y las necesidades de la escuela jerárquica
y de los condicionamientos y conveniencias de quiénes poseen el poder y el
manejo total del estado y del pueblo.

14
La noción de Pedagogía Crítica surge en la década de los 60’s, como una
alternativa de oposición a una serie de eventos que convirtieron a la educación en
una herramienta para alienar y adiestrar a las personas siguiendo las imposiciones
capitalistas de la clase opresora. La Pedagogía Crítica nace como una respuesta
a un sinnúmero de demandas y necesidades de los países tercermundistas o “en
vía de desarrollo”, por cuanto es la única herramienta política y educacional con la
que cuentan los educadores para librar del yugo al cual se ven sometidos los
educandos, éstos, quienes han sido objeto de abusos tanto en lo intelectual como
en la dimensión humana.

Esta pedagogía está sustentada en la Teoría Crítica (Escuela de Frankfurt); así


mismo hace un recorrido teorético del marxismo, el marxismo económico y el neo
marxismo, de igual manera aborda algunos de los aportes de Hegel y del post
estructuralismo.

La Pedagogía Crítica tiene como precursor al filósofo y pedagogo brasileño Paulo


Freire; quien con sus teorías y pensamientos de izquierda revolucionó la
pedagogía mundial. A partir de sus investigaciones y trabajos de campo con
campesinos y personas de las clases menos favorecidas (la clase obrera), diseñó
una pedagogía de la liberación a la cual él mismo denominó, Pedagogía Crítica.
Para este autor es una teoría que debe ser mediada por la praxis, la cual permita a
los oprimidos llegar a un estado de emancipación, es decir, que las personas sean
capaces de reconocerse en una democracia y que a su vez se hagan partícipes
del proceso de cambio y de ruptura de las injusticias impuestas por los opresores.

Se podría pensar que la pedagogía de la liberación fue diseñada solamente para


los países tercermundistas, pero por el contrario, está es una teoría incluyente, en
otras palabras, fue elaborada para todos no solo para los países pobres sino
también para los países desarrollados. Por lo tanto, teóricos como Henry Giroux y
Peter McLaren se unieron a esta propuesta emancipadora. Una de las
problemáticas que mueve a estos teóricos estadounidenses, es el hecho de

15
considerar que el gobierno ha implementado un sistema educativo que no permite
el libre desarrollo y aprendizaje de los estudiantes y de los docentes,
impidiéndoles también participar de la democracia. Gracias a estos
norteamericanos y a una serie de autores de todo el mundo, la Pedagogía Crítica
se ha consolidado como un discurso político que permite a los alienados 2
establecer una nueva sociedad democrática y participativa en la que no existen
diferencias entre unos y otros. Así pues, la pedagogía de la liberación, en términos
de Freire, es una alternativa de cambio a la que se siguen sumando más y más
educadores en el mundo.

En Latinoamérica, la Pedagogía Crítica se ha visto desarrollada desde varias


perspectivas, una de ellas es la Sistematización de Experiencias 3 , la cual se ha
desplegado a partir de la investigación social de diversos autores. La
Sistematización de Experiencias ha estado especialmente ligada al debate en
educación popular que se generó a partir de la década de los 70’s y 80’s aquí en
América Latina. Educadores de todos los países Latinos se han manifestado y han
contribuido para el perfeccionamiento de ésta perspectiva, los más destacados
son: Oscar Jara (Perú), Carlos Garcés y Félix Cadena (México), Sergio Martinic y
Alfonso Ibáñez (Chile), Germán Mariño, Lola Cendales, Jorge Enrique Ramírez,
Alfonso Torres, Alfredo Ghiso y el Padre Mario Peresson (Colombia), entre otros.

Al igual que la Pedagogía Crítica, la Sistematización de Experiencias toma en


cuenta categorías claves como son la subjetividad, la historicidad, la reflexión y la
interpretación crítica, todas estas categorías se relacionan y son recurrentes en
aparición en los planteamientos de ambas prácticas. La subjetividad, por ejemplo,
hace referencia al papel que desarrolla el individuo como pieza importante para la
2
Nosotras entendemos la alineación como la manipulación y el sometimiento impuesta por la
clase dominante.
3
La sistematización desde este foco es vista “como un proceso de recuperación, tematización y
apropiación de una práctica formativa determinada, que al relacionar sistémica e históricamente
sus componentes teórico-prácticos, permite a los sujetos comprender y explicar los contextos,
sentido, fundamentos, lógicas y aspectos problemáticos que presenta la experiencia, con el fin de
transformar y cualificar la comprensión, experimentación y expresión de las propuestas educativas
de carácter comunitario” GHISO, Alfredo. La Sistematización de Experiencias en Educación
popular. Memorias Foro: Los contextos Actuales de la Educación Popular. Medellín 2001

16
reconstrucción de la experiencia. La historicidad cobra importancia cuando es vista
no solo como aquello que se vivió y quedó en el pasado, sino como aquello que el
sujeto vive en el momento para contribuir a formar su futuro, en esta medida el
punto de la historicidad se hace relevante, ya que es a partir de la reflexión sobre
ella que la persona puede repensar su quehacer en determinado contexto y/o
experiencia. La reflexión es la que le permite al ser humano tomar autoconciencia
sobre sus acciones y sobre las problemáticas que lo rodean. Por último, la
interpretación crítica de las vivencias y relaciones en el aula, por un lado y de las
experiencias, por el otro; el ordenamiento y análisis de estos factores son los que
hacen que se genere de forma explícita el conocimiento y de esta manera el
empoderamiento de los individuos sobre sus propias prácticas y relaciones. En la
Pedagogía Crítica, Giroux propone la democracia como la mejor forma en la que
la persona puede hacer parte de su quehacer, esta democracia puede ser defina
en la Sistematización de Experiencias cuando ésta en sus fundamentos plantea la
participación de la comunidad para la descripción, la reflexión y la documentación
de los procesos y los resultados en determinada experiencia. La democracia
existe cuando el propio sujeto a partir de su intervención, reflexión, interpretación,
crítica, aprendizaje, empoderamiento e implementación de propuestas se hace
capaz de reestructurar sus prácticas sociales y educativas.

Otra relación contundente entre Pedagogía Crítica y Sistematización de


Experiencias, es que en el proceso de sistematización se enlazan varios
componentes, uno de ellos y tal vez el que más predomina, es el pedagógico; ya
que en este proceso el sujeto se forma para sistematizar y sistematizando es que
se forma, esto quiere decir, que existe una relación de aprendizajes en que a
medida que el sujeto le aporta a la práctica, la práctica de igual manera lo
enriquece en conocimiento. Asimismo, “la sistematización como proceso de
construcción de conocimiento sobre una práctica social, no es neutro; por el
contrario, el interés que lo direcciona y los principios éticos que lo enmarcan son
eminentemente emancipadores y transformadores” (Ghiso:1998;25), la cita de
Ghiso hace hincapié en el hecho de que Pedagogía Crítica y Sistematización de

17
Experiencias nacen de la misma raíz: la lucha contra la dominación y la
subyugación de las mayorías menos favorecidas (el pueblo), ambas buscan
formar a un sujeto auto consciente con una razón crítico-reflexiva y empoderado,
para poder así luchar contra aquello que lo oprime, la clase dominante. Es por
esto que la sistematización de experiencias nace especialmente en los espacios
sociales, desde la investigación social con aplicabilidad a la educación popular, y
en esta misma línea, la sistematización también toma en cuenta los aspectos
socio culturales de las diferentes comunidades.

En este punto resulta pertinente aclarar que la educación popular surge desde los
modelos radicales de enseñanza, ésta nace de “un análisis político y social de las
condiciones de vida de los pobres y de sus problemas más visibles (malnutrición,
desempleo, enfermedades), e intentan gestar el esclarecimiento, a nivel de la
conciencia individual y colectiva, de estas condiciones” (Torres:2001;36), de ahí
que la Sistematización de Experiencias con su mira a enriquecer las prácticas que
en educación popular se generan también responde a un pensamiento crítico
nacido en la conciencia de una educación radical. Entonces y tomando en cuenta
los puntos de convergencia anteriormente expuestos, podemos decir de manera
enfática que, Pedagogía Crítica y Sistematización de Experiencias se encuentran
bastantes ligadas en cuanto a los principios y los objetivos que las mueven.

Para entender de forma clara de dónde se deriva el pensamiento y todo ese


bagaje teórico transformador que envuelve a la Pedagogía Crítica se hace
necesario partir de la afirmación de que ésta se fundamenta en la Teoría Crítica y
es así como pretende desarrollar una Teoría Crítica de la educación. Ésta se
entiende desde dos puntos de vista, el primero hace referencia a la herencia del
trabajo teórico desarrollado por ciertos miembros de la Escuela de Frankfurt, cuya
tarea era repensar y reconstruir radicalmente el significado de la emancipación
humana. Y el segundo refiere a la naturaleza de la crítica auto consciente y a la
necesidad de establecer o llevar a cabo un discurso de transformación y
emancipación social; y es aquí, en este segundo aspecto, en el cual se hace

18
fundamental retomar lo propuesto por la Escuela de Frankfurt así como la
relevancia de que el sujeto realice verdaderamente un pensamiento crítico de su
quehacer y su rol en la sociedad dominante.

Teniendo en cuenta estos dos aspectos, se puede decir que la base para pensar
en una Teoría Crítica de la educación nace, sin duda alguna, en la cuna del
pensamiento de los autores que se vieron involucrados en repensar las formas
cambiantes de dominación dentro del marco que la Escuela de Frankfurt -como
pionera- desarrolló. Giroux lo resume de esta manera “... la Teoría Crítica se
refiere tanto a la escuela de pensamiento como al proceso de crítica”
(Giroux:1992;26); y es fundamental verlo de esta forma, ya que fue la Escuela la
que aportó valiosas revelaciones para el estudio de la relación entre teoría,
práctica y sociedad. Giroux lo dice puntualmente cuando afirma:

Las bases para la teoría radical de la escolarización podían, en parte, ser


desarrolladas a partir del trabajo de la Escuela de Frankfurt y de la literatura más
reciente acerca del currículo oculto. Mientras que la Escuela de Frankfurt ofrece un
discurso y una forma de crítica para profundizar nuestra concepción de la naturaleza y
función de la escolarización, algunos críticos del currículo oculto han suministrado
nuevos modos de análisis que descubren las ideologías e intereses incluidos en los
sistemas de mensajes, códigos y rutinas que caracterizan la vida diaria en las
escuelas (Giroux:1992;101).

Se hace extenso y un poco complicado retomar cada uno de los aportes que la
Escuela de Frankfurt realizó para que se fundamentara el desarrollo de una Teoría
Crítica de la educación social, ya que son diversas las posturas y temas así como
la complejidad del lenguaje empleado por los miembros de la Escuela, y es por
esto que algunos autores retoman o presentan aspectos seleccionados y claves
de ciertos teóricos críticos que ofrecieron ideas teóricas para el desarrollo de la
Teoría Crítica de la educación. En el caso de Giroux, éste se limita a analizar el
tratamiento que la Escuela de Frankfurt realiza de temas como la racionalidad, la
noción de teoría, cultura y cómo se desarrolla la psicología profunda desde las
bases de Freud; para esto, retoma las teorías de tres pioneros de la Escuela de
19
Frankfurt: Adorno, Horkheimer y Marcase, y aborda desde estos la Teoría Crítica
de la educación; Giroux considera que haciendo ya un recorrido por estos cuatro
aspectos los educadores radicales pueden comenzar a reconstruir las ideas de la
Teoría Crítica de la enseñanza 4 .

Pero las fuentes teóricas de la Pedagogía Crítica no se limitan tan solo a lo


expuesto por los miembros de la Escuela de Frankfurt, ya que a su vez, la Escuela
retoma aspectos del Marxismo, aunque al final argumente que éste no le fue
suficiente para sustentar sus pensamientos. Para la Escuela de Frankfurt es vital
el papel que juega la historia en la reconstrucción de las relaciones en la sociedad,
y al Marxismo la historia no le preocupaba mucho, de igual manera para la
Escuela de Frankfurt la autocrítica es fundamental para la lucha contra la opresión,
mientras que el Marxismo ortodoxo dejaba de lado muchos aspectos del sujeto,
entre ellos su aspecto crítico. Entonces, se puede decir que las fuentes son
diversas, pero que básicamente se remiten a la Escuela de Frankfurt por el
desarrollo que ésta realizó de la Teoría Crítica con aplicabilidad a la educación
social.

