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Eduardo Crespo Suárez

Capítulo 1
SOBRE LA DEFINICION
DE LA PSICOLOGIA SOCIAL

Al intentar definir una disciplina, eOfiJO la p,icologia ~oeJal, la pnme-


ra cuestión que se plantea es la legitimidad misma de la tragmentaciún
del saber en a~ignaturas y disciplina" La posición que aqui se mantiene
es que la distinción entre di,ciplinas cs una eue8ti')fi permanentemente
abierta, es decir, no resoluhle de una vez por toda" y menos de un modo
previo, por medio del recurso a algún tipo ue criterio indiscutible, La de-
finición de una ciencia e:.tá vinculada al continuo proceso de autorrctlc·
xión erÍlica que el conocimiento elCntifico wpone.
Fl considerar la ddifilción de la p,icología social como una cue,tión
ahierta supone que esta definición no la cntendemo, en términos gcopo-
líticos sino epistemolúgi~o~. La ddinición de un determinado campo del
saber e8 entendiua en términos geopoliticos cuando sc plantea como in-
dependenCIa terntoria!. Esta es la opinión de quienes piensan que a cada
ciencia le corresponue como objeto de estudio una parcela o terntorio
de la realidad, Se considcra, así, que la realidad que sc estudia no e, pro-
blemática en su conslltución como tal realidad y, por tanto. se la supone
parcelab1c en términos territoriales o fenoménic08. El a~pcc!O político de
esta fragmentación territonal se manifie,ta más como un problema pro-
fe8ional que ciemífico, como un conflicto de poder para dirimir "ohre la
inclusión/exclusión de mnocimicntos y pel>ona., dentro dc gremios y
colegios profe,ionalc"
A mi entendcr, sin embargo, una cienCIa no se define y legitima por
la existencia de una parcela de la reahdad que 8ea 'u objeto cxclusivo de
estudio_ El objeto de una ciencia no el> tanto una cosa o parcela de la rea-
lidau sino un llPo de relación, En el ca~o dc la psicologia social ~u ohjeto
lo constituye u~ modo de relación, la interaccióo social. quc es un tipo
de vinculo con el que caracterizamos a los ,ere, humanos. Este tipo de

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relación no con'tituye un objeto de estudio que sea excluycnte o exclusi-
vo respccto a otras ciencias sociales. La psicología social, tal como la cn-
tendemos. no es tanto quc sea intenlísciplinar, fruto de la conjunción dc
varias dí~ciplina" SlJlO Ijue cs más bien transdisciplinar, es decir. ajena a
la delimitación de disciplinas.
La caracterizaciún o definición de la psicología social se cntiendc.
por tanto, como fruto de un trabajo teórico y epistemológico Ijue. como
tal. siempre está abierto. Cuando una actividad científica se define y jus-
tifica por una reflcxiún sobre sus fundamentos cllo implica quc se consi-
dere la existcncia de diferente.~ formas posible:. dc concebir dicha activi_
dad científica. No eXIsten, pues. a nuestro entendcr. una sino varia,
psicologías sociales posibles, según los presupucstos con los que se tra-
baje.
Según el punto de vista quc aljuí se mantiene los limites cntre asigna-
turas son fluidos, cuando no, a vcces, arbitrarios. Admitir e:.ta fluidez ge·
nera. en cierto modo, la inseguridad propta de qUlcn no ticne una parcela
o rincón en que moverse con absoluto dominio, pero por otra parte, su-
pone una auténtica liberaciún, la liberación dc quien no tiene inconve·
niente en ir a bu~car la información y l'ds idea8 allí donde se generen, co-
rre~ponda o no COn la delimitación disciplinaria y académica en la que se
encuentra au,;crito. El conocimiento se bace entonces una aventura hbe-
radora de las prácticas reprcsivolS que impone la disciplina.
Definir es. en cierto modo, justificar. La reflexión sobre los funda-
mcntos dc una cicncia -cn este caso, dc la psicología social- constituye,
en cierto modo, un acto retórico, cn el scntido más auténtico y positivo
de la retórica, como proceso dc argumentación justificativa.
La legitimaCIón es un proceso retórico, de justificación pública de
una determinada actividad. Tiene que ver con la autoridad -la autoridad
con que se dice algo-, con la dominación <l posibilidad de haccr Ijue
algo sea aceptado, y en última instanCIa Con la racionalidad de tal hacer y
decir. La legitimidad de un determinado hacer científico y académtco.
como es el caso que aquí se trata. tiene su raí7 en una concreta concep-
ción de la vida pública y de la organización social. dentro de la cual el
hacer científico se desarrolla y cobra sentido. La legitimidad del hacer
p8icosociológico está directamente vinculada con la legitlmidad de la au-
toridad y el dominio en la .<;ociedad moderna.
El pensamiento moderno -y creo que la psicología social surge
como pllrte del proyecto de la modemidad- se caracteriza básicamente
por un intento de fundamentación racional de la vida. y por un intento
de compren~ión científica del mundo. La bistoria de la, ciencia, 80clales
-y cntre ellas la psicología social- va pareja al devenir de la confianza
en la razón.

