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INTRODUCCIÓN AL DERECHO

EL DERECHO COMO CIENCIA

Introducción

La realidad social es vista desde una base teórica desde una perspectiva

diferente, que puede excluir aquellas áreas de la realidad que determinan la

objetividad científica. Para evitar tales excepciones, propias de marcos teóricos

consolidados (cristalizados en parámetros), se postula el término o categoría

“totalidad” como fundamento epistémico para la construcción del conocimiento como

un conjunto de ciencias.

Así, la categoría de "totalidad" funciona también como constructora, como

archivo que ayuda a transformar la conciencia cognitiva de un investigador o científico

social en un espacio abierto potencial e incierto, que permite abrir una conciencia clara

o crítica, además, la realidad social en movimiento no cristaliza determinadas

determinaciones, sino segmentos indeterminados de esa realidad, suscitando

preguntas abiertas, aptas para el desarrollo de una conciencia clara o crítica del

observador-investigador.

Este enfoque, que sitúa al sujeto-observador junto al objeto observado, como

fundamento del conocimiento social, va mucho más allá de los esquemas epistémicos

positivistas de las llamadas ciencias duras, abriendo un paradigma interdisciplinario

que permite la construcción del conocimiento social, pese a lo anterior, y sólo para

fines de información didáctica, nos permitimos recuperar una clasificación de las

ciencias sociales que fue gestionado por un grupo de expertos de la comunidad

europea que son las ciencias jurídicas y derecho, ciencias jurídicas y administrativas,

economía-comercio, sociología, psicología, pedagogía y didáctica.


Desarrollo

Se construye como una estrategia de investigación que enfatiza la

cuantificación y el análisis de datos o proposiciones, y que involucra un enfoque

deductivo, o acercamiento a la relación entre teorías y datos -hechos bajo

investigación- y que enfatiza la prueba de teorías, esto, expresa una visión de la

realidad social como fuera de los actores sociales; una supuesta realidad objetiva

(dualismo positivista).

Es una estrategia de investigación que enfatiza la interacción de los actores

sociales mediante el registro de significados, comportamientos y acciones, además de

la cuantificación y recolección de datos. Expresa la visión de la realidad social como

una propiedad emergente, en constante cambio con la participación de los individuos

como sujetos sociales activos.

Desde una perspectiva dualista, objetiva y por tanto valorativa del derecho, en

un sentido claramente neutro, Hans Kelsen establece la norma como objeto de estudio

del derecho, partiendo de un hecho y no de un valor, lo que implica que los juicios de

valor no pueden hacerlo en relación con la norma, tales como, por ejemplo, lo justo,

injusto, bueno y malo. Las leyes morales son también conocidas como normas,

jurídicas, lógicas, gramaticales, estéticas. Son propuestas de descripción de la

conducta, exigen que algo sea o no sea, también fijan que debe ser y lo que no debe

ser, proponen lo que debería ser, indican deberes; no aplican la ley sin mostrar su

consecuencia y tiene su sancion

se puede señalar, de manera general, partiendo del pensamiento de Kelsen,

que “el positivismo jurídico surge como resultado del esfuerzo por transformar el

derecho en genuina ciencia”. Es decir, los juicios de valor (tomar una posición frente a

la realidad) deben ser estrictamente excluidos del horizonte científico, y solo deben

formularse juicios fácticos (conocimiento sobre la realidad), por lo que deben


obtenerse juicios puramente objetivos. conocimiento de la realidad. Así, el positivismo

jurídico, como lo expresó Austen, presupone una actitud científica hacia el derecho,

para estudiarlo tal como es, no como debería ser.

Conclusión

La incorporación del derecho al campo de las ciencias requiere un cambio

epistemológico radical que incluya la noción de totalidad, incertidumbre y movimiento

en el enfoque del derecho corporativo (contexto textual), esa ley ha dejado de

preocuparse por la estabilidad de la soberanía nacional, preocupándose por la

estabilidad de la “aldea global”.

Esto nos motiva a plantearnos si, desde una nueva perspectiva, sin temor a abandonar

estructuras preconcebidas, el derecho puede constituirse no como un regulador de los

cambios que demanda la sociedad, sino como un verdadero promotor del desarrollo

social, capaz de asumir su papel. No resuelve un problema dado, sino que orienta a

una sociedad "dada" de tal manera que a través de su práctica construye

conscientemente una parte virtual e indeterminada de la realidad objetiva.

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