Sin embargo, y teniendo en cuenta que se argumenta como base filosófica


primaria a la Escuela de Frankfurt, se debe también entender que ésta no tiene la
última palabra, ya que el trabajo de la Escuela de Frankfurt “... contiene un número
de defectos y, más aún, que no puede ser impuesto de manera esquemática sobre
una teoría de la pedagogía radical” (Giroux:1992;66), en esta medida el educador
radical debe trasladar el trabajo desarrollado por la Escuela a los términos de
teoría y práctica para que sean desarrollados en determinado momento dentro la
educación social. En este aspecto, lo único verdaderamente cierto es que la
Pedagogía Crítica se basa en muchos aspectos del pensamiento (Teoría Crítica)
desarrollado por la Escuela de Frankfurt, pero en igual medida esa Teoría Crítica
necesita ser reformulada para dar oportunidad tanto de criticar como de elaborar
ideas más allá de las restricciones y condiciones históricas bajo las que

4
Cfr. GIROUX, A. Henry. Teoría y resistencia en educación. Editorial Siglo XXI, 1992.

20
originalmente fue generada. Por último, se puede decir que, las ideas que la
Teoría Crítica ha aportado no han sido agotadas, entonces el trabajo del educador
es reformular esas contribuciones claves que dicha teoría ha suscitado con miras
a crear nuevas condiciones en la sociedad, teniendo siempre en cuenta dentro de
la lucha, el espíritu de la emancipación.

Dentro del aporte filosófico no se pueden dejar por fuera las teorías de la
Reproducción. Así como la Escuela de Frankfurt fue clave en el adelanto de la
Teoría Crítica, estas últimas han aportado valiosos pensamientos para el análisis
de las relaciones culturales y sociales de los diferentes espacios donde se mueve
el ser humano. Las teorías de la Reproducción “toman el problema de cómo
funcionan las escuelas en beneficio de la sociedad dominante como su
preocupación central. (…) se enfocan en cómo el poder es usado para mediar
entre las escuelas y los intereses del capital” (Giroux:1992;105). Es decir que ya
se empieza a evidenciar una inconformidad con la educación tradicionalista que
busca la transmisión de conocimiento para formar estudiantes eficaces y eficientes
en el ámbito laboral. El trabajo de las teorías de la Reproducción se basa en
evidenciar cómo las relaciones sociales y culturales que se dan normalmente en la
escuela tratan de ser cambiadas drásticamente por relaciones de producción con
el fin de mantener la división de trabajo. Pero como se mencionó al principio son
tan solo algunos aportes pues en su desarrollo, las teorías de la reproducción
fallaron en varios aspectos, los cuales no le brindaron la posibilidad de ser
pensadas como base para la teoría radical educativa. En primera medida tan solo
se enfocaron en el problema del manejo del poder por parte de la clase dominante
y cómo este manejo generaba relaciones de producción en la escuela, más no
trascendieron y trataron de repensar críticamente esas prácticas de opresión para
buscar soluciones que favorecieran a los oprimidos.

Por otro lado descartaron los discursos públicos contra la hegemonía al no


proponer uno. Giroux aclara esto cuando dice, “las teorías reproductivas están
atrapadas en la lógica reduccionista que parece estar en contradicción con la

21
finalidad o hasta con la posibilidad de desarrollar una teoría radical de la
educación” (Giroux:1992;106). Esto es que su objetivo primordial no era el de
generar rebelión en busca del cambio social y de la emancipación. Por último, y
para ampliar un poco más la perspectiva, las teorías de la Reproducción se
dedicaron a extraer el problema pero fueron débiles al no poder explicar por qué
nacían y existían esas relaciones de poder y dominación así como de oposición y
resistencia.

Dentro de las teorías de la Reproducción se habla de la reproducción social, la


cual es abordada por Basil Bernstein desde su teoría de la transmisión de la
cultura, ésta hace referencia a la administración de los códigos que surgen y son
manejados en la escuela. La discusión en la que se basa esta teoría es citada por
Giroux:

Como una sociedad selección, clasifica, distribuye, trasmite y evalúa el


conocimiento educativo que considera ser público, refleja tanto la distribución
del poder, como el poder y los principios del control social. Desde esta
perspectiva, las diferencias internas y el cambio al interior de la organización,
la trasmisión y la evaluación del conocimiento educativo debería ser un área
de mayor interés sociológico (Bernstein:1977) 5

En este punto, la inquietud de Bernstein converge en varios aspectos con las


preocupaciones que mueven a los profesores radicales. La problemática es
evidenciar cómo en la escuela se reproducen formas de dominación y control
social a través de mecanismos tales como el currículo y la evaluación. Dicho
control se genera en el ámbito escolar a partir del código educacional, el cual es
clasificado por Bernstein en dos tipos. El primero es el código de colección, que
hace referencia al currículo tradicional cuyo propósito es mantener las relaciones
de jerarquía. El segundo es el código integrado, el cual se encuentra enmarcado
por el currículo integrado, el cual expone relaciones más amplias entre los
diferentes organismos que componen las interacciones escolares, esto posibilita la
5
Cfr. GIROUX, Henry. Teoría y resistencia en educación. Editorial Siglo XXI, 1992.

22
negociación entre los actores del proceso de aprendizaje y hace pensar en la
posibilidad de una reflexión encaminada al cambio. En esta medida, esta
perspectiva enriquece la discusión sobre cómo a partir de la redirección de esos
códigos, los diferentes grupos pueden pensar en una Pedagogía Crítica de la
educación.

Por otro lado, la Pedagogía Crítica es en verdad una nueva forma de


conocimiento global y trascendente de las funciones, manejo e historicidad de la
educación. En este aparte se pretende mostrar de manera general, la influencia
política gubernamental de todos aquellos entes que interfieren y han interferido de
manera activa en el desarrollo de la educación humana y la escuela como
institución formativa de personas.

La escuela y por tanto la educación han sido influenciadas por varios movimientos,
factores y pensamientos que han movido y ayudado a la evolución y el progreso
del mundo de hoy; como ejemplo y en primera instancia se encuentra el
Capitalismo:

El capitalismo puede ser considerado como un sistema o régimen económico


en el que predomina el capital sobre el trabajo como elemento de producción y
creador de riqueza, pudiendo, dicho capital, ser propiedad de personas
jurídicas o de personas naturales no asociadas empresarialmente a otras. 6

El Capitalismo es una forma excepcional de crear formas prácticas y desde luego


mantener el status quo y la selección natural de las clases sociales, económicas y
políticas de una sociedad. En la Pedagogía Crítica se toma en cuenta a menudo
este sistema económico, ya que es el que ayuda de forma sistemática a mantener
el poder y seccionar el conocimiento en la educación y en la escuela; de modo
que de acuerdo con su objetivo está interesado en conformar órganos de poder,
material de trabajo y mano de obra barata, ayudando y fortaleciendo el trabajo

6
http://es.wikipedia.org/wiki/Capitalismo (15 Jul 2006).

23
educativo de la escuela en una democracia meritocrática y en mecanismos para la
reproducción de la división del trabajo; enriqueciendo a la burguesía y relegando a
la ignorancia y a la pasividad cognoscitiva a la clase obrera.

Este régimen económico promueve la construcción de una escuela enfocada en


una enseñanza fragmentada, clasificadora, la cual actúa de acuerdo con la
división jerárquica del trabajo y provee a los trabajadores el lugar correcto y
adecuado que deben ocupar en la escala laboral. De esta manera, la Pedagogía
Crítica expresa de manera abierta un total desacuerdo con este régimen, pues
como se sabe ella es la promotora de la emancipación, la igualdad y el cambio
inexorable de lo que debe ser la escuela; un ente capaz de decidir por si mismo,
creado para dar y proveer los conocimientos y las herramientas necesarias para
educar a las personas en seres reflexivos capaces de trascender y decidir por
ellos mismos y en pro de un sociedad con las mismas oportunidades para todos
los individuos. “La escuela funciona como un filtro entre el hogar y el mercado de
trabajo; define a alguien como normal o desviado y estas definiciones de
desviación corresponden por lo general a las necesidades de la economía exterior
a la escuela” (Apple:1982;62).

Los más acérrimos defensores de este sistema económico son los neoliberales;
ellos olvidan el estado de bienestar y defienden intensamente la propiedad privada
y el establecimiento radical de la jerarquía laboral y la burguesía.

El Neoliberalismo está enfocado, en la desregularización de los mercados,


minimizando la intervención del estado en las decisiones en niveles políticos,
económicos, etc. Asimismo, rechaza de plano cualquier política
intervencionista que regule en lo más mínimo a las transacciones
internacionales; se opone a cualquier medida proteccionista y exige la
privatización de las empresas públicas como único camino, ya que el
Neoliberalismo reconoce que los hechos han demostrado la debilidad de las
medidas intervencionistas y promueve el interés particular de cada individuo y

24
su competición con sus vecinos; esto hará que la sociedad se mueva sola
hacia un interés común 7

De igual forma el Neoliberalismo establece paradigmas, pensamientos y normas


de vida que alteran notablemente la escuela y por obvias razones; esto porque
genera de manera concreta ciertos tipos de discriminación; estratificación y se
toma a la escuela como un medio reproductor capaz de generar cierto tipo de
conocimiento para cierta clase de personas. La Pedagogía Crítica muestra que
el Neoliberalismo está en contraposición a los principios fundamentales de esta,
ya que olvida intensamente el bienestar social y económico de la sociedad y el
pueblo en general; está enfocado en mantener la división del trabajo y las clases
sociales. Un aspecto importante para resaltar, es el rechazo fundamentado de la
Pedagogía Crítica al papel de la privatización de las instituciones públicas, ella
defiende la empresa pública porque es la cual favorece a la clase obrera y
desequilibra el status quo de la sociedad; promueve la igualdad de oportunidad y
apoya el estado de bienestar 8 y la superación intelectual, cognoscitiva y laboral de
un individuo de una clase social promedio.

La escuela ha estado profundamente influenciada, organizada e instaurada por los


preceptos neoliberales activos, es decir, que ya no es un ente estático, el cual no
moviliza las clases sociales pobres, solamente es una institución que mantiene y
jerarquiza. Las aportaciones de este movimiento en la educación y en la escuela
se ven reflejadas en una clasificación primaria si es una institución privada o
pública. Si es una institución educativa privada, se refiere a que promulga y
provee una educación enfocada a formar individuos capaces de ejercer un papel
importante en los altos cargos administrativos y diligénciales de las empresas, el
gobierno o algún otro ente político que pertenezca a la alta sociedad; del mismo
modo, la educación privada es para un sector privilegiado de población, de mejor

7
Cfr. http://es.wikipedia.org/wiki/Neoliberalismo (15 jul 2006).
8
El estado de bienestar se da cuando “el gobierno de un Estado debe ejecutar determinadas
políticas sociales que garanticen y aseguren el ‘bienestar’ de los ciudadanos en determinados
marcos como el de la sanidad, la educación y, en general, todo el espectro posible de seguridad
social” Cfr. Enciclopedia Microsoft Encarta 2001/Estado de bienestar.

25
calidad y con un precio bastante alto; esto para garantizar que es adquirida sólo
por personas que tengan la capacidad de pagarla. Del mismo modo, si es una
institución educativa pública, la educación es de una calidad más baja, pretende
de algún modo mostrar aparentemente que es una ayuda y una forma de
promover el conocimiento y la superación cognitiva y social de las clases menos
favorecidas; la educación pública está enfocada a mantener la jerarquía en la
medida en que proporciona conocimientos meramente instruccionales, los cuales
necesita la sociedad trabajadora. La idea del neoliberalismo es acabar poco a
poco con la empresa pública, dejando de lado y olvidando completamente el
derecho divino de la educación para todos los individuos y fortaleciendo la
opresión y la división de trabajo; es decir, el pobre más pobre con menos
posibilidades de instrucción y conocimiento educativo; y el rico más rico con mas
oportunidades de crear empresa y de aprovechamiento del trabajo y la ignorancia
de los menos favorecidos creando así un monopolio de conocimiento y progreso
educativo y laboral.

