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Capítulo 1
SOBRE LA DEFINICION
DE LA PSICOLOGIA SOCIAL
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relación no con'tituye un objeto de estudio que sea excluycnte o exclusi-
vo respccto a otras ciencias sociales. La psicología social, tal como la cn-
tendemos. no es tanto quc sea intenlísciplinar, fruto de la conjunción dc
varias dí~ciplina" SlJlO Ijue cs más bien transdisciplinar, es decir. ajena a
la delimitación de disciplinas.
La caracterizaciún o definición de la psicología social se cntiendc.
por tanto, como fruto de un trabajo teórico y epistemológico Ijue. como
tal. siempre está abierto. Cuando una actividad científica se define y jus-
tifica por una reflcxiún sobre sus fundamentos cllo implica quc se consi-
dere la existcncia de diferente.~ formas posible:. dc concebir dicha activi_
dad científica. No eXIsten, pues. a nuestro entendcr. una sino varia,
psicologías sociales posibles, según los presupucstos con los que se tra-
baje.
Según el punto de vista quc aljuí se mantiene los limites cntre asigna-
turas son fluidos, cuando no, a vcces, arbitrarios. Admitir e:.ta fluidez ge·
nera. en cierto modo, la inseguridad propta de qUlcn no ticne una parcela
o rincón en que moverse con absoluto dominio, pero por otra parte, su-
pone una auténtica liberaciún, la liberación dc quien no tiene inconve·
niente en ir a bu~car la información y l'ds idea8 allí donde se generen, co-
rre~ponda o no COn la delimitación disciplinaria y académica en la que se
encuentra au,;crito. El conocimiento se bace entonces una aventura hbe-
radora de las prácticas reprcsivolS que impone la disciplina.
Definir es. en cierto modo, justificar. La reflexión sobre los funda-
mcntos dc una cicncia -cn este caso, dc la psicología social- constituye,
en cierto modo, un acto retórico, cn el scntido más auténtico y positivo
de la retórica, como proceso dc argumentación justificativa.
La legitimaCIón es un proceso retórico, de justificación pública de
una determinada actividad. Tiene que ver con la autoridad -la autoridad
con que se dice algo-, con la dominación <l posibilidad de haccr Ijue
algo sea aceptado, y en última instanCIa Con la racionalidad de tal hacer y
decir. La legitimidad de un determinado hacer científico y académtco.
como es el caso que aquí se trata. tiene su raí7 en una concreta concep-
ción de la vida pública y de la organización social. dentro de la cual el
hacer científico se desarrolla y cobra sentido. La legitimidad del hacer
p8icosociológico está directamente vinculada con la legitlmidad de la au-
toridad y el dominio en la .<;ociedad moderna.
El pensamiento moderno -y creo que la psicología social surge
como pllrte del proyecto de la modemidad- se caracteriza básicamente
por un intento de fundamentación racional de la vida. y por un intento
de compren~ión científica del mundo. La bistoria de la, ciencia, 80clales
-y cntre ellas la psicología social- va pareja al devenir de la confianza
en la razón.
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El trabajo de legitimación ~ocial. cientifica y académica que esta obra
supone se remite a la racipnalidad de la tarea propuesta. Hacer psicolo-
gía social-o si se quiere, psicología social tal como aquí se entiende- es
legítimo porque es racional.
La acepción más habitual de nlcionalidad es la que la identifica con
la instrumentalidad. Un ,aher es racional porque es efica7, permite con-
seguir algo deseado o resolver algún tipo de dificultad. Sin embargo. el
concepto de racionalidad al que aquí se hace referencia es más amplio.
Al hablar de racionalidad nos podemos refenr a dos problemas o
cuestiones diferentes. El primer problema es el de la lcgitimación de la
accióu (o del decir). Toda acción es susceptible hipotéticamente de ser
puesta en cuestión y requerida su legitimidad. En tanto en cuanto se pue-
dan dar razone, aceptable~, se puede hablar de nlciouaJidad. La legitima-
ción se produce, al menos a veces, cn un proceso de comunicación. Las
razones son construidas como argumentos. Y un argumento solo es váli-
do si es aceptable. La razón se remite aquí a los criterio., de aceptabilidad
de argumentos en un contexto determinado.
El segundo nivel de problematicidad de la racionalidad se refiere a la
universalidad de la aceptabilidad hipotética de una acción. Entendido
esto de una forma radical lleva. como Habennas (1990) ha puesto de
marüficsto, a una postura metafi,ica que exige la tra8ceooenlalidad del su-
jeto (condiciones universales del conocimiento) y al historici,mo (racio-
nalidad en el devenir trascendental de la humanidad). Esta concepción
universalizante implica una idea de verdad y dc progreso que por su 1n1S-
cendentalidad nO son refutables en la práctica social y que. de8graciada-
mente sólo son evaluable, por sus c(>osecuencias a largo plazo. Las tira-
nías fundadas en una utopia racionalista y la;, catástrofes ecológicas
como consecuencia de una idea autolegitimada del progre~o técnico ">O
algunos de lo~ más c1aro~ exponentes del fracaso de un concepto totali-
zante y metafísico de la racionalidad.