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El trabajo de legitimación ~ocial. cientifica y académica que esta obra
supone se remite a la racipnalidad de la tarea propuesta. Hacer psicolo-
gía social-o si se quiere, psicología social tal como aquí se entiende- es
legítimo porque es racional.
La acepción más habitual de nlcionalidad es la que la identifica con
la instrumentalidad. Un ,aher es racional porque es efica7, permite con-
seguir algo deseado o resolver algún tipo de dificultad. Sin embargo. el
concepto de racionalidad al que aquí se hace referencia es más amplio.
Al hablar de racionalidad nos podemos refenr a dos problemas o
cuestiones diferentes. El primer problema es el de la lcgitimación de la
accióu (o del decir). Toda acción es susceptible hipotéticamente de ser
puesta en cuestión y requerida su legitimidad. En tanto en cuanto se pue-
dan dar razone, aceptable~, se puede hablar de nlciouaJidad. La legitima-
ción se produce, al menos a veces, cn un proceso de comunicación. Las
razones son construidas como argumentos. Y un argumento solo es váli-
do si es aceptable. La razón se remite aquí a los criterio., de aceptabilidad
de argumentos en un contexto determinado.
El segundo nivel de problematicidad de la racionalidad se refiere a la
universalidad de la aceptabilidad hipotética de una acción. Entendido
esto de una forma radical lleva. como Habennas (1990) ha puesto de
marüficsto, a una postura metafi,ica que exige la tra8ceooenlalidad del su-
jeto (condiciones universales del conocimiento) y al historici,mo (racio-
nalidad en el devenir trascendental de la humanidad). Esta concepción
universalizante implica una idea de verdad y dc progreso que por su 1n1S-
cendentalidad nO son refutables en la práctica social y que. de8graciada-
mente sólo son evaluable, por sus c(>osecuencias a largo plazo. Las tira-
nías fundadas en una utopia racionalista y la;, catástrofes ecológicas
como consecuencia de una idea autolegitimada del progre~o técnico ">O
algunos de lo~ más c1aro~ exponentes del fracaso de un concepto totali-
zante y metafísico de la racionalidad.
En el plano del hacer clentifico y de su legitimación, en las ciencias
hnmanas y sociales. la noción radical de la universalidad del conocimien-
to cientifico se ha mamlestado como una Identificación de la lógica y la
epis!emología. Desde hacc años, sin emhargo, oh'ervamos cómo se pro-
duce un proceso de distanciamiento irónico respecto a la idea de una po-
sible razón ab,olu!a y respecto a lo~ sistemas -político., o clcntíficos-
que en ella se fundameman. E.'ta razón absoluta y universalizante es la
que fundamema la idea de que s"lo existe un tipo posiblc de nlcionali-
dad y actividad científica. La alternativa a csta concepción aUlOritaria de
la racionalidad no ha de llevar, sin emhargo, a la adopción de una posi-
ción relativista_ La legitimaCIón científica parecc exigir un concep!o plu-
ralista y no relativista de la racionalidad. Dejaremos para otro momento

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un desarrollo más detenido de esta, cuestiones. Por ahora, quiero sim-
plemente poner de mamliesto el carácter polémico y abierto del funda-
mento racional de la pretenSIón de legitimación cientitiea de la psicolo-
gía ~ocial, dentro de la cual toma scntido esta obra.

