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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTA ROSA


FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO – PUERTO CABELLO

INFOGRAFÍA
DERECHO PROCESAL INTERNACIONAL

Nombre y Apellido: Carlos Javiel Griman Ramírez


Cedula de Identidad: V.- 8.612.791
Materia: Derecho Internacional Privado II
Corte III. Actividad 2

Puerto Cabello, Enero 2023


INTRODUCCIÓN
El Derecho Internacional Privado actual aún hoy participa de uno de los
importantes fenómenos de las críticas, confusiones, análisis más o menos objetivos, para
darle paso a un nuevo Derecho Internacional Privado, clásico en su esencia, pero dotado de
todos los elementos para convertirlo en un instrumento con función y dimensión social
que se libera de las sombras de su pasado rígido y busca audaces rumbos.
En sus fundamentos reaparece una rama jurídica que incorpora valores en la
reglamentación del tráfico externo, sin separarse totalmente de sus raíces
clásicas, pero tendiente a cumplir con su función sustantiva para lograr el fin
del derecho, la solución equitativa de cada caso, buscar el necesario
equilibrio entre la solución equitativa del caso concreto y la seguridad jurídica
es el objetivo fundamental del Derecho Internacional Privado.
El Juicio de Valor en Derecho Internacional Privado permite establecer si
una solución material es justa o no, hecho lo cual, el operador jurídico deberá
atender a las herramientas que le ofrece su propio ordenamiento jurídico con
el objeto de prevenir las posibles injusticias derivadas de la normal actuación
de sus reglas de conflicto.
Las contradictorias opiniones emitidas por la doctrina especializada
dedicada al análisis de esta parte fundamental del Derecho Internacional
Privado, así como el hecho que toda investigación en esta materia, implica la
comprensión de su método y, por ende, de sus normas, ha llevado a
plantear este trabajo de investigación y su resumen en una infografía, que tiene por
finalidad aproximar las respuestas a los problemas derivados de la noción como primer
tema, seguido de la competencia procesal internacional, el sistema venezolano, el
territorialismo de las leyes procesales: antecedentes históricos y fundamentos, el fuero de
extranjería para finalmente tratar la eficacia internacional de las sentencias en el derecho
venezolano el exequátur, es decir es el conjunto de reglas para que una sentencia dictada en
el extranjero surta efecto en Venezuela.

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EL DERECHO
PROCESAL
INTERNACIONAL
Noción
Comprende el estudio de la actividad jurisdiccional
internacional, del proceso internacional y, de los
procedimientos internacionales, el reconocimiento de
sentencias extranjeras y la cooperación o auxilio internacional
judicial.

La competencia procesal internacional


Determinación del juez o tribunal concreto que dentro de cada orden
jurisdiccional debe conocer de un determinado litigio. A este efecto se
manejan criterios objetivos, territoriales y funcionales, que son apreciables de
oficio o de juez o tribunal. Los límites de la competencia procesal
internacional directa venezolana vienen determinados solo en principio por las
disposiciones relativas a la competencia procesal internacional (arts. 53-58
CPC 1987);

El sistema venezolano
De acuerdo al Artículo 2 de la Ley de Derecho Internacional Privado
(LDIP). El Derecho extranjero que resulte competente se aplicará de
acuerdo con los principios que rijan en el país extranjero respectivo, y de
manera que se realicen los objetivos perseguidos por las normas
venezolanas de conflicto, a su vez la jurisdicción de los tribunales
venezolanos está determinada por lo dispuesto en los artículos: 40, 41 y 42
de la LDIP

El territorialismo de las leyes procesales


Cada Estado es soberano en asumir como propia la
función jurisdiccional y dicta las normas de
procedimiento para la realización del derecho en
su territorio.

El fuero de extranjería
Es la circunstancia personal, real o local que
determina la competencia que tiene un tribunal
para conocer de un caso obviando las reglas
ordinarias al respecto, en Venezuela existe la
ley de extranjería y migración N° 37.944