En el plano del hacer clentifico y de su legitimación, en las ciencias
hnmanas y sociales. la noción radical de la universalidad del conocimien-
to cientifico se ha mamlestado como una Identificación de la lógica y la
epis!emología. Desde hacc años, sin emhargo, oh'ervamos cómo se pro-
duce un proceso de distanciamiento irónico respecto a la idea de una po-
sible razón ab,olu!a y respecto a lo~ sistemas -político., o clcntíficos-
que en ella se fundameman. E.'ta razón absoluta y universalizante es la
que fundamema la idea de que s"lo existe un tipo posiblc de nlcionali-
dad y actividad científica. La alternativa a csta concepción aUlOritaria de
la racionalidad no ha de llevar, sin emhargo, a la adopción de una posi-
ción relativista_ La legitimaCIón científica parecc exigir un concep!o plu-
ralista y no relativista de la racionalidad. Dejaremos para otro momento
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un desarrollo más detenido de esta, cuestiones. Por ahora, quiero sim-
plemente poner de mamliesto el carácter polémico y abierto del funda-
mento racional de la pretenSIón de legitimación cientitiea de la psicolo-
gía ~ocial, dentro de la cual toma scntido esta obra.
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(pp. 17-18). Esta opinión es muy similar a la quc ya había manifestado
Ortega y Oasset (1940), quien decía que "la p,icología, como toda ~ien
cia particular, posee sólo jurisdicción subalterna. La verdad de sus con-
ceptos es relativa al punto dc vista particular que la constituye, y vale en
el horizontc que ese punto de vista crea y acota" (p. 20).
Entre los presupue~t", metateóricos, históricamente cstableeido~,
que posibilitan la constitución del objeto dc la psicología social, y que
toman, con frecuencia, el carácter de evidencias se encuentra, en pri-
mer lugar, la convicción de que es pOSIble un conocimiento eientifico
del ser humano, más agudo y efica7 que el conocimiento de sentido co-
mún. Este es un pre~upuesto fIrmemente asentado, pero problemático
en su concreción, ya que no hay acnerdo ,obre lo quc sean ra'gos defi-
nitorio, de un conocimiento científlco en el campo de las cicncia, so-
ciales.
Un scgundo pre,upuesto es que existen niveles analítico, relativa-
mente autónomos y que son fructiferos para la cumprenslón del compur-
tamiento humanu; en concrelo, el nivel del indlviduo (u psique) y el de la
sociedad (y jo cullllra). Se trata de objeto> constnndos analíticanlente y
no de realidades materialmenle delimitadas. La confuslón es grande en
este pllntu, ya que sc sobreponen a conccpto, de "entido común, e'pe-
cíalmente en el ~a;u del individllO, ,urgidos dc la expli~ación cotidiana y
ancestral de los proce,o" de la vida. El individuo qnc estudia la p,icolo-
gía es una abstracción al igual que lo es la sociedad que estudia la socio-
logía y la cullura de los antropólogos. Estos conceptos son problemáticos
en su propia constitución teónca, como puede obscrvarse a propó:;ito de
los conceptos dc concienda o mcnte. Como dice MOSCOVICi (1985)
«Todo re,ultaria muy scncillo si pudiésemos decir ,in dudar: existe el in-
dividuo y cxiste la 'odedad. Evidentemente esto sc no, repite innumera-
ble" veces y uno parece mmprender e incluso ver lo que SIgnifican e~ta~
palabra,,, (p. 17).
El tercer presupuesto sobre el que "e fundamenta la psicología so-
cial e" que la interacci"n social cs un procew articulador entre 1",; nive_
les psicológico y sociológico. Por medio de la interacción social se ge-
neran y modifican realidades, tanto a nivel pcrsonal como societa!. Este
presupuesto no e~ ,iempre mantenido por quienes sostienen el ante-
rior. De"de un punto de vi.,ta reduccionista, bien psicológico O ,ocioló-
gico, la interacción soclal es o irrelevante o slmplemente una coocu-
rrencia o concatenación de actividades, La posición mM extrema la
repre'entan aquellos alllore, para qUlcncs la psicología social no es una
ciencla autónoma.