El objeto de edudio como punto de vista y no como territorio

El objeto de estudio de la p,icología social no es un objeto en el sen-


tido habitual de este ténnino. como llna cosa, una parcela de la realidad,
acotada de modo más o menos preCISO, COn fronteras que supue,tamente
la separan de otras facetas de la realidad a cuyo estudio se dedicarian
otra, diseiplina8. Es muy discutible que haya algún tipo de ciencias cuya
delimitación se haga de este modo, con una espccie de criteno geopolíti-
co. Este es un criterio académico, para separar campo' de intluenci¡¡,
pero no es un criterio científico. El objeto dc una ciencia no e.' una cosa,
sino on tipo de relación (Bate,on. 1979). Por ello, la retlex¡ón ,obre el
objeto de la psicología socIal má~ que una tarea de cicrre y acotamiento,
de delimitación de tronteras con otras ciencIas ",ciales, e, una tarea de
apertura intelectual. ya que la reflcxión oojetual no es taxonómica, sino
epIstemológica, no está orientada a elasificar sino a indagar sobre la
constitución teórica de un punto ue vista sobre la realidad. Si todo saher
científico está afectado por la retlexión epistemolúgica, es decir, por la
reflexión ~obrc las posibilidad e.' de conocimiento. en el caso de las cien-
cias social e.' y, en concreto, dc la psicología social. esto es espeCialmente
importante, dado que la definición objetual está intrínsecamente vincula-
da al tipo de saber que se po.\tula y a la valide7 que se le confiere.
Es cierto quc el objeto de la p,icología >ocial es un objeto construido.
Todo objcto cientílico lo es, pero en el caso de la, ciencias sociales, y en
particular de la psicología ,ocial. lo e" en un doble sentido; primero,
como construcción teórico-conceptual de la realidad (e, el nivel de con-
ceptos como "materIa", «mentc», "c()ncieneia", «sociedad" etc.), dcspué,
como construcción de relaciones entre conceptos del nivel anterior. En
este sentido tiene razón Pctcr Winch (195R) cuando señala quc "muchas
de las cuestiones tcórica, más importantes que han surgido en estos estu-
dio, [ciencias sociales] perteneccn má, a ta lilosofía quc a la ciencia },
por ello, han de ser resueltos mediante un análisi~ conceptual a priori
más que por la investigación cmpírica. Por ejemplo, la cue,tión de qué
constituye la conducta social es una demanda para la eluciuación del
concepto de conducta social. Al tratar con cuestione., de cste tipo no
debcría "esperarse a ver" lo que la investigación empírica nos muc~tra: es
una cuestión ue trazar la8 implicaciones de h" conccptos que usamos"

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(pp. 17-18). Esta opinión es muy similar a la quc ya había manifestado
Ortega y Oasset (1940), quien decía que "la p,icología, como toda ~ien­
cia particular, posee sólo jurisdicción subalterna. La verdad de sus con-
ceptos es relativa al punto dc vista particular que la constituye, y vale en
el horizontc que ese punto de vista crea y acota" (p. 20).
Entre los presupue~t", metateóricos, históricamente cstableeido~,
que posibilitan la constitución del objeto dc la psicología social, y que
toman, con frecuencia, el carácter de evidencias se encuentra, en pri-
mer lugar, la convicción de que es pOSIble un conocimiento eientifico
del ser humano, más agudo y efica7 que el conocimiento de sentido co-
mún. Este es un pre~upuesto fIrmemente asentado, pero problemático
en su concreción, ya que no hay acnerdo ,obre lo quc sean ra'gos defi-
nitorio, de un conocimiento científlco en el campo de las cicncia, so-
ciales.
Un scgundo pre,upuesto es que existen niveles analítico, relativa-
mente autónomos y que son fructiferos para la cumprenslón del compur-
tamiento humanu; en concrelo, el nivel del indlviduo (u psique) y el de la
sociedad (y jo cullllra). Se trata de objeto> constnndos analíticanlente y
no de realidades materialmenle delimitadas. La confuslón es grande en
este pllntu, ya que sc sobreponen a conccpto, de "entido común, e'pe-
cíalmente en el ~a;u del individllO, ,urgidos dc la expli~ación cotidiana y
ancestral de los proce,o" de la vida. El individuo qnc estudia la p,icolo-
gía es una abstracción al igual que lo es la sociedad que estudia la socio-
logía y la cullura de los antropólogos. Estos conceptos son problemáticos
en su propia constitución teónca, como puede obscrvarse a propó:;ito de
los conceptos dc concienda o mcnte. Como dice MOSCOVICi (1985)
«Todo re,ultaria muy scncillo si pudiésemos decir ,in dudar: existe el in-
dividuo y cxiste la 'odedad. Evidentemente esto sc no, repite innumera-
ble" veces y uno parece mmprender e incluso ver lo que SIgnifican e~ta~
palabra,,, (p. 17).
El tercer presupuesto sobre el que "e fundamenta la psicología so-
cial e" que la interacci"n social cs un procew articulador entre 1",; nive_
les psicológico y sociológico. Por medio de la interacción social se ge-
neran y modifican realidades, tanto a nivel pcrsonal como societa!. Este
presupuesto no e~ ,iempre mantenido por quienes sostienen el ante-
rior. De"de un punto de vi.,ta reduccionista, bien psicológico O ,ocioló-
gico, la interacción soclal es o irrelevante o slmplemente una coocu-
rrencia o concatenación de actividades, La posición mM extrema la
repre'entan aquellos alllore, para qUlcncs la psicología social no es una
ciencla autónoma.