La eficacia internacional de las sentencias en el


derecho venezolano el exequátur.
Es un procedimiento jurídico internacional por el cual un Estado
solicita a otro Estado el reconocimiento, la ejecución u
homologación de una sentencia que se dictó en el Estado
requirente a efectos de asegurar la eficacia extraterritorial de la
misma
ARGUMENTACIÓN
En ejercicio de soberanía cada Estado fija, por medio de normas expresas, el marco
de su propia jurisdicción y la competencia de sus órganos jurisdiccionales, así como de
manera unilateral los límites de su esfera jurisdiccional: “Todo lo que puede ser exigido a
un Estado es que no traspase los limites que el Derecho Internacional Público señala al
ejercicio de su jurisdicción; dentro de estos límites, el criterio que asuma para ejercer su
jurisdicción corresponde a su soberanía”.
En el Derecho Procesal Internacional, las normas sobre jurisdicción se aplican
cuando los tribunales de un Estado deben decidir acerca de si tienen competencia, o carecen
de ella, para conocer de un litigio con elementos foráneos y en los casos en que el Estado
debe cooperar en el cumplimiento (reconocimiento y ejecución) de sentencias extranjeras.
La doctrina es muy rica en esta materia, existen diferentes tratadistas que colaboran
a comprender la naturaleza jurídica de la norma procesal y de la norma sustantiva, uno de
ellos, Piero Calamandrei, el cual señala que la norma procesal está dentro del proceso, y la
norma sustantiva fuera del proceso. Otro de los tratadistas, Francesco Carnelutti,
instrumentaliza la norma procesal, al considerar que esta se refiere a los instrumentos o
requisitos de los actos dentro del proceso, a diferencia de la norma sustantiva que contienen
un juicio de valor y solucionan una situación problemática.
La naturaleza jurídica de las normas procesales se encuentra dispersa en distintos
textos, por ejemplo: En el Código de Comercio, artículos 898 al 1.081; los medios
probatorios de que disponen las partes en el proceso están limitadamente señalados en el
Código Civil (art. 1.354) y en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la
cual contiene los preceptos fundamentales del proceso. La previsión del artículo 39 de la
Ley de Derecho Internacional Privado (LDIP), contempla la existencia de tres grupos de
supuestos en los artículos 40, 41 y 42, en los cuales los tribunales venezolanos están
dotados de jurisdicción para conocer de las causas contra personas domiciliadas en el
extranjero y se refieren a las acciones patrimoniales, las universalidades de bienes y el
estado de las personas y las relaciones de familia.
El marco normativo del Derecho Procesal Internacional tiene en cuenta la necesidad
de ser inderogable en casos claramente señalados. Fuera de esta limitación, las partes son

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libres de someterse a otras jurisdicciones. Así, la renuncia regular a la jurisdicción era la
regla y la no renuncia la excepción.
Este principio está consagrado en el Código de Procedimiento Civil a través de una
fórmula que prohíbe en general que se renuncie a la jurisdicción venezolana en favor de
una jurisdicción extranjera o de un árbitro que falle en el extranjero en materias tales como:
asuntos de Estado, orden público o bienestar. La incompetencia de los jueces venezolanos
respecto de los jueces extranjeros podrá ser declarada de oficio a petición de cualquier país
o parte en cualquier nivel de litigio. Si la moción de una de las partes se suspende en espera
de una decisión sobre una cuestión jurisdiccional.
En sentencia del 11 de agosto de 1999 la Corte Suprema de Justicia, con criterios
posteriormente reiterados por la Sala Político Administrativa, resolvió un caso de
regulación con estricto apego a la nueva normativa sobre esta materia, de reciente vigencia
para entonces. El fallo de la Corte reafirmó el criterio de que la falta, o defecto de
jurisdicción existe, cuando el conocimiento de una causa no corresponde a los órganos del
Poder Judicial por ser de la competencia de la Administración o de un Tribunal extranjero.
En sus considerandos, el fallo dice fundarse en el artículo 39 LDIP que fija el régimen de la
jurisdicción, el cual, salvo la diferencia terminológica en cuanto al vocablo jurisdicción en
lugar de la expresión competencia general, reproduce el contenido del artículo 53 del
Código de Procedimiento Civil, que resulta derogado por ley especial de reciente data.

EL EXEQUATUR EN EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO


Es un procedimiento jurídico internacional por el cual un Estado solicita a otro
Estado el reconocimiento, la ejecución u homologación de una sentencia que se dictó en el
Estado requirente a efectos de asegurar la eficacia extraterritorial de la misma. Es decir se
procura la ejecución de la sentencia en virtud a los principios de seguridad jurídica, mutua
cooperación y reciprocidad internacional, y en caso de existir, a los Tratados y Convenios
Internacionales como fuente directa del Derecho Internacional Privado, cuya aplicación es
obligatoria cuando un Estado es parte de dicho tratado o lo ha suscrito.
El Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N° 01561 del 4 de julio del 2000,
estableció que debe aplicarse lo establecido en el artículo 53 de la Ley de Derecho
Internacional Privado, quedando derogados los artículos 850 y 851 del Código de

