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Trastornos de la

personalidad
Grupo C
Aldana Ramírez Alexa Ernestina 422440
Arroyo Gánem Sthefany 343829
Colis Hurtado Grecia Guadalupe 313156
Gutierrez Saldaña Bernardino 422447
Ontiveros Ramírez Mónica Jocelyn 434881
Trastorno de la
personalidad evitativa
Criterios diagnósticos
Predominio de patrones de inhibición social, sentimientos de incompetencia e
hipersensibilidad a la crítica negativa, y se presenta por cuatro o más de
estos puntos:

● Evitar actividades laborales donde se tenga un contacto


interpersonal debido al miedo a la crítica, desaprobación o rechazo.
● Poco dispuesto a relacionarse con otras personas, a menos que sepa
que será apreciado.
● Retraído en las relaciones estrechas por miedo a ser ridiculizado.
● Teme ser criticado o rechazado en situaciones sociales.
● Inhibición en nuevos entornos sociales por no sentirse parte de él.
● Se considera inepto, poco atractivo e inferior a los demás.
● Se resiste a asumir riesgos personales o participar en situaciones
que le resulten embarazosas
Características diagnósticas
De igual manera que con los criterios, este trastorno se ve caracterizado por la
inhibición social, sentimientos de incompetencia y temor a sentirse criticado y
humillado. Este temor puede llegar a un punto de que los individuos que lo
padecen son capaces de dejar pasar oportunidades de ascenso social por
creer que las demás personas criticaran su posición y su desempeño, de igual
manera, procuran mantener cierta distancia ante las personas y situaciones
que se le presenten a menos que tengan la certeza de que sus sentimientos,
pensamientos y roles que se le asignen no serán ridiculizados o criticados.
Características asociadas que apoyan el
diagnóstico
Las personas con este trastorno tienden a ser muy precavidas con las demás
personas, de modo que tienden a analizar los movimientos y expresiones de los
demás en busca de señales que lo hagan creer que está siendo criticado o
señalado, además de que usualmente presentan baja autoestima. Dicho
comportamiento hace que las otras personas los perciban como tímidos, callados
o solitarios.

Otros trastornos que suelen diagnosticarse en conjunto son los depresivos,


bipolares, de ansiedad e inclusive ser diagnosticado en conjunto con trastornos
como el de la personalidad límite u algunos del grupo A ( paranoide, esquizoide o
esquizotípica).
Prevalencia
Los individuos que padecen el
trastorno de la personalidad
evitativa representan alrededor de
un 2,4% de la población.
Desarrollo y curso.
Se suele presentar en la infancia con la timidez, aislamiento y
miedo a los extraños.

Durante la adolescencia y adultez temprana aumenta, siendo que


son los momentos en los que las relaciones sociales se vuelven
importantes.

En los adultos, tiende a ser menos evidente e incluso remitir con la


edad.
Aspectos diagnósticos Aspectos diagnósticos
relacionados con la cultura relacionados con el
Puede haber variación en el grado en
género
que los diferentes grupos culturales El trastorno de la
y étnicos consideran la timidez y la personalidad evitativa
evitación, según corresponda. Por aparece igualmente en
otra parte la conducta de evitación hombres y mujeres.
puede ser resultado de los
problemas de aculturación
consecuentes a la inmigración.
Dx diferencial.
Se considera como trastorno de personalidad por evitación en el momento
en que los rasgos se presentan inflexibles, desadaptativos, persistentes, y
provocan deterioro funcional significativo o malestar subjetivo
Cambios de la personalidad por
Trastornos de ansiedad. afección médica y consumo de
Se considera la existencia de una sustancias.
superposición entre este trastorno y
Los rasgos se pueden atribuir a los
el trastorno de ansiedad social,
efectos directos de una afección médica
conocida también como fobia social,
sobre el SNC. Deben diferenciarse los
por lo que pueden ser incluso
síntomas que podrían desarrollarse
conceptualizaciones de alteraciones
relativo al consumo persistente de
similares e incluso iguales.
sustancias.
Otros trastornos de personalidad
Si un individuo presenta características de personalidad que cumplen
con los criterios para uno o más trastornos de la personalidad, es posible
diagnosticar todos.

En contraste con el TPD, ambos coinciden en la presencia de


sentimientos de incompetencia, hipersensibilidad a la crítica y necesidad
de afirmación, salvo que en el TPE el objetivo se dirige a eludir la
humillación y el rechazo. Ambos tienden a aparecer de forma
concomitante.
El trastorno de personalidad esquizoide y el trastorno de personalidad
esquizotípica, en conjunto con el TPE, tienen en común el aislamiento
social, salvo que en el caso de un paciente con TPE quisiera relacionarse
con los demás, en tanto que en los otros dos prefieren el aislamiento.