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Definiciones de la psicología social

Par" algunos, la psicología social es una subdisciplina de la psicolo-


gía general y experimental, cuya entidad viene dada por un tipo especial
de situaciones estimulares, aquellas en que están presentes otros seres
humanos. Probablemente la propuesta más clara en este sentido sea la de
Floyd Allport quien, en 'u manual de 1924. que posteriormente ha ,ido
punto de referencia obligado para muchos, decía que "la psicología en
todas sus ramas es una ciencia del indlViduo. (p. 4). En la misma linea va
la definición COn que Jone:. y Gerard (1967) inician su manual:.La psi·
cología social es una subdisciplina de la psicoklgía que implica especial-
mente el estudio científico de la conducta de lo, individuos C(lmo fun-
ción de estímulos sociales. (p. 1). Gordon Allport (1961\) da en el
llandbook una definición no muy diferente; él ve la psicología social
"como un intento por comprender cómo el pensamiento, los sentimien-
to, o la conducta de los individuos están influidos por la pre,encia ac-
tual, imaginada o implícita de los demás» (p. 3). A esta definición se ad-
hieren. posteriormcnte. diversos edilores de manuales. como por
ejemplo, Kaufmann (1917), Rodrigues (1976) o Lamberth (1982). Aun-
que con una concepción más compleja de lo que es la interacción social,
no muy diferente es, sin embargo, la definición que dan Sherif y Sherit
(1969) de la disciplina: "La psicología social es el estudio científico de la
experiencia y conducta del individuo en relación con las silUaciones de
estímulos sociales" (p. R). Proshansky y Seidenberg (I'!73). después de
revisar las definiciones más conocidas de la di,ciplina. concluyen que
.en casi todas las definiciones. o incluso en todas, se insiste ,ohre todo,
primero, en el individuo tal como se comporta (incluyendo también lo
que experimenta) y, en segundo lugar, en el contexto en que se produce
e,e comportamiento, es decir. el marco sociat otros grupo, () individuos ...
su nivel de análisis [de la p,icología social] ha de tener carácter psi",,¡';gi-
ro (p. 20 subr. orig.).
J .as anteriores definicioncs caracterizan una cierta psicologia :.ocial,
dominante durante años y hoy en día también muy influyente. desarrolla-
da especialmente en los E<;tados Unidos. Sin embargo, aunque este tipo
de concepcIón ha sido. como digo, dominante, no conviene tampoco ol-
vidar que en la propia psicología social americana hay. de.,de ,iempre.
una pluralidad teúrica y epi8temológica muy notable. Así es, por ejem-
plo.la concepción de Solomon Asch (1964), quien considera que "los
individuos son en gran parte el locus de los hecho, social e,. el e:.tudio
psicológico de los hechos :.ociales es el estudio de los individuos en so-
ciedad" (p. 12). Para Samp,on (19M), y de modo muy similar a lo que
posteriormente dirá Doise, el campo de la psicología social deberia ser el