La escuela genera espontáneamente ciertos tipos de discriminación. Este


proceso de generación espontánea está íntimamente ligado al complejo papel
de la escuela en la reproducción de las relaciones de clase; por un lado, el
papel de la escuela como un aparato ideológico estatal en la creación de
agentes (con las disposiciones y valores apropiados) para cubrir las
necesidades de la división social del trabajo en la sociedad, y por otro lado
con el papel de las instituciones educativas en la producción de tipos de
conocimiento concreto que precisa una sociedad desigual (Apple:1982;70).

Contrario de lo anterior, el Socialismo fundamenta los principios ideológicos de la


Pedagogía Crítica. Así pues, el Socialismo es un movimiento, una ideología
política basándose en que la sociedad debe tener control y poder sobre el poder
político y así, sobre los medios de progreso de una sociedad; establece de
manera enfática una clase trabajadora organizada, una evolución social y
promueve la erradicación total de la jerarquía de clases sociales, su único
propósito es la construcción de una sociedad sin clases sociales. De la misma

26
forma, el socialismo busca que las personas sean autónomas y decidan sobre su
vida y lo que quieren de la sociedad; tiene como trasfondo el respeto y la
valoración del sujeto o individuo, promueve la libertad de expresión y pretende
establecer oposiciones y frentes ante las instituciones del Estado y las empresas
capitalistas.

La teoría moderna del Socialismo democrático aspira principalmente a llegar a una


sociedad democrática, la cual sea la columna vertebral de un Estado de bienestar.
La Pedagogía Crítica retoma todos estos preceptos para ponerlos en práctica en
pro del buen uso y bienestar de la escuela; debido a la insistencia por promulgar la
igualdad educativa en cuanto a conocimiento y formación y a la emancipación
laboral. El pensamiento socialista retumba en las percepciones de la Pedagogía
Crítica porque es quien en su origen percibe las desigualdades y los manejos
malogrados y manipuladores del capitalismo, liberalismo y neoliberalismo.

La desigualdad ha recorrido los corredores de la escuela desde sus principios; ha


sido el escenario de dominación y manipulación; vista solamente como una
institución de reproducción en el cual el conocimiento que se transmite convierte
inexorablemente a los estudiantes en personas pasivas, necesitadas y ansiosas
de aprendizaje y saber. El escaso poder adquisitivo de conocimiento real y
trascendente reflexivo del individuo está estrechamente ligado con las decisiones
y las condiciones expuestas por los estamentos gubernamentales y los
movimientos de poder.

En la escuela, el Socialismo se hace presente y toma partido en ella en la medida


en que se impulse y se proclame una lucha para la creación de políticas más
justas a niveles económicos, cognitivos y culturales; así mismo, la Pedagogía
Crítica propone una puesta masiva de intervenciones socialistas democráticas
para llevarlas así a la práctica y proteger e ilustrar a los menos favorecidos;
también poder concebir a la escuela como un centro que forma seres humanos

27
de igual manera y que está en función de la formación y evolución integral del ser
humano.

En la teoría general del Socialismo se encuentra como un movimiento


controversial el Marxismo, es sin duda, un conjunto de doctrinas políticas y
filosóficas derivadas de la obra de Karl Marx ; según esta teoría, la sociedad es
puramente capitalista y está divida en clases sociales, de las que se toman en
consideración dos:

1. La clase trabajadora y el proletariado: Marx definió a esta clase como los


individuos que venden su mano de obra y no poseen los medios de
producción y quienes eran responsables de crear la riqueza y fortuna de una
sociedad”; el proletariado puede dividirse en proletariado ordinario y
lupemproletariado.

2. La Burguesía, son quienes poseen los medios de producción y emplean el


proletariado. La burguesía puede dividirse también en la burguesía muy rica y
en la pequeña burguesía, son quienes emplean la mano de obra pero también
son trabajadores 9 .

Como bien se sabe, el Marxismo es una parte fundamental en el desarrollo y


asentamiento de la Pedagogía Crítica, por tal motivo se puede decir:

Marx explica no como un estado mental o psicológico sino como la expresión


de la esencia de la explotación capitalista que separa al hombre del producto
de su trabajo y que lo enfrenta a él, convirtiendo a ese producto o mercancía
en un fetiche, es decir como poseedora de propiedades que no tiene al
presentar las relaciones entre las personas en la forma fetichista de relaciones
entre cosas. Fenómeno que permite a la clase capitalista dominar y controlar
al resto de la sociedad. Esta parte central de la dominación capitalista es

9
http://es.wikipedia.org/wiki/Marxismo (15 Jul 2006).

28
explicada por la Pedagogía Crítica en términos de las nuevas circunstancias
10
que ha generado la llamada sociedad posmoderna

La Pedagogía Crítica fortalece al Marxismo y se desliga de él, ya que es la


aplicación de este movimiento en las nuevas circunstancias y situaciones de la
vida moderna; es sin duda el promotor de la emancipación y del propósito central
del Socialismo. En la escuela y en la producción de trabajo se muestra claramente
la ideología de esta doctrina ya que como ya se había dicho, la educación se
dirige y se instaura de acuerdo con el status quo y el lugar social en el que se
encuentra el individuo, así mismo, después de ser marcado, catalogado e instruido
en la escuela, pasa al plano laboral, donde ocupa el lugar que debe, por ejemplo
el desfavorecido trabaja para los demás recibiendo un salario precario y
olvidándose de sí mismo y de sus deseos. En este caso, la explotación laboral es
inminente, la falta de superación cognoscitiva y la plusvalía se hacen presentes; el
trabajador se convierte en un elemento de construcción de industria y de empresa
para los favorecidos.

Así pues, la escuela es un factor determinante en el cambio total y general en la


sociedad, la Pedagogía Crítica afianza sus principios y los pone en práctica
utilizando la teoría Marxista con el único fin de conseguir métodos y caminos
adecuados para una emancipación académica, mental y sistémica de lo que es la
escuela y de la antítesis de lo que es y ha sido hasta esto días.

En adición, la Pedagogía Crítica toma como eje importante la teoría de la


resistencia, ésta se ubica en una racionalidad teórica que provee un nuevo
contexto para examinar las escuelas como sitios sociales que estructuran la
experiencia de los grupos subordinados. El concepto de resistencia describe un
modo de discurso que rechaza las explicaciones tradicionales del fracaso escolar
y las conductas de oposición y lleva el análisis de la conducta de oposición del

10
QUIRÓS MIRANDA, Sergio. La Pedagogía Crítica : Lectura Renovada que fortalece al
Marxismo. 1985.

29
terreno teórico del funcionalismo y las principales corrientes en psicología
educacional, al terreno de la ciencia política y sociología.

Como conclusión, la Pedagogía Crítica toma muchos conceptos y fundamentos


izquierdistas los cuales están enfocados en el Estado de bienestar, en la igualdad
y en la protección y la emancipación del pueblo. Lo importante es que la
Pedagogía Crítica pretende hacerse notar promoviendo una reingeniería de lo
que debe ser el pensamiento político, económico y por tanto educativo de la
formación educativa, personal y laboral de los seres humanos.

30
3. TRES VISIONES DE LA PEDAGOGÍA CRÍTICA

3.1 PAULO FREIRE: La Pedagogía del oprimido (2002)


Por: Paola Andrea Llorente Ruiz

Paulo Freire es el precursor de la Pedagogía Crítica que se traduce en la


pedagogía de la liberación. Desde la década de los sesentas se ha venido
construyendo un discurso político en educación; según sus teóricos tiene como
objetivo liberar a los oprimidos del yugo y de la dominación de los opresores
capitalistas para que por medio de la praxis el pueblo sea partícipe de una
democracia abierta. Ha sido un arduo y significativo aporte a la educación mundial
pues gracias a sus investigaciones y concepciones teóricas ha ayudado a que los
oprimidos se quiten la venda de los ojos y vean la realidad objetiva del mundo.
Por esto, la Pedagogía del oprimido es un texto clave para la comprensión y
reflexión de la teoría critica en educación por cuanto es uno de los textos más
significativos de Freire.

La Pedagogía del oprimido muestra una serie de problemáticas que afectan al ser,
a la sociedad así como también a la democracia participativa y liberadora en el
mundo actual. La teoría freiriana nos permite descubrir el papel que juegan los
oprimidos y los opresores en la sociedad capitalista y cómo los segundos se valen
de una serie de artimañas para alienar al ser humano. Es importante conocer la
lectura que hace Freire al respecto, pues teniendo claro el rol que desempeña
cada uno de estos sujetos podríamos vislumbrar un nuevo horizonte en la
perspectiva del ser en la sociedad y en la practica educativa. Además, Paulo
Freire hace una lectura muy acertada acerca de la visión de la educación que ha
implantado el imperialismo, del papel que desempeñan los educadores y los
educandos como seres alienados y a su vez, cómo la educación es considerada
un medio de poder arbitrario para alcanzar los fines egoístas de los opresores y no

31
como el ámbito para formar seres capaces de descubrir y de rehacer el mundo por
medio de la reflexión y la democracia. De igual manera, los opresores tienen
diversos campos de acción para la dominación, uno de ellos es la invasión
cultural. Es importante que los marginados no puedan ver la realidad en la cual
son oprimidos, para esto, la clase dominante se vale de imposiciones culturales a
través de las cuales los oprimidos ven una perspectiva distorsionada de la realidad
y siguen al servicio de los poderosos. Así pues, en contraposición a lo anterior,
Freire propone la pedagogía de liberación, en la cual es posible liberarse del yugo
opresor y crear y recrear un nuevo mundo justo e incluyente en el cual la
democracia y la reflexión son las premisas que rigen al ser y a la sociedad; y es
por esto que se puede hablar de la pedagogía de la esperanza.

Opresor versus oprimido: en busca de la liberación

En el mundo de hoy está a la orden del día la exclusión y el sectarismo a causa de


las perversas medidas que ha impuesto el capitalismo; pero esta situación no es
reciente, desde épocas remotas, se ha evidenciado un rechazo hacia las clases
marginadas -campesinos, indígenas, pobres-. Siempre han sido vistos como
objetos, seres inertes al servicio de los poderosos, por ejemplo, en el feudalismo,
los campesinos eran objetos que trabajaban la tierra para engrandecer las arcas
de ‘su señor; en la revolución industrial, los seres humanos fueron reemplazados
por máquinas para alcanzar una mejor producción y la clase obrera sólo estaba al
pendiente de que dicha producción se diera satisfactoriamente, hoy en día, los
hombres simplemente trabajan para obtener el pan y alcanzar la misma posición
de los poderosos. Las clases sociales que se han marcado de una forma tan
evidente hacen que los seres humanos valgan por lo que tienen y no por lo que
son 11 . Así pues, el sectarismo que se vive es una preocupación que atañe a la
Pedagogía Crítica por cuanto ésta busca la igualdad y la justicia social por medio
de la liberación.

11
Paulo Freire habla sobre la ética del mercado y del lucro, en la cual se mide “el valor de las
personas por el dinero que ganan al mes” (Freire:2001;77).