Con el trastorno de personalidad paranoide, coinciden en la


desconfianza hacia las demás personas; sin embargo, difieren en que el
TPE lo manifiesta por el temor a la vergüenza más que a malas
intenciones.
Trastorno de la personalidad
dependiente
❖ Criterios diagnósticos
Necesidad dominante y excesiva de que le cuiden, lo que
conlleva un comportamiento sumiso y de apego
exagerado, y miedo a la separación, que comienza en las
primeras etapas de la edad adulta y está presente en
diversos contextos, y que se manifiesta por cinco o más
de los siguientes hechos:
● Le cuesta tomar decisiones cotidianas sin el consejo y la reafirmación

excesiva de otras personas.

● Necesita a los demás para asumir responsabilidades en la mayoría de

los ámbitos importantes de su vida.

● Tiene dificultad para expresar el desacuerdo con los demás por miedo

a perder su apoyo o aprobación.

● Tiene dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por sí mismo.


● Va demasiado lejos para obtener la aceptación y apoyo de los demás,

hasta el punto de hacer voluntariamente cosas que le desagradan.

● Se siente incómodo o indefenso cuando está solo por miedo exagerado

a ser incapaz de cuidarse a sí mismo.

● Cuando termina una relación estrecha, busca con urgencia otra relación

para que le cuiden y apoyen.

● Siente una preocupación no realista por miedo a que lo abandonen y

tenga que cuidar de sí mismo.


Suelen evitar los puestos de responsabilidad y sienten ansiedad cuando
se enfrentan a una toma de decisiones. Las relaciones sociales tienden a
limitarse a las pocas personas con las que el individuo tiene
dependencia.

El trastorno de la personalidad dependiente a menudo se desarrolla junto


con otros trastornos de la personalidad, especialmente el límite, el
evitativo y el histriónico.
❖ Prevalencia
Los datos de la National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related

Conditions 2001-2002 indican una prevalencia del trastorno de la

personalidad dependiente del 0,49 %, y la estimación de la prevalencia

de la personalidad dependiente obtenida de una muestra probabilística

de la Parte II de la National Comorbidity Survey Replication es del 0,6 %.


Desarrollo y curso
Este diagnóstico se debe emplear
con gran precaución, en todo caso,
en los niños y en los adolescentes,
en quienes el comportamiento
dependiente podría ser apropiado
para el desarrollo.
Aspectos diagnósticos relacionados con la cultura
El grado en que los comportamientos dependientes se consideran
apropiados varía sustancialmente a través de los diferentes grupos de
edad y socioculturales. Se deben tener en cuenta tanto la edad como
los factores culturales en la evaluación diagnóstica con cada criterio. El
comportamiento dependiente debe ser considerado como un trastorno
sólo cuando es claramente excesivo para las normas culturales del
individuo o cuando refleja preocupaciones poco realistas.
El énfasis en la pasividad, la cortesía y el trato deferente es
característico de algunas sociedades y pueden ser valorados
incorrectamente como rasgos del trastorno de la
personalidad dependiente. Del mismo modo, las sociedades
pueden reforzar o desalentar de una manera diferenciada el
comportamiento dependiente en los hombres y en las
mujeres.
Aspectos diagnósticos
relacionados con el género
En el ámbito clínico, el trastorno
de la personalidad dependiente
se ha diagnosticado con más
frecuencia en las mujeres,
aunque algunos estudios
señalan unas tasas de
prevalencia similares entre los
hombres y las mujeres
Diagnóstico diferencial
Otros trastornos mentales y afecciones médicas

El trastorno de la personalidad dependiente se debe de


distinguir de la dependencia que surge como consecuencia
de otros trastornos mentales como los trastornos
depresivos, el trastorno de pánico y la agorafobia. Y como
resultado a estas afecciones médicas.
Otros trastornos de la personalidad
Tanto el trastorno de la personalidad dependiente como el
límite se caracterizan por el miedo al abandono; sin embargo, el
individuo con trastorno de la personalidad límite reacciona al
abandono con sentimientos de vacío emocional, rabia y
exigencias.

Mientras que la persona con trastorno de la personalidad


dependiente reacciona incrementando su sumisión y busca otra
relación que reemplace los cuidados y el apoyo. Siguiendo un
patrón de relaciones inestables e intensas.
Otros trastornos de la personalidad
Las personas con trastorno de la personalidad histriónica,
como los dependientes, tienen en común una fuerte necesidad de
seguridad y pueden infantiles.