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de la interllC(:i ón entre el nivcll. que es el de la estructur¡¡ y proccsos in -
div iduales, y el nive l JI, que e~ el de los pnlcesos y estru ctula ~ociales;
enlre su~ fines c~ tá el estu dio de l(l~ nuevos feoom cllOS. surgid,);S como
ded a Newcomb dcl encuent ro e ntre _el pro to plasma y la $ocicd:wi •. Des-
de un punlu de vi~UI intem<,;d on iMa, ~"hihutllni ( 1911) cu n~idcra que b
psicología social !;f! ocupa de . Ias regubrid OOe~ de la cooo ucta humana
que surgen d~l hec h" de quc los hombres participan de gru pos $.OC ial es.
(p. 30) Esta conducta la explica "en funciún de las propiedades de ein<';(1
unidade!; fu ncio:l nales: el acto, el $ignifieado, el rol , la persona y el gru po.
tp. 35). Parecida po.<.ióón mantiene Kimball Youn~ (1974)
La p.~icología SQcial "'''To pea ha sido, por lo general, mas an.:alitia y
el i!-ente e n su~ plant eamienh l:! d efinieionale~ ll ue la norteamericana. Tal
ve~ le vaya en ell n, co mo he sei'i:tlado en algún ,)tr,} moment o .• u propia
legitimaci"n. La obra editada po r Ismel y Taj re l en 1972. por ejemplo, y
que es en ciert\) mod o un manifiesto programH tico de e:\ ta psicología so-
cial, ",s un bucn ejemplo dc e\te lipo d e prcocupaóo nc:s '! de la cal idad
de los análisis, En esa uh..-... Moscovici, en línea ron lo que y~ habia seña-
lad o anterionnent e {Mo '>C< >vici, 1%11, 1970) Y de mod o , im ila r a lo qUt
~igu", manteniendu (Moscov ici. 1985), define la visión psicosucial como
una relación ternaria, que p r<:t~ nde 'uperar la tlicotomía suj ela-objeto ,
ind i\'iduoj"...,:iedad. COO1iidera este auwr "Iue el ohjeto <.le la psicolo¡,:Íl'
.<;Ocial .\\C ("cntran!. en 105 fcnómenos global~~ 1jUt: result an de la interde-
pende ncia de \';IriOl; sujelos cn ~u ret.Jción con un "010<00 común, f!Sico
o soc ial. La re lació n cgo·o l>je¡O est á medi~d l} po r otro sujeto y ello. no de
["rma estática. cumo se eSludiaba en los proce' o~ de facilitación social.
si no dinámica. Lo _~oci¡¡l . se defin.:. pues, como la inte racción entre dos
su}etm '! un objeto. Según Moscoviei (1972). d a ~ieol o¡,:ía social es una
ciencia dc la ",nduCl a sólo ~i esto se entie nde e n el sc ntido <.le q ue su in -
tcré.- "" un modo muy espedlico de d kha ronducta - el modo ~imbólico.
(p. 62) y po r ¡anto, .el objeto ce ntral} exclusivo de la p ~icología ,'i()(;ial
deber ía ,cr el estudio de lodo lo que pcrten ~ce a la ideologiu y a la COmu -
nio'udón, desd e el punto de vi sta 0,1" 5U estru ctura. 'u génesis y ~u función.
(op. cit, p. 55, sub, . orig.). Dentro de la ~icO¡ORia soc;1I1 eu ropea, igual·
mente. TajM conside ra que c:I obje to de e\tu<.liQ de la psicologia social. la
irue"-dCCiólI social. hay q uc entende rlo en ct 6mhi w de la perte nencia ca-
lcgorial. es d~ c ir, se de,arrol l ~ en un mund o que e. orden¡¡do p~re"'ptiva­
mente por medir" de la inclu _¡Qn de todo "bjew so cial. ya ,~ ~ a n persona,
o e,,,...,,,, en una r~<.I de ,ategn ría~. Los ~i ~tc m a.\ d~ categorías p.:rceptivas
están dirc:t:ta merllC vinculados ~ los ~i"'.:mas de rclaciú n intragrupal e in-
l",rgrupal en Ic>~ que e~lamo~ implicados. I ~, identid ad Jk'rsonal. e n
t3nt" ",n cuanto) , uf'One un id ~n li ficarn os ro n algunos gru po!> y d ifert: n,
~i a rnos d~ otros, e,lá íntimament e ligada a la categorizaci ón y. por tanto.
a bs relaciones grupales. La psicología soci¡lI con,tituye ,~gúll Tajfel
(1972) un nivel de anicubción entre el análi,i, del cOlltlicto a nivel so·
cial e individu al: "el objeto de la psicología social se puede de8cribir
como la interacción entrc cambio (social) y elección (individual)_ (p.
116).
En una línea de pen$amierno muy ccrcana a las anteriores. Willem
Do;,e (1976) considera que lo psicosociológico constituy~ un nivd de
articulación entre la psicología y hl 80cinlogi~. que son niveles autóno-
mos de explicilción. El enfoque psicológico rcsu lla insuficien1~ par" en -
lender lo que denomina el tnlcrgrupo: «Nuestra tesis es. en declo. que un
estudio propiamcme psicológico d~l ínlergrupn e, imposible. Al nivel dc
lo psicológico S~ puede a lo más describir dIspositivos. forjados ya elley;
mi,mos en la interacc ión social. que permi ten a l ind ivid lHJ ins~rtar:se e"
"ueVM interaceioncs_ (p. 35). En el terreno 8üciolúgico el concepto ("en·
tml en la compren,ión de las rdacione, íntc rgrupos es el dc ideologia. L~
arti cula~ión p,ieosocial se fundamcnta cn el análisís de la inttrac~ión ,0-
eial. ya que ,lo colectivo evoluciona a travé~ de la interacción social c.
igualmente. 108 dt8arrollos del individuo son un resultado de csta inlt-
racción" (p. 92). Esta articulación no se traduce en ' leyes p,ico,ociológí-
~a~; «que sugiercn dcmasiado fáci lmente la e~Í>lencia de regularidades
obscrvables a nivel del cumporlamient(N (p. 91 ). La idea de Doise cs que
el objeto de tstud io d~ la psicologí3 social no son esas rcgula ri d"de~ del
comportamiemo sino "los procesos elementales y cst ilble~ que intervie·
nen en esos comportamitnto~" (ihid.). Y e 'p~cifica, . No es en nomb re de
una n"tur;'¡eza humana universal en el que reclamamos una cierta gtne -
ralidad para el proyeclo psicosociológico. La univtr8a lidad de la natura-
leza hllmana es, de modo dtma8iado evideme, un argumento ideológico
utilizado para deknder citrlos valores que eSlán. ellos mismos. muy con -
dicionados por una cierta forma de relaciones sociales '.
L3 definición de la psicología soci,,1 por la "rticulación de \0 psicoló-
gico y lo social es una afirmación rnantel,;da por muy d iversos autores y
qUt rt8ponde a 1M inq\lietudes quc dan ol"igen a eSla ciencia. E~t" pers-
ptcti,·a articu ladora no cs. sin emb~rgo. diferenciad"ra de modo exclu·
yente de la psicologí" 8ocial: e~. en realidad, una earacteríslica de todas
las cienci", 8oc i al ~s. Tal como señala Thompson (198 4) .• eI probkma d~
la relación emre individuo y sociedad. entre la acción y la estructura w -
cial, yaec cn el corazón de la teoria ~ocial y d" la filosofía dc la ciencia