32
Es necesario saber que el opresor es aquel que tiene el poder, que maneja los
hilos de la sociedad a su antojo con fines netamente subjetivos y egoístas; el
oprimido es el objeto que sirve al patrón, que no piensa y no reflexiona, es el que
no actúa, es el alienado que permite ser manipulado, de ahí que el oprimido tema
a la posibilidad de una nueva realidad debido a que siempre ha estado inmerso en
imposiciones y prescripciones; el oprimido tiene miedo de liberarse ya que es él
quien estaría construyendo el mundo en comunión con sus compañeros de
opresión y nadie le estaría imponiendo lo que debería hacer; no es fácil cambiar
de paradigma así como también es difícil asumir las posibles represalias que
podrían tomar los dominadores. El marginado se ve sumido en un ambiente de
dependencia infinita tanto ideológica, cultural, política como económica del opresor
por esto resulta un desafío bastante peligroso el rebelarse y emanciparse en
contra de la generosa clase dominante. Según Freire:

Los oprimidos, acomodados y adaptados, inmersos en el propio engranaje de


la estructura de dominación, temen a la libertad, en cuanto no se sienten
capaces de correr el riesgo de asumirla. La temen también en la medida en
que luchar por ella significa una amenaza, no sólo para aquellos que la usan
para oprimir, esgrimiéndose como sus ‘propietarios’ exclusivos, sino para los
compañeros oprimidos que se atemorizan ante mayores opresiones
(Freire:2002;38).

A modo de ejemplo, los trabajadores de las empresas estatales, en la mayoría de


los casos, no son capaces de hacer movilizaciones en contra de las arbitrarias
imposiciones de los altos dirigentes por miedo a ser sancionados, o despedidos de
sus empleos; prefieren mantenerse en la posición más cómoda para ellos, en la
posición del silencio y de la aceptación de las normas sin refutar ni luchar por el
bienestar de la comunidad.

De igual manera, con el fin de alcanzar la liberación, es sumamente importante


que el oprimido sepa, reconozca y reflexione acerca del papel que tiene en la
sociedad capitalista, así como también debe identificar al opresor y sus formas de

33
dominación; pero aun más importante, debe liberarse del opresor que lleva dentro
pues no basta con reconocer y reconocerse dentro de un sistema opresor, sino
que también debe actuar reflexivamente para liberarse del opresor que lleva
dentro de sí para que de esta manera, luego, pueda liberarse en comunión. Los
oprimidos deben abrir los ojos a la realidad que los oprime, deben reconocer
cuáles son las herramientas que utilizan los capitalistas para alienarlos; una vez el
alienado se reconozca como un objeto más en la producción en cadena, podrá
vislumbrar lo que podría y debería ser, un ser lleno de libertad, un ser que pueda
ser partícipe y creador de las formas políticas y culturales para su sociedad. Así
mismo, debe reconocer al opresor como un ser que saca provecho de los
marginados para el beneficio propio que lo reduce a un ente que no puede ser un
sujeto cultural y políticamente activo.

De esta manera, el fin último de la emancipación es la libertad, pero no sólo la


libertad del oprimido, sino también la libertad del opresor. La Pedagogía Crítica,
netamente incluyente, no busca el cambio de roles en el que el oprimido se
convierta en opresor y el opresor en oprimido; sino que los dos sean parte del
cambio democrático a través de la reflexión y la acción.

Los oprimidos en la búsqueda por la recuperación de su humanidad, que


deviene una forma de crearla, no se sienten idealistamente opresores de los
opresores ni se transforman, de hecho, en opresores de los opresores sino en
restauradores de la humanidad de ambos. Ahí radica la gran tarea humanista
e histórica de los oprimidos: liberarse a sí mismos y liberar a los opresores
(Freire:2002;33).

En consecuencia, es primordial que los oprimidos en su afán por liberarse del


yugo capitalista, no creen una opresión paralela 12 . El oprimido debe concienciarse

12
La opresión paralela se da cuando los oprimidos discriminan a los opresores y los convierten en
seres inferiores, a su vez, esta opresión tiene cabida cuando asumen una visión individualista y
pretenden establecer a la nueva sociedad a partir de la subjetividad o visión individualista y no
desde la intersubjetividad en la que se tiene como premisa la participación y la reflexión de toda la
comunidad. Cfr. FREIRE, Paulo. Pedagogía del oprimido. Editorial Siglo XXI. 2002.

34
de que debe liberarse del opresor que lleva dentro, pues de otro modo no habrá
cabida a la emancipación. El marginado debe liberarse de las ideologías y
pensamientos y creencias opresoras que no le permiten ver el mundo de una
forma objetiva, debe saber que lleva la sombra del opresor dentro de su mente,
pues piensa que el cambio no es posible, que es peligroso y que no tiene sentido.
“sólo en la medida en que descubran que alojan al opresor podrán contribuir a la
construcción de su pedagogía liberadora” (Ibíd;35). Así pues, nadie podrá liberarse
ni liberar a nadie si antes no ha tomado conciencia y se ha liberado del opresor
interno.

La educación bancaria como medio de dominación

La Pedagogía Crítica es un discurso político, por cuanto promueve a que los


alienados participen en su realidad de manera democrática y libre. Los opresores
son quienes tienen el poder, y es por esta razón que no permiten que los
oprimidos se hagan partícipes en sus decisiones así como en su forma de pensar
y de actuar 13 . Un medio que utilizan los poderosos para silenciar a los
domesticados es la educación. En su visión de educación, no hay cabida para la
reflexión y el análisis crítico de la realidad; por el contrario se domestica a las
personas de tal manera que sólo puedan ser entes repetitivos de conceptos que
no pueden ser contextualizados. Es el caso de la educación colombiana, en la cual
se sigue una serie de estándares curriculares que los estudiantes deben alcanzar;
los alumnos repiten las lecciones que se imparten en los colegios, pero no se
preguntan para qué sirven dichos conceptos, cuál es la relevancia de éstos en sus
vidas o si es verdaderamente necesario aprenderlos. A modo de ilustración, los
estudiantes leen un texto literario y muy hábilmente deducen el inicio, nudo y
desenlace, enumeran los lugares y los personajes, hacen dibujos que representan
la narración pero no ven mas allá, no ven la relevancia que esa obra puede tener

13
Como dice Giroux: La dominación también se expresa mediante la manera en que el poder, la
tecnología y la ideología se unen para producir formas de conocimiento, relaciones sociales y otras
formas culturales concretas que operan para silenciar activamente a las personas.
(Freire:1990;20).

35
en la sociedad. Debido a que la literatura recoge la concepción de mundo y los
pensamientos de los seres humanos a través de la historia, no se puede leer entre
líneas las críticas que se hacen al sistema, o a la sociedad o a los sentimientos
humanos. Por lo anterior, lo que busca esta educación es vaciar un sinnúmero de
conceptos en los estudiantes sin tener en cuenta su contexto, su historicidad ni
sus necesidades. Esto es a lo que Paulo Freire llama educación bancaria 14 .

La educación bancaria es el depósito de conocimientos que hace el educador al


educando. Así pues, el docente va consignado periódicamente los conceptos que
han sido previamente estipulados por los opresores, a lo que muy sabiamente
Freire dice: estudiar no es consumir ideas, sino crearlas y recrearlas. En
Colombia, el ICFES ha instaurado una serie de pruebas en las cuales se mide el
nivel educativo de los educandos; en estas pruebas, el estudiante que es
ovacionado por su excelencia, es aquel que más conceptos tenga almacenados
en su cabeza. Este es un ejemplo claro de lo que reprocha la Pedagogía Crítica,
en este examen no se puede ‘medir’ ni saber la concepción de mundo que tiene el
estudiante, tampoco si es verdaderamente reflexivo o si puede aplicar estos
conocimientos para el bien de la sociedad y de sus compañeros oprimidos o si por
el contrario dichos conocimientos son aplicados para el beneficio de la élite. De
esta manera, según las leyes de la visión bancaria de la educación 15 , un buen
docente es quien tiene la capacidad de rellenar de conocimientos a los
estudiantes, es el sujeto activo, es quien lo sabe y lo dice todo. Mientras que el
educando es el sujeto pasivo, el que no sabe nada y no puede acercarse al
conocimiento si no tiene una persona que le esté diciendo lo que debe hacer,
saber, decir y/o pensar. “Cuando más vaya llenando los recipientes con sus
‘depósitos’, tanto mejor educador será. Cuanto más se deje llenar dócilmente,
tanto mejor educandos serán“ (Ibíd.;72). En la pedagogía de la liberación, el

14
Acerca de la educación bancaria otros autores han escrito su postura con relación a esta
problemática, tal es el caso de Jean-Paul Sartre que la considera como una concepción
nutricionista del conocimiento, en la cual el docente es quien alimenta con conceptos a los
estudiantes. (Ibíd;65)
15
En la visión bancaria de la educación, el ‘saber’, el conocimiento es una donación de aquellos
que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes (Freire:2002;73).

36
profesor no es el único que enseña y el estudiante no es el único que aprende, por
el contrario, tanto el educador como el educando enseñan y aprenden en el
proceso de educación. Como dice Freire en su obra La autonomía de la
pedagogía (2004), quien forma se forma y reforma al formar y quien es formado
se forma y forma al ser formado. Por lo anterior, y siguiendo la lógica liberadora,
no es el docente quien debe decirle al estudiante cómo liberarse del yugo opresor,
sino mostrarle la realidad en que se está inmerso para que de esa manera juntos y
en comunión puedan vislumbrar el horizonte y lograr quitar la atadura que los
mantiene presos en una falsa realidad.

Como ser crítico y reflexivo, Paulo Freire evalúa y reevalúa los conceptos que
propuso en La Pedagogía del oprimido, pues esta obra debe ser complementada y
adecuada a los cambios que ha tenido la sociedad a lo largo de los años. Así
pues, el rol de los contenidos, del profesor y de la familia se muestran de una
forma más denotativa.

La enseñanza de los contenidos es necesaria, pero es importante saber el cómo y


el para qué enseñarlos. Es ahí donde se hace relevante el papel del educador
progresista 16 pues a los educandos no se les puede negar el derecho de aprender
los contenidos y esto se debe hacer de manera que los estudiantes sepan
emplearlos de forma crítica para el bien de la sociedad y de la comunidad.

La educadora progresista no se permite dudar acerca del derecho que, por


una parte, tienen los niños y las niñas del pueblo de saber las mismas
matemáticas, la misma física, la misma biología que aprenden los niños y las
niñas de las ‘zonas felices’ de la ciudad, pero, por otro, nunca acepta que la
enseñanza de un contenido determinado pueda darse alejada del análisis
crítico del funcionamiento de la sociedad (Op. Cit.; 55)

16
El educador progresista, capaz y serio, no sólo debe enseñar muy bien su disciplina, sino
desafiar al educando a pensar críticamente en la realidad social, política e histórica en la que está
presente (Freire:2001;54).

37
Además de esto, se hace hincapié en el rol que desempeña la familia en la
formación del educando. Como bien es sabido, los niños aprenden todo aquello
que se ve reflejado en la casa, de esta manera, los padres deben ser concientes
de que no pueden contradecirse en los que dicen y en lo que hacen. La educación
no es sólo la escuela, el ámbito familiar también es pieza clave en el proceso de
concienciación y liberación. “No podemos hablar a nuestros hijos o en su
presencia de un mundo mejor, menos injusto, mas humano y explotar a quien
trabaja con nosotros” (Ibíd.;55)

Por otro lado, debido a la alienación en la que están inmersos los oprimidos, se ve
de una forma muy marcada la exclusión. Los poderosos, tildan a los domesticados
de analfabetos 17 por cuanto no cumplen con los estándares que ellos imponen en
la educación nutricionista. Si bien es cierto que todo oprimido es excluido del
sistema capitalista, en cuanto a toma de decisiones se refiere, los campesinos y
las minorías viven de una forma más dramática esta situación. En Colombia, los
trabajadores del campo y la clase marginada son considerados mano de obra, es
decir, como meros objetos los cuales son el medio de conseguir los intereses
egoístas de la clase burguesa, por lo tanto son considerados ignorantes iletrados
que no pueden aportar nada a la sociedad 18 . La injusticia que se vive en la
actualidad es brutal, pues los opresores no se conforman con excluir a los
analfabetos de la sociedad sino que también se les niega la posibilidad de pensar
y de reflexionar, se les prohíbe ser. La injusticia que implica el analfabetismo de

17
Los analfabetos son vistos desde dos perspectivas, la de los opresores y la de la Pedagogía
Crítica. Para los primeros, analfabeta es aquella persona que no sabe leer y escribir, por lo general
los analfabetos son los campesinos, indígenas y gente de bajos recursos, pues no tienen un
contacto directo con la educación bancaria. Por el contrario, para la Pedagogía Crítica, el
analfabeto es aquel que aun sigue viviendo en una falsa realidad, que no ha abierto los ojos ante la
inminente opresión de la que es sujeto, es la persona que no es políticamente consciente y
reflexiva. Cfr. FREIRE, Paulo. La naturaleza política de la educación: Cultura, poder y liberación.
Editorial Piadós. 1990.
18
Personalmente lo consideraba de igual manera, según la educación que he recibido, los
campesinos son seres que desafortunadamente no han tenido la oportunidad de estudiar y de ser
cada día más ‘sabios’. Cuando un campesino escribía algo, era impresionante ver su grado de
ignorancia pues tenía una pésima ortografía y caligrafía y un mal manejo del vocabulario. Me
sentía orgullosa de pertenecer a la ‘élite’ de los letrados. Ahora me doy cuenta que estaba en un
grave error, pues ellos muy seguramente eran más sabios y afortunados que yo, pues no estaban
en un contacto tan directo con la hegemonía opresora.