Pero se diferencia porque los dependientes se caracterizan por


el comportamiento humilde y dócil, el histriónica exhibe una
exuberancia sociable con demandas activas de atención.
Otros trastornos de la personalidad
Tanto el trastorno de la personalidad dependiente como el
evitativo presentan sentimientos de ineptitud, hipersensibilidad a
la crítica y la necesidad de seguridad.

Sin embargo, los individuos con trastorno de la personalidad


evitativa poseen un fuerte temor a la humillación y al rechazo, de
tal manera que se distancia hasta estar seguro de que serán
aceptados. En cambio los dependientes despliegan un patrón de
búsqueda y mantenimiento de vínculos con los demás, en lugar
de evitar y apartarse de las relaciones.
Trastorno de la personalidad
obsesivo-compulsiva
Criterios diagnósticos
Patrón dominante de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el
control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la franqueza y la
eficiencia, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y está
presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cuatro (o más) de
los hechos siguientes:
● Se preocupa por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los
programas hasta el punto de que descuida el objetivo principal de la actividad.
● Muestra un perfeccionismo que interfiere con la terminación de las tareas.
● Muestra una dedicación excesiva al trabajo y la productividad que excluye las actividades
de ocio y los amigos (que no se explica por una necesidad económica manifiesta).
● Es demasiado consciente, escrupuloso e inflexible en materia de moralidad, ética o
valores (que no se explica por una identificación cultural o religiosa).
● Es incapaz de deshacerse de objetos deteriorados o inútiles aunque no tengan un valor
sentimental.
● Está poco dispuesto a delegar tareas o trabajo a menos que los demás se sometan
exactamente a su manera de hacer las cosas.
● Es avaro hacia sí mismo y hacia los demás; considera el dinero como algo que se ha de
acumular para catástrofes futuras.
● Muestra rigidez y obstinación.
Características diagnósticas

Como característica esencial, se encuentra la preocupación excesiva por el


orden, perfeccionismo y control mental e interpersonal, comenzando
patrones en la edad adulta. Tienden a la repetición y son muy observadores
a detalles que pudieran provocar o tener errores. Pueden perder más el
tiempo en buscar alguna pieza faltante en lugar de improvisar o conseguir
una nueva, además de que tienen una mala distribución del tiempo para sus
tareas.

El perfeccionismo y altos estándares de rendimiento autoimpuestos


provocan una disfunción significativa y angustia, logrando no culminar
proyectos por no alcanzar la perfección.
Excluyen el ocio y postergan actividades placenteras por no resultarles
productivas y quitarle tiempo que podrían destinarle al trabajo. La
convivencia con amigos sólo se da en condiciones formales, y la recreación
pasa a convertirse en tareas serias que requieren organización y
planeación.

Insisten en el cumplimiento literal en asuntos relacionados a la ética y la


moral, y ser despiadadamente autocríticos con sus propios errores.
Además, pueden resultar incapaces de desprenderse de objetos sin uso sin
la implicación del valor sentimental, por considerar que podrían ser útiles en
algún momento.

Planifican el futuro a detalle, sin tener disposición a considerar cambios y se


cierran a su propia perspectiva.
Características asociadas que apoyan al diagnóstico.

Suele haber presencia de dificultad al priorizar tareas o formas de llevarlas a


cabo. Se molestan fácilmente ante escenarios que no se encuentran bajo su
control, aunque no lo manifieste de manera directa.

Se muestran rígidos a seguir a figuras de autoridad que respetan, y


presentan resistencia exagerada ante las que no. Se incomodan e inhiben
ante situaciones de afecto y expresividad emocional; tienden a la lógica y el
razonamiento y se les dificulta expresar sentimientos de ternura o elogios
hacia otros.

Pueden presentar angustia y dificultades laborales ante nuevas situaciones


que requieren flexibilidad y compromiso.
Prevalencia

Es uno de los trastornos de


personalidad más prevalentes
en la población general, con una
estimación de la prevalencia
entre un 2,1% a un 7,9%
Aspectos diagnósticos relacionados con la cultura

En la evaluación de un individuo con este


trastorno, el clínico no debe incluir como
rasgos patológicos los comportamientos
que reflejan hábitos, costumbres o estilos
interpersonales fomentados por el grupo
de referencia del individuo.
Aspectos diagnósticos relacionados con el género