1 I)(,¡", ( 19701 h"" ,uY' la ~",i ocio" de Althu"',, cn" o do""i, , .d,,"'OS". ll .. ,á,><lo>e '"
""o .oW . ,,; ,QmO en P;"l!". 1'1""0' . 1. w¡,¡~ad .·ie "oifi" corno un ,,,t>,,jo <k ,,,",fu,,",,,,;,",
de v«dooc> poro;, '" en ,·"""d.,, m" ge,,,,,,k.,._ (p ..\ I ~ Jon(\e la, ,"«dad« parei, I". i<lco\Ój;;·
,"'o'0"' ""J'O' reduccioni" .... :.h om;,ión O el '<""'00" ;, ..., "' ''''' ;' ")' un moo""",>o ¡mpo'.
"nO< , ,,,,.é> dd " ,.11" ;,l<,,'óg¡"'" ¡"nU)' '01", lo okn"tiro. (r. 53~

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social. (p. 1.18). 1-1 objeto de la psiL"t)I"gm ",dal mI " ... P"T tantll. un oh-
jeto damment., delimitado. El fnfa.~is CXCCSI\O en la delimitación objc-
tual sólo obedece a requisitos formal es de ternlori:llidad academica. En
mi o pil11011 e~ perfCl:tamente ;leepmble. el1 pTll1l:lpio. I¡, ddimciun del
uhjelU de la p,jc"lllgUl -"lCial que se Imce en la corrie nte europea. y que.
en In ,·c rsioll dc Pá ... ~ y otros (19S12) s... eOlleibc. por eJcmplo. cOmO ~Ia
articulación entre lo social y 10 individual a panir (le 10' procews de in -
teracdón y de rcprc"",nlación imm e i!llergrupo" (1'.119). El prohlema
c.llribil. en r... al idad. en cómo se conciba cs~ ~1'1 I C\ll¡lci6n cmfC dos ámbi-
tos conccptun lmcntc construidos (in dividLlo y ,odetlad) y en el con cepto
de intcracci6n que la fundame llla.

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