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Trastornos de la Personalidad: Grupo C

Angel G. Vazquez Burgos

Departamento de Psicología, NUC University Ponce

PSYC 2000

Prof. Pablo Millan

8 de ago. de 23
Según el DSM-5 (Diagnostic and Statistical Manualof Mental Disorders, 5ta edición) los

trastornos del personalidad se dividen en tres grupos(clusters) grupo A, grupo B y grupo C. Los

trastornos de personalidad en el Grupo C están caracterizados por patrones persistentes de

comportamiento, cognición y emociones que se desvían de las expectativas culturales y sociales.

Estos patrones causan malestar y dificultan el funcionamiento social y personal del individuo.

Asimismo, es esencial diferenciar entre el Trastorno de Personalidad Obsesiva-Compulsiva

(TPOC) y el Diagnóstico Obsesivo-Compulsivo (DOC), para apreciar adecuadamente las

complejidades de estos trastornos y sus relaciones con los del Grupo C de la personalidad.

El Trastorno de Personalidad por Evitación se distingue por un patrón persistente de

inhibición social y una fuerte aversión al rechazo. Quienes lo padecen tienden a evitar

situaciones sociales por temor a la evaluación negativa, lo que puede limitar su desarrollo

personal y laboral (APA, 2013). Además, presentan una marcada sensación de inadecuación, baja

autoestima y ansiedad social. A menudo, este trastorno es acompañado por una hipersensibilidad

a la crítica y una tendencia a la reclusión social. Por otro lado, el Trastorno de Personalidad por

Dependencia se caracteriza por una necesidad excesiva de ser cuidado y apoyado por otros

individuos. Los afectados muestran un patrón de sumisión y una marcada dificultad para tomar

decisiones por sí mismos. Esta dependencia en otros puede llevar a la formación de relaciones

codependientes, en las que la persona busca constantemente la validación y el respaldo de los

demás para mantener su sentido de seguridad (APA, 2013). A menudo, se presentan sentimientos

de abandono y miedo a la separación, lo que puede interferir en la capacidad de establecer

relaciones saludables. Por último, el Trastorno Obsesivo-Compulsivo de la Personalidad se

diferencia por un enfoque excesivo en el perfeccionismo y el control. A diferencia del trastorno


obsesivo-compulsivo, este trastorno de personalidad se centra en patrones de pensamiento

rígidos y perfeccionismo en áreas como la organización y la planificación. Quienes lo padecen

pueden establecer estándares inalcanzables tanto para sí mismos como para los demás, lo que

puede dar lugar a tensiones interpersonales y a una sensación constante de insatisfacción (APA,

2013).

Cada uno de estos trastornos presenta una serie de signos y síntomas específicos que

permiten diferenciarlos. Primero, el Trastorno de Personalidad por Evitación se caracteriza por

una intensa aversión a situaciones sociales y un temor desproporcionado al rechazo. Quienes lo

padecen evitan actividades que impliquen interacciones sociales por temor a ser humillados o

ridiculizados. Presentan una marcada sensación de inadecuación social y tienden a subestimarse

a sí mismos. Además, pueden experimentar ansiedad anticipatoria antes de situaciones sociales y

pueden retirarse de situaciones sociales si se sienten incómodos (APA, 2013). Segundo, en el

caso del Trastorno de Personalidad por Dependencia, los individuos muestran una necesidad

excesiva de apoyo y validación por parte de los demás. Suelen tener dificultades para tomar

decisiones por sí mismos y pueden depender emocionalmente de otras personas para la toma de

decisiones. Presentan un temor intenso a la separación y a menudo buscan relaciones en las que

puedan ser cuidados o protegidos. Este patrón de dependencia puede afectar su capacidad para

funcionar de manera independiente (APA, 2013). Tercero y ultomo, el Trastorno Obsesivo-

Compulsivo de la Personalidad se caracteriza por un enfoque excesivo en el orden, el

perfeccionismo y el control. Quienes lo padecen tienden a ser extremadamente perfeccionistas en

sus actividades y a establecer estándares rígidos e inalcanzables. Pueden ser excesivamente

detallistas y preocupados por el orden y la organización. A menudo, dedican una cantidad


significativa de tiempo a actividades repetitivas y perfeccionistas, lo que puede interferir en su

capacidad para completar tareas de manera eficiente (APA, 2013).

La diferenciación entre el Trastorno de Personalidad Obsesiva-Compulsiva (TPOC) y el

Diagnóstico Obsesivo-Compulsivo (DOC) es esencial para comprender mejor la complejidad de

estos trastornos y sus relaciones con los trastornos del Grupo C de la personalidad. El TPOC,

como miembro del Grupo C de trastornos de la personalidad, se destaca por su énfasis en el

perfeccionismo y el control. Aquí, la obsesión se centra en la necesidad de orden, planificación y

eficiencia. Las personas con TPOC tienden a establecer estándares inalcanzables, lo que puede

generar tensión en las relaciones interpersonales. La compulsión en este contexto se refleja en la

necesidad de realizar tareas de manera repetitiva y detallista. Además, el TPOC se distingue por

una marcada preocupación por la organización y el temor a la pérdida de control (APA, 2013).

Por otro lado, el DOC es una entidad independiente en el DSM-5 y está relacionado con la

ansiedad y el temor obsesivo-compulsivo. Aunque puede presentar algunas similitudes con el

TPOC, el DOC se centra en obsesiones y compulsiones más amplias que no están

necesariamente vinculadas con la necesidad de control o perfeccionismo en áreas específicas de

la vida. En el DOC, las obsesiones pueden manifestarse en forma de pensamientos intrusivos y

angustiantes, mientras que las compulsiones buscan aliviar la ansiedad generada por estas

obsesiones (APA, 2013).

En conclusión, los trastornos del Grupo C de la personalidad, como el Trastorno de

Personalidad por Evitación, el Trastorno de Personalidad por Dependencia y el Trastorno

Obsesivo-Compulsivo de la Personalidad, se observan diferencias marcadas. El primero se

caracteriza por evitar situaciones sociales debido al temor al rechazo, acompañado de


inadecuación y ansiedad social. El segundo implica una excesiva necesidad de cuidado y apoyo,

conduciendo a relaciones codependientes y miedo a la separación. Por último, el tercero se centra

en el perfeccionismo y el control, generando estándares inalcanzables y tensiones

interpersonales. En cuanto a la diferenciación entre el Trastorno de Personalidad Obsesiva-

Compulsiva (TPOC) y el Diagnóstico Obsesivo-Compulsivo (DOC), se destaca que el TPOC

enfatiza el perfeccionismo y el control en diversos aspectos de la vida, mientras que el DOC

implica obsesiones y compulsiones más generales. Es vital entender estas diferencias para un

diagnóstico y tratamiento precisos, contribuyendo a la mejora del bienestar de quienes enfrentan

estos desafíos.
Referencias

American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental

Disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596

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