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Definiciones de la psicología social
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de la interllC(:i ón entre el nivcll. que es el de la estructur¡¡ y proccsos in -
div iduales, y el nive l JI, que e~ el de los pnlcesos y estru ctula ~ociales;
enlre su~ fines c~ tá el estu dio de l(l~ nuevos feoom cllOS. surgid,);S como
ded a Newcomb dcl encuent ro e ntre _el pro to plasma y la $ocicd:wi •. Des-
de un punlu de vi~UI intem<,;d on iMa, ~"hihutllni ( 1911) cu n~idcra que b
psicología social !;f! ocupa de . Ias regubrid OOe~ de la cooo ucta humana
que surgen d~l hec h" de quc los hombres participan de gru pos $.OC ial es.
(p. 30) Esta conducta la explica "en funciún de las propiedades de ein<';(1
unidade!; fu ncio:l nales: el acto, el $ignifieado, el rol , la persona y el gru po.
tp. 35). Parecida po.<.ióón mantiene Kimball Youn~ (1974)
La p.~icología SQcial "'''To pea ha sido, por lo general, mas an.:alitia y
el i!-ente e n su~ plant eamienh l:! d efinieionale~ ll ue la norteamericana. Tal
ve~ le vaya en ell n, co mo he sei'i:tlado en algún ,)tr,} moment o .• u propia
legitimaci"n. La obra editada po r Ismel y Taj re l en 1972. por ejemplo, y
que es en ciert\) mod o un manifiesto programH tico de e:\ ta psicología so-
cial, ",s un bucn ejemplo dc e\te lipo d e prcocupaóo nc:s '! de la cal idad
de los análisis, En esa uh..-... Moscovici, en línea ron lo que y~ habia seña-
lad o anterionnent e {Mo '>C< >vici, 1%11, 1970) Y de mod o , im ila r a lo qUt
~igu", manteniendu (Moscov ici. 1985), define la visión psicosucial como
una relación ternaria, que p r<:t~ nde 'uperar la tlicotomía suj ela-objeto ,
ind i\'iduoj"...,:iedad. COO1iidera este auwr "Iue el ohjeto <.le la psicolo¡,:Íl'
.<;Ocial .\\C ("cntran!. en 105 fcnómenos global~~ 1jUt: result an de la interde-
pende ncia de \';IriOl; sujelos cn ~u ret.Jción con un "010<00 común, f!Sico
o soc ial. La re lació n cgo·o l>je¡O est á medi~d l} po r otro sujeto y ello. no de
["rma estática. cumo se eSludiaba en los proce' o~ de facilitación social.
si no dinámica. Lo _~oci¡¡l . se defin.:. pues, como la inte racción entre dos
su}etm '! un objeto. Según Moscoviei (1972). d a ~ieol o¡,:ía social es una
ciencia dc la ",nduCl a sólo ~i esto se entie nde e n el sc ntido <.le q ue su in -
tcré.- "" un modo muy espedlico de d kha ronducta - el modo ~imbólico.
(p. 62) y po r ¡anto, .el objeto ce ntral} exclusivo de la p ~icología ,'i()(;ial
deber ía ,cr el estudio de lodo lo que pcrten ~ce a la ideologiu y a la COmu -
nio'udón, desd e el punto de vi sta 0,1" 5U estru ctura. 'u génesis y ~u función.
(op. cit, p. 55, sub, . orig.). Dentro de la ~icO¡ORia soc;1I1 eu ropea, igual·
mente. TajM conside ra que c:I obje to de e\tu<.liQ de la psicologia social. la
irue"-dCCiólI social. hay q uc entende rlo en ct 6mhi w de la perte nencia ca-
lcgorial. es d~ c ir, se de,arrol l ~ en un mund o que e. orden¡¡do p~re"'ptiva
mente por medir" de la inclu _¡Qn de todo "bjew so cial. ya ,~ ~ a n persona,
o e,,,...,,,, en una r~<.I de ,ategn ría~. Los ~i ~tc m a.\ d~ categorías p.:rceptivas
están dirc:t:ta merllC vinculados ~ los ~i"'.:mas de rclaciú n intragrupal e in-
l",rgrupal en Ic>~ que e~lamo~ implicados. I ~, identid ad Jk'rsonal. e n
t3nt" ",n cuanto) , uf'One un id ~n li ficarn os ro n algunos gru po!> y d ifert: n,
~i a rnos d~ otros, e,lá íntimament e ligada a la categorizaci ón y. por tanto.
a bs relaciones grupales. La psicología soci¡lI con,tituye ,~gúll Tajfel
(1972) un nivel de anicubción entre el análi,i, del cOlltlicto a nivel so·
cial e individu al: "el objeto de la psicología social se puede de8cribir
como la interacción entrc cambio (social) y elección (individual)_ (p.
116).