38
por sí tiene implicaciones más serias, tales como la inhabilitación de los
analfabetos en la toma de decisiones propias, en el derecho a votar y a participar
del proceso político” (Freire 1990;172) .

Así mismo, la educación bancaria es el medio que tienen los opresores para
conseguir sus objetivos arbitrarios y egoístas. A partir de la visión nutricionista de
la educación, los capitalistas pueden mostrar la máscara de la bondad, de la
solidaridad y de la generosidad, en otras palabras, la máscara paternalista
opresora:

En verdad, lo que pretenden los opresores es transformar la mentalidad de los


oprimidos y no la situación que los oprime a fin de lograr una mejor adaptación
a la situación que a la vez, permita una mejor forma de dominación. Para esto,
utilizan la concepción ‘bancaria’ de la educación a la que vinculan todo el
desarrollo de una acción social de carácter paternalista, en que los oprimidos
reciben el simpático nombre de los ‘asistidos’ (Freire:2002;75).

Con el fin de que se continúe la opresión, los dominadores debilitan a los


alienados de tal forma que éstos sienten una dependencia infinita, un momento en
el cual el alienado considera que no es nadie sin el opresor. La generosidad que
muestra la máscara capitalista se ve reflejada a diario en nuestra sociedad; los
políticos en campaña se muestran como la salvación a los problemas de los
oprimidos, dándoles trabajos inestables, un mercado para que satisfagan el
hambre de toda una vida, prometiéndoles igualdad de oportunidades 19 , entre
muchas otras falsas ayudas. El pobre al ver que un ‘don’ le ofrece un trozo de pan
piensa que tiene solucionados ya todos sus problemas y no cree que él podría
estar produciendo ese pan en comunidad si se liberara del yugo alienante. Los
opresores, falsamente generosos, tienen necesidad de que la situación de
injusticia permanezca a fin de que su generosidad continúe teniendo la posibilidad

19
La igualdad de oportunidades es simple y llanamente una falacia. Es absurdo que los opresores
ofrezcan las mismas oportunidades a los oprimidos pues si fuese cierto, éstos llegarían a ocupar el
mismo lugar de privilegios egoístas. Es ilógico que se busque un mismo estatus ya que si no hay
oprimidos no hay opresor. Cfr. Ibíd., 1990.

39
de realizarse. “El ‘orden’ social injusto es la fuente generadora, permanente de
esta ‘generosidad’ que se nutre de la muerte, del desaliento y de la miseria”
(Ibíd.;33).

Por lo anterior, es importante que los contenidos y la formación ética y moral sean
empleados como armas para la liberación y no para la dominación, y es tarea
fundamental de educadores, educandos, padres de familia y en general los
miembros de la sociedad, ver la educación como una manera de emancipación y
de participación reflexiva y participativa en los aspectos políticos, culturales y
económicos para alcanzar, así como lo propone la Teoría Crítica un estatus de
igualdad y justicia.

Cultura e invasión cultural

La cultura 20 ha sido una de los puntos en los cuales los capitalistas han irrumpido
a través de la educación como medio de dominación. Los países tercermundistas
han sido objeto de constantes injusticias desde que los conquistadores se hicieron
presentes en sus tierras; por ejemplo, en Latinoamérica los indígenas fueron
obligados a cambiar su concepción de mundo, su religión y su lengua; los
conquistadores les enseñaban lo que para ellos era importante, desde ese preciso
instante los indígenas perdieron su verdadera identidad y empezaron a vivir en un
falso mundo real con una cultura que no les pertenecía. Tras la máscara de la
inclusión, los oprimidos aún siguen siendo objeto de la usurpación de su cultura
pues para ser parte de la sociedad se les exige a las minorías aborígenes
aprender los contenidos de los estándares curriculares estipulados por el gobierno
en la lengua oficial –el español-, lengua que no es la suya. Siendo consecuentes
con esta postura, los colombianos deberíamos aprender historia colombiana o
español en inglés. Así pues, los oprimidos son obligados a vivir en una falsa
cultura y en una aparente realidad objetiva, es decir, aun se vive en medio de una

20
La cultura para Paulo Freire es las manifestaciones tradicionales de un pueblo como las
costumbres, ideologías, creencias y lengua. La usurpación de la cultura se presenta cuando los
opresores profanan arbitrariamente dichas manifestaciones. Cfr. Ibíd., 1990

40
invasión cultural 21 . Para los fines de la domesticación, es importante que los
alienados no sean sujetos sino objetos; objetos que no piensen, que no
reflexionen, que no miren su historia para que de esta manera no vean lo que un
día fueron y hoy no son; para que no se den cuenta que viven en un falso mundo
que no les pertenece. Lo que les interesa a los invasores es que los oprimidos
sepan que ellos son inferiores y que reconozcan la superioridad de los
dominantes. Al reconocer la superioridad, los dominados consideran que el
objetivo primordial de sus vidas es llegar a ese alto estatus, de ahí que el oprimido
se esfuerce por ser quien no es, se esmere por imitar al patrón. “En la invasión
cultural, es importante que los invadidos vean su realidad con la óptica de los
invasores y no con la suya propia” (Ibíd.;196).

Por otro lado, la cultura del silencio es un arma que emplean los opresores para
que los oprimidos no puedan ser libres. Si bien es cierto que la pedagogía de
Freire es dialógica 22 , ésta es la herramienta principal de la que se pueden valer los
alienados para alcanzar su verdadero ser tomando conciencia de la realidad. Por
esto, los revolucionarios deben liberarse en comunión, denunciar la arbitraria
realidad y tener en cuenta que sus actos no deben quedarse en el papel sino que
deben llegar a la praxis. “Por esta razón la acción cultural para la concienciación
no reside en la concepción de la idea liberadora sino de invitar a los demás a
captar la verdad de su realidad” (Freire:1990;104). Por lo anterior, los
domesticados deben dejar de lado la cultura del silencio y empezar a reflexionar
críticamente acerca de su realidad y de su existencia en un mundo ficticio, de esta
manera, la acción y la revolución deben estar mediadas por la praxis pues si no es
así, se caería en el gravísimo error de que la liberación sea un mero idealismo y
no una opción para la liberación y la restitución de la verdadera cultura.

21
La invasión cultural consiste en la penetración que hacen los invasores en el contexto cultural de
los invadidos, imponiendo a estos su visión del mundo en la medida misma en que frenan su
creatividad inhibiendo su expansión (Freire; 2002: 195).
22
En tanto la acción cultural para la libertad se caracteriza por el diálogo, y su objetivo principal es
concienciar al pueblo, la acción cultural para la dominación se opone al diálogo y sirve para
domesticar (Freire:1990;104).

41
En el mundo actual, se ha venido observando que el capitalismo y la globalización
son tendencias que están a la orden del día para la alienación, la dominación y la
invasión cultural. El capitalismo como bien es sabido, deja de lado al hombre para
convertirlo en mero objeto de trabajo 23 con el fin de que llene las arcas de los
poderosos, como todo en el mundo sumiendo a los dominados cada vez más en la
miseria y la pobreza. Cada vez más se ven marcadas las diferencias entre las
clases sociales, es decir entre los poderosos y los marginados. En este punto
retomamos la visión paternalista, en la cual como ya se había comentado, los
poderosos son los salvadores de los pobres. Es decir que entidades como el
Banco Mundial y el FMI son considerados los ‘superhéroes’ que vienen a salvar al
mundo marginado. “Esta actitud maniquea es el origen del impulso que lleva a
salvar el tercer mundo poseído por el demonio, educándolo y corrigiendo su forma
de pensar según los criterios de las sociedades rectoras. Los intereses
expansionistas de las sociedades rectoras están implícitos en estas nociones”
(Freire:1990; 77). Bajo esta máscara de salvador se esconden intereses oscuros
y egoístas. Lo que pretenden estos estamentos es crear un estado de
dependencia económica y política porque entre más deudas tengan los países
tercermundistas, más podrán influir en la toma de decisiones y de imposiciones.
Por esta razón, los países oprimidos deberán dejarse dirigir por estas entidades
opresoras, es así como ellos disponen todo lo referente a estándares curriculares
y al almacenamiento de conocimientos ya que entrenan a la clase trabajadora y
crean objetos de producción en cadena.

De otro modo, el sectarismo que se ha implantado a lo largo de la historia en el


cual ricos y pobres pertenecen a dos polos opuestos, sigue siendo palpable, por
cuanto los trabajadores nacen para servirle al patrón, y la clase poderosa nace
para dirigir y manejar los hilos de la sociedad. En una sociedad de extrema

23
Al respecto, en sus investigaciones Paulo Freire ha resaltado la visión de los oprimidos como
meros objetos, así lo denota en uno de sus artículos de acción cultural y reforma agraria, en la cual
los campesinos son considerados como simples objetos de producción en cadena. El
mecanicismo, el tecnicismo y el economicismo son dimensiones de la misma condición acrítica del
proceso de la reforma agraria. Todas implican reducir a los campesinos como meros objetos de la
transformación (Freire:1990;53).

42
derecha, en donde el capitalismo antihumanista está a la orden del día, no cabe la
posibilidad de crear un mundo lleno de oportunidades y de alcanzar el verdadero
sentido del ser en una sociedad que viva en comunión y en un ambiente de
libertad.

Por otro lado, en las últimas décadas se ha venido implantando un nuevo término,
la globalización 24 . Este término esta directamente relacionado con la parte
económica, cultural y política, pues se busca crear un estatus de igualdad 25 para
los seres humanos a nivel mundial, lo cual no es del todo negativo. El problema
radica en que está siendo mal empleada; los poderosos han implementado este
sistema de estandarización para alienar a los oprimidos. Se les imponen una serie
de directrices que simplemente van a favorecer a la élite. La globalización se vive
a través de los medios masivos de comunicación, por medio de los cuales se
envían mensajes de opresión, al transmitir ideologías en las que los marginados
confirman su posición en el mundo, una posición donde deben trabajar para salir
adelante y llegar al estatus del opresor. Así mismo, una forma de conseguir la
igualdad de los seres se da por medio de los estándares curriculares impuestos
por los poderosos. La clase trabajadora debe alcanzar una serie de logros y
competencias que son impuestas con fines de alienación. Al tener un grupo de
personas competentes en los campos del conocimiento, la clase opresora tiene
mejor mano de obra y más producción en cadena.

Con respecto al currículo, Freire hace hincapié en que ya que los contenidos son
necesarios para el desarrollo de la sociedad si se implementan de manera crítica y
reflexiva, así mismo el currículo puede ser también una opción para la
democratización. Para lograr esto, es necesario que todos los miembros de la
24
Llamamos globalización al proceso político, económico, social y ecológico, por el cual cada vez
existe una mayor interrelación económica entre unos lugares y otros, por alejados que estén, bajo
el control de las grandes empresas capitalistas, las multinacionales, etc.
http://geocities.com/la_cou/global/ (12 oct 2006).
25
Un aspecto que es relevante aclarar, es el hecho de que según la visión capitalista, nunca va a
haber igualdad de condiciones ya que el opresor nunca querrá ponerse en el mismo nivel del
oprimido. “Estas sociedades jamás pueden relacionarse con el tercer mundo como socios, ya que
esto supone igualdad, no importa cuan diferentes puedan ser las partes, y eso es algo que jamás
se puede plantear entre antagonistas (Freire:1990;77).

