Está en la página 1de 2

FORMATO DE ENTREVISTA

Nombre: Jesús Alberto Landaeta Rodríguez

Edad: Tengo 30 años,


Sexo y Género: Masculino
Nacionalidad: venezolano
Personas con las cuales actualmente vive: Vivo con mi esposa, mi cuñado y mi
hija.

1. ¿Hasta este momento, cómo se ha sentido con el hecho de encontrarse en


otro país?
“Bien, bien tratado, en todo me he sentido bien y eso que trabajo en la calle, es duro,
pero me siento cómodo actualmente.

2. ¿Cuál es su oficio o a que se dedicaba en su país natal, Venezuela?


“Yo soy contador, pero no ejerzo, primero porque no me traje mis papeles, solo vine
con mi cedula y nada más”

3. ¿Cuáles han sido los cambios más difíciles de afrontar luego de su proceso
migratorio?
“Lo más difícil es dejar las cosas que uno dejó en Venezuela, y venir para acá a luchar,
deje la familia, y que le digo, vendí una moto para poderme venir para acá, deje la
casa, y vendí muchas cosas para poder venirme, todo es muy difícil, y eso que yo me
vine caminado, para poder llegar aquí a Pasto, este, ya tengo aproximadamente cuatro
años, me ha tocado duro, pero, pues uno le toca duro, pero, este, tarde que temprano
uno se tiene que levantar”

4. ¿Cuáles cree que son los principales efectos emocionales que ha tenido
luego de su proceso migratorio?
“le voy a decir, me siento bien emocionalmente, a veces estoy triste. Hay momentos
en los que se le niegan las cosa por no tener trabajo y uno como que, si quiere
devolver a mi país, pero uno sabe que devolverse vuelve a ser perdida, me entiende, la
situación en Venezuela está muy difícil, heee, ahorita como que ha mejorado un
poquito más, pero igual no alcanza, personalmente es mejor seguir a aquí en
Colombia, aquí en Pasto”

5. ¿Qué sentimientos tiene cuando reflexiona sobre su proceso migratorio?


“Me da tristeza, no simplemente por mí, sino por los paisanos porque que también
están acá en Pasto o Colombia, que viven debajo de un puente, piden plata, a uno le
ha tocado duro pero no así, tan duro como ellos, me entiende, hay gente que le toca
más duro, yo ya cuatro años, uno aprende, yo ahorita me siente bien porque mi mamá
me dice que nos estemos aquí en Pasto y cuando yo me pongo a reflexionar me digo
vamos pa-lante porque atrás nada que ver en mi país hay muchos problemas. Usted
me entiende ya”

6. ¿Cómo ha asumido el hecho de alejarse de su familia que se encuentra en su


país natal?
“Mi mamá está en Venezuela, y dice que esta duro, y allá hasta el más sano en
Venezuela cae preso, entonces nos quedamos trabajando acá, es mejor, y mi mama
tiene cinco hijos, yo le mando plata cuando se puede, tres hijos estamos aquí, a
perdón cuatro, estamos aquí, y falta la hembra que está en Venezuela, y la otra hija
que tiene ella, lo poquito que uno gana cuando se puede se le envía, pero cuando no
se puede pues no, pero hay que mandarle, es que uno acá con la familia, y ellas solas,
entonces uno que hace, de lo poquito se envía, y da tristeza, por ejemplo en
diciembre, en el día de las madres, muchos momentos, entonces, al saber que uno no
puede ayudar a su madre, pero eso sí, este, siempre una va a querer a su madre, pero
cuando toca, toca, y no hay que dejarse morir, usted sabe, que las cosas son difíciles
pero hay que luchársela con toda, y ayudar a los que uno más pueda”.

7. ¿Qué tan difícil ha sido adaptarse a la cultura de la ciudad de Pasto?


“Pues, en Colombia bien, pero aquí en Pasto ha sido difícil, porque en este lugar
no es el mismo vocabulario, este, es que es como aparte, me entiende, es que acá
hay gente a la que yo no le entendía y ellos me dicen que tampoco me entienden,
pero ya con el tiempo uno aprende del hablado de ustedes, y después ustedes nos
entienden a nosotros, porque aquí en Pasto hay muchos migrantes, por eso
ustedes ya como que se acostumbran a entendernos, entonces pero ya todo está
bien, yo ya me voy acostumbrando a las cosas”

También podría gustarte