En una línea de pen$amierno muy ccrcana a las anteriores. Willem
Do;,e (1976) considera que lo psicosociológico constituy~ un nivd de
articulación entre la psicología y hl 80cinlogi~. que son niveles autóno-
mos de explicilción. El enfoque psicológico rcsu lla insuficien1~ par" en -
lender lo que denomina el tnlcrgrupo: «Nuestra tesis es. en declo. que un
estudio propiamcme psicológico d~l ínlergrupn e, imposible. Al nivel dc
lo psicológico S~ puede a lo más describir dIspositivos. forjados ya elley;
mi,mos en la interacc ión social. que permi ten a l ind ivid lHJ ins~rtar:se e"
"ueVM interaceioncs_ (p. 35). En el terreno 8üciolúgico el concepto ("en·
tml en la compren,ión de las rdacione, íntc rgrupos es el dc ideologia. L~
arti cula~ión p,ieosocial se fundamcnta cn el análisís de la inttrac~ión ,0-
eial. ya que ,lo colectivo evoluciona a travé~ de la interacción social c.
igualmente. 108 dt8arrollos del individuo son un resultado de csta inlt-
racción" (p. 92). Esta articulación no se traduce en ' leyes p,ico,ociológí-
~a~; «que sugiercn dcmasiado fáci lmente la e~Í>lencia de regularidades
obscrvables a nivel del cumporlamient(N (p. 91 ). La idea de Doise cs que
el objeto de tstud io d~ la psicologí3 social no son esas rcgula ri d"de~ del
comportamiemo sino "los procesos elementales y cst ilble~ que intervie·
nen en esos comportamitnto~" (ihid.). Y e 'p~cifica, . No es en nomb re de
una n"tur;'¡eza humana universal en el que reclamamos una cierta gtne -
ralidad para el proyeclo psicosociológico. La univtr8a lidad de la natura-
leza hllmana es, de modo dtma8iado evideme, un argumento ideológico
utilizado para deknder citrlos valores que eSlán. ellos mismos. muy con -
dicionados por una cierta forma de relaciones sociales '.
L3 definición de la psicología soci,,1 por la "rticulación de \0 psicoló-
gico y lo social es una afirmación rnantel,;da por muy d iversos autores y
qUt rt8ponde a 1M inq\lietudes quc dan ol"igen a eSla ciencia. E~t" pers-
ptcti,·a articu ladora no cs. sin emb~rgo. diferenciad"ra de modo exclu·
yente de la psicologí" 8ocial: e~. en realidad, una earacteríslica de todas
las cienci", 8oc i al ~s. Tal como señala Thompson (198 4) .• eI probkma d~
la relación emre individuo y sociedad. entre la acción y la estructura w -
cial, yaec cn el corazón de la teoria ~ocial y d" la filosofía dc la ciencia
1 I)(,¡", ( 19701 h"" ,uY' la ~",i ocio" de Althu"',, cn" o do""i, , .d,,"'OS". ll .. ,á,><lo>e '"
""o .oW . ,,; ,QmO en P;"l!". 1'1""0' . 1. w¡,¡~ad .·ie "oifi" corno un ,,,t>,,jo <k ,,,",fu,,",,,,;,",
de v«dooc> poro;, '" en ,·"""d.,, m" ge,,,,,,k.,._ (p ..\ I ~ Jon(\e la, ,"«dad« parei, I". i<lco\Ój;;·
,"'o'0"' ""J'O' reduccioni" .... :.h om;,ión O el '<""'00" ;, ..., "' ''''' ;' ")' un moo""",>o ¡mpo'.
"nO< , ,,,,.é> dd " ,.11" ;,l<,,'óg¡"'" ¡"nU)' '01", lo okn"tiro. (r. 53~
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social. (p. 1.18). 1-1 objeto de la psiL"t)I"gm ",dal mI " ... P"T tantll. un oh-
jeto damment., delimitado. El fnfa.~is CXCCSI\O en la delimitación objc-
tual sólo obedece a requisitos formal es de ternlori:llidad academica. En
mi o pil11011 e~ perfCl:tamente ;leepmble. el1 pTll1l:lpio. I¡, ddimciun del
uhjelU de la p,jc"lllgUl -"lCial que se Imce en la corrie nte europea. y que.
en In ,·c rsioll dc Pá ... ~ y otros (19S12) s... eOlleibc. por eJcmplo. cOmO ~Ia
articulación entre lo social y 10 individual a panir (le 10' procews de in -
teracdón y de rcprc"",nlación imm e i!llergrupo" (1'.119). El prohlema
c.llribil. en r... al idad. en cómo se conciba cs~ ~1'1 I C\ll¡lci6n cmfC dos ámbi-
tos conccptun lmcntc construidos (in dividLlo y ,odetlad) y en el con cepto
de intcracci6n que la fundame llla.
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