43
comunidad reflexionen y piensen en un proyecto que permita que la sociedad
liberada permanezca. Para la reformulación del currículo es sumamente
importante saber:

Quién elige los contenidos, a favor de quién y de qué estará su enseñanza,


contra quién, a favor de qué, contra qué. Qué papel les corresponde a los
educandos en la organización programática de los contenidos; cuál es el
papel, en otro nivel, de los y las que en las bases –cocineras, porteros,
cuidadores- están involucrados en la práctica educativa de la escuela; cuál es
el papel de las familias, de las organizaciones sociales, de la comunidad local
(Freire:2002a;105).

Así pues, la tarea de educadores, educandos, familias y miembros de la sociedad


es crear un discurso crítico y reflexivo que permita retornar a las raíces culturales y
a un estatus de justicia social para que la dimensión del ser no se vea relegada
una vez más por los opresores. Los oprimidos deben dejar de lado las ideologías y
creencias que han sido impuestas y por las que consideran que las cosas no
pueden cambiar. Hay que creer en que la igualdad entre las personas puede ser
una realidad y que todos los miembros de la sociedad pueden ser parte de la
liberación.

La pedagogía de la liberación y de la esperanza

La Pedagogía Crítica es liberadora y esperanzadora porque propone nuevas


alternativas para que el cambio sea posible y de esta manera se pueda alcanzar la
justicia social y la participación política, cultural y económica en igualdad de
condiciones sin discriminar ni excluir a nadie. La pedagogía propuesta por Freire
da una luz de esperanza ya que nos muestra que el mundo puede ser igual para
todos ya que ésta es incluyente. El opresor y el oprimido van a ser sujetos activos
del cambio y de la emancipación para la creación de un nuevo mundo real en el
que la intersubjetividad es la premisa. En el momento en el que los actores de la
sociedad son conscientes de que hay posibilidades de cambio, se puede empezar

44
a vislumbrar un nuevo mundo en donde se le da cabida a los sueños. Por ende,
“una de las tareas primordiales de la Pedagogía Crítica radical y liberadora es
promover la legitimidad del sueño ético-político de la superación de la realidad
injusta” (Freire:2001;53). Cuando los seres humanos sueñan con una nueva
realidad, se piensa en el futuro, no como algo inexorable sino como un mundo de
puertas abiertas.

Los opresores hacen ver el futuro como algo que no tiene remedio, las ideologías
alienantes, pretenden que las personas se conformen con lo que son para que de
esa manera no sepan que pueden cambiar la realidad si descubren las formas
opresoras. A modo de ilustración, los marginados creen que son lo que son y
están donde están por que la vida es así y porque así Dios lo dispuso. Sería
absurdo pensar que Dios tiene preferencias entre ricos y pobres, esto sería una
contradicción con lo que se promulga en su palabra. Simplemente, la clase
dominante hace creer esto a los alienados. Así, el conformismo es una de las
problemáticas más graves que impiden la liberación, y es por eso que la
Pedagogía de la liberación y de la esperanza espera que todos los miembros de la
sociedad abran los ojos a la realidad y sepan que “cambiar es difícil, pero es
posible” (Ibíd.;93)

Por todo lo anterior, la Pedagogía Crítica de Paulo Freire no se restringe a la


mera descripción de las problemáticas que atañen a la sociedad, sino por el
contrario, propone un cambio esperanzador para la liberación del yugo opresor, un
cambio en el que todos estamos incluidos y podemos participar activamente
siempre y cuando tomemos conciencia de la realidad que nos deshumaniza. Así
pues, debemos ser política, cultural y socialmente activos y participativos para que
de esa manera podamos crear y recrear reflexivamente un nuevo mundo.

45
3.2 HENRY GIROUX: Teoría y resistencia en educación (1992)
Por: Diana Carolina Velásquez Montaño

La preocupación de crear un discurso crítico entorno al problema de la escuela


como escenario real de los roles que se viven en una sociedad, con sus
problemáticas e indiscriminaciones son las que hacen que educadores críticos
como Giroux (y su indudable poder de pensamiento) hablen de una nueva teoría
de la resistencia en pro del cambio y de las nuevas posturas escolares para crear
conciencia emancipadora, ¿utopía o no? lo que se busca es luchar por un mundo
mejor donde no exista una cultura dominante y donde la persona sea ese sujeto
reflexivo de su quehacer en la sociedad.

El pensamiento de Giroux encarna implicaciones político-educativas que


promulgan el diálogo como medio eficaz para la capacitación y la búsqueda de
soluciones en cuanto al problema de la dominación. La propuesta del autor es que
los diferentes grupos “se reagrupan y plantean la pregunta fundamental de cómo
ellos pueden aportarle a cada uno de los otros y cómo a través de tal intercambio
(de posiciones teoréticas) puede surgir un modo de práctica en el que todos los
grupos se puedan beneficiar” (Giroux:1992;17), es así pues, que hablamos de que
todos los individuos, sin exclusión alguna deben tener conciencia de lo que a nivel
teórico se plantea y que en esta medida puedan ser partícipes a través del diálogo
en relaciones sociales democráticas. Las implicaciones son muchas y los
resultados pueden que no sean tan visibles, pero la propuesta sigue en marcha;
Giroux lo aclara enfáticamente cuando lo afirma en el prefacio a su libro “Teoría y
resistencia en educación” (1992):

La lucha será larga y ardua (...) con el tiempo las semillas de la nueva
sociedad pueden o no florecer. En otras palabras, uno tiene que luchar en
contra del nuevo autoritarismo y esperar que ese esfuerzo sea compensado
en el futuro. La dialéctica entre la realidad y la promesa no puede eludirse,
sólo puede ser ignorada, y esto por aquellos que tienen el poder político y

46
económico para cerrar sus puertas y esconderse de la carnicería que ellos
producen, pero que de hecho nunca ven o tocan. Ésta es la época de los
asesinos limpios (Giroux:1992;17).

Por tal motivo, Giroux en su obra no ofrece soluciones concretas ni respuestas


explícitas, él tan sólo encamina al lector (educadores) por medio de un discurso
político a recrear nuevas formas de análisis que sirvan para transformar las
escuelas y la sociedad desde todos sus ámbitos.

La idea de educación que Giroux propone es una educación ciudadana desde la


perspectiva de la definición griega clásica, en la cual puede reconocerse:

Un modelo de racionalidad que es explícitamente político, normativo y


visionario. Dentro de este modelo, la educación fue vista como intrínsicamente
política, diseñada para educar al ciudadano para participar inteligente y
activamente en la comunidad cívica. Además, la inteligencia era vista como
una extensión de la ética, una manifestación de la vida buena y justa. Por lo
tanto, en esta perspectiva, la educación no significaba entrenar. Su propósito
era el de cultivar la formación de un carácter virtuoso en la constante
búsqueda de la libertad. De ahí que la libertad era siempre algo para ser
creado, y la dinámica que daba forma a la relación entre el individuo y la
sociedad estaba basada en la continua lucha por una comunidad política más
justa y decente. (Ibíd.;13)

Para lograr este fin y recuperar esta noción de escuela tan idealizada, la propuesta
es pensar en el desarrollo de una educación radical, la cual no se refiere
exclusivamente a una disciplina o a un cuerpo del conocimiento. La educación
radical sugiere una clase particular de práctica y una postura particular de
preguntarse por lo que es actualmente ejecutado en la escuela, en términos de
políticas, contenidos y manejo de relaciones. De una manera general, se puede
decir, que las premisas básicas de la educación radical crecieron en gran parte

47
gracias a las crisis que vivieron las diferentes teorías sociales (marxismo 26 ,
neoweberianismo, posestructuralismo y otros), que nacieron como teorías de
respuesta para subsanar el problema educativo que afrontaba la escuela en su
papel de ente sumiso dentro de nuestra sociedad; pero que a su vez fallaron por
descartar los aspectos más relevantes para que fuera viable pensar en una
educación liberadora, aspectos tales como la subjetividad y la historicidad.

Dentro de la educación radical se puede destacar específicamente un punto muy


importante que la distingue del resto de las teorías sociales. La educación radical
es interdisciplinaria en naturaleza, ésta se pregunta por las categorías
fundamentales de todas las disciplinas 27 y tiene una misión pública de hacer a la
sociedad más democrática. Este último punto es quizás la razón principal por la
que la educación radical como campo es tan apasionante. Pues es ésta la que
posibilita al individuo a crear conciencia a través del análisis de su entorno y de
esta manera generar ideas y aplicarlas para brindar soluciones al problema de la
dominación.

Así pues, la educación radical ensambla dos componentes fundamentales, la


teoría y la práctica. Ya bien lo expresó Marcuse, “sin embargo, el divorcio de
pensamiento y acción, de teoría y práctica es en sí mismo parte de un mundo sin
libertad. Ningún pensamiento y ninguna teoría pueden deshacer esto”
(Marcuse:1960) 28 . A lo cual Giroux agrega avalando lo expuesto por el teórico
crítico:

Marcuse logra capturar tanto el espíritu como el reto que actualmente enfrenta
la pedagogía radical. Su espíritu está enraizado a todas las formas de
dominación , y su reto se centra en la necesidad de desarrollar formas de

26
Más adelante en este escrito se aclara la visión que posee el autor en cuanto a la teoría
marxista.
27
Se afirma esto a partir del hecho, que la educación radical toma en cuenta para su desarrollo
ciencias como la historia, sociología, psicología, filosofía, así como ejes fundamentales en la vida
del ser humano como lo son la economía, la política y la cultura. Cfr. GIROUX, Henry Teoría y
resistencia en educación. Editorial Siglo XXI, 1992.
28
Cfr. Ibíd.,1992;21.

48
críticas adaptadas a un discurso teórico que medie la posibilidad de una
acción social y la transformación emancipatoria. (Giroux:1992;21)

Dicho de otra manera, para que haya una verdadera educación radical se necesita
del análisis teórico y de todo su acerbo conceptual, pero nada se puede hacer si
éste no es aterrizado a la acción, es decir a la ejecución. Es necesario poner toda
esa teoría en práctica para que haya una verdadera acción social en las diferentes
esferas públicas 29 .

Un medio para lograr espacios de diálogo y acuerdo que Giroux propone es la


disensión 30 y la democracia crítica. La democracia, en este sentido, resulta de
juntar el pensamiento crítico y la acción social. Es así como el estudiante es
formado para cuestionarse sobre las injusticias que arraigan sus relaciones
sociales y en esta medida, es capaz de actuar para no dejarse oprimir. Giroux lo
aclara cuando dice:

Personalmente, creo que la necesidad de contemplar las escuelas como


esferas públicas democráticas es central para una Pedagogía Crítica viable.
Esto significa que las escuelas se han de ver como lugares democráticos
dedicados a potenciar, de diversas formas, a la persona y la sociedad. En este
sentido, las escuelas son lugares públicos donde los estudiantes aprenden los
conocimientos y las habilidades necesarios para vivir en auténtica democracia”
(Giroux:1990;34).