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Procedimiento Civil, donde recepta los requisitos que deben concurrir para que las
sentencias extranjeras tengan efecto en Venezuela. De acuerdo con el Artículo 53 (LDIP) se
tiene que las sentencias extranjeras tendrán efecto en Venezuela siempre que reúnan los
siguientes requisitos:
-Que hayan sido dictadas en materia civil o mercantil o, en general, en materia de
relaciones jurídicas privadas;
-Que tengan fuerza de cosa juzgada de acuerdo con la ley del Estado en el cual han
sido pronunciadas;
Que no versen sobre derechos reales respecto a bienes inmuebles situados en la
República o que no se haya arrebatado a Venezuela la jurisdicción exclusiva que le
correspondiere para conocer del negocio;
-Que los tribunales del Estado sentenciador tengan jurisdicción para conocer de la
causa de acuerdo con los principios generales de jurisdicción consagrados en el Capítulo IX
de esta Ley;
-Que el demandado haya sido debidamente citado, con tiempo suficiente para
comparecer, y que le hayan otorgado en general, las garantías procesales que aseguren una
razonable posibilidad de defensa;
-Que no sean incompatibles con sentencia anterior que tenga autoridad de cosa
juzgada; y que no se encuentre pendiente, ante los tribunales venezolanos, un juicio sobre el
mismo objeto y entre las mismas partes, iniciado antes que se hubiere dictado la sentencia
extranjera.
En el Derecho Comparado, en Colombia, la Corte Suprema de Justicia, para el
reconocimiento de decisiones extranjeras por medio de exequátur, resulta imperante que
estas tengan el carácter de definitivas, además de encontrarse en firme, excluyendo la
posibilidad de reconocer autos arbitrales por tener estos una naturaleza provisional y por
consiguiente, susceptibles de ser modificados por la misma autoridad que lo expidió.
En síntesis la Corte Suprema concluye que la providencia que va a ser objeto de
exequátur "debe consistir indefectiblemente en una decisión de fondo y ejecutoriada tal
como se desprende tácitamente del artículo 693 del Código de Procesamiento Civil, pues
dicho precepto tras aludir previamente a los “efectos de las sentencias extranjeras”, dispone
a continuación que “las sentencias y otras providencias que revistan tal carácter,

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pronunciadas en un país extranjero en procesos contenciosos o de jurisdicción voluntaria,
tendrán en Colombia la fuerza que le concedan los Tratados existentes con ese país, y en su
defecto la que allí se reconozca a las proferidas en Colombia” a lo que agrega: “lo dispuesto
en el inciso anterior se aplicará a los laudos arbitrales proferidos en el exterior”.
Sentencias y providencias que revistan tal carácter son en el sistema jurídico
venezolano, las decisiones de fondo emitidas por los jueces, y laudo arbitral. Por tanto a
juicio de la Corte Suprema de Justicia, el laudo arbitral o providencia de un juez que sea de
trámite tales como autos o laudos parciales, no puede ser considerado providencia sujeta a
exequátur, ello aplicando la ley colombiana y la Convención sobre Reconocimiento y
Ejecución de Sentencias Arbitrales Extranjeras.

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CONCLUSIONES
En el Derecho Internacional Privado, las normas sobre jurisdicción se aplican
cuando los tribunales de un Estado deben decidir acerca de si tienen competencia, o carecen
de ella, para conocer de un litigio con elementos foráneos y en los casos en que el Estado
debe cooperar en el cumplimiento (reconocimiento y ejecución) de sentencias extranjeras.
El marco normativo del Derecho Internacional Privado tiene en cuenta la necesidad
de ser inderogable en casos claramente señalados. Fuera de esta limitación, las partes son
libres de someterse a otras jurisdicciones. Así, la renuncia regular a la jurisdicción era la
regla y la no renuncia la excepción.
Este principio está consagrado en el Código de Procedimiento Civil a través de una
fórmula que prohíbe en general que se renuncie a la jurisdicción venezolana en favor de
una jurisdicción extranjera o de un árbitro que falle en el extranjero en materias tales como:
asuntos de Estado, orden público o bienestar.
El Tribunal Supremo de Justicia en sentencia N° 01561 del 4 de julio del 2000,
estableció que debe aplicarse lo establecido en el artículo 53 de la Ley de Derecho
Internacional Privado, quedando derogados los artículos 850 y 851 del Código de
Procedimiento Civil, donde recepta los requisitos que deben concurrir para que las
sentencias extranjeras tengan efecto en Venezuela.
El exequatur en el Derecho Internacional Privado, es un procedimiento jurídico
internacional por el cual un Estado procura la ejecución de la sentencia en virtud a los
principios de seguridad jurídica, mutua cooperación y reciprocidad internacional, y en caso
de existir, a los Tratados y Convenios Internacionales como fuente directa del Derecho
Internacional Privado, cuya aplicación es obligatoria cuando un Estado es parte de dicho
tratado o lo ha suscrito.
A juicio de la Corte Suprema de Justicia, el laudo arbitral o providencia de un juez
que sea de trámite tales como autos o laudos parciales, no puede ser considerado
providencia sujeta a exequátur, ello aplicando la ley colombiana y la Convención sobre
Reconocimiento y Ejecución de Sentencias Arbitrales Extranjeras.

6
BIBLIOGRAFÍA

Código de Comercio (1955). Gaceta Oficial de la República de Venezuela N° 475


Extraordinaria del 21 de diciembre de 1955.

Código Civil Venezolano (1982). Gaceta Oficial de la República de Venezuela. Lunes 26


de julio de 1982.

Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (2000). Publicada en


Gaceta Oficial Extraordinaria N° 5.453 de la República Bolivariana de Venezuela.
Caracas, viernes 24 de marzo de 2000. Disponible:
http://www.defiendete.org/docs/de_interes/leyes/Consttitucion%20 [Consulta:
18/04/2018]

Ley de Derecho Internacional Privado (1998). Gaceta Oficial de la República de


Venezuela, de fecha 06 de agosto de 1998.

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