En estudios sistemáticos,
este trastorno se diagnostica
aproximadamente con el
doble de frecuencia en el
sexo masculino
Diagnóstico diferencial ● Trastorno de acumulación:
Este se debe considerar
● Trastorno obsesivo-compulsivo: El TOC especialmente cuando el
suele distinguirse del trastorno de acaparamiento es extremo. Si
personalidad obsesivo-compulsiva por la se cumplen los criterios para
presencia de verdaderas obsesiones y ambos, se deben registrar.
compulsiones. Si se cumplen los criterios
para ambos, se deben de registrar.
● Otros trastornos de la personalidad:
○ Trastorno de la personalidad
○ Trastorno de la personalidad narcisista: esquizoide: Ambos se
Ambos muestra compromiso con el caracterizan por una formalidad
perfeccionismo y creen que los demás no aparente y un desapego social,
saben hacer las cosas bien, pero en este pero en este trastorno hay una
trastorno realmente creen haber falta fundamental de capacidad
alcanzado la perfección. para la intimidad.

○ Trastorno de la personalidad antisocial: Ambos muestran falta de generosidad, pero


en este trastorno es solamente a los demás y son capaces de darse caprichos.

Los rasgos de personalidad obsesivo-compulsivos pueden ser adaptativos, y sólo cuando son
persistentes e inflexibles, provocando un deterioro funcional significativo o un malestar
subjetivo es cuando constituyen un trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva.
● Trastornos por consumo de sustancias:
Es necesario también hacer la
diferenciación de los síntomas que se
pueden desarrollar en relación con el
consumo insistente de sustancias.

● Cambio de la personalidad debido a otra


afección médica: Se caracteriza porque
los rasgos que aparecen son atribuibles
a los efectos directos de una afección
médica sobre el sistema nervioso
Caso clínico
M.S. es un varón de 31 años, soltero, sin hijos. Es responsable de sección de textil en un gran Centro
Comercial. Empezó como reponedor y debido a ser muy concienzudo, disciplinado y meticuloso, tras
varios años de trabajo, fue ascendido.

A la consulta del Servicio de Salud Laboral acude un compañero de sección preocupado porque
desde hace unos meses M.S. presenta un comportamiento anómalo que dificulta la convivencia
laboral: “M.S. está muy obsesionado con el orden, revisa las cosas muchas veces. Acude a su trabajo
antes de la hora, pero siempre es el último en salir, con conflictos con otros compañeros por la hora
de cierre ya que retrasa al resto. Se muestra muy rígido con los detalles triviales, se le ve indeciso,
muy perfeccionista y controlador y preocupado por no saltarse y que nadie se salte los
procedimientos de trabajo. Si su rutina se ve alterada por cualquier cosa se irrita bastante. Cada vez
se muestra más ansioso y aislado, antes solía salir a desayunar con nosotros y ahora refiere no tener
tiempo para ello. La más mínima crítica se la toma muy a pecho....”
Ante esta situación, nos dirigimos a M.S. y le invitamos a mantener una entrevista con nosotros en el
Servicio de Salud Laboral. Al principio, no entiende muy bien el motivo por el cual lo hemos citado,
mostrándose algo desconfiado y susceptible. Le exponemos nuestra preocupación y la de personas
cercanas por esta situación. No tiene conciencia de que sus conductas molesten a los demás por los
retrasos e inconvenientes que conllevan. Le cuesta hablar de sí mismo e intenta justificar lo relatado
por sus compañeros considerando que lo que está haciendo es hacer bien su trabajo: “necesito
asegurarme que cada tarea quede perfecta y necesito hacerlo yo mismo”. Sobre el porqué ya no va a
desayunar con sus compañeros nos relata que prefiere continuar con sus tareas antes que perder
tiempo en hacer otras cosas no productivas. Al indagar sobre su biografía nos comenta: “Mi padre ha
sido siempre estricto conmigo, siempre me enseñó a ser disciplinado, responsable, trabajador y la
importancia de alcanzar logros”. Al final de la entrevista reconoce que el no ser capaz de hacer frente
a su trabajo, le preocupa generándole bastante ansiedad y malestar. “Es como ir todo el día
contrarreloj, no sé como lo hacen mis compañeros”. Acordamos volver a tener nuevas entrevistas para
conocer en profundidad su situación y ayudarle con su ansiedad y malestar que ha verbalizado.
Referencias
Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual Diagnóstico
y Estadístico de los Trastornos Mentales. Mexico: Editorial
Medica Panamericana.

Reyes, J. F., Rodríguez, E., Ruiz, M. (2017). El trabajador que sufre


un caso de personalidad obsesiva en el trabajo. Caso
práctico. Revista Enfermería del Trabajo, 7(3), pp. 80-85.

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