La democracia crítica se logra de la misma forma que los educadores logran


establecer una educación radical. Primero es necesario desarrollar modos de
análisis históricos y sociológicos que le den cuenta al individuo de su situación

29
Giroux, al igual que otros autores habla de esfera pública. Aquí lo explica claramente.
“Originalmente representaba esos espacios ideológicos y materiales construidos por la burguesía
para interpretar, razonar y mediar a través de un discurso racionalmente conformado, cuestiones
de la cultura y de la vida diaria y problemas de política y del Estado. El valor de la esfera pública ,
en su forma clásica liberal residía en su definición y función como instrumento del cambio político y
de la emancipación” (Giroux:1992;292)
30
Según el diccionario en línea del RAE, el disentir se refiere a “no ajustarse al sentir o parecer de
alguien”. http://buscon.rae.es/draeI/ (12 oct 2006)

49
actual y respondan cuáles fueron o son los motivos por los que se encuentra en
ese punto de opresión. Cuando el sujeto se detiene a realizar este tipo de análisis
ya tiene un punto de partida para empezar a reestructurar su acción (qué es lo que
va hacer para subsanar esas formas de opresión). La teorización y la praxis le dan
al individuo el conocimiento y las herramientas para actuar críticamente en su
espacio de vida, así pues el ciudadano trasciende 31 , ya no es un oprimido más de
nuestro sistema social, económico y político. Para que exista una democracia
crítica debemos formar en educación ciudadana:

Si la educación ciudadana ha de ser emancipatoria, debe comenzar por la


suposición de que su finalidad principal no es la de ajustar a los estudiantes a
la sociedad existente; en vez de eso, su propósito principal debe estimular sus
pasiones, imaginaciones e intelectos para que sean movidos a desafiar las
fuerzas sociales, políticas y económicas que pesan tanto en sus vidas. En
otras palabras, los estudiantes deberían ser educados para mostrar coraje
cívico, esto es, la voluntad de actuar como si estuvieran viviendo en una
sociedad democrática. Esta forma de educación es esencialmente política y su
meta es una sociedad democrática genuina, una sociedad que dé respuesta a
las necesidades de todos y no solo de unos pocos privilegiados
(Giroux:1992;254).

Teniendo en cuenta que en ninguna comunidad debe reinar la autoridad, el


elitismo o la uniformidad cultural, Giroux invita al docente a recrear espacios
donde se viva una supuesta democracia y se entrene sobre este supuesto. El
objetivo de experimentar sobre este pensamiento crítico es alcanzar finalmente
una democracia social en la cual todos los participantes tengan, como dice el
dicho, voz y voto para participar en las decisiones que la comunidad exponga.

31
Giroux nos aclara el concepto de trascendencia: “se refiere a una visión afirmativa que
considera el desarrollo de una nueva sociedad, una noción democrática de sociabilidad, y el
desarrollo de condiciones sociales que maximizan las posibilidades individuales y sociales de
expandir la rica individualidad de toda la gente” (Giroux:1992;298).

50
Por otro lado, el pensamiento de Giroux expone que ser radical es sinónimo de ser
crítico. No se puede concebir una posición radical que no lleve al mismo tiempo
ese elemento crítico de discusión en su base. Para que exista una verdadera
educación radical se debe ser crítico, en primer lugar, en términos históricos. Se
debe hacer un análisis que permita reconstruir todo en cuanto a la escuela desde
sus ejes más fundamentales, así como la manera en que ésta se ha venido
desarrollando en la sociedad. Y en segundo lugar, en términos ideológicos,
cuando se analizan las clases particulares de valores que funcionan en la escuela
y las prácticas de la educación que se generan en la misma. La educación crítica
funciona bajo dos asunciones básicas. Primeramente, existe la necesidad de
desarrollar un lenguaje crítico, el cual evidencie el verdadero propósito de la
educación radical. Los educadores radicales, por ejemplo, critican y rechazan
enfáticamente el propósito primario de la educación pública, el cual va
encaminado a desarrollar la eficacia económica desde la escuela. Las escuelas
son más que almacenes de la compañía, éstas tienen el propósito más radical de
educar a ciudadanos. La segunda asunción es desarrollar un lenguaje de la
posibilidad. Este lenguaje va más allá del componente crítico, es decir que está
pensado para elaborar un lenguaje más positivo y esperanzador en la cuestión de
la dominación en el ser humano. Dicho de otra forma, el primero sirve para darse
cuenta de las diferentes problemáticas que atacan la vida del individuo y el
segundo para proponer y general soluciones que le ayuden a atacar dichas
problemáticas. Giroux resume lo anterior cuando habla del empoderamiento
humano, el cual lo define como la capacidad de pensar y actuar críticamente.

En cuanto a la educación tradicional, Giroux piensa que los tradicionalistas han


estado siempre errados en cuanto a la naturaleza de la educación, debido a que
éstos “se han negado generalmente a interrogarse sobre la naturaleza política de
la enseñanza pública. (...) han eludido enteramente el tema con el intento
paradójico de despolitizar el lenguaje de la enseñanza escolar” (Giroux:1990;31).
Esto es, porque dentro del campo de la educación los idiomas que han dominado
la práctica educativa han sido generalmente las políticas que han

51
instrumentalizado altamente los propósitos de enseñar. Ha sido una educación
que privilegia a ciertos grupos de las élites encargadas de reducir el alcance de la
educación a la instrucción, en este sentido, la escuela se convierte en fábricas
para entrenar a la fuerza de trabajo. Los tradicionalistas carecen de un lenguaje de
la posibilidad sobre cómo las escuelas pueden desempeñar un papel importante
para ayudar a construir la vida pública. Los fundamentos de la educación
tradicionalista se han basado en la paga al mérito (meritocracia), a un plan de
estudios unificado, a la ejecución de pruebas de saber, a la unificación de criterios
de la evaluación y a otros aspectos similares. La educación tradicional es justo
otra versión del arreglo tecnológico que no hace caso de las preguntas filosóficas.
Está cuantificando el proceso educativo y el resultado será una cierta clase de
excelencia o de capacidad económica, es decir de eficacia. Por todo lo anterior es
que debemos reevaluar lo hecho hasta hora por los filósofos y teóricos educativos;
tenemos que preguntarnos cuáles son los propósitos de la educación y qué clase
de ciudadanos esperamos producir en nuestra futura labor educativa y de esta
manera poder establecer un pensamiento crítico con una praxis que busque el
cambio y origine más acciones emancipadoras dentro de nuestra sociedad
dominante.

Lo anterior lo podemos ejemplificar con casos comunes que suceden en nuestras


aulas. En las instituciones públicas, la mayoría del cuerpo docente adopta el papel
de profesores rígidos en cuanto a disciplina y autoridad, su método es el trabajo
extra, la citación de padres, el observador del alumno o la suspensión. En esta
medida muchos maestros excluyen a las mayorías menos favorecidas, quienes
por su rebeldía juvenil no pueden ser admitidos en el ámbito escolar. Éstos
terminan vagando por las calles, con perspectivas tristes y con una gran opresión
en el pecho por sentirse impotentes para hacer algo contra el sistema opresor que
los excluye y no los deja expresar lo que sienten contra la clase dominante. O
desde otro punto más pesimista, estos estudiantes relegados acaban por cortar
todo interés con la educación, generan pensamientos de rebelión violentos y
terminan por perderse en el odio.

52
Los educadores radicales en la actualidad son una discusión en bloque, la cual se
origina con el desarrollo de teorías sociales para la educación. Algunos creen que
el Marxismo es una de ellas pero Giroux disiente de este hecho, en cuanto
evidencia en sus razonamientos teoréticos no encontrar alguna influencia primaria
de éste en el trabajo de los educadores radicales de la actualidad, y creyendo así
que, donde existe la influencia marxista es materia bastante cruda. No hay duda
de que el discurso marxista dominó inicialmente, y por un buen tiempo, porque en
el principio la mayoría del trabajo en la educación radical estaba fundamentado y
desarrollado sobre las teorías de la reproducción, las cuales toman:

El problema de cómo funcionan las escuelas en beneficio de la sociedad


dominante como su preocupación central (...), ellas rechazan los supuestos de
que las escuelas son instituciones democráticas que promueven la excelencia
cultural, que el conocimiento está exento de valoración. (...) Se enfocan en
cómo el poder es usado para mediar entre las escuelas y los intereses del
capital (Giroux:1992;105).

El error que han cometido algunas filosofías educativas es querer adaptar a la


fuerza el paradigma marxista para el desarrollo de una nueva teoría educativa. La
tarea es repensar esta teoría, extraer sus elementos buenos cargados de
pensamiento puramente crítico y a partir de ellos valorar lo que se ha hecho en
educación hasta el momento. Con esto no queremos decir que la propuesta sea
negativa pero paradójicamente, lo rescatable es poco. Se pueden redireccionar los
principios con miras a enriquecerlos y darles más profundidad para lograr la
aplicabilidad de los mismos en el ámbito educativo.

Interesado en las diversas maneras en las cuales los diferentes estudiantes


aprenden en las escuelas y las maneras en las cuales los temas logran ser
seleccionados para el plan de estudios, Giroux también habla del currículo. Por
medio del currículo las escuelas reproducen de una manera lógica en la medida
que se reducen a ser simples sitios de instrucción. Desde una perspectiva más
radical, las escuelas deben ser más que eso, deben ser idealizadas como

53
espacios de discusión propicios para el desarrollo de las maneras de vida y de las
diferentes relaciones del estudiante. Esto se logra por medio de la cultura. La
cultura es la encargada de legitimizar ciertas formas de conocimiento y de negar
otras. La idea es ver a las escuelas como instituciones culturales, como fronteras
culturales, y no simplemente como campos para el reforzamiento de la economía.
Como lo habíamos mencionado antes, aquí entra en juego el papel de la
democracia y el valor que esta tiene para generar campos de acción dentro de la
escuela, que ahora es un espacio cultural que promueve la lucha y la discusión de
problemas reales. El punto de Giroux es que el aprender tiene que ser significativo
a los estudiantes antes de que pueda llegar a ser crítico.

En cuanto a la noción de cultura, Giroux no proporciona al investigador una


definición clara (porque no la tiene o porque emplea la palabra desde varias
perspectivas); una vez hecha esta aclaración es oportuno destacar que su trabajo
teórico proporciona bastantes parámetros para entender esta categoría como el
pensamiento del pueblo. Entiéndase esta definición como la reunión y
construcción de conocimiento y pensamiento en sociedad, es decir en conjunto, y
no simplemente como ese medio de sometimiento que es empleado por el Estado
para expandir dominación sobre los menos favorecidos. Pero siendo así, se
pensaría que la definición de cultura proporcionada carece de profundidad, por tal
motivo aunque dicha palabra es muy utilizada y bastante recurrente en aparición
en el discurso de Giroux, éste retoma una definición expuesta de John Clarke, “
“Por cultura entendemos los principios de la vida compartidos y característicos de
cada clase, grupo o ambientes sociales” (Clarke:1979;36). De igual manera Giroux
retoma la definición de Hall y Jeferson (1976) “La cultura es la forma en que las
relaciones sociales de un grupo son estructuradas y conformadas, pero también
es la manera en que esas formas son experimentadas, comprendidas e
interpretadas” 32 , es decir que la cultura es vista como ese conjunto de prácticas y
vivencias que resultan de la unión entre las conductas específicas de determinada
clase y sus circunstancias sociales dentro de una ideología social más amplia.

32
Cfr. Ibíd., 135.

54
Partiendo de lo anterior y uniendo estos tres conceptos, uno de pensamiento, otro
de principios y el último de práctica, es claro que Giroux parte de la concepción de
cultura como el constructo de pensamiento, modo de vida y costumbres que se
manejan en una esfera social determinada y de cómo ese arraigamiento es
empleado por sus participantes para dar forma a sus vidas y viabilidad a sus
ideologías y creencias. Entonces, podemos decir que ésta es el resultado de la
construcción histórica del ser humano en su contexto, así como la práctica de sus
vivencias para generar espacios de reproducción. Pero Giroux no se queda con el
definición simplemente, para él es muy importante no darle a este concepto esa
perspectiva unilateral, pues, él propone clasificar a la cultura como una categoría,
además de histórica, política, es decir, que ésta deja de ser un aparato de
construcción social para convertirse en un espacio de lucha, debate y discusión
ideológica, de ahí el antagonismo entre el papel de la escuela tradicional y lo que
la educación radical propone para los estudiantes críticos con pensamiento
democrático. Desde este punto de vista el manejo que le da la educación
tradicional a la noción de cultura reafirma el hecho de que ésta funciona en
beneficio de la “cultura dominante para reproducir la lógica y los valores de la
sociedad existente” (Giroux:1992;104), es decir que la educación tradicional ve a
la escuela como un sitio meramente instruccional, esto es, ese lugar donde su
objetivo primordial es abastecer al estudiante de conocimiento, pasando por alto
que las escuelas son “también sitios culturales” (Ibíd.;103). En otros términos la
escuela representa esos “campos de contestación y lucha para los grupos
diferencialmente investidos de poder cultural y económico” (Ibíd.;103). En esta
medida la noción de cultura trasciende dentro del ámbito de la escuela, ésta es la
encargada de posibilitar el desarrollo de procesos en los cuales las vivencias de
los diferentes autores interactúan en pro de crear nuevas significaciones dentro de
sus vidas, relaciones y ámbito escolar.

Antes de continuar resulta oportuno aclarar que el tratamiento de la noción de


cultura en Giroux es un trabajo delicado ya que él le dedica especial interés a
analizar y desvirtuar algunos aspectos que se han viciado dentro del estudio de las

55
teorías radicales, exponiendo de manera clara las falencias en los diferentes
discursos que han dado pie para crear una Teoría Crítica de la educación. En esta
medida, el autor se dedica a realizar un análisis de las teorías de reproducción
social y cultural, proponiendo una mirada más futurista donde se pone en duda
algunos aspectos de las perspectivas que la teoría radical ha tomado hasta el
momento, es de esta manera que se propone un estudio histórico de ésta para
esclarecer cuáles son realmente esas necesidades radicales que buscan y
plantean una sociedad emancipada. De igual manera analiza las concepciones
que maneja la Escuela de Frankfurt, la cual da origen a la Teoría Crítica, base
para el desarrollo de la Pedagogía Crítica actual. La Teoría Crítica nace
precisamente como una crítica al nuevo pensamiento de la Ilustración y a toda la
racionalidad que promulga el Positivismo, así como a la verdad absoluta
comprobada por el método científico y el estudio empírico. Igualmente la Teoría
Crítica se desliga de postulados Marxistas, en los que, en primera medida los
acoge por su sentido revolucionario pero que finalmente los termina desechando
por dejar fuera aspectos como el papel de la subjetividad, la reflexión y la
historicidad del sujeto. A lo largo de todos estos análisis, a las diferentes teorías,
corrientes, postulados, etc., Giroux habla de cultura, habla desde los autores y
siempre con la intención de desmentir o reencaminar lo propuesto por ellos,
motivo por el cual hace aún más complicado elegir o determinar una sola
definición de cultura.

Finalmente se puede concluir que para Giroux la cultura es esa categoría


fundamental en la cual se mueve el sujeto, que le da la oportunidad de tener un
constructo ideológico, adquirir una identidad y a la vez poseer un espacio de
interacción con sus iguales en aras de crear discursos e ideologías revolucionarias
que busquen la emancipación.

Teniendo en cuenta la importancia del desarrollo de la cultura en el ámbito


escolar, la cual encamina a los individuos al perfeccionamiento de una educación
radical y al impulso de una democracia que busca lograr un pensamiento liberador

56
y una participación activa en las relaciones dentro de la escuela. En definitiva, si
nos preguntáramos cuál es el método que el autor propone para poder generar
una educación radical en la escuela, podemos decir que Giroux no expone
claramente que existan unas técnicas más eficaces que otras para que haya un
verdadero sentido educativo y el desarrollo de un pensamiento crítico en los
estudiantes. Los recursos pueden ser bastantes. La idea es empujar a los
estudiantes a tomar posiciones frente a lo que piensan y que en esa medida
puedan justificar la posición que toman. De esta forma los estudiantes crean un
sentido más claro de lo que creen y de lo que pueden llegar a ser para
contraatacar aquello que los oprime. Según Giroux, no importa el método, lo
realmente relevante es politizar el proceso de la educación en las mentes de los
estudiantes, esto se logra haciéndoles creer a los estudiantes (con firmeza) que
ellos son agentes en el acto de aprender.

Otro ejemplo claro (no como método eficaz para desarrollar una educación radical)
para que se pueda hablar de una visión alternativa en educación, es la memoria
liberadora 33 . “El hecho de descubrir el error del sufrimiento pasado y la dignidad y
la solidaridad de la resistencia nos hace tomar conciencia de las condiciones
históricas que dan lugar a tales experiencias” (Giroux:1990;37). En esta medida,
se va a tomar más en cuenta al sujeto que sufre, comprendiendo la realidad de la
existencia humana para la búsqueda de soluciones dentro de la misma
comunidad, y así eliminar tal sufrimiento de la vida del ser humano y reducir la
reproducción de esas formas de opresión. Tomar en cuenta la memoria liberadora
es relevante en el desarrollo de una educación radical, ya que la importancia de
esas historias es incomparable. Dado que la experiencia no habla por sí misma, el
lenguaje que empleamos es el que determina su significado. Por supuesto, es
necesario entender que esas historias no dicen nada por si solas, pero sí pueden
convertirse en la base para analizar una gama entera de las consideraciones que
se ocultan a menudo en ellas.

33
Según Giroux , es el reconocimiento de aquellos casos de sufrimiento público y privado cuyas
causas y manifestaciones exigen comprensión y actitud comprensiva (Giroux:1990;37).

57
Giroux afirma que la noción de la experiencia tiene que ser situada dentro de una
teoría de aprender, dentro de una pedagogía. Es decir, que no podemos negar
que los estudiantes tienen experiencias y que estas experiencias son relevantes
para el proceso de aprendizaje aun cuando se pueda pensar que estas
experiencias son limitadas. Los estudiantes tienen las memorias, las familias, las
religiones, las sensaciones, los lenguajes y la cultura que les dan una voz
distintiva. Podemos decir críticamente, que la experiencia nos ayuda a avanzar, a
movernos más allá. Aquí volvemos a lo mismo, a la importancia del manejo de la
historicidad en el desarrollo, o por lo menos, en el planteamiento de una educación
radical.

En conclusión, se puede decir que para Giroux las escuelas son las instituciones
principales para educar a estudiantes para la vida pública. Específicamente, cree
que las escuelas deben funcionar para proveer a los estudiantes el conocimiento,
el carácter y la visión moral que construyen valor cívico.

En la medida que se empieza a hablar de crear rebelión en pro de la


emancipación, se hace necesario hablar del discurso político. La educación radical
promulga abiertamente sus tentativas de construir un discurso público fuera de lo
académico y sin ninguna limitación. En este punto se hace relevante hablar de la
importancia del aspecto político, a pesar de que a lo largo de este escrito hemos
dejado ver ya algo del valor que se da al tratamiento de la política en la educación,
podemos decir que para él la educación es política y la política es educación,
existe un lazo de retroalimentación donde la una le sirve a la otra y viceversa.
Partiendo de esta premisa, el manejo que este pensador crítico le da a la
categoría de la política toma dos perspectivas altamente importantes pero a la vez
antagónicas. Por un lado, el papel de la política cuando se hace política, esto es,
visto en la enseñanza pública no pasa del discurso meramente político cargado de
manipulación, dobles intenciones y mentira, y es en este punto donde se puede
hablar de escolarización o instrucción escolar (Schooling). La escolarización se da
precisamente en la escuela como discurso que sirve únicamente a los intereses

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del Estado. La escolarización desde al análisis de Giroux es el medio de
dominación latente en la escuela, por medio de ésta se reproducen conductas de
subyugación y se entrena al individuo para la eficiencia en una sociedad
meramente capitalista; siendo precisamente ésta la que entrena a los sujetos para
desenvolverse de acuerdo a sus condiciones de herencia y capital cultural 34 , de
este modo el individuo sirve en la medida que su condición de clase, género y raza
se lo permite. Política es la que se vive a diario por parte del patriarcado
dominante, presidentes, senadores y agentes creadores de terror ocultos bajo
pieles de oveja, no hay mejor ejemplo que la doble moral que maneja estos
mandatarios que se hace llamar reformista y luchador pero que no dejan de ser
manipuladores condescendiente con la clase burguesa.

Pero, como habíamos dicho antes, la política cumple una doble función, se puede
hacer política desde la escuela, ¿quiénes?, los docentes radicales y los
estudiantes democráticos. Y es que el fundamento de la obra de Giroux es ese,
que se cree un discurso político (no politiquería) en pro de formar ciudadanos
reflexivos y conscientes de su historia y de su papel dentro de la sociedad. Así
como el discurso político sirve a la subyugación también puede ser visto como
herramienta liberadora. Para esto, Giroux propone nuevas formas de pensamiento
en la labor del profesor radical. En primer lugar debe ser un investigador de casos
(por decirlo de alguna forma), debe penetrar en sus propias ideologías para de
esta forma plantear nuevas estrategias frente al problema de subyugación. Como
segundo paso resulta sumamente relevante que el maestro cree grupos de trabajo
con otros maestros donde su objetivo principal se vea encaminado a implantar un
estilo de democracia dentro de la escuela, por medio de la cual el estudiante sea
llevado a la reflexión y participación de las políticas escolares que la escuela
siempre le ha impuesto, y en esta medida pueda ejercer un rol democrático y
participativo en la toma de decisiones como son, por ejemplo, la ejecución de un

34
“El capital cultural se refiere por un lado a los diferentes conjuntos de competencia lingüísticas y
culturales que heredan los individuos por medio de los límites establecidos debido a la clase social
de sus familias. En términos más específicos, un niño hereda de su familia grupos de significados,
calidades de estilo, modos de pensamiento, tipos de disposiciones, a los cuales les son asignados
cierto valor social y estatus.” (Giroux:1992;120)

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currículo. Como propuesta final, el docente radical debe arriesgarse, pensar que la
solución está en sus manos, estar dispuesto a implantar un pensamiento crítico
frente a su labor docente ya que la transformación social no se hará esperar. La
anterior concepción de docente radical es el mejor ejemplo de cómo se puede vivir
una política sana desde la escuela.

La profesión de educar enmarcada dentro de los principios de la Pedagogía


Crítica tiene la responsabilidad primaria de formar a ciudadanos críticos, es por
esto que los educadores tienen una responsabilidad pública que por naturaleza los
sumerge en la lucha para la democracia. Esto hace de la profesión de educar un
recurso público único y de gran alcance. Por esta razón, es que el profesor radical
debe poseer cierta visión de futuro, debe ver la importancia de la educación como
discurso público y debe sentir su misión en la formación de estudiantes como
ciudadanos críticos. Es decir que el docente se convierte en un intelectual
transformativo. El profesor como intelectual transformativo es partidario y no
doctrinario, esto es que genera ideologías y se compromete a ofrecer sus
creencias a otros en un marco más abierto que conlleve a la discusión y a la
investigación crítica. En segundo lugar, hablar de profesores como intelectuales es
decir que deben tener un papel activo en la formación de planes de estudios. En
esta medida los docentes tienen la misión de formar la política de la escuela,
definir las filosofías educativas, y el trabajo con sus comunidades en una variedad
de capacidades. Los intelectuales transformativos deben estar enterados de sus
propias convicciones teóricas y deben ser expertos en las estrategias que
emplean para traducirlas en práctica, debido a que, en contraposición, la
proletarización de la profesión de educar ha parido educadores demasiado
dependientes e impotentes frente a las cuestiones de orden político, social y
económico que afectan la tarea de enseñar.

Todo lo anterior nos conduce a retomar lo que ya habíamos esbozado vagamente


antes, para Giroux el trabajo de educar es labor muy dura. Esto es porque los
profesores necesitan ser intelectuales, necesitan comprender que la enseñanza es

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una forma de mediación entre diversas personas y diversos grupos de personas y
nosotros (en nuestra labor docente) no podemos ser buenos mediadores a menos
que estemos enterados de lo significa ser un referente o un agente de la
mediación. La enseñanza es compleja, más compleja que dominar un cuerpo del
conocimiento y crear currículos para su ejecución. Un factor importante dentro de
la enseñanza es que la especificidad del contexto es siempre central. No podemos
conseguir desarrollar algo verdaderamente claro desde la invocación de las reglas
y de los procedimientos que le restan legitimidad a los